1. La Montaña, 20 de enero de 2014.
“Dos Halcones”
La Frase del día:“Mírate en un espejo y mírate a ti mismo, si no
necesitas el espejo, mira lo que llevas dentro de ti y recuerda que no hay
nadie como tú, ¡eres el mejor y serás siempre el mejor!
¡Feliz Domingo mis semillas!
Que los rayos del astro Sol os acaricien que os abracen y que os
den tooodo ese calorcito tan agradable, sobre todo para los países de
Europa que estamos aún con el frío, pero que den alegría a todo América
que están con ese calor inmenso y disfrutando de sus playas.
Érase una vez un Rey que le habían regalado dos pequeños
halcones, estuvo muy contento, era un regalo imperial. Los halcones sabéis
que sirven para la caza, antes se utilizaban
mucho, entonces los dio a su maestro de cetrería
para que los entrenara. Pasados unos meses el
instructor comunicó al Rey: “Un halcón está bien
educado, vuela, caza y vuelve siempre a su nido,
pero el otro está subido en una rama del árbol y
de ahí no baja, ni se mueve; lo hemos observado y tenemos que llevarle la
comida porque no quiere bajar, ni hace ningún movimiento”.
El Rey estaba muy preocupado y mandó llamar a todos sus
curanderos, a todos los sabios, tooodo aquel que podría darle una
respuesta y una solución. Nadie llegó a encontrar el por qué ese halcón no
se podía mover. Lo llamaban, estuvieron sin darle de comer, pero no se
movía.
El monarca muy triste, ya no sabía qué hacer.
Preocupado porque desde su ventana contemplaba que
siempre estaba inmóvil. Pidió a todos sus súbditos y a
gente de ciudades,que vinieran a darle un consejo o si
podían ayudarle. Y de pronto, sentado en su mesa miró
el árbol y no vio su halcón, mirando en el cielo su
2. halcón estaba volando alegre, sin parar ¡era un baile!
El Rey salió corriendo de alegría y preguntó ¡¿Qué hicisteis, quién
ha hecho volar a mi halcón, cómo lo hicisteis, ha sido un mago?! Preguntó
muy fuerte, con ansiedad, entre lo feliz que estaba y la alegría que tenía de
ver por fin al halcón volar.
Los soldados le trajeron un hombre que vivía en la misma ciudad y
le dijo: “Decidme, ¿Qué habéis hecho, cómo
habéis podido hacer ese milagro?”. El hombre
muy intimidado, y muy contento le dijo:
“Bueno, no fue tan difícil Majestad, solamente
tuve que cortar la rama”, “¡¿La rama?!”, “¡Sí
Majestad! el pájaro entonces se dio cuenta que
tenía alas y empezó a volar, desde entonces no
ha parado de volar. Majestad, lo realmente importante no es llegar a la
cima, sino saber mantenerse en ella”.
Mis semillas, por muy alto que estéis estrellas del firmamento y lo
sois, os repito como ese buen hombre: Lo importante es manteneros
siempre con los pies en el suelo y la cabeza en el cielo. Ese es el equilibrio
perfecto y cuando temáis de tomar una decisión, de dar una respuesta o
simplemente de Aceptar esa Responsabilidad que tenemos cada día, cortar
vuestra rama y ahí sabréis que tenéis alas, no solamente para volar, para
correr, para andar y realizar todo aquello que siempre os da miedo.
El miedo lo elegimos, el peligro existe, pero el miedo es opcional.
Echarle alas y ganar un día más y una lucha más, en todo lo que tengáis.
Si es vuestro caso que estáis en un hospital, ya sabéis, cortar esa rama que
es la cama y podréis salir por la ventana, luchar, nunca se sabe si sabes
nadar hasta que has tirado en el agua, es lo mismo que le pasó al pájaro.
¡Feliz Domingooo!
¡Ah! Creo que llevo un día de retraso, pero como ya hablamos de
la Luna, hoy hemos hablado del Sol, estáis en lo cierto es lunes.
¡Feliz Domingo!
Con todo mi amor
La Jardinera