Este documento define la violencia familiar y clasifica sus diferentes tipos, incluyendo la violencia hacia mayores, en la pareja, hacia niños, mujeres, hombres y discapacitados. Explica que la violencia puede ser física, psicológica, sexual o económica y que las víctimas a menudo no denuncian por temor al cambio, disculpas, dependencia o represalias. Concluye que debemos ayudar a las víctimas no solo legalmente, sino también psicológicamente.