7 SECCIÓN I CAPITULO 1 GINECOLOGÍA Y ABSTETRICIA GENERAL.pdf
1. GINECOTOGÍA
Y OBSTETRICIA
GENERAL
Exploración de la salud
de la mujer
Este capítulo trata Ttrincipalmente los siguientes temas educativos de Ia Association
of Professors of Gynecology and Obstetrics (APGO):
lftÉrÉ"i-qt't;'F-"
'
ANAMNESIS
EXPLoRAcIóN rÍstcR
CITOLOGÍE VECNEL Y CULTIVOS
orecNósrlco Y PLAN DE TRATAMIENTo
TNTERACCIóN PPnsoNAL Y tÉcNlces
DE coMuNtcectÓN
Los estudiantes deben ser capaces de perfeccionar la comunicación y ias habilidades clínicas
para realizar una anamnesis pertinenie y completa, evaluando los factores de riesgo y el
cumplimiento de la paciente de las recomendaciones para el cuidado de su salud' Deben ser
.upu.., de realizaruna exploración completa, tanto pélvica como mamaria, incluyendo la
ciálogía vaginal y crralqrri.'. estudio de detección apropiado, y ser capaces de utilizar esta
.uulrrí.iórl iuru io.-olur. un plan de diagnóstico y tratamiento, y a su vez explicar los hallazgos
y...o-arriu.iones importantes a la paciente, tomando en consideración su contexto
socioeconómico Y cultural.
Caso clínico
En un día de verano, cálido y agradable, una mujer de72 ai'os
acude a su consulta acompañada de su hija para su <valoración
arrualo. Es una mujer agradable, alegreyvivaz que lleva un ves-
tido colorido combinado con un jersey grueso. Su expediente
inclica que acude a la consulta para el cuidado de su salud ge-
neral y ginecológica, y que han pasado 7 años desde su última
visita. El resumen de su expediente sugiere que' en general,
tiene buena salud. A los 20 años tuvo dos embarazos a término
exitosos y una ligadura tubárica en el puerperio, seguidos de
una laparoscopia diagnóstica por dolor pélvico crónico a los
38 años, donde se encontró un útero con miomas del tamaño
similar a un embarazo de 18 semanas y endometriosis leve'
Posteriormente, se realizó una histerectomía total abdominal
sin ooforectomía y la endometriosis leve se trató, con buen re-
sultado, con antiinflamatorios no esteroideos hasta la meno-
pausia a los 49 años. Todos los estudios de laboratorio e imagen
preuios fueron normales. Mide 1,72 my pesa75 kg' su presiórr
sungrlín"u es de ll2l65 mmHg y el pulso, la temperatura y la
freÁencia respiratoria son normales' Desde su visita anterior'
no hay datos importantes en su anamnesis y la revisión por
sistemas, con excepción de que siente frío con frecuencia y re-
cientemente su piel está más seca que antes' Su exploración
física no muestra datos importantes' Mientras espera la revi-
sión, pide su jersey porque siente frío y menciona que está pre-
o.upudu por-su sobiepeso' ya que ha ganado- algunos kilos en
tos riltimos años. Su hija comenta que su madre se queja cons-
tantemente de que la temperatura de la habitación es demasia-
do baja.
I
2. r
originalmente, ra obstetricia era una rama independiente de la
-edicina y la ginecología era una división de hlirugía. Con el
,lempo, un aumento del conocimiento de la fisiopatología del
uparato reproductor de ra mujer nevó a la integración natirar de
estos dos campos, y la obstetricia y la ginecología se fundieron en
una.única especialidad. Después de terminar un programa de
residencia aprobado, ros ginecórogos pueden eiercer ra"obstetri-
cia y ginecología general (trastornos no malignos del aparato
reproductor y órganos asociados, así como planificaciónfami_
liar). También puld.., elegir un p.og.urnu de subespecialidad al
completar una beca en cualquiera de las cuatro áreas de subespe_
cialidad reconocidas dentro de ra obstetricia y ginecología. La
medicina maternofetal se enfoca a embarazos de alto ,ñrgo y
diagnóstico prenatar. La oncorogía ginecorógica se enfoca á el
tratamiento de-trastornos malignos del aparato reproductor y
órganos asociados. La infertilidad, reproducción y Ádocrinolo_
gía tratan problemas relacionados con la concepción y enferme_
dades ginecológicas endocrinas. La medicina pélvica femenina y
la cirugía reconstructiva (a menudo denominada uroginecología)
están enfocadas a ra cirugía pérvica avanzaday a roJprobleiras
2 Sección I: Ginecología y obstetricia general
Población prevista de Estados Unidos (millares)
urológicos que afectan al aparato urogenital femenino. Además,
las técnicas quirúrgicas avanzadas y de mínima invasión son co_
munes en todas las áreas de obstetricia y ginecología, incluyendo
el uso de la cirugía robótica, que avanza.on.apiJ"z.
Actualmente, muchos ginecólogos también proporcionan
atención no reproductiva a las mujeres durante toda su vida.
De este modo, los ginecólogos deben poseer conocimientos y
técnicas adicionales en las necesidades de atención primaria
ypreventiva de salud de las mujeres y deben ser capaces de dis-
criminar entre las situaciones donde pueden brindar la atención
y aquellas en las que es adecuada la derivación a otro especialis_
ta. Las características demográficas de las mujeres en Estados
Unidos están experimentando un profundo cambio. Una mujer
que nazca hoy vivirá B1 años o más y experimentará la meno_
pausia a los 51-52 años. A diferencia delas generaciones anterio_
res, estas mujeres pasarán más de un tercio de sus vidas con la
menopausia. Se ha pronosticado que la cifra absoluta y el por_
centaje de todas las mujeres mayores de 65 años aumentarán a
un ritmo constante hasta el afio 2040 (fig. l_1). Estas mujeres
esperarán mantenerse sanas (física, intelectual y sexualmente)
oñ
bñ'
os
qñ'
"-- ""--
oñ
G Prevista
2040
Prevista
2020
Porcentaje de población
20 50
f_:) 2ooo 1
80
Población
total
(edad en años)
0-1 I
20-44
45-64
64-84
85+
Total
3,9
,5
2
Población
femenina
en años)
0-1 I
20-44
45-64
64-84
85+
Total
FIGURA l-1. Características demográficas de la población de Estados Unidos. (Adaptada de la Oficina del Censo de Estados Unidos.)
3. dúrante toda su vida, incluyendo los oaños de la menopausiao'
Los rnédicos deben tener presentes las necesidades de esta po-
lbciAncambiante
en su ejercicio de la medicina, especialmente
en la prestación de atención primaria y preventivá.
Ei el sigto xxt, la atención a la mujer durante los años de me-
nopausia se convertirá en una gran parte de Ia práctica en gineco-
Ioqía Y obstetricia'
Lás ginecólogos deben ser capaces de establecer una relación
profesional, empática y de confiatza con sus pacientes, y de rea-
iiru, onu anamnesis y exploración física general enfocada a la
salud de Ia mujer, utilizando esta información para formular un
olan completo de tratamiento. Finalmente, los ginecólogos de-
ien entender a fondo los conceptos de medicina basada en la
evidencia e incorporarlos en sus estudios y en su práctica, en un
contexto con un patrón de por vida y bien establecido de apren-
dizaje Y auto evalu ación.
Este capítulo se enfoca de forma directa en la primera visita
o en la npaciente de primera vez>> para el cuidado ginecológico
primariolpreventivo, así como en la primera visita del cuidado
obstétrico (una <nuevavisita obstétricao). En general, las visitas
de seguimiento son más cortas y dirigidas. La base esencial del
cuidado adecuado de la salud consiste en obtener la informa-
ción completa. La evaluación de salud apropiada, de acuerdo
con el grupo de edad, así como el cuidado primario ypreventivo
de la salud se discuten en el capítulo 2. Un expediente médico
actualizado y completo debe incluir la información sobre Ia
anamnesis, la exploración física y las pruebas de laboratorio y
radiología. Debe integrase en el expediente médico la informa-
ción sobre las referencias y otros servicios médicos fuera del
ámbito del ginecólogo. El American College of Obstetricians
and Gynecologists (ACOG) ofrece un formato denominado
Woman's Health Record para a1'udar a los profesionales sanita-
rios en su práctica diaria (apéndice A). También incluye reco-
mendaciones para el cribado y para codificar la información.
El encuentro con la paciente empieza con un saludo apropia-
do, que merece especial atención, ya que la primera impresión
es importante para establecer Ia relación médico-paciente. Ha-
bitualmente se utiliza un apretón de manos. Deben emplearse
los apellidos, pues los nombres propios son más adecuados para
una amistad que para una relación profesional. Un buen saludo
podría ser: <Hola Sra. Smith, soy el Dr. fones. ¿Cómo puedo
ayudarla?> o <¿Qué la trae a mi consulta?>
Este saludo amistoso pero neutral permite que la paciente
formule una respuesta que incluya sus problemas, preocupacio-
nes y diversas situaciones, en un ambiente más cómodo.
Capítulo 1: Exploración de la salud de la mujer 3
ción empática promueve que el médico comprenda mejor la si-
tuación de esta, lo que mejora la confianza, la calidad de Ia
información (y por lo tanto, la precisión diagnóstica), el cumpli-
miento de las decisiones que toman entre los dos y la satisfac-
ción de ambos. A diferencia de lo que se podría pensar, al utilizar
la comunicación empática durante el encuentro con la paciente,
el tiempo de consulta disminuye, ya que si el médico no recono-
ce sus preocupaciones emocionales, la paciente intentará ex-
presarlas en múltiples ocasiones hasta que sean reconocidas,
prolongando el tiempo de consulta. Esta comunicación es una
habilidad aprendida que facilita una buena relación médico-pa'
ciente, optimizando el tiempo disponible para la consulta.
Otra característica de una buena relación médico-paciente
es que, en la primera media hora de la consulta, el médico se
pase aproximadamente el mismo tiempo escuchando que ha-
blando. Este tipo de comunicación denominada entrevista mo-
tivacional, reemplaza el esquema tradicional de .dar consejos>
y da paso a una <atención reflexiva>, donde se alienta aIa pa-
ciente a hablar. El médico la escucha activamente y reflexiona
sobre lo le que ha dicho. Debido a que la información obtenida
es de mejor calidad y se cubren las necesidades de la paciente
durante la entrevista, es menos probable que se presenten (pre-
ocupaciones de último momento) (mencionar puntos impor-
tantes después de haber terminado de discutir los problemas
principales). Es prioritario establecer una relación médico-pa-
cientefirme y de confianza para brindar un cuidado adecuado a
Ia salud de la mujer.
Los pasos en este tipo de relación y en las consultas de segui-
miento siguen una pauta ordenada que se describe en Ia ta-
bla 1-1.
@ veronACIóN DE LA sALUD
DE LA MUJER: ANAMNESIS
Y EXPLORACIÓN FÍSICA
Si se organiza de forma eficiente, la información obtenida duran-
te la valoración de la salud de la mujer es clave para facilitar el
manejo de la paciente. Actualmente, el almacenamiento de Ia
información se lleva a cabo mediante expedientes médicos elec-
trónicos, que tienen la ventaja de eliminar tanto errores de trans-
cripción como información ilegible, el seguimiento automático
con recordatorios de pruebas y consultas, la creación simultánea
de información para el cobro, además de la organización y el
acceso sencillo al expediente completo de la paciente.
Anamnesis
La anamnesis incluye el motivo, el problema o la preocupación
principal de consulta; la evolución de la enfermedad actual y
una historia que comprende los antecedentes ginecológicos, los
obstétricos, los familiares, los sociales y, finalmente, la revisión
por aparatos y sistemas (RAS).
Motivo principal de consulta
El motivo principal de consulta es una declaración concisa que
describe el síntoma, el problema, la afección, el diagnóstico, el
regreso recomendado por el médico u otro factor que constituya
larazónde la consulta. Puede que no exista un motivo principal
i ESTABLECIENDo UNA RELACIÓN
MÉDICO -PACIENTE EFECTIVA
La relación médico-paciente facilita la obtención de resultados
de alta calidad en la atención de salud. Una comunicación don-
de el médico muestra empatía y simpatía es característica de esta
relación. Mediante el uso de destrezas de comunicación empáti-
ca, el médico se esfuerza en (proyectarse> en la vida de la pa-
ciente e imaginar la situación desde el punto de vista de este. Por
tanto, la empatía va más allá de la simpatía; por su parte, el mé-
dico conoce las emociones de esta, p.io .ro las mira o las siente
únicamente desde la perspectiva de la paciente. Una comunica-
4. T
fffiffiiff;f ^u3lot
DE uNA .'NSULTA ENF..ADA EN LA RELACTóN MÉorco-pecr'NrrE
IARA LA veroRecróN DE LA sALUD oE re l¿uiEn
4 Sección I: Ginecología y obstetricia general
Etapas, Descripción
Inicio de la consulta (enfocada a la paciente)
Acciones valiosas que apoyan la comunicación y consulta empáticasú
Saludo de bienvenida y presentación del médico
Garantizar la disponibilidad y privacidad de la paciente
Eliminar las barreras de comunicación (apagar o darle a alguien el móvil
ylolocalizador, e indicar de no interrumpiria.on.ultu a eicepción
de una emergencia)
Garantizar la comodidad y tranquilidad de la paciente utilizando
las habilidades de comunicación empática
Mencionar el tiempo disponible para la consulta
Obtener una lista de todos-los p_roblemas y situaciones sobre las que Ia
paciente desee abordar e identificar los problemas de salud que requieran
atención de acuerdo al expediente médico
Resumen y cierre de la consulta; llegue a un acuerdo si hay muchos temas
y programe otra visita para revisar los puntos pendientes
Realizar preguntas abiertas; utilizar pausas y comunicación
no verbal
Prestar más atención a la paciente que al papeleo
Obtener información detallada sobre el motivo principal de consulta
o enfermedad actual, incluyendo las emocionesie la paciente
Utiliza¡ una comunicación dirigida y abierta
Prestar especial atención a la cronología del problema o síntoma es
especialmente valioso porque,po"d.,"p..r"ntar un papel importante
en el diagnóstico o progreso de la enfeimedad
Explicar y pedir permiso para documentar la consulta mediante escritura
o expediente médico electrónico
Realizar la exploración física, solicitando el permiso de la paciente antes
de empezar
Si es necesaria la exploración pélvica, pedir nuevamente el permiso
de la paciente y contar con la presenci-a de un asistente durante la
exploración, así como un acompañante, con independencia del género
del médico
Una regla importante es <hablar antes de tocar>
Resumir la entrevista y confirmar la precisión de la información
Acordar los planes de tratamiento, incluyendo las consultas
de seguimiento
2 Identificar el motivo principal de consulta,
además de otros problemas o situaciones (esta
parte de Ia consulta se enfoca a la paciente)
3 Motivo principal de consulta o enfermedad
actual (el médico debe escuchar atentamente
a la paciente)
4 Escribir el motivo principal de consulta
o enfermedad actual, exploración ffsica,
antecedentes personales patológicos y
revisión por aparatos y sistemas (esta parte
de Ia consulta se realiza por el médico)
El encontrar un hallazgo inesperado en la
exploración física puede agregar otro elemento
a la consulta, ya sea durante la visita actual
o en una posterior
Identificar los problemas o situaciones en
conjunto y llegar a un acuerdo sobre los planes
de tratamiento (esta parte de la consulta
involucra tanto al paciente como al médico)
5
" Estos elementos pueden cambiar de orden de acuerdo con la naturaleza de la consulta del paciente.
¿
Uso coherenre de las habilidades a..o-rni.JJn';;;;;.".
fl11tt#,1l"TffilX1ffl"JÍif,t": f""#fj|."i;ft:-
423, washington, DC: American colege orobstetricians and Gynecologists; Enero 200e,
de consulta si la paciente acude al ginecólogo en busca de aten_
ción preventiva.
Anamnesis de Ia enfermedad actual
La anamnesis de la enfermedad actual es una descripción crono_
lógica de la evolución de la enfermedad actual áe la paciente.
Puede ser importante estable cer rna tonología porqrrela organi_
zación cronológica a menudo sugiere urru
"rif.._.¿ud "speJífi.a
y limita la enfermedad a un aparato determinado. En ocasiones,
si el inicio de los síntomas es súbito, puede identificarse con fa_
cilidad, pero €n los que el inicio es insidioso, impide que la pa_
ciente identifique un tiempo específico. Cuando el inicio de-Ios
síntomas es lento, a menudo las pacientes son inca|taces de identi_
ficar con precisión cuóndo empizó el síntoma. Se puede pedir a ta
paciente que asocie el síntoma con unafecha qui reru"ide ¡p. ,¡.,
las vacaciones); esta técnica permite que ,..rl.rd. mejor la infor_
mación relacionada con el tiempo y puede utilizarse en cualquier
anamnesis, no solamente para el motivo principal de consulta.
5. Antecedentes Personales
í
^"
antecedentes personales tienen información sobre cualquier
ilr.n*rdud médica, quirúrgica o emocional que la paciente
i'^u-r."p.ti*.ntado, incluido el diagnóstico, el tratamiento far-
ilcobgico yt o quirúrgico, y los resultados' Las preguntas sobre
i." i''t.iu.tt.iones quirúrgicas ginecológicas anteriores deben
'".f""
a nombre de la intervención; la indicación; cuándo y
iOna. r. ptu.ricó la intervención y quién la practicó, y los resul-
ájor. fui notas quirúrgicas pueden contener información útil,
,rnr eiemplo, en relación con las adherencias pélvicas. Si previa-
L.nt. on cirujano describe hallazgos que sugieran inflamación
oélvica, el médico debe interrogar a Ia paciente de forma espe-
iífrru urrrru del antecedente de enfermedades de transmisión
sexual (ETS), como gonorrea, herpes, Chlatnydia, verrugas ge-
nitales (condilomas)' hepatitis, síndrome de inmunodeficiencia
adquirida, herpes y sífilis, así como vaginitis o molestias vagina-
les. A menudo se confunde la vaginitis con las ETS, por lo que
sertí necesario realizar una historia clínica completa para diferen-
ciar la vaginitis o Ia vulvitis de la enfermedad inflamatoría péIvi-
ca. Estas medidas pueden evitar el retraso en la evaluación y el
trataffiiento adecuados, que tendrán un impacto a largo plazo
sobre Ia salud reproductiva de la mujer.
Al obtener la historia clínica y explicarle estas diferencias a
la paciente, el médico se encuentra ante una excelente oportuni-
dad de construir y fortalecer su relación con esta, utilizando ha-
bilidades de comunicación empática y motivacional. Se puede
obtener información valiosa al interrogar a la paciente sobre los
antecedentes de inmunización, pues los viajes alrededor del mun-
do se vuelven cada vez más habituales.
Ant eced e ntes ginecol ó gico s
Los antecedentes ginecológicos incluyen los antecedentes mens-
truales, que empiezan con la menarquia, edad en que aparece Ia
menstruación. Los antecedentes menstruales básicos compren-
den:
. Fecha de la última menstruación.
. Duración de las menstruaciones (número de días de hemo-
rragia).
. Número de días transcurridos entre menstruaciones.
. Cualquier cambio reciente en las menstruaciones.
Los episodios hemorrágicos que son <leves, pero puntuales>
deben anotarse como tales, porque pueden tener importancia
diagnóstica. Algunas veces las mujeres no consideran estos epi-
sodios cuando son interrogadas sobre su última menstruación,
por lo que es útil preguntarle específicamente sobre cualquier
sangrado <lever, que podría representar un ciclo ovulatorio ver-
dadero. Puede ser difícil determinar lafecha de última menstrua'
ción a partir de un episodio de
"sangrado
menstrual leve>. Es útil
hacer un intercogatorio específico para determinar si eI último ci-
clo menstrualfue normal o anómalo.
La cantidad de flujo menstrual puede calcularse preguntan-
do a la paciente si utiliza compresas o tampones, cuántos utiliza
durante los días de flujo abundante y si están empapados o sólo
manchados cuando se los cambia. Es normal que las mujeres
expulsen coágulos durante la menstruación, pero normalmen-
te no deben ser más grandes que una moneda de 10 centavos.
Hay que preguntar específicamente sobre la hemorragia irre-
Capítulo l: Exploración de la salud de la mujer 5
gular (hemorragia sin un patrón ni una duración fijos),las pér-
didas intermenstruales (hemorragia entre menstruaciones) o
la hemorragia poscoital (hemorragia durante el coito o justo
después).
Los antecedentes menstruales pueden abarcar síntomas pre-
menstruales como la ansiedad, retención hídrica, nerviosismo,
fluctuaciones del estado de ánimo, antojos, alteraciones de los
sentimientos sexuales y dificultad para conciliar el sueño. Los
calambres y el malestar durante la menstruación son frecuentes,
pero no son normales cuando afectan a las actividades cotidia-
nas o cuando exigen más analgesia de la que proporcionan los
analgésicos opiáceos. El dolor menstrual está mediado por las
prostaglandinas y debe responder a los antiinflamatorios no es-
teroideos. Las preguntas sobre la duración (desde cuándo nota
ese dolor la paciente y cuánto dura cada episodio de dolor), la
calidad, la irradiación del dolor a otras regiones que no son
la pelvis y la asociación con la postura corporal o las actividades
cotidianas completan los antecedentes de dolor.
El término menopausia hace referencia al cese de la mensttua-
ción durante más de 1 año. La perimenopausia es el período de
transición entre la vida menstrual y Ia vida no menstrual, cuando
la función ovárica empieza a disminuir que con frecuencia dura
de 1 a 2 años. Los síntomas perimenopáusicos importantes y per-
turbadores generalmente son muy molestos y requieren especial
atención cuando se identifican a menudo con un tratamiento en
un tiempo específico. Con frecuencia, la perimenopausia em-
pieza con un aumento de la irregularidad menstrual y con una
variación o disminución del flujo, que van asociadas a sofo-
cos, nerviosismo, cambios de humor y reducción de la lubrica-
ción vaginal durante la actiüdad sexual y alteración de la libido
(v. cap.41).
Los antecedentes ginecológicos incluyen también enferme-
dades ginecológicas previamente conocidas y los tratamientos
que requirieron. También deben contener una lista con las
cirugías que ha tenido la paciente, destacando la fecha, la técni-
ca quirúrgica, la indicación y el cirujano que las tealizó' Estos
detalles están disponibles en las copias de las notas quirúrgicas
(informe operatorio), que a menudo proporcionan información
cruciaL
Los antecedentes ginecológicos también comprenden los an-
tecedentes sexuales. Los comportamientos, las actitudes y las
afrmaciones directas del médico que proyectan una aprobación
neutra y respeto por el estilo de vida de la paciente facilitan la
obtención de los antecedentes sexuales. Una buena pregunta ini-
cial es: uHábleme de su pareja o parejas sexuales' por favoro.
Esta pregunta no especifica el sexo de la pareja o parejas, deja
abierta la cuestión del número de parejas y también da alapa-
ciente una considerable libertad de respuesta. No obstante, estas
preguntas deben individualizarse según cada paciente.
Los datos que hay que obtener en los antecedentes sexuales
son si la paciente es en la actualidad o ha sido alguna vez se-
xualmente activa, el número de parejas sexuales que ha tenido
durante su vida, el sexo de las parejas y los métodos anticon-
ceptivos actuales y antiguos. Los antecedentes anticoncepti-
vos de una paciente deben abarcar el método que utiliza
actualmente, cuándo empezó a utilizarlo, cualquier problema o
complicación, y la satisfacción de Ia paciente y su pareja con el
método empleado. Los métodos anticonceptivos anteriores y
6. 6 Sección I: Ginecología y obstetricia general
Asesoría y cuidados preconcepcionales, El cuidado precon-
cepcional puede mejorar el desenlace del embarazo mediante la
planificación de la concepción propiamente dicha y a través de
la identificación y el tratamiento de enfermedades previas a la
concepción. Esto reduce los efectos potencialmente dañinos de
una enfermedad preexistente en la madre y el feto.
¡¡|t ¡¡'.l¿,,1¡,,, "::!, !t1,,:.
Hay quepreguntar a las pacientes sobre las conductas y las cues-
tiones relacionadas con el estilo de vida que podrían afectar a su
salud e incrementar su riesgo. El resultado de esta conversación
proporciona una base signifcatiya para Ia orientación y las inter_
yenciones.
Hay que preguntar a todas las pacientes sobre las siguientes
cuestiones:
. Consumo de tabaco.
. Consumo de alcohol.
. Consumo de drogas y abuso de medicamentos de venta con
receta.
. Violencia por parte de la pareja.
. Abusos sexuales.
. Riesgos sanitarios en el trabajo y en el hogar; uso del cintu_
rón de seguridad.
. Nutrición, alimentación y ejercicio, incluida la ingestión de
ácido fólico y calcio.
. Ingestión de cafeína.
También puede preguntarse a la paciente si posee un docu_
mento de últimas voluntades anticipadas y si está interesada en
la donación de órganos.
Attt er t: it: ¡tf c:; o{:¡ si é I r ira s
Los antecedentes obstétricos básicos comprenden el número de
embarazos de la paciente (cuadro 1-l). Un embarazo puede ser
un parto de recién nacido vivo, un aborto espontáneo, un parto
prematuro (menos de 37 semanas de gestación) o un aborto
provocado. Se anotan los detalles de cada parto de recién nacido
vivo, incluido el peso al nacer del neonato, el sexo, el número de
semanas en el momento del parto y el tipo de parto. Hay que
preguntar a la paciente por cuaiquier complicación durante el
embarazo, como por ejemplo diabetes, hipertensión arterial y
preeclampsia, y si ha tenido depresión, ya sea antes o después de
un embarazo. Los antecedentes de lactancia también son una
información útil.
Si una paciente tiene antecedentes de esterilidad (que suele
definirse como ei hecho de no quedarse etnbarazad,a durante
1 año con relaciones sexuales suficientemente frecuentes), las
preguntas e relación con ambos miembros <lela pareja deben
abarcar las enfermedades o intervenciones quirúrgicas anterio_
res que afectan a la fertilidad, ia fecundidad anterlor (hijos an_
teriores con la misma pareja u otras parejas), el tiempo que
llevan intentando concebir, y la frecueniia y el momento de las
relaciones sexuales. En mujeres mayores, coisiderando la dismi_
nución de lafertilidad, se debe indicar la eyaluación de la esteri_
lidad antes de que pase 1 año sin que la pareja haya logrado el
embarazo.
Grávida
Prirnigrávida
Multigrávida
Nuligrávida
Primípara
Multípara
Nulípara
Términos comunes que se utilizan
para describir el número de partos
Mujer que está o ha estado embarazada
Mujer que está en su primer ernbarazo
o ha experimentado su primer embarazo
t;3;. nr. ha estado embarazada más de una
Mujer que nunca ha estado embarazada
y ahora no está embarazada
Mujer que está embarazada por primera vez o
que sólo ha dado a luz un hijo
Mujer que ha dado a luz dos o más veces
Mujer que nunca ha dado a luz o qué nunca ha
tenido un embarazo que haya avanzado más
allá de la edad de gestación de un aborto
Ia diabetes, el cáncer, la osteoporosis y las cardiop atías. La infor_
mación obtenida a partir de los antecedentes familiares puedi in_
dicar una predisposíción genética a una enfermedad hireditaria.
Esta información puede guiar la selección de pruebas específicas
u otras intervenciones para la vigilancia de la paciente y quizá de
otros miembros de la familia.
los motivos por los cuales dejaron de utilizarse pueden resultar
pertinentes. Si no se toman medidas anticonceptivas, hay que
averigua¡ el porqué, que puede incluir el deseo de quedarse em_
barazadao la preocupación por las opciones anticonceptivas tal
como las entiende la paciente. Finalmente, hay que preguntar a
las pacientes acerca de las conductas de alto riesgo de contraer
el virus de la inmunodeficiencia humana (VfH), la hepatitis u
otras infecciones de transmisión sexuai.
¿ltttet,e it¡tf ts }atrti!icrts
Los antecedentes familiares deben contener una lista de las en_
fermedades de los parientes de primer grado, como por ejemplo
Revisión por aparatos y sistemas
La RAS es un inventario de los sistemas del organismo que se
obtiene a partir de una serie de preguntas y busá identificar los
srntomas que la paciente ha experimentado o está experimentan_
do (cuadro 1-2). Son igualmente importantes las negativas per_
tinentes, que es la información derivada de preguntas dirigid.as y
enfocadas a la búsqueda de la presencia o ausencia de síntomas
de enfermedad. Las negativas pertinentes son tan importantes
como las respuestas positivas durante la RAS. por ejemplo, en la
evaluación de la infección del tracto urinario (ITU) yla función
vesical, la RAS puede incluir las siguientes preguntas: <¿Está us_
ted orinando con más frecuencia de lo normalb, <¿Con qué fre_
cuencia?>, <¿Siente ardor cuando orina?> El aumento en la
frecuencia urinaria y el dolor con Ia micción son síntomas fre_
cuentes de ITU. Las preguntas que pueden detectar problemas
con la fu¡6i6r vesical y el soporte pélvico podrían ser: <¿Siente
que ha vaciado su vejiga por completo después de orinar?>
<¿Pierde orina accidentalmente cuando se ríe, estornuda o tose?>
(v. cap. 30).
7. d:i
Capítulo l: Exploración de la salud de 1a mujer 7
Revisión por aparatos y sistemas
REVSIÓN POR APARATOS Y SISTEMAS
De Woman's Health Record, Copyright 201 1. The American College of Obsletric¡ans and Gynecolog¡sls, 409 l2th Sl.eei, SW, PO Box 96920, Wash¡ngton, DC 20090-6920 (ÁA322) 12345154321
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L
Exploración física
La exploración física engloba una evaluación de la salud gene-
ral de la paciente además de una exploración mamaria y gine-
cológica. La exploración física general sirve para detectar las
ano.malías que dejan entreyer los antecedentes personales pato-
togtcos, quirúrgicos o ginecológicos, además de problemas insos-
pechados. La información específica que la paciente facilita
durante la anamnesis debe guiar al médico a áieas de la explo-
ración física que pueden no examinarse en un cribado habi-
tual' El alcance de Ia exploración está determinado por las
molestias de la paciente, por otros tratamientos médicos y por
to que está médicamente indicado de acuerdo con los antece-
dentes. El cuadro l-3 presenta una lista de las áreas que com-
prende esta exploración general. En el cuidado obstétrico y
gtnecológico existen tres áreas de especial importancia: la ex-
ptoración mamaria, la abdominal y la pélvica. Si el médico o
n paciente solicitan la presencia de un acompañante durante
la exploración física, debe respetarse su solicitud, sin importar el
género del médico. En caso de que el acompañante esté presen-
te durante la exploración física, el médico debe esperar otro
momento para entablar una conversación privada con la pa-
ciente.
Signos vitales
La exploración física inicia con Ia toma de signos vitales como la
temperatura, el pulso, la presión sanguínea, Ia talla, el peso y un
valor derivado, el índice de masa corporal (v. cap.2).
La prehipertensión es una categoría relativamente nueva en
la clasificación de la presión arterial (tabla 1-2). Las pacientes
con prehipertensión requieren una evaluación detallada y se su-
gieren los cambios en el estilo de vida. Puede ser recomendable
derivar a la paciente con un internista o médico familiar, puesto
que ias mujeres con prehipertensión son más propensas a con-
vertirse en hipertensas y tienen un riesgo elevado de lesión a un
órgano diana.
n pÉnoro¡ or p¡so
n cnNs¡Ncro
fl ¡u¡¡¡Nto o¡ prso
fl ornos, MAYOR ALTURA:
NFGAT1VO
FIFBRF
r, coNsTlrucloNAL
n Nec¡;rvo
n ornos,
n ¡Lr¡n¡c óN DE LA vrsTA ! o,q¡¡s/LrNr¡s DE coNTACTo
2,oJos
NEGATVO
HIPOACUSIA
n úLc¡n¡s
n sNusrs
ACÚFENOS
OTROS:
3. oioo, l¡nlz v GaRGANTA
! N¡cmvo
! ¡o¡¡¡¡
n oBropNr¡
E p¡Lprr¡c óN
n ooLon torÁcrco
! ornos
! orsNrn o¡ rsru¡nzo
4, CARDIOVASCULAR
! N¡c¡;rLvo
! orsN¡e
n srsrrANcr¡s
n Hr¡,¡oprsrs
n ros
! ornos,
5, RrsPlRAfoRlo
n N¡c¡rvo
n ¡srnrñ¡¡r¡Nro
! r¡c¡s s,qrcu NoL¡Nr¡s n NÁusEAS,/vóMITos/INDIGESTIóN
n ooLon E r¡lcosrNrNcr¡ r¡c¡L n ornos,
DIARREA
FIATULENCIA
ó. DIGESTIVO
n Nrcnrvo
! ponourunr¡
n orspm¡usrn
! rsruNcóNsrxu¡L
E ¡e,u¡runl,q E otsunl,q
! vrcr¡oo rNcor'¡pL¡ro n r¡Nrs¡¡o vrs c¡L
n ¡.¡rxlsrBLr¡croNrs ANóMAÁs o DoLoRosAS
n ¡¡,r¡onn,qcl¡ vncrNAL ANóMAA
n rNcoNrNrNo¡
! rLulo v¡ctN,qL ¡Nó¡¡¡Lo
n sÍNono¡¡r prrn¡eNsTRUAt {sPM)
n onos,
7. GENITOURINARIO
! N¡c¡rvo ! orsrlru¡ol¡uscuLAr
n ooLon ¡BrculaR o MUSCUIAR
n ornos'
8. tocoMofoR
n Nrcnrvo
n s¡ouro,qo curÁN¡,q
n rx¡Nr¡¡¡¡
n irsroNes pto¡¡¡Nr,qorc
E úLcenns
! otnos,
9o. PIEL
E N¡c¡¡rvo
n srcnecróN
n,vr¡sr¡rcrn
E sLrrros n onos,
9b. ruaMA
! Neomvo n siNcop¡ n coNvuLstoNes
E orncuLr¡o p¡n¡ cAMrN,An ! pRoBLEMAs cRAVEs DE MEMoRTA E c¡r¡Lrn
! ¡Nruu¡c¡¡rtNlo
E orBos,
ro. r.¡¡unolócrco
E N¡c¡rrvo
n ¡Nsrrono cn¡vr
! orpnrsóN
E ornos,
E LuNro
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tr
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NEGATIVO
soFocos
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E pÉnuro¡ o¡L c¡e¡to
! Hrpornotors¡¡o
! rNroLrneNcrq¡L
n ¡ pe mno ors¡¡o
n otnos,
I2. ENDOCRINO
r3. HEMAroróGrco/u¡¡rÁtco NEGAÍIVO
HEMORRAGIA
fl coNrusroN¡s
n ¡o¡Nop¡rie E ornos,
t4. PRIMERA PÁG
8. 8 Sección I: Ginecología y obstetricia general
Exploración física
NOMBRE DE IA PACIENTE:
fECHA DE
NACIMIENTO: / / N,'ID: TECHA: / /
coNsfltuctoNAI
. CONSTANÍES VITAIES:
iNDtcE DE MASA
ALTUM;- PESO:---- CORpOMtllMCl:..-
. ASPECTO GENEMT IANOTARTODo tO AUE CORRESpONDA|:
n arrN ors¡nnorLAon D ornos,
! sEN N'r[Rron E ornos,
! coNsrlruc¡óN NoRMAT I oBEsA
cuEt ro
. CUEttO I NOp,U¡L
. G|ÁNDUTA TtRotDEA E Nor¡¡eL
RESPIRATORIO
. ESFUERZO RESPIRATOR¡O ! ¡OWr,qL
. AUSCUITACÓN PUMONAR D NORMAT
CARDIOVASCUI.AR
. AUSCULüCIÓN CARDIACA
TONOS nNOn¡¡¡t¡s !¡nó¡¡¡Los,
soPros lNOntweLes !¡Nó,V1ALOS,
. VASCUIAR PER¡FÉRICo I NowI¡L ! ¡NÓIr,tILo:
PRESIÓNARTERIAL{SEDESTACÓNI:-- TEMPEMTUM:-- PUISO:- RESPIMCIÓN:.-'.-
ü No H¡y oeror¡no¡DEs E oTRos:
E arNenn¡orAon n ornos,
DIGESTIVO
. ABDOMEN
. HERNIA
. HfGADo/BMo
HIGADO
BAZO
INGIE
OTRAS
. vEltGA
. ANO,/PERINÉ
. RECTAT
! ornos,
! ¡Nó¡¡aro,
! ¡Nó¡¡¡Lq'
! nxó¡¡¡ro,
I nNóli,r¡lq,
Ir'ionmru nnNólvuLo,
E nlNcut l¡ E pn¡stnt,
E ruon¡l¡¿L [ ¡ruóu¡Lo,
I NonrunL E ¡Nó,vt¡Lo,
fl ruowuL ! nNó¡¡nLo,
D NoetuuL D aNóueLo,
. PRUEBA DE SANGRE EN HECES, St ESTA INDICADO I POSNVN N NEO¡rV¡
TINFAIICO
. PAtpACtÓN D! cANCilOS l$trcctoNAR toDos tos GUf stAN pERilNENTFSI
cuEtto lNonulLEs ltNó¡¡¡Los,
AXIIA E Nou,uL¡s ! ¡Nólu¡ros,
n ruoru¡Lts E ¡nó¡r¡¡Los,
n Nonu¡Les D ¡ruó¡¡lqros,
PIEI
. INSPECCIÓN,/PAIPACÓN I NonuqL ! ¡Nó,r¡¡tq,
NEUROTóGrcO/PSIQUIÁTRICO
. ORIENTACIÓN ¡ TrEMpo ¡ IUGAR ! pERsoNA fl coMENTARtos:
' ESTADO DE ANMO y AFECTO E r.ion¡¡¡L I orpnrutoo E ¡¡¡cusrnoo ! ¡orr¡oo ! orros,
GTNECOTóGrco (coMo MIMMO SEIE)
. MAMAS E Nonvr¡Les n ¡¡ótiruqs,
.GENIAIESEXrERNOS I tovuuLesEo*ó*,or,-
. MEATO URETRAL E NON¡¡¡L ! NNÓ¡¡ELO.
. URETRA fl Non¡¡eL !tNól*l¡q,
! Non¡¡¡L n ¡Nóir¡¡¡q,
.SUELOVAGINAYPÉLVCO ENO¡¡,T¡L I¡NÓI¡¡LO, _
. cuELto DEt úTERO .[
NonvtqL D ¡tó,vr¡io,
. ureto E Now,¡L ! mót¡Lo,
. ANEos uTERtNos/pARAMETRos ¡ ¡or,ueLrs ! ¡Nó¡¡nLos,
IAMBIÉN .PRUEBA DE SANGRE EN HECES'
EXPTORACIóru rislca
De Womán',s Health Record, copyright 201 1. The Amer¡can colleg€ of obsteüicians and Gynecolog¡sb. 409 12th sfeet, 5w, po 8ox 96920, washinqton, Dc 20090-6920 1M322) 12345t54321
9. Capítulo 1: Exploración de la salud de la mujer 9
CLASIFICACIÓN DE LA PRESIÓN ARTERIAL
n Fsra información se basa en el 7th Report prevention, Detection, Evaluation, and rreatment of High Blood Pressure, the National Heart' Lung'
"lr'iiá"¿ Pressure Institute' Diciembre 2003'
i,l* ,-^.,^-cistólica se .t,i"n.
"r,
J-oÁento o después de los primeros dos ruidos cardíacos; la presión diastólica. se obtiene justo después
, La pfcsrur¡
,,-¡^^--otirión¿"ro.roroo.fu[á.or.s"debetornarlapresiónarterialdespuésde5mindepermanecersentadotranquilamente'
::,1'.ffi:i:,T:'i:ñ;;;;;.rado;
elvalor diagnóstico ei el promedio de dós o más mediciones tomadas en dos o más consultas'
Clasificación
Normal
PrehiPertensión
HiPertensión
de la presión arterialo
Grasa
Presión sistólica (mmHg)ú
<120
t20-139
>140
Pectoral
mayor
Presión diastólica (mmHg)b
<80
80-90
>90
12
:
:
tA
:oó
!
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o
dE
:¡'
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o
lo B
s
I
:
I o 3
Ligamentos
suspensorios
de la mama
Tejido
glandular
Conductos
galactóforos
Costillas
6
B Mama derecha
Pectoral
mayor
Ligamentos
suspensorios
de la mama
A V¡sta lateral . Tejido
glandular
C Mama derecha
FIGURA l-2. Esquema de la anatomía clínica y exploración asociada de la mama.
Areola
Pezón con
aberturas de
los conductos
Conductos
galactóforos
Grasa
Exploración mamaria
La exploración mamaria realizada por el médico sigue siendo
el mejor método para la detección precoz del cáncer de mama
cuando se combina con una mamografía adecuadamente pro-
gramada y una autoexploración mamaria (AEM) habitual. Los
resultados de la exploración mamaria pueden expresarse me-
diante una descripción o un diagrama, o ambos, normalmente
haciendo referencia a los cuadrantes y al proceso axilar o alu-
diendo a la mama como si se tratara de una esfera de reloj con el
pezón en el centro (f,1' L-2).
Primero se realiza una inspección de las mamas' con los bra-
zos de lá paciente a los lados y luego con las manos contra las
caderas, y7o .ott los brazos levantados por encima dela cabeza
(fig. f -:). Si las mamas de la paciente son especialmente grandes
y ti'á.idut, se le puede pedir que se incline haciadelante para que
crr"lgrlen libremente, lo que facilita la inspección' Con frecuen-
Proceso
Cuadrante
inferior
supenor
interno
Cuadrante
inferior
10. l0 Sección I: Ginecología y obstetricia general
Visualizar la anatomía
lnspección
Proceso
axilar
Técnicas de palpación de la mama
Espiral
I
Exposición lateral
lntento de sacar líquido
É
Contracción
del músculo
pectoral
Radial
i'i
Bandas
FIGURA I-3' Exploración mamaria' Sin importar el método preferido, la precisión se obtiene a través de la práctica sistematizada,
asegurándose de cubrir todo el teildo mamariá, incluyendo la región axilar.
.
11. cia, los tumores distorsionan las relaciones de estos tejidos' lo
que provoca una alteración de la forma, el contorno o la simetría
áe Ia mumu o la posición del pezón. La presencia de cierta asi-
metría de las mamas es frecuente, pero las diferencias notables o
los cambios recientes merecen una evaluación posterior.
Las manchas o úlceras de Ia piel de la mama, la areola o el
pezón, o el edema de los vasos linfáticos que confiere un aspec-
io arrugado y áspero a la piel (que se denominapiel de naranja),
son observaciones anómalas. La secreción transparente o le-
chosa suele ser bilateral y estar asociada a la estimulación o a
unas concentraciones elevadas de prolactina (galactorea). La
secreción sanguinolenta de la mama no es normal y suele ser
unilateral; normalmente no representa un carcinoma, sino más
bien la inflamación de una estructura mamaria y con frecuen-
cia se asocia con la presencia de un papiloma intraductal. Es
necesario un estudio para excluir un tumor maligno. El pus
suele indicar infección, aunque puede que se descubra un tu-
mor subyacente.
Las mamas muy grandes pueden tirar hacia delante y hacia
abajo, lo que provoca dolor en la región superior de la espalda
y hombros caídos. Suele considerarse que el dolor y la postura
incapacitantes son indicaciones adecuadas para que el seguro
médico autorice una cirugía mamaria reductiva (mamoplastia
reductiva).
Tras la inspección tiene lugar la palpación, primero con los
brazos de la paciente a los lados y luego con los brazos levanta-
dos por encima de la cabeza. Esta parte de la exploración suele
realizarse con la paciente en decúbito supino. También puede
estar sentada, con el brazo apoyado en el hombro del examina-
dor o por encima de la cabeza de esta, para la exploración de las
partes más externas de la axila. La pilpación debe llevarse a
cabo con maniobras lentas y cuidadosas utilizando la parte pla-
na de los dedos, no las yemas. Los dedos se desplazan hacia arri-
ba y hacia abajo formando ondas y moviendo los tejidos de
debajo hacia arriba y hacia abajo, para poder notar más fácil-
mente cualquier bulto presente en la mama. El examinador debe
elegir el patrón específico de exploración que le resulte más sen-
cillo (p. ej., en espiral, radial o bandas longitudinales) y que pue-
da incluir toda la mama, en especial la región axilar. Si se
detectan bultos, hay que determinar su tamaño, forma, consis-
tencia (blando, duro, firme, quístico) y movilidad, además de su
posición. Las mujeres con mamas grandes pueden tener un re-
borde firme de tejido situado transversalmente a lo largo del
borde inferior de la mama. Se trata del reborde inframamario y
es un hallazgo normal. La exploración concluye con una presión
suave hacia dentro y luego hacia arriba a los lados de la areola
para sacar líquido. Si se observa líquido durante la inspección o
sale líquido al presionar, debe enviarse para un cultivo y antibio-
grama y para una citopatología.
Asesaramiento sobre la autoexplorucíón mamatia
Las recomendaciones actuales enfatizan la necesidad de que
los médicos alienten a las mujeres a desarrollar mayor auto-
conciencia mamaria, que para algunas mujeres puede incluir
la AEM. La autoconciencia mamaria se define como Ia conscien-
cia de Ia mujer de Ia apariencia y sensación normal de sus ma'
mas. Se ha encontrado que alrededor del50-70o/o de las mujeres
que se percatan de alguna anomalía tienen cáncer de mama.
Capítulo l: Exploración de la salud de la-mujer 1l
Por lo tanto, mejorar la autoconciencia mamaria se asocia con
una mayor probabilidad de detectar de forma precoz el cáncer de
mama.
Esto puede ser especialmente importante para las mujeres
que recientemente han tenido una <exploración médica ma-
maria normal> o bien una mamografía negativa, y aun así tie-
nen cáncer de mama. La promoción de la autoconciencia
mamaria puede incluir la AEM si la paciente lo desea y puede
ser valioso en pacientes con alto riesgo de cáncer de mama
(p. ej., familiares de primer grado con cáncer mamario). La
instrucción rutinaria de la AEM ya no se recomienda, pues
se asocia con el aumento en la incidencia de hallazgos falsos
positivos. Si la mujer la solicita, se debe recalcar la importancia
de observar sus mamas en un espejo con sus brazos levan-
tados, en busca de cambios de coloración o en la forma y
contorno. Posteriormente, se realiza una palpación suave y sis-
temática de las mamas con el pulpejo de los dedos, incluyendo
las axilas, donde descansa la región axilar de la mama. Los ha-
llazgos anormales son bultos, hundimientos, cambios en la
textura mamaria y sensaciones extrañas. Debe informarse al
médico si hay salida de sangre o pus cuando se presiona suave-
mente el pezón.
Exploración pélvica
Para realizar una exploración cómoda y completa se requiere
que la vejiga esté vacía. Si es necesario, se puede obtener una
muestra <de orina limpio a la mitad del chorro urinario, des-
pués de que la paciente se haya lavado los genitales externos con
los suministros que le han proporcionado. Las muestras de ori-
na obtenidas por este método pueden ser utilizadas para uro-
cultivo con pruebas de sensibilidad, así como para análisis
químicos. Las exploraciones abdominal y ginecológica exigen la
relajación de los músculos. Las técnicas que ayudan a la pacien-
te a relajarse comprenden animarla a que inspire por la nariz y
espire por la boca, suave y regularmente, antes que aguantar la
respiración, y ayudarla a identificar grupos musculares específi-
cos (como la pared abdominal o el suelo pélvico) que tienen que
estar más relajados.
La comunicación con la paciente durante la exploración es
importante. Debe explicarse todo lo que va a pasar durante la
exploración pélvica antes de reallzarla. Al seguir el precepto <ha-
blar antes de tocar>, se puede evitar cualquier evento inesperado.
Una orden brusca o estricta, como <Ahora relájese; no voy
a hacerle daño>, puede despertar los temores de la paciente,
mientras que una petición como <Intente relajarse al máximo,
aunque ya sé que es más fácil decirlo que hacerlo> transmite
dos mensajes: .l) que la paciente tiene que relajarse y 2) que
usted reconoce que es difícil, y ambas cosas ponen de mani-
fiesto paciencia y comprensión. Decir algo como <Avíseme si
algo le resulta molesto, y me pararéy probaremos a hacerlo de
otra manera) indica a la paciente que podría sentir molestias,
pero que ella tiene el control y puede detener la exploración si
siente molestias. Asimismo, decir nAhora la voy a tocar> ayuda
a evitar sorpresas. El uso de estas frases pone de manifiesto que
la exploración es un esfuerzo de colaboración, que permite
una mayor intervención de Ia paciente a la hora de facilitar la
atención.
12. 12 Sección I: Ginecología y obstetricia general
FIGURA l-4, Posición de litotomía durante la exploración pélvica.
----"jiiil}'e
:-,qi
i
Posición de la paciente y del examinador
Se pide a la paciente que se siente en el borde de la mesa de ex_
ploración y se le coloca un paño extendido sobre las rodillas. Si
esta pide que no se utilice el paño, hay que respetarlo. La colo_
cación de la paciente para la exploración empieza con la eleva_
ción del cabezal de la mesa de exploración hasta unos 30.
respecto al plano horizontal. Esto sirve para tres propósitos:
l) permite el contacto visual entre la paciente y el mldico, faci_
litando la comunicación entre ellos durante toáa la exploración;
2) relajalos grupos musculares de la pared abdominal, facilitan_
do la exploración pélvica y abdominal, y 3) permite que el mé_
dico-observe la respuesta de la paciente a la exploración, lo que
puede aportar información valiosa (p. ej., una forma de comu_
nicación no verbal es el estremecimiento que provoca el males_
tar durante la exploración abdominal y bimanual). El médico o
la asistente debe ayudar a la paciente a recostarse, a deslizarse
hacia abajo hasta que sus glúteos queden en el borde de la mesa,
a colocar sus talones en los estribos, doblar las rodillas y abrir
las piernas (posición de litotomía), como se muestra en la figu_
ra 1-4. Una vez que la paciente está en esta posición, p,rede io_
locarse un paño sobre sus piernas, acomodándolo para que no
impida que el médico vea el periné o pierda el contacto visual
con la paciente.
El médico debe sentarse a los pies de la mesa de exploración,
con la lámpara de exploración ajustada para alumbraiel periné.
La lámpara se coloca en posición óptimá enfrente del peiho del
médico unos centímetros por debajo del nivel del mentón, apro_
ximadamente a un brazo de distancia del periné. El médico tie_
ne que ponerse guantes en las dos manos. Después de tocar a la
paciente, el contacto con los equipos, .o-o poi ejemplo la lám_
para, tiene que ser mínimo.
Inspección y exploración de los genitales externos
La explo-ra.ción ginecológica empieza con la inspección y la explo_
ración de los genitales externos. La inspección debe .omprerrd".
el monte del pubis, los labios -uyor.. y los labios menores, el
periné y la zona perianal. La inspección prosigue mientras se
realiza una palpación en una secuencia ordenada, empezando
por el prepucio del clítoris, que puede retirarse para inspeccio_
nar el clítoris propiamente dicho. Los labios se separanlateral_
mente para permitir la inspección del orificio vaginal y la vagina
externa. Hay que examinar. el meato uretral ylas zonas de la
uretra y las glándulas vestibulares menores. Li secuencia de ins_
pección seguida por Ia palpación debe seguirse durante toda la
FIGURA l-5, Posición de las glándulas vestibulares mayores, ure_
trales y vestibulares menores. Af palpación de las glándulas uretrales
I
v¡stibulares menores y <estrujamienton de la uátra. B) palpación
de las glándulas vestibulares mayores.
B
A
Articulación
del pulgar
Mango
A
Graves
mediano
Valva
Valva inferior
Espéculos de adulto
Valvas
Adiculación
pulgar
Articulación
del pulgar
Mango
Tornillo de
mariposa
Pederson
mediano
B
Espéculos pediátricos
Graves Pederson
FIGURA I -6. Espéculo vaginal. A) partes del espéculo vaginal. B) Ti-
pos de espéculos vaginales.
13. ,rhloración delos genitales externos' El dedo índice se introduce
"',1^" t s cm en Ia vagina para presionar suavemente la uretra.
ll)'" o"* rruti"ur un cultivo de cualquier secreción de la abertura
iiilnil.r""go, el dedo índice se gira hacia atrás para palpar la
)onu a, la glándula vestibular mayor entre ese dedo y el pulgar
6s' t'5)'
Exploración con el esPéculo
nl riguirrt, poto es la exploración con el espéculo. La figura 1-6
n,,o.itru las partes del espéculo. Hay dos tipos de espéculos de
uso frecuente para Ia exploración del adulto. El espéculo de Pe-
derson está compuesto de dos valvas planas y estrechas que ape-
nas se curvan a los lados. Este espéculo va bien para la mayoría
de las mujeres nulíparas y para las mujeres posmenopáusicas
oue tienen una vagina atrófica y estrecha. El espéculo de Graves
está compuesto de dos valvas más anchas, altas y curvadas a los
lados; es más apropiado para la mayoría de las mujeres que han
tenido algún hijo. Sus valvas más anchas y curvadas mantienen
las paredes vaginales más laxas de las mujeres multíparas sepa-
radas para la visualización. Para observar el cuello del útero en
ias niñas púberes puede emplearse un espéculo de Pederson con
valvas especialmente estrechas. Un aspecto claue para realizar
una exploración completa y cómoda es la selección adecuada del
tipo de espéculo. El espéculo debe calentarse con aguja tibia o
con la mano del examinador. Se calienta parala comodidad de
la paciente y para facilitar su introducción.
Al introducir el espéculo hay que tener en cuenta las relacio-
nes anatómicas normales, tal como se ilustra en la figura l-7 . La
introducción del espéculo a 1o largo del eje de la vagina exige
una fuerza mínima y proporciona el máximo confort. Hasta
hace poco, se evitaba el uso de lubricantes porque podíanafectar
a la interpretación citológica, aunque con las técnicas de citolo-
gía vaginal en medio líquido esto no es tan preocupante. Las si-
tuaciones que pueden exigir el uso de lubricante son poco
frecuentes y comprenden algunas niñas prepúberes, algunas
Espéculo
Capítulo l: Expioración de la salud de la mujer 13
mujeres posmenopáusicas y pacientes con irritación o lesiones
vaginales.
La mayoría de los médicos observan que el control de la pre-
sión y el movimiento del espéculo son más fáciles si este se suje-
ta con la mano dominante. Se sujeta por el mango con las valvas
completamente cerradas. Los dos primeros dedos de la mano
contraria se colocan en el periné lateralmente y justo por debajo
del orificio vaginal; se ejerce presión hacia abajo y ligeramente
hacia dentro hasta que el orificio vaginal se abre ligeramente. Si
la paciente está suficientemente relajada, esta presión hacia aba-
jo sobre el periné hace que el orificio vaginal se abra, con 1o cual
el espéculo puede introducirse fácilmente. El espéculo se intro-
duce inicíalmente en un plano horizontal con eI ancho de las val-
vas en posición oblicua respecto al eje vertical del orifcio vaginal.
Luego se dirige posteriormente con un ángulo de aproximada-
mente 45" respecto al plano horizontal; eI ángulo se modirtca con-
forme se introduce el espéculo para que se deslice hacia Ia vagina
con una resistencia mínima. Si la paciente no está relajada, a ve-
ces la presión posterior con un dedo introducido en la vagina
relaja la musculatura perineal.
Mientras se introduce el espéculo, se ejerce una ligera presión
continua y hacia abajo a fin de que Ia dístensión del periné haga
espacio para permitir que el espéculo vaya avanzando. Es crucial
aprovechar la distensibilidad del periné y la vagina por detrás del
orificio vaginal para realizar de manera eficiente y cómoda la ex-
ploración con el espéculo (y más tarde Ia exploración bimanual y
rectovaginal). La presión en la parte superior provoca dolor en la
zona sensible de la uretra y el clítoris. El espéculo se introduce
hasta donde puede llegar, lo que en la mayoría de las mujeres
significa la introducción del espéculo en toda su longitud. Luego
se abre suave y deliberadamente. Con una ligera inclinación dei
espéculo, el cuello del útero se desliza y se visualiza entre las val-
vas del espéculo. Entonces, el espéculo se bloquea en posición
abierta utilizando el tornillo de mariposa. El hecho de que no se
encuentre el cuello del itero se debe Ia mayoría de las veces a que
el espéculo no se ha introducido sufcientemente, debido al miedo
de causarle molestias a la paciente. Mantener el espéculo total-
mente introducido mientras se abre no causa molestias.
Cuando el espéculo está bloqueado en una posición, mante-
ner en su sitio sin tener que sujetarlo. En la mayoría de las pa-
cientes, el espéculo se abre suficientemente utilizando el tornillo
de mariposa superior. No obstante, en algunos casos se necesita
más espacio. Este espacio puede conseguirse aumentando sua-
vemente la distancia vertical entre las valvas del espéculo con el
tornillo que hay en el mango del espéculo. Con el espéculo en su
sitio, pueden examinarse el cuello del útero y la porción lateral
profunda de la cúpula vaginal, y pueden tomarse muestras. An-
tes de tomar ias muestras de tejido para la citología vaginal, hay
que decir a ia paciente que puede que note una ligera sensación
de nraspadoo, pero no dolor. Las muestras se toman para anali-
zar completamente la zona de transformación, donde es más
probable encontrar una neoplasia intraepitelial de cuello del
itero. Las muestras se toman del exocérvix y endocérvix y se pre-
paran en portaobjetos que se fian inmediatamente con un spray
fijador o se colocan en un medio líquido para la obtención de
muestras (fig. l-B).
La retirada del espéculo también permite examinar las paredes
uaginales. Después de avisar a Ia paciente que se va a retirar el
ó
o
o.
a
ó
o
=
oq
F¡
o
n
p
m
6
I
FIGURA l-7. Introducción del espéculo.
14. t4
A
Sección I: Ginecología y obstetricia general
Cepillo
endocervical
B
Cepillo
endocervical
c
Muestra del
conducto del
cuello del útero
Muestra de
exudado vaginal
de la porción
posterior del fórnix
FIGURA l-8. Toma de muestrapara citología vaginal. A) Tomar la muestra endocervicai de Ia citología vaginal. B) Extender 1a muestra antes
de la fijación en 10 s. C) Colocar las muestras en un medio líquido para la obtención de muestras.
espéculo, se abren ligeramente las valvas ejerciendo presión so-
bre la articulación del pulgar y se afloja por completo el tornillo
de mariposa. La abertura de las valvas antes de empezar a retirar
el espéculo evita que el cuello del útero quede atrapado entre las
vaivas. El espéculo se retira unos 2,5 cm antes de liberar len-
tamente la presión de la articulación del pulgar. Se hace lo sufi-
cientemente despacio como para permitir examinar las paredes
vaginales. La presión de las paredes vaginaies va cerrando las
vaivas del espéculo de forma natural. Cuando el extremo de las
yalvas del espéculo se acerca al orifcio vaginal, no debe ejercerse
presión sobre la articulación del pulgaa de lo contrario la valya
anterior puede levantarse y golpear los tejidos sensibles de Ia vagi-
na, Ia uretra y el clítoris.
Exploración bimanual
La exploración bimanual utiliza una mano <uaginal> y una
mano .rabdominal> para atrapar y palpar los órganos de la pel-
vls. Se inicia ejerciendo una presión suave sobre el abdomen
aproximadamente a mitad de distancia entre el ombligo y la lí-
nea de nacimiento del vello púbico con la mano abdominal,
mientras se introducen los dedos índice y medio de la mano
vaginal a unos 5 cm en la vagina y se empuja suavemente hacia
abajo para dilatar la cavidad vaginal. Se pide a la paciente que
sienta cómo se empujan los músculos y que se relaje todo lo
posible. Luego, los dedos índice y medio se introducen hasta el
límite de la cúpula vaginal en la porción posterior del fórnix
por detrás y por debajo del cuello del útero. puede crearse mu-
cho espacio mediante la dilatación posterior del periné. De vez
en cuando, sólo el dedo índice de la mano vaginal puede intro-
ducirse sin molestias.
Durante esta exploración, las estructuras pélvicas se colocan
y se palpan entre las manos abdominal y vaginal. El uso de la
mano dominante como la mano abdominal o vaginal es cues-
tión de preferencia personal. (Jn error frecuente en esta parte de
la exploración ginecológica es no hacer un uso efcaz de Ia mano
abdominal. Hay que ejercer presión con la parte plana de los
dedos, no las yemas, empezando a medio camino entre el om-
bligo y la línea de nacimiento dei vello, y bajando mientras la
FIGURA l-9. Exploración bimanual del útero y los anejos uterinos
mano vaginal se mueve hacia arriba. La exploración bimanual
continúa con la exploración del perímetro del cuello del útero
para determinar su tamaño, forma, posición, movilidad y la
presencia o ausencia de dolor con la palpación o lesiones tumo-
rales (fig. 1-9).
La exploración bimanual del útero se lleva a cabo levantan-
do el útero hacia los dedos abdominales para poder palparlo en-
tre las manos vaginal y abdominal. Se evalúa para determinar su
tamaño, forma, consistencia, configuración y movilidad; la au-
sencia o presencia de bultos o dolor con la palpación, y su posi-
ción. El útero puede inclinarse sobre su eje longitudinai (que va
dei cuello al fondo, versión), lo que da lugar a tres posiciones
(anteroversión, posición mcdia y retroversión). También pue-
de inclinarse sobre un eje más corto (justo por encima o en la
zona del segmento inferior del útero, flexión), lo que da lugar a
dos posiciones (anteroflexión y retroflexión) (v. fig. 4-12). EI
útero en retroversión y retroflexión está asociado a tres situacio-
í -,
15. ,,.-:-ac coflCr(]tas: .l) resulta especialmente difícil calcular la
":t :'1':']^r;;ión mediante la exploración bimanual' 2) está aso-
t11"" .í,*ur.unia y dismenorrea y 3) su posición por detrás y
"t?i"ir^iÁ'aapromontorio sacro puede llevar a la complicación
Pi'ii*t/^ de inadecuada palpación uterina' Con frecuencia la
""ii,ri'rí, aa ,rello del útero está relacionadala posición del útero.
'Jil*rt*tr*,
un cuello de itero en posición posterior está aso-
'ríil o u, útero en ante.roversión o posición media' mientras que
llI"r"r¡ri¿, anterior está asociado a un úIero en retroyersión. No
.ií."", la flexión brusca del útero puede aiterar estas relacio-
iii'-to t¿rrno de exploración bimanual varía un poco según la
'""r,r¡¿n
del útero. La exploración del útero en posición anterior y
t^"¿tu
rt más fácil d'e realizat con los dedos vaginales colocados
i,r.rrlmente y profundamente al cuello del útero en la porción
,ln.t.riot del fórnix. El útero se levanta suavemente hacia los de-
áos ubdominules y se combina un suave movimiento de nbús-
lus¿¿, de lado a lado de los dedos vaginales con una presión y
una palpación constantes de la mano abdominal para determi-
nar las características del útero'
La exploración del útero en retroversion puede ser más difí-
cil. En algunos casos, Ios dedos vaginales pueden introducirse
por debajo o a la altura del fondo del útero, tras Io cual una sua-
ve presión hacia dentro y hacia arriba provoca la anteroversión
def irtero, o como mínimo su desplazamiento <ascendente>, lo
que facilita la palpación. Entonces, la palpación se realiza como
en el írtero en anteroversión. Si esto no es posible, hay que com-
binar un movimiento ondulante con los dedos vaginales en la
porción posterior del fórnix con una exploración rectovaginal
amplia para evaluar el útero en retroversion.
La exploración bimanual de los anejos uterinos para eva-
luar los ovarios, las trompas uterinas y las estructuras de sostén
empieza con la colocación de los dedos vaginales al lado del cue-
llo del útero, en la profundidad de la porción lateral del fórnix.
La mano abdominal se mueve hacia el mismo lado, justo por
dentro del ensanchamiento del arco sacro y por encima de la lí-
nea de nacimiento del vello púbico. Luego, se ejerce presión ha-
cia abajo y hacia la sínfisis con la mano abdominal, levantando
a1 tnismo tiempo hacia arriba con los dedos vaginales. Los mis-
mos movimientos de los dedos de ambas manos que se utilizan
para evaluar el útero se utilizan para evaluar los anejos uterinos,
que se colocan entre los dedos mediante estas maniobras para
determinar su tamaño, forma, consistencia, configuración, mo-
vilidad y dolor con la palpación, además de palparlos en busca
de posibles bultos. Hay que tener un cuidado especial al exami-
nar los ovarios, que son sensibles incluso en ausencia de patología.
En las mujeres que tienen una menstruación normal, los ovarios
pueden palparse aproximadamente la mitad de las veces, mien-
tras que en las mujeres posmenopáusicas la palpación de los ova-
rios es menos frecuente.
Exploración rectovaginal
Cuando está indicado, Ia exploración rectovaginal forma parte
de la exploración ginecológica completa en las exploraciones
inicial y anual, además de las adicionales cuando esté clínica-
mente indicado (p. ej., si se sospecha de un tumor pélvico o en
la evaluación del dolor pélvico crónico).
Para la exploración rectovaginal hay que cambiarse el guan-
te de la mano vaginal y utilizar una cantidad abundante de lu-
Capítulo 1: Exploración de la salud de la mujer 15
FIGURA 1-10. Exploración rectovaginal.
bricante. La exploración puede realizarse cómodamente si se
sigue Ia inclinación natural del conducto anal: hacia arriba con
un ángulo de 45" durante alrededor de I cm a 2 cm y luego hacia
abajo (frg.1-10). Esto se consigue colocando los dedos de la
mano vaginal en la misma posición que en la exploración bi-
manual, pero con el índice también flexionado. Luego, el dedo
medio se introduce suavemente por el orificio rectal hasta la
(curva> en que el ángulo gira hacia abajo. El dedo índice (vagi-
nal) se introduce en la vagina, y ambos dedos se introducen
hasta que el dedo vaginal llega a la porción posterior del fórnix
por debajo del cuello del útero y el dedo rectal ya no puede
avanzar más por el conducto anal. Pedir a la paciente que em-
puje cuando se introduce el dedo rectal no es necesario y puede
aumentar la tensión de esta. Luego se realizala palpación de las
estructuras pélvicas, como en la palpación vaginal. También se
palpan los ligamentos rectouterinos para determinar si son si-
métricos, lisos y no dolorosos con la palpación (como sucede
normalmente) o si son nodulares, están flácidos o engrosados.
Se evalúa el conducto anal, al igual que la integridad y la fun-
ción del esfínter anal. Una vez que ha terminado la palpación,
se sacan los dedos rápidamente pero a un ritmo constante in-
virtiendo la secuencia de movimientos que se utilizó a1 intro-
ducirlos. Hay que tener cuidado de no contaminar Ia tagina con
materia fecal.
Al terminar la exploración ginecológica, se pide a la paciente
que se deslice hacia arriba y luego se incorpore.
DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO
Y CONTINUIDAD DE LA ATENCIÓN
Según la razón de la consulta de la paciente, ya sea un problema
médico específico o una exploración preventiva, pueden esta-
blecerse otros exámenes y un plan de tratamiento. Si existe
un problema, la anamnesis y los hallazgos físicos ayudarán a
establecer el diagnóstico diferencial (p. ej., una lista de posibles
causas subyacentes del problema). Las pruebas auxiliares se
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solicitan para ayudar a identificar el diagnóstico más probable.
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se tiene el diagnóstico presuntivo, la paciente y el mé_
dico deben estar de acuerdo con el plan de traiamiento. La me_
joría en los síntomas y otros hallazgos de éxito en el tratamiento
confirman el diagnóstico. De lo contrario, el médico debe hacer
una evaluación posterior y considerar nuevas pautas de trata_
miento.
Si la paciente se ha sometido a una exploración preventiva
de salud, hay que explicar los problemai que hayan surgido
durante la anamnesis y la exploración física y exporr", .rn plun
a largo plazo pala abordarlos. El médico y Ia paciente dében
estar de acuerdo con el plan,de acción, qu. pu.d. incluir mo_
dificaciones en la conducta y el estilo á" uidu, derivación a
otro médico, profesional sanitario o trabajador social, o bien
la derivación a servicios comunitarios, incluyendo la posibili_
dad de solicitar ayuda financiera. También deben ser conside_
radas las pruebas de detección y las vacunaciones pertinentes
(v. cap.2).
16 Sección I: Ginecología y obstetricia general
thePOint http://thepoint.lww.com/espanol-BeckmannTe
Seguimiento clínico
Usted le explica a la paciente que en general goza de buena salqd
y le recomienda evaluaciones de detección anual apropiadas
para su edad. Trata de tranquilizarla en relación con su peso,
utilizando tablas de peso y talla; al principio la paciente no está
convencida, pero queda más conforme cuando le explica que su
índice de masa corporal es normal y que se trata de un valor más
preciso para evaluar su peso. Le solicita las pruebas de detección
habituales que debería tener de acuerdo con su edad, incluyendo
una biometría hemática completa, perfil metabólico con tipiaos
y tirotropina (TSH), así como mamografía y estudios de densi_
dad mineral ósea. Además, le comenta que espera poder ayudar_
la con la sensación de frío constante. Déspués, la iSH que no se
habia.realizado estaba significativamente elevada. La mayor par_
te de la sensación de frío desaparece en los siguientes meses, tras
la administración de reemplazo tiroideo, .* unu mejoría im_
portante en su calidad de üda.