El documento discute los desafíos que enfrentan las empresas mineras peruanas relacionados a los riesgos operativos, incluyendo incidentes de seguridad, robos, incumplimientos de proveedores y problemas financieros de trabajadores. Sugiere que las empresas deberían monitorear periódicamente el riesgo financiero de sus trabajadores y proveedores usando una central de riesgos proactiva que realiza consultas diarias y alerta sobre cambios de riesgo, permitiendo anticipar problemas y tomar acciones correctivas.
La necesidad de la administracion del riesgo ( trabajo individual).
Anticipación a los riesgos en las operaciones mineras v3
1. Anticipación a los riesgos en las operaciones mineras
En una empresa minera, en alguna parte del Perú, tiene lugar un comité de gerencia en el que uno a uno
se va presentando algunos de los retos que cada área enfrenta.
El Gerente de Prevención de pérdidas, comenta sobre el alto número de incidentes que suceden.
Preocupado, ha encargado que se determine la causa de cada uno de ellos y se tabulen los resultados.
Para su sorpresa, solo un pequeño porcentaje de ellos se debe a impericia del trabajador. El principal
motivo ha sido la desatención del empleado y la raíz ha resultado ser la preocupación que tiene por
problemas personales con origen financiero. Una constante es el pequeño monto de esa preocupación
(pequeña para los volúmenes que maneja la mina). Estos incidentes causaron interrupción de la
operación, reprocesos, daños personales o pérdidas materiales muy costosas. El gerente se cuestiona
cómo podría haber anticipado estas situaciones.
A continuación, el Gerente de Seguridad comenta que pese a haber incrementado las medidas de control
y supervisión, aún no puede reducir significativamente el número de robos y pérdidas de activos de la
empresa y de sus trabajadores. Anticipando el cuestionamiento, el Gerente de Recursos Humanos se
apura en comentar que todos los trabajadores de la planilla pasan por un proceso muy estricto de
revisión de antecedentes policiales y financieros como paso previo a su incorporación.
Al otro lado de la mesa, el Gerente de Administración de Contratos (responsable de la intermediación
con proveedores y contratistas) comenta su preocupación por los incumplimientos en plazos, alcances y
calidad de muchos proveedores. Algunos de ellos simplemente “desaparecen” y todo ello retrasa los
proyectos en la mina. Además, algunos ni siquiera pagaron obligaciones laborales lo que resulta en
potenciales sanciones y multas por el carácter solidario de esta deuda. Vuelve a quedar sobre la mesa la
pregunta respecto a cómo anticiparse a estos casos.
En el Perú, y en el mundo, las empresas mineras gozan de una particularidad envidiable. La demanda
por sus productos es mayor a la oferta. Su principal reto es entonces optimizar la operación de manera
que permita extraer el máximo mineral con los menores costos operativos posibles. Además, sus
clientes se cuentan con los dedos de la mano por ser estos grandes traders internacionales que no
representan riesgos para la cobranza.
Como no todo lo que brilla es oro, la operación diaria supone retos tan variados y particulares que sin
duda sopesan aquellos beneficios exclusivos de su demanda y calidad de cartera. Uno de estos retos es
la administración de cientos o miles de trabajadores operando en áreas sumamente amplias y dispersas.
Un tema subyacente es que la mayoría de estos empleados suele ser contratistas que se encuentran
dentro de las planillas y supervisión de terceros.
2. No olvidemos también que cada persona tiene un mundo y una vida fuera de la empresa. Tenemos
gastos, obligaciones, emergencias, etc. que muchas veces, contra nuestra voluntad, termina por
complicarnos financieramente. Para algunos, estos suelen ser pequeños episodios de inestabilidad. En
cambio, para muchos otros, el desorden y el desconocimiento de alternativas los va llevando de mal en
peor hasta límites insospechados.Lo mismo le sucede a las empresas con el agregado de que a veces ese
deterioro es resultado de decisiones malintencionadas que afortunadamente tuvieron un mal
desenlace.
Por omisión o por convicción, es un hecho que las personas y las empresas suelen tener problemas
financieros que incrementan su riesgo, y al trabajar con ellos, las empresas mineras aumentan su riesgo
operativo también. Un uso estandarizado es la revisión de su situación al comienzo de toda relación
contractual, pero ¿qué pasa al día siguiente? El riesgo va cambiando y no hay nadie monitoreándolo. Es
por tanto, muy pertinente preguntarnos ¿cómo estamos mitigando estos riesgos?
Yendo al plano más simple, una empresa minera que quisiera anticipar este tipo de riesgos “debería”
monitorear a todos sus trabajadores y proveedores periódicamente. Especialmente a aquellos que
trabajan en las zonas de operaciones y a los que pertenecen a la planilla de contratistas. Dado que los
enredos y desenredos suceden todos los días, en el límite, este monitoreo “debería” ser diario. ¿Cómo
hacer este monitoreo? En la práctica tienen dos alternativas: hacer todos los días una consulta por cada
trabajador y proveedor a alguna de las centrales de riesgo tradicionales. Pueden imprimir cada consulta,
ordenarla por grupos, luego tabularlas, sumar y acumular los totales para finalmente analizarlas e
identificar los problemas. Sería bueno también identificar las diferencias y alertar a los responsables
para que tomen acción. Lo anterior es una alternativa, es tediosa, cara y por supuesto absolutamente
impráctica, la segunda opción es más simple: pueden contratar los servicios de una Central de riesgos
proactiva.
En una central proactiva, esta realiza automáticamente consultas diarias para cada uno de los
trabajadores, contratistas y proveedores de una empresa minera. Estas “consultas” masivas son
tabuladas, ordenadas y acumuladas diariamente para mostrar curvas de evolución de riesgo; y
sobretodo, identifica cualquier variación en el riesgo reportado y alerta a la, o las personas que sean
responsables de un trabajador, contratista o proveedor. De esta manera se puede anticipar los riesgos e
incluso, transformar un riesgo en una oportunidad. Si el trabajador o el proveedor son importantes y/o
estratégicos para la empresa, esta puede disponer de acciones especiales que lo ayuden a salir de esta
coyuntura y de esta manera tendrá a un proveedor agradecido o a un trabajador mucho más fidelizado
con la empresa.