El documento analiza el diseño del Museo Judío de Berlín por el arquitecto Daniel Libeskind. Libeskind buscó incorporar personas y direcciones reales de Berlínes judíos que ya no estaban presentes para capturar la historia viviente de la ciudad. El diseño zigzagueante del museo representa la ruptura de la continuidad judía tras el Holocausto. El exterior de zinc transmite frialdad y hostilidad, mientras que el interior caótico evoca el silencio dejado por el Holocausto pero también celebra la cultura judía-al