El documento habla sobre el uso responsable de las tecnologías de la información y la comunicación. Señala que aunque inicialmente se usaban como herramientas de trabajo, hoy en día la sociedad las usa de forma incorrecta, como en el caso de los videojuegos que son adictivos para niños y adolescentes. Propone que los mayores pongan horarios de uso y saquen las computadoras de las habitaciones para controlar mejor el tiempo que los menores pasan jugando.