1. El músculo liso está formado por fibras musculares lisas
que corresponden a células uninucleadas, delgadas y
aguzadas en los extremos, cuya longitud varía entre 20 y
500
Este tipo de músculo forma la porción contráctil de la pared de
diversos órganos tales como tubo digestivo y vasos sanguíneos ,
que requieren de una contracción lenta y sostenida. Las células se
organizan en grupos, formando haces, rodeados de tejido
conjuntivo fibroso que contiene vasos sanguíneos.
2. El núcleo de las fibras musculares lisas se ubica en el centro de la
fibra y los organelos citoplasmáticos tales como mitocondrias,
aparato de Golgi, retículo endoplásmico rugoso y ribosomas libres se
localizan, mayoritariamente, en la vecindad de los polos nucleares.
El resto del citoplasma está ocupado por abundantes miofilamentos
finos de actina, una proporción menor de miofilamentos gruesos de
miosina, y un citoesqueleto de filamentos intermedios formados por
desmina. Existen, también, numerosos cuerpos densos, estructuras
que anclan filamentos finos
3. Las fibras musculares lisas se disponen desplazadas una
respecto de la otra, de manera que el extremo delgado de
una fibra se ubica vecino a la parte ancha de la fibra
vecina. Esta disposición de las fibras y la localización del
núcleo en el centro, explica el aspecto del músculo liso en
corte transversal.
4. Las fibras musculares lisas están rodeadas por una lámina basal (lámina
externa) comparable a la lámina basal de los epitelios. Por fuera de la
lámina externa, se dispone una trama de fibras reticulares.
En sitios discretos, las células adyacentes están asociadas por uniones de
comunicación ("nexos"), de estructura y función similares a la explicada en
tejidos epiteliales.
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12. La clasificación funcional agrupa los vasos sanguíneos en las siguientes categorías:
1. Vaso de distribución: que incluye a las grandes arterias que soportan grandes presiones pero que
representa un pequeño volumen del sistema vascular. Estas arterias como la aorta y sus ramas,
poseen en su capa media con abundantes fibras elásticas (también llamadas arterias elásticas) lo
que permite atenuar el flujo intermitente del corazón, transformándolo en un flujo continuo pero
pulsátil.
2. Vasos de resistencia: están constituidos por arterias y arteriolas pequeñas en cuyas paredes existe
una mayor cantidad de músculo liso. Estos vasos pueden controlar el flujo sanguíneo hacia los
diferentes tejidos. Por ej.: provocando la contrición arteriolar para dejar con poca irrigación la piel
cuando nos exponemos a temperaturas frías; esto se evidencia en la palidez por frío. El tono
vascular de estas arterias genera una resistencia periférica al flujo sanguíneo siendo éste uno de los
factores que determina la presión arterial
13. 3. Vasos de intercambio: representados por los capilares, vasos de pared delgada, formados sólo por
el endotelio. A través de ellos ocurre la difusión y el intercambio con el medio extracelular. A este
nivel la presión capilar es muy baja y la velocidad del flujo es muy lento.
4. Vasos de reservorio: constituyen un territorio extenso de grandes venas de paredes muy delgadas,
donde la presión es muy baja. Al detenerse el flujo sanguíneo la sangre ocupa estos vasos
14. En la circulación general o mayor, la sangre cargada de oxígeno sale por la arteria aorta y da la vuelta a todo el
cuerpo antes de retornar al corazón a través de la vena cava . Hay un tabique interventricular y otro interatrial
o interauricular (entre las dos aurículas) que separan el corazón en dos mitades: izquierda y derecha. Gracias a
estos tabiques, dentro del corazón no se mezcla oxígeno.
La sangre que circula por las arteria es la sangre de vitaminas (alimento y oxigeno) está llega a las células y allí
las intercambia por residuos (Co2 y tóxicos) ahora y por las venas regresa al corazón:
• Desde la aurícula izquierda, la sangre oxigenada procedente de los pulmones va al ventrículo izquierdo, que
la impulsa por la arteria aorta a todo el organismo.
• La arteria aorta se va ramificando en arterias mas finas hasta convertirse en capilares que llevan la sangre
oxigenada a las células. Las células toman el oxígeno y eliminan el dióxido de carbono, que pasa a la sangre.
• Los capilares se van reuniendo en venas hasta formar las venas cavas, que llevan la sangre con dióxido de
carbono hasta la aurícula derecha, de vuelta al corazón.