1. EL URBANISMO COMO PROBLEMA ESTÉTICO
Lo tradicional del problema estético formal tiene su aparecimiento en épocas del
renacimiento como un discurso de expresión artística al que se conoce como “arte urbano”,
perduro algunos siglos hasta el neo clasismo época de nacimiento de la revolución industrial su
predominio absoluto fue lo estético sobre el carácter teórico.
Alberti uno de los principales representantes de esta corriente, concibe en sus enfoques tres
principios: “Necesidad, Comodidad y Belleza”, su aplicación a lo urbano como arquitectura fue la
misma pues ambas vinculan coherencia. Al advenimiento de la revolución industrial y en la época
neo clasista el arte urbano pierde protagonismo cae en decadencia se pone fin al arte urbano sus
principios basados en reglas firmes pasaron al archivo de la historia. En este sentido aparece un
nuevo orden el de primacía por la función lo que en adelante se denominara científico técnico.
Sin embargo dada las circunstancias de los primeros discursos del modernismo, el arte urbano
toma otra tendencia el de “composición urbana”, más que una perseverancia resulto una
resistencia a la ciudad industrial sus representantes como Morris , Ruskin y Sitte en este enfoque
ponen énfasis en la visión esteticista, los aportes que resaltan sobre todo el tercer autor
mencionado reivindica en sus libros en la aproximación artística de la ciudad planteando nuevas
estructuras para modelos y formas, sin oponerse a la industrialización y los movimientos
contemporáneos que se manifestación en ese entonces .
El problema estético formal es criticado por Le Corbusier y Gredion en plena década de los
años veinte lo que agravia su decadencia, así en periodos de entre guerras el arte urbano es
totalmente relegado, los movimientos de vanguardia toman actitud negativa frente a los
tradicionales, aparece ya el funcionalismo con nuevas instituciones reguladoras como la C.I.A.M.
que se ocupa de los problemas funcionales más que los de forma (carta de Atenas) , el diseño
urbano es tradición temporal del mundo anglosajón para adoptar una nueva perspectiva
conocida como Morfologismo.
En esta nuevo enfoque lo que trata de hacer es reivindicar el uso de la forma a través de
bases disciplinares en el urbanismo, se concibe a la tipología y al morfologismo como
expresiones dialécticas, además surgen nuevas interpretaciones conceptuales como: la
semiótica como sentido simbólico a la realidad; legibilidad como metáfora de lectura y
relativización como apreciación de comportamientos reflejados en la forma.
La tendencia tradicional termina con el “proyecto urbano”, últimas concepciones formales
basadas en tipología. Con las predicciones de Melvin Webber lo discreto desaparecería pues las
transformaciones sociales alcanzaban su dominio total le conducían a situaciones más complejas
y a reaccionar frente a estas con nuevos conceptos basados ahora en el cientifismo.
El urbanismo y la arquitectura al igual que otras disciplinas son trascendentales hay que dejar
su espacio a discursos que dejaron de existir en el tiempo, lo que se dio no hay necesidad de
recuperarlos en nuestra época debemos responder de acuerdo a los nuevos referentes
presentes en la realidad de nuestras ciudades.