2. ÍNDICE
1.- INTRODUCCIÓN
2.- TV Y EDUCACIÓN
2.1. Diferencia significativa entre Educación y TV
2.2. Conclusiones
3.- INFLUENCIA DE LA TV
3.1. Características en niños y adolescentes.
3.2. Aprendizaje y TV.
3.3. Recomendaciones para el uso de la TV.
3.4. Crítica a la TV.
4.- PROGRAMAS DE TV
5.- ENCUENSTA REALIZADA SOBRE LA INFLUENCIA DE LA TV.
6.- LA ESCUELA EN LA TV.
6.1. Educación Formal vs Educación Informal.
6.2. La Tv en la Escuela: aprender a ver TV.
7.- LA EXPLOTACIÓN DIDÁCTICA DE LA TV.
8.- LAS FUNCIONES DEL USO EDUCATIVO DE LA TV.
9.- EL TELESPECTADOR CRÍTICO Y ACTIVO.
10.- CONCLUSIÓN.
11.- APÉNDICES
Bibliográfico
Webgráfico
Documental
3. 1. Introducción.
Criticar al medio televisivo es fácil, sin embargo con frecuencia nos olvidamos
de que la televisión es un instrumento; un instrumento poderoso, pero
instrumento al fin.
Son muchas las personas que diariamente se benefician de las posibilidades
del medio para hacer llegar la labor formativa (educativa) - colegios, institutos
o universidades- a lugares inaccesibles de nuestro planeta a los que es mucho
más fácil -o económicamente viable- trasladar una antena y un televisor, que
levantar un edificio y dotarlo de los materiales y personal necesarios.
La oferta de canales dedicados a la formación puede constituir una
alternativa eficaz a la enseñanza presencial cuando ésta, por diversos motivos,
no resulta accesible, sin embargo, hemos de seleccionar cuidadosamente
dichos programas. (IRENE)
Importancia de la comunicación televisiva en la sociedad actual,
especialmente en las poblaciones infantiles y juveniles.
Hay que delimitar diferenciando entre televisión educativa y educación para
el uso de la televisión.
La televisión ha ido acaparando espacios de la cultura y del saber que la
escuela había considerado exclusivos. (PATRICIA)
La televisión ocupa el lugar central de la casa. Ofrece su compañía a todas las
horas del día y de la noche y sustituye de alguna manera, la función materna,
ya que, es el refugio en los momentos de frustración, de tristeza, de angustia. Y
como una madre blanda nunca exige nada a cambio.
Para los ciudadanos de las sociedades modernas, la televisión es un signo de
identificación individual y colectiva. En muchas familias condiciona incluso la
organización del tiempo y del espacio: de la televisión depende cuándo se
acuestan, cuándo van al lavabo, cuándo comen y cenan, etc.
o ¿Saben los padres y profesores utilizar los medios
audiovisuales y comprenden el lenguaje y las imágenes que
llegan hasta nuestro televisor?
Casi ningún docente ha recibido una formación adecuada en el lenguaje de
la imagen, por ello, cuando se utilizan medios audiovisuales en el aula se
emplean de forma inadecuada, ya que se cometen errores en la producción
de materiales audiovisuales, en la proyección de los mismos, en el uso de un
vocabulario inadecuado, etc.
4. La televisión nos proporciona una información, nos enriquece con imágenes,
se potencia el pensamiento visual, y nos ofrece imágenes y situaciones fáciles
de comprender. Por el contrario, otros medios de información como la prensa
o los libros requieren mayor capacidad de concentración, ya que el lector se
enfrenta a un mundo abstracto de conceptos e ideas, además la lectura
requiere una dosis de concentración cosa que con la televisión no ocurre.
5. 2.- TV Y EDUCACIÓN
Entre la televisión y la educación hay muchos rasgos de semejanzas, entre los
que destacan:
La TV se ha hecho una institución social.
La educación también es una institución de transmisión del saber.
La TV y la educación, se ocupan del saber, lo manipulan, lo procesan, y lo
transmiten.
Esta semejanza hace que rivalicen por un mismo espacio social y un mismo
público.
Desde el ámbito de la educación se ha obstaculizado la relación con la TV.
La imagen y el lenguaje de la televisión han robado terreno a las letras.
Las actividades y actitudes que pueden contribuir a la alfabetización son:
- Comprender los nuevos lenguajes que la televisión incorpora.
- Desentrañar sus estrategias persuasivas.
- Desvelar sus códigos.
- Desmitificar su status de referente privilegiado.
- Diferenciar imagen y realidad.
- Reconocer manipulaciones y tergiversaciones.
- Aprender a analizar los programas profesores y alumnos, padres e hijos.
- Convertir la crítica de los mensajes televisivos en un juego diario,
divertido y estimulador del desarrollo personal.
- Televisión y educación comparten una serie de fines sociales que
permiten al mismo tiempo la alianza y la enemistad.
- Ambas instituciones trabajan con una materia prima común: la
información.
- La escuela se centra más en la tradición, mientras que el medio
televisivo incide más en lo actual y cercano.
- La educación y la televisión inciden en los procesos de socialización de
las personas y la transmisión cultural del saber.
2.1. Diferencia significativa entre Educación y TV
La TV se centra en el espectáculo y en el entretenimiento, mientras que la
educación tiene un fin más formativo y riguroso. Tiene un incide más en el
mundo de lo presente y de la actualidad, la educación trabaja desde una
perspectiva más histórica. El público de la TV es escurridizo.
6. La educación, mantiene relaciones más formales con el usuario.
Lenguaje rápido, fragmentado, sincopado y poco secuencial (TV) frente al
discurso más razonado, sosegado, progresivo, analítico y conclusivo (Educ.)
Mientras que la escuela privilegia, el código escrito como lenguaje básico de
transmisión, la TV es por naturaleza un medio audiovisual.
Tradicionalmente las relaciones entre la TV y la educación no se han
caracterizado de una forma global por su compenetración y
complementariedad.
Desde la escuela, tampoco se ha favorecido un acercamiento al
medio y su tratamiento en el aula.
Cabero (1997) clasifica estas recriminaciones y miradas críticas desde
diferentes perspectivas:
Socio-cultural.
Psicológica.
El enfoque educativo.
Posiciones ideológicas.
Pérez Tornero (1993) señala algunos prejuicios que la educación ha mantenido
respecto al medio televisivo:
Se considera a la TV como un medio de diseminación de la información.
La TV ha privilegiado un lenguaje audiovisual que va más allá de la escritura.
Los defensores de la cultura achacan a la TV su carácter manufacturado y
empaquetado.
2.2. Conclusiones
La TV no ha sido considerada en su faceta educativa y se han
minusvalorado sus posibilidades en el ámbito educativo. No se han explorado
las múltiples conexiones entre ésta y la educación. Y en sincronía, TV y
Educación pueden conseguir muchos logros en la formación de las nuevas
generaciones.
7. 3.- INFLUENCIA DE LA TV
La comunicación es una actividad esencial en la vida de cualquier ser
humano. A diario comunicamos nuestras ideas, pensamientos, transmitimos
información; y podemos hacerlo con cualquier persona, de diferentes
maneras. Pero el punto no es tan sólo la comunicación, sino quien lo comunica
y cómo lo comunica.
Entre los distintos grupos de jóvenes que actualmente parecen tener su
propio código para conversar entre si podemos notar que han ido
incorporando palabras al lenguaje, o tomando otras ya existentes, dándoles
un nuevo significado. Muchas de estas nuevas palabras han sido tomadas de
los diferentes medios de comunicación masiva, siendo más frecuentemente la
televisión quien predomina en la generación de estas “nuevas formas de
comunicarse” .
Los jóvenes de hoy en día -e inclusive generaciones anteriores- han sido
creados ante el televisor, han recibido su influencia desde muy pequeños,
incluso antes de asistir a la escuela, dejando ver así que “la televisión es la
primera escuela del niño”, la divertida.
El niño por tanto se reduce a ser un hombre que no lee, y, por tanto, la
mayoría de las veces, es un ser reblandecido por la televisión.
Por este motivo han perdido la capacidad de elegir, de pensar por ellos
mismos y se dedican a imitar lo que la televisión y algunos otros medios les
transmiten.
La forma más común en que la televisión y los otros medios recogen los
datos que presentan como “opinión pública” se da mediante encuestas, la
mayoría de las veces telefónicas o escritas, y que muy a menudo la
información es manipulada, ya que la manera en la que se formulan las
diferentes preguntas de las encuestas influye mucho en las respuestas que el
público da a ellas, y estas son planeadas y ya esperadas por quien las realiza,
y, considerando que los encuestados son gente que en ocasiones no conoce
el tema y contesta al azar. Por ello, las personas muchas veces no tienen
certeza de que lo que están diciendo sea cierto, ya que se basan en lo visto o
escuchado en televisión.
Podemos notar entonces que en realidad las personas no cuentan con
una opinión propia, sino que son los medios de comunicación quienes les
dicen prácticamente qué es lo que opinan acerca de cualquier asunto,
manipulando la información.
¿Pero, en qué grado influye la televisión en las decisiones de las personas?
8. Se podría decir que demasiado, y para comprobar esto basta con dar un
vistazo en los productos que consumimos y nos daremos cuenta que la
mayoría de ellos son las marcas que más publicidad tienen, los que vemos
constantemente en la televisión.
Pero este hecho no se presenta sólo en la mercancía, ya que actualmente los
medios de comunicación, especialmente la televisión, pueden vendernos
cualquier cosa, desde una casa, un coche, incluso un presidente mediante la
campaña transmitida en televisión.
La televisión nos vende modelos de vida, (a través de programas
juveniles, telenovelas, e inclusive los dibujos animados) que nosotros
adaptamos y nos llevan a comportarnos y vestirnos de formas con las que
normalmente no estaríamos de acuerdo.
Con todo esto, queremos concluir en que las personas se dejan guiar por lo
que los medios les presentan, y aunque ellos piensen que tienen una opinión,
están opinando sólo lo que la televisión les ha inculcado ya. Es innegable que
mientras los padres no dejen de educar a sus hijos con el televisor como niñera,
estos no dejaran de imitar lo que en ella ven, ya que pasan más tiempo con la
televisión que con su propia familia.
3.1. Características en niños y adolescentes.
En niños menores de 5 años existe una marcada capacidad de fantasía
y perciben las imágenes de la TV como reales y verdaderas.
Bajo los 10 años la capacidad de razonamiento como en muchos
adultos está limitada.
La adolescencia temprana es una etapa de:
o Des- organización de la personalidad
o Inestabilidad en las conductas
o No tienen los valores con los que se identifican autodefinidos.
o Egocentrismo
o Centrados en autodefinir la identidad.
Programas de TV comunican una visión no realista en la resolución de
conflictos o problemas y frecuentemente presentan una visión
distorsionada del mundo
3.2. Aprendizaje y TV.
Association of Television Viewing During
Childhood With Poor Educational Achievement
9. Robert J. Hancox, MD; Barry J. Milne, MSc; Richie Poulton, PhD
Arch Pediatr Adolesc Med. 2005;159:614-618
Interpretación:
A partir de este gráfico, podemos concluir, que las personas que ven
más la televisión llegan un menos porcentaje de las mismas a niveles de
estudios universitarios.
3.3. Recomendaciones para el uso de la TV
o Limitar el tiempo que los niños pasan delante de una pantalla
(TV, videojuego, PC). Se recomienda como máximo de una
hora a dos horas de programas de calidad (educativos) por
día.
o No tener TV ni PC en la habitación de los niños hasta que estos
no tengas una edad suficiente para tener un uso responsable
de los mismos.
o Menores de 2 años no deben ver solos la TV.
o Informarse sobre los programas que niños y adolescentes
están viendo. Estos deberían ser educativos y no violentos.
10. 3.4. Crítica a la TV.
La televisión, en este ámbito, ha recibido varias críticas, sobre todo
desde la perspectiva sociocultural por sus contenidos violentos que
hacen que los espectadores tengan conductas y actitudes violentas.
Además se han realizado críticas desde una perspectiva psicológica,
entendiendo así la relación entre el número de horas que el espectador
ve la televisión y el nivel de inteligencia que pueda tener.
Además podemos distinguir críticas educativas, que muestran las
relaciones negativas entre el rendimiento académico debido por
ejemplo a la observación de programas televisivos que no son nada
recomendables para un público menor. Actualmente existen programas
tales como “Sálvame Deluxe”, dibujos animados para mayores de 18
años diferidos en plena hora infantil como “South Park”, etc. que llegan
a mostrar conductas inapropiadas.
Por todo eso podemos distinguir en el ámbito educativo tres tipos
diferentes de televisión: cultural, educativa y escolar.
- En la televisión cultural, los objetivos prioritarios son ,la divulgación
y el entretenimiento. este tipo de programas lo encontramos
sobre todo con reportajes y noticiarios.
- En la televisión educativa, se muestran contenidos con intereses
formativos y educativos, así se dan series con continuidad y con
teorías del aprendizaje e intentan influir en el conocimiento, las
actitudes y los valores del espectador.
- Y en la televisión escolar, su objetivo fundamental es suplantar al
sistema escolar tradicional implantando como nuevo objetivo
programas desde niveles de primaria hasta cursos de
actualización universitaria.
11. 5 .- ENCUENSTA REALIZADA SOBRE LA INFLUENCIA DE LA TV.
Hay muchos niños que pasan más horas delante del televisor que en la
propia escuela, lo que nos debería llevar a pensar si el tipo de información y
educación que reciben de este medio es el más idóneo, sobretodo dado el
alto índice de programas "basura" y "reality-shows" al que nos tienen
acostumbrados, donde se hace espectáculo del dolor ajeno o se ofrece
violencia gratuita.
España es el cuarto país europeo en consumo de televisión, donde el 90% de
las personas la ven a diario y el 20% más de seis horas diarias, entre los que
están los niños que dedican entre 1.500 y 2.000 horas al año
Los niños entre 2 y 3 años están un promedio de 2 horas y media delante del
televisor, aunque un 30% lo están entre 3 y 8 horas contemplando sus
"programas" preferidos: la publicidad, los dibujos animados y las películas
policíacas.
A las 8 de la mañana podemos encontrar una audiencia de 900.000 niños;
3.000.000 entre las 2 y las 3 y 4.000.000 de 5 a 9 de la tarde. No es de extrañar
que un niño vea por término medio 10.000 spots al año, convirtiéndose el
menor en un sujeto pasivo para el consumo, donde se le vende un mundo
irreal donde la felicidad es sinónimo de posesión.
5.1.- RECOMENDACIONES PARA PADRES Y EDUCACDORES.
Las recomendaciones para padres y educadores estarían en la línea de ir
fomentando una actitud crítica ante este medio:
Que los niños vean a televisión acompañados, para ayudarles a desarrollar
sus capacidades expresivas.
Prestar mayor importancia a la relación entre padres e hijos, al diálogo, al
relato de cuentos, a la lectura y a los juegos.
Incorporar los medios de comunicación a la escuela, educando a los niños
a la imagen.
12. 6.- LA ESCUELA EN LA TV.
Hoy se ha hecho corriente fomentar la formación crítica de los telespectadores
para que en su rol de ciudadanos se sirvan de los medios, en nuestro caso de
la televisión, a partir de la reflexión, el análisis y la participación.
Así, es deseable que las escuelas e institutos ofrezcan pautas de interpretación
y de análisis, tanto del funcionamiento del conjunto televisivo como de sus
programas principales: publicidad, series, películas e informativos.
Se trata de:
o Educar en la televisión
convertir en materia de estudio al medio
combatan el visionado fascinado y acrítico corriente.
o En cambio, educar con la televisión implica incorporar didácticamente
la oferta televisiva a todos los niveles de enseñanza del proceso de
enseñanza-aprendizaje. A grandes rasgos, los materiales televisivos que
pueden ser aprovechados en las aula (programas educativos),
Sin duda, la formación del profesorado es un elemento clave en la utilización o
el rechazo de tecnologías audiovisuales en el proceso educativo. Los
docentes manifiestan, básicamente.
Existen tres tipos de respuesta frente a las tecnologías audiovisuales, en
general, y a la televisión en particular (Alonso y otros, 1995):
Unos niegan que la televisión contribuya positivamente al proceso
educativo; pues lo emocional prima por sobre lo racional y para el
discurso racionalista que manejan las instituciones educativas, la
televisión es un enemigo de primer orden;
Hay quienes sólo utilizan la televisión o la reproducción de vídeos, de
forma no sistemática, como mero apoyo adicional al trabajo que
realizan en el aula;
Otros creen indispensable modificar el sistema educativo
(infraestructura de los centros escolares, contenidos curriculares y
formación de educadores) teniendo en cuenta el nuevo entorno
tecnológico (Internet, incluida) y los nuevos contenidos audiovisuales y
multimedia.
13. 6.1. Educación Formal vs Educación Informal.
Hoy, ya nadie tiene dudas acerca de la veracidad de la afirmación “la
televisión se ha convertido en uno de los principales agentes de socialización”.
Es decir, que los programas de la pequeña pantalla son un condimento básico
en el „alimento‟ de los primeros años de vida de los individuos, sobre todo a la
hora de incorporar el conjunto de reglas, comportamientos y valores de una
determinada sociedad.
Junto a la familia y a la educación formal o reglada (educación
Primaria y Secundaria), la televisión es una de las principales fuentes de
conocimiento y de autoridad en las sociedades occidentales. A través
de sus contenidos, el medio televisivo difunde modelos de vida, normas
de comportamiento, valores sociales... a los televidentes de todas las
edades y de todas partes del mundo.
Pese a la contrastada importancia de la televisión en la vida de todos los días,
numerosas voces (comunicólogos, pediatras, padres, etc.) denuncian a
menudo que los contenidos y los valores de la “tele” no se orientan en función
del desarrollo “más sano” de los más jóvenes.
Son numerosas las investigaciones que demuestran que los programas emitidos
resaltan valores como la competitividad, el individualismo, el echar mano a la
violencia para resolver los conflictos, la estimulación al consumo…
Además, debemos considerar que los niños y jóvenes no sólo consumen los
programas que están pensados especialmente para ellos sino que también
son constantes televidentes de programas dirigidos a públicos adultos, muchos
de éstos fuera del horario de protección al menor, que según la normativa
vigente en la UE comienza a partir de las diez de la noche.
A partir de estas constataciones se ha planteado el conflicto:
¿La televisión y sus efectos interfieren en los objetivos educativos declarados
como deseables por la sociedad en general, y por las instituciones de
enseñanza en particular?
Es verdad que, salvo excepciones, el conjunto del medio televisivo, puntal de
la denominada educación informal, establece una relación con la
educación formal (reglada e impartida en colegios e institutos por maestros y
profesores) más propicia a la competencia que a una amigable
complementariedad. En muchas ocasiones, los mensajes que emanan de
estas dos instancias de formación son contradictorios.
14. Pese a esta conflictiva relación entre el sistema de educación formal y
la televisión, es importante subrayar que la televisión por sí misma no
enseña nada, y son muchos quienes consideran que es un simple
electrodoméstico. Pero por otro lado, numerosas investigaciones
desarrolladas a partir de los años 60, indican que el contexto social,
familiar y económico en los que se encuentran inmersos los pequeños
televidentes es decisivo a la hora de valorar los efectos de la exposición
frente al televisor.
6.2. La Tv en la Escuela: aprender a ver TV.
Al dar sus primeros pasos el medio televisivo, inmediatamente surgió la
pregunta: ¿es la televisión un instrumento útil para apoyar los procesos de
enseñanza y aprendizaje?
Un informe elaborado por la empresa GECA (Gabinete de Estudios de la
Comunicación Audiovisual), a mediados de los años 90, para la Secretaría de
Educación de España, señala que “los niños que ven una programación
educativa de calidad de forma regular aprenden más y mejor que los que no
la ven; también se demuestra que la ayuda de un educador, padre o maestro
durante el visionado de los programas mejora la calidad de aprendizaje del
niño” (GECA, 1995).
Algunos países –tal es el caso, por ejemplo, de Reino Unido, Japón, Australia o,
México- vienen invirtiendo desde hace décadas grandes sumas de dinero,
millones de euros por año, en la producción y emisión de programas de
televisión educativos que vinculan sus programaciones con los contenidos
específicos de uno o varios cursos lectivos.
Así, desde el punto de vista de la programación es posible distinguir:
Programas para niños y niñas en edad pre-escolar.
Programas para el nivel de educación Primaria.
Programas para el nivel de educación Secundaria.
Programas para el nivel de educación Universitaria.
Programas para la educación permanente de adultos.
En las últimas décadas, la irrupción de la televisión por cable y de las
plataformas de televisión vía satélite directa al hogar han propiciado el
crecimiento exponencial de la cantidad de horas de programación ofertadas.
Si bien es cierto que en su mayor parte éstas están dedicadas a ampliar una
15. oferta de contenidos basada en el ocio y el entretenimiento (deportes y
películas principalmente), también lo es que los espacios dedicados a la
formación y a la educación se han incrementado levemente (en buena parte
por el esfuerzo de las televisiones autonómicas).
Por otra parte, Internet y sus contenidos multimedia pretenden vencer el
obstáculo de la distancia para llegar a individuos, empresas y centros de
formación con contenidos al servicio de los sistemas de educación reglada, la
formación permanente y el reciclaje profesional.
16. 7.- LA EXPLOTACIÓN DIDÁCTICA DE LA TV.
Primeros planteamientos: los aparatos entraban en el aula de forma
esporádica sin haberse planificado su uso.
Ahora, los medios –y entre ellos la televisión– “se consideran catalizadores de
experiencias”. La “pedagogía con imágenes” supone la utilización de los
medios audiovisuales y la TV “de forma integrada”, con el fin de:
Lograr la motivación.
Transmitir experiencias,
Conocer el proceso; esto es, el uso de la televisión como instrumento y
recurso en el proceso de aprendizaje.
Educar para la imagen significa prácticamente educar para “leer” la imagen
(Aparici, Valdivia y García (1987)
La pedagogía de la imagen debe servir para que el espectador (receptor de
mensajes) pase a ser:
Una persona alfabetizada en la imagen.
Un receptor participativo y capaz de dar respuesta a los mensajes
que recibe masivamente.
Un creador-emisor de sus propios mensajes audiovisuales.
Los medios, y en concreto el medio televisivo, pueden servir también
como instrumentos para la expresión personal de los alumnos.
La estrategia más acertada para explotación didáctica de la televisión
implica (Sánchez Noriega, 1997):
La educación para la elección y selección de los mensajes de masas.
La reivindicación de otro ocio.
El regreso a las experiencias originarias y el fomento de la economía
de estímulos.
La educación para la televisión ha de centrarse en conocer el
sistema televisivo.
Es necesario “el hacer/usar” la televisión mediante audiovisuales
didácticos y la elaboración de mensajes desde la propia escuela.
Hay que diferenciar entre “educar con” la TV y “educar en la TV” (Ferrés, 1994):
17. Educar con la TV: es incorporarla al aula para optimizar el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Educar en la TV: es convertir el medio en materia u objeto de estudio.
También podemos diferenciar entre la educación “de la TV” y la educación
“en la TV” (Pérez Tornero, 1997):
La educación de la TV: es la “teleliteracy” (telealfabetización).
La educación en la TV tiene tres grandes tareas que afrontar:
- La comprensión intelectual del medio.
- La lectura crítica de sus mensajes.
- La capacitación para la utilización libre y creativa.
18. 8.- LAS FUNCIONES DEL USO EDUCATIVO DE LA TV.
Entre las razones para la utilización de la televisión en aula destacan
(Rockman y Burke, 1992):
Mejorar la calidad.
Como catalizadora (mediadora)
Como medio para ampliar las experiencias.
Para introducir la educación de la afectividad.
Para igualar las desigualdades educativas.
Como medio para mejorar la eficacia y la productividad.
Otras de las razones para utilizar la televisión en la escuela, como medio de
comunicación, son:
Estimular el interés y la atención de los alumnos.
Facilitar el acceso a los niños a mundos desconocidos y difícilmente
accesibles sin lapequeña pantalla.
Facilitar el proceso de comunicación en el aula.
Pérez Tornero (1997) desde la óptica de la perspectiva crítica, señala las
siguientes razones individuales:
Descubrir el carácter mediacional del mensaje de la TV.
Desarrollar la autonomía del alumno ante el medio televisivo.
Explorar las posibilidades expresivas y comunicativas que ofrece la TV.
Desarrollar la autonomía de la comunidad para organizar libremente
la TV al servicio de los intereses del grupo.
Charles (1995) señala que las funciones de la escuela, en cuanto a la TV
deben ser separadas en tres grandes ámbitos:
Ámbito de la emisión.
Ámbito del mensaje.
Ámbito de la recepción.
19. 9.- EL TELESPECTADOR CRÍTICO Y ACTIVO.
Desde el ámbito social e investigador se ve la necesidad de formar
telespectadores más críticos y creativos.
Peyrú (1993) plantea:
¿Por qué a nadie hoy se le ocurre que hay que enseñar a mirar la
televisión?
Sólo la formación puede garantizar el espíritu crítico necesario para
una utilización enriquecedora del medio.
Hay que saber ver TV para aprovecharla o desecharla en la medida que lo
merezca (Victoria Camps, 1996).
Enseñar a ver y analizar información audiovisual es fomentar una
recepción crítica.
Para educar al telespectador activo:
Se deben crear los filtros necesarios que permitan educar el juicio
crítico de los niños y jóvenes.
Miguel Reyes (1986) realiza una propuesta de educación del telespectador
centrada en tres grandes áreas:
Desmitificación del medio TV.
Alfabetización del medio TV.
Autoanálisis del medio TV.