La Tierra recibe calor del Sol y también posee calor interno generado por la desintegración radiactiva en su interior y por el impacto de cuerpos celestes. Este calor interno causa las altas temperaturas y presiones en el interior de la Tierra y es responsable de fenómenos geológicos como los volcanes, terremotos, el movimiento de los continentes y la formación de cordilleras. El movimiento de las placas tectónicas, impulsado por el calor del manto, es lo que ha hecho que los continentes se separen del