2. El desarrollo de la Guerra Civil
1.1.La guerra terrestre 1.3. La guerra aérea
1.1.1. En 1936 1.3.1 Los medios aéreos
1.1.2. En 1937 en el Estrecho de
1.1.3. En 1938 Gibraltar
1.1.4. En 1939
1.3.2 La campaña de
Extremadura
1.2. La guerra naval 1.3.3 La guerra aérea en la
1.2.1 El bloqueo del batalla de Madrid
Estrecho 1.3.4 La campaña del
1.2.2 La campaña del Norte
Cantábrico 1.3.5 Batalla de Brunete
1.2.3 Guerra naval en el 1.3.6 La guerra aérea en
Mediterráneo
Andalucía
1.2.4 Participación extranjera 1.3.7 La guerra aérea en el
en la guerra naval
Mediterráneo
1.3.8 Bombardeos sobre
poblaciones
4. Al fracasar el golpe de Estado y preverse una guerra de larga
duración, el primer problema con el que se enfrentan los
sublevados es un problema logístico. El Ejército de África está
en Marruecos, y debe pasar a la península, la flota republicana
En 1936
bloquea el estrecho de Gibraltar impidiendo su paso y el ejército
de Mola está escaso de municiones. Se pone en marcha
inmediatamente un puente aéreo, al principio sólo con medios
propios, y luego apoyado por aviones italianos y alemanes, entre
Marruecos y Sevilla. Con los pocos aviones de ataque y
bombardeo disponibles, se hostiga a la escuadra republicana en el
estrecho, permitiendo el paso de un primer convoy naval
prácticamente desprotegido entre Ceuta y Algeciras, y se inicia la
Campaña de Extremadura para tratar de unir las dos zonas en
poder de los sublevados, lo que se consigue con la toma de
Badajoz a mediados de agosto de 1936, menos de un mes
después del alzamiento militar. La rapidez con que cayeron una
tras otra las poblaciones en el avance por Extremadura y el Tajo
puede atribuirse al avance del Ejército de África de Franco.
Una vez unidas las dos fuerzas, se inicia el avance sobre Madrid,
como intento de subsanar la contienda lo antes posible. En esta
serie de acciones, pasó a la mitología de la guerra la liberación de
los rebeldes asediados en el Alcázar de Toledo el 28 de
septiembre, que bajo el mando del coronel José Moscardó
soportaban los ataques republicanos desde el 22 de julio; al
recibir Moscardó a Varela (encabezando al Ejército de África)
éste le dijo la famosa frase: Mi general, sin novedad en el Alcázar.
Franco ordenó desviarse hacia Toledo en contra de la opinión de
sus consejeros que le recomendaron tomar Madrid; hoy en día
hay quienes piensan que de haber tomado Madrid de inmediato
la guerra se habría acortado sustancialmente de no haberse
liberado el Alcázar toledano, pues de todos modos las tropas
sitiadoras tenían que defender a la capital, pero el hecho levantó
la moral franquista. El 8 de noviembre empieza la Batalla de
Madrid pero los rebeldes no logran su objetivo (la toma de la
capital), estabilizándose el frente el día 23.
Por otra parte, el Gobierno de la República pasa sucesivamente
de las manos de Santiago Casares Quiroga, quien dimite tras el
alzamiento, a las de Diego Martínez Barrio, que ni siquiera jura el
cargo. Tras él llegan José Giral, dirigente de Izquierda
Republicana, y el miembro del PSOE Francisco Largo Caballero.
En el norte, las tropas nacionales toman Irún el 5 de septiembre
y San Sebastián el 13 de septiembre, quedando el norte
republicano rodeado por tierra por los nacionalistas. El 17 de
octubre se rompe el cerco de Oviedo.
5. En torno a Madrid se producen diferentes ofensivas y
batallas, tratando un bando de aislar Madrid y el otro
de aliviar la presión sobre la capital. Son la batalla del
Jarama, del 6 al 24 de febrero, la batalla de Guadalajara,
con victoria republicana gracias a los planes de
ofensiva de José Miaja contra las tropas italianas, del 8
al 18 de marzo; y la batalla de Brunete del 6 al 26 de
En 1937
julio, con victoria de los nacionales. Las dos primeras
son iniciativas de los sublevados y la tercera de los
republicanos. Ninguna consigue su objetivo.
Pese a que Largo Caballero mejoró la coordinación del
Ejército republicano, fue incapaz de contener las
disputas entre las formaciones políticas de la coalición
gubernamental (que incluía pensamientos tan distantes
como el socialismo, el comunismo, el republicanismo
burgués, el nacionalismo regional y, unos meses
después, el anarquismo) y, por tanto, fue sustituido por
Juan Negrín, sobre el que pronto cayó la acusación de
estar dominado por los comunistas.
En el frente de Aragón, la República inicia a finales de
agosto una ofensiva en Belchite, para intentar aliviar la
presión en el frente del norte. Casi al mismo tiempo,
los nacionales rompen en el norte el llamado Cinturón
de Hierro y ocupan Bilbao, Santander y finalmente, el
20 de octubre, Gijón, poniendo fin al frente norte. Los
prisioneros del Frente Norte fueron recluidos en el
campo de Miranda de Ebro.
En el sur, toman Málaga el 8 de febrero,
estabilizándose el frente en la provincia de Almería. Al
finalizar el año, la República toma la iniciativa y
comienza la batalla de Teruel siguiendo los planes del
general Vicente Rojo.
6. Continúa la batalla de Teruel, que es tomado el
8 de enero por los republicanos y vuelto a
recuperar el 20 de febrero por los nacionales.
En el Gobierno de la República, Negrín se hace
además con el ministerio de la Defensa
Nacional, sustituyendo a Indalecio Prieto, y
propone a los insurrectos los 13 puntos de
En 1938
Negrín como acuerdo de paz, para restablecer
una democracia consensuada sobre principios
alejados del conflicto bélico.
El 7 de marzo se inicia la ofensiva de Aragón
por parte de los nacionales, con el firme
propósito de dividir en dos la zona republicana.
Se realizó en 3 fases, con uso intensivo de
tácticas modernas con medios motorizados y
aviación (es probable que en el Bajo Aragón se
ensayara por primera vez la Blitzkrieg o guerra
relámpago alemana). Alcañiz es bombardeado el
3 de marzo, y tomado poco después, Caspe cae
el 17 de marzo y Lérida el 3 de abril.
Las tropas de Franco toman Vinaroz el 15 de
abril, partiendo finalmente en dos la España
republicana. La República contraataca el 24 de
julio mediante la batalla del Ebro, que se
convierte en una dura guerra de desgaste para
ambos bandos y termina el 16 de noviembre
con la retirada republicana. A partir de este
momento, la ruta de acceso a Cataluña queda
despejada. El 23 de diciembre se inicia la
Ofensiva de Cataluña.
7. Se precipitan los acontecimientos,
cayendo Barcelona el 26 de enero y Gerona el 5
de febrero. En fechas sucesivas, las tropas
franquistas avanzan hacia la frontera francesa y
toman los pasos desde Puigcerdá hasta Portbou
(Gerona).
En las últimas Cortes republicanas, las de
Figueras, Negrín pide entre otras cosas que el
En 1939
pueblo pueda decidir sobre el futuro del
régimen, pero ante la inminencia de la victoria
los nacionales rechazan sus peticiones.
En Madrid, el Coronel Casado da un golpe de
Estado anticomunista en marzo, creándose el
Consejo Nacional de Defensa, mientras que
Juan Negrín y buena parte del Gobierno se
refugian en Elda y Petrer, en la llamada
«Posición Yuste».
La nueva institución se hace con el control de
Madrid tras un cruento enfrentamiento entre las
mismas tropas republicanas e inicia las
diligencias con el Gobierno de Burgos con el
objetivo de acordar la paz. Fracasadas estas, el
26 de marzo cae la ciudad. Y el Gobierno
republicano pierde rápidamente las últimas
capitales de provincia que mantenía: el 29 de
marzo Cuenca, Albacete, Ciudad Real, Jaén,
Almería y Murcia; el 30 de marzo Valencia y
Alicante, y el 31 de marzo cae el último bastión
republicano, la ciudad de Cartagena.
8. 1.2. La guerra naval
El bloqueo del Estrecho
La campaña del Cantábrico
Guerra naval en el Mediterráneo
Participación extranjera en la guerra
naval
9. El bloqueo del Estrecho
La escuadra republicana, consciente de que debe impedir el
paso del Ejército de África a la península, bloquea el estrecho de
Gibraltar, siendo hostigada por unos pocos aviones nacionales.
Sólo consigue pasar un pequeño convoy con unos mil hombres,
lo que se interpreta desde el bando franquista como un gran
éxito. Pero ante el avance de los nacionales en el Norte de
España, la República decide enviar la Escuadra, salvo dos
destructores que quedan a cargo del bloqueo del Estrecho, al
frente Norte, consiguiendo así ayudar a las operaciones terrestres
y retrasar el avance de los sublevados, al impedirles avanzar por
la costa. Pero este alivio en el frente norte es fatal para la
República, ya que los cruceros Canarias y Cervera acuden al
Estrecho, y el 29 de septiembre de 1936 hunden uno de los
destructores, el Almirante Ferrándiz, de la clase Churruca
después de inutilizar una de las calderas con un tiro casi
imposible (la tercera salva a 20 km) y hacen huir al otro, el
Gravina, que se refugia en Casablanca, dejando libre el paso al
Ejército de África.
10. La campaña del Cantábrico
En septiembre, la República decide enviar al Cantábrico al acorazado Jaime I, dos cruceros, seis destructores y cinco submarinos, dejando en el Estrecho
sólo dos destructores y un submarino.
El 24 de septiembre, la Escuadra republicana llega al Cantábrico y paraliza o retrasa las operaciones en tierra de los sublevados. Impide las operaciones
en Guipúzcoa y retrasa el avance de las columnas gallegas hacia Oviedo, obligándoles a ir por el interior.
Su superioridad es absoluta, y durante la estancia de la flota republicana en el Cantábrico, no hay actividad en el mismo de la marina rebelde. Pero este
triunfo relativo permite, al tener abandonado el bloqueo del Estrecho de Gibraltar, el paso del grueso de las tropas de África a la península.
El 13 de octubre de 1936, el grueso de la escuadra republicana vuelve al Mediterráneo.
Las acciones navales en el bando sublevado el resto del año 1936 se limitan a las protagonizadas por el España, el Velasco, los bous y algunos mercantes
armados por el bando sublevado, dedicándose al bloqueo, a minar los puertos republicanos y al bombardeo de costa. La República sólo había dejado en
el Cantábrico al destructor José Luis Díez (conocido en Bilbao por «Pepe el del puerto», por lo poco que salía a navegar) y los submarinos C-2 y C-5.
El Gobierno vasco, nacionalistas aliados al bando republicano, crea la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi,43 al mando de Joaquín Eguía, con algunos
bous armados (cuatro bacaladeros con cañones de 101,6 mm), nueve bous en misión de dragaminas y hasta 24 pesqueros pequeños más como
dragaminas costeros o de puerto. Estas unidades del Gobierno nacionalista vasco, a diferencia de las unidades aliadas republicanas, demuestran un alto
grado de preparación y espíritu combativo, interceptando mercantes alemanes con cargamento para los franquistas y llegando a enfrentarse al Velasco el
15 de noviembre de 1936.
Se cierra el año con la desaparición del submarino C5.
En el año 1937, la misión de la flota rebelde es apoyar las operaciones de tierra encaminadas a terminar con el frente Norte, bloqueando y minando los
puertos del Cantábrico para evitar el aprovisionamiento de las fuerzas republicanas y apoyar con fuego naval el avance de las tropas de tierra.
Intervinieron con base principal en Ferrol, apoyándose en Pasajes, Bilbao y Santander, a medida que iban siendo conquistadas.
Participaron el España, el Velasco, los minadores de clase Júpiter Vulcano y Júpiter, tres mercantes armados y unas flotillas de bous. Esporádicamente
se incorporaron los cruceros Canarias y Almirante Cervera.
La República reforzó sus fuerzas con el destructor Císcar y los submarinos C-6 y C-4. Pero se enfrenta con el problema de falta de mando único. Los
nacionalistas vascos no aceptan que sus buques sean mandados por la República. Esto, unido a la baja moral de las dotaciones republicanas, hace que los
nacionales tengan prácticamente el dominio del mar.
Las operaciones de bloqueo impuesto se vieron dificultadas por la Marina británica, que tenía en estas aguas al crucero de batalla HMS Hood, los
acorazados HMS Royal Oak y HMS Resolution, y varios cruceros y destructores que protegían a los mercantes británicos hasta aguas territoriales
españolas, con lo que llegaban con facilidad (sólo quedaban tres millas) a los puertos republicanos víveres y suministros militares. Esto permitió la
resistencia republicana al avance nacional, pese al relativo dominio del mar.
El 5 de marzo de 1937, el Canarias llega al Cantábrico y apresa al mercante Galdames, a la altura del cabo Machichaco. Para ello tuvo que enfrentarse a
los bous nacionalistas vascos que, pese su inferioridad manifiesta, le hicieron frente con gran valor y arrojo, siendo hundido uno de ellos (el Navarra) y
averiados los otros dos.
El 30 de abril, frente a Santander, el acorazado España se hunde tras tocar con una mina propia. La tripulación es rescatada por el Velasco.
Al finalizar la campaña del norte, la República había perdido al destructor Ciscar, hundido por la aviación en el puerto de Gijón, y al submarino C-6. Los
submarinos C-4 y C-2 se refugiaron en Francia, desde donde volvieron a manos republicanas a mediados de 1938, y el José Luis Díez se refugió en
Inglaterra, después en Francia y en agosto de 1938 intentó pasar al Mediterráneo camuflado como el destructor inglés HMS Grenville (D19), siendo
interceptado por el Canarias. Se refugió en Gibraltar, y en diciembre de 1938, al intentar unirse a la flota republicana, fue inutilizado por el minador
Vulcano.
11. Guerra naval en el Mediterráneo
En el Mediterráneo, la guerra naval se centró en el bloqueo de los puertos enemigos, la protección de convoyes, el
bombardeo de costa y el apoyo a operaciones terrestres.
El 20 de julio de 1936, el Libertad y varios destructores bombardean Ceuta, y el día 22 con el Cervantes, Algeciras y La
Línea.
El 5 de agosto, los nacionales hacen pasar un convoy con éxito a través del Estrecho. El día 7 de agosto de 1936, en
represalia por el convoy de dos días antes, el Libertad y el Jaime I bombardean Algeciras, donde hundieron al cañonero
Dato e inutilizaron al guardacostas Uad Kert y Cádiz.
En agosto de 1936, la Generalidad de Cataluña y el Comité Central de Milicias Antifascistas intentan recuperar Mallorca
enviando a un conglomerado de fuerzas de milicias, al mando del capitán de aviación Alberto Bayo, con el apoyo de
unidades de submarinos y de la Escuadra republicana basada en Tánger. El intento de toma de Mallorca, mal organizado y
peor dirigido, fue un rotundo fracaso, teniendo que retirarse después del fallido intento de desembarco en la isla por la costa
este.
El 12 de diciembre de 1936, el Canarias hundió el vapor soviético Konsomol frente a Orán, hundimiento que tuvo
repercusión internacional e hizo a los soviéticos más reticentes a utilizar sus mercantes en apoyo de los republicanos.
La flota franquista apoya el avance sobre Málaga, con bombardeos en la costa.
El 7 de septiembre de 1937, el crucero Baleares se encuentra con los cruceros republicanos Libertad, Méndez Núñez y
varios destructores escoltando un convoy frente al cabo Cherchel. Entabla combate y, pese a sufrir averías, obliga a los
buques de guerra republicanos a retirarse y a los mercantes del convoy a refugiarse en el puerto de Cherchell.
El 23 de abril de 1938, el Libertad, Jaime I, Méndez Núñez y algunos destructores republicanos bombardearon Málaga. El
25 de abril de 1937, el Canarias y el Baleares acosan a la escuadra republicana cuando entra en Cartagena tras bombardear
Málaga. Tras un corto intercambio de disparos, los cruceros nacionales se alejan para evitar a las baterías de costa (380 mm).
El 6 de marzo de 1938 es torpedeado y hundido el crucero Baleares, tras un encuentro nocturno de las dos escuadras en la
Batalla de Cabo Palos. Las escuadras se separan y los destructores ingleses HMS Boreas y HMS Kempenfelt acuden a
ayudar al salvamento de los náufragos. Rescatan a 435 hombres y desaparecen 786. Durante el salvamento, aviones
republicanos bombardean a los destructores ingleses, causándoles bajas (un muerto y cuatro heridos en el Boreas).
En enero de 1938, el Canarias bombardea Barcelona, y en febrero los cruceros nacionales bombardean diversos puertos de
la costa republicana y escoltan varios convoyes.
El 7 de marzo de 1939, se produce el hundimiento por parte de las defensas costeras de Cartagena, del buque mercante,
utilizado como transporte de tropas Castillo de Olite, convirtiéndose en el hundimiento de un solo buque con más víctimas
mortales de la historia de España: 1476 fallecidos.
12. Participación extranjera en la guerra naval
Hasta febrero del 38, la marina franquista tuvo un fuerte apoyo de la Armada Italiana, que
participa con cruceros auxiliares y submarinos en el bloqueo de los envíos de armamento
ruso. El escándalo producido al hundir por error un submarino italiano a un destructor
británico, hace que los italianos dejen de participar directamente, cediendo cuatro
«submarinos legionarios» y vendiendo cuatro destructores y dos submarinos a Franco.
Los alemanes enviaron dos submarinos al Mediterráneo en la conocida como Operación
Úrsula, hundiendo el U-34 al submarino republicano C3 frente a Málaga.
También aportaron cruceros, pero estos no intervinieron, salvo en el bombardeo de Almería
por el Admiral Scheer el 31 de mayo de 1937, efectuado en represalia por el ataque aéreo que
había sufrido el 28 de mayo de 1937 el acorazado de bolsillo Deutschland en Ibiza. Este
ataque fue efectuado probablemente por tripulaciones rusas, sin conocimiento por parte del
mando republicano. Pero el escándalo internacional que provocó hizo que la República dijese
que era un error y que se trataba de aviones republicanos que creían atacar al Canarias. El
bombardeo de Almería, que se había producido abiertamente (exhibiendo el pabellón
alemán), llegó a ser considerado como motivo para que la República declarara la guerra a
Alemania (posición defendida por el coronel Rojo e Indalecio Prieto, en búsqueda de la
generalización del conflicto a toda Europa), pero finalmente se impuso la postura contraria de
Negrín y Azaña.44
La aportación de la URSS fue mínima. Aportaron unos pocos mandos y especialistas a los
submarinos y a algún buque de superficie.
Francia y Gran Bretaña participaron con varias unidades para evitar el apresamiento de
buques propios por la flota nacional, siendo la participación francesa prácticamente
testimonial.
13. 1.2. La guerra aérea
Los medios aéreos en el Estrecho de
Gibraltar
La campaña de Extremadura
La guerra aérea en la batalla de Madrid
La campaña del Norte
Batalla de Brunete
La guerra aérea en Andalucía
La guerra aérea en el Mediterráneo
Bombardeos sobre poblaciones
14. Los medios aéreos en el Estrecho de Gibraltar
El 19 de julio, una vez que las tropas de Queipo de Llano dominan el aeropuerto de
Tablada, Kindelán organiza con tres aviones Fokker V.VII el primer puente aéreo de
la historia, llevando a pequeños grupos de legionarios (10 a 15 por vuelo) de Tetuán
a Tablada. Este puente aéreo se prolonga, ya con más medios, al haberse recibido
aviones de transporte italianos y alemanes, hasta finales de septiembre. Efectuó un
total de 677 vuelos y transportó 12.000 hombres con su material.
El 29 de julio llegan a Marruecos los primeros aviones alemanes e italianos. El envío
inicial es de 12 Savoia 81 italianos, de los que llegan 9, ya que tres se pierden en el
viaje desde Italia, 20 Junkers 52 (transporte y bombardeo) y 6 Heinkel 51 (cazas) por
parte alemana. Hitler manifiesta que presta esta ayuda a Franco, no a los sublevados.
El 5 de agosto, cinco bombarderos Savoia 81 consiguen alejar del Estrecho a la
escuadra republicana, permitiendo el paso de un convoy con unos 1.000 hombres y
sus pertrechos.
Participan en la campaña aérea para impedir el bloqueo del Estrecho por la Flota
Republicana 8 Savoia 81 y 9 Junkers.
Las operaciones aéreas en el Estrecho se pueden considerar terminadas en octubre
de 1936, cuando la flota de Franco consigue el dominio del Estrecho.
15. La campaña de Extremadura
Con los aviones que la República compró a
Francia, André Malraux forma la Escuadrilla España y
pasa a actuar en Extremadura. Al principio obtiene
éxitos relativos, retrasando a las tropas nacionalistas en
su avance para unir las dos zonas sublevadas. A
mediados de agosto de 1936, al recibirse en el bando
sublevado los cazas italianos Fiat, estos empiezan a
apoyar el avance en Extremadura, proporcionando a las
tropas sublevadas el dominio del aire e impidiendo la
actuación de la aviación republicana.
16. La guerra aérea en la batalla de Madrid
El 23 y 25 de agosto de 1936, los nacionalistas bombardean los aeropuertos de Getafe y Cuatro Vientos, y a partir del
27, empiezan a bombardear Madrid. Este es el primer bombardeo de este tipo, en el que se fuerza a la población civil a
vivir pendiente de las alarmas aéreas, no encender luces de noche, etc., situación que después sufrirían muchas ciudades
europeas en la Segunda Guerra Mundial.[cita requerida]
Aviones republicanos bombardean el Alcázar de Toledo, y un avión Junker alemán lanza sobre el Alcázar alimentos y
dos cartas de ánimo, una de Mola y otra de Franco.
En octubre de 1936 llegan a Cartagena los primeros aviones rusos y dan un vuelco a la situación. Los Chatos y los
Moscas proporcionan a la República la superioridad aérea y hacen que Franco se replantee sus planes del asalto
definitivo a la capital.
Del 23 al 30 de octubre, aumenta el ritmo de los bombardeos por Junkers Ju 52. El 4 de noviembre empiezan a actuar
los Chatos y dispersan a los Fiat que escoltaban a los Ju 52 que iban a bombardear Madrid. En los primeros días
derriban seis aviones.
El 13 de noviembre se enfrentan 14 Fiat CR.42 contra 13 Chatos sobre el cielo de Madrid. Combaten sobre el paseo de
Rosales y, pese a su mayor velocidad, los aviones rusos no consiguen eliminar del cielo a los aviones rebeldes.
Los aviones de la Legión Cóndor, en su primera intervención, apoyan el avance de Varela y Asensio, consiguiendo así
Asensio pasar el Manzanares y ocupar parte de la Ciudad Universitaria.
El 20 de noviembre de 1936 se da por terminada la primera ofensiva sobre Madrid, aunque continúan los bombardeos
aéreos y artilleros sobre la capital.
En febrero de 1937, en la batalla del Jarama, los Chatos rusos impiden los ataques de los Ju52 alemanes. La República
tiene el dominio del aire. Pero el 18 de febrero, tras un combate aéreo dirigido por Joaquín García-Morato al frente de
la Patrulla Azul, los nacionales recuperan el dominio del aire. En un combate entre Fiat y Chatos, pese a su menor
velocidad, los Fiat derriban a ocho Chatos. A partir de este momento, los rusos, por precaución, deciden no enviar más
Chatos a la batalla del Jarama.
El 8 de marzo, en la batalla de Guadalajara, los aeropuertos de fortuna de los nacionales están embarrados debido a las
fuertes lluvias y no permiten que despegue la aviación. Los republicanos tienen el dominio del aire y hostigan a las
fuerzas italianas, empleando los aviones incluso para la guerra psicológica, bombardeando a las tropas con pasquines
que les invitan a desertar. El día 12, la aviación apoya el avance de las tropas republicanas.
17. La campaña del Norte
En agosto de 1936, Junkers alemanes bombardean Irún y San Sebastián.
El 27 de diciembre de 1936 18 aviones rebeldes bombardean el Barrio Obrero de Santander y otros puntos de la ciudad, produciendo unos
70 muertos y 50 heridos entre población civil inocente. La réplica no se hizo esperar y ese mismo día eran asesinados 156 presos del barco-
prisión «Alfonso Pérez», surto en la dársena de Maliaño. Ya con anterioridad la ciudad había sido bombardeada.
El 4 de enero de 1937, Ju52 de la Legión Cóndor bombardean Bilbao. Dos son derribados, y uno de los pilotos, linchado. Se produce una
revuelta popular que asalta las cárceles, asesinando a más de 200 prisioneros políticos. La revuelta, apoyada por un batallón de milicias de
UGT, es reprimida por la fuerza de las armas de los gudaris, que consiguen así salvar la vida de parte de los prisioneros políticos.
El 22 de marzo de 1937, los nacionales concentran su aviación en el frente norte. Se reúnen en Vitoria 80 aviones alemanes y 70 italianos.
El 31 de marzo, los alemanes bombardean Durango, causando 127 muertos (según Hugh Thomas 258, o 500 según otras fuentes). Este es,
en el frente norte, el primer bombardeo aéreo a una ciudad indefensa.
Hasta el 4 de abril, de 40 a 50 aviones bombardean diariamente Ochandiano.
El 20 de abril empieza el avance de los nacionales en Vizcaya, precedido por bombardeo aéreo y artillero.
El 26 de abril, la Legión Cóndor bombardea Guernica. El resultado es de unos 1.000 muertos (150 a 1.600 según fuentes), el 70% de las
casas destruidas y el 20% dañadas. Se estima que se lanzaron unos 50.000 kg de bombas desde 43 aviones. Los cazas Messerschmitt-109, en
vuelo rasante, ametrallaron a los que huían del pueblo.
El 30 de abril la aviación republicana ataca al acorazado España y al destructor Velasco tratando de dificultar el rescate por parte del
destructor rebelde de la marinería del acorazado, que se iba a pique frente a las costas de Santander.
En mayo la Legión Cóndor bombardea los bosques con bombas incendiarias, para obligar a retirarse a los republicanos.
A partir del 22 de mayo, la República envía a los aeropuertos vascos, atravesando el territorio en poder de Franco, unos 50 Moscas, Chatos y
Katiuskas, de los que se pierden 5.
El 11 y 12 de junio se producen bombardeos masivos sobre el Cinturón de Hierro de Bilbao, previos al ataque artillero y al avance de las
tropas.
El 14 de junio la caza efectúa ataques rasantes sobre la carretera de Bilbao a Santander, atacando al personal nacionalista y republicano que
huye de Bilbao.
El 6 de agosto la aviación republicana pierde 12 cazas en una batalla aérea sobre Torrelavega (Cantabria).
La Legión Cóndor deja el frente norte para apoyar a las tropas en Brunete.
Continúa el avance de los nacionales por Santander hacia Asturias, con el apoyo de unos 250 aviones, pese a la ausencia de la Legión
Cóndor.
Ya en Asturias, reincorporados los alemanes, estos estrenan tácticas de bombardeo masivo sobre las tropas asturianas (Asturias se había
proclamado independiente el 28 de agosto). No hay indicios de aviación asturiana.
El 21 de octubre, aviones franquistas hunden al destructor Ciscar en el puerto de Gijón.
18. Batalla de Brunete
El 18 de julio de 1937, la Legión Cóndor derriba
21 aparatos republicanos, volviendo a dar a los
nacionales el dominio del aire.
Ente el 19 y el 22 de julio, la República pierde
unos 100 aviones, y los nacionales 23.
19. La guerra aérea en Andalucía
En agosto de 1936, Savoia italianos hostigan a las tropas republicanas que pretenden
recuperar Córdoba.
El 29 de octubre de 1936, una escuadrilla de Katiuska rusos bombardea Sevilla.
El 8 de febrero de 1937, aviones nacionales atacan a las tropas que se retiran
de Málaga. En su última actuación, la escuadrilla de Malraux protege esa retirada.
El 1 de abril de 1937, fue bombardeada la ciudad de Jaén por parte de la Legión
Cóndor, acción considerada el Guernica andaluz.
A primeros de abril de 1937 cae en manos republicanas el Santuario de la Virgen de la
Cabeza, en la provincia de Jaén. Durante su asedio fue aprovisionado por aire,
habiendo recibido unas 70 toneladas de alimentos desde Córdoba y unas 80 desde
Sevilla. Los nacionales empleaban para el aprovisionamiento técnicas de bombardeo
en picado y, para el material delicado (como medicinas), la «técnica del pavo», que
consistía en lanzar en la vertical del santuario un pavo vivo al que se le ataba el material
delicado.
El 7 de noviembre de 1938 es bombardeada la ciudad de Cabra acción considerada
el Guernica republicano.
20. La guerra aérea en el Mediterráneo
El 5 de noviembre de 1936 es bombardeada por primera vez Alicante y volvería a serlo el día 28 durante
8 horas.
El 25 de noviembre de 1936, aviones alemanes de la Legión Cóndor efectúan un bombardeo nocturno
sobre Cartagena.
En enero de 1938 y como represalia a varios ataques republicanos, nueve Savoia 79 de la Aviación
Legionaria italiana basados en Palma de Mallorca bombardean Barcelona, en un ataque masivo de unos
pocos minutos de duración, que produce 150 muertos y 500 heridos, todos civiles.
Desde el 16 hasta el 18 de marzo de 1938, durante la ofensiva sobre Cataluña y Levante, Heinkel
«Zapatones», bombardean a baja altura y baja velocidad el casco urbano de Barcelona en diecisiete
misiones separadas unas tres horas, dejando caer las bombas deliberadamente espaciadas. La población
civil empieza a huir de Barcelona. Según Hugh Thomas, hubo unos 1.300 muertos y 2.000 heridos.
Desde el primer día, García Lacalle, jefe de la caza, solicita el envío de I-16, y cuando consiguió que le
enviasen tan sólo cuatro «Chatos», los bombardeos cesaron.
En mayo de 1938 se reanudan los bombardeos sobre Barcelona y su provincia, Valencia y Alicante.
Especialmente duros fueron los bombardeos de Alicante y Granollers. En Alicante, el 25 de mayo, a las
11:05, 9 aviones dejaron caer 90 bombas sobre el Mercado Central, matando a 313 personas en lo que fue
calificado como «Ataque deliberado a una zona civil». En Granollers fue el 31 de mayo cuando, a las 9:05
y sin alarma previa, 5 Savoia-S 79 italianos lanzan en un minuto 30 bombas explosivas y al menos 10
incendiarias en el centro de la ciudad. Hubo un mínimo de 224 muertos, unos 200 en el acto, casi todos
mujeres y niños.
El 6 de octubre de 1938 se produjo en Alicante el «bombardeo del pan», mediante el cual se arrojaron
panecillos blancos envueltos en la famosa soflama «Ni un hogar sin lumbre, ni un español sin pan. Franco».
21. Bombardeos sobre poblaciones
El 18 de julio de 1936, los republicanos bombardean el barrio moro y la Mezquita de Tetuan, provocando una
manifestación de marroquíes contra los españoles, que se disuelve al presentarse el Gran Visir y explicarles que
los culpables no habían sido los sublevados, sino sus enemigos. Franco concedió al Gran Visir la Cruz
Laureada de San Fernando por esta intervención.
El 23 de agosto de 1936 despega del aeródromo del Prat de Llobregat un Fokker, y después de dar varias
pasadas, lanza cuatro bombas en las proximidades de la Basílica del Pilar de Zaragoza. Dos impactan en el
templo, pero ninguna hace explosión. Los zaragozanos se lo atribuyen a un milagro de la Virgen del Pilar, si
bien parece que fueron saboteadas por personal de tierra afecto a los rebeldes, o lanzadas por debajo de la
altura mínima de armado de las espoletas.
El 8 de febrero de 1937 se produce la Masacre de la carretera Málaga-Almería, donde una columna de civiles
que huían de Málaga tras haber sido ocupada por las tropas franquistas e italianas fue masacrada por aire y por
mar. La aviación alemana y franquista mató entre 3 mil y 5 mil civiles de las decenas de miles que huían.
El 26 de abril de 1937 se produce por parte de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana el
intenso bombardeo de la ciudad vasca de Guernica. Aunque prioritariamente se iba a llevar a cabo para cortar
el suministro y la retirada de las tropas del Frente Popular, finalmente se llevó a cabo íntegramente sobre
objetivos civiles —de hecho, el puente de salida de la ciudad quedó intacto— resultando entre 120 y 300
muertos (aunque estudios más recientes y exhaustivos cifran en 126 las víctimas), y causando la destrucción
prácticamente total de la ciudad.
A finales de enero de 1938, aviones republicanos bombardean Sevilla y Valladolid.
El 7 de noviembre de 1938, tres aviones de la aviación republicana llevaron a cabo el Bombardeo de Cabra,
localidad de la provincia de Córdoba, en la zona nacional, muy distante de las líneas del frente, en la que
produjeron una mortandad de 108 personas y unos 200 heridos heridos.