La hormiguita trabajadora recolectaba comida todos los días para almacenarla para el invierno, mientras que el escarabajo prefería descansar y jugar. Cuando llegó el invierno, la hormiguita tenía suficiente comida almacenada y podía cantar y bailar junto a su fogata, pero el escarabajo pasaba hambre y tuvo que pedirle comida a la hormiguita, quien se la negó porque no la había recolectado antes. El escarabajo aprendió la lección de que es importante trabajar duro y a