2. Se trata de hechos ocurridos en un tiempo y en un lugar determinados, en cuya
exposición entra en funcionamiento la vivencia, el testimonio, y a veces la
imaginación del autor y sus recursos expresivos, para introducir elementos
personales, en ocasiones próximos a la narración de Ficción.
La Crónica es comunicación, exposición, historia. Una comunicación que debe
amoldarse a las características y exigencias que cada medio imponga. Queda
claro que una crónica que se realiza para Prensa Escrita, no es la misma que se
hace Radial o Audiovisual.
La Crónica también recoge todo lo que pasa en un lugar en torno a un tema. La
crónica exige la presencia del informador en el lugar de los hechos. La Crónica
requiere de la interpretación y valoración personal del periodista, o el hombre
audiovisual, que acude al lugar de los hechos para contarnos lo que observa.
3. La crónica tiene como fin el análisis y la valoración, es decir, se hace en ella un
uso frecuente de datos explicativos y estimativos.
La crónica es relato puro, es una exposición valorativa de hechos. Es esta
interpretación y valoración lo que la diferencian entre otros factores del
reportaje. En algunos tratados, se considera la crónica como un subgénero del
reportaje, pero es un grave error establecer esta subordinación al menos en los
medios audiovisuales.
En la crónica, los periodistas como testigos, deben dar su visión personal, sin
caer en engañarse a uno mismo. Puede que sea la visión mas subjetiva, pero la
crónica introduce este factor personal en su definición. Cuenta su versión, su
verdad, aunque no sea la verdad absoluta.
4.
5. El principal condicionante de la crónica audiovisual es el tiempo. El cronista de
antemano debe conocer la duración exacta para exponer un hecho con objeto de
que el contenido informativo este bien elaborado tanto en su conjunto como en
sus partes y con la adecuada unidad.
En casos excepcionales, la crónica supera los dos minutos. Manuel Piedahita de
Euro Televisión nos expresa que “lograr en dos minutos de imágenes y
presentarle lo esencial de un acontecimiento, es la misión, la tarea de un buen
cronista”
Luego de estos factores, lo demás se desarrolla según la personalidad y estilo del
cronista, pues este genero en lo audiovisual permite libertad de organización y
estilo.
6.
7. Estructura de pirámide invertida descendiente: Se parte del dato más
importante, del que motiva la crónica y luego se ofrecen los hechos y los datos
secundarios con las circunstancias de los antecedentes, causas y consecuencias
por orden de mayor importancia.
Estructura Piramidal o ascendente: Parte de la exposición de aspectos mas
insignificantes, y luego va incorporando los hechos mas importantes hasta
concluir con el esencial o motivador de la crónica.
Estructura de Pirámide Doble: Parte de uno de los datos o aspectos mas
importantes, y enlaza con otros de forma descendente según su interés. Al
concluir estos inicia la presentación de los relacionados con el segundo aspecto,
pero en lugar de presentarlos en sentido descendente, se hace a la inversa;
primeros los secundarios, y luego los mas importantes.
8. Estructura de la concepción Global: Inicia en una concepción global de los
hechos o aspectos de un hecho o una valoración e interpretación de los mismos.
Lo importante es la idea global que se plasma en la elaboración de la crónica en
un tronco común del que van saliendo, como ramas del árbol, los diversos datos,
aspectos o diversidad de hechos. La unidad en el trabajo, depende del hilo
central o conductor que recorre el tronco común. Esta estructura es la que mejor
permite hilvanar la valoración y el relato de los hechos.
9.
10. Admite un estilo personal dentro de las exigencias o condicionantes. Un estilo
directo que toque inmediatamente los hechos. La brevedad de la crónica obliga a
ser conciso, con poder de síntesis y que la presentación de datos, opiniones y
hechos se produzca de la manera mas concreta posible, consagrados en un
lenguaje que no permita los términos abstractos.
No se debe editorializar. Tampoco debe convertirse en el estilo de un comentario
personal. Debe recordar el cronista que su labor es la de exponer hechos.
Una buena crónica es la que capta la atención de la audiencia desde el primer
instante hasta el final, bien por la implicación del hecho que le descubre el
cronista o bien por el estilo comunicativo audiovisual que le proporciona. No
debe caerse en artificios con la búsqueda del denominado estilo ameno. El
cronista debe poseer un estilo audiovisual no escrito, es un informador
audiovisual, no un escritor. Su meta es la comunicación dialógica.