2. En 1958 Adolfo López Mateos llego a la presidencia, por consiguiente tuvo que enfrentar los movimientos obreros iniciados en el sexenio anterior. Sin embargo López Mateos ejerció una eficaz política populista y nacionalista tanto con los sectores obreros como los campesinos. En primer lugar presiono a las empresas para que llevaran a cabo el reparto de utilidades a sus empleados (tal como decía en la constitución pero que no se llevaba a cabo) y en segundo lugar reactivo el reparto de tierras : ya que durante su sexenio se repartieron 16 millones de hectáreas, una cifra muy cercana a la del cardenismo. Y reformó la constitución con el fin de democratizar la vida política.
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5. El gobierno de López Mateos se distinguió por el impulso educativo. Jaime Torres Bodet quien era el encargado de la secretaria de educación publica, elevo la educación al rango de prioridad nacional y puso en circulación los libros de texto gratuito. Estos libros tuvieron la intención de que todos los niños tuvieran acceso a la lectura, al conocimiento y al pensamiento. Entre sus obras se encuentra también la del Museo Nacional de Antropología. Los años sesenta fueron testigos del llamado “milagro mexicano”, el cual significo el crecimiento y la estabilidad económica. Esta situación promovió el crecimiento de una clase media y alta integrada por ciertos sectores profesionales y burócratas comerciantes, industriales, empresarios, políticos, empresarios, etc.. Todos estos sectores fueron quienes encarnaron el México moderno: urbano, progresista, industrial, que gozaba de las ventajas de la expansión de las comunicaciones y de los servicios educativos Jaime Torres Bodet
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8. Los años dorados del crecimiento económico se toparon hacia finales de los años sesenta, con una fuerte crisis de la estabilidad política y económica; crisis que fue acompañada de un replanteamiento de los valores morales y sociales, de las formas de pensar y actuar de los mexicanos.