El documento describe la importancia del silencio en la oración contemplativa. Señala que el momento más íntimo es cuando el adorador se encuentra solo y en silencio con el Señor, en una "audiencia privada". Explica que la oración no es solo un monólogo, sino un diálogo con Dios, y que el momento sublime ocurre cuando escuchamos la voz de Dios en lugar de solo cuando Él escucha la nuestra. Resalta la necesidad de silenciar las distracciones internas para poder escuchar a Dios, quien habla en voz baja a
Reflexión de Fray Carlos Alberto Gómez sobre el Lema 2013 de los Centros Educativos Mercedarios 2013
“Escuela Mercedaria,
una comunidad que escucha y aprende”
Reflexión de Fray Carlos Alberto Gómez sobre el Lema 2013 de los Centros Educativos Mercedarios 2013
“Escuela Mercedaria,
una comunidad que escucha y aprende”
En este libro Charles Stanley nos describe cómo escuchar la voz de Dios, nos ayuda a distinguir la voz de Dios de todas las demás. El Dr. Stanley nos presenta lecciones personales para escuchar y discutir:
· Por qué Dios desea comunicarse con nosotros?
· Cómo nos habla el Señor?
· Pautas bíblicas para reconocer la voz de Dios.
· Las alegrías y el fruto de escuchar al Señor.
· Los diez obstáculos para oír a Dios.
Nuestras relaciones con Dios y nuestra actitud hacia Él pueden estar libres de distorsión.
Aprendamos a escuchar a Dios.
Él quiere hablarnos.
En este libro Charles Stanley nos describe cómo escuchar la voz de Dios, nos ayuda a distinguir la voz de Dios de todas las demás. El Dr. Stanley nos presenta lecciones personales para escuchar y discutir:
· Por qué Dios desea comunicarse con nosotros?
· Cómo nos habla el Señor?
· Pautas bíblicas para reconocer la voz de Dios.
· Las alegrías y el fruto de escuchar al Señor.
· Los diez obstáculos para oír a Dios.
Nuestras relaciones con Dios y nuestra actitud hacia Él pueden estar libres de distorsión.
Aprendamos a escuchar a Dios.
Él quiere hablarnos.
2. 1.- La oración es encuentro de amistad con
quien sabemos nos ama.
3. 2.- El momento más íntimo y personal de la
Adoración es:
Cuando el adorador se encuentra a solas y en silencio con el
Señor.
• “audiencia privada”
En contraposición a las otras partes de la vigilia
• el rosario
• la santa misa
• o el rezo de las horas “audiencia general”.
4. 3.- A veces aprovechamos estos momentos
como cuando los vasallos antiguos se
encontraban con su Señor.
Los conocidos
memoriales de agravios.
Y si no le contamos al
Señor todos nuestras
afrentas, le presentamos
como en lista de la
compra, todas nuestras
necesidades.
Sin duda es un modo de
oración, probablemente
la más frecuente y la más
elemental. Al fin y al
cabo planteamos
nuestras demandas ante
el más poderoso de los
Seres, la Omnipotencia
divina.
• Oración de súplica.
5. 4.- La oración no es un monólogo, ni cuando alabamos,
ni cuando damos gracias, ni cuando hacemos actos de
reparación.
La oración es un diálogo.
Es un coloquio en el que siempre participa el Otro.
En el santísimo Sacramento el Otro es el Verbo encarnado, Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero y Hombre verdadero que
tiene un Corazón de carne misericordioso frente al nuestro de piedra,
que nos ve, nos escucha, siento nuestros dolores y se nos ofrece como
regazo donde aliviar nuestras penas y cansancios.
6. 5.- Don Luis de Trelles a este encuentro asombroso de Dios
con el ser humano, lo llama Frontera con la nada; la nada
somos nosotros.
7. 6.- Admirable es que con total familiaridad podamos hablar
con Dios, no junto, ni siquiera a su lado, como silla junto a
silla, sino dentro, claramente en la comunión, y
misteriosamente aún estando aparentemente ante su
presencia.
Nunca los dioses han estado tan cerca de los hombres,
como nuestro Dios.
8. 7.- El momento sublime de la oración no se alcanza cuando
Dios nos escucha, SINO CUANDO NOSOTROS ESCUCHAMOS LA
VOZ DE DIOS.
9. 8.- Dios nos habla, no necesariamente
con sonidos humanos.
En el silencio
interior, en el
recogimiento
interior, sin que las
mariposas de
nuestros afanes y
fantasías nos
distraigan, podemos
oír a Dios.
Podemos entender
que Dios nos
ilumina
internamente, aún
sin alcanzar los
grados altos del
camino místico de la
perfección.
10. 9.- La santidad es siempre el cumplimiento de
la voluntad de Dios, ahora y siempre.
¿Cómo podríamos conocer su voluntad si no le escuchamos?
Habla Señor que tu siervo escucha. Habituar nuestro oído a la voz del Señor, en la intimidad de
la oración.
11. 10.- A Dios lo escuchamos en una
moción interior.
El Espíritu Santo nos enciende el corazón al
leer un fragmento del Evangelio, la meditación
de un santo, los consejos y experiencias de
almas aventajadas, de mil maneras
insospechadas.
Dios nos habla en voz baja a nuestro oído
interior.
12. 11.- ¿Cómo se distingue el ruido de la
voz verdadera?
DE LA MANO DE LA IGLESIA.
Sin dirección espiritual, hasta la voz más clara
es fácil convertirla en barullo