El documento describe una escena en La Habana, Cuba donde una mujer negra comienza a bailar espontáneamente en la calle al ritmo de la música que tocaba una banda en un bar cercano. Los autores observan fascinados su baile expresivo y ritualista, y toman algunas fotografías. La mujer baila con gracia y luego se va, dejando a los presentes inspirados por su performance. El documento resalta que la música y el baile son expresiones culturales sin límites en Cuba.
Similar a La esquina del movimiento tiene y resume de manera concisa el contenido del documento enfocándose en el elemento clave de La esquina del movimiento
Similar a La esquina del movimiento tiene y resume de manera concisa el contenido del documento enfocándose en el elemento clave de La esquina del movimiento (20)
9. Lejana su mirada, perdida en un gozo que
entraba por sus oídos y se irradiaba a sus
entrañas, empezó a bailar… Ahí, sin entrar al
bar, a plena calle, sola, elegante, sensual.
Su gorrito tejido con una flor, sus collares
artesanales, su camiseta a rayas, su pantalón
suelto, su silueta de mujer hecha mujer de
años viva y vivida, sus carnes, su rostro, sus
ojos, su boca, su piel, toda ella cadenciosa…
El movimiento en sus caderas y sus hombros,
sus giros, flexiones y detenciones súbitas, sus
carnes articuladas para bien copular con cada
percusión, con cada rasgado y cada nota de la
flauta que humedeciera su ritmo. Acompasada
bailaba y cantaba sola, desde muy adentro… el
suyo era un acto lúdico, pero le subyacía una
danza ritual, devocional, tribal, heredada
desde el inicio de los tiempos. Cuando la ví
LA ESQUINA DEL MOVIMIENTO supe que había llegado a Cuba, pero también
que estaba enfrente de África. Afuera algunos
Habíamos entrado a aquel pequeño bar ubicado en una transeúntes se habían detenido.
transitada esquina de la Habana Vieja. Queríamos refrescarnos;
llevábamos varias horas caminando bajo el sol, húmeda y Tomé la cámara, disparé algunas ráfagas de
caliente la media tarde. Nos atrajo la música que tocaba éste cuerpo entero, acercamientos a su rostro,
trío ubicado a la entrada. Su repertorio incluía sones y guajiras, barridos, congelados, un par de vueltas.
excelentes las interpretaciones. Nos quedamos.
Al terminar alguna pieza, se fue sin más.
Algunas cervezas, mojitos y rones después, estábamos bien Nos había concedido unos minutos de su gracia,
Inspirados… lúbricas las miradas por la belleza circundante y regalo de la vida.
entonados por sones que calientan el espíritu y agitan los
huesos, que hacen sonreír al alma, bálsamo para el corazón. Me recordó aquella canción de Nelson Pinedo,
La esquina del movimiento… Comienza: “de las
Entonces apareció aquella negra adorable. Pasaba caminando calles de la Habana, todos tienen qué decir”.
frente al bar y se detuvo. La música la atrapó, cual abeja Existía, era cierto. La música y el baile en
–negra- que llega a la miel y placenteramente muere por ella. Cuba son el lugar sin límites.
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41. LA ESQUINA DEL MOVIMIENTO
De las calles de la Habana
todos tienen qué decir,
todos tienen qué decir
pero de muy buena gana
Como sí esto fuera poco
es la nota del momento,
el comentario que tiene
la esquina del movimiento
¿Cual será, cual será
la esquina del movimiento?
El otro día vi yo
a un pollito caminando
y un viejo que había mirando
de pronto se desmayó
¿Cual será, cual será
la esquina del movimiento?
Caballero, qué caliente
la esquina del movimiento
¿Cual será, cual será
la esquina del movimiento?
Entre Neptuno y Galeano
Industria y San Rafael
Reina y Águila, a saber
cual será el punto cercano
¿Cual será, cual será
la esquina del movimiento?
Nelson Pinedo, La Sonora Matancera
42. La Habana, Cuba
Parte II
Fotografía y presentación: Luis Fernández
Cuba-México; 2008; DR
leviathan_lf@yahoo.com.mx
Réflex, objetivos 18-55 y 70-300 mm
Salida digital, a baja resolución