El Gigante contra el Guerrero: la libertad de expresión en Ecuador
1. Ma. Leonor Diaz
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El Gigante contra el Guerrero
Ecuador, país de gente luchadora, con personas que a lo largo de toda la historia se ha hecho
escuchar con revoluciones, paros, artículos de periódicos, entre otros, hoy es pisado por el
gigante del gobierno y callado por su poder.
¿Es esto acaso sólo mi opinión, o parece una historia antes contada y ahora parafraseada por
presidentes de diferentes países de Latinoamérica?
Cuando empezó la Revolución de Cuba, nadie sabía a ciencia cierta qué les esperaba con ese
nuevo gobierno; las campañas constantes, su gran despliegue de publicidad sobre dicha
revolución, y su latente manía por controlar los medios de comunicación, los llevaron a
desproteger la tan deseada libertad de expresión; de igual manera en otros ámbitos, como el
comercio exterior, importaciones, educación, etc. también el pueblo cubano sintió caminar
sobre terreno minado, y convirtieron lo que es hoy en día Cuba, país detenido en el tiempo;
¿Es esto acaso lo que se nos avecina en Ecuador? ¿esperaremos a que el próximo Baldor sufra
el mismo triste destino del anterior, muriendo solo y exiliado de su tierra natal que tanto amó
y ayudó? El tuvo que huir del país que antes ansiaba llenar con su riqueza, dejándolo triste y
pobre ¿Cuántos semejantes a Baldor, nos muestran hoy su rostro?
Recordemos un poco, en Cuba cada barrio posee comités de defensa de la revolución que
vigilan en cada zona el respeto a su doctrina socialista; igualmente en Venezuela, existen los
consejos comunales, que se presentan como ejemplo de la democracia participativa.
El gobierno Ecuatoriano aspira crear un millón de estos comités para disuadir a los “golpistas
en Ecuador”, ¿coincidencia? Tal vez, o tal vez solo sea una de las tantas semejanzas con
aquellos gobiernos bajo el falso nombre de “Socialismo del Siglo XXI”.
Nuestra libertad de expresión está siendo ya cortada, ¿Cuánto más dejaremos que este
gigante nos siga aplastando? ¿No debemos ya levantarnos y vencerlo? Ecuador, nunca has
sido débil, espero que ahora que toca el futuro de nuestra generación tampoco te quedes de
manos cruzadas, todos sabemos ya hasta donde va esto y cual es nuestro final, solo nosotros
podemos decidir si vencer a este gigante o dejar morir a nuestro pueblo de guerreros; lo que
me hace reflexionar en las sabias palabras de José Martí: “Existen dos tipos de hombres, los
que aman y construyen y los que odian y destruyen.”