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Apéndices
 - Bibliográfico
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 - Documental
- Apéndice Bibliográfico

-   Una televisión para la educación. La utopía posible
    Agustín GARCÍA MATILLA (Barcelona, Gedisa). Anexo 1 (Ver
    apéndice documental)

-   Tecnologías de la Información y la Comunicación
    (TICS) y Educación - Proyecto Atlántida. Anexo 2 (Ver apéndice
    documental)

-   Association of Television Viewing During , Childhood With Poor
    Educational Achievement Robert J. Hancox, MD; Barry J. Milne,
    MSc; Richie Poulton, PhD Arch Pediatr Adolesc Med. 2005;
    159:614-618



- Apéndice Webgráfico


-   http://recursos.cnice.mec.es/media/television/bloque10/index.html#
-   http://tv_mav.cnice.mec.es/teleduc.htm
-   http://www.slideshare.net/HOLOHOLA/la-televisin-basura-ppt-
    powerpoint
-   http://www.educaweb.com/noticia/2004/12/06/influencia-negativa-
    television-1160.html
-   http://www.google.es/search?source=ig&hl=es&rlz=1G1SMSN_ESES362&
    =&q=educacion+y+television&aq=f&aqi=&aql=&oq=
-   http://zip.rincondelvago.com/00002174

-   http://es.wikipedia.org/wiki/Televisi%C3%B3n_y_educaci%C3%B3n

-   http://reddigital.cnice.mecd.es/4/firmas/aguaded_ind.html
-   http://tecnologiaedu.us.es
-   http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=893284
-   http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/05/14/psiquiatriainfantil/127
    3850056.html




2                  Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
- Apéndice Documental



Documentos sobre los medios
La Televisión Educativa en España
Introducción
Plantear la realización de un informe marco para el desarrollo de la televisión
educativa implica formular una pregunta inicial: ¿La televisión sirve para
apoyar los procesos de enseñanza y aprendizaje?

Algunas de las más importantes investigaciones realizadas en países como
Estados Unidos de América, Canadá y Japón llegan a la conclusión de que los
niños y niñas asimilan contenidos, adquieren valores y conforman actitudes a
través de ciertos programas de televisión. Los niños que ven una programación
educativa de calidad de forma regular aprenden más y mejor que los que no
la ven; también se demuestra que la ayuda de un educador, padre o maestro,
durante el visionado de los programas mejora la calidad del aprendizaje del
niño.

Encontramos otra respuesta positiva en el elevado número de organizaciones
que en todo el mundo dedican sus esfuerzos a este ámbito: el de la educación
a través de la televisión. Un informe realizado en 1993 por Sachiko I. Kodaira
para el Premio Japón y la cadena japonesa Nippon Hoso Kyokai (NHK)
consiguió que respondieran a su cuestionario 70 organizaciones,
pertenecientes a 41 países de los cinco continentes. La mayor parte de estas
organizaciones, un 64%, declaró producir programas para la educación
permanente de adultos; el 57% contaba con producción para el nivel de
educación secundaria; y otras, con porcentajes parecidos, decían producir
programas de educación primaria, fueran éstos destinados a los escolares en
sus casas, el 54%, o al sistema reglado de enseñanza primaria en los centros
educativos, el 52%.

Diversos países de nuestro entorno dedican grandes sumas a la producción o
emisión de programas de televisión educativa. En Estados Unidos, el Sistema
Público de Televisión, Public Broacasting Sistem (PBS), cuenta con un
presupuesto anual de unos 165.600 millones de pesetas; en el Reino Unido, la
cadena pública British Broadcasting Corporation (BBC) destina al ámbito
educativo un presupuesto anual de unos 9.660 millones de pesetas y su
competidor privado, Channel 4 TV, unos 5.460 millones. Una televisión regional
canadiense como TV Ontario dedica anualmente casi 6.882 millones de
pesetas a su producción educativa. La cadena educativa que más
recientemente ha iniciado sus emisiones, en diciembre de 1994, La Cinquième
francesa, lo ha hecho con un presupuesto anual de unos 18.200 millones de
peseta.



  3                Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
Resignificar la educación
televisiva: Desde la escuela a la
vida cotidiana
Valerio Fuenzalida

Santiago (Chile)



A través del análisis de la recepción de diversos géneros televisivos
latinoamericanos, surgen dimensiones de una conceptualización de lo
educativo –desde el punto de vista de los sujetos instalados en sus prácticas
sociales cotidiana, más vinculada a lo afectivo que a lo cognitivo,
conocimiento generado por la escuela formal. En este sentido, la
programación televisiva es «re-significada» como educativa a partir de las
necesidades de las audiencias, situadas en ambientes hogareños particulares.



Los estudios de recepción muestran la calificación recurrente como
«programa educativo» hacia espacios que, según la denominación
académico-profesional, son periodísticos, magazines de entretenimiento y
ficcionales. Esto plantea una oportunidad para las organizaciones y
profesionales de la televisión, en términos de contribuir a mejorar la calidad de
vida de las personas y, especialmente, de los niños y adolescentes.

En el contexto latinoamericano, los retos de la televisión pública se sitúan en
desplazar el eje desde lo propagandístico/ coyuntural hacia procesos
comunicacionales audiovisuales que den cuenta de las necesidades
verbalizadas en diversas investigaciones en la región, especialmente para los
grupos sociales que viven en condiciones de vida cadenciada, no solo en lo
económico, sino también en ambientes marcados por la inseguridad y la
exclusión étnica.

Tanto en Europa como en Japón, la TV –especialmente la TV pública – se
concibió inicialmente como educativa en tanto ayudaba a la instrucción
formal de la escuela, en países devastados por la II Guerra Mundial. La idea
inicial de escolarizar a través de la TV pública abierta y generalista hoy ha
evolucionado hacia el modelo más eficiente de la TV educativa, operada por
canales especializados y segmentados; de este modo, la TV generalista
abierta aparecería sin una función educativa. Los estudios de recepción con
las audiencias latinoamericanas muestran la calificación recurrente como
«programa educativo» hacia varios programas que, según la denominación


   4                 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
académico- profesional, son periodísticos, magazines de «entretención» y
ficcionales. La investigación acerca de la nueva comprensión de lo
«educativo» efectuada por la audiencia es el tema de este artículo.



La nueva conceptualización de lo «educativo/televisivo» abre dos ventanas
de oportunidades a una TV efectivamente aportadora a las audiencias
latinoamericanas con sus características y necesidades propias:



• Por una parte, la posibilidad de realizar programas televisivos de recepción
masiva, en diversos géneros de «entretención», y con temáticas alusivas a los
problemas y necesidades de la vida cotidiana de las audiencias.



• Por otra parte, una TV infantil representando lúdicamente más bien la
exploración de su propia afectividad, el fortalecimiento de su autoestima, y
procurando a través de la identificación ficcional la autoconfianza en sus
capacidades internas de crecimiento y logro. La tecnología digital hace
posible un canal público nacional segmentadamente dirigido a la audiencia
infantil.



Una «educación televisiva», diferente a la escolarización curricular, y realizada
en el lenguaje audiovisual lúdico-afectivo podría ayudar a fortalecer las
capacidades que hoy en día se consideran indispensables para superar la
adversidad social. La TV tiene efectivas posibilidades de ayudar a personas y
grupos para enfrentar las adversidades de la vida en el hogar, y tal posibilidad
educativa en la TV es consistente con una reciente corriente en la acción
social que estima que más que inventariar las carencias de los pobres es
preciso diagnosticar sus capacidades y recursos, para potenciarlos y
convertirlos en sujetos activos de su propia superación; pero tal potencialidad
de la TV no enmascara el hecho de que la región requiere importantes
cambios políticos macro sociales.




   5                Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
Anexo 1:

Una televisión para la educación. La utopía posible
Agustín GARCÍA MATILLA
Barcelona, Gedisa,
Al rescate de una televisión para la educación.


Una de las funciones que originariamente definió la razón de ser de la
televisión fue la de educar.

Junto con la de entretener e informar, la de educar cumplía con un objetivo ético que
dejaba en excelente lugar el cometido de este medio de comunicación. Con el paso
del tiempo nos hemos percatado de que ha sido la más pobre de las funciones, vista
incluso con cierto desprecio.

El texto titulado Una televisión para la educación. La utopía posible, escrito por Agustín
García Matilla, nos introduce en este tema en profundidad, estudiando todas las
aristas y posibilidades reales de una televisión para la educación.

García Matilla es profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la
Universidad Complutense de Madrid, de la UNED y de la Carlos III. Es autor y coautor
de numerosos libros y director del primer Master que se realizó sobre Televisión
Educativa.

De aquí surge la primera inquietud: ¿es lo mismo una televisión educativa que una
televisión para la educación? Este texto sin duda nos ayuda a aclararlo.

Con un lenguaje claro, conciso y una actitud analítica, García Matilla desmonta los
tópicos que existen sobre la televisión en los últimos tiempos para después justificar por
qué es necesaria una televisión para educar. “Combatir la desmemoria, compensar la
desinformación y dotar de herramientas para „resignificar la realidad‟ podrían ser
algunos de los objetivos de una televisión para la educación” (García Matilla, 2003:
28).

La principal razón de una televisión para educar radica en el hecho de que este
medio transmite normas, valores y conceptos que compiten con la propia familia y
con el sistema educativo del niño y del joven.

¿Quiénes son los responsables de las programaciones televisivas? Esta pregunta que
recientemente se ha visto reformulada por la conformación del comité de sabios –o
de expertos– que RTVE ha instaurado, es analizada concienzudamente por el autor. ¿A
quién señalar: a los empresarios o a los profesionales de la televisión? Para nadie es un
secreto que las empresas de comunicación, como cualquier otra entidad comercial,
luchan por sus intereses económicos y los profesionales que trabajan en ella con
frecuencia son tildados de ser víctimas de su propio afán de supervivencia laboral.

Ahora bien, también es cierto que a través de la historia de la televisión se han
destacados creadores con genio y brillantez que han logrado fusionar lo comercial
con la calidad. Pero ¿qué se entiende por calidad en televisión?.


(Machado, 2003: 6-8), Machado, también ha elaborado lo que denomina el repertorio
fundamental, que no es más que un listado de los treinta programas más importantes


   6                  Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
de la historia de la televisión. Son espacios que han pasado un examen como
producto cultural, y a ellos también hace referencia García Matilla. Indica que de
dicho listado, cinco títulos son posteriores al año 1990 y el cuarenta por ciento cuenta
con la autoría de reconocidos directores de cine. También apunta que de todos estos
títulos sólo unos doce de ellos reúnen la calidad artística, la repercusión y el
seguimiento de la audiencia; los demás, son productos de alto contenido cultural,
pero minoritarios.

La batalla por las audiencias parece un asunto misterioso que los dueños de los medios
utilizan como excusa para las programaciones que emiten sus empresas de
comunicación. Aunque la prensa publique el share o cuota de pantalla que han
tenido los programas, sólo los productores y los empresarios conocen hasta qué punto
los datos de la audiencia del día anterior influyen en lo que veremos al día siguiente.
“De cada diez nuevos programas estrenados en la temporada, sólo dos o tres igualan
o superan la expectativas de la audiencia” (García Matilla, 2003: 28).

Una cosa es que a la televisión se le exija calidad y otra, muy distinta, es que la gran
audiencia sea fiel a un programa de calidad. Pero, qué es más importante: ¿qué
valora la gente de un programa? o ¿cuántas personas ven ese programa?
Evidentemente en la actualidad lo que cuentan son los números, es decir, saber
cuánta audiencia ha tenido un espacio.

Atrás quedan las razones por las que sintoniza dicho espacio. Sin embargo, García
Matilla asegura que la calidad y el éxito en televisión no son conceptos incompatibles
y para ello cita ejemplos que han sido modelo de programación: La Cocina de Carlos
Arguiñano, Cuéntame cómo pasó, Art Attack, El Conciertazo, entre otros. Algunos de
ellos son considerados programas educativos.

“Educar es comunicar el afecto, ayudar a construir la sensibilidad, fomentar la
creatividad, formar en la autoestima y enseñar a mirar el mundo desde la emoción, y
al mismo tiempo, dar estímulos para que la propia persona sepa canalizar esas
emociones y vivir en sociedad” (García Matilla, 2003: 65). Y en esto coincide con otros
autores (Pérez Tornero, 1994: 309), (Ferrés, 1999:121).

Describe una primera característica de la televisión como servicio público, lo hace
con una veintena de rasgos distintivos que podrían hacer de este medio un verdadero
instrumento de comunicación en favor de la ciudadanía.

¿Cuáles son los programas de televisión que pueden ser didácticos? Para este autor,
casi todos, es decir, los que sin ser intencionalmente educativos pueden ser explotados
para aprender, lo cual incluye a la mayoría de ellos.

Otra cosa es qué tipo de conocimiento se adquiere en ese aprendizaje.

“Aspirar a que la televisión llegue a ser un medio útil para la educación y el desarrollo
cultural de los pueblos sigue siendo una utopía realizable” (García Matilla, 2003: 133).

Seguidamente nos conduce por un perfecto camino formado por una variopinta
tipología de programas, empezando por los experimentos de laboratorio televisivo
como Operación Triunfo o Gran Hermano, pasando por la programación educativa en
el mundo –incluyendo en España La aventura del saber– y finalizando por las
telenovelas, las que –asegura– forman parte de los programas de entretenimiento que
provocan respuesta de eficacia educacional.

Una televisión útil será entonces, según el autor, aquella que incluya programas
instructivos, es decir, vinculados al currículo académico; también los espacios que
incorporen objetivos educativos aprovechando el lenguaje y los formatos de la


   7                  Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
televisión y, por último, todos los programas que ejercen una influencia educativa, bien
sea positiva o negativa, aún cuando no tengan dicha intención educativa de
antemano. Por consiguiente los reality shows, las telenovelas, las comedias, los
informativos, la publicidad, los concursos, etc. pueden ser considerados espacios
aprovechables en la educación.

    ¿Qué hace falta para saber explotar todos estos programas potencialmente
   educativos?

   -   Un aprendizaje crítico.

García Matilla, en realidad lo que propone es retomar el concepto de competencia
televisiva que planteaba Pérez Tornero en El desafío educativo de la televisión (1994).

El nuevo reto es, en consecuencia, educar y educarnos para la comunicación en la
era digital. Hacer uso del derecho que tenemos a recibir una información veraz y no
sesgada sólo es posible si reconocemos la manipulación a través de nuestro sentido
crítico.
Lamentablemente el sistema educativo en sus primeros niveles ha quitado peso a
asignaturas vinculadas a la comunicación y al desarrollo de ese espíritu crítico dando
paso al poder de la tecnología para resolver los problemas. Al final del libro, García
Matilla le vuelve a dar relevancia a la televisión en el hogar y al poder que ejerce en
los niños. Los cambios tecnológicos también tienen que ser tomados en cuenta.

La televisión digital permitirá al telespectador acceder a diversos recursos de forma
simultánea, razón por la cual debe estar preparado para saber seleccionarlo que le
conviene. Cómo ejemplos a seguir en cuanto a programacioneseducativas de
canales digitales menciona a The History Channel, Art & Entertainmnet,The Learning
Channel e incluso PBS Kids, canal especializado enprogramación infantil (3 a 12 años)
de calidad, sin contenidos violentos y conescasa publicidad.

Como colofón, el autor nos hace un llamamiento a repensar una televisión
de calidad, combatiendo el mito de que sólo funciona a la hora de informar o
entretener.

Comienza, lógicamente, con la necesidad de producir cambios en la legislación que
rige la televisión; educar en el medio a través de la propia programación televisiva;
promover espacios con intencionalidad educativa, y experimentar formatos
novedosos que puedan llegar gratamente a la audiencia. Asimismo manifiesta la
propuesta de crear un canal íntegramente educativo basado en un proyecto de
Estado que pueda servir de verdadero apoyo al profesorado.

Se trata, efectivamente, de un texto redactado con un lenguaje lúcido y tajante,
donde se analiza, se impulsa al debate y se contextualiza cada hecho citado. Un libro
motivador que abre un camino a esa televisión que creemos imposible, a través de
propuestas realistas. Una invitación a productores y educadores a darle un giro positivo
a este medio de comunicación tan criticado en nuestros días. No obstante, lo
prioritario sigue siendo la imperiosa necesidad de difundir la alfabetización audiovisual
lo antes posible y definitivamente. Es la forma más eficiente de convertirnos en
espectadores críticos y exigentes a la hora de consumir televisión.




Anexo 2:




   8                  Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
Tecnologías de la                             Información           y    la
Comunicación
(TICS) y Educación

Proyecto Atlántida



   - Incorporación de la tv al aula

   - El rol de la familia y los "iguales" en la educación
     para la televisión

   - La televisión en el contexto de la comunicación familiar

   - La educación televisiva en la familia


INCORPORACIÓN DE LA TV al aula:

Las posibilidades de utilizar las TIC para "hacer deberes" cada vez están al
alcance de mas alumnos. Y merece la pena aprovecharlo, ya que Internet
está repleto de páginas de gran valor informativo, motivacional y también
instructivo, sobre todo si los profesores orientan a los estudiantes las
actividades a realizar con ellas. Se trata de proponer deberes que
supongan realizar actividades tan atractivas como ver determinados
programas de televisión, navegar y visitar ciertas web de Internet, jugar con
videojuegos educativos..., y todo ello con pautas específicas que orienten
las tareas a realizar.


EL ROL DE LA FAMILIA Y LOS "IGUALES" EN LA EDUCACIÓN
PARA LA TELEVISIÓN

Televisión, influencias, audiencia, mediaciones, familia, jóvenes
La televisión se ha convertido en la sociedad de este comienzo de milenio
en uno de los ejes vertebradores del modo de vida de los ciudadanos de
cualquier rincón del mundo. Sus mensajes y contenidos son un referente
esencial en las pautas de comportamiento de las personas. La familia no es
ajena a esta realidad y su vertebración está cada vez más condicionada a
los consumos mediáticos provenientes de las diferentes «pantallas».



  9                Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
 Carbonell (1992: 25) que “la televisión no existiría, si no existiese quien
     la ve. Y el espectador mayúsculo, el espectador ideal, es el grupo: la
     familia”.

La educación ha sido considerada siempre una función básica de la
familia. Sin embargo, los cambios producidos en su estructura y
funcionamiento, debido al proceso de transformación y modernización de
las sociedades, han supuesto un replanteamiento sobre el papel educativo
del núcleo familiar (Barrios, 1992a: 18).


Una de las influencias que la familia recibe cotidianamente, segun Barrios
(1992a: 20), proviene de la televisión, a la que se le han atribuido poderes
como el de consumir gran parte del tiempo de la vida familiar, el tener una
gran capacidad de persuasión y de transmitir básicamente mensajes
negativos (Van Evra, 1990: 150 y ss.).

El análisis del impacto negativo de la televisión sobre la familia ha dado pie
a numerosas controversias sobre su impacto psicosociológico entre los
miembros de la unidad familiar y especialmente sobre los niños.


La relación no es bilateral: televisión-niños; sino mediada: televisión-padres-
niños. “Al mirar las cosas de esta manera, veremos que los padres tienen
una capacidad de influencia, mayor de lo que imaginan, en los
comportamientos de sus hijos ante el televisor”.




  10               Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
LA TELEVISIÓN EN EL CONTEXTO DE LA COMUNICACIÓN FAMILIAR

La relación entre la televisión y la comunicación en el contexto de la
familia ha sido, sinduda, una de las tematicas que mas se han discutido
desde que existen estudios de medios, tanto en las corrientes de los efectos
como dentro de los nuevos enfoques comunicativos (Wright, Peters y
Huston, 1990: 227 y ss.).

La creencia común de que la televisión es un interruptor de las relaciones
Familiares (Chalvon, Corset y Souchon, 1982), no ha sido del todo validada.
Afirma Barrios(1992b: 56-57) que “no hay referencias de investigaciones que
demuestren que los miembros de la familia se comunicaban más
frecuentemente antes de 1950 que en la actualidad, ni que la vida
comunal sea mas participativa sin la televisión”.

La televisión aparece en las sociedades modernas cuando estas
comienzan a sufrir profundos cambios en su estructura (Shorter, 1975). Los
integrantes de la familia urbana tienen menos tiempo para compartir entre
sí, debido a la concurrencia de factores extra familiares, como son la
diversidad de los horarios de sus miembros, las distancias de los sitios de
trabajo y estudio, las dificultades del tránsito, las múltiples ofertas para
satisfacer sus necesidades de recreación. Si a esto se le agrega la
98 restricción del espacio, las dificultades económicas y, en general, la
gran cantidad de demandas y tensiones a las que tienen que enfrentarse
los habitantes de las grandes urbes, “se encuentran razones mas que
poderosas y complejas, para explicarse el ‘porque’ de la perdida de la
comunicación en la familia moderna” (Barrios, 1992b: 57).

En nuestro contexto hay que
destacar el trabajo doctoral de Nuria Garcia (1997) en la
UniversidadAutonoma deBarcelona, con el titulo de Comportamientos y
hábitos de consumo televisivo del niño en el ámbito familiar. Entodos estos
estudios se defiende que la tesis de considerar el visionado de la television
como causa de la falta de la comunicación familiar, es plantear esta
compleja problemática desde una opticasimplista. Los problemas de la
comunicación familiar suelen ser multicausados por factores tantointra
como extra familiares (Satir, 1983).

En todo caso, como afirma Barrios (1992b: 71), “cuando la television se
convierte en un recurso frecuente para evitar o interrumpir la comunicación
familiar, ello debe interpretarse como un sintoma de desequilibrio en el
sistema familiar global y no como una conducta aislada (...).

Ver televisión puede afectar a la comunicación de los grupos o puede ser
también una oportunidad para la conversación familiar.




  11               Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
La educación televisiva en la familia

Fuenzalida (1984) afirma que la implicación de la familia es clave como
área de mediación para la educación televisiva de los niños y jóvenes.
Concretamente, señala que la implicación de los padres es básica para la
adquisición de un mayor aprendizaje, un refuerzo de las actitudes positivas,
una reducción del posible impacto del medio y una fórmula para tamizar y
mediar las emociones.

En este sentido, Ferres (1994: 137) señala “el valor del dialogo” como eje
clave para la educación televisiva en la familia. “No basta con que El Nino
no este solo físicamente ante la pantalla.
Es preciso que no se sienta solo como telespectador, que comparta la
experiencia, que pueda dialogar, confrontar”. La necesaria reciprocidad es
el mejor mecanismo para contrarrestar la inicial unidireccionalidad del
medio.

(Callejo, 1995), incidirá especialmente en el aumento de la capacidad de
observación de los chicos, potenciando los valores de la televisión y
contrarrestando sus posibles efectos negativos.

Yarce (1993: 219 y ss.) alude a la necesidad de establecer “estrategias de
atenuación”, en el que la información, el dialogo y las opciones se vuelven
facetas básicas para contrarrestar lo que él denomina el “poder de la caja
mágica”.


Los padres deberían dosificar el consumo de forma que el exceso no
impida acceder a otras experiencias directas, rentabilizar el conocimiento
que el medio ofrece para acercarse a experiencias que de manera directa
difícilmente se podrían alcanzar, aprovechar la capacidad de
Motivación de la imagen para incentivar nuevas adquisiciones. La
televisión puede servir también para cuestionar la realidad, rompiendo
rutinas diarias y vicios que los nuevos enfoques de la cámara pueden
revelar de aspectos incluso cotidianos; pero también, como apunta este
autor. Los padres han de ensenar a cuestionar la televisión desde la
realidad, aprendiendo a confrontar las imágenes televisivas con la
realidad, para superar reduccionismos, clichés y estereotipos que tan
frecuentes son en los mensajes televisivos.




  12               Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)

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4

  • 1. Apéndices - Bibliográfico - Webgráfico - Documental
  • 2. - Apéndice Bibliográfico - Una televisión para la educación. La utopía posible Agustín GARCÍA MATILLA (Barcelona, Gedisa). Anexo 1 (Ver apéndice documental) - Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICS) y Educación - Proyecto Atlántida. Anexo 2 (Ver apéndice documental) - Association of Television Viewing During , Childhood With Poor Educational Achievement Robert J. Hancox, MD; Barry J. Milne, MSc; Richie Poulton, PhD Arch Pediatr Adolesc Med. 2005; 159:614-618 - Apéndice Webgráfico - http://recursos.cnice.mec.es/media/television/bloque10/index.html# - http://tv_mav.cnice.mec.es/teleduc.htm - http://www.slideshare.net/HOLOHOLA/la-televisin-basura-ppt- powerpoint - http://www.educaweb.com/noticia/2004/12/06/influencia-negativa- television-1160.html - http://www.google.es/search?source=ig&hl=es&rlz=1G1SMSN_ESES362& =&q=educacion+y+television&aq=f&aqi=&aql=&oq= - http://zip.rincondelvago.com/00002174 - http://es.wikipedia.org/wiki/Televisi%C3%B3n_y_educaci%C3%B3n - http://reddigital.cnice.mecd.es/4/firmas/aguaded_ind.html - http://tecnologiaedu.us.es - http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=893284 - http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/05/14/psiquiatriainfantil/127 3850056.html 2 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
  • 3. - Apéndice Documental Documentos sobre los medios La Televisión Educativa en España Introducción Plantear la realización de un informe marco para el desarrollo de la televisión educativa implica formular una pregunta inicial: ¿La televisión sirve para apoyar los procesos de enseñanza y aprendizaje? Algunas de las más importantes investigaciones realizadas en países como Estados Unidos de América, Canadá y Japón llegan a la conclusión de que los niños y niñas asimilan contenidos, adquieren valores y conforman actitudes a través de ciertos programas de televisión. Los niños que ven una programación educativa de calidad de forma regular aprenden más y mejor que los que no la ven; también se demuestra que la ayuda de un educador, padre o maestro, durante el visionado de los programas mejora la calidad del aprendizaje del niño. Encontramos otra respuesta positiva en el elevado número de organizaciones que en todo el mundo dedican sus esfuerzos a este ámbito: el de la educación a través de la televisión. Un informe realizado en 1993 por Sachiko I. Kodaira para el Premio Japón y la cadena japonesa Nippon Hoso Kyokai (NHK) consiguió que respondieran a su cuestionario 70 organizaciones, pertenecientes a 41 países de los cinco continentes. La mayor parte de estas organizaciones, un 64%, declaró producir programas para la educación permanente de adultos; el 57% contaba con producción para el nivel de educación secundaria; y otras, con porcentajes parecidos, decían producir programas de educación primaria, fueran éstos destinados a los escolares en sus casas, el 54%, o al sistema reglado de enseñanza primaria en los centros educativos, el 52%. Diversos países de nuestro entorno dedican grandes sumas a la producción o emisión de programas de televisión educativa. En Estados Unidos, el Sistema Público de Televisión, Public Broacasting Sistem (PBS), cuenta con un presupuesto anual de unos 165.600 millones de pesetas; en el Reino Unido, la cadena pública British Broadcasting Corporation (BBC) destina al ámbito educativo un presupuesto anual de unos 9.660 millones de pesetas y su competidor privado, Channel 4 TV, unos 5.460 millones. Una televisión regional canadiense como TV Ontario dedica anualmente casi 6.882 millones de pesetas a su producción educativa. La cadena educativa que más recientemente ha iniciado sus emisiones, en diciembre de 1994, La Cinquième francesa, lo ha hecho con un presupuesto anual de unos 18.200 millones de peseta. 3 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
  • 4. Resignificar la educación televisiva: Desde la escuela a la vida cotidiana Valerio Fuenzalida Santiago (Chile) A través del análisis de la recepción de diversos géneros televisivos latinoamericanos, surgen dimensiones de una conceptualización de lo educativo –desde el punto de vista de los sujetos instalados en sus prácticas sociales cotidiana, más vinculada a lo afectivo que a lo cognitivo, conocimiento generado por la escuela formal. En este sentido, la programación televisiva es «re-significada» como educativa a partir de las necesidades de las audiencias, situadas en ambientes hogareños particulares. Los estudios de recepción muestran la calificación recurrente como «programa educativo» hacia espacios que, según la denominación académico-profesional, son periodísticos, magazines de entretenimiento y ficcionales. Esto plantea una oportunidad para las organizaciones y profesionales de la televisión, en términos de contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas y, especialmente, de los niños y adolescentes. En el contexto latinoamericano, los retos de la televisión pública se sitúan en desplazar el eje desde lo propagandístico/ coyuntural hacia procesos comunicacionales audiovisuales que den cuenta de las necesidades verbalizadas en diversas investigaciones en la región, especialmente para los grupos sociales que viven en condiciones de vida cadenciada, no solo en lo económico, sino también en ambientes marcados por la inseguridad y la exclusión étnica. Tanto en Europa como en Japón, la TV –especialmente la TV pública – se concibió inicialmente como educativa en tanto ayudaba a la instrucción formal de la escuela, en países devastados por la II Guerra Mundial. La idea inicial de escolarizar a través de la TV pública abierta y generalista hoy ha evolucionado hacia el modelo más eficiente de la TV educativa, operada por canales especializados y segmentados; de este modo, la TV generalista abierta aparecería sin una función educativa. Los estudios de recepción con las audiencias latinoamericanas muestran la calificación recurrente como «programa educativo» hacia varios programas que, según la denominación 4 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
  • 5. académico- profesional, son periodísticos, magazines de «entretención» y ficcionales. La investigación acerca de la nueva comprensión de lo «educativo» efectuada por la audiencia es el tema de este artículo. La nueva conceptualización de lo «educativo/televisivo» abre dos ventanas de oportunidades a una TV efectivamente aportadora a las audiencias latinoamericanas con sus características y necesidades propias: • Por una parte, la posibilidad de realizar programas televisivos de recepción masiva, en diversos géneros de «entretención», y con temáticas alusivas a los problemas y necesidades de la vida cotidiana de las audiencias. • Por otra parte, una TV infantil representando lúdicamente más bien la exploración de su propia afectividad, el fortalecimiento de su autoestima, y procurando a través de la identificación ficcional la autoconfianza en sus capacidades internas de crecimiento y logro. La tecnología digital hace posible un canal público nacional segmentadamente dirigido a la audiencia infantil. Una «educación televisiva», diferente a la escolarización curricular, y realizada en el lenguaje audiovisual lúdico-afectivo podría ayudar a fortalecer las capacidades que hoy en día se consideran indispensables para superar la adversidad social. La TV tiene efectivas posibilidades de ayudar a personas y grupos para enfrentar las adversidades de la vida en el hogar, y tal posibilidad educativa en la TV es consistente con una reciente corriente en la acción social que estima que más que inventariar las carencias de los pobres es preciso diagnosticar sus capacidades y recursos, para potenciarlos y convertirlos en sujetos activos de su propia superación; pero tal potencialidad de la TV no enmascara el hecho de que la región requiere importantes cambios políticos macro sociales. 5 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
  • 6. Anexo 1: Una televisión para la educación. La utopía posible Agustín GARCÍA MATILLA Barcelona, Gedisa, Al rescate de una televisión para la educación. Una de las funciones que originariamente definió la razón de ser de la televisión fue la de educar. Junto con la de entretener e informar, la de educar cumplía con un objetivo ético que dejaba en excelente lugar el cometido de este medio de comunicación. Con el paso del tiempo nos hemos percatado de que ha sido la más pobre de las funciones, vista incluso con cierto desprecio. El texto titulado Una televisión para la educación. La utopía posible, escrito por Agustín García Matilla, nos introduce en este tema en profundidad, estudiando todas las aristas y posibilidades reales de una televisión para la educación. García Matilla es profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, de la UNED y de la Carlos III. Es autor y coautor de numerosos libros y director del primer Master que se realizó sobre Televisión Educativa. De aquí surge la primera inquietud: ¿es lo mismo una televisión educativa que una televisión para la educación? Este texto sin duda nos ayuda a aclararlo. Con un lenguaje claro, conciso y una actitud analítica, García Matilla desmonta los tópicos que existen sobre la televisión en los últimos tiempos para después justificar por qué es necesaria una televisión para educar. “Combatir la desmemoria, compensar la desinformación y dotar de herramientas para „resignificar la realidad‟ podrían ser algunos de los objetivos de una televisión para la educación” (García Matilla, 2003: 28). La principal razón de una televisión para educar radica en el hecho de que este medio transmite normas, valores y conceptos que compiten con la propia familia y con el sistema educativo del niño y del joven. ¿Quiénes son los responsables de las programaciones televisivas? Esta pregunta que recientemente se ha visto reformulada por la conformación del comité de sabios –o de expertos– que RTVE ha instaurado, es analizada concienzudamente por el autor. ¿A quién señalar: a los empresarios o a los profesionales de la televisión? Para nadie es un secreto que las empresas de comunicación, como cualquier otra entidad comercial, luchan por sus intereses económicos y los profesionales que trabajan en ella con frecuencia son tildados de ser víctimas de su propio afán de supervivencia laboral. Ahora bien, también es cierto que a través de la historia de la televisión se han destacados creadores con genio y brillantez que han logrado fusionar lo comercial con la calidad. Pero ¿qué se entiende por calidad en televisión?. (Machado, 2003: 6-8), Machado, también ha elaborado lo que denomina el repertorio fundamental, que no es más que un listado de los treinta programas más importantes 6 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
  • 7. de la historia de la televisión. Son espacios que han pasado un examen como producto cultural, y a ellos también hace referencia García Matilla. Indica que de dicho listado, cinco títulos son posteriores al año 1990 y el cuarenta por ciento cuenta con la autoría de reconocidos directores de cine. También apunta que de todos estos títulos sólo unos doce de ellos reúnen la calidad artística, la repercusión y el seguimiento de la audiencia; los demás, son productos de alto contenido cultural, pero minoritarios. La batalla por las audiencias parece un asunto misterioso que los dueños de los medios utilizan como excusa para las programaciones que emiten sus empresas de comunicación. Aunque la prensa publique el share o cuota de pantalla que han tenido los programas, sólo los productores y los empresarios conocen hasta qué punto los datos de la audiencia del día anterior influyen en lo que veremos al día siguiente. “De cada diez nuevos programas estrenados en la temporada, sólo dos o tres igualan o superan la expectativas de la audiencia” (García Matilla, 2003: 28). Una cosa es que a la televisión se le exija calidad y otra, muy distinta, es que la gran audiencia sea fiel a un programa de calidad. Pero, qué es más importante: ¿qué valora la gente de un programa? o ¿cuántas personas ven ese programa? Evidentemente en la actualidad lo que cuentan son los números, es decir, saber cuánta audiencia ha tenido un espacio. Atrás quedan las razones por las que sintoniza dicho espacio. Sin embargo, García Matilla asegura que la calidad y el éxito en televisión no son conceptos incompatibles y para ello cita ejemplos que han sido modelo de programación: La Cocina de Carlos Arguiñano, Cuéntame cómo pasó, Art Attack, El Conciertazo, entre otros. Algunos de ellos son considerados programas educativos. “Educar es comunicar el afecto, ayudar a construir la sensibilidad, fomentar la creatividad, formar en la autoestima y enseñar a mirar el mundo desde la emoción, y al mismo tiempo, dar estímulos para que la propia persona sepa canalizar esas emociones y vivir en sociedad” (García Matilla, 2003: 65). Y en esto coincide con otros autores (Pérez Tornero, 1994: 309), (Ferrés, 1999:121). Describe una primera característica de la televisión como servicio público, lo hace con una veintena de rasgos distintivos que podrían hacer de este medio un verdadero instrumento de comunicación en favor de la ciudadanía. ¿Cuáles son los programas de televisión que pueden ser didácticos? Para este autor, casi todos, es decir, los que sin ser intencionalmente educativos pueden ser explotados para aprender, lo cual incluye a la mayoría de ellos. Otra cosa es qué tipo de conocimiento se adquiere en ese aprendizaje. “Aspirar a que la televisión llegue a ser un medio útil para la educación y el desarrollo cultural de los pueblos sigue siendo una utopía realizable” (García Matilla, 2003: 133). Seguidamente nos conduce por un perfecto camino formado por una variopinta tipología de programas, empezando por los experimentos de laboratorio televisivo como Operación Triunfo o Gran Hermano, pasando por la programación educativa en el mundo –incluyendo en España La aventura del saber– y finalizando por las telenovelas, las que –asegura– forman parte de los programas de entretenimiento que provocan respuesta de eficacia educacional. Una televisión útil será entonces, según el autor, aquella que incluya programas instructivos, es decir, vinculados al currículo académico; también los espacios que incorporen objetivos educativos aprovechando el lenguaje y los formatos de la 7 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
  • 8. televisión y, por último, todos los programas que ejercen una influencia educativa, bien sea positiva o negativa, aún cuando no tengan dicha intención educativa de antemano. Por consiguiente los reality shows, las telenovelas, las comedias, los informativos, la publicidad, los concursos, etc. pueden ser considerados espacios aprovechables en la educación.  ¿Qué hace falta para saber explotar todos estos programas potencialmente educativos? - Un aprendizaje crítico. García Matilla, en realidad lo que propone es retomar el concepto de competencia televisiva que planteaba Pérez Tornero en El desafío educativo de la televisión (1994). El nuevo reto es, en consecuencia, educar y educarnos para la comunicación en la era digital. Hacer uso del derecho que tenemos a recibir una información veraz y no sesgada sólo es posible si reconocemos la manipulación a través de nuestro sentido crítico. Lamentablemente el sistema educativo en sus primeros niveles ha quitado peso a asignaturas vinculadas a la comunicación y al desarrollo de ese espíritu crítico dando paso al poder de la tecnología para resolver los problemas. Al final del libro, García Matilla le vuelve a dar relevancia a la televisión en el hogar y al poder que ejerce en los niños. Los cambios tecnológicos también tienen que ser tomados en cuenta. La televisión digital permitirá al telespectador acceder a diversos recursos de forma simultánea, razón por la cual debe estar preparado para saber seleccionarlo que le conviene. Cómo ejemplos a seguir en cuanto a programacioneseducativas de canales digitales menciona a The History Channel, Art & Entertainmnet,The Learning Channel e incluso PBS Kids, canal especializado enprogramación infantil (3 a 12 años) de calidad, sin contenidos violentos y conescasa publicidad. Como colofón, el autor nos hace un llamamiento a repensar una televisión de calidad, combatiendo el mito de que sólo funciona a la hora de informar o entretener. Comienza, lógicamente, con la necesidad de producir cambios en la legislación que rige la televisión; educar en el medio a través de la propia programación televisiva; promover espacios con intencionalidad educativa, y experimentar formatos novedosos que puedan llegar gratamente a la audiencia. Asimismo manifiesta la propuesta de crear un canal íntegramente educativo basado en un proyecto de Estado que pueda servir de verdadero apoyo al profesorado. Se trata, efectivamente, de un texto redactado con un lenguaje lúcido y tajante, donde se analiza, se impulsa al debate y se contextualiza cada hecho citado. Un libro motivador que abre un camino a esa televisión que creemos imposible, a través de propuestas realistas. Una invitación a productores y educadores a darle un giro positivo a este medio de comunicación tan criticado en nuestros días. No obstante, lo prioritario sigue siendo la imperiosa necesidad de difundir la alfabetización audiovisual lo antes posible y definitivamente. Es la forma más eficiente de convertirnos en espectadores críticos y exigentes a la hora de consumir televisión. Anexo 2: 8 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
  • 9. Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICS) y Educación Proyecto Atlántida - Incorporación de la tv al aula - El rol de la familia y los "iguales" en la educación para la televisión - La televisión en el contexto de la comunicación familiar - La educación televisiva en la familia INCORPORACIÓN DE LA TV al aula: Las posibilidades de utilizar las TIC para "hacer deberes" cada vez están al alcance de mas alumnos. Y merece la pena aprovecharlo, ya que Internet está repleto de páginas de gran valor informativo, motivacional y también instructivo, sobre todo si los profesores orientan a los estudiantes las actividades a realizar con ellas. Se trata de proponer deberes que supongan realizar actividades tan atractivas como ver determinados programas de televisión, navegar y visitar ciertas web de Internet, jugar con videojuegos educativos..., y todo ello con pautas específicas que orienten las tareas a realizar. EL ROL DE LA FAMILIA Y LOS "IGUALES" EN LA EDUCACIÓN PARA LA TELEVISIÓN Televisión, influencias, audiencia, mediaciones, familia, jóvenes La televisión se ha convertido en la sociedad de este comienzo de milenio en uno de los ejes vertebradores del modo de vida de los ciudadanos de cualquier rincón del mundo. Sus mensajes y contenidos son un referente esencial en las pautas de comportamiento de las personas. La familia no es ajena a esta realidad y su vertebración está cada vez más condicionada a los consumos mediáticos provenientes de las diferentes «pantallas». 9 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
  • 10.  Carbonell (1992: 25) que “la televisión no existiría, si no existiese quien la ve. Y el espectador mayúsculo, el espectador ideal, es el grupo: la familia”. La educación ha sido considerada siempre una función básica de la familia. Sin embargo, los cambios producidos en su estructura y funcionamiento, debido al proceso de transformación y modernización de las sociedades, han supuesto un replanteamiento sobre el papel educativo del núcleo familiar (Barrios, 1992a: 18). Una de las influencias que la familia recibe cotidianamente, segun Barrios (1992a: 20), proviene de la televisión, a la que se le han atribuido poderes como el de consumir gran parte del tiempo de la vida familiar, el tener una gran capacidad de persuasión y de transmitir básicamente mensajes negativos (Van Evra, 1990: 150 y ss.). El análisis del impacto negativo de la televisión sobre la familia ha dado pie a numerosas controversias sobre su impacto psicosociológico entre los miembros de la unidad familiar y especialmente sobre los niños. La relación no es bilateral: televisión-niños; sino mediada: televisión-padres- niños. “Al mirar las cosas de esta manera, veremos que los padres tienen una capacidad de influencia, mayor de lo que imaginan, en los comportamientos de sus hijos ante el televisor”. 10 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
  • 11. LA TELEVISIÓN EN EL CONTEXTO DE LA COMUNICACIÓN FAMILIAR La relación entre la televisión y la comunicación en el contexto de la familia ha sido, sinduda, una de las tematicas que mas se han discutido desde que existen estudios de medios, tanto en las corrientes de los efectos como dentro de los nuevos enfoques comunicativos (Wright, Peters y Huston, 1990: 227 y ss.). La creencia común de que la televisión es un interruptor de las relaciones Familiares (Chalvon, Corset y Souchon, 1982), no ha sido del todo validada. Afirma Barrios(1992b: 56-57) que “no hay referencias de investigaciones que demuestren que los miembros de la familia se comunicaban más frecuentemente antes de 1950 que en la actualidad, ni que la vida comunal sea mas participativa sin la televisión”. La televisión aparece en las sociedades modernas cuando estas comienzan a sufrir profundos cambios en su estructura (Shorter, 1975). Los integrantes de la familia urbana tienen menos tiempo para compartir entre sí, debido a la concurrencia de factores extra familiares, como son la diversidad de los horarios de sus miembros, las distancias de los sitios de trabajo y estudio, las dificultades del tránsito, las múltiples ofertas para satisfacer sus necesidades de recreación. Si a esto se le agrega la 98 restricción del espacio, las dificultades económicas y, en general, la gran cantidad de demandas y tensiones a las que tienen que enfrentarse los habitantes de las grandes urbes, “se encuentran razones mas que poderosas y complejas, para explicarse el ‘porque’ de la perdida de la comunicación en la familia moderna” (Barrios, 1992b: 57). En nuestro contexto hay que destacar el trabajo doctoral de Nuria Garcia (1997) en la UniversidadAutonoma deBarcelona, con el titulo de Comportamientos y hábitos de consumo televisivo del niño en el ámbito familiar. Entodos estos estudios se defiende que la tesis de considerar el visionado de la television como causa de la falta de la comunicación familiar, es plantear esta compleja problemática desde una opticasimplista. Los problemas de la comunicación familiar suelen ser multicausados por factores tantointra como extra familiares (Satir, 1983). En todo caso, como afirma Barrios (1992b: 71), “cuando la television se convierte en un recurso frecuente para evitar o interrumpir la comunicación familiar, ello debe interpretarse como un sintoma de desequilibrio en el sistema familiar global y no como una conducta aislada (...). Ver televisión puede afectar a la comunicación de los grupos o puede ser también una oportunidad para la conversación familiar. 11 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)
  • 12. La educación televisiva en la familia Fuenzalida (1984) afirma que la implicación de la familia es clave como área de mediación para la educación televisiva de los niños y jóvenes. Concretamente, señala que la implicación de los padres es básica para la adquisición de un mayor aprendizaje, un refuerzo de las actitudes positivas, una reducción del posible impacto del medio y una fórmula para tamizar y mediar las emociones. En este sentido, Ferres (1994: 137) señala “el valor del dialogo” como eje clave para la educación televisiva en la familia. “No basta con que El Nino no este solo físicamente ante la pantalla. Es preciso que no se sienta solo como telespectador, que comparta la experiencia, que pueda dialogar, confrontar”. La necesaria reciprocidad es el mejor mecanismo para contrarrestar la inicial unidireccionalidad del medio. (Callejo, 1995), incidirá especialmente en el aumento de la capacidad de observación de los chicos, potenciando los valores de la televisión y contrarrestando sus posibles efectos negativos. Yarce (1993: 219 y ss.) alude a la necesidad de establecer “estrategias de atenuación”, en el que la información, el dialogo y las opciones se vuelven facetas básicas para contrarrestar lo que él denomina el “poder de la caja mágica”. Los padres deberían dosificar el consumo de forma que el exceso no impida acceder a otras experiencias directas, rentabilizar el conocimiento que el medio ofrece para acercarse a experiencias que de manera directa difícilmente se podrían alcanzar, aprovechar la capacidad de Motivación de la imagen para incentivar nuevas adquisiciones. La televisión puede servir también para cuestionar la realidad, rompiendo rutinas diarias y vicios que los nuevos enfoques de la cámara pueden revelar de aspectos incluso cotidianos; pero también, como apunta este autor. Los padres han de ensenar a cuestionar la televisión desde la realidad, aprendiendo a confrontar las imágenes televisivas con la realidad, para superar reduccionismos, clichés y estereotipos que tan frecuentes son en los mensajes televisivos. 12 Educación y Televisión (Recursos Tecnológicos)