1. “La Tercera República ya ha dado a nuestra democracia lo esencial de
sus formas políticas. La obra no está acabada. Es hora de proceder a
una extensa reforma administrativa que acreciente las libertades
locales.
No permitiremos que se recorten las ventajas adquiridas por el
mundo del trabajo. Mantendremos la ley de ocho horas cuya
experiencia ha demostrado la flexibilidad, y que ha mejorado muy
profundamente la condición material y moral del asalariado (...).
Pero el agente esencial de la producción, obrero o campesino, tiene el
derecho de estar protegido contra el desempleo y la enfermedad, la
vejez y la invalidez. Queremos llevar adelante los seguros sociales (…),
y realizar para la democracia un estatuto de salud, de seguridad
familiar, de dignidad. No es posible concebir la liberación de los
trabajadores sin el desarrollo de la instrucción. Suprimiremos los
decretos que tienden a privar de la cultura general a los niños (…).
Un régimen democrático debe ofrecer el ejemplo del orden y de la
buena administración. ¿Cómo podemos, sin unas finanzas rigurosas,
llevar a cabo nuestro programa? Defendemos equilibrio. Como lo ha
solicitado con autoridad la comisión de finanzas del Senado,
reforzaremos el control de los gastos comprometidos; resueltos a
perseguir sin consideración a los defraudadores, de cuya mala fe son
víctimas todos los buenos ciudadanos, haremos del impuesto sobre la
renta, honradamente aplicado, la base de una fiscalidad
verdaderamente democrática (…).”
Programa de gobierno del "Cártel de la izquierda” expuesto por el
jefe del Gobierno, E. Herriot a la Cámara de Diputados francesa. 17
de junio de 1924.