La actitud postural correcta es importante para mantener el equilibrio y evitar efectos negativos en la columna. Una buena postura implica tener los hombros ligeramente hacia atrás, distribuir el peso uniformemente apoyando toda la planta de los pies, y mantener la cabeza erguida y levemente adelantada. Posturas incorrectas pueden tener consecuencias como dolor de espalda.