1. UN AMOR IMPOSIBLE
Erase una vez una princesa llamada Julia, hija del rey de Inglaterra, Julia aun lo había nacido
cuando su madre entró en una profunda enfermedad que poco después de su nacimiento la llevó a la
muerte, Julia quedó entonces huérfana de madre con tan solo unos días de vida, el padre Amadeo II
sufrió bastante la perdida de su queridísima esposa pero tuvo el valor de cuidar a su hija y enseñarle
los valores necesarios para vivir día a día en el reino de Inglaterra desde el más mínimo detalle.
Ahora Julia tiene ya 17 años, es casi mayor de edad y su padre es demasiado viejo como para seguir
gobernando Inglaterra así que con 85 años el rey Amadeo cede el trono a su hija Julia, esta acepta y
comienza a gobernar el país con muchísima madurez, tanta que incluso su padre quedó asombrado,
entonces Julia ordena a los guardianes de palacio que la dejen revisar las mazmorras ya que hacía
tiempo que escuchaba llorar y cantar a alguien diciendo no tener culpa de aquel crimen, cuando esta
entra en el calabozo del joven y guapísimo Juan de Calatrava, le pregunta que por que está ahí y
quien lo condenó, él le contesta que fue su padre Amadeo quien lo condenó a 15 años de prisión por
un crimen que no había cometido, entonces la recién nombrada reina mando revisar ese crimen con
lupa.
Esa noche el joven atado y mal cuidado en el calabozo no notaba el hambre ni la sed que tenía y ni
siquiera le molestaba esa gota que durante los dos años que llevaba allí había estado cayendo sobre
su espada ya oxidada (ruido de la gota en metal) sino que él se había enamorado a primera vista de
la guapísima y joven reina de Inglaterra. A la mañana siguiente la reina mandó a los guardias de
palacio que abandonaran la puerta de la mazmorra del joven y se sentó junto a él y le preguntó lo
siguiente:
Reina: ¿Es cierto eso de que estás aquí por equivocación joven?
Juan de Calatrava: Así es señora llevo aquí dos años por un crimen que no cometí ¡Por favor
ayúdeme a salir de aquí!
Reina: ¿Tienes familia?
Juan de Calatrava: No mi señora soy huérfano y perdí a mi amada en cuanto entré aquí.
Reina: Muy bien, creo que puedo hacer algo por usted pero me tiene que prometer que me será
siempre fiel.
Juan de Calatrava: Prometido queda señora.
Reina: Muy bien ahora levántate y lávate, debes venir conmigo.
Una vez lavado y bien vestido, el joven entra en la habitación de la reina y se dispone a hacer lo que
ella le mande.
Reina: Muy bien joven ¿sabe usted montar a caballo?
Juan de Calatrava: Sí señora.
Reina: Muy bien pues serás mi mensajero particular.
Juan de Calatrava: Oh, señora gracias por brindarme esta oportunidad, le seré fiel mensajero.
Reina: El primer mensaje que debes entregar no es un mensaje como otro cualquiera, es un mensaje
de verdadera importancia, es para el rey de las Españas, así que usted deberá de llevar esta carta
personalmente a caballo y en barco hacia el palacio de Don Juan Carlos II.
Juan de Calatrava: Muy bien señora me siento capaz de hacerlo ¡No le defraudaré!
El joven coge un caballo y se dispone a recorrer kilómetros y kilómetros para entregar ese mensaje
tan importante (ruido de un caballo) el joven al llegar al puerto para embarcar con su caballo le
piden para qué quiere cruzar el mar hasta las Españas, entonces Juan como buen mensajero real le
contesta que tiene un mensaje para el rey Don Juan Carlos II, pero esto al capitán de barco le parece
un tanto raro ya que el rey de las españas estaba al borde de la muerte y casi no podía leer y no le
2. dejó embarcar, Juan a la vuelta a palacio se encontró con las puertas cerradas y le ordenó a uno de
los guardias que le abriera.
Juan: eh tú ábreme soy el mensajero real de la reina de Inglaterra.
Guardia: La reina me acaba de dar una orden y esa orden es de que no lo deje entrar, lo siento
caballero pero usted debe abandonar estas tierras, tómeselo como una oportunidad de la reina.
Juan: ¡Por favor majestad asómese por la ventana y verá usted a un hombre luchando por no querer
ser abandonado en medio del bosque!
Narrador: Entonces la reina se asoma y dice:
Reina: No puedo hacerle caso, mi padre lo encerró en una mazmorra y yo no debería de haberlo
dejado salir, ahora usted es libre así que con la escusa de ese mensaje tan importante, quiero que
marche lejos de aquí y que galope a lomos de su caballo hasta el alba, una vez salido el sol quiero
que lea esa carta, ahora váyase.
Juan, llorando galopó a lomos de su caballo (ruido de un caballo galopando) hasta el alba como la
reina le había ordenado, entonces se bajó del caballo y se dispuso a leer ese mensaje que la reina
decía ser tan importante, en ese mensaje ponía:
Querido Juan no creas que esto es cosa de dos o tres días, si no que en cuanto te encarcelaron, cada
noche yo escuchaba tu dulce voz cantar y al mismo tiempo llorar, entonces yo te e ordenado que
abandones palacio por que en los dos años que has estado aquí te e estado amando en secreto y
espero que comprendas que una mujer de mi talla no puede estar casada con un campesino así que
no quiero volver a saber nada de ti, no vuelvas a palacio, te lo ordeno.
Entonces Juan no soportaba tanto dolor y colgó las arriendas del caballo en la rama de un árbol y
finalmente se ahorcó (ruido de una cadenilla y de unas correas de cuero).