El documento habla sobre cómo las tecnologías digitales y el trabajo remoto están cambiando la forma en que vivimos y diseñamos nuestras ciudades. Propone que los hogares se convertirán en centros de trabajo y actividades, lo que requerirá rediseñar la planificación urbana y zonificación. También sugiere que las relaciones sociales se redistribuirán a través de interacciones en línea, lo que podría revitalizar la vida local pero también profundizar las desigualdades entre comunidades.