Este documento explora la relación entre la lógica, el lenguaje, la ciencia y la vida cotidiana. Argumenta que tradicionalmente se han considerado esferas separadas, pero que en realidad están interconectadas. Examina cómo la enseñanza en la escuela y la naturaleza comunicativa de las disciplinas han contribuido a esta percepción de separación. Finalmente, plantea preguntas sobre cómo la escuela y la filosofía podrían ayudar a construir un conocimiento más democrático y conectado con la experiencia humana.
1. LÓGICA FORMAL
¿DE QUÉ MANERA LA LÓGICA EL LENGUAJE Y LA CIENCIA PUEDEN SERVIR EN MI
VIDA COTIDIANA?
PRESENTADO POR:
JAVIER DANILO MURCIA GONZÁLEZ
C.C 1026250719
LICENCIATURA EN FILOSOFÍA
PRESENTADO A:
IVANIA LUCÍA CAICEDO
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA
CEAD JOSÉ ACEVEDO Y GÓMEZ
BOGOTÁ MAYO 2018
2. ¿DE QUÉ MANERA LA LÓGICA EL LENGUAJE Y LA CIENCIA PUEDEN SERVIR
EN MI VIDA COTIDIANA?
La ciencia, la lógica y la investigación, tradicionalmente se han asumido como esferas
de conocimiento extremadamente desvinculadas o desarticuladas de la cotidianidad y la vida de
los seres humanos, concepción errónea obviamente, pero que representaciones sociales e
imaginarios sustentan dicha creencia, no obstante, se puede sospechar en la forma cómo la
ciencia, la filosofía y el conocimiento disciplinado ha permitido que se refuercen imaginarios que
rompen todo lazo visible entre saber y cotidianidad.
Teniendo en cuenta el anterior planteamiento, en el presente documento, se buscará
reflexionar sobre la relación entre lógica, conocimiento disciplinar y cotidianidad, bajo la
dinámica, de construir un breve acercamiento al porqué de la separación representacional en la
cotidianidad humana y buscar ciertas planteamientos y formulaciones que permitan esbozar un
camino hacia la edificación de un camino que conecte el saber y la vida.
¿POR QUÉ LA CIENCIA Y EL SABER DISCIPLINADO SE ASUMEN COMO ALGO
EXÓTICO Y DESVINCULADO DE LA VIDA?
Para realizar este diagnóstico y buscar ciertos elementos que den respuesta a la
formulación anterior, se hará una exploración a dos elementos: el primero relacionado con la
enseñanza como ejercicio fundante en el aprendizaje y construcción de conocimiento disciplinar
y segundo con la naturaleza comunicativa de las disciplinas.
3. La escuela ¿primer obstáculo en la conexión de conocimiento científico y vida?
Si asumimos que la escuela como aquella institución que legitima, “transmite” y bajo el
deber ser, posibilita ambientes de construcción de conocimiento multidisciplinar, entonces,
asistimos a un espacio físico, social y didáctico que debería propender porque las ciencias se
configuraran como formas de comprensión del mundo, no como formas de comportamiento
exóticas y destinadas a ciertas personas extraordinarias y con talentos “fuera de lo normal”.
Si bien este tipo de representaciones no son exclusivas de las escuelas, sino
corresponden a representaciones sociales que transitan en la sociedad, son reproducidas por la
escuela; para ejemplificar ello, simplemente se puede rememorar la dinámica que evidencia la
enseñanza de ciertas ciencias o disciplinas, como la química, la física, las matemáticas y
evidentemente la filosofía, pues tradicionalmente pareciera que hubiera una creencia en la que,
entre más abstracta, más compleja, más miedo infunda y más parecida a una lógica de memoria
lineal sea, más rigurosidad y mejores resultados produce en términos de aprendizaje escolar;
situación ampliamente debatida por la didáctica y corrientes educativas como el constructivismo.
Ahora bien, el segundo cuestionamiento tiene que ver con los resultados en términos de
aprendizaje que pueden producir las dinámicas anteriormente mencionadas, y se relaciona con la
cantidad de tiempo que el ser humano, al menos el colombiano(a), transita en la educación formal
escolar, casi 12 años, en las que se estudian disciplinas y formas de conocimiento, pero que bien
valdría la pregunta: al cabo de este 12 años ¿realmente qué aprendió el sujeto? Si se reflexiona
seriamente esta interrogante, el panorama se vuelve desolador, pues más allá de la lecto –
escritura y ciertas operaciones matemáticas, ¿qué otro saber o conocimiento realmente se
convierte en objeto de aprendizaje significante?
4. Las anteriores dinámicas de enseñanza, y si se quiere didácticas, se vinculan con la
concepción de conocimiento que circula en la escuela, dado que es común que se asuma como
mera información, y que consecuentemente, el maestro(a) se comprenda como un “transmisor(a)
de aquella. Dichas concepciones dificultan en gran medida el abordaje metodológico del
aprendizaje del conocimiento formal y disciplinar, pues se asume entonces, que por ejemplo, una
construcción como las leyes de la física, es una información que posee alguien que sabe y que
debe “dar” de forma acabada a alguien que no sabe; adicionalmente y más grave aún para la
presente reflexión, es que en la cotidianidad no son asumidas como saberes necesarios para
comprender la realidad.
¿Cuál es la imagen que proyecta la filosofía y la ciencia?
En este punto, es necesario ahondar sobre no cómo es percibido el conocimiento formal
y disciplinar por los sujetos, sino cómo estos se proyectan a sí mismos, dado que es necesario que
los saberes se expongan, construyan y sobre todo comuniquen de forma comprensible a los
sujetos; en este sentido, habría cierto y relativo acuerdo en la formulado por pensadores como
Rusell y Wittgenstein, es que como lo afirma Hereñú y Anselmino (2016) “es que el único
lenguaje con sentido e informativo es el de la ciencia natural, por lo tanto la misión de la filosofía
consistiría en la elucidación del lenguaje de dicha ciencia” (p. 3)
Si bien, no se asume una instrumentalización tajante de la filosofía en la ciencia, si se
contempla que la primera aporte, junto con las ciencias del lenguaje, herramientas de
comunicación y comprensión de dichas disciplinas, pues es bien sabido que la filosofía, puede
realizar una aproximación a las situaciones metacognitivas que se deriven de la construcción del
saber.
5. Dada esta situación, y quizás obviando la responsabilidad que tiene el sujeto en
términos de iniciativa para explorar, reflexionar y leer filosóficamente, las ciencias y sobre todo
la filosofía como puente comunicativo debe esforzarse porque su lenguaje sea comprensible a
todas las personas, y no sólo a una élite académica “privilegiada” y reducida.
Esta situación es fundamental porque entonces la ciencia y la filosofía no se configuran
como saberes para un grupo reducido, sino como una antesala de un conocimiento, incluso que
adquiere nociones democráticas, para todos(as); en este contexto entonces surge la interrogante
¿qué planteamientos iniciales o qué ruta puede plantearse para que el conocimiento sea realmente
popular y democrático?
Finalmente…. Algunas preguntas y planteamientos para la articulación democracia, ciencia
y cotidianidad
La motivación del presente documento giraba en torno a la reflexión sobre la relación
entre ciencias, filosofía y cotidianidad, sin embargo, por mi rol de maestro, considero que las
ideas que se plantean a continuación se orientarán hacia la escuela como primera institución que
motive y ambiente la construcción de saber disciplinar, dado que gran parte de mi cotidianidad
gira en torno a esta.
Las perspectivas que a continuación se presentan, se formularán en términos de
preguntas que puedan generan discusión en torno al lugar en que se sitúa las disciplinas con
relación a la cotidianidad y principalmente la vida:
6. ¿de qué forma la escuela y la universidad pueden contribuir a una radical transformación
de la comprensión del conocimiento, que oriente dicho ejercicio hacia una construcción
individual – ambiental del sujeto?
¿La filosofía en entornos escolares está reducida y “condenada” a la enseñanza en la
media académica?, o por el contrario ¿se puede contemplar la necesidad que la filosofía
sea un saber que se construya desde la básica primaria?
Si la filosofía entonces adquiere una connotación popular y democrática ¿cómo se puede
constituir como una herramienta lingüística y comunicativa que empodere los espacios
vitales del ser humano?
Finalmente, ¿cómo potenciar la filosofía y la ciencia a partir de la vida, sus sufrimientos,
sus alegrías y vivencias del ser humano?
7. BIBLIOGRAFÍA
Blanco, C. (2014). Lógica, ciencia y creatividad. Madrid, ES: Dykinson. Recuperado
de:http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/reader.action?ppg=1&docID=11002314&
tm=1487724099705
Henríquez, R (2009). Fundamentación del pensamiento científico moderno y los orígenes del
concepto cartesiano de lo mental. Revista de Filosofía vol.34. Universidad Complutense de
Madrid Recuperado
de:http://revistas.ucm.es/index.php/RESF/article/download/RESF0909220089A/8945
Hereñú, S. y Anselmino, R. ( 2016). Epistemología. La ciencia entre paréntesis. Colombia:
Recuperado de: http://hdl.handle.net/10596/7581
Moreno May, K. (2004). ENTRE LALOGICA, EL ENTENDIMIENTO Y EL LENGUAJE.
(Spanish). Universitas Philosophica, 21 (43), 99-121
Recuperado
de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2048/login?url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?di
rect=true&db=zbh&AN=26273958&lang=es&site=eds-live