Iván André Altamirano Niebla 301 Solar Juvenil Oaxaqueño

1. La ardilla no voladora.
En el bosque una ardilla común decidió por curiosidad alejarse un poco del
lugar en donde habitaba y subir un poco más alto en los grandes árboles que
poblaban el lugar.
La ardilla de tanto subir encontró otras ardillas algo diferentes a ella, eran
capaces de planear mientras se botaban de los árboles, tenían piel entre sus
brazos y patas para usarla como paracaídas, y tanto las ardillas voladoras
como la ardilla común se dieron cuenta de sus respectivas diferencias.
Pronto las ardillas voladoras se empezaron a burlar de la ardilla común
porque no tenía la piel elástica, y como la ardilla común se ofendió, empezó a
decir que su piel no era tan elástica pues su complexión era diferente para
que no le colgara la piel tan fácilmente, sino que sólo se expandiría su piel
hasta que estuviera cayendo a cierta velocidad permitiéndole maniobrar
mejor y moverse con mayor agilidad entre otras cosas. Todo esto provocó
una discusión que sólo podía resolverse con una competencia para ver quién
era mejor, pero como la ardilla común en realidad no podía volar empezó a
aceptar que las voladoras eran mejores, mas no decía que en realidad no
podía volar y además ya era muy tarde, había provocado a las ardillas
voladoras y las estaba desesperando más, así que a una de ellas se le ocurrió
darle un empujón a la ardilla común, la cual cayó del árbol sin poder hacer
nada para evitarlo.
Moraleja: No finjas ser alguien quien no eres ya que las mentiras siempre se
descubren, tarde o temprano, de una forma u otra.