1. El calcio forma parte del hueso; más el 99 por ciento de este elemento se
encuentra en el esqueleto. La pequeña fracción que no está presenta en
los huesos, cercana a uno por ciento de la cantidad total, se encuentra en
los líquidos y en las células donde desempeñan importantes funciones. En
su forma ionizada, Ca 2+ , intervienen en la regulación de la permeabilidad
de las
membranas
plásticas y en la
irritabilidad y
excitabilidad
neuromusculare
s a las cuales
deprime. El
calcio es
necesario para
la transmisión
de los impulsos
nerviosos y para
la contracción
muscular; se
opone
directamente a
la respuesta que
se obtiene con
los niveles
elevados de K+ ,
pues la amplitud
del latido
cardiaco aumenta a medida que la concentración de Ca2+ se eleva hasta
llegar a un máximo. El calcio también participa en los procesos de
coagulación de la sangre; en efecto, se impide la coagulación de la sangr4e
al quitar un ion de calcio por medio de oxalato, con lo que se precipita
oxalato de calcio, o haciendo un quelato por medio de ácido cítrico o, por
fin, con una resina de intercambio iónico; el calcio0 interviene en varios
pasos para la coagulación. El calcio interviene en diversas reacciones
enzimáticas, por ejemplo modulado la acción como es el caso de las
2. hormonas que actúan a través de la adenia ciclasa. La movilización d del
calcio en los mamíferos depende de la interacción de tres diferentes
hormonas: la paratohormana secretada por la glándula paratiroides, la
calcitonina producida en células especializadas de la glándula tiroides y el
1.25-dihidroxicolecalciferol sintetizado en el riñón a partir de la vitamina D.
Absorción del calcio. El calcio se4 absorbe en el intestino delgado,
especialmente es su parte inferior. El pH intestinal modifica la absorción.
Pues los fosfatos y los carbonatos de calcio son solubles en medio acido e
insolubles en medio alcalino. La forma más importante en que se absorbe es
la de fosfato de calcio, CaHPO4, que abunda en la dieta. Las condiciones
que acidifican el contenido intestinal promueven la mayor absorción del
calcio, como con la fermentación de la lactosa y a galactosa dietéticas. Por
otra parte, al ingerir dietas con un contenido alto de proteínas se absorbe
más calcio que cuando la concentración de proteína en la dieta es baja. Un
exceso de ácidos grasos en el intestino, por la alteraciones en su absorción
y también el exceso de ácido fitico (hexafosfato de inositol) presente en
los cereales, provoca una aja absorción de calcio al combinarse con él y
formar sales insolubles en agua. La vitamina Daumenta la absorción de
calcio en el intestino. La proteína D3 o 7-dehidrocolesterol es la fuente
más abundante de vitamina D en los alimentos; con la luz ultravioleta el 7-
dehidrocolesterol se convierte en colecalciferol o vitamina D3; en los seres
humanos esta reacción se realiza activamente en la piel y no requieres la
participación de enzimas. El colecalciferol en seguida es hidroxilo por una
enzima presente en las mitocondrias de los hepatocitos, en
2. una reacción que utiliza NADH y O2, para formar el 25-
hidroxicolecalciferol, el cual siendo un potente inhibidor de la enzima que
lo forma, regula así su propia síntesis. El 25- hidroxicolecalciferol es llevado
al riñón en donde, en un proceso estimulado por la paratohormona, es
hidroxilado para dar dos productos; el 1,25 dihidroxicolecalciferol y el 21,
25 dihidroxicolecalciferol; el primero actúa en el intestino y el segundo en
el túbulo renal. Se acepta que en las células intestinales, el 1,25
dihidroxicolecalciferol promueve la síntesis de una proteína indispensable
para la absorción del calcio. Por lo tanto el 1,25 dihidroxicolecalciferol
estimula la síntesis de proteína específica, de manera semejante a cómo
actúan los esteroides producidos por las suprarrenales y las gónadas. Esto,
junto con el hecho de que el 1,25 dihidroxicolecalciferol se sintetiza en un
tejido y actúa en otro y que algo de provitamina D3 se sintetiza en los
tejidos de los mamíferos, ha llevado a la conclusión de que el 1,25
3. dihidroxicolecalciferol es más una hormona que la forma activa de una
vitamina.
Distribución y balance del calcio. El calcio se encuentra en el plasma,
unido a las proteínas o en forma ionizada. La concentración normal de
calcio total en suero, tanto de adultos como de niños, es de 10 mg. por 100
ml. En ciertos líquidos extracelulares como el cefalorraquídeo, la
concentración de calcio es solo la fracción ionizada, pues el calcio unido a
las proteínas no es filtrable. La fracción unida a las proteínas de plasma es
de cerca del 40 por ciento del total, o sea 4 mg. por 100 ml. cuando las
proteínas séricas son de unos 7 g. por 100 ml; en efecto, la calcemia varía
con la concentración de proteínas plasmáticas. El calcio ionizado es cerca
del 50 al 60 por ciento del total; además, el calcio existe en forma de
complejos solubles y de sales de calcio en solución sobresaturada. El calcio
ionizado, Ca2+ , es la forma
actica del calcio, y su
concentración está
directamente bajo la
influencia de la hormona
paratiroides. En el
hiperparatiroidismo se
observa un aumento en los
valores de calcio ionizado en
el suero que, si es muy
marcado, disminuye la
excitabilidad del tejido
muscular y provoca
insuficiencia respiratoria o cardiaca. Por el contrario, en el
hipoparatiroidismo disminuyen los valores séricos del calcio ionizado y se
puede presentar tetania, esto es la contracción desordenada, involuntaria
y vigorosa de los músculos esqueléticos. Existe una relación reciproca
aproximada entre las concentraciones de calcio y fosforo en los líquidos;
cuando aumenta el fosfato de calcio disminuye, con lo cual parece
sostenerse el llamado producto de concentración. En efecto, el producto
de concentración del calcio en miligramos por ciento (normal, 10 mg. por
100 ml) y del fosforo inorgánico en miligramos por ciento en el suero
(normal, 3 a 4 mg. por 100 ml) es constante, con valores de 30 a 40 para los
adultos y de 40 a 55 para los niños. El límite del producto de la
concentración
4. 3. coincide con la precipitación de los fosfatos del calcio, hecho que
puede tener trascendencia en la formación o en la disolución del hueso.
De los 1200 g. de calcio presentes en el organismo, más del 99 por ciento
está en el hueso; cerca del 36 por ciento de las cenizas o contenido mineral
de los huesos es calcio, que parcialmente está presente como fosfato de
calcio. En el hueso la relación calcio-fosfato es 2.2:1. La mayor parte del
calcio ingerido – cerca del 90 por ciento de 1 g. diario, en promedio – es
eliminado por las materias fecales, el resto se excreta por la orina; el
umbral renal para el calcio es de 6 mg. por 100 ml. de suero, o sea se elimina
por el riñón solo cuando excede esta cifra. La mayor parte – 99 por ciento
– del calcio filtrado por el glomérulo es absorbida por los túbulos. Sin
embargo, cuando la ingestión de calcio es baja o mediana, por ejemplo de
0.5 g. o menos diarios, se excreta una mucho menor porción de calcio por
las heces a cambio de la mucho mayor porción por vía renal. La excreción
urinaria se eleva cuando aumenta la relación calcio-fosforo en el suero con
las dosis grandes de vitamina D, o con la administración de hormona
paratiroides