"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
Homosexualidad y la biblia 2Homosexualidad y la biblia parte 2
1.
2. Los problemas humanos
Los tiempos que vivimos no dan la impresión que los progresos
recientes en el conocimiento han arrebatado a los seres humanos y
los han aplastado sin misericordia bajo la ruedas del progreso.
Pregúntale a tu padre hasta qué horas trabajaba a tu edad, y
compara.
En todo los lugares del mundo hay clamores de auxilio: Una madre
deprimida en Europa, el joven desorientado en África, el adolescente
atormentado en el Oriente, el padre desviado en América.
La mente humana es compleja, pero la Biblia dice:
Salmos 94: 17 – 19
“Si no me ayudara Jehová, Pronto moraría mi alma en el silencio.
Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Jehová, me
sustentaba. En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus
consolaciones alegraban mi alma”.
4. Creados a imagen de Dios
Génesis 1: 27 - 28
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a
imagen de Dios lo creó; varón y hembra
los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y
sojuzgadla, y señoread en los peces del
mar, en las aves de los cielos, y en todas
las bestias que se mueven sobre la tierra”
Eclesiastés 7:29
He aquí, solamente esto he hallado: que
Dios hizo al hombre recto, pero ellos
buscaron muchas perversiones.
5. Una creación para ser uno y sean fructificados
Génesis 2:18 – 25
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le
haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó, pues, de la
tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las
trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo
lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo
ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea
para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre
Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y
cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios
tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo
entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne
de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue
tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre,
y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”
6. Un corazón que se corrompió
Génesis 6: 5
“Y vio Jehová que la maldad de los
hombres era mucha en la tierra, y que todo
designio de los pensamientos del corazón
de ellos era de continuo solamente el mal”
Génesis 18: 20 – 21
“Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor
contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y
más, y el pecado de ellos se ha agravado en
extremo, descenderé ahora, y veré si han
consumado su obra según el clamor que ha
venido hasta mí; y si no, lo sabré”
7. Unos habitantes totalmente corrompidos
Génesis 19: 4 - 7
“Pero antes que se acostasen, rodearon la
casa los hombres de la ciudad, los varones
de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el
más joven hasta el más viejo. Y llamaron a
Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones
que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para
que los conozcamos. Entonces Lot salió a
ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y
dijo: Os ruego, hermanos míos, que no
hagáis tal maldad”
Juan 8: 7 - 9
“Y como insistieran en preguntarle, se
enderezó y les dijo: El que de vosotros esté
sin pecado sea el primero en arrojar la
piedra contra ella. E inclinándose de nuevo
hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
Pero ellos, al oír esto, acusados por su
conciencia, salían uno a uno, comenzando
desde los más viejos hasta los postreros; y
quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en
medio.”
8. Uno propósito mancillado
Levítico 18: 22
“No te echarás con varón como con mujer; es abominación”
Levítico 20:13
“Si alguno se ayuntare con varón como con mujer,
abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre
ellos será su sangre”
Deuteronomio 23: 17 - 18
“No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya
sodomita de entre los hijos de Israel. No traerás la paga de
una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu
Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu
Dios tanto lo uno como lo otro.
Abominación: Aborrecer, aversión,
que desagrada profundamente.
9. 1era. Corintios 6: 9 - 11
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No
erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los
afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los
avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores,
heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido
lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el
nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”.
Un pecado que Dios aborrece hasta hoy
1era. Timoteo 1: 9 - 11
“conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los
transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los
irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los
homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los
secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se
oponga a la sana doctrina, según el glorioso evangelio del Dios
bendito, que a mí me ha sido encomendado”
10. Isaías 3: 8 - 9
“Pues arruinada está Jerusalén, y Judá ha caído; porque
la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová
para irritar los ojos de su majestad. La apariencia de sus
rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma
publican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de
ellos! porque amontonaron mal para sí”.
Un pecado que poco a poco se expande
11. Romanos 13: 12 - 14
“La noche está avanzada, y se acerca el día.
Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y
vistámonos las armas de la luz. Andemos como
de día, honestamente; no en glotonerías y
borracheras, no en lujurias y lascivias, no en
contiendas y envidia, sino vestíos del Señor
Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la
carne”.
Un pecado que se origina en la lujuria
Lascivia: Propensión a los deleites carnales.
Apetito inmoderado de algo.
Lujuria: Vicio consistente en el uso ilícito o en el
apetito desordenado de los deleites carnales.
Exceso o demasía en algunas cosas.
12. Romanos 1: 22 - 32
“Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en
semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo
cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones,
de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de
Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es
bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun
sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo
también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia
unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí
mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a
Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;
estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de
envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores,
aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a
los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes
habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de
muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican”.
Una consecuencia de abrazar el pecado
13. 1era. Corintios 6: 9 - 11
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino
de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los
idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
que se echan con varones, ni los ladrones, ni los
avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los
estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto
erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya
habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el
Espíritu de nuestro Dios”.
Un pecado que Dios aborrece hasta hoy