1. LLUVIA ÁCIDA
La lluvia ácida se forma cuando la humedad en el aire se combina con
los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales
eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo.
En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y
ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra
acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.
Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia
ácida pueden recorrer grandes distancias, trasladándolos los vientos cientos o
miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna,
granizo, nieve, niebla o neblina. Cuando la precipitación se produce, puede
provocar importantes deterioros en el ambiente.
ZONAS DEL PLANETA CON MAS LLUVIA ÁCIDA
2. AGUJERO DE LA CAPA DE OZONO
El agujero en la capa de ozono viene dado por el debilitamiento o
disminución de la concentración del ozono en la atmósfera, el cual provoca un
adelgazamiento en una región tan grande como Alaska, localizándose
fundamentalmente sobre la antártica en el hemisferio sur.
El ozono es una molécula formada por tres átomos de oxígeno (O3) el
cual, debido a su reactividad, es altamente tóxico. Este gas es capaz de
absorber las radiaciones UV. Se sabe que absorber esta radiación puede
alterar el sistema inmunológico del organismo, influyendo de forma negativa
sobre la molécula de ADN. Además, ataca la visión -provocando cataratas-,
daña los cromosomas de las células en la piel humana generando el cáncer de
piel y otras afectaciones. Asimismo se puede contraer una serie de
enfermedades -que pueden aumentar tanto en frecuencia como en severidad-
tales como: sarampión, herpes, malaria, lepra, varicela.
El agujero sobre la Antártida permanecerá incluso hasta 2065, y con ello
15 años más. Y debido a las condiciones especiales que predominan en el
vórtice polar (circulación ciclónica con vientos gélidos y violentos), se prevé que
el "agujero" de ozono en la Antártida vuelva a aparecer periódicamente durante
dos decenios más.