El documento describe las formulaciones históricas del carisma de fundador del Padre Dehon. Resume que el Padre Dehon sintió una experiencia espiritual divina que lo llevó a institucionalizar una nueva familia religiosa, los Oblatos del Corazón de Jesús, para reunir almas de buena voluntad que pudieran ofrecer alegría a Jesús a través de una vida pura y dedicada a evitar el pecado. Creía firmemente en su carisma de fundador y usó la vida religiosa y la formación como medios
Algunas formulaciones hist+ôricas del carisma de fundador en el p
1. ALGUNAS FORMULACIONES HISTÓRICAS DEL
CARISMA DE FUNDADOR EN EL P. DEHON
(Traducción del P. Denis)
I. UN FIN, UNA MISIÓN INSCRITOS EN UNA VIDA
“No debemos nunca perder de vista nuestro fin y nuestra misión en la Iglesia”, escribe el P.
Dehon en su Testamento espiritual.
El P. Dehon ha vivido una cierta experiencia espiritual que le pareció, por inspiración divina,
deber institucionalizar en una nueva familia religiosa. No parece que parta de una cierta
reflexión, de un cierto concepto teológico. El P. Fundador, por necesidad de enseñar, de
predicación, reflexionará, por ejemplo, sobre el culto al Sagrado Corazón.
Pero esta reflexión teológica no ha precedido la fundación de su Instituto.
Desde hacía mucho tiempo el Vicario de la Colegiata de San Quintín había encontrado a Cristo.
Un encuentro que supera el fervor ordinario. Escribe en una Nota de 19161, donde no se
esperaba una tal confidencia, que él también tenía la gracia mística de la experiencia de la
presencia de Dios. Esta proximidad de Cristo, engendra en él un deseo, casi una angustia, un
deseo de fidelidad, de atención.
Funda primero en la diócesis de Soissons, con algunos sacerdotes diocesanos, una asociación
sacerdotal capaz de sostener su vida interior.
No está satisfecho personalmente y ya sueña en la vida religiosa propiamente dicha. Luego un
buen día, a la luz de los acontecimientos (sin dejar sus múltiples obras), de acuerdo con su
obispo, y en obediencia a su gracia personal, funda a los Oblatos del Corazón de Jesús. Las
Siervas del Corazón de Jesús -su espiritualidad- juegan aquí un papel de catalizador de sus
aspiraciones íntimas.
El mismo nos dice, en términos psicológicos, lo que siente necesidad de hacer. Es consolar a
Jesús. Esta palabra nos molesta hoy día pero su contexto vital es profundamente conmovedor
y susceptible de otra formulación. El P. Dehon sufre profundamente de que el Amor no sea
amado. Él tiene de esta Amor una experiencia más que ordinaria y el pecado le hace daño, su
pecado y el de los demás. A lo largo de sus notas cotidianas este dolor del pecado le vuelve de
una manera diríamos obsesiva. Este dolor es en sí penitente, pero el P. Dehon, hablando de
reparación, sueña sobre todo a lo que él llama en su Testamento espiritual de 1914, “un tierno
amor al Sagrado Corazón”. Por eso piensa en agrupar religiosos fieles en torno al Corazón de
Jesús. En otras palabras, sueña en estas palabras del Evangelio: “donde dos o tres se reúnan en
mi nombre, allí estaré yo en medio de ellos” (Mt 18,20).
Él quisiera en consecuencia:
1. Que las almas de buena voluntad (sacerdotes y hermanos)2, se reúnan en nombre de Jesús
para proporcionarle la alegría de encontrar un nuevo Nazaret, una nueva Betania a través de
1
Cf. Lecturas-Notas diversas 1916.
2
“Esos tienen buena razón de estar en nuestra Orden” (a los novicios, 21 de abril de 1881).
2. una vida muy pura, muy interesada en evitar el pecado. “Jesús quiere encontrar aquí Nazaret y
Betania” dirá a los novicios el 27 de febrero de 18803.
“En la vida contemplativa formamos una Congregación adoradora, nosotros aspiramos
a una familiaridad de Jesús que debe encontrar en nosotros Nazaret, Betania, San
Juan, San José, Lázaro. Estar asiduamente cerca de Jesús: verle en medio de nosotros”
(viernes, 12 de marzo de 1880).
El P. Fundador ponía un acento convincente en esta llamada a la intimidad con Jesús.
2. Él quisiera, en consecuencia, que estos amigos de Jesús -nuevos Juanes, nuevos Lázaros-
consigan tener siempre más y mejor una intención pura en todas sus acciones, tener una vida
enteramente consagrada al Señor, una vida de Oblato.
De ahí la insistencia que pone en inculcar el espíritu de oblación. En Nazaret, en Betania todos
se preocupaban únicamente de Jesús.
“Una Congregación se dedica a una especialidad, otras a otra. Los oblatos deben dar a
todos sus actos, al menos a los principales al empezarlos, la forma de acto de amor y
reparación. Eso es lo que se debe ser o no ser” (a los novicios, viernes 18 de junio de
1880).
Una buena parte de la formación de los novicios, según el P. Dehon, debe consistir en formarse
prácticamente en el espíritu de oblación4.
“La vida de amor, escribe el Padre, es una oblación seriamente hecha y renovada
frecuentemente” (Vía de amor I,34).
“La perfección de la vida de oblación consiste en el cuidado habitual de demostrar a
Nuestro Señor su amor por medio de sus ofrendas y sus actos” (idem).
“Un novicio que no haya conseguido esta costumbre de (ofrecerse)... no podría ser
admitido a la profesión temporal” (Vía de amor I,40).
3. El Padre quiere que se trabaje por la fidelidad, la generosidad en el amor de Jesús pensando
sobre todo cómo Jesús es arrojado a veces de los corazones que, sin embargo, tenían vocación
de privilegiados: los sacerdotes, los religiosos5. El P. Dehon vive existencialmente su
experiencia profunda de la bondad infinita y de esto otro: “El amor no es amado”, aun en los
que más se lo deberían dar.
4. El P. Dehon piensa que se le sustraería una parte importante a su atención fiel a Jesús si no
se tiene un cierto estado de alma que él llama “abandono”. Para él es la forma privilegiada de
la inmolación. Abandonarse significa ponerse a disposición del Señor para no estar más
3
El novicio que ha tomado las notas del P. Dehon, o sea, del P. Juan, como se decía entonces, escribe
relatando una instrucción sobre la llamada del Señor a Santa Margarita María: “Estas palabras nos las
repite aun hoy día. Porque él está ahí, es cierto. Estas palabras fueron dichas con un acento de
convicción extraordinaria: él habría visto realmente con los ojos del cuerpo a Nuestro Señor porque...”
(fin de la frase) (A los novicios, Fiesta del Sagrado Corazón, 4 de junio de 1880).
4
Vinculum 1965, pp. 47 ss. La presentación del manuscrito del P. Dehon que lleva por título: “La
voied'Amourou la Perfectionchrétienneacquisepar la dévotion a NotreSeigneur et a son Divin Coeur”.
5
Carta del P. Falleur, al Presidente del IX Capítulo General (?). Entonces lo que prevalecía sobre todo era
la reparación y se trataba de la reparación por las faltas de los sacerdotes: no se decía abiertamente
para no escandalizar, pero no se ocultaba en la casa del Sagrado Corazón... Estoy persuadido que es este
fin íntimo lo que hacía decir a Mons. Thibaudier: “Si no fuera obispo, me haría oblato”.
3. atentos que a él. Durante los Ejercicios de San Ignacio en Braine en 1893, escribía en la
meditación de los tres grados de humildad:
“Parece aún más perfecto mantenerse sin preferencias a disposición de Nuestro Señor
en un perfecto abandono a su voluntad: éste es el espíritu de nuestra hermosa
vocación. El espíritu de nuestra profesión de amor e inmolación nos pide la frecuencia
en hacer actos de abandono y conformidad en la voluntad divina. Señor, renuevo la
profesión de la que he hecho voto” (Retiro de Braine, 1883, pp.95-96).
II. El PADRE DEHON HA ESTADO FIRMEMENTE CONVENCIDO DE SU CARISMA DE FUNDADOR
Con mucha frecuencia lo ha afirmado diciendo: “Nuestra Obra es divina”. Por Obra él entiende
el grupo o grupos de religiosos asiduos en permanecer junto a Jesús por medio de la atención
de su espíritu, la vigilancia de su corazón (“sicuthomines expectantes”), la delicadeza de su
conciencia, en una palabra, la oblación de toda su vida.
El P. Dehon logró convencer de la autenticidad de su carisma a varios de sus compañeros
primeros ya que ellos lo han asumido como la luz de sus vidas: el P. Paris, Mons. Philippe, etc.
“La voluntad muy cierta del Señor es que nosotros seamos sus amigos. Como los tuvo
durante su vida mortal. Él quiere encontrar aquí Nazaret, Betania y el afecto del que se
vio rodeado por sus apóstoles durante su vida apostólica. Amor y reparación: no la una
sin la otra, sino la una con la otra, la una después de la otra: que sean éstos los
sentimientos habituales” (a los novicios, viernes 11 de junio 1881).
“Es desde la fiesta (de San Ignacio) de cuando data mi propósito de comenzar con
seriedad la Obra después de un Retiro que hice tres años y en el que yo recibí con
certeza gracias particulares en este sentido (a los novicios, miércoles 21 de julio 1880).
“Aunque yo hable raramente de mí ya que no tengo gran cosa que decir de bueno,
confieso que el acto de obediencia queme ha hecho venir a San Quintín, a pesar de mis
repugnancias al ministerio secular, ha sido el punto de partida de graciasinmensas: allí
he descubierto la Orden del Sagrado Corazón” (a losnovicios 12 de enero de 1881).
Cuando el Fundador vio que su Instituto, su carisma había, sido canonizado y autentificado por
la Iglesia, tuvo una alegría inmensa. La Iglesia no funda nada: ella reconoce simplemente la
Obra del Espíritu.
El P.Dehon se asusta a veces delante de ciertas fundaciones recientes. ¿Se correrá el riesgo de
no permanecer fieles a la Obra?
“Nuestro Obra se está afianzando y se va organizando pero debemos velar mucho más
sobre el reclutamiento y la formación de los candidatos. Es preferible un reclutamiento
más lento, pero con candidatos mejor dotados y mejor formados” (NQT 9 de marzo de
1887).
El pensamiento de su carisma le reanima en el tiempo de la prueba.
“Yo tengo fe y confianza en mi Obra y en mi misión. El Corazón de Jesús me ayudará. Él
es el que ha querido esta Obra, el que me la ha encargado, es su Obra” (NQT 20 de
julio de 1888).
4. III. MEDIOS
1. Vida Religiosa
Para realizar la Obra, el P. Dehon no se contenta con crear una simple asociación. ÉI quiere la
vida religiosa, y la desea integralmente. De ahí en los cuatro primeros años del Instituto la
expresión de Orden que nos sorprende. No se trata, como quizá se podría sospechar de algo
debido al P. Captier6 que adolecía un poco de locura de grandeza. La opinión que prevalecía en
el siglo XIX entre varios canonistas era que los votos simples no constituían verdaderamente el
estado religioso.
El P. Dehon deseaba una consagración total:
“Entre nosotros... se debe disponer antes de la profesión de los bienes venidos y
venideros, como antes de los votos solemnes7 que tendremos nosotros donde quiera
que sea posible” (a los novicios, miércoles 24 de noviembre de 1880).
La solemnidad del voto que da a la obediencia toda su perfección, es un motivo muy
legítimo para nosotros de pedir a Nuestro Señor y de desear la aprobación de Roma sin
la cual es imposible: esta aprobación nos haría entrar en el orden de la Iglesia... (a los
novicios, lunes 17 de enero de 1881).
2. Formación
En el primer Capítulo de las primeras Constituciones se leía lo siguiente:
“Desearán multiplicarse sólo para multiplicar los homenajes y las reparaciones al
Corazón de Jesús, y se preocuparán sobre todo de perfeccionarse a sí mismos y de
perpetuar su Orden con unidad y solidez admitiendo a candidatos piadosos y llenos de
buena voluntad quienes, al gozar de su género de vida, se decidirán a abrazarla
generosamente” (Constituciones de los Oblatos del Corazón de Jesús. Cap. I, IIº, 4º).
El P. Dehon mantuvo mientras pudo los dos años de noviciado.
“Después de dos años de noviciado, se leía en las primeras Constituciones, ellos
pronuncian sus votos.
Los que son ya sacerdotes podrían ser dispensados del segundo año de noviciado
(Cap.I, IIº, 7º).
El Padre murió sin haber podido realizar su sueño de dar un suplemento a la reducción del
segundo año de noviciado. En el VII Capítulo General8, se decidió el mes de renovación.
“Hemos adoptado una medida de la que esperamos grandes frutos. Cada casa tendrá
un mes que llamaremos de renovación espiritual. Esta se hará cada tres años” (Carta
Circular 1880).
6
El P. Dehon durante toda su vida se dio cuenta del gran peligro que había sido para su “OBRA” el P.
Captier. “Un hombre (en nota: P. Captier) sobre todo ha sido el instrumento del diablo para alejarnos de
la verdadera reparación por la cruz…” (NQT, 28 de marzo de 1886).
7
Posibilidad actual, cf.Perfectaecaritatis 13.
8
Celebrado en Lovaina “entre los días 15 y 16 de septiembre. Carta circular 18,176).
5. En el VIII Capítulo General9 para reemplazar este retiro de un mes se había decretado “un
segundo retiro anual, preparatorio a la fiesta del Corazón de Jesús, con jornadas análogas a las
del Retiro mensual" (Carta circular 256).
Por lo que se refiere a la formación intelectual, el P.Fundador escribía: “Yo quisiera dar a cada
candidato el desarrollo del que es capaz. Quisiera también una casa de estudio, un nuevo La
Chenais, con la humildad y la docilidad a la Iglesia” (NQT 9 noviembre 1887).
III. NUESTRA VIDA ESPIRITUAL Y SUS EJERCICIOS. SU ASCESIS
a) Vida de Oblato
Ya he subrayado la importancia del espíritu de oblación. “Nuestra vocación es la de hacer
ofrendas, y oblato significa quién ofrece y quien se ofrece... La respuesta a la objeción de los
que nos dirán: queréis reparar, pero ¿con qué? ¿Qué tenéis vosotros para ofrecer en
reparación? El Corazón de Jesús: Jesús todo entero, pero sobre todo su Corazón. Podemos
ofrecerlo cada minuto sin agotar el tesoro, sin que la oferta precedente dañe a la que sigue...”
(a los novicios, miércoles 21 de junio de 1880).
b) La Misa
“Es el acto culminante de la jornada, el acto divino. Es el acto que nos caracteriza y me
parece que es la razón de ser de los Oblatos y se diría todo lo que nosotros debemos
ser si se respondiera cuando se nos pregunta qué hacen los oblatos: ellos celebran
santamente su misa, asisten santamente a la misa... Ahí es donde más respondemos
nosotros a nuestra vocación, es ahí donde Jesús nos quiere más oblatos que en
cualquier otra parte, porque es allí donde él lo es. No veamos, pues, la santa Misa
como un ejercicio” (a los novicios, viernes 6 de agosto de 188010).
c) La Adoración11
Es sin duda muy conmovedor oír al P. Fundador decir a los novicios el viernes 27 de febrero de
1880:
“Hemos sido autorizados a exponer el Santísimo Sacramento el primer viernes de mes.
Es una gran noticia y que debe asustamos al ser llamados nosotros tan miserables a un
honor semejante: Jesús quiere encontrar aquí Nazaret, y Betania: el viernes será el
primer día regularmente autorizado. Dentro de unos meses será todos los viernes y
dentro de un año o dos todos los días. Luego serán fundadas otras casas que
empezarán con la adoración diurna y nocturna: el viernes la primera de las miles y
quizá de los millones de días de exposición entre los oblatos...” (a los novicios, viernes
27 de febrero 1880) Preparémonos nosotros, pobres pecadores.
9
Celebrado en Maastricht del 29 al 31 de julio de 1919.
10
Las primeras Constituciones decían: “Como el santo Sacrificio es el acto reparador más eficaz, los
sacerdotes de la Orden no celebrarán más que misas reparadoras sin honorarios” (Cap. I, IIº).Esto está
confirmado por una carta del P. Falleur.
11
El primer día autorizado regularmente para la adoración del Santísimo Sacramento expuesto, ha sido
el viernes, 5 de marzo de 1880. Pero Mons. Thibaudier nunca concedió una capilla de adoración pública
al P. Dehon.
6. Si hay una cosa que sea cierta es la insistencia extrema que el P. Dehon ha puesto en recordar
a sus religiosos la importancia de la adoración en sus vidas, al servicio de la Iglesia.
“Es un acto esencial de nuestra vocación y de nuestra misión aprobada por la Iglesia...”
(Carta circular del 29 de enero de 1910).
En una circular sin fecha12, el P. Dehon escribía:
“El espíritu de nuestra obra tan característica erige que en todas nuestras casas la
adoración reparadora esté organizada en cuanto al tiempo y a la manera de hacerla”.
En 1909 escribe desde Lourdes (16 de julio) para promover una nueva fundación que sería una
“Casa de adoración y como una casa de contemplativos donde, añade el Padre, algunos
Padres... irían para hacer allí su renovación”. La casa de contemplativos es como un viejo
sueño del Fundador que desde su tiempo de seminario a los años 1878-188313, a pesar de
acordarse tanto en sus Notas cotidianas, no se realizará nunca.
d) La unión a Jesús
El P.Fundador, siguiendo la línea de su vida interior personal, empujaba mucho a lo que él
llama “la unión con Jesús”.
“Es bueno tener tan sólo una práctica dominante y la mejor es la unión con Nuestro
Señor. Cojamos el ejercicio de la unión con el Señor de preferencia a los demás, para
convertirlo en el punto cardinal de nuestra devoción” (Retiro de renovación,l.c., p.39).
El Padre pide que se eduque al novicio en la ternura hacia la persona de Jesús:
“Todo novicio debe conocer la vida de Nuestro Señor. A nosotros nos interesa mucho.
Se ven a sacerdotes muy versados en la historia profana que ignoran la vida de Jesús”
(Voied'Amour, n. 8 a,b).
Para él el tema habitual de la Oración ha de ser Nuestro Señor.
“Los temas propuestos para la meditación serán reflexiones sobre las palabras de
Nuestro Señor, cuadros de su vida, consideraciones sobre sus misterios. La totalidad de
la vida se repartirá según los períodos del año eclesiástico...” (Voied'Amour, II, 1a).
Así se explica por qué el P. Fundador insiste en la lectura cotidiana de la Sagrado Escritura. Él lo
hacía desde cuando era estudiante en París.
“Que cada uno de nosotros haga cada día su lectura de la Sagrada Escritura”
(Directorio, V. 8).
Si se mira bien es la preocupación de la unión a Jesús que está a la base de los encuentros del
día: a las nueve, al medio día...)
12
Puede que sea la circular buscada por el autor de la nota 1 de Carta circular, 196.
13
“Una parte de los miembros de la Orden se entregan a la contemplación, a los Oficios del coro y a la
adoración del Santísimo Sacramento” (Const. cap. I, Vº). Se lee en las NQT: “He escogido por armas al
Sagrado Corazón sobre la cruz. Nuestro fin, ¿no es acaso la inmolación por amor? Hemos de tener varias
casas de vida contemplativa” (NQT, 23 de mayo de 1886).
7. e) Vida ascética: ejercicios
“Contentar al Señor -escribe el P. Dehon- debe ser mi pensamiento asiduo y la regla de todas
mis acciones” (NQT, 28 de septiembre de 1886)... pero para conservar así los ojos fijos en
Nuestro Señor, hay condiciones. Como decía el Fundador, a sacerdotes en retiro: “Pocos
hombres hay con carácter suficiente para imponerse una tarea semejante” (Retiro espiritual
sacerdotal, 47).
En un libro que ha tenido poco eco14, el P. Daniélou ha hecho el panegírico del pobre en la
iglesia, entendiendo por pobre “a los cristianos que necesitan para ser cristianos de un
ambiente que les ayude” (p. 15).
Esta es también la tarea de un Capítulo General que ambiciona provocar un nuevo nacimiento
de los Oblatos del Padre Dehon, de hacer accesible a los pobres su ideal carismático, a los
humildes entre nosotros. Para ello no bastan hermosos textos que se están preparando sino
que hará falta el sostén de un marco de vida, de una disciplina realista.
En su artículo de 1965, el P. Regamey15 escribe que el nuevo relanzamiento de los Institutos
religiosos “dependerá de la seriedad con la que se estimará o se desconocerá la puesta en
marcha de los medios”. Añade, además que “muchos temerarios (también maestros de
espíritu) acusan de búsqueda de sí la necesidad de recogimiento que se les manifiesta...” sin
tener en cuenta “que la vida religiosa debe ser una asimilación íntima a los misterios divinos,
para convertirse en epifanías de los mismos en este mundo” (p. 410).
El P. Dehon creyó que hacían falta “ejercicios”, una regla. Sólo una élite podría pasarse sin ello.
El P .Dehon ha creído en la virtud del silencio.
“El silencio, con la caridad y los tres votos constituyen la vida religiosa. Es un elemento
que llega al quinto rango” (Conferencia del 19 de diciembre de 1885).
“Hace falta una economía de nervios”, escribía en marzo de 1966, en La Vida espiritual un
autor. Nuestro equilibrio nervioso está amenazado y es necesario. Los pobres necesitan que se
les ayude (aunque sea a pesar de ellos) para conseguir su oración, su vida de oración. Sin
ascesis no hay vida interior.
IV. APOSTOLADO
Puede parecer extraño que el P .Fundador hable muy poco del apostolado en los primeros
años a sus discípulos. Él mismo y sus religiosos estaban completamente inmersos en los
primeros años. Lo que tenía que hacer era darle una base, una llama. Ha sido ésta una gran
parte de su inquietud, la de poder formar más a sus hijos. “Varias obras ocupan mi espíritu:
enseñanza, círculo obrero, diario, misión, pero la más grande de mis obras, la más fecunda
para la Iglesia, debe ser la obra sacerdotal, la obra de reparación al Sagrado Corazón y de
entrega al clero” (NQT, 9 de noviembre de 1886).
En su espíritu, la adoración eucarística era una estación delante de Cristo en espíritu de
ofrenda en favor de nuestros hermanos los sacerdotes sobre todo.
14
Daniélou, L’oraisonproblèmepolitique, Paris, Fayard 1965.
15
“La consagración religiosa”: Vie Spirituelle, Suppl. 1965, 392.
8. Él soñó en el Reinado social de Cristo. Dijo que para eso había fundado la Revista El Reino del
Corazón de Jesús... (NQT, 10 mayo de 1888). Quiso educar el sentido social de los sacerdotes
en los famosos Congresos eclesiásticos16. Ha sido el confidente de muchísimos sacerdotes para
levantarlos, y animarlos.
Por la expresión “Reino Social de Cristo” hay que entender sin duda “el acceso de los pobres,
de las masas, a Nuestro Señor”.
Como escribió el Padre Daniélou: “La pertenencia al cristianismo pide una fuerza de carácter
de la que la mayoría de los hombres no son capaces” (p.12). Hace falta “cuadros sociales”,
“estructuras culturales”. Esa fue la razón de la actividad social del P.Fundador.
De esta manera él pensaba hacer obra de reparación: hacer amar "el Amor que no es amado".
V. TEXTOS DE LAS CONSTITUCIONES
Existen siete ediciones de Constituciones hasta el presente. Hay que notar que han ido
haciéndose cada vez más esqueléticas, hasta llegar a la forma actual.
No mirando más que los números 2 y 3 de las Constituciones actuales, se señala en demasía un
aspecto cultual (al Sagrado Corazón) y devocional. Las primeras Constituciones, un poco
prolijas, tenían por lo menos la ventaja de evocar una vida espiritual profunda. Nuestra
vocación desborda seguramente el hecho de honrar al Corazón de Jesús.
16
René Rémond, Los dos Congresos eclesiásticos de Reims y de Bourges, París, Sirey.
9. BIBLIOGRAFÍA
Hay que conceder la máxima importancia al Directorio Espiritual en su edición revisada y
aumentada de 1919 (Louvain, F.Ceuterick 1919).
TEXTOS UTILIZADOS (Manuscritos)
- Capítulos primeros de las Constituciones de los Oblatos delCorazón de Jesús (O.C.J.)
(litografía).
- Cinco Cuadernos que contienen las “Conferencias y Sermones” (título a mano del
Fundador): notas de un novicio en las conferencias del Fundador en noviembre de
1879 a octubre de 1881 (Archivos de la Postulación).
- Un cuaderno que lleva por título: “Notas sobre las conferencias de nuestro P.General”
(octubre de 1885 a marzo de 1886).Escritos también a mano por el P.Fundador.
- Manuscritos del Fundador que llevan por título: “La voied'Amour” (dos cuadernos).
- Diversos retiros: los de Braine, Moulin y de renovación...
- Notas cotidianas: 1886-1888.
N.B.:Estas notas tienen tan sólo un carácter limitado. No pretenden dar una vista completa de
la orientación espiritual del Fundador.