Ii ciclo guias_cs_soc_modulo_n_2_epoca_contemporanea_y_siglo_xx-14-40
Trabajo de sociales
1. TRABAJO DE SOCIALES
INTEGRANTES:
JOEL DE LA HOZ CASTRO
MARA DIAZ GUTIERREZ
JESUS NIEBLES OLIVARES
BERTA MERCADO ARAUJO
PRESENTADO A LIC:
GLEVIS DURAN DITTA
7°A
INSTITUCION EDUCATIVA TECNICO COMERCIAL DE
SABANALARGA
2013
2. ELABSOLUTISMO
El absolutismo es un sistema de gobierno absoluto, en el cual el poder reside en
una única persona que manda sin rendir cuentas a un parlamento o la sociedad en
general. El absolutismo fue muy usual desde el siglo XVI hasta la primera mitad del
XIX, cuando diversas revoluciones lo derrocaron.
Si bien cualquier gobierno con total dominio de poder podría considerarse
absolutista, en el sentido claro del concepto se hace referencia a las monarquías
absolutas que gobernaron Europa entre los siglos XVI al XVIII.
Los orígenes del absolutismo tienen lugar en Francia, donde se desarrolló la teoría
del derecho divino del poder real. Esta postura supone que ciertas personas han
sido elegidas por Dios para ejercer el gobierno. Incluso, en las versiones más
radicalizadas, se considera al monarca como el propio Dios.
Bajo esta forma de gobierno, el rey es la ley, ya que es quien decide qué cosas y
cómo pueden hacerse. Las leyes son dictadas de acuerdo a sus intereses y a los de
la nobleza, que aconseja al rey aunque éste siempre tome la última decisión.
Por lo general, el rey absolutista mantiene un trato paternal con el pueblo, aunque
muestra su despotismo cada vez que es necesario.
El rey absolutista ocupa su trono de manera vitalicia. El poder es hereditario:
cuando muere el rey, su hijo ocupa su lugar.
El rey también maneja la iglesia, en especial su parte administrativa y lo
relacionado a las riquezas. Las cuestiones vinculadas a la fe y las creencias quedan
a cargo del clero.
3. Más allá de que el poder se centralice en una única persona, el régimen absolutista
cuenta con burócratas y funcionarios públicos que se encargan del correcto
funcionamiento del sistema, embajadores y delegados que firman tratados
comerciales y de guerra con otras regiones y un ejército que mantiene el orden.
CARACTERISTICAS DEL ABSOLUTISMO
Desde el siglo XVI, se consolido en parte de Europa el proceso de centralización
Política que dio origen a los estados absolutistas. Las principales características
fueron:
Los nobles perdieron el poder ante el rey, generándose mayor unidad territorial.
Se desarrollo un aparato administrativo permanente y especializado con miembros
de nobleza y la burguesía , para controlar los impuestos que ahora eran monopolio
estatal.
Se creo un ejercito permanente conformado principalmente por mercenarios
extranjeros.
Se unificaron los sistemas y unidades de medida mejor control de los recursos e
ingresos.
Se impulso la diplomacia , para conocer los intereses de los otros estados y
defender los propios de manera pacifica . también se aplico una política
mercantilista y se formentaron algunas manufacturas.
EVOLUCION
El absolutismo tuvo un largo proceso de evolución2 ligado al surgimiento de los
Estados modernos. Desde principios del siglo XV hasta la primera mitad del siglo
XVI existió una primera fase o período de absolutismo en formación, caracterizada
por la tendencia a la concentración progresiva del poder en manos del monarca,
aunque todavía existían unas limitaciones muy claras, especialmente el poder
religioso. La Iglesia era la rectora de la vida intelectual y moral; pero el Papado
había salido de su enfrentamiento con el Imperio y del Cisma de Occidente
sometido a un gran desprestigio, que (a pesar de, o precisamente a causa de los
esfuerzos por evitarlo de los papas renacentistas) explica en buena parte la
Reforma protestante y la reacción de la denominada Contrarreforma católica.
Incluso el naciente capitalismo comercial se veía sometido a limitaciones éticas en
4. torno a la legitimidad del préstamo con interés (pecado de usura) interiorizadas en
la preocupación moral de los mismos comerciantes y financieros.11
Las monarquías feudales, en un limitado número de casos (el reino de Portugal, la
Monarquía Católica -España-, el reino de Francia, el reino de Inglaterra) se habían
convertido en monarquías autoritarias, fortaleciéndose frente a la decadencia de
los poderes universales, y habían conseguido un alto grado de centralización del
poder en sus manos, haciendo surgir un nuevo espacio político, lo que se ha
denominado naciones-Estado de la Europa Occidental.
Frente al absolutismo pleno que caracteriza, al menos como pretensión, a las
monarquías de la Edad Moderna, surgieron todo tipo de resistencias y
contestaciones, incluso en la forma de revueltas o verdaderas revoluciones (la
Guerra de las Comunidades de Castilla, las alteraciones aragonesas y la crisis de
1640 en España -independencia de Portugal, revuelta de los catalanes, revuelta de
Masaniello-, la Fronda francesa, la Revolución inglesa, etc.).
El absolutismo real o maduro no llegó hasta la segunda mitad del siglo XVII, con el
reinado de Luis XIV en Francia.
Francia
La Francia en el siglo XV era un mosaico de regiones con distintas tradiciones,
privilegios y regímenes legales. La tendencia de la monarquía francesa a centralizar
el poder aparece sobre todo tras el fin de la Guerra de los cien años. Tras la
invasión inglesa y la derrota de la vieja nobleza en la batalla de Agincourt, su
prestigio queda seriamente dañado, algo que es aprovechado por los monarcas
franceses para incrementar su influencia y poder. Hasta entonces, los reyes de
Francia habían sido considerados como un primus inter pares por parte del resto
de la nobleza francesa, y su influencia real se limitaba a los territorios
patrimoniales de la casa Capeto, esto es, la Île de France. El primer monarca en
desarrollar la tendencia centralista fue Luis XI, que se sirvió de múltiples intrigas
para extender su autoridad por todos aquellos territorios que conformaban la
Francia del siglo XVI. Sus sucesores continuaron esta política, que pasó con reducir
la potestad de los nobles en sus señoríos jurisdiccionales y el desarrollo de una
administración centralizada. Sin embargo, esta tendencia chocaba con importantes
problemas de comunicaciones: comúnmente, las órdenes reales no llegaban en
tiempo y forma a todos los rincones de Francia, y por lo tanto el poder en los
señores locales se veía favorecido. El nombramiento de gobernadores locales y el
control férreo sobre el nombramiento de cargos públicos tendió a reducir la
influencia de los nobles locales a favor de la del Rey, aunque generó toda una casta
5. de nobles de toga que compraban cargos públicos para luego beneficiarse de ellos
a costa del Rey.
España
En España no fue la excepción. Los monarcas, buenos o malos, tenían poder
absoluto y sin limitaciones sobre todos los territorios que gobernaban.
En el caso del imperio español, bajo Carlos I de España y de Felipe II, el poder no se
ejercía de manera directa, sino que se nombraban virreyes que representaran al
soberano y en muchos casos el título de nobleza era solo un título. Bajo el
concepto de "razones de estado" se justificaron muchos abusos, había pocos
funcionarios, pues se sabía que un aparato estatal grande consume muchos
recursos, que el rey quería para su propio uso. Se utilizaba un sistema aduanero
muy estricto para controlar los ingresos e impuestos.
En la historia de España pueden distinguirse dos clases de absolutismo; el primero,
a imagen del que rigiera durante siglos en otros países europeos, se fundamentó
en la concepción presidencialista del poder; el segundo, que marca una línea
divisoria en el ámbito sociopolítico, se mostró permeable, a partir del siglo XVIII, a
las ideas de los pensadores ilustrados y adoptó modos políticos paternalistas que
fueron llamados despóticos. No obstante, esta influencia, no fue duradera y, a
partir de la Constitución liberal de 1812, determinó el carácter agitado y
sangriento del siglo XIX, y una alternancia violenta entre los gobiernos despóticos,
nostálgicos del absolutismo, y las frágiles tentativas de los gabinetes liberales o
constitucionalistas, que tendría su triste reflejo en la dinámica política del siglo XX:
entre 1923 y 1975, con el paréntesis de la II República y la Guerra Civil española
(1931-1939) dominaron la política del país dos largos regímenes absolutistas, las
dictaduras de Miguel Primo de Rivera (1923-1930) y Francisco Franco (1939-1975).
Prusia
Entre los estados alemanes , Prusia fue posicionándose como una importante
fuerza política y militar. En este territorio tenían gran importancia los
terratenientes o junkers, los los cuales fueron cediendo parte de su poder político
a Federico Guillermo de Brandemburgo (1620-1688) duque de Prusia este organizo
un disciplinado ejercito y creo un grupode administradores para la recolección de
los impuestos que sostenían sus actividades militares.