Libro

1. 193
18 Alfred Sauvy, L'Observateur, agosto 14 de 1952, artículo transcrito en Micheline Rousselet, Les Tiers Mon­
des, Le Monde Editions, París, 1994, p. 22.
1952.En este escrito se señalaba que entre los dos bloques, el capitalista y el
socialista, que habían surgido tras la Segunda Guerra Mundial, emergía otro,
"ignorado, explotado, despreciado", pero que "aspiraba a ser reconocido'ns.
Es bueno recordar el contexto en el que se hace esta afirmación para entender
la evolución inmediata del apelativo. A comienzos de la década de 1950,
en el mundo existía, aparte del bloque capitalista occidental y del naciente
bloque socialista en Europa oriental y en China, un vasto conglomerado
geográfico y humano en un 80 por ciento del orbe que presentaba idénticas
características económicas, sociales y políticos, inscritas en una historia
particular en cada territorio, pero inmersas en el ámbito de la expansión
mundial del imperialismo. En ese marco, gran parte de los países del Tercer
Mundo estaban todavía sometidos a la colonización directa como sucedía en
la mayor parte de África y Asia o a diversas formas de sujeción semicolonial
o neocolonial como acontecía en América Latina. Una primera caracterís­
tica del Tercer Mundo era entonces su acentuada dependencia colonial o
semicolonial con respecto a los países imperialistas, tanto europeos como a
los Estados Unidos.
Al margen del hecho evidente que esos países no eran jurídicamente
soberanos ni independientes políticamente, tienen algunas características
similares: su economía era predominantemente agrícola y la mayoría de
sus habitantes vivían en el campo; los ingresos básicos provenían de la ex­
portación de uno o dos productos primarios (agrícolas o minerales); no se
habían consolidado procesos de industrialización que transformaran radi­
calmente las estructuras económicas y productivas; existían pocas ciudades,
y muy pequeñas, en las que residían las reducidas elites locales junto a las
autoridades metropolitanas (en el caso del mundo colonial); la población
tenía una reducida esperanza de vida, soportaba la pobreza extrema y pa­
decía innumerables enfermedades y epidemias que la diezmaban en forma
recurrente, aunque esos territorios se caracterizaran por altas de tasas de
fecundidad y de mortalidad.
En resumidas cuentas, a lo que empezó a denominarse Tercer Mundo a
comienzos de la década de 1950 lo caracterizaban elementos similares en
términos económicos, sociales y políticos. Pero justamente la denominación
trataba de resaltar los aspectos políticos, asignándole un papel como pro­
tagonista activo de la historia, papel que efectivamente iba a jugar durante
los 40 años siguientes, como lo veremos enseguida. La denominación de
Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar / Imperialismo, geopolítica y retórica democrática
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A El origen del Tercer Mundo
La noción de Tercer Mundo fue usada por primera vez por el analista francés
Alfred Sauvy en un artículo publicado en L'Observateur del 14 de agosto de
111. La explosión del Tercer Mundo
Uno de los hechos más importantes de la historia contemporánea es la explo­
sión del "Tercer Mundo", lo que ha significado la desaparición del principal
protagonista de la Guerra Fría, por su rol en el arrinconamiento del impe­
rialismo después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Para analizar este
asunto a continuación se precisa la forma cómo surgió la noción de Tercer
Mundo, su sentido y alcance y, luego, se considera su eclipse, resaltando
el papel desempeñado por la deuda externa y por las guerras criminales,
agenciadas por los Estados Unidos y sus socios de Europa occidental.
¿A todo esto se le puede denominar como una revolución democráti­
ca? ¿No será más bien una "contra­revolución mafiosa"? ¿Existe acaso otro
nombre que sea mejor para comprender el brutal retroceso social que se ha
presentado en Rusia y en los otros países de Europa del Este y el Asia Me­
ridional, un retroceso sólo comparable al producido por una guerra o una
catástrofe natural de incalculables proporciones?
Fuente: James Petras, "Capitalismo frente al socialismo: el gran debate revisicado", en lndymedia
Barcelona, http://barcelona.indymedia.org
EstadosUnidos y proporcionan mercenarios al servicio del imperio en los
Balcanes, Afganistán e Iraq. Al contrario de los europeos orientales, que
trabajan como soldados mercenarios para los Estados Unidos en el Tercer
Mundo, 14.000 médicos cubanos trabajan en algunas de las regiones
más pobres en América Latina y África en cooperación con diversos go­
biernos nacionales que han solicitado sus habilidades. Hay más de 500
médicos cubanos en Haití. En Cuba, la mayor parte de las industrias son
nacionales y públicas, con enclaves de mercados privados y empresas
conjuntas con capital extranjero. En los antiguos países comunistas, casi
todas las industrias básicas son de propiedad extranjera, como lo son la
mayor parte de los medios de comunicación y las "industrias de la cul­
tura". Mientras que Cuba conserva una red social de seguridad para los
alimentos básicos, la vivienda, la salud, la educación y los deportes, en
los nuevos países capitalistas el "mercado" excluye del acceso a muchos
de estos bienes y servicios a sectores sustanciales de los desempleados
y de los trabajadores mal pagados.
RENÁN VEGA CANTOR

2. 195
comunes del Tercer Mundo se impondrían a favor de sus pueblos. Pero al
mismo tiempo que esto sucedía, los países imperialistas, encabezados por
Estados Unidos, que consideraban como un peligro latente a un Tercer
Mundo unido y beligerante, dieron pasos encaminados a impedir que ese
proyecto se hiciera realidad. Para lograrlo impulsaron la división interna
del Tercer Mundo, recurriendo a dos mecanismoscomplementarios: de una
parte, el apoyo a las elites prooccidentales mediante golpes de Estado que
suprimieran a los líderes incómodos y que condujera a la implantación de
dictaduras criminales que favorecieran al capitalismo occidental; de otra
parte, el impulso de un proceso de modernización económica en zonas
geopolíticamenteestratégicas(Coreadel Sur,Taiwán,Singapur) con el fin de
contener la insurgencia revolucionaria que tomaba fuerza en esos lugares.
En cuanto a la primera cuestión, Estados Unidos y Europa occidental no
dudaron en patrocinar y respaldar a las dictaduras anticomunistas que les
resultaron funcionalesy que garantizaban sus intereses: en e! ántiguo Con­
go Belga,fue asesinado su principal líder, Patrice Lumumba, y se instauró
la criminal dictadura de Mobutu Sese Seko que se prolongaría por treinta
años; el apoyo a la camarilla títere de Vietnam del Sur hasta 1975;el golpe
militar de Sukarno en Indonesia en 1965,por el temor a que el poder cayera
en manos del Partido Comunista de ese país ­ el tercero más grande del
mundo ­ , en el que fueron asesinados en pocos meses un millón de perso­
nas, consolidando una dictadura pro estadounidense durante más de tres
décadas. Otro tanto sucedió en Filipinas, donde a comienzos de la década
de 1950fueron derrotadas las guerrillas comunistas con el apoyo directo
de los Estados Unidos, para imponer una dictadura incondicional durante
varias décadas.
El objetivo principal de los Estados Unidos radicaba en evitar la con­
tracción extrema del sistema imperialista, y para eso inició una lucha con­
trainsurgente encaminada a liquidar a sangre y fuego todos los proyectos
de resistencia y de liberación nacional que plantearan un distanciamiento
del dominio imperialista. Como parte de esa lógica contrainsurgente debe
recordarse la instauración de dictaduras criminales y anticomunistas en
América Latina entre las que sobresalen la de Guatemala después de 1954,
la de Brasil tras el golpe de 1964, la de Pinochet en Chile en septiembre de
1973, las de Argentina en las décadas del 1960y 1970,el cercocriminal contra
Cuba que se inició desde los primeros meses de 1959. En esa misma lógica
se inscriben el derrocamiento de gobiernos nacionalistas, como el de Juan
Bosch en República Dominicana en 1963y la posterior invasión a ese país
en abril de 1965y el derrocamiento de Salvador Allende en 1973.
Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar / Imperialismo, geopolítica y retórica democrática
194
alguna forma era simétrica a la de países subdesarrollados, en la medida
en que el esquema de desarrollo­subdesarrollo concebía una diferenciación
estructural entre economíasy sociedadesque coincidía, en cierta manera,con
la polarización entre Primer y Tercermundo, pero reduciendo esa división
solamente a dos polos.
Después de 1945adquierenfuerza el procesode descolonización,diversas
luchas de liberación nacional y acciones antiimperialistas. Entre los hechos
más destacados sob~esalen la Revolución China de 1949,la independencia
de Vietnamy la expulsión de losfranceses en 1954,la guerra de Corea entre
1950­1953,
el comienzo de la independencia de Argelia y la independencia
de la India en 1947.Todosestos acontecimientos tan sóloeran el principio de
una prolongada lucha ­ que seproyecta hasta el día de hoy­ y que conoció
un ciclo ascendentehasta finesde la década de 1970,echando por la borda la
nociónhegelianade lospueblos sinhistoria. Enestecontexto,en 1955sellevó
a cabola Conferenciade Bandung,un hito importanteen elnacimientooficial
del "Tercer Mundo". En ese año se reunieron en esa ciudad de Indonesia
importantes líderes asiáticos, africanosy algunos europeos entre los que se
destacaron Jawaharlal Nehru de la India, Gamal Abdel Nasser de Egipto y
Josip BrozTitode Yugoslavia. Pese a las diferencias de orientación existentes
entre ellos, con respecto a sus concepciones políticas e ideológicas y a sus
relaciones conel mundo occidental, compartían un proyectocomúnen el que
se incluía la total descolonizaciónde Asíay África,la independenciapolítica
era un medio en el camino de conseguir la completa liberación económica,
social y cultural y se vislumbraba que ese proceso iba a ser costoso porque
significaba algún tipo de enfrentamiento con Occidente. Como algunos de
esos países tampoco se querían alinear con la URSS, ni servir de sostén para
atacarla, plantearon la neutralidad y el no alineamiento con ninguno de los
dos bloques existentes. De ahí el nombre de "Paísesno alineados" que se le
dio a la organización que surgió de Bandung.
Después de la Conferencia de Bandung, se profundizaron las luchas de
liberación nacional y el sentimiento antiimperialista y anticapitalista. Esto
se expresó en hechos de crucial trascendencia mundial como la Revolución
Cubana (1959), la segunda guerra de Vietnam y la derrota de los Estados
Unidos (1954­1975),
la aniquilación de los imperios coloniales en África y
Asia ­donde sucesivamente salieron derrotados los ingleses,los franceses,
los belgas, los holandeses y los portugueses. Por todos estos acontecimien­
tos, la década de 1960marcó el apogeo del Tercer Mundo, dado que por
las similares condiciones de atraso económico, de radicalización política y
de arrinconamiento temporal del capitalismo, se suponía que los intereses
RENÁN VEGA CANTOR

3. 197
En cuanto a la diferenciación económica que dividió al Tercer Mundo,
el imperialismo optó por posibilitar la modernización en ciertos lugares
muy reducidos del planeta, entre los que se destacaron los llamados Tigres
Asiáticos,y uno que otro país en algunos lugares del planeta. Este proceso,
conocido como la "era del desarrollo" amerita unas consideraciones espe­
ciales.
Fuente: Bill Vann, "Kissinger y la Argentina: como Estados Unidos apoya el terrorismo del estado", en
www.wsws.org/es/articles/2004/jan2004!span-j06.shtml
B. La invencióndel mito del desarrollo
Lanoción de desarrollo seempezó a usar después del fin de la SegundaGue­
rra Mundial en el contexto de la descolonizacióny la emergencia del Tercer
Mundo y se diseñó con la finalidad expresa de impedir el camino autónomo
de los pueblos en vías de independizarse, para mantenerlosatados conlazos
neocoloniales al imperialismo, en ese momento fuertemente golpeada por
las luchas de liberación en distintos lugares del mundo. El término se hizo
célebrecomo emblema de la política de los Estados Unidos a partir de 1949,
cuando el presidente Harry Truman en su discurso de posesión consideró
que una parte sustancial del mundo era "subdesarrollada", mientras que su
propio país representaba el desarrollo. Esta fue la oficializacióndel mito del
"Mire, nuestra actitud básica es que nos gustaría que [uds.] tengan éxi­
to. Me atengo a un punto de vista antiguo: que los amigos tienen que
ser apoyados. Lo que no entienden en Estados Unidos es que ustedes
están en una guerra civil. Leemos acerca de los Derechos Humanos,
pero no acerca de su contexto. Mientras más rápido el éxito, mejor... EI
problema de los derechos humanos se agranda. El embajador de ustedes
se Jo puede informar. Queremos una situación estable. No les vamos a
causar a ustedes dificultades innecesarias. Sería mejor si pudieran acabar
[con esto] antes que el Congreso regrese. Y sería beneficioso si pudieran
restaurar las libertades que puedan".
Instó que la junta se activara inmediatamente para lograr préstamos del
Banco de Exportaciones­Importaciones de Estados Unidos, asegurándole
al militar argentino que "Nos gustaría que vuestro programa de econo­
mía tenga éxito y haremos todo lo posible por ustedes". Los préstamos
llegaron a cántaros a pesar de las sanciones impuestas por el gobierno
de Carter que luego el de Reagan anuló. Resultado: la deuda externa
de Argentina durante los siete años de dictadura aumentó 600% y llevó
al país a la bancarrota.
Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar/ Imperialismo, geopolítica y retórica democrática
196
Según documentos desclasificados de la Secretaría de Estado de los
Estados Unidos, Kissinger recibió informes, entre ellos testimonios de
ciudadanos estadounidenses apresados por la Junta Militar de Argentina,
acusados de cometer crímenes políticos y torturados horriblemente. Uno
de esos documentos se refiere al casode Gwenda Loken López, ciudadana
de EstadosUnidos, a quien las fuerzas de seguridad sacaron y arrastraron
de un autobús en abril de 1976, luego de dejar en el banco de un parque
volantes que abogaban por la liberación de los presos políticos. Después
de regresar a Estados Unidos, la señora relató la manera en que sus cap­
tores de la SIDE (policía secreta de la junta) la habían tratado:
"Me vendaron los ojos, me ataron las manos, y me pusieron contra una
pared. Un dispositivo eléctrico tocó mis manos. De repente estaba en el
piso... Me pegaban. Me desgarraron la ropa. Creo que entonces estaba
sobre una mesa con cinco tipos que me aguantaban. Comenzaron a
usar una picana [punzón eléctrico]. Me amarraron y me tiraron agua.
Me interrogaron, pero más que otra cosa era, 'Dale más. Ahí. Y ahí. Y
ahí'. Es decir, en los genitales. Dijeron que me iban a arreglar para que
no pudiera tener hijos".
El caso de Loken López fue inusual por dos razones: era ciudadana de
Estados Unidos y sobrevivió. Durante este mismo período, la junta detenía
y torturaba a miles en centros de detención clandestinos, los drogaba,
Y luego los tiraba a alta mar desde aviones militares. Kissinger explícita­
mente la dio "luz verde" al régimen militar para que éste siguiera su reino
de terror. Los informes "memcon" del Ministerio de Relaciones Exteriores
dejan bien claro lo que le dijo al admirante argentino:
Kissinger apoyó a los torturadores de la dictadura militar de
Argentina entre 1976 y 1983
Es necesario mencionar todos estos sucesos, aunque no sea este el mo­
mento propicio para analizarlos a fondo, para enfatizar que desde el mismo
momento en que se gesta una alianza política por parte de algunos de los
países que se autodenominaban como del Tercer Mundo, se organizó una
arremetida imperialista de índole criminal con el fin de impedir que ese
proyecto de unidad se hiciera realidad. No fueron, entonces, como suele
considerarse en la fia,,'Or
parte de análisis convencionales, las fuerzas del
mercado las que se impusieronmerced a su superioridad intrínseca ni mucho
menos que eso fuera un resultado previsible del hecho que el capitalismo
fuese sinónimo de democracia. Desde su misma aparición, el Tercer Mun­
do fue agredido violentamente con un gran poder de fuego por parte del
imperialismo, en el sentido literal de la palabra.
RENÁN VEGA CANTOR

4. 199
19 Oswaldo de Rivera, "No desarrollo y supervivencia en el siglo XXI", en ww.ucm.es/info!fgu!libro.htm
Enotro grupo de 37países la renta per cápita promedio solamentecreció
al 1 por ciento, y en todos los casos menos de 3 por ciento, algo irrisorio
para salir de la pobreza.
Solamente 4 países: Chile, Tailandia Indonesia y Malasia, registraron un
crecimiento promedio de la renta per cápita del 4 por ciento, el mínimo
para comenzar a vencer la pobreza.
Solo 4 países: Corea del Sur, Taiwán, Singapur y China, registraron un
crecimiento promedio sostenido de la renta per cápita del orden del 6 y
7 por ciento, es decir, suficientecomopara vencer en parte la pobreza de
su población.
En 2003, el ingreso per cápita de casi 100países mal llamados "en desa­
rrollo" es menor que en 1975.
La población del mundo subdesarrollado es de 5 mil millones, de los
cuales más de 4 mil millones viven con 1, 2 o 3 dólares diarios, es decir,
son pobres absolutos o miserables19.
Pero el crecimiento económicosólo es un indicador parcialque adquiere
sentido cuando se constata la miseria, la desigualdad, la desnutrición, la
mortalidad infantil, la esperanza de vida, las nuevas epidemias y las viejas
enfermedades que asolan a lo que se llamaba el mundo subdesarrollado, y
que ahora en una especie de cinismo lingüístico se califican como países de
"desarrollo emergente". Mientras en los países dependientes y neocoloni­
zados millones de personas han sido expropiadas de sus recursos y medios
de subsistencia durante el último siglo, para ser transferidos a las clases
dominantes internas y luego a los circuitos hegemónicos de la economía
mundial, en estos centros se siguen consumiendo y despilfarrando los re­
cursos de todo el planeta.
Para justificar el pretendido éxito del "desarrollo" periódicamente se
suelen inventar los "milagros económicos",los cuales son presentados como
ejemplos exitosos de países viables que marchan raudos hacia el modelo
estadounidense, porque han sido buenos alumnos y han aplicado al pie de
la letra las recetas desarrollistas del capitalismo central. Entre los milagros
más santificados se encuentran los de Brasil, donde hace no más 20 años se
predecía su incontenible despegue que lo convertiría en una futura potencia
mundial; luego se anunciólo mismo de Méxicoy de la India; posteriormente
siguieron en la lista los "países emergentes"deAsía,barridos por el tsunami
económico de la crisis financiera de 1997; y hoy sólo queda China, como
el paradigma de desarrollo, un país de 1200 millones de habitantes, de los
Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar / Imperialismo, geopolítica y retórica democrática
198
desarrollo,uno más de lossofismasque ha utilizado elcapitalismo occidental
desde el siglo XVI para subordinar al resto del mundo. Si antes se hablaba
de bárbaros, salvajes, atrasados e incivilizados para calificarnos, después de
1949empezamos a ser considerados como subdesarrollados en contrapo­
sición a los "desarrollados", los mismos que antes fueron los civilizados y
representantes del progreso.
Precisamente,el mito del desarrollo se afianza en la ideología del progre­
so que considera al estilo de vida consolidado en los Estados Unidos o en
algunos países de Europa occidental y nórdica como la máxima realización
del bienestar humano y hacia donde deberían tender indefectiblementeto­
dos los pueblos de la Tierra, para lo cual tenían que abandonar sus formas
de organización social y económica y sus culturas, para unirse al tren de
la modernización. En esa lógica discursiva el subdesarrollo fue concebido
comouna fase, un estadio, del desarrollo que debía ser superado mediante la
aplicación de unas recetas políticas y económicasque posibilitarían el salto
hacia la riqueza, la prosperidad, el confort y el alto consumo que caracteriza
a los "países desarrollados".
El término desarrollo asumía, en el contexto histórico en que fue for­
mulado, atributos específicos que lo dotaban de un carácter casi mágico:
fue presentado como un proceso necesario e ineludible en la búsqueda de
bienestar para toda la Humanidad; era visto como un camino único y lineal
en el que mediante un crecimiento económico sostenido se debía llegar a
la meta de alcanzar el nivel de vida y de consumo de los Estados Unidos;
las políticas económicas que se debían aplicar eran una copia mecánica de
las que se habían impuesto en Europa y en los Estados Unidos sin tener en
cuenta las especificidades históricas de cada país, suponiendo que si allá
habían alcanzado el éxito en el resto del mundo deberían producir idénticos
resultados. En síntesis, este modelo occidental, convertido en un mito, se
presentaba bajo el fulgor de la "forma de vida americana", exaltada como
una aspiración universalmente alcanzable y posible para todos los seres
humanos de la Tierra.
Medio siglodespuésde la formulacióndel desarrollismo,pueden contras­
tarse sus anuncios triunfalistas con la dura realidad de sus resultados,según
las mismas cifras de crecimiento económicode entidades nada sospechosas
de ser portavoces de los enemigos del mundo desarrollado, como el Banco
Mundial y la ONU, para el período más reciente de 1975al 2003:
En 69 países l~ renta promedio per cápita fue de "cero" o negativa en
mucho de ellos.
RENÁN VEGA CANTOR

5. 201
Nótese que algunos de los pequeños países que fueron proclamados
como "milagros económicos" por la propaganda capitalista e imperialista
(propaganda que fue retornada luego por el neoliberalismo) estaban ubicados
en una envidiable posición geopolítica en tiempos de Guerra Fría en zonas
donde Estados Unidos había sido desplazado, corno sucedía en Asia. Para
combatir la expansión del socialismo y atacar a Corea del Norte, China y
Vietnam, Estados Unidos impulsó a Corea del Sur, propiciandola instalación
de multinacionalesy fábricas de ensamblaje de la industria microelectrónica,
que aprovecharonlos bajossalarios,el trabajo femenino,la represión estatal y
el anticomunismopara implantarse en la región. Laparticularidad de Corea
radicó en que luego la burguesía industrial de ese país supo aprovechar esas
condiciones para inducir su propio proceso de industrializaciónpor la vía de
"sustitución de exportaciones",con un estado fuertemente intervencionista
y con la protección de ciertos sectores económicos, en los que luego Corea
se hace competitivo a nivel mundial. Pero todo esto no hubiera­sido posible
sin la Guerra Fría y el anticomunismo. Por eso, es difícil proclamar corno
alegremente lo sostienen algunos ­ como Mario Vargas Llosa­ que el caso
de Corea puede repetirse en cualquier lugar del mundo, por pura y simple
voluntad, y si se adopta el neoliberalisrno.
El proyecto de diferenciar al Tercer Mundo en términos económicos,
simplemente pretendió romper las estructuras 'que posibilitaban el acerca­
miento entre los países por las similitudes existentesy mostrarle a las clases
dominantes en cada país que el capitalismo podía ser exitoso y propiciaría
el desarrollo de sus países, siempre y cuando adoptaran sin condiciones el
modelo económico occidental. Quien no lo hiciera y asumiera o coqueteara
con algún otro modelo, como el socialismo estatista, debería sometersea las
consecuencias, que en este caso eran los bombardeos, la destrucción de sus
infraestructuras, la ocupación territorial, o las dictaduras anticomunistas,
en pocas palabras, el arrasamiento del país. En otros términos, se trataba
prioritariamente de "occidentalizar a las elites" para que asumieran como
suyo el proyecto de dominación imperialista e impidieran la conformación
de sociedades democráticase igualitarias, que siempre ha sido el miedo que
ha embargado al imperialismo.
Considerando todos los elementosanteriores, con toda seguridad puede
decirse que la era del desarrollo ha fracasado y es letra muerta. Por esta
razón, cualquier discurso crítico debe abandonar el empleo del término
desarrollo como objetivo político,
renunciando de una vez por todas a la infinita búsqueda de adjetivos
que intentan invertir el significado del término sin atreverse a aban­
Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar / Imperialismo, geopolítica y retórica democrática
200
20 lbíd.
21 lbíd.
Fuente: Micheline Rousselet, Les Tiers Mondes, Le Monde Editions, París, / 994, p. 33.
Mapa 20. Los nuevos países industrializados en 1990
cuales sólo unos 150 que viven en las grandes urbes tienen posibilidades de
imitar el consumo occidentalzc.
En términos económicos y sociales, solamente dos pequeños países, Co­
rea del Sur y Taiwán, han hecho el tránsito de la agricultura a sociedades
industrializadas avanzadas tecnológicamente, "venciendo la pobreza ge­
neralizada y elevando los niveles de vida hasta crear una mayoritaria clase
media, pero con nivele~ democráticos,culturales, científicos y sociales muy
por debajo de Europa'v los Estados Unidos". A su vez, "Hong Kong y Sin­
gapur, que también se han acercado a los niveles de vida de las democracias
capitalistasdesarrolladas,no son verdaderos Estados­Nación sino pequeñas
Ciudades­Estado'zt.
Algunos de estos pocos países configuraronlos Nuevos Países Industria­
lizados, entre los que se destacaban en las décadas de 1960y 1970Corea,
Taiwan, Sudáfrica, Brasil, Argentina, Singapur y Hong Kong. En cuanto a
población, esta tenía un peso exiguo con relación al total del Tercer Mundo
y en cuanto a su dimensión espacial también eran poco representativos, con
excepción de los dos gigantes de Sudamérica.
RENÁN VEGA CANTOR