Los niños se dieron cuenta de que no había llovido en mucho tiempo a pesar de que había llegado el otoño. Para pedir por la lluvia, representaron días lluviosos en cuadros y colgaron las obras en el pasillo, imitando las rogativas que la gente del pueblo solía hacer durante las sequías. Parece que sus rogativas funcionaron porque ayer llovió un poco y se espera más lluvia la próxima semana.