1. DE MEDELLIN PARA EL MUNDO CON……….<br />La violencia en la Comuna 13 de Medellín -aquella que se tomó por la fuerza el Ejército 6 años atrás-, no ha cesado. Ahora los jóvenes están siendo reclutados por grupos armados ilegales para la venta de estupefacientes, transporte de armas, cobro de extorsiones y comisión de delitos.“La situación lo amerita. Hay un número creciente de niños y jóvenes ligados a las estructuras criminales. ¿Qué estamos viendo ahí? Estamos permitiendo el surgimiento de una nueva generación del paramilitarismo”, señaló Adriana Arboleda, miembro de la Corporación Jurídica Libertad.<br />Estadísticas del Instituto de Medicina Legal señalan que de los 1.057 homicidios cometidos en el primer semestre del año, unos 139 ocurrieron en la comuna 13; es decir, 52 casos más que los presentados en el mismo periodo de 2009, lo que la convierte en la zona más violenta de la ciudad. Para tener una dimensión del problema, basta decir que esta comuna registra una tasa de 108 asesinatos por cada 100 mil habitantes, cifra que pasa de preocupante a escandalosa.<br /> <br />Las explicaciones de las autoridades civiles y de Policía frente a esta racha de asesinatos apuntan a la disputa territorial que sostienen “bandas criminales” y “combos” por el control de territorios y rentas legales e ilegales. Rastreos realizados por la Personería de Medellín señalan que en la comuna delinquen más de 30 organizaciones delincuenciales, algunas al servicio de alias “Sebastián”, otras leales a alias “Valenciano” y otras simplemente se dedican a actividades ilícitas por “cuenta propia”.<br /> <br />Donde se aprecia con mayor claridad lo anterior es en el tema de desplazamiento forzado intraurbano. De acuerdo con informes de la Personería de Medellín, en lo que va corrido del año se han documentado 615 declaraciones por este flagelo, que representan un total de 2.395 personas que fueron forzadas a salir de sus barrios. De ellas, por lo menos 800 debieron hacerlo de la comuna 13.<br /> <br />“Esta comuna es el ejemplo más patético de cómo se está derrumbando la seguridad democrática en las ciudades. Lo que se vive en esta comuna todos los días, ya sea con el desplazamiento, con los enfrentamientos armados, con los asesinatos, con las amenazas no da lugar a dudas en plantear que allí se está viviendo una grave crisis humanitaria”, señala Ana Patricia Aristizábal, personera delegada para los Derechos Humanos de la Personería de Medellín.<br /> <br />La deserción escolar por causas de la confrontación armada también muestra niveles alarmantes. Sólo entre julio y agosto unos 40 estudiantes han tenido que abandonar la escuela mientras que una cifra indeterminada asiste esporádicamente debido al temor que genera transitar por algunos barrios.<br /> <br />HISTORIA REAL<br />Chatarra’ tiene 23 años, tres cicatrices de tiros en la espalda y un escapulario colgando del cuello. La visita es para Daniela Alejandra Zapata, una chica de 15 años que el pasado 31 de julio fue sepultada allí, luego de haber sido violada y degollada por hombres de ‘Sebastián’, que la sentenciaron por tener un parentesco lejano con ‘Valenciano’, el otro capo criminal de la ciudad. <br />‘Chatarra’, que alguna vez se ganó la vida manejando taxi y que ahora es el comandante de un escuadrón de 150 hombres agrupados en los combos de La Independencia 2 y 3, La Urba, La Plancha, El Kilo, dice que de eso se trata: de una pelea sin tregua ni distinciones por el control total de las comunas. Ambos patrones, sin importar el precio, piensa él, quieren heredar el poderío que una vez tuvo don Berna y por eso, allá arriba, no hay límites. “La guerra es así”, dice él, como disculpándose en medio de esa explicación que supera su entendimiento, el del barrio, el de la ciudad completa.<br />‘Chatarra’ cuenta que la disputa del territorio, las fronteras, las calles prohibidas tienen una única motivación: plata. Dependiendo del sector, asimismo son los impuestos cobrados. Arriba, donde hay menos comercio, apenas pueden ser extorsionados los dueños de casa, hombres y mujeres en su mayoría muy pobres que casi nunca tienen dinero. Abajo, en cambio, hay graneros, almacenes, tiendas de ropa, rutas de buses, que significan fortunas en términos de vacunas. Los hombres de ‘Sebastián’, dueños de los filos y las cimas de las comunas, habrían roto el pacto hace siete meses y esa sería la razón del nuevo estallido de esta guerra, nutrida también por el dinero derivado del microtráfico que se mueve en la zona. Entre enero y agosto, 42.173 gramos de marihuana fueron decomisados por la Policía sólo en la Comuna 13.<br />‘Chatarra’ dice que eso de la inexistencia de límites no es una exageración. Hace un tiempo, cuenta como si fuera mérito en su reputación criminal, tuvo que disparar contra un amigo, parcero de infancia, que decidió pelear del otro lado del bando. Se encontraron en un callejón luego de haberse gritado de una montaña a otra que se iban a matar así conocieran a la mamá del otro, así hubieran comido del mismo plato. “Cuando lo pillé me dijo que no, que no lo matara que todo bien. Pero perdió. Todo bien es todo mal. Allá arriba, es mejor mantener la cabeza abajo”.<br />Hace un mes, Iván Darío Noreña, de catorce años, tiene que descender 723 escalones. Por evitar el trayecto más largo, a su hermana Johana Andrea, hasta entonces quinceañera de mejillas rosadas y cabellos largos, le rompieron la boca a puños, la arrastraron del pelo, le dieron patadas en el estómago. “Abrite de aquí maricona, que éstas calles no son pa’ vos”, le gritaron los del parche de ‘Chimbilín’, mientras la niña indefensa rodaba por la acera con el uniforme deshilachado. A veces, los hermanos llegan tan sudorosos y cansados luego de haber corrido como fugitivos tras un día de escuela, que su mamá les permite pasar días enteros sin tener que regresar a clases. <br />