El documento describe una visita nocturna a la Peña de Bernal en Querétaro, México. Comienza describiendo la tormenta nocturna y el paisaje húmedo y oscuro. Luego detalla el comportamiento ruidoso y agresivo de los jóvenes en el pueblo. Más tarde, el autor y otros deben guarecerse de la tormenta y esperar a la madrugada para explorar el pueblo en silencio. Al amanecer, observan a las personas que van a misa apresuradamente "como almas que

1. Luz
húmeda
en la noche
Noche agitada que
llovió a cántaros.
Se despeñó
se derramó
se vino
cual cascada
arrolladora.
Luego noche
apaciguada.
Iluminada
húmeda
fría,
poblada de fantasmas.

3. Llegamos de noche a ese sitio cuyo magnetismo
fluye desde el piso como agua de la montaña.
Desde la carretera, al mirar la Peña de Bernal,
ya se percibe su espíritu. Tótem pétreo que respira,
centro de gravedad, sitio de peregrinaje,
geografía sagrada, escalera rumbo al cielo.
Pero es también un poblado de conservadurismo y ramplonería.
Era sábado y había intenso griterío callejero. Grupos de jóvenes a
bordo de camionetas daban vuelta tras vuelta a las escasas y
estrechas callejuelas, botellas en mano, estéreos a todo volumen y
“música” norteña (estridencia vomitiva pura), chirriando las llantas
por la velocidad. En un instante, un salto apenas me salvó de ser
atropellado.
Hacia el bajío, el occidente jalisciense y el norte, sus jóvenes gene-
raciones son las más extraviadas del país ¿Cuál es la razón del frenesí
embrutecedor de la “onda norteña”, sino la de saberse desechos de
consumo del inalcanzable sueño del “gabacho”? Víctimas simultaneas
del envilecimiento televisivo, de la influencia gringa de múltiple
putrefacción, de la depravación de las religiones judeo-cristianas, de
los miasmas del sistema educativo y su castración del sentido crítico
–peor en escuelas privadas-, del afán y modas de consumo, de la
amputación económica, del ecocidio ante sus narices, de la ignoran-
cia pertinaz, de la desinformación, la propaganda y la manipulación
política… y de su brutal orfandad cultural y la pérdida de las raíces
nacionales. Es en estos jóvenes donde la semilla de descomposición
de la derecha creció y crece con más facilidad: La semilla de la
ignorancia, el materialismo vacuo, el odio clasista y el racismo.
Jóvenes, pero mexicanos al fin. Víctimas inefables del fascismo
ultracorrupto de las “manos limpias” que los engañó “para que vivan
mejor” y mientras depreda al máximo al país, ya los desechó en vida.
Que se anquilosen y mueran… o se incendien ante la realidad
ineluctable de su tiempo, es cuestión de tiempo…
Pero entonces, para fortuna nuestra, comenzó a llover… y de qué
manera! El cielo se dio a la tarea de recordarnos sus truenos y
arrebatarnos las calles, de refrescar el aire y la memoria, de lavar
nuestro mundo y sus agravios…

5. Debimos correr a guarecernos de aquella
tormenta nocturna
Y esperar la madrugada
para salir a caminar las calles,
ahora solitarias y taciturnas
Ya sólo se escuchaban los tenues sonidos del
agua que bajaba de la montaña y escurría
por los empedrados
A esa hora fue un regalo.
La luz húmeda de los faroles
y los muros húmedos,
el aire húmedo
la noche húmeda
El pueblo nos dejó hurgar
en sus callejuelas y rincones.
Adentrarnos en sus secretos,
mirar sus fachadas
acariciar sus pliegues
tocar sus puertas,
saborear su aliento
Gruta de deseos
para andarla en silencio
y observar en silencio
enfocar en silencio
disparar en silencio
gozar en silencio,
furtivamente

12. Aparecieron poco antes del amanecer,
como fantasmas
De la penumbra, poco a poco,
silenciosamente
surgía una de aquí, otro de allá
Pasaban de lejos, como
levitando sobre el empedrado,
midiendo distancia con disimulo
Cuando sonó la tercer campanada
ya venían de todas partes,
para confluir en aquel sobrio templo
Iban a misa… llevaban prisa,
como almas que lleva el diablo
No puede ser un reproche a la fe de
esas personas. Sería una falsa discusión.
Pero hay que ver el arraigo a la oscuridad
disfrazada de luz, a la que nos arroja
nuestra condición humana
Luego comenzó a despuntar el alba
Faltaba recordar que en la vida
del hombre y la mujer, a veces sucede
una utopía… ambulante.
Tal real, tan esquiva, tan fugaz
Y observar las de la historia, que duelen

21. Pueblo de la colonia,
como muchos otros, ventana
a un pasado que se convulsiona
por un presente que se convulsiona
Pueblos y edificios vestigios
de una historia de crímenes y saqueos,
revaluados por su potencial
de negocio turístico, que no por la
cultura de las masas, en una nueva y
virulenta época de crímenes y saqueos
Pues al abrirse el telón del S.XXI…
la neo-colonia, los neo-liberales,
los neo-cristeros, los neo-criollitos...
La derecha y la ultraderecha,
vendepatrias, traidores de siempre,
de colores bien definidos
Patrimonio histórico-arquitectónico
que como todo patrimonio
–el que valga, el que quede-
es despojado cada vez con más rapiña,
dejando sólo despojos del patrimonio
y memoria de los despojos
Al final, acaso tan sólo
patrimonio de la memoria,
en un México que se precipita
sobre el espejo de su propia historia
¿Fin?

23. Peña de Bernal, Querétaro.
Octubre/2007
Fotografía y presentación: Luis Fernández
México, 2008
leviathan_lf@yahoo.com.mx
Películas blanco y negro, asa 100° y 400°
Réflex con objetivos 28-80, 70-210 mm y 70-210 mm + TC-2X
Negativos escaneados a baja resolución