Las niñas demuestran que pueden conducir igual de bien que los niños
1. Las niñas conductoras
Érase una vez una pandilla de niños que conducían sus
todoterrenos por el campo a toda marcha. Un día unas niñas les
preguntaron si podían estar en su pandilla. Los niños les dijeron que
no porque las niñas no podían conducir como los niños. Después de
unos años, las niñas practicaron y practicaron, y conducían muy
bien. Las niñas, ya con unos años más, les
dijeron que si podían hacer una carrera. Los
niños aceptaron creídos de que iban a ganar. La
carrera empezó y los dos empezaron a correr. A
las chicas se les pinchó una goma y tuvieron que parar a repostar.
Los chicos muertos de risa a pocos metros de la meta. Las chicas
arreglaron la goma y salieron muy rápido. Los niño creídos de que
iban a ganar pararon a tomar unas chuches y refrescos. Las niñas
iban muy rápidas, pasaron por delante de los chicos y ganaron la
carrera. Los chicos se quedaron llorando y les pidieron a las chicas
que se pusieran en su grupo para participar en los torneos
nacionales de todoterrenos. Las niñas aceptaron y
demostraron a los niños que eran iguales
que ellos. Con este cuento quiero
demostrar que las niñas pueden hacer lo
mismo y ser iguales que los niños.