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Desmontando
la Siciliana
Jesús De la Villa
esra-;; ed..d�rhll
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Primera edición en Andorra, Octubre 2003.
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Mas de Ribafeta
Les Feixes AIV
Arinsal - La Massana
Andorra
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© Jesús de la Villa García, 2003
© Esfera Editorial, 2003
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públicos.
,
lndice General
Introducción 5
Sección 1: 1.e4 c5 2.ltJf3
1. 2...ltJf6 Nimzovitch y otras jugadas 9
2. 2...b6 16
3. 2...a6 O'Kelly 20
Sección 2: 1.e4 c5 2.ltJf3 ltJc6 3.d4 cd4 4.ltJd4
4. 4...d5 y otras jugadas 28
5. 4...Wb6 31
6. 4...g6 Dragón Acelerado 39
7. 4...e5 Lowenthal 61
8. 4...e5 5.ltJb5 d6 Khalasnikov 68
9. 4...ltJf6 5.ltJc3 e5 Pelikan 81
Sección 3: 1.e4 c5 2.ltJf3 e6 3.d4 cd4 4.ltJd4
10. 4...i.c5; 4...Wb6 y 5...i.c5 132
11. 4...ltJf6 5.ltJc3 Wb6 140
12. 4...ltJf6 5.ltJc3 �b4 143
13. 4...ltJf6 5.ltJc3 ltJc6 153
14. 4...ltJc6 Taimanov 161
15. 4...a6 Paulsen 182
Sección 4: 1.e4 c5 2.ltJf3 d6 3.d4 cd4 4.ltJd4
16. 4...e5; 4...ltJf6 5.ltJc3 e5 202
17. 4...ltJf6 5.ltJc3 i.d7 Kupreichik 210
18. 4...ltJf6 5.ltJc3 g6 Dragón 215
19. 4...ltJf6 5.ltJc3 ltJc6 243
20. 4...ltJf6 5.ltJc3 e6 Scheveningen 274
21. 4...ltJf6 5.ltJc3 d6 Najdorf 302
Índice de variantes 332
Introducción
Este libro trata del estudio de la Defensa Siciliana.
Sin embargo el desarrollo de la Teoría de Aperturas ha sido tan grande en los
últimos años, que resulta una utopía abarcar todas las variantes de una Defensa tan
compleja.
Por lo tanto el libro se concentra en ofrecer un repertorio para el jugador de
blancas, basado en l .e4 c5 2.�f3.
La Siciliana es la defensa que más se emplea. Sobre una base de tres millones
y medio de partidas de todas las épocas, el porcentaje de sicilianas es del 20%; si
consideramos sólo las partidas que comienzan con l .e4 el porcentaje de Sicilianas
llega al 38%. Pero estos porcentajes incluso crecen si consideramos partidas de los
últimos años. Por ejemplo el 4 1 % para las partidas que comienzan con J .e4 a par­
tir del año 2000.
Por ese motivo, propongo un repertorio basado en la variante abierta, la que
comienza con 2.�f3 y se complementa casi siempre con 3.d4. Parece lógico dedi­
car los mejores esfuerzos a una posición que se va a producir muchas veces en
nuestras partidas y es mejor elegir variantes secundarias contra defensas que no
jugaremos tan a menudo.
Además una amplia experiencia indica que, contra la Siciliana, no hay muchas
perspectivas de obtener ventaja con sistemas diferentes a 2.�f3. La flexibilidad y
el factor sorpresa es una cosa, y otra bien diferente, basar nuestro repertorio en
líneas inofensivas.
Mi recomendación general para el estudio de las aperturas, la baso en el
siguiente enfoque: contra principal, principal, contra secundaria, secundaria y con­
tra mala, refutación. Naturalmente este es un planteamiento esquemático y debe
adaptarse a cada caso.
6 Introducción
El estilo también debe influir en la formación del repertorio, pero si nuestro
estilo no implica jugar abierto contra la siciliana, entonces debemos planteamos si
l .e4 es nuestra jugada.
Aunque se eligen variantes principales, desde el punto de vista de la actualidad
teórica, el repertorio presentado en el libro también intenta cumplir con el princi­
pio de economía y de coherencia al elegir líneas que pueden trasponer entre sí,
cuando eso es posible, o que tienen ideas estratégicas comunes, también cuando
eso es posible.
De este modo, hay un esquema, que se presenta como dominante en este reper­
torio y que puede aplicarse (con importantes variaciones, claro está) contra un
grupo amplio de defensas (Najdorf, Sheveningen, Clásica, Taimanov, Dragón,
Kupreichik y algunas secundarias). Dicho esquema se basa en las jugadas f3, �e3,
l!1/d2 y o-o-o.
El enroque largo siempre me ha parecido enormemente natural en la Siciliana
abierta, puesto que la torre se sitúa de inmediato en la única columna abierta (para
las blancas).
Más discutible, es la posición del peón f. Durante muchos años la tendencia
general y casi una regla sagrada, era considerar que las blancas no pueden jugar
activo en la siciliana sin incluir la jugada f4. Este pensamiento está bien fundado
en una amplia experiencia, pero a mi parecer, su aplicación de modo indiscrimi­
nado ha llevado a las blancas a dificultades en muchas variantes, porque facilita el
contrajuego natural de las negras a través de la diagonal a8-h 1 , presionando en e4
y, a través de ese punto vulnerable, más allá, en el interior de la posición blanca.
En el esquema con f3, el punto e4 está sólidamente defendido y no es una pre­
ocupación para las blancas y su plan es muy claro y fácil de ejecutar. Esta puede
ser una causa, si no analítica, sí práctica, de que los resultados de las blancas con
este esquema hayan sido brillantes, en general. El comentario de Fischer, de que la
Dragón era una defensa débil porque en ella, con el Ataque Rauzer, un aficionado
con blancas puede derrotar fácilmente a un Gran Maestro, se puede extender aun­
que sea con menos intensidad a las otras defensas.
Sobre la estructura del libro
He decidido presentar el libro en forma de partidas comentadas, porque pienso
que de este modo el material resulta menos árido y además de como obra de con­
sulta, el libro puede leerse también de principio a fin, como un modo de familia-
Introducción 7
rizarse con las ideas tácticas, las trasposiciones, y los planes estratégicos que se
producen de forma más frecuente.
Cada defensa tiene su capítulo, aunque algunas de ellas tienen mucho menos
material. En mi opinión, los sistemas de preparación y de competición actuales
(estoy pensando ahora sobre todo en los torneos abiertos y de ajedrez activo) obli­
gan a un conocimiento preciso de determinadas refutaciones y favorecen el uso de
variantes sorpresa, habiendo muchas de estas, que a pesar de su debilidad teórica,
crean complicaciones casi insuperables en la partida viva.
Además mi intención ha sido, que el lector tenga un repertorio completo y por
lo tanto responder con claridad a la pregunta de quejugada hacer en todas las posi­
ciones posibles.
Al principio y al final de cada capítulo, presentamos unas breves secciones, que
pueden facilitar el estudio del material. aunque no son en rigor necesarias para el
jugador experimentado.
Comienzan con el título del capítulo y con el diagrama que refleja la posición
inicial a estudiar. Las estrellas son una valoración algo subjetiva, que puede orien­
tar a los menos expertos, sobre la importancia de la variante en cuestión, y a los
más, sobre el respeto que el autor siente por cada variante. Tratan de evaluar. la
fuerza teórica, la importancia histórica, la frecuencia de uso y las virtudes prácti­
cas de una variante determinada y por supuesto cada jugador podría tener su pro­
pia valoración. En mi opinión hay muchas variantes infravaloradas en la Siciliana
(y unas pocas sobrevaloradas) y mi impresión al llevar adelante este trabajo ha sido
que casi cualquiera de ellas se puede jugar y crean problemas a las blancas, si estas
se proponen sacar ventaja.
La introducción intenta orientar sobre los motivos de la variante elegida y su
relación con otras variantes.
La historia es un pequeño homenaje a aquellos que han hecho más por el
desarrollo de la variante, pero por cuestiones obvias de espacio, no puede conver­
tirse en una investigación profunda sobre el tema. Creo obligado hacer referencia
aquí al auténtico padre de la Defensa Siciliana, Louis Paulsen ( 1 833-9 1 ) nacido en
Alemania y formado como jugador de ajedrez en los Estados Unidos. Paulsen
investigó la mayoría de las variantes importantes y comprendió el sentido de
contraataque que anida en esta Defensa. Es un resultado del flujo azaroso de los
acontecimientos que la Siciliana no lleve su nombre.
8 Introducción
Sería interesante haber profundizado más en las ideas de cada variante, pero el
libro resulta ya demasiado voluminoso y me ha parecido más importante profun­
dizar bien en algunas líneas.
Las estadísticas son actualmente un dato interesante, para formarse una prime­
ra idea sobre la viabilidad de la variante, pero no se deben tomar al pie de la letra
porque existen muchos factores que influyen sobre ellas y que no pueden ser refle­
jados en el frio número final.
En conjunto esta estructura debe permitir también al jugador de negras orien­
tarse para elegir algunas variantes para su repertorio, aunque si lo hace, debe
completar su estudio con las líneas de ataque de las blancas que no presentamos en
el libro.
En algunos casos las trasposiciones son frecuentes y, por una cuestión de cla­
ridad, las primerasjugadas no siempre se presentan por el orden real en que se pro­
dujeron en la partida, sino por el orden teórico más frecuente. Creo que es más
adecuado advertir de ello aquí. que hacer referencia en cada caso al orden exacto.
Hemos tratado de presentar el material de forma muy clara, con arboles con
poco ramaje y explicaciones de cada jugada (excepto aquellas que se repiten a
menudo), puesto que pensamos que la comprensión de la posición y de los moti­
vos de cada jugada es muy importante, para fijar la memoria y evitar que el estu­
dio de las líneas sea inútil, al olvidarse estas a los pocas días o semanas.
Ahora el libro queda en las manos del lector. Sólo me resta añadir que he
puesto en él toda mi ilusión, que es el primero de una nueva colección y de la
aceptación que reciba, dependerá nuestro esfuerzo por seguir en esa línea y mejo­
rarla en el futuro.
Jesús de la Villa García
Pamplona, septiembre del 2003
,
CAPITULO 1
1.e4 c5 2.li)f3 li)f6 Variante Nimzovitch y otras
jugadas
Valoración ***
X�..t�•..t X
i i i i i i i
�
Este capítulo será el cajón de sastre
donde estudiaremos todas las opciones
en la jugada 2 de las negras que no
tienen capítulo propio. De las cuatro
jugadas que consideramos 2. ..�f6,
2. ..g6, 2...h6 y 2...®c7, una de ellas
2. ..g6 no tiene un capítulo propio,
porque el sistema que proponemos para
las blancas, será estudiado en los
capítulos dedicados a sus hennanos
mayores en la simpática familia del
dragón. Otras dos (2...h6 y 2...®c7) tal
vez no lo merecen, pero el caso de la
variante Nimzovitch puede resultar un
poco injusto.
La jugada 2...�f6 es perfectamente
sana, aunque no disfruta de una
popularidad muy amplia. El motivo
se1:,TUramente es que las blancas pueden
elegir entre intentar refutarla (tarea que
nonnalmente se reserva a la jugada
3.e5) o simplemente dejar a las negras
trasponer a otras líneas con 3.�3. Otra
circunstancia que la hace poco atracti­
va para entrar en el repertorio de las
negras, es que las blancas tienen trata­
mientos muy diferentes dentro de la
variante 3.e5 y varios de ellos tienen el
prestigio, tal vez poco merecido, de
ofrecer una ventaja cómoda y amplia.
Sin embargo mi opinión sobre el
estado actual de la teoría de 2...�f6 se
aparta bastante de estas conclusiones
tan asentadas. A la vez que justifico la
elección de la variante propuesta contra
2...�f6, quiero en este caso ir desgra­
nando mi opinión sobre cada una de las
otras variantes que se han considerado
más o menos como refutaciones.
- La refutación número 1 , reco­
mendada en todos los libros 3.e5 �5
4.�3 e6 5.�5 ed5 6.d4 �6 7.dc5 �c5
8.®c5 en mi opinión es muy poco clara
debido a la linea moderna 8...d6 que ha
sido mucho menos investigada que la
casi refutada 8...®b6.
- La otra variante directa, la que
comienza con 5.�4 lleva a complica-
10 2. . . �6 Variante Nimzovitch y otrasjugadas
ciones enormes pero en mi opinión las
negras tienen una partida jugable des­
pués de 5...&6 6.c4 flb6 7.b4 flb4
8.�b2 d5!.
Las refutaciones posicionales,
dentro de 3 .e5 que son las que
recomiendo aquí, ofrecen una ventaja
pequeña, como las blancas obtienen en
muchas otras variantes, y por tanto no
deberían ser motivo de seria preocupa­
ción para los partidarios de 2...flf6.
Fallando 3.e5 la idea de dejar a las
negras trasponer con 3.�3 se impone
por eliminación pero aquí las cosas
tampoco son tan claras. Si las negras
estuvieran obligadas a trasponer a la
corriente normal de la siciliana, los
jugadores de blancas podríamos senci­
llamente olvidamos de la variante
Nimzovitch y tendríamos una preocu­
pación menos, pero resulta que no es
así, las negras tienen dos continuacio­
nes independientes que merecen nues­
tra consideración:
La variante 3...d5, totalmente con­
denada por la teoría, es en mi opinión
completamente satisfactoria para las
negras, y es el motivo de que no reco­
miende trasponer con 3.�3. La otra
variante, 3...&6 4.d4 d5, más jugada y
respetada, es también bastante sólida, si
bien en este caso las blancas pueden
lograr una mínima ventaja, en una
posición con pocas perspectivas para
las negras.
En consecuencia, recomiendo para
las blancas un tratamiento posicional
que, además de la pequeña ventaja teó­
rica obtenida, ofrece algunas ventajas
prácticas, en particular evita entrar en
batallas teóricas que ocupan bastante
tiempo de preparación y en las cuales el
jugador de negras tiene que estar nece­
sariamente en terreno más conocido.
Historia
La jugada 2...flf6 es una más de las
aportaciones de la escuela hipermoder­
na a la teoría de aperturas, y una que
cuadra muy bien dentro de sus ideas;
las negras atacan el centro de peones
blancos y provocan su avance para
demostrar más adelante su debilidad.
Nimzovitch la empleó en múltiples
ocasiones con bastante éxito. Otros
jugadores de la época como Rubinstein
y Tartakover también la incorporaron a
su repertorio. La aparición de la jugada
4.&3 y de las supuestas refutaciones
disminuyó mucho su popularidad que
ya nunca llegó a los jugadores de
primera fila.
Recientemente algunos investiga­
dores han reforzado diferentes líneas
con las negras yjugadores más o menos
bien informados la utilizan esporádica­
mente, pero parece que su destino es el
de arma sorpresa.
Ideas
La principal idea original es
provocar el avance del peón central
blanco para luego atacarlo. Los dife­
rentes esquemas que se producen
tienen una naturaleza muy diferente,
pero los temas del juego abierto, rápido
desarrollo y búsqueda de objetivos
inmediatos, tienen preferencia.
2...�/6 Variante Nimzovitch y otrasjugadas 11
Partida 1.01
Santos-Jones
Correspondencia 1981
l.e4 eS 2.�0 �f6
Tras 2...g6 3.d4 (O) y a)lora:
A) 3...�g7 4.�c3 Esta es la jugada
más sencilla para trasponer a las
variantes recomendadas contra el
Dragón o el Dragón Acelerado. Las
negras están casi obligadas a capturar
en d4. Como ya he señalado la
trasposición es el método más econó­
mico, pero para aquellos jugadores que
desean profundizar más y dar un trata­
miento especial a esta línea recomen­
damos la siguiente variante: 4.dxc5
®a5+ 5.c3 ®xc5 6.�3 ! aunque nuestro
planteamiento global nos impide
profundizar en ella.
B) 3 ...cxd4 Las negras pueden optar
por este otro orden de jugadas, pero eso
no altera nuestros planes, puesto que
después de 4.�xd4 no tienen jugadas
razonables excepto las que permiten la
trasposición al Dragón o al Dragón
Acelerado. 4...�c6 (4...�g7 5.�c3)
5.�3 ver capítulo 6.
2...h6 Una variante de aspecto
estrafalario, que tiene algunas virtudes.
Si las blancas la toman en serio, no
deben tener problemas para sacar
ventaja. 3.c3 Las virtudes del
tratamiento Alapin parecen reforzadas
aquí. Las blancas se disponen a formar
el centro clásico de peones mientras la
jugada h6, no se ve muy útil contra este
esquema (3.d4 cxd4 4.fud4 �f6 5.�3
e5 6.�b5 d6 y la casilla g5 está
defendida, ilustra muy bien la principal
idea de las negras). Después de 3.c3 las
negras pueden elegir:
A) 3...g5 4.d4 cxd4 5.cxd4 d5 es la
reacción lógica. en otro caso las
blancas reforzarían su posición central
con un desarrollo activo y rápido.
(5 ...�g7 6.�3 �6 7.d5 �5 8.d6 ±)
6.exd5 �f6 7.�3 {j¡_g7 (7...fud5 8.h4 g4
9.�5±) 8.h4 g4 9.�5 a6 (9...fud5?!
1 O.(j¿b5+ y se pierde también el enro­
que, aunque la verdad ya no servía para
mucho) I O.(j)_e2 ( I O.®a4+!?) I O...h5
1 1 .0-o �bd7 1 2.(j)_g5 �b6 1 3.®b3 o-o
No era posible todavía recuperar el
peón (si 1 3...�bxd5? 1 4.�xf6+-;
1 3 ...�fxd5? 14.fud5 fud5 1 5.(j)_c4+-)
1 4.l::tfe l ± ( 14.B:ae l que potencia el plan
f3 o la directa 14.f3 parecen todavía
más fuertes) 1 4...�h7? 1 5.(j)_xe7'?!
( 1 5.�g6!+-) 1 5...®xe7 1 6.®xb6 ®xh4,
con algunas complicaciones; Palac­
Sulava, Montecatini 1 995. Sulava
acabó ganando esta partida, lo cual
debió ser un alivio para el "amigo" que
le había recomendado 2...h6.
12 2. . . '0{6 Variante Nimzovitc:h y otrasjugadas
B) 3...e6 El hecho de que el
principal abogado de la variante h6
pase a este esquema, donde la segunda
jugada de las negras es muy poco útil,
dice mucho. 4.d4 d5 5.exd5 (5.e5!?
trasponiendo a una especie de variante
de avance de la Defensa Francesa con
un tiempo de más, y en la cual las
negras han estropeado un poco su posi­
ble contrajuego con f6) 5...exd5 6.�f4
(de nuevo 6.�e3 traspone a una varian­
te favorable de la Alapin y 6.�b5+
seguido de Wle2 no es ninguna tontería)
6...�f6 7.�d3?! (7.�b5+!?; 7.�xb8?!
lhb8 8.Wia4+ �d7 9.Wixa7 !l:a8 I O.Wixb7
!l:b8 con contrajuego) 7...c4 8.�c2 �d6
9.�xd6 Wlxd6 1 0.0-0 0-0 l l .�bd2
�c6= Y finalmente las negras han
logrado demostrar lo que querían, que
un tiempo no es decisivo para la suerte
de la partida. Dory-Bucker, Budapest
1984.
2. . .Wic7 Una jugada que también
debe tomarse en serio. Puede usarse
con la intención de trasponer a las líne­
as Paulsen o Taimanov, pero también
tienen una idea propia, basada una vez
más en un oportuno avance e5.
Consideramos dos contnuaciones de las
blancas para ilustrar la idea negra:
A) 3.d4 cxd4 4.fud4 �f6 (4...e6
acabaría trasponiendo) 5.�3 a6 con la
intención de e5, es uno de los puntos
principales de la idea negra, lo cual no
quiere decir que esta posición no
encierre dificultades para ellas, por
ejemplo la línea que comienza con
6.g4, pero en este caso disponen del
interesante contrajuego 6...d5!? sin el
cual tal vez esta hubiera sido la
variante seleccionada para este libro.
7.�xd5 fud5 8.exd5 Wle5+ 9.i;tle3 !Jxd5
1 O.llgl . Es un buen punto de partida
para las investigaciones de los más
ambiciosos, pero no hay ejemplos
prácticos, y lo que es peor, no habrán
muchas ocasiones de ponerlo en prác­
tica.
B) 3.�3 Una recomendación, que
se acerca más a la trasposición, aunque
las negras pueden resistirse a ella con
3...a6 (3...e6 4.d4 cxd4 5.fud4 y las
negras no tienen mejores jugadas que
las que trasponen) 4.�5 Wla5 (4...W/d8
5.d4 e6 6.�3 traspone) y ahora es muy
desagradable 5.�5!.
C) 3.c3 ! La alternativa principal. De
nuevo el tratamiento Alapin debe ser lo
más eficaz contra la poco flexible
salida de la dama negra. 3 ...�f6!? (las
demás jugadas permiten a las blancas
establecer su querido centro de peones
clásico. 3...d6 4.d4±; 3...e6 4.d4±) 4.e5
�d5 5.d4 (5.� puede ser un intento de
mejora, pero seguramente acabará en
trasposición) 5 ...cxd4 6.cxd4 d6 (con la
dama en c7, que puede acabar siendo
hostigada, un juego más lento sería
irresponsable) 7.�3 ! el caballo blanco
se dirige a la casilla e5 o bien a apoyar
el peón que se situará allí, pero su posi­
ble excursión a b5 crea molestias:
C l ) 7...dxe5 8.�b5 !Jb6 (8...Wid8
9.dxe5 e6; no eran posibles ni �g4 ni a6
por la amenaza Wld5. I O.i;tlc4 ) 9.dxe5 e6
I O.i;tld3;!;;.
C2) 7...a6 8.�d3 e6 (8...dxe5 9.dxe5
�g4 I O.W/a4+ Wld7 I I .�b5 �6 1 2.�c6
;!;;) 9.�4 dxe5 I O.�xe5 ( I O.dxe5;!;;)
I O...f6 ( I O...�d6 l l .�d2, seguido de
!!:e 1 ) 1 1.�4 b5 1 2.�3 �b7 13.0-0 �d6
14.a4;!;;; Hazai-Csom, Budapest 1 979.
2...�{6 Variante Nimzovitch y otrasjugadas 13
3.e5 �5 (D)
.i. 4¡) ..t 'iV •...t .i.
i i i i i i i
ltJ
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4.d4!?
Ya hemos dicho que renunciamos a
extendemos en la refutación oficial que
comienza con: 4.�3 e6 5.fud5 exd5
6.d4 �6 7.dxc5 �xc5. Sin embargo
ofrecemos una línea alternativa, para
los amantes de las posiciones con peón
aislado o sencillamente para los que se
conforman con una sana y mínima
ventaja posicional. 8.�d3 !? (8.®xd5 d6!
9.exd6 ®b6 oo como he señalado antes,
no veo claro como se refuta) 8...d6
(casi necesaria; 8...0-0? 9.�xh7+!)
9.exd6 0-0 1 0.0-0 ®xd6 1 1 .c3 !.
Aumentar el control sobre d4 no sólo es
lo más natural sino también lo que ha
dado mejores resultados hasta ahora:
A) 1 l ...�g4? 1 2.�xh7+! .
8) 1 1 ...h6 y ahora s i 1 2.t;ic2 ( 1 2.He 1
�g4; 1 2.®a4 d4!) 1 2...�g4 1 3.®d3t.
C) l l ...!l:e8 1 2.®a4!? Una jugada
que prepara el paso de la dama al flan­
co de rey, impide t;lg4 y d4, y apoya
�f4. Si las negras no presentan una res-
puesta eficaz la posición blanca es más
atractiva de lo que suele ser en estas
estructuras. 1 2...d4?! ( 1 2...�d7 1 3.®h4
t) 1 3 .�g5 ! h6 ( 1 3...dxc3 1 4.t;lxh7+ 1Yf8
1 5.®c4 ®e7 1 6.�f4 con fuerte ataque)
14.�h7+ 1Yf8 1 5.�4 con clara ventaja
Socko-K.rogulski, Zakopane 2000.
4...cxd4
Las otras alternativas son bastante
flojas por ejemplo: 4...e6 5.c4! �b6
(5...�b4 6.a3 �a6 7.dxc5 t;lxc5 8.b4±;
5...�7 6.t;ig5 {j;_e7 7/ilxe7 ®xe7 8.dxc5
®xc5 9.®d6!±) 6.�g5 �e7 7.�xe7 ®xe7
8.a4 la mala posición del caballo en b6
permite esta continuación tan directa
que deja a las blancas con una ventaja
enorme. 8...d5 9.exd6 ®xd6 I O.b4!+­
Geus-Wonnacott, IECC 1 999. 4...d6
5.dxc5 dxc5 6.�c4±.
s.®xd4 e6 6.t;lc4 �6
6...�b4 7.®c3 Dificultando el
desarrollo del alfil de f8. 7...�e7 8.a3
�c6 9.0-0±.
7.®e4 d6
7...f5 Deja a las negras en una
posición muy apretada. 8.®e2! �e7
9.�c3 a6 I O.h4 ( I O.�g5 !?) I O...b5
1 1 .�b3t; Tai-Zaitsev, Chigorin mem
1 977.
8.exd6
Un intento interesante es 8.0-0
dxe5 9.�xe5 �f6 (9...�d6 I O.fuc6t)
1 O.�xc6 ®c7 (Timoschenko-García
14 2.. .fi"6 Varia nte Nimzovitch y otrasjugadas
Palenno, Cuba 1 98 1 ) y ahora l l .�f4
®xc6 1 2.®xc6+ bxc6;l;. La estructura de
las blancas es mejor, pero deberán
trabajar mucho para expulsar al caballo
negro de la casilla d5.
8...�f6 9.®e2 �xd6 IO.o-o o-o
l l.�gS (D)
Las blancas tienen un desarrollo
más libre, pero las negras no tienen
debilidades. Muchas jugadas son
posibles y los ejemplos son muy pocos,
por eso pasará tiempo hasta que se
establezcan verdaderos senderos teóri­
cos. Hasta entonces podemos conside­
rar que las negras tienen que jugar con
más cuidado para no caer bajo un
peligroso ataque, pero la posición está
cercana a la igualdad. 1 1 .�3 !? a6
1 2.�g5 traspone a la partida, pero evita
algunas opciones para las negras.
1 l•••{j¿e7
1 l...®a5?! Me parece peligroso:
1 2.�xf6 gxf6 1 3.�3 �5 1 4.Had l ilic4
1 5.®xc4 ®b4 1 6.®e2 �e7?!
( 1 6...®xb2!?) 1 7:tJd4 eS?! 1 8.�5+­
Jansa-Regan, Budapest 1 978.
l l...h6 Es una jugada muy natural
que no tiene antecedentes y que puede
ser un buen argumento a favor del
orden 1 0.�3 a6 I J .(j¿gS.
12.�3 a6 13J"!:fdl!
El detalle de colocar esta torre se
verá en el comentario a la jugada 1 5.
13...®c7 14.�4!?
Un intento muy concreto de crear
problemas, tanto más serio cuanto que
ha tenido éxito en una partida moderna
por correo.
14...b5
Cambiar los caballos sería la otra
jugada natural: 1 4...�xe4 1 5.®xe4 h6
( 1 5...�d8 1 6.(j¿xe7 ®xe7 1 7.�xd8+
®xd8 1 8.íeel ;l;) 16.�e7 �e7 l 7.(j¿d3
f5 1 8.1/NeS con clara ventaja.
15...�4?! 16.(j¿xe7± y ahora falla
1 6...�4? que con la otra torre en d i
sería ganadora: 1 7.1/Ne l ! �f3+ 1 8.gxf3
®xh2+ 1 9.wfl y las negras no tienen
compensación por la pieza; 15...�xe4
l 6.{j¿xe7! y las negras pierden material.
16.c4!
Debilitando la solidez de la estruc­
tura de peones negra y del punto fuerte
2. . . 'ZJf6 Variante Nimzovitch y otrasjugadas 15
en d5.
16•••'ZJf4?! [Algo mejor es 1 6...bxc4
1 7.�xc4 'ZJf4 1 81®e3t] 17.�xf4 ®xf4
18J;1:acl
Luis Santos premia a esta jugada
con dos admiraciones y la continuación
de la partida le da la razón, pero si no
logramos entender el motivo del todo
nos podemos conformar con 1 8.cxb5
axb5 1 9.�xb5, ganando un peón por
una compensación bastante escasa.
18..•b4?!
La clave estaría en 1 8...'ZJb4. Me
imagino que Luis Santos tiene alguna
jugada aquí pero no la he encontrado.
19.cS± !!d8 20.fld6 !!b8 21.!!c4!
Estadística:
Las blancas renuncian de nuevo a
una sana captura de peón en a6, pero
esta vez por motivos tácticos bien fun­
dados. 2 l .'ZJxc8 !!bxc8 22.�xa6±.
21 ...®h6
La dama no tenía muchas casillas,
pero aquí quedará como una mera
espectadora del juego. 2 1 ...®f6 22.®e4
con ventaja decisiva.
22.�e4 �aS 23J:rcd4 [Con las
amenazas �f5 y �f7] 23••.®hS
23...�xd6 24.!!xd6 ftf8 (24...!!xd6
25.cxd6 �d7 26.®xa6+-) 25.ftd8+-.
24.c6! [24.�f5!? frxd4 25.ruxd4
®xe2 26.�xe7+ i>f8 27.'ZJxe2 i>xe7
28.�d4±] 24•••lllcs 2S.®d2!+- eS
26.ftdS ®b6 27.�xti 1-0
Las variantes 2...h6 y 2...®c7 cuentan con muy pocas partidas. Por su parte 2...�f6
con mas de 4000 partidas da un "normal" 56% a las blancas. La variante pro­
puesta a partir de 4.d4 supera ligeramente estos resultados con un 59%.
Esquema Resumen: l.e4 eS 2.�f3
- 2...g6 Traspone a los capítulos 6 o 1 8
- 2...h6 Con el tratamiento Alapin 3.c3, resulta inofensiva t
- 2...®c7 Las blancas pueden elegir entre el tratamiento Alapin o trasponer a la
Taimanov con 3.�3
- 2...�f6 3.e5 'ZJd5 4.d4!? Asegura una ligera ventaja posicional ;t
CAPÍTULO 2
1.e4 eS 2.�f3 b&
Valoración **
Historia
Se trata de una variante relativa­
mente "moderna". No existen precur­
sores ni verdaderos especialistas. Tal
vez fue introducida por varios jugado­
res georgianos (Aiexandria) y relativa­
mente popularizada por Psakhis en los
años 80.
Ideas
La principal idea es casi siempre
sacar al rival de la teoría y llegar a una
posición siciliana más o menos típica.
Por ese motivo puede ser un arma
ocasional muy adecuada para jugadores
que tienen en su repertorio varias
sicilianas, preferentemente la Paulsen.
Un síntoma es que algunos grandes
maestros la han usado de vez en
cuando con buenos resultados, entre
ellos Topalov, Illescas, Vallejo o
Korneev. La flexibilidad de la estruc­
tura de peones negra permite obtener
posiciones muy diferentes, que tienen
puntos de contacto con el Dragón y
sobre todo con la Paulsen. Las líneas
que dejan el peón dama en d7 durante
la apertura son las más apreciadas.
Partida 2.01
Panchenko - Psakhis,L
Vilnius 1978
l.e4 c5 2.�f3 b6 3.d4 cxd4 4.flxd4 �b7
5.�3 (D)
En el primer nudo de la variante las
negras tienen al menos seis
alternativas, algunas de ellas similares
y otras bastante diferentes.
5...d6
Tomamos 5. . .d6 como variante
principal, aunque 5. .. a6 es la que han
2. . .b6
jugado Jos últimos "experimentadores".
El motivo es que el plan que propone­
mos contra S...d6 es el que más se
repite en las otras variantes. Ahora
pasamos a considerar:
5...�f6 El mérito de esta jugada es
obligar a las blancas a definirse antes
de mover uno de los dos peones
centrales. 6.�gS!?, se trata de nuestra
recomendación, avalada por haber sido
empleada con blancas por Psakhis, uno
de los especialistas con negras.
A) 6...�e4?! La captura de peón
parece peligrosa pero es de análisis
obligado. 7.�xe4 �xe4 8.®e2! (otra
línea prometedora es 8.®g4 �b7 9.�bS
f6 1 O.�d3 g6 1 J .�e3 �g7 1 2.0-0-0�)
A l ) 8...�b7? 9.�bS d6 (9...dS
I O.�f4+- ) I O.ü-0-0+-.
A2) 8...dS! 9.f3 �g6 I O.®bS+ �7
( I O...®d7 l l .®b3 a6 1 2.®xb6±)
1 l .®xd5±.
8) 6...flc6 7.flfS Las negras tienen
serios problemas para terminar el
desarrollo sin hacer concesiones
posicionales. 7...h6 8.�xf6 gxf6 9.�e2
a6 (9...e6 I O.�d6±) I O.�hS ! �eS
17
( 1 O...e6'!? l l .�xt7+ y mate) l l .f4 e6
1 2.fxeS exfS 1 3.0-0 ®c7 14J!xfS. La
posición negra está destrozada. Psakhis
-Dizdarevic, Palma de Mallorca 1 989.
5. • •flc6 Buscando también la
flexibilidad, pero hay problemas
tácticos derivados de la dificultad de
jugar posterionnente tanto e6 como d6.
6.�f4! !ic8 (6...a6 7.�c6 �c6 8.�S
d6 9.�e3±) 7.�c6 dxc6 8.®f3 ®d4
9.!id l ®eS I O.eS !id8?! ( I O...e6)
1 1 Jlxd8+ wxd8 1 2.�e2 we8 1 3.0-0 fS
14.e6 �f6 I S.lld l �S 1 6.�eS 1 -0
Beliavsky-Quinteros, Viena 1 986.
5. . . a6!? La jugada que ha dado
algunos éxitos ultimamente, la elección
del especialista más reciente, Cicak, y
también la de Topalov e Illescas. Sin
embargo no sabemos que pueden tener
preparado contra la continuación
recomendada aquí, puesto que se ha
jugado en muy pocas partidas.
6.�gS! ®c7 ¿Qué hacer si no? 7.�S
(empleada hasta el momento en una
sola partida) 7...®eS (7 ...�xdS gana un
peón y hay que analizarla. 8.exdS ®eS+
9.�e3 ®xdS 1 O.�e2! la compensación
parece tremenda) 8.�e3 e6 (8...1/Yxe4
parece peor por 9.flc7+; 8...�xdS
traspone y otras jugadas pierden el
peón de b6) 9.�f3 ! ®xe4 1 O.flc7+ We7
1 l .�xa8 �xa8 y las negras de ningún
modo tienen bastante compensación.
Grozspeter -Bereziuk, Pardubice 2000.
5... e6?! Por la debilidad de las
casillas d6 y luego dS una de las
continuaciones más flojas. 6.�bS! d6
7.�f4 eS 8.�S fla6 (8...exf4 9.flbc7+
wd7 1 O.®g4+ wc6 l l .�bS+ con mate
rápido) 9.�e3 �e7 (9...�f6 I O.�gS �e7
1 l .�f6+ gxf6 1 2.�xf6) IO.�c4 �f6
18
l l .fuf6+ gxf6 1 2.Wh5+- 0-0 1 3.�3
�5 14.�h6 �6 1 5.D-0-0 Wc8 1 6.�xe6
fxe6 1 7.I:td3 1 -0 Hecht-Velimirovic.
Budapest 1 973.
S...g6 Esta fonna de desarrollar que
tiene mucho sentido contra detennina­
dos esquemas blancos resulta prematu­
ra, puesto que las blancas pueden elegir
el esquema más agresivo y el alfil en b7
no juega ahora un papel muy destaca­
do. 6.�e3 ! �g7 7.�c4 (7.Wd2 �f6 8.f3
o-o 9.0-0-0 es otra fonna de prepa­
rarse) 7...Wc7 8.�b3 �f6 9.f3. La típica
fonnación de Rauzer que prepara un
ataque violento en el flanco de rey.
9...0-0 1 0.Wd2 d6 1 1 .0-0-0 �bd7
1 2.h4 ( 1 2.�h6 puede ser más exacto)
1 2...h5 1 3.I:th g l ?! �5 14.�d5 ( 14.�h6)
1 4...®d7 1 5.�h6 I:tac8 1 6.�xg7 Qil xg7
lHY g5 I:th8? 1 8.g4? ( 1 8.�f5+-)
1 8...Qlf8oo; Hohmeyer-Nagel, Berlín
1 997.
U na jugada muy molesta que
dificulta el desarrollo libre de las
negras.
6...�7 (D) [6...�f6 7§ixf6] 7.�c4
7.�b5! Es una recomendación de
Moiseev y parece asegurar una ventaja
de modo forzado. 7...�gf6 8.�5 <:i xd5
(8...fud5? 9.fud6+- ) 9.exd5;!;.
7..• a6
Contra 7...�gf6 8.�xf6 (es un
intento de refutar directo 8.We2!? e6
9.0-0-Q con una agradable posición de
2. . . b6
ataque) 8...fuf6 9.e5 dxe5 1 0.�b5+
�7 1 1 .�6! ®c8! ( l l ...fxe6 1 2.Wh5+
g6 1 3.Wxe5 It g8 1 4.It d l �c8 1 5.®xe6
I:th 8 1 6.�4+-) 1 2.Wh5 �c6! 1 3.�g5 g6
1 4.1/NhJ e6 con defensa.
8.1/Ne2 bS 9.�d5 ®c8
9...�xd5 1 0.exd5± Con un feo
hueco en c6 y presión en la columna e;
9...®c7!?
10.0-0 [ 1 0.0-0-0!?] IO.••�gf6
[ I O...b4 l l .�a4 e6 1 2.a3 !?�]
l l.:iladl?! [Ahora habrá problemas con
el peón de e4. l l .<:i xb7 ®xb7 1 2.It ae 1 ;!;]
1 1.••e6?! (0)
Las negras pierden aquí la ocasión
de complicar la partida con. l l ...b4!
1 2.�4 fud5 1 3.exd5 �xd5oo .
12.fue6!
Un sacrificio de consecuencias
imposibles de calcular en una partida,
pero muy prometedor.
�
.t.
i
12...fxe6 13.�xe6 ®eS
2.. . b6
Contra 1 3...�e7 Moiseev ofrece la
variante 1 4.e5 ! ®c6 1 5.�d5 ! �xd5
Estadística:
19
1 6.fud5 �xg5 1 7.®h5+ wf8 1 8.e6 �5
1 9.f4+- pero quedan algunas dudas
como 1 6...�b6. En todo caso las blan­
cas tienen un fuerte ataque y alternati­
vas adecuadas como 14.�f6.
14.�S �xdS [ 1 4...0-0-o 1 5.b4+-;
1 4...�xd5 !? 1 5.exd5 �e5 1 6.wh J ¡;¡¡]
lS.exdS o-o-o t6Ji:d3! wb7 t7J:te3
®d4 18.a4! ®eS [ 1 8...bxa4 1 9.�xd7
fud7 20Jk6+-; 1 8...®xa4 1 9.�xd7
�xd7 20.®e6!+-] 1 9.�e3 �eS
[ 1 9...�xd5 20.�xd5+ ®xd5 2 1 .axb5
axb5 22.il:d 1 +-] 20.axbS+- aS 21.b6
[2 1 .f4!] 2 1 ...�e7 [2 1 ...®h5 22.®c4!
(22.®b5? ®e8 23 .®xa5 il:a8 24.®b4
il:a4-+) 22...®e8 23.�a l il:a8 24.il:ca3
fue6 25.fua5 !+-] 22.�al il:a8 23.®bS
il:a6 24.®c6+ wb8 2S.®e7+ wa8
26.b7+! �xb7 27.®e8+ 1-0
Sobre una base de 600 partidas las negras obtienen en la variante 2...b6 un
mediocre 4 1 % de Jos puntos. La estadística sobre nuestra recomendación es difi­
cil de hacer globalmente puesto que proponemos una jugada diferente contra
cada alternativa de las negras, pero una estadística conjunta de un archivo con
solo las variantes recomendadas da un resultado del 67%.
Esquema Resumen: l.e4 eS 2.�0 b6 3.d4 cd4 4:f)d4 �b7 s.�3
5...e6 6.�b5 Las negras están al borde del desastre
5...�6 6.�f4 Las negras tienen muchos problemas
5...a6 6.�g5 Las negras tienen problemas para completar el desarrollo.
5...d6 6.�g5 Lo mismo que en la linea anterior.
5...g6 6.�e3 Las blancas montan un esquema Rauzer en buenas condiciones.
CAPÍTULO 3
1.e4 c5 2.lLlf3 a6 Variante O'Kelly
Valoración **
Historia
Como muchas otras ideas en las
aperturas el precursor de esta fue el
Gran Maestro polaco Saviely
Tartakover que la estrenó en su match
con Reti en 1 920, pero probablemente
Tartakover no había descubierto las
ideas básicas. Fue el jugador Belga
Alberic O'Kelly el que la analizó y la
comenzó a practicar en los años 50.
Gracias al efecto sorpresa y a la efica­
cia de su idea básica (que comentamos
más adelante) la variante logró buenos
resultados durante algún tiempo e
incluso gozó de cierta popularidad.
Pero poco a poco las jugadas 3.c3 y
3.c4 se fueron extendiendo en la
práctica de torneos y los atractivos de la
variante O'Kelly fueron desaparecien­
do, hasta acabar en el semi-olvido en
que se encuentra actualmente.
Ideas
Casi todo el entramado de la
variante se basa en una ingeniosa idea.
Las negras defienden en avance la
importante casilla b5, y convierten la
jugada 3.d4, característica de la
variante abierta, en un error, debido a la
secuencia 3.d4 cd4 4.f)d4 �f6 5.�3
e5 !, el caballo blanco no puede ir a la
casilla ideal b5, y tampoco a la casilla
reserva f5 (debido al contragolpe típico
6...d5), además el alfil de casillas
negras puede salir a b4 y como resulta­
do de todo esto las negras asumen la
iniciativa y tienen una partida muy
agradable.
Todas estas virtudes desaparecen si
las blancas retrasan la jugada d4 y ahí
está el origen de las dificultades negras.
Tanto 3 .c3 (una Alapin mejorada)
como 3.c4 (un Maroczy ideal) ponen
serios problemas. Nosotros hemos ele­
gido 3.c4 que nos parece más ambicio-
2. . . a6 Variante O'Kel�v 21
sa y más coherente con las jugadas
elegidas en otras variantes.
Tras 3.c4 las negras a menudo se
dirigen a continuaciones similares a la
defensa Paulsen donde el prematuro a6
es un inconveniente pequeño. En otros
casos las negras siguen un camino
característico de la O'Kelly, buscando
un rápido desarrollo y la ruptura del
centro. En este caso (ver partida 3.02)
la pérdida de la pareja de alfiles es el
inconveniente principal de su posición.
Hay un tercer grupo de variantes
como 3...d6, que permiten a las blancas
un juego muy cómodo con una impor­
tante ventaja de espacio.
Partida 3.01
Borkowski, F - Nazarov,A
Katowice op 1990
I.e4 eS 2.�0 a6 3.c4 (D)
3.c4 Es nuestra recomendación para
combatir la variante O'Kelly. La idea es
conseguir una formación Maroczy en
condiciones favorables gracias a la
pérdida de tiempo 2...a6. Las blancas
tienen otra continuación que goza de
los favores de la teoría 3.c3. Lo que
deben evitar claramente es la jugada
natural: 3.d4?! cxd4 4.ilid4 �f6 5.�3
eS ! y las negras logran una versión
favorable de la Pelikan gracias a tener
controlada la casilla b5. Ahora las
negras disponen de una elección bas­
tante amplia en apariencia, pero muy
reducida en cuanto a eficacia.
3...d6
3• . .�6 Se analiza en la partida 3.02.
3. ..g6?! 4.d4 Lleva a una versión
muy favorable del Maroczy contra el
Dragón puesto que la jugada a6 no sólo
ha perdido un tiempo sino que ha debi­
litado la casilla b6.
3.•• b6 Lleva a posiciones similares
a la Paulsen o al Erizo contra la Inglesa.
4.�3 �b7 S.d4 cxd4 (sino viene d5)
6.fud4 e6 7.�d3 !? (sobredefiende e4 y
deja paso a la dama) 7...�c5 8.�b3 �e7
9.0-0 d6 (9...�f6?! l O.eS) I O.®g4!
�f6?! ( 1 O...íUf6 l l .íUf4;!;;) l l .®xg7 l';Ig8
1 2.!llh6 �bd7 1 3.íUf4±; Rublevsky­
Giffard, París 1 993. La compensación
por el peón es insuficiente.
3...e6 4.�3 ! Las blancas lo hacen
mejor no trasponiendo a la Paulsen. Y
ahora existen varias opciones:
A) Después de 4...�6 las blancas
ya pueden (y deben ante la "amenaza"
eS) jugar S.d4 cxd4 6.fud4, traspo­
niendo a una línea que se analiza en la
partida 3.02.
8) 4...�f6'?! S.eS!±.
C) 4...®c7 S.�e2 (S.d4 ya es más
jugable con la dama en c7) 5...d6 (una
22 2. .. a6 Variante O'Kel�v
idea diferente puede ser S...�f6 con
idea de 6.0-0 eS, pero hasta ahora
nadie ha jugado así) 6.0-o �f6 7.d4
cxd4 8.fud4 b6 9.�e3 �b7 I O.f3 {jJ_e7 y
se ha alcanzado una posición frecuente
en la Apertura Inglesa y posible en
diferentes variantes de la Siciliana, con
el detalle favorable de haberse ahorra­
do a3. Nos ocuparemos de ella en el
capítulo I S.
4.d4 �g4 (D)
l
��� .t
t2J
t!Jt!J t!Jt!Jt!J
J:.tD..t'iV�..t :
Lo más interesante. Mucho más
pasivo es 4.•.�7 S.�3 e6 6.�e2 �7
7.0-0 �g6 8.�e3 fiie7 9.®d2 0-0
1 O.Had 1 Las blancas tienen más
espacio y desarrollo pero la posición
negra es sólida y no es fácil concretar.
I O...b6 l l .b3 ®c7 1 2.wh l fiib7 1 3.d5 eS
14.�g 1 ;!;; Timmermans-Franklin,
Londres 1 997. 4•••cxd4 5.�xd4 �f6
6.�3 e6 normalmente acabaría traspo­
niendo a la variante de la Inglesa cita­
da en el comentario anterior.
S.dxcS �xf3
Cambiando ahora las negras obli­
gan a la captura con el peón. S ...®a5
6.�3 ®xcS 7.®b3±.
6.gxf3! dxcS
Intentando hacerse fuerte sobre las
casillas negras, especialmente d4. La
alternativa no es mejor. 6...®aS 7.�3 !
dxcS (7...®xc5 8.�e3 ®a5 9.®b3±)
8.®b3 ! �7 9.®xb7 Hb8 I O.®c6 e6
l l .®a4± Antonio-Tu Hoang Thai,
Vung Tau 2000. La compensación por
el peón es casi inexistente.
7.®xd8 Wxd8 8.fiie3 eS
Esta jugada es un poco chocante
porque deja abiertas todas las
diagonales blancas, pero las negras ya
están necesitadas de un buen consejo.
8...e6 9.�3 �f6 1 0.0-0-0! �fd7
( I O...�bd7 l l .eS �g8 1 2.f4±) l l .f4!
wc7 1 2.f5±; 8...�7 9.�3 Wc7 1 0.0-ü-
0 J;'td8 I J .(j¿h3 e6 1 2.�f4±.
9.f4 [9.�3 puede ser un orden más
exacto] 9...f6 [9...(j¿d6] 10.�3 �c6
I J.O-o-o �4
El caballo intenta taponar todos los
agujeros, pero la superioridad en
efectivos blancos es demasiado grande.
1 1 ...4;le8 1 2.fxe5 fxeS 1 3.�h3 lad8
14.J;'txd8 wxd8 l SJ!d l con ventaja.
12.fxe5 fxeS 13.f4 exf4 14.(j¿xf4
we8 15.�5 J;'td8 16.(j¿c7 J;'td7 17,(j¿hJ
J;'tfi 18.J;'thfl [ 1 8.�eS !?] 1 8...�h6
[ 1 8...i}f6 1 9.eS; Si 1 8...J;'txfl 1 9.J;'txfl
seguido de fiic8] 19.�c8
2. . . a6 Variante O'Kel�v 23
Finalmente las blancas fuerzan la
ganancia material manteniendo todos
sus triunfos. La partida está decidida.
19. • .b5 20.ctixa6 bxe4 21.l'lxfi wxfi
22.ctixe4 {j;_e7 23.a4 ctid8 24.a5 ctixe7
25.flxe7 We7 26.a6 Wd7 27.fle6 wd6
28.flxd4 exd4 29.ctid5 flf5 30.a7 HeS
31.Wbl fle3 32.l'lel d3 33.Ilxe8 d2
34.ctib3 1-0
Partida 3.02
Kondali - Letic
corr Dr. Didmar-Mem 1989
l.e4 eS 2.flt3 a6 3.e4 flc6
La continuación principal y la que
más limita las opciones de las blancas
al plantear la inmediata amenaza
posicional eS que "secaría" la partida.
4.d4 [4.flc3 eS !=] 4...exd4 5.flxd4
(D)
Siguiendo los cauces más frecuen­
tes, pero las negras tienen otras dos
alternativas muy razonables en este
momento:
5...e6 Entrando en el terreno de la
variante Paulsen. pero creo que
debemos analizarla aquí porque dentro
de nuestro repertorio es más normal
que lleguemos por este orden. Las
negras han adquirido un compromiso
muy grande al desarrollar de forma
prematura su caballo a c6 y esta
circunstancia es la que aprovechan las
blancas para lograr la ventaja. 6.flc3
con las siguientes posibilidades:
A) 6...flf6 7.flxc6 bxc6 8.eS±.
B) 6...d6 Lleva a una posición casi
normal del erizo donde el caballo está
mal desarrollado en c6. 7.ctie2;!;.
C) 6...®c7 7.ctie2 flf6 8.0-0 {j;_b4
9.ctigS Una idea más ambiciosa de uno
de las especialistas en esta y otras posi­
ciones marginales de la Siciliana.
(9.flxc6 dxc6 I O.®c2 eS l l .fla4
Radulov-Ostojic, Kikinda 1 976 es una
manera bastante simple de asegurarse
una pequeña ventaja). Ahora las negras
pueden elegir entre:
C l ) 9...®d6?! J O.flxc6 ®xd l
I I .flxd 1 ( ll .l'lfxd 1 ctixc3 1 2.bxc3
ilie4!+) l l ...dxc6 1 2.eS Las blancas
obtienen una ventaja de espacio, pero
hay muchas preguntas que responder
respecto a la viabilidad táctica de esta
decisión. 1 2...fld7 ( 1 2...fle4!? 1 3.a3
{j;_xa3 14.l'lxa3 flxgS I S.l'lg3 ;!; ) 1 3 .<:if4
{j;_cS ( 1 3...ctiaS !? 14.ctig3 hS I S.h4 ctib6
1 6.l'le 1 ctid4 1 7_{j;_f3;!;, de modo similar a
la partida) 1 4.He 1 ctid4 J S.ctif3 eS
1 6.flc3 We7 1 7.l'lad l ±; Rublevsky­
Fominyh, Elista 1 996.
24 2... a6 Variante O'Kel�v
C2) 9...�xc3 Es la jugada crítica
1 O.�xf6 �xb2 ( 1 O...gxf6 l l .bxc3 es una
compleja posición pero la dificultad de
encontrar lugar seguro para el rey negro
debe pesar más que los otros factores)
l l .�xg7 ( l l .�e6 dxe6 1 2.�xb2 0-0=
las negras tienen puntos fuertes para
sus piezas y no pueden estar peor)
l l ...�d4 1 2.�xd4 �xa l 1 3 .�xa ll::tg8;¡¡¡
La posición es muy interesante, el alfil
de casillas negras es muy fuerte, pero la
entrega es bastante audaz. Se necesitan
ejemplos para saber quien esta mejor
aquí.
O) 6... �b4 (0)
.i j_¡g. �.�
i i i i i
i � i
7.ilxc6! (una alternativa razonable es
7.ilc2) 7...bxc6 (después de 7...�xc3 las
casillas negras deben sufrir mucho,
pero no existen buenos ejemplos prác­
ticos) 8.®d4 La clave, planteando de
hecho una doble amenaza, la primera
sobre g7...
DI ) 8...®f6 9.e5 ®e7 (evita c5 pero
ocupa la casilla ideal del caballo)
IO.�d2 ( I O.�e3 !?±) IO...f6 l l .f4 d5
(ll ...�c5 !'?) 1 2.exd6 ®xd6 1 3.®xd6
�xd6. Las blancas tienen una ventaja
estructural importante a cambio de
nada, partida Shirjaeva-Karaseva, San
Petersburgo 2000.
02) 8...f6 9.c5 ! Esta es la otra ame­
naza. Hay un hueco enorme en d6 y el
alfil de casillas negras está condenado a
cambiarse o a quedar descolocado.
9...®a5 I O.�e3 I O...�xc3 ( I O...l:Th8!?)
l l .bxc3 m,g 1 2.�c4 ile7 1 3.0-ü ®c7
14J:!ab 1 y ante la amenaza posicional
:¡;{b6 las negras comienzan con las
"locuras". 1 4...:¡;{b5 !? 1 5.Shb5 cxb5
1 6.a4 �b7 1 7.axb5 axb5 1 8.c4! bxc4
1 9.®d6+-; Tsarouhas-Gogolis, Atenas
1 996, y no hay compensación por la
calidad.
S•••eS Con una idea similar a la de la
variante principal pero reservándose la
opción de desarrollar el caballo por e7,
lo que parece útil en algunas variantes.
6.ilf5:
A) 6...d6 Ahora también merece
consideración, con la idea de cambiar
en f5 y presionar sobre el peón en las
próximas jugadas.
A l ) Me gusta menos la jugada más
frecuente 7.ilc3 porque tras 7...�f5
8.exf5 ilge7! no hay una manera
cómoda de defender el peón de f5. Por
ejemplo: 9.g4 (9.�d3 d5 ! ) 9...h5 !
1 o.�e3 hxg4 l l .®xg4 ®d7 1 2.0-0-ü
®xf5 1 3.®e2'"'; Chepumoi-Barsch, cr
ICCF 1 990, y aunque las blancas
disfrutan de ciertas compensaciones
posicionales por el peón, la posición no
me parece clara.
A2) 7.ile3! ilf6 (7...�e7 8.�e2;!; y el
caballo de e3 impide el cambio cómo­
do del altil de casillas negras) 8.�3 Se
alcanza una posición muy favorabe
2. . . a6 Varia nte O'Kel�v 25
comparada con la similar de la varían­
te Kalasnikov. El caballo está perfecta­
mente centralizado en e3 en lugar de
estar en a3.
8) 6...d5 7.cxd5 �xfS 8.exf5 �4
9.�3 &7 (D)
Naturalmente 9...�f6 traspone a la
línea principal, mientras que 9...�b4
1 O.�d3 ®xdS 1 1 .0-0 ®d7 1 2J';ie 1
Sherzer-Polovodin, World op 1 99 1
acelera el desarrollo de las blancas.
Ahora hemos llegado a un momento
crítico. Las blancas tienen muchas
jugadas atractivas y entre ellas reco­
mendamos dos.
8 1 ) 1 O.�f4! Es la más directa y
perfectamente segura para obtener
ventaja. I O...�exfS ( I O...f6 l l .®hS
wd?t) l l .�eS ®e7 1 2.f4 f6 1 3.®a4±.
82) I O.f6?! Es prometedora pero la
vemos innecesaria en esta situación de
ventaja. I O...�xdS l l .fxg7 �xg7:r:>.
83) I O.�d3 �xfS I I .Q-0 �d6 1 2.f4
(Recomendada por Nunn en su libro
"8eating the Sicilian"; menos clara es
1 2.®g4 g6! t 3.®h3 o-o 14.&4 �e7
1 5.g4?! �6 1 6.�h6 fue4! 1 7.�xe4 !!e8
1 8.�e3 �gS! 1 9.�xd4 exd4+; Vaskan­
Kirilov USSR 1 966) 1 2...exf4 1 3.�xf4
®b6 1 4.�xd6 �bS I S.wh 1 �fxd6±;
Santo Roman-Franco, Las Palmas
1 99 1 .
6.M e5
Internándose definitivamente en las
líneas principales de la Variante
O'Kelly que tienen un cierto grado de
complicaciones pero que no resultan
satisfactorias, y son la causa del
descenso de su popularidad. Pero hay
una alternativa aceptable y tal vez la
única vía de respetabilidad de la
O'Kelly.
6...®c7!? Jugando con un cierto
espíritu Paulsen, aunque con menos
flexibilidad (otra vez el caballo en c6)
7.�e3 (7.�e2 e6 8.0-0 �d6!? da un
juego interesante a las negras) 7...e6
8.l;tc 1 ! apostándose frente a la dama
rival 8...�b4 9.�d3 (Seguramente es
mejor 9.f3) 9...�e5 I O.a3 (JJe7
( I O...fud3 !? l l .®xd3 �e7t; I O...�d6
l l .�e2 h5 1 2.h3;!;) l l .�e2 h5?!
(compromete demasiado la posición.
Seguir dentro de los cauces del
esquema erizo era lo adecuado: l l ...d6
l 2.f4 &d7, para seguir con b6-�b7;
l l ...b6?! de inmediato es peorpor l 2.f4
fr6 1 3.e5±) 1 2.h3 �g6 1 3.®d2 d6
t 4.o-o �d7 t 5.b4 h4 I 6.!!fd t o-o
l 7.�g5 !!fd8 1 8.�f3±; Sokolsky-
8astrikov, Kiev 1 957. 6• . .e6?! Ahora es
muy dudosa por 7.�xc6 seguida de eS.
7.�f5 dS
26 2.. . a6 Variante O'Kel�v
Tras 7...d6 8.fle3 ! (Solozhenkin­
Mantsinov, Elista 1 994) se llegaría a la
posición citada en la variante 5...e5.
8.cxd5 �xfS 9.exf5 �4 (D)
Momento crítico de la variante. Las
blancas tienen un peón de más y la
pareja de alfiles en una posición muy
abierta. A pesar del caballo en d4 y de
las posibilidades de recuperar el peón,
no parece que las negras estén en
condiciones de igualar por completo el
juego.
Lo más frecuente. Para los amantes
de la tranquilidad ofrecemos una
variante más posicional cuyo único
defecto es la existencia de alfiles de
diferente color. I O.�g5 !? �e7 l l .�xf6
�xf6 1 2.�d3 ®d7 1 3.®h5;!;.
tO...�xdS 1 t.o-o <;Ub4
Sin esta presión sobre c3 sería
dificil justificar para que han perdido
las negras su alfil de casillas blancas y
que piensan oponer a la presión del
rival en la gran diagonal. l l ...�e7
1 2.<;Ue4! �xc3 1 3.bxc3 fr6 1 4.l:!b l ®c8
1 5.®g4 ( 1 5.®f3 ! o-o 1 6.l':rxb7! es un
limpio peón de más) 1 5...0-0 1 6.�h6
�f6 1 7.l':rxb7 i>h8 1 8.l':rb6 gxh6 1 9.l':rxc6
®d8 20.l':rd l ®e7 2 I .l':rdd6 l':rg8 22.®f3
�g5 23.f6 ®e8 24.®f5 l':rg6 25.h4 �xh4
26.l':rc7 y las blancas ganaron en
Matanovic-Pérez, Belgrado 1 96 1 .
t2.<;Ue4 �xc3 [ 1 2...�xc3 1 3.�xd5 !
�xb2 14.�xf7 wxf7 1 5.�xb2±] l3.bxc3
<;Uxc3 14J!b1 o-o
Devuelve el peón y ofrece una
posición dominante a la torre blanca.
Merece la pena investigar otras
opciones. 14...l':rb8 1 5.®g4 g6 ( 1 5...0-0
1 6.�h6 ®f6 1 7.�g5 ®d6 1 8.f6 con un
ataque prometedor) 1 6.�g5 gxf5
( 1 6...®c8 1 7.�f6! gxf5 1 8.�xf5±)
1 7.<;Uxf5 f6 1 8.®h5 Altschuler-Fink, cr
URSS 1 96 1 . Parece demasiado a cam­
bio de un peón.
1SJ!xb7 ®h4
Una jugada que había tenido cierto
éxito en torneos por correspondencia
hasta esta partida. Otras alternativas
ofrecen menos resistencia exceptuando
una: 1S..J'!b8! (puede ser el último
hueso para roer en esta variante)
1 6.l':rxb8 ®xb8 1 7.f6 g6! Y no es tan
fácil llegar hasta el rey negro debido a
la posición centralizada de las piezas
negras. Así y todo el peón de f6 hace la
posición blanca preferible. 1 5...®d6
2.. . a6 Variante O'Kel(v 27
1 6.1/Yg4 ( 1 6.�g5 ! l:l:fe8?! 1 7.1/Yh5+-;
1 6.l:l:b3 !? �b4 1 7.l:l:h3�) 1 6...l:l:ac8
1 7.�g5 a5 1 8.�e7+- Mastrangelo­
Lupi. cr. 1 983.
IS•••l:l:c8 1 6.�a3 l:l:e8 1 7.1/Yh5 Wf6
( l 7...l:l:c7 1 8.f6±) 1 8.�d5 g6 1 9.fxg6
hxg6 20.l:l:xn 1 -0 Schreiber-Kunkel.
cr. 1 976.
16.Wd3 l:i:ad8 17.�a3
La presión de las piezas blancas
llega a su cenit.
17•..�bS?! [ 1 7..JUe8 1 8.®c4 ®f6
1 9.�d5 Obliga a las negras a dar cali­
dad] 18.g3!? [ 1 8.�f8! l:i:xd3 1 9.�e7 f6
20.�xd3 parece dar a las blancas un
ataque demoledor]
Estadística:
18.••1/Yg4
De acuerdo con los análisis de
Kondali en lnforrnator las otrasjugadas
pierden: 1 8...1/Yf6 1 9.�xf8 l:l:xd3
20.�e7+-; 1 8...®h5 1 9.�xf8 l:l:xd3
20.l:l:b8+-.
19.l:l:xf7!+- [Y así se deja la partida
sentenciada] 19...�xa3 [ 1 9...<i>xn
20.®c4 ci>f6 2 1 .�e7+-; 19...l:l:fe8 20.l:l:e7
fua3 2 1 .�d5+-] 20.l:l:xf8 l:i:xf8 2l.�dS
<i>h8 22.1/Yxc3 �bS 23.1/YxeS ®xfS 24.f4
®f6 2S.l:l:cl ®b6 26.ci>g2 ®aS 27.l:l:c2
®d8 28.�b7 h6 29.�e4 ®d6 30.®xd6
fud6 3l.�d3 �bS 32.a4 fld4 33.l:l:cS
l:l:b8 34.h4 g6 3S.l:l:dS l:l:b2 36.c;9h3 �e2
37.�xg6 l:l:b4 38.aS l:i:d4 39.l';;[eS l';;[d2
40.l:l:e7 1-o
Sobre una base de 5400 partidas las negras obtienen en la variante O' Kelly el
47% de los puntos. En la variante 3.c4 elegida como repertorio en nuestro libro
el porcentaje de las negras es bastante peor, el 39%.
Esquema Resumen: t.e4 eS 2.�13 a6 3.c4
- 3...g6?! Dudosa. Maroczy agobiante ±
- 3...b6 Lógica. Erizo resistente ;t
- 3...e6 4.�3 ! Una Paulsen algo peor ;t
- 3...d6 4.d4 fld7 Mucho espacio para las blancas ;t
- 3...d6 4.d4 �g4 5.dc5 Incisiva. pero floja ±
3... �6 4.d4 cd4 S.fld4
- 5...e5 Insuficiente para liberarse ;t
- 5...e6 Una Paulsen algo peor ;t
- 5...�f6 6.�3 YNc7 Tal vez lo menos malo ;t
- 5...�f6 6.�3 e5 Obliga a cierta precisión a las blancas ;t
,
CAPITULO 4
1.e4 eS 2.ltlf3 ltlc6 3.d4 cd4 4.ltld4 dS y otras
jugadas
Valoración *
J: .t � • .t � J:
& i i i" i i i
� �
La única variante de este capitulo
que reviste cierta importancia es 4...d5.
En este caso las blancas pueden asegu­
rarse una pequeña ventaja con la
condición de que la tomen en serio. Si
no lo hacen así pueden encontrarse en
una posición igualada antes de que se
den cuenta de cómo ha sucedido. Eso
sí, esta variante no resulta peligrosa.
Partida 4.01
Korchnoi,V - Reshko,A
Leningrado 1951
l.e4 eS 2.�f3 �6 3.d4 cxd4 4.�xd4 d5
Aunque su reputación es pésima,
algunos jugadores, ultimamente el
francés Brochet, la han jugado con
cierto éxito. Los rivales no están
preparados y las recomendaciones
teóricas no están muy trabajadas. Con
un juego correcto las blancas pueden
asegurarse una pequeña ventaja pero no
más. La idea parece corresponder a
Nimzovitch, pero luego nunca ha sido
empleada por un jugador de primera
fila. Veamos las otras alternativas:
4...®b6 Ver el capítulo 5.
4...e5 Ver el capítulo 7.
4...®c7!? Es un orden muy intere-
sante, pero tras 5.�3 las negras deben
trasponer a la variante Taimanov, con
la alegría de haber evitado la formación
Maroczy, que para muchos jugadores
es una verdadera tortura. Si no lo
hacen, las alternativas no son realmen­
te serias, por ejemplo:
A) 5...g6? 6.�db5 ! ®a5 (6...®b8
7.�5+-) 7.�d2+-, seguido de �5.
B) 5...�f6 6.�b5 ®b8 7.�5±.
C) 5...a6? 6.�d5 ®e5 (6.. .®d8
7.�e3+-) 7.�d3 ! ®xd4 (7...�xd4
8.�f4+-) 8.�e3 ®e5 9.�b6+-.
4...�xd4 5.®xd4 e6. Tal vez la única
forma de justificar la jugada anterior.
El caballo se dirije a c6 para ganar un
tiempo y desplazar a la dama blanca de
2.. .�6 3.d4 cd4 4.0!14 d5 y otrasjugadas 29
su excelente postcJOn central, pero a
pesar de los esfuerzos de Khrenov en
sus partidas por correspondencia esta
continuación no será nunca muy
popular. (5 ...d6 6.�3 �f6 7.�g5 ni
siquiera tiene un sentido pues lleva a un
Richter con tiempo de más para las
blancas) 6.�3 �7 7.�e3 �6 8.®d2
�b4 (8...�e7 9.0-0-o es el tipo de
esquema que jugaremos en otras
variantes con algunas ventajas) 9.a3
®a5 (9...�a5 I O.b4 �b6 l l .�b5±)
J OJld l �c3 l l .®xc3 ®xc3+ 1 2.bxc3
b6 1 3.c4. La fuerza del alfil de negras
garantiza una pequeña ventaja a las
blancas y las negras tienen pocas pers­
pectivas. 1 3...�a6 14.c5 �xfl 1 5.l:lxfl ;!;
Tscharuschin-Hrenov, World 1 99 1 .
S.exdS!
Los finales resultantes de: S.�xc6
bxc6 6.exd5 ®xd5 7.�3 o bien; S.�bS
dxe4 6.fuc6 ®xd l + 7.wxd l a6 8.�a4
(8.fJd4+ axb5 9.fu.b5 �g4+ I O.we l O­
o-o es incluso más prometedor para las
negras) 8...�d7 9.�3 �xc6 1 0.�xc6+
bxc6 l l .fue4 son prácticamente nada,
como se han encargado de descubrir
muchos seguidores de recetas teóricas,
para su frustración.
s...®xdS 6.�e3 (D)
La jugada que parece más prudente,
aunque significa una capitulación
teórica. El final es desagradable de
conducir para las negras. Tal vez
podríamos valorarlo en la forma
práctica como 65% de victoria para
blancas, 35% de tablas, pero otras
alternativas son más peligrosas:
6...e6 Es seguramente la mejor
opción práctica.
A) 7.�b5 Es una recomendación de
Ghinda que pone en aprietos a las
negras. Por ejemplo: 7...®xd l + (7...®e5
8.00!±) 8.Wxd l lild8 9.�c4;!;.
8) 7.�3 �b4 8.fJdb5 ! En busca de
la debilidad del punto c7 que se deja
notar. 8...®e5 9.a3 �e7 no es cuestión
de ceder el alfil ni de permitir el jaque
en la casilla d6. 1 O.�e2 ( 1 0.�4?! es un
intento de resolver las cosas por la
tremenda que no resulta del todo claro.
I O...®xe4 1 1 .�7+ lilf8 1 2.�xa8 ®e5!
1 3.b4!?oo con un gran campo para
investigar, lo que no se justifica en una
variante tan secundaria) 1 o...a6 (hay
que expulsar el molesto caballo pero
aquí la casilla b6 sufrirá) l l .fJd4 y
ahora:
8 1 ) l l ...�d7 12.�f3 ®c7 ( 1 2...®a5
1 3 .fJd2;!;) 1 3.�a4;!; . En ambas variantes
con un ojo puesto en la casilla b6.
30 2. . . fx:6 3.d4 cd4 4.fti4 d5y otrasjugadas
82) l l ...flf6 1 2.�f3 La continua­
ción de la partida ejerce presión pero
finalmente no concreta en nada. (Aquí
sugerimos como mejora: 1 2.fuc6!bxc6
1 3.0-0 o-o 1 4.®d4 ®xd4 1 5.�xd4 con
una mejor estructura de peones a cam­
bio de nada) 1 2...�d7 1 3.0-0 íld8
1 4.fuc6 �xc6 1 5.�c6+ bxc6 1 6.®f3
f!d5 1 7.ílad 1 ®f6 1 8.®e4= Parma­
Knezevic, Titograd 1 965.
7.flc3 [Esta ganancia de tiempo es
la sutileza esencial] 7...Wie5?!
Los programas, que Jo calculan
todo, prefieren estropear la estructura
de peones blanca con 7...flf3+ 8.gxf3
(8.®xf3 !? Wlxf3 9.gxf3± puede ser aún
mejor dado Jo interesante que resulta
mantener el derecho a jugar o-o-o de
un golpe) 8...Wixd l + 9.ílxd l �d7
1 O.f!b5 ( 1 O.Hd2 a6 l l .fld5;t) 1 O...Hc8
l l .�xa7 ílxc2 1 2.�d4;t; Manik­
Zambor, Cassovia op 1 997.
8.Wixd4 ®xd4 9.�xd4
Estadística:
No se trata de un simple final con
desventaja de desarrollo. Es incluso
dificil no perder un peón de inmediato.
Los saltos del flc3 son dificiles de
controlar.
9...�d7 [9...a6? I O.fld5+-; 9...�f5?!
I O.f!b5 Hd8 l l .�xa7+-] IO.f!b5 j;ic8
l l.flxa7 j;ixc2 12.�d3!+- [La torre no
tiene dónde esconderse] 12...e5
[ 1 2...Hc7 1 3.�b6+-] 13.�xc2 exd4
14.�d3 �b4+ IS.we2 f!e7 t6.�b5!
Eliminando la pareja de alfiles y
habilitando casillas convenientes para
el rey blanco. El resto es un juego de
niños para el joven Korchnoi.
16...�c5 17.�xd7+ Wxd7 18.flb5
1Yc6 l9.a4 wd5 20,j;ihdl flc6 21.l:Iacl
b6 22.a5 j;ie8+ 23.wfl j;ie7 24.a6 f!a7
25.flc3+ wc6 26.fle2 wb5 27.f!xd4+
wxa6 28,j;ial+ wb7 29,j;ixa7+ 1Yxa7
30.flc6+ wa6 31.f!xe7 �xe7 32,j;id7
t-o
La estadística de la variante 4...d5, sobre unas 300 partidas, ofrece un "acepta­
ble" 42% de Jos puntos para las negras. En este caso, curiosamente. la variante
que recomendamos, comenzando con 6.�e3 sólo consigue el 5 1 %. Las otras
jugadas normalmente acaban en trasposiciones.
Esquema Resumen: t.e4 c5 2.f!f3 flc6 3.d4 cxd4 4.flxd4
4...fld4 Pasiva y cómoda para las blancas, pero la ventaja obtenida es ligera ;j;:
4...d5 5.cd5 ®d5 6.�e3 fld4 Lleva a un final muy triste para las negras ;j;:
4...d5 5.cd5 ®d5 6.�e3 e6 Las blancas tienen una cómoda ventaja ;j;:
,
CAPITULO 5
1.e4 c5 2.�f3 �c6 3.d4 cd4 4.�d4 Wfb6
Varios órdenes de jugadas
Valoración ***
� j_ * -*- � �
' ' ' ' ' ' '
� �
Historia
Una vez más el precursor de esta
idea fue el padre de la Defensa
Siciliana, Luis Paulsen, pero luego
quedó olvidada hasta la década de 1 960
cuando varios jugadores soviéticos,
como Stein, Suetin, Gufeld empezaron
a fijarse en ella y la usaron de manera
ocasional. Después vino la etapa
Armenia cuando Akopian. Anastasian
y otros jugadores de esa nacionalidad
hicieron de 4...'Wb6 su principal caballo
de batalla. Actualmente su popularidad
ha disminuido sin que se pueda argu-
mentar ningúna razón contundente,
pero jugadores como Golod o Grivas la
emplean asiduamente.
Ideas
La idea de la maniobra iniciada con
®b6 consiste en desplazar al caballo
blanco de la casilla d4 y a continuación
jugar una siciliana normal retirando la
dama a la casilla c7. A partir de aquí
todos los planes frecuentes en la
siciliana pueden producirse. Puesto que
el caballo está peor en b3 que en d4, es
dificil explicar porque esta variante no
consigue sus objetivos. El motivo
puede ser que adolece de cierta falta de
flexibilidad.
Las blancas han probado muchos
esquemas de desarrollo, la mayoría de
ellos incluyendo el enroque largo, o un
asalto de peones en el flanco de rey, a
pesar de haber enrocado corto. Sin
embargo en este capítulo recomenda­
mos una idea muy específica y poco
experimentada. Se trata de aprovechar
la posición de la dama en b6, para
tomar el control de la casilla d6, por
medio de la jugada �f4. Para esto es
necesario prevenir la clavada mediante
el avance a3. Además recomendaremos
algunas líneas alternativas, sobre todo
32 2.�3 �6 3.d4 cd4 4.004 ®b6 varios órdenes dejugadas
en el caso de que las negras opten por el
orden 4...flf6 5.flc3 ®b6 que es bastan­
te más arriesgado. En ese caso propon­
go una refutación táctica.
Partida 5.01
Topalov,V - Morozevich,A
Dortmund 2001
t.e4 eS 2.flo flc6 3.d4 cxd4 4.flxd4
®b6 (D)
Este es el orden correcto de jugadas
si se pretende jugar esta variante.
Consideramos por separado el orden
4...flf6 5.flc3 ®b6 en la próxima
partida, y recomendamos otra alterna­
tiva, aunque las blancas siempre
pueden trasponer.
La mayoría de los jugadores que
prefieren el orden citado en el comen­
tario anterior suelen estar preocupados
por 5.flb5 pero en mi opinión esta
jugada no ofrece ninguna perspectiva
de ventaja después de 5...flf6 6.�e3
®d8 H1 I c3 a6 8.fld4 e5 9.flf5 d5. Una
mejora en esta línea podría poner la
variante con ®b6 en crisis.
s...flf6
Otras jugadas son muy poco
frecuentes pero al menos una de ellas
tiene cierto veneno. S. . .e6 y ahora:
A) 6.�d3, intentando una formación
con c4 tiene una respuesta adecuada en
6...flf6 7.0-0 (7.c4 fle5) 7...d5!=.
8) 6.flc3 �b4!? 7.�d2 flf6 8.�d3 !?
(esta es una posición tan poco
explorada que esta natural jugada es
novedad. Recomiendo también como
alternativa 8.®e2, estudiada en la parti­
da 5.03) 8...fle5 (si 8...0-0 9.a3 �e7
1 0.0-0 el blanco ha ganado un tiempo
muy útil, a3, en una variante muy agre­
siva que se ha experimentado de vez en
cuando. I O...d6 I I .<i>h l a6 1 2.f4 ®c7
1 3.®f3 Seguido de !;1ae 1 y un eventual
®h3 con una interesante posición de
ataque) con dos opciones:
8 1 ) 9.0-0 flxd3 1 O.cxd3 0-0
l l .�e3. Las blancas tienen más espacio
y desarrollo y la pareja de alfiles puede
durar poco.
82) También se puede conservar el
alfil con 9.�e2!? �c3 (9...d6 1 0.0-0
con idea <i>h 1 y f4) 1 O.�xc3 flxe4
l l .�d4 ®c7 1 2.0-0 con una buena
compensación, pero esta posición
requiere cierto espíritu emprendedor.
6.flc3 e6 7.a3!? (D)
En esta ocasión recomiendo una
variante muy marginal, pero sólo
porque estoy convencido de que no es
inferior a las otras alternativas y
2.�{3 �·6 3.d4 cd4 4.�4 Yllb6 varios órdenes dejugadas 33
.i. J. • .t. .i.
i i i i i i
'ii � · �
requiere un esfuerzo de actualización
mucho menor.
7• ./iJ.e7
Cuando se conoce la idea blanca (lo
que suele ocurrir la segunda vez que te
juegan la variante) la tentación de
impedirla con la inmediata retirada de
la dama a c7 es casi irresistible, pero
también existen otras alternativas:
7•••YJJc7 (impide �4) 8.�gS. Que
esta jugada no se haya empleado aún da
una idea del terreno virgen que pisa­
mos. Se puede también intentar 8.�e3 y
jugar un desarrollo similar al del ataque
inglés que tampoco se ha ensayado.
A) 8...a6 da más opciones a las
blancas pero debe trasponer 9.f4!
(9.�xf6 gxf6 I O.YlJhS la dama blanca
esta muy bien situada aquí en estas
estructuras pero... 1 o...�d6! 1 1 .0-0-0
�eSoo) 9...�e7 trasponiendo (tras 9...d6
I O.!;tixf6! y ahora si 1 O...gxf6 I I .®hS;t
con idea de fS-fxe6).
8) 8...d6 9.f4 También debería
trasponer.
C) 8...�e7 9.f4, con la aparente
amenaza eS.
C l ) 9...d6 Es muy cómodo para las
blancas I O.�bS! Ylld8 ( I O...Yllb6 I I .!;tixf6
gxf6 1 2.!;tie2 l:!g8 1 3.g3 Y1/d8 1 4.Y1/d2 a6
I S.�Sd4 ±. Las piezas blancas tienen
una disposición muy favorable para
esta estructura) 1 l .�xf6 gxf6 1 2.WhS a6
1 3.�d4;t.
C2) 9...a6!? I O.e5 �xe5 l l .�xf6
�xf6 1 2.fxe5 �xe5 se llega a una inte­
resante posición donde la pieza blanca
debe valer más que los tres peones.
7... a6 8.�f4! (tomando bajo control
la casílla d6 y amenazando eS) 8...e5
Casi única pero debilita seriamente d5,
y la dama queda mal colocada en b6.
A) 9.�e3 Y1/d8 1 O.g4 hay muchas
otrasjugadas 1 O...h6 ( 1 O...d6 l l .g5 �g4
1 2.�c l y el caballo tiene problemas)
1 1 .f3 ( I I .l:!g 1 d6 1 2.h4 sería una
alternativa a considerar) l l ...d6 1 2.Y1/d2
( 1 2.�c4!?; 1 2.fla4!? �e6 1 3.�b6 !íb8
1 4.c4) 1 2...bS 1 3.0-0-0 �e6 1 4.f;lb l b4
I S.�S bxa3? 1 6.�b6+- Heymann­
Byhan, Leutersdorf op 200 l .
8) 9.�g5 natural y muy prometedor
9...�e7 1 o.�xf6 �xf6 I I .�S Y1/d8
1 2.Y1/f3 !? ( 1 2.�2 b5 1 3 .a4 !íb8 1 4.axb5
axbSoo Sión-8ellón, Cala Galdana
1 995 y las negras consiguieron obtener
contrajuego) 1 2...d6 1 3.l:!d l ( 1 3.�f6
;!;) 1 3...�gS 1 4.h4 �e7?! l S.�e7 f;lxe7
( I S...Y1/xe7 l 6.Ylld3±) 1 6.�c4 �e6
1 7.�xe6 fxe6 1 8.!íh3 y las blancas
tienen una fuerte iniciativa Filipek-
8ezsilko, Gent Masters 200 l .
Tratar de impedir eS puede ser peor:
34 2.f'lj3 f'lc6 3.d4 cd4 4.f'ld4 ®b6 varios órdenes dejugadas
8...e5 y ahora:
A) 9.'ltie3 ®d8 1 O.g4 ( 1 O.'ltie2;t)
I O...d6 l l .l:i:gl h6 no es del todo claro.
B) 9.�g5 ! d6 I O.'ltixf6 'ltixf6
( I O...gxf6 es demasiado fea) l l .®xd6
'ltie6 1 2.®c5 ! y la compensación no
parece suficiente.
Una interesante idea, aunque la
directa 9.e5!?, también promete una
pequeña ventaja. Veamos: 9...fJe8
1 o.�d3 a6 1 1 .0-0 ®c7 1 2.l:i:e 1 g6
1 3.®d2 d6 14.exd6 'ltixd6 1 5.�xd6 ®xd6
1 6.l:i:ad l ®c7 1 7.f'le4±; Ljubojevic­
Panno, Viña del Mar 1 988.
Muy evidente y sin embargo puede
ser mejor la humilde 9...'ltixd6 I O.®xd6
fJe8, seguido de f5.
Este alfil es sin duda el principal
protagonista de la partida y de la
variante. Ahora defiende t2 y el caballo
de g4 queda "al aire". I O.®xg4?! 'ltixd6
l l .'ltid3 fJe5=.
10. . •fjge5
1 O...f'Jf6 l l .e5 y la posición del alfil
en g3 es algo mejor.
l l.f4 ®e3+ [ l l ...f'!g6 1 2.®d2 d6
1 3.0-o-O;t) 12.'ltie2 fJg6
1 2...fJg4 1 3.fJd2 ( 1 3.®d2!? seguida
de o-0-0) 1 3...f5 14.f'lc4 ®d4 1 5.�xg4
®xc4 1 6.'ltie2;l;; 1 2...fJc4? 1 3.'ltit2+-.
13.®d3!
Forzando el paso al final que no
sólo no es del gusto de Morozevich,
sino que es muy precario para las
negras con menos espacio y un caballo
mal colocado en g6.
13. . •®xd3 14.�xd3 ;t a6 [ 1 4...d6!?
1 5.0-0-0 'ltid7] 1 5.0-0-0 f6?! [de
nuevo es mejor 1 5...d6!?) 16.fJe2!
Liberando al alfil de negras de la
defensa de f4. De nuevo el alfil tendrá
un papel muy activo en la diagonal g l­
a7.
16• • • b5 17.'ltif2 l:i:b8 18.g3! f'lh8!
[ 1 8...d6 1 9.fJed4±] 19.l:i:d2 f'Jf7
20.l:i:hdl l:i:e8 [20...d6 2 I .fJed4±] 21.c3
Las blancas aumentan la presión
poco a poco. Ahora ceden una casilla al
alfil para abrir la línea de sus torres y
trasladarlo a b3 después de que el
caballo salte a c5.
21..• e5 22.c4±
Aprovechando de inmediato la
debilidad creada en la diagonal a2-g8.
Otra forma de hacerlo era 22.'ltibl !?.
22...b4 [22...bxc4 23.'ltixc4 d6
(23 ...l:i:b7 24.fJc3±) 24.l:i:c2±] 23.a4
'ltif8?! [mejor 23...d6! 24.f5;t) 24.c5!
[cede la casilla c4 al alfil] 24••• exf4
25.gxf4 d6 [ahora la liberación es
2.�j3 �6 3.d4 cd4 4.�4 Y!Jb6 varios órdenes dejugadas 35
imprescindible] 26.!lbl hS?!
[Demasiado activo. 26...�g4 27.�a6
Hxe4 28.�d3 Hee8 29.:11g l �e6 30.�b5
;t; 26...dxc5 27.�xc5;t] 27.:11cl± �b7
28.�c4 [28.�g3 ! h4 29.�f5±] 28•••:11xe4
29.�dS �7! [29 .. Jíee8 30.cxd6 �d8
3 I .d7 ±] 30.�xfi+ [30.�xe4 �xe4+
3 t .wa2 ±] 30••• !lxti 31.cxd6 �dS
32.�cS �3+? [32...:11xe2 33.:11xe2
�xd6 34.:11d l ±] 33.bxc3 bxc3 34.:11xc3
:l!b4+ 3S.wa2 �e4 36.wa3 aS 37.�7!
:118b7 38.�xf8 1-o
Partida 5.02
Votava,J - Voloshin,L
Chequia Equipos 1 999
t.e4 eS 2.�13 �6 3.d4 cxd4 4.�xd4
�f6 S.�3 Y!Jb6 (D)
Algunos jugadores prefieren este
orden para esquivar 6.�b5 que aquí es
fuertemente contestada por 6...a6 y si
7.�e3 Y!Ja5. Ahora las blancas pueden
tomarse las cosas con calma y traspo­
ner a lo que ya hemos analizado en la
partida anterior, pero también pueden
tomar el toro por los cuernos y tratar de
refutar "del todo" este orden de jugadas
con la continuación de la partida.
6.�e3! Y!Jxb2
La continuación por principio, pero
también casi la única en vista de las
siguientes variantes: 6..• �g4 7.�d5
fue3 8.fxe3 ! (se ha jugado mucho
8.�xb6 llevando a posiciones de doble
filo, aunque sin necesidad porque
8.fxe3 da una gran ventaja) 8...Y!Ja5+
(8...Y!Jd8 9.�b5+-) 9.b4! �xb4 I O.�b3 !
fuc2+ l l .wf2+-. Las blancas ganan
como mínimo una pieza. 6...�xd4
7.�xd4 Wa5 8.e5 �d5 9.�c4 �b6
I O.�b3±.
7.�bS
Parece mucho más fuerte el otro
salto: 7.�bS! Y!Jb4 8.�d2! l:Ib8
(8...fue4 9.a3 !+-; 8...Y!Ja5 9.�5+-)
9.l:Ib l Y!Ja5 I O.e5 ! ! (D)
Esta jugada rompe la coordinación
36 2.f:Jj3 fJc-6 3.d4 cd4 4.f:Jd4 1/!Jb6 varios órdenes dejugadas
defensiva entre las piezas negras y
parece dar una ventaja casi decisiva.
A) I O...f:Jg8 l l .�c4! fue5 ( l l ...g6
1 2.f:Jd5 Wa4 1 3.f:Jdc7+ wd8 1 4.�xf7+­
a6? 1 5.f:Je6+ dxe6 1 6.�a5#) 1 2.f:Jd5 1/!Ja4
I H�b4 1/!Ja5 14.f:Jdc7+ wd8 1 5.�xf7+-.
B) I O...fue5 l i .I/!Je2! d6 ( l l ...f:Jfg4
1 2.h3+-) 1 2.f4 �g4 1 3.1/!Je3+-.
7• • • ®b4+ [7...wd8!?] s.�d2 ®a4!
9.f:Jc7+ Wd8 10.f:Jxc6+
Es algo mejor 1 O.f:Jxa8 f:Jxd4
( I O...Wxd4? l l .�a5+! b6 1 2.1/!Jxd4 fud4
1 3.fub6 fuc2+ 1 4.Wd2 fual 1 5.fuc8+
wxc8 1 6.t;ia6+-) J I .t;id3 I/!Jc6 1 2.t;ie3 e5
1 3.0-0, que aún promete alguna inicia­
tiva a las blancas.
tO...wxc7! 1 1.f:Jd4 wd8
l l ...e5! 1 2.f:Jb5+ wb8 favorece a las
negras.
1 2.�bS I/!Ja3 13.eS f:Je4 14.e6 ®d6
1S.exd7 �d7 16.t;ixd7 Wxd7 17.6-0
eS 18.f:Jf3 f:Jxd2 19.f:Jxd2 t;ib4 20.1/!Je2
�xd2 21.�adl wc7 22.®xeS+ wc8
23.ftfel �xel Yz-Yz
Partida 5.03
Anand,V - Kramnik,V
Mainz play-off 2001
l.e4 eS 2.f:Jf3 f:Jc6 3.d4 cxd4 4.f:Jxd4
®b6 S.f:Jb3 e6 6.M �b4 7.t;id2 f:Jf6
8.1/!Je2 (D)
Realmente el orden de la partida fué
el clásico: 5...f:Jf6 6.f:Jc3 e6 7.®e2 �b4
8.�d2. En principio nosotros sólo lle-
garemos a esta posición por el orden
alternativo, pero puesto que 7...�b4 es
la respuesta más popular al plan de
Adams, 7.1/!Je2 para cualquier lector
curioso puede resultar bastante fácil,
completar su repertorio echando una
ojeada a las otras alternativas. De este
modo tendría dos alternativas contra la
variante ®b6 con poco esfuerzo.
8••. 0-0 9.a3 �e7
Las negras no desean ceder su
importante alfil de casillas negras, pero
la ventaja de desarrollo que obtienen si
lo hacen es merecedora de una
investigación: 9. ..�xc3 1 O.�xc3 c5
(única ante t;if6) I I .D-0-0 ftd8 (mere­
cedora de una admiración en su debut,
pero luego se ha empleado en muy
pocas partidas. La alternativa es:
l l ...d6 1 2.fud6 f:Jd4 1 3.t;ixd4! I/!Jxd6
1 4.�c5 I/!Jc7 1 5.�f8 wxf8;!;; Ivanov­
Yermolinsky, USA 2000. Las negras
han obtenido cierta compensación por
el peón) 1 2.f3 (Nijboer-Piket,
Amsterdam 200 l . Es interesante
2.�3 fr6 3.d4 cd4 4.�4 ®b6 varios órdenes dejugadas 37
1 2.!!d6 ®c7 1 3.!!xf6 gxf6 14.®g4+ wh8
1 5.®h4 d6 1 6.®xf6+ wg8 1 7.®g5+ wh8
1 8.f4 ®e7 1 9.®xe7 i)xe7 20.fxe5 dxe5
2 1 .�xe5+ Wg8, con una posición dificil
de valorar) 1 2...d5 1 3.exd5 i)xd5
J4.t;!ixe5! y aunque las negras tienen
alguna compensación, sospecho que las
blancas se mantienen. Por ejemplo:
14...�f5 1 5.i)d4 !!e8 1 6.i)xf5 !!xe5
1 7.®c4 !!xf5 1 8.!!xd5 fud5 ( 1 8...i)a5
1 9.®b5 !!xd5 20.®xd5 es similar)
1 9.®xd5 !!d8 20.®e4 ®f2 2 J .t;!id3±.
IO.o-o-o d6
Seguramente es mejor 1 O.. .d5 ! .
Ahora las blancas pueden elegir entre
dejar a su rival con un peón aislado, en
cuyo caso está muy activo, y tomar
espacio con l l .e5, pero en ambos casos
las negras lo han hecho bien:
A) l l .exd5 i)xd5 1 2.fud5 exd5
1 3.�c3 �e6 1 4.®f3 :!Iac8= Motylev­
Polgar, Ohrid 2002.
B) l l .e5 �7 1 2.f4 a6 1 3.®h5 f5
14.t;!id3 i)d4oo Mulgyar-Yennolinsky
USA 2002.
l l.g4 [La idea básica del plan con
®e2] l l...a6 12.g5 i)d7 13.h4 ®c7 14.f4
{D)
Los peones blancos corren al
encuentro de la fortaleza enemiga y
aunque las negras aprovechan bien el
punto de contacto en b4, el daño causa­
do por los atacantes blancos es más
peligroso.
E .t. E é
� ' � "' j_ ' ' '
' "' ' '
14••• b5 IS.IiYbl b4 16.axb4 i)xb4
17.f5! [ 1 7.®c4!?] 17...!!b8 18.�4 exf5
19.exf5 �S 20.t;!ih3 [20.f6!?] 20...He8
21.g6 hxg6
2 l ...�f6!? 22.gxh7 Wh8 23.�4 �4
24.c3 �b7oo.
22.�xe5 dxeS 23.fxg6
Las negras caen debido a la clásica
debilidad en las casillas blancas.
23...fxg6 24.hS! �f5?
24...g5! 25.h6 g6 26.�xc8 !!exc8
27.h7+ wh8 28.®e4�; 24...�xh3
25.!!xh3 g5 26.h6 g6 27.�5 fud5
28.:!:lxd5±
25.hxg6!! �xh3 [25 ...�xc2+
26.®xc2! fuc2 27.�e6+ wf8 28.lTh8#]
26.:!:lxh3 [26.®h5 !] 26...t;!ig5 27.�4 t;!if4
28.i)bc5 1-0
38 2.f'lj3 �6 3.d4 cd4 4.�4 ®b6 varios órdenes dejugadas
Estadística:
Sobre una base de 3200 partidas las negras obtienen en la variante ll1lb6 un exce­
lente 50% de los puntos. En la variante 6.a3 recomendada la estadística no es
relevante al basarse sobre 1 20 partidas con un resultado del 57%. La variante
6.®e2 sobre 1 00 partidas obtiene un 6 1 %.
Esquema Resumen: l .e4 eS 2.f'Jf3 f'Jc6 3.d4 cxd4 4.f'Jxd4 Wb6 5.f'Jb3
- 5...e6 6.fr3 �b4 7.�d2 f'Jf6 8.We2 Queda mucho para la investigación ;!;
- 5...e6 6.fr3 �b4 7.�d2 f'Jf6 8.�d3 Una idea nueva interesante ;!;
5•.•f'Jf6 6.f'Jc3 e6 7.a3 y ahora:
- 7...a6 7.�f4 Las negras tienen muchos problemas ±
- 7. ..�e7 7.�f4 Las blancas tienen una posición más libre ;!;
- 7...Wc7 7.�g5 Queda terreno para investigar ;!;
4•.•f'Jf6 5.f'Jc3 ®b6 6.�e3! La posición negra es muy delicada ±
,
CAPITULO 6
1.e4 eS 2.�f3 �c6 3.d4 cd4 4.�d4 g6
Variante del Dragón Acelerado
Valoración ****
� .t 'iV é .t � �
i i i i i i
�
La variante del Dragón Acelerado,
que algunas fuentes denominan varian­
te Simagin, está firmemente asentada
entre las líneas principales de la
Siciliana. Se admite generalmente que
resulta más sana que el Dragón Clásico
y que ofrece excelentes perspectivas
para jugar a ganar con las piezas
negras. Además su sencillez estratégi­
ca, la hace más "simpática" que otras
variantes principales como la Pelikan o
la Najdorf. Por estos motivos forma
parte del repertorio de jugadores nove­
les y también de grandes maestros y
seguramente el lector se enfrentará a
ella en multitud de ocasiones. La
variante que recomiendo para comba­
tirla es la más coherente con el resto del
repertorio propuesto en el libro.
Aunque la formación Maroczy es
considerado el "coco" del dragón
acelerado. las expectativas de conse­
guir ventaja con la variante propuesta
son similares y además presenta la
ventaja de trasponer a la variante
propuesta contra el Dragón clásico, o
simplemente de jugar posiciones simi­
lares, con el consiguiente ahorro de
esfuerzos en la preparación.
Historia
El Dragón Acelerado apareció con
fuerza en la década de los 40 como res­
puesta al éxito del ataque Rauzer con­
tra el Dragón clásico y su principal
valedor fue el maestro soviético
Simagin. Se pueden encontrar muchas
partidas de jugadores destacados, sobre
todo Lasker, desde aproximadamente el
año 1 900. Entre los grandes campeones
sólo Botvinnik y de vez en cuando
Petrosian, lo incluyeron en su reperto­
rio. A partir de la década de los 60 ó 70,
el Dragón Acelerado se convirtió en
una variante muy popular, pero no
fonnó parte del repertorio de los gran-
40 2.fy3 �:6 3.d4 cd4 4.0d4 g6 Variante del Dragón Acelerado
des campeones ni apareció en las
batallas definitivas por el título mun­
dial, de modo realmente curioso. La
explicación debe ser que la fonnación
Maroczy reduce a las negras a unjuego
pasivo sí el jugador de blancas es un
gran estratega.
Actualmente Tiviakov es el defen­
sor acérrimo del campo negro. aunque
jugadores de primera fila como Shirov
o lvanchuk la emplean de vez en cuan­
do.
Ideas
Es bien conocido que la principal
idea del Dragón Acelerado es evitar el
peligroso Ataque Rauzer, lo cual se
logra sólo a medias si las blancas insis­
ten en seguir los senderos de la varian­
te principal. En muchas otras trasposi­
ciones al Dragón, las negras hacen uso
del movimiento d7-d5 ahorrándose un
tiempo sobre las variantes clásicas.
En el resto de cuestiones las ideas
de las negras son las mismas que en el
Dragón, el alfil de casillas negras es
protagonista del juego tanto para bien
como para mal, defiende a su rey y
puede dejar las casillas negras muy
debilitadas si es cambiado; apunta al
flanco de dama que se convierte en el
territorio del ataque negro. Muy a
menudo el alfil se complementa con el
juego por la columna e, el uso de la
casilla c4 para el caballo y el clásico
ataque de minorías siciliano, es decir el
avance del peón b. Los trucos tácticos
en la diagonal a7-g l deben tenerse en
cuenta a menudo.
Partida 6.01
De la Villa - Ponomariov
Guardamar 1997
I.e4 eS 2.M �6 3.d4 cxd4 4.�xd4 g6
La posición básica que vamos a
analizar en este capítulo.
La variante principal y la que
vamos a estudiar. No sostengo que sea
mejor que la popular fonnación
Maroczy. que se alcanza con 5.c4, y
que también da a las blancas perspecti­
vas de luchar por la ventaja, pero la he
elegido por estar más en annonia con el
resto de variantes estudiadas en el libro.
5. • •flf6?! (D)
l. .t if • .t l.
i i i i i i
A)¡) AJl) i
Una variante dudosa que da a las
blancas la elección entre trasponer a lo
nonnal o "castigarla" con e5. Jugada
que aquí no tiene ningún sentido, pero
2.�3 �6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado 41
si tiene en el orden 4...�f6 S.�c3 g6, ya
que evita la formación Maroczy, y ese
fue el orden real de esta partida.
Más exacta aún es 6.0c4! evitando
así la variante �S que no es del todo
estúpida. Las negras no tienen mejor
jugada que trasponer porque si 6...d6?!
7.�xc6 bxc6 8.eS !± dxeS?? 9.0xf7+-,
es una celada que todos conocemos
desde niños.
6• . . bxc6
Las negras tienen una alternativa
modesta y poco conocida en 6...dxc6,
pero lo cierto es que las blancas tienen
un duro trabajo si quieren obtener algo
más que una ventaja testimonial.
Veamos: 7.®d8 Yd8 8.0c4 {j;_g7
(8 ...Ye8 puede ser esquivada jugando el
orden 6.0c4! y es un argumento más a
su favor) 9.f4 bS I 0.0d3 eS I I .ü-0 �7
1 2.fS con una ligera ventaja, lvanov­
Shabanov, URSS 1 986.
7.e5 �8
Como ya hemos señalado existe la
variante 7...�S!? pero no vamos a
profundizar en ella porque puede evi­
tarsejugando 6.0c4.
Esta es la continuación más común.
En el caso de 8...1WaS las blancas pue­
den entregar el peón con 9.0-0 pero no
vamos a profundizar mucho en esta
interesante entrega puesto que también
pueden trasponer a la variante que
recomendamos contra 8...0g7 jugando
9.0f4.
La variante 9.®f3 es también muy
prometedora, pero he elegido esta por
su sencillez.
9...®a5 IO.'Wf3
Aquí también es posible jugar la
continuación 1 0.0-0 (j;_xeS 1 1 .r;;.xeS
®xeS 1 2Jl:e 1 ®g7 pero las negras
pueden ofrecer una tenaz resistencia
con su peón de ventaja. La jugada de la
partida les deja muy pocas opciones.
10...0xe5
La especialidad de Ponomariov
durante algunos años pero la abandonó,
naturalmente, al empezar a encontrarse
con rivales más peligrosos. Las otras
jugadas son incluso peores:
IO...f6?! I l .e6! dS 1 2.�bS! cxbS
1 3.®xdS ®b6 1 4.®xa8 ®xe6+ I S.0e3+­
Macieja-Ponomariov, Zagan 1 997.
IO. . .e6?! 1 1 .0-0 ( 1 1 .0-0-0!? es
igualmente eficaz) 1 l ...�xeS 1 2.b4!
®c7 1 3.�bS ®b8 ( 1 3...cxbS 14.0xeS
0b7 1 5.0xc7 0xf3 1 6.�xbS+-)
14.0xeS ®xeS 1 S.f!:fe 1 ®b8 1 6.i:rad1 dS
1 7.0xdS! ! cxdS 1 8.®xdS 1Yf8 1 9.®cS+
Yg7 20.i:rd8 �f6 2 1 Jhh8 �7 22.®c3+
eS 23.i:re8 ®xbS 24.l:r8xeS y las negras
abandonaron. Palac-Rausis, Kastel
1 988.
42 2.�3 ilc6 3.d4 cd4 4.f::xl4 g6 Variante del Dragón Acelerado
J J.�xt7+!
Naturalmente las blancas no
querían entregar un peón. Con esta
sencilla maniobra consiguen una con­
siderable iniciativa y el juego de las
negras carece de perspectivas.
1 J...wxti 12.(;t¿xe5+ ilf6 13.®f4!
Esta fue la novedad en esta partida.
Anteriormente Ponomariov habia
logrado entablar la seca posición que se
produce tras 1 3.�xf6 exf6 14.o-O±.
13...d5
Una jugada con virtudes prácticas.
Las negras admiten su mala posición
pero tratan de poner una barrera por las
casillas blancas y reducen todo su
contrajuego a la columna "b". La ven­
taja blanca no está en duda.
13...g5!? es un intento de cambiar el
signo de los acontecimientos y lleva a
posiciones menos definidas pero las
blancas no pueden quejarse. 1 4.®xg5
( 1 4.®c4+ Wg7 1 5.f4!? con ataque)
14 .. .l1g8 1 5.®e3 !i:xg2 1 6.0-0-0±;
13...d6? 1 4.�xf6 exf6 1 5.0-0-0+-;
13...!1:18 14.o-O-O c;!;lg8 1 5.Hhe l ±.
14.6-0-0 �5 15.t3!
Mejor que ganar calidad por medio
de 1 5.g4 ilxg4 1 6.�xh8 !i:xh8 con algún
contrajuego.
15...b5 16.!i:be1
Ahora la opción de ganar calidad es
mucho más prometedora 1 6.g4!? hxg4
1 7.fxg4 fug4 1 8.�xh8 !i:xh8 1 9.h3 ilf6
20.h4±.
16...®b6 17.g4!
Era razonable mantener la presión
con 1 7.h4!? con una clara ventaja.
17...bxg4 18.(;t¿xf6 exf6 19.fxg4 �e6
20.g5 (D)
.i. .i.
i •
iV i .t i i
i �
'iV
�
� � � �
� 1:. 1:.
Muy aparente, las casillas negras
quedan hechas un colador y aún así, la
posición se sostiene.
20...� 2J.gxf6 !i:ae8 22.!i:e7+?!
[22.®d6!±] 22...!i:xe7 23.fxe7 HeS
24.!i:e1 !i:xe7 25.!i:xe7+ 1!7xe7 26.b3;;!;
Mejor estructura y el equipo ®+il.
La posición blanca resulta más prome­
tedora, pero la presión en c2 limita sus
posibilidades.
26...®gl+ 27.c;!;lb2 1!7d7 28.®e5?!
2.f13 flc6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado 43
28.�4! Buscando el ataque combi­
nado de ®ffi, a través de la casilla c5,
y abandonando el peón de c2 si es
necesario, era el último intento peli­
groso. Ahora las negras pueden mante­
nerse. 28...®g2 29.�5+ <;9c8 30.<;9a3 !
1Wxc2 3 1 .®d6 ®e 1 + 32.<;9a4.
28..• ®f2!= 29.®g7+ <;9e6 30.®g8+
<;9f6 3l.®d8+ <;9g7 32.®e7+ c;!;>h6 33.fle2
�g4 34.�3 ®xh2 35.®e3+ gS 36.1We5
1Wf2 37.®b8 Pg6 38.1Wg8+ c;!;>h6 39.®h8+
<;9g6 40.®g8+ <;9h6 4l.®h8+ Yz-Yz
Partida 6.02
Tukmakov,V - Kaplan,J
Madrid 1973
l.e4 eS 2.flf3 flc6 3.d4 cxd4 4.flxd4 g6
S.flc3 �g7 6.�e3 (D)
Unajugada más adelante en nuestra
expedición al interior del Dragón
Acelerado. Las negras responden casi
invariablemente con la jugada de la
partida, pero consideraremos algunas
alternativas menores.
6• . . d6!? Es una forma interesante de
trasponer al Dragón normal, habiendo
evitado variantes "molestas" como
3.�b5 jaque, o 4.®d4, etc. No se me
ocurre nada mejor que trasponer a las
variantes recomendadas por medio de
7.�c4, 7.f3 o 7.®d2.
6...flh6?! El caballo está muy mal
colocado aquí 7.f3 d6 (7...ü-O? 8.fuc6
dxc6 9.®c l +-) 8.fuc6 bxc6 9.®d2 flg8
I O.�c4±.
6• . . ®a5?! Se ha jugado a menudo
pero tiene escaso sentido 7.flb3 ! ®d8
(7...�xc3+ 8.bxc3 1Wxc3+ 9.�d2 es
demasiado arriesgado) 8.�e2 y las
blancas tienen un tiempo más sobre las
variantes clásicas.
6• . . a6? Tiene un aspecto horrible,
pero es la alternativa más empleada
entre las no oficiales (más de 1 00
partidas en mi base de datos) y sin
embargo después de 7.fld5! la posición
negra se viene abajo.
6. • • e6?! Otra variante alternativa
antiposicional extrañamente popular
HJdb5±.
7...8-0 Es la línea principal y se
analiza en la partida 6.04 y siguientes.
7...®a5 Es relativamente popular,
para evitar 0-0-0 y se analiza en la
partida 6.03.
7...a6?! 8.flxc6 bxc6 9.e5 flg8
1 0.®f3 ! f6 1 1 .0-0-0 con una aplastan­
te ventaja en desarrollo y actividad.
7...fla5 Una jugada que tendría
mucha lógica si no existiese un motivo
44 2.�3 �6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado
concreto: 8.�xn+! . Las retiradas del
alfil justifican la idea de �5. mientras
que esta jugada desorganiza la posición
negra, aunque no es una refutación
total. 8...<i>xn 9.e5 �4 (la única juga­
da que ha conseguido cierto éxito,
aunque d5 nos puede llevar a las mis­
mas posiciones 9...d5 I O.exf6 �xf6
l l .®f3 e6?! 1 2.0-0-0 Wg7 1 3.h4 ±)
1 0.exf6 �xf6 l l .®f3 ( l l .®e2!?) 1 J ...d5
( 1 l ...Wg7 1 2.�d5 �xb2 1 3.fuf6 exf6
1 4.0-0�) 1 2.�g5 ( 1 2.�xd5? �e5 !
1 3.®e4 �f5!-+) 1 2...e6 1 3.ü-O-O;l;.
7. . • ®b6?! Esta j ugada plantea
ciertos problemas tácticos y no ha sido
refutada. 8.0-0! Mi propuesta, basada
en que las dos capturas de peón son
falsas: 8...®xb2?! (8...�xe4?? 9.�f5
®xb2 I O.�xg7+ wf8 l l .�xe4+-)
9.�b5 ®b4 1 0.�7+ wd8 J l .fua8 ®xc4
1 2.�xc6+ bxc6 13.�xa7±.
7. . .®c7 8.�b3 a6 9.f3 b5 I O.®d2
�b7 J I .Q-0-0 0-0 1 2.h4±; Pilnik­
Rubinetti, Buenos Aires 1 964.
7. . .�5 Otrajugada poco conocida y
llena de veneno. 8.�e2! (es mucho más
frecuente 8.�b3 �g4 9.�g5 ®a5 que
obliga a las blancas a decisiones heroi­
cas) 8...d6 (8...d5 9.exd5 �xd5
J O.�b5±) 9.h3! 0-0 I O.®d2 a6 l l .f4±
Koskinen-Louhivaara, FIN-chT 1 998.
8.f3 ®b6?!
Una continuación ambiciosa. ctual­
mente en desuso, que prácticamente
obliga a las blancas a entregar un peón.
Es la única que da cierta independencia
a la línea 7...d6.
8. . • o-o Traspone al Dragón normal.
8. • .�d7 Otra jugada que también
acaba trasponiendo al Dragón.
8. • .�d7?! Es una idea recurrente en
el Dragón y en toda la Siciliana, que
intenta coordinar la acción de los dos
caballos sobre la casilla c4, pero
parece poco inspirado iniciar la
maniobra antes de que la dama blanca
se situe en d2. 9.�b3 ! �b6 IO.h4 �5?!
( 1 o...h5 1 l .�d5 �xd5 1 2.exd5;!;)
l l .®d3 ! �xb3 1 2.axb3 (demasiados
movimientos de caballo para acabar sin
perspectivas en b6) 1 2...0-0 1 3.h5 d5
1 4.�e2 �e6 1 5.o-o-o fec8 16.hxg6
fxg6 1 7.�d4 dxe4 1 8.®e3 �xd4
1 9.fud4 ®d7 20.®h6 Ern 2 l .fue4 1 -0
Gheorghiu-Garcia, Tel Aviv 1 964.
8...®a5 Es poco elástica; las blancas
pueden buscar la trasposición mediante
9.®d2 o intentar aprovechar el orden
negro con otra jugada.
8•.•a6 Es una jugada muy frecuente
en estas posiciones, pero imposible de
encontrar a nivel magistral. Las blancas
no deben preocuparse y seguir con sus
planes habituales, con la convicción de
que la jugada de las negras será muy
poco útil en la carrera de ataques. 9.®d2
;!;.
9.�f5!
Las blancas están obligadas a entrar
en las complicaciones. Se ha intentado
simplificar la tarea con 9.�b5 pero no
se obtiene nada después de 9...®c7=.
9.. .®xb2 10.fug7+ 1Yf8 1 1 .�5
Se ha recomendado y jugado
l l .IYd2!? pero la jugada de la partida es
mucho más natural y mejor.
2.fj3 �6 3.d4 cd4 4/i:xi4 g6 Variante del Dragón Acelerado 45
l l. . .�xdS 12.ífixd5
También aquí se ha especulado con
las complicaciones salvajes que se
producen después de 1 2.®xd5?!, pero
una vez más no resulta necesario ni
económico profundizar en esta varian­
te. 1 2...®xa l + 13.wt2 ®f6oc.
12•.. i>xg7 13.0-o ®c3 14.®cl (D)
.i .t
' '
� ·
(# Ji.
�
'iV � �
� � � �
Í1 � .:1 �
Es mi recomendación, aunque sos­
pecho que la alternativa 14.l:Ie l es de
valor similar 1 4...®a5 ( 1 4...f6!?)
1 5.®c l h5 1 6.®b2+ f6 1 7.l:Iad l ±.
La posición del diagrama se puede
considerar básica para la valoración de
este sistema. La debilidad de las casi­
llas negras es crónica y las piezas
blancas son muy activas. Por lo demás
la posición negra es sólida y una tenta­
ción para jugadores con un estilo
detem1inado.
Actualmente con los análisis deta­
llados realizados por ordenador, me
parece cuestión de tiempo y moda que
esta variante se discuta más a menudo y
a un nivel más alto. De todos modos, en
una partida práctica, yo me sentiría más
cómodo con las blancas.
14. • . h5
14• • . h6 Parece la única alternativa
lógica, porque permitir la instalación
del alfil blanco en h6 resultaría muy
molesto. 1 5.l:Ib1 f6 1 6.l:Ib3 ®a5 1 7.®b2
(l:Ib7 es una amenaza) 1 7...®c7 1 8.f4
l:Ib8 1 9.e5 dxe5 20.�xc6 ®xc6 2 l .fxe5
la compensación blanca vale más que
un peón. 2 1 ...l:If8 (2 l ...f.5 22.e6+ wg8
23.®e5 l:Ia8 24.ífid4 l:Ih7 25.®xf5!+-)
22.exf6+ exf6 23.l:Ic3 ®e8 24.l:Ic7+ ífid7
25.ífixa7 l:Ic8 26.®xb7 (26.l:Ixb7!±)
26...l:Ixc7 27.®xc7 'fl.f7 (Gulko­
Steinberg, USSR 1 967) y ahora con
28.®c3 ! las blancas mantendrían una
cierta ventaja.
IS.l:Ib1 ®as
15• . •e6?! Parece claramente mala
1 6J::tb3 ®a5 1 7.®b2+ wh7 1 8.®f6! ®c7
1 9.ífixc6 bxc6 20.f4+-.
En cambio podria ser la alternativa
crítica 15. • . f6!? 1 6.l:Ib3 ®a5 1 7.®b2 ®c7
1 8.f4 l:If8 1 9.f5!? Aprovechando la
debilidad creada por h5. Algunas parti­
das han seguido el modelo de la
Gulko-Steinberg de la variante 1 4...h6
y en ese caso el juego y la valoración
son las mismas que con el peón en h6.
( 1 9.e5!?) 1 9...�5 20.fxg6 ®d8 2 1 .c4
(2 l .�xb7 ya es suficiente para alguna
ventaja) 2 l ...�d7 22.®c 1 !+- Mecking­
Deze, Vrsac 1 97 1 .
16.c4
46 2.�/3 fr6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado
El peón aislado también participa
en la destrucción de la fortaleza negra.
Es una buena continuación, pero no la
única prometedora: 1 6.f4 f6 1 7.ffi>3
®c7 1 8.®b2�. traspone a líneas ya
comentadas anteriormente.
16. . •e6?
Esto desmantela la defensa a través
de las casillas negras y a partir de aquí
no se puede discutir que la ventaja
blanca es enorme. Busquemos otras
alternativas: 16...®c7 1 7.c5 dxc5
1 8.®xc5 �d7 1 9.f4�; 16...f6 1 7.c5
( 1 7Jld l !?; 1 7.f4 son más ambiciosas)
1 7...dxc5 1 8.®xc5 ®xc5 1 9.t;ixc5;!;.
17.t;ixc6 bxc6 18.cS!± dS?!
1 8...t;ia6 1 9.�d 1 d5 20.t;id4+ f6
2 1 .e5 f5 22.®g5 es muy dificil de
defender.
19.�d4+ f6 20.f4! �f8
20...dxe4? 2 J .t;ixf6+!+-; 20...�a6
2 1 .�f3 ®xa2 22.�fb3 dxe4 23.®c3+-
21.exdS
2 1 .e5 f5 22.l:U2 seguido de �fb2 es
una alternativa que deja a las negras sin
contrajuego.
21...cxdS 22.®c2 ®c7 23.�0 �a6
24.�g3 ®17 2SJla3 �c8 26.c6+- [Si las
negras se están quietas seguirá ftab3 y
!Th7] 26...eS 27.fxeS t;ifS 28.exf6+ 'iilg8
29.®c1 t;ixbl 30.®xbl ftfe8 [30...Hfc8
3 t .Hg3 'iilh7 32.Hg5! Hxc6 33.Hxh5+
Q;lg8 34.Hh6+-] 31.�b3! [3 1 .Hg3 fte4]
31...He4 32.Hb7 ®f8 33.ftg7+ ®xg7
34.fxg7 Hxd4 3S.c7 HeS 36.h3
[36.®b8+-] 36...ftc4 37.®b8 'iilf7
38.®xe8+ 1-o
Partida 6.03
Anand,V - Van Wely,L
Wijk aan Zee 1 999
l.e4 eS 2.M �6 3.00 g6 4.d4 cxd4
S.�xd4 �g7 6.�e3 �f6 7.�c4 ®aS (D)
1: .t • 1:
.t. .t. .t. .t. .t. .t .t.
� � ·
Una alternativa bastante popular
que corta de raíz las intenciones blan­
cas de enrocar largo. El defecto es que
permite al caballo blanco retirarse
ganando tiempo y las blancas consi­
guen una versión algo mejorada de la
variante clásica contra el Dragón.
s.o-o!
Necesaria para esquivar los múlti­
ples "trucos". Por ejemplo: 8.�b3? ®b4
y las blancas pierden un peón. 8.®d2?
fue4 9.�xe4 ®xd2+ y de nuevo las
2.�3 fr6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado 41
blancas pierden un peón. 8.f3?! ®b4
9§2b3'?! (9.flxc6 bxc6oo) 9...flxe4! y
otra vez las blancas pierden un peón.
Una vez evitado el temido triple
cero, las negras siguen su desarrollo
normal, existiendo una alternativa
"truquera", poco recomendable:
8. . .®b4?! 9.�b3 flxe4? coherente
pero débil 1 0.fuc6! bxc6 l l .a3 ! flxc3
1 2.®f3 !+-. Intermedia terrorífica que
mandaría a la lona al mismísimo
George Foreman.
Tampoco es el momento idóneo
para 8. . •flg4 que tiene varias respuestas
satisfactorias: 9.®xg4 (9.fld5 y 9.flb3
también son prometedoras) 9...flxd4
IO.®d l fle6 l l .®d3 o-o ( l l ...ctixc3 !?)
1 2.fld5± con terrible iniciativa. 8... d6
no tiene significado propio; 9.flb3 !.
La retirada de la dama a esta casilla
permite un tema, entre táctico y
estratégico, que dificulta notablemente
el desarrollo de las negras. Claro que la
retirada a d8 habría regalado un tiempo
a las blancas y a otros lugares no es
posible ir. 9. . .®b4 da un buen resultado
según mi base de datos, pero yo no me
fiaría. I O.�d3 ®d6 l l .f4±; 9. ..®d8
I O.ctig5 a6 ( 1 O...d6 l l .�e 1;t) l l .a4 flb4
1 2.ctie2 d6 1 3.®d2 b6 14.a5±; Lupo­
Ceterski, cr. 1 998. 9. . .®h5 I O.ctie2+-.
IO.�gS! (D)
Esta jugada es la clave del tema
blanco. Se impide la natural d6 debido
a la amenaza ctif6 seguido de fld5, pero
además dicha amenaza se planteará de
forma directa después de f4. Las negras
tienen que elegir entre jugadas poco
adecuadas, y el resultado es una posi­
ción apretada, aunque todavía jugable.
10. . . a6
Es la opción más natural; se prepa­
ra b5 que además habilita un jaque en
a7, lo que retrasa la amenaza blanca. La
otra alternativa es:
I O...a5 Obliga a las blancas a elegir
entre ceder la casilla b4 al caballo
negro o permitir la expulsión de su
caballo pero ninguna de las dos cosas
es preocupante. 1 1 .a3 ! ( l l .a4 flb4
1 2.ctie2 d6 1 3.fld4 seguido de flcb5 y
c3 también garantiza una cómoda
ventaja) l l ...a4 1 2.fld2 ®a5 1 3 .fld5
( 1 3.�b5 !?, con las ideas ctia4 o flc4)
1 3...d6 1 4.c3 ( 1 4.fuf6+ exf6 1 5.�f4;t)
1 4...�e8 ( 1 4...ctie6!?) 1 5.flxf6+ exf6
1 6.ctie3 fle5 1 7.�d5;t; Kupreichik­
Veremeichik, Minsk 1 976 y las negras
48 2.�j3 fr6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado
no tienen compensación por el deterio­
ro de su estructura de peones.
l l.�e2 e6!?
Elimina radicalmente el salto del
caballo blanco, pero hace otras conce­
siones, sobre todo la debilidad de la
casilla d6, que las blancas van a explo­
tar. En caso de l l...b5 la retirada pre­
via del alfil ha habilitado a las blancas
para jugar 1 2.a4! con gran efecto
1 2...b4 1 3.�5 We5 es casi obligado
entrar en las complicaciones ( 1 3...�xd5
1 4.exd5 We5 1 5.Wd2±; 1 3 ...Wd8
1 4.�xf6±) 1 4.�f4! Wxe4 1 5.�f3 Wc4
1 6.�g3 a5 1 7.�b6 ( 1 7.�e7+! es una
alternativa segura si se percibe como
poco clara la ganancia de calidad;
1 7...<iflh8 1 8.frel ±) 1 7...Wa6 1 8.�xa8
Wxa8 1 9.l:i:e 1 d5 20.�h4;:!;; Arizmendi­
Braga, Mislata op 2000.
l l• • • h6?! Tampoco es una solución
ya que el enroque negro queda dema­
siado expuesto. 1 2.�e3 b5 1 3.Wd2 Q;lh7
( 1 3...b4 1 4.�5 We5 1 5.�xf6±) 1 4.a4
b4 1 5.�5 �d5 1 6.exd5 �5 1 7.�c5 d6
1 8.�xb4±.
12.Wd2!
Previniendo el rápido avance d5
que podría liberar las piezas negras "de
golpe". 1 2.a4?! d5 ! 1 3.�xf6 �xf6
1 4.exd5 �c3 ! 1 5.bxc3 exd5=.
12.•• b5
Ahora por el contrario 1 2...d5 se
encuentra con 1 3.�f6 �f6 14.exd5
�xc3 1 5.Wxc3 con ventaja debido a la
mejor estructura y a la posición con­
creta de las piezas para poder aprove­
charla.
13.a3
El desarrollo posterior de la partida
es satisfactorio para las blancas, pero
en este momento otra jugada muy
prometedora es 1 3.�f4!?
13• . .l:i:b8 14.frfd1
Las negras intentan obtener algún
contrajuego, aún a riesgo de debilitar su
posición. Es una decisión lógica, en
vista de lo problemático que resulta
hacer cualquier cosa.
14••.b4?! [Si 14...�b7 1 5.�c5 !±;
14...l:i:d8 1 5.We3 d6 1 6.l::i:d2±] 15.axb4
fub4 16.�f4!±
Finalmente las blancas han podido
realizar la atractiva jugada cuando las
negras no pueden interponer su caballo
en e5 y están obligadas a concesiones
posicionales más serias.
16.••e5 17.�g5! d6
Preparando el desarrollo del alfil a
e6, la alternativa es sacarlo por b7:
1 7...�b7 1 8.�xf6 �xf6 1 9.�a5 �a8
20.�4±.
18.�a5 �e6 19.b3
Preparando el uso de la casilla c4.
19..•h6 20.�xf6 �xf6 21.�c4 �g5
2.$13 �6 3. d4 cd4 4.004 g6 Variante del Dragón Acelerado 49
22.®e2 �c8?! [Extraña retirada puesto
que el peón de a6 no estaba amenaza­
do] 23.�S �xdS 24.�xdS :ilbS 2S.�c4
[Ahora el dominio posicional es aplas­
tante] 2S...wg7 26.�b2!
Las blancas preparan el cambio de
posiciones de sus piezas menores,
mejor el caballo en d5 y el alfil en c4.
26• . . f5 27.�c4 HeS 28.�a4 :9:c6
29.M ®a7! 30.wht �h4 31.0 ®12
32.®d3 �gS 33.exf5 gxfS
Para el resto de la partida, que se
sale de nuestro tema, usamos los
comentarios de Anand publicados en el
lnformator. 33...�xf5 34.�4±.
34.�S [óa:fl ' f4�1 34•••f4 3S.:ild2?
35. �b4! :9:b6 36.®c3 ! (� �d5±}
36.. .®c5 37.�5 :9:c6 38.:9:35!±.
3S•••®cS 36.®e2 �e6! 37J�ddl aS;!;
38.:9:d2 [38Jb4!? �f5 39.:9:da l 1
38...�f7 39.®dt :ild8?! [39...e4?
40.fxe4 f3 4 1 .®xf3 ! (4 l .gxf3? �h5
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S6.®cl c4 57.h3 we8 S8.:9:e2 :9:d7
59.�S X'íc7 60.®xc4 1-0
Partida 6.04
Jaracz,P - Agdestein,S
Cappelle la Grande 2001
l.e4 eS 2.�3 �6 3.�0 g6 4.d4 cxd4
5.�xd4 �g7 6.�e3 �f6 7.�c4 0-0
8.�b3 aS (D)
� .t 'it' � ·
i i i i .t i
� � ·
Aparte de d6, 8...a5 es la variante
más popular, basada en una atractiva
entrega de peón, después de 9.0 y en el
salto mejorado a g4 en caso de 9.a4.
Aunque ambas variantes son inte­
resantes para las blancas, la práctica de
los últimos años se inclina por ignorar
el avance lateral para aprovechar Juego
Jos efectos creados en la posición
negra.
9.0-0!
Esta es mi recomendación. Es cier­
to que ahora las blancas renuncian a su
plan más frecuente, basado en el 0-0-
0, pero Jo radical de la jugada 9...a5 Jo
justifica con creces.
SO 2.�}3 �6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado
9...d6
Al principio la jugada preferida era
9...a4 pero luego las negras fueron
comprobando lo desagradable de la
posición resultante por culpa de los
huecos creados en la columna b.
Actualmente la jugada de la partida es
la más popular, pero en mi opinión las
debilidades en b6 y b5 no están sufi­
cientemente justificadas. Veamos:
9...a4 1 O.fua4 fue4 l l .�b5! (la
debilidad de las casillas b5 y b6 queda
al descubierto) con varias opciones:
A) l l ...d6 1 2.�b6 ®d7 1 3 .Ite l ! ®f5
1 4.�7 l::rxa4 1 5.�xa4 �xb2 1 6.g4!
(previamente recomendada por Nataf)
1 6...®e5 1 7.fl:b l �c3 (Kosmo-Hume,
Espoo 2000) y ahora 1 8.f4! ®xf4
1 9.�5 ®e5 20.fl:xe4 ®xe4 2 l .fuc3±.
8) Se ha recomendado el sacrificio
de calidad tras I I ...Itxa4, pero en mi
opinión no es suficiente. 1 2.�xa4 �xb2
1 3J::!:b l �g7 1 4.f3 ®a5 1 5J,�b3 �3
1 6.fuc3 ®xc3 1 7.®e 1±; Bologan-Katz,
Bastia op 1 998.
C) l l ...Ita6 1 2.c4! (impidiendo d5)
1 2...d6 1 3.®e2 �f6 1 4.h3 ! y ahora
impidiendo �g4. Las piezas blancas
van tomando posiciones centrales y las
negras están obligadas a una posición
más pasiva. 1 4...�e6 1 5.l::rad l ®b8
1 6.�b6! fl:d8 ( 1 6...�7 1 7.fud7 �xd7
1 8.c5±) 1 7.�5!± Nataf-Balduan, Biel
1 999.
10.�b5!
Las blancas evitan los cambios de
piezas que aliviarían la posición negra
y ocupan de inmediato uno de los
puntos débiles. 1 O.h3 es jugable pero
permite una reagrupación muy sólida.
1 O...fud4 l l .�xd4 �d7 1 2.a4 �c6
seguido de �7-c5.
Lo normal es consultar al alfil. Tras
1o...a4 l l .fua4 fue4 se traspone al
comentario de la jugada anterior.
10...�e6 elegida por Tiviakov, deja
a las negras una posición muy pasiva.
I I .h3 �7 1 2.l::re l �xb3 1 3.axb3 �5
14.®d2 b6 1 5.�h6±; Anand-Tiviakov,
Bastia 200 1 .
1 1.c;¿gs
l l .�d2, o incluso l l .�c 1 son alter­
nativas de valor similar, poco explora­
das por lo moderno de la variante.
l l... h6 12.�d2
1 2.�h4 g5 1 3 .�g3 También es
prometedor, aunque las negras tienen
tantos huecos que es dificil ocuparlos
todos.
12.. .wh7 13.h3
De acuerdo a los comentarios de
Jaracz en lnformator esto sería más
exacto que 1 3.a4 f5.
13...�ge5 14.a4
1 4.f4 immediatamente envía el
caballo donde quiere ir, es decir a c5.
14 ...�7 1 5.�e3 �5.
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Desmontando la siciliana

  • 1.
  • 2.
  • 3.
  • 4. Desmontando la Siciliana Jesús De la Villa esra-;; ed..d�rhll 1
  • 5. Primera edición en Andorra, Octubre 2003. Edita Esfera Editorial Mas de Ribafeta Les Feixes AIV Arinsal - La Massana Andorra http:1/www.esferaeditorial.com info.edit@esferaeditorial.com © Jesús de la Villa García, 2003 © Esfera Editorial, 2003 ISBN: 99920-1-494-6 Depósito Legal: ANO 648-2003 Impreso en Andorra por Impremta Solber Diseño de portada: Esfera Editorial Maquetación: Esfera Editorial Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en las leyes, quedan rigurosamente prohibidas, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.
  • 6. , lndice General Introducción 5 Sección 1: 1.e4 c5 2.ltJf3 1. 2...ltJf6 Nimzovitch y otras jugadas 9 2. 2...b6 16 3. 2...a6 O'Kelly 20 Sección 2: 1.e4 c5 2.ltJf3 ltJc6 3.d4 cd4 4.ltJd4 4. 4...d5 y otras jugadas 28 5. 4...Wb6 31 6. 4...g6 Dragón Acelerado 39 7. 4...e5 Lowenthal 61 8. 4...e5 5.ltJb5 d6 Khalasnikov 68 9. 4...ltJf6 5.ltJc3 e5 Pelikan 81 Sección 3: 1.e4 c5 2.ltJf3 e6 3.d4 cd4 4.ltJd4 10. 4...i.c5; 4...Wb6 y 5...i.c5 132 11. 4...ltJf6 5.ltJc3 Wb6 140 12. 4...ltJf6 5.ltJc3 �b4 143 13. 4...ltJf6 5.ltJc3 ltJc6 153 14. 4...ltJc6 Taimanov 161 15. 4...a6 Paulsen 182 Sección 4: 1.e4 c5 2.ltJf3 d6 3.d4 cd4 4.ltJd4 16. 4...e5; 4...ltJf6 5.ltJc3 e5 202 17. 4...ltJf6 5.ltJc3 i.d7 Kupreichik 210 18. 4...ltJf6 5.ltJc3 g6 Dragón 215 19. 4...ltJf6 5.ltJc3 ltJc6 243 20. 4...ltJf6 5.ltJc3 e6 Scheveningen 274 21. 4...ltJf6 5.ltJc3 d6 Najdorf 302 Índice de variantes 332
  • 7.
  • 8. Introducción Este libro trata del estudio de la Defensa Siciliana. Sin embargo el desarrollo de la Teoría de Aperturas ha sido tan grande en los últimos años, que resulta una utopía abarcar todas las variantes de una Defensa tan compleja. Por lo tanto el libro se concentra en ofrecer un repertorio para el jugador de blancas, basado en l .e4 c5 2.�f3. La Siciliana es la defensa que más se emplea. Sobre una base de tres millones y medio de partidas de todas las épocas, el porcentaje de sicilianas es del 20%; si consideramos sólo las partidas que comienzan con l .e4 el porcentaje de Sicilianas llega al 38%. Pero estos porcentajes incluso crecen si consideramos partidas de los últimos años. Por ejemplo el 4 1 % para las partidas que comienzan con J .e4 a par­ tir del año 2000. Por ese motivo, propongo un repertorio basado en la variante abierta, la que comienza con 2.�f3 y se complementa casi siempre con 3.d4. Parece lógico dedi­ car los mejores esfuerzos a una posición que se va a producir muchas veces en nuestras partidas y es mejor elegir variantes secundarias contra defensas que no jugaremos tan a menudo. Además una amplia experiencia indica que, contra la Siciliana, no hay muchas perspectivas de obtener ventaja con sistemas diferentes a 2.�f3. La flexibilidad y el factor sorpresa es una cosa, y otra bien diferente, basar nuestro repertorio en líneas inofensivas. Mi recomendación general para el estudio de las aperturas, la baso en el siguiente enfoque: contra principal, principal, contra secundaria, secundaria y con­ tra mala, refutación. Naturalmente este es un planteamiento esquemático y debe adaptarse a cada caso.
  • 9. 6 Introducción El estilo también debe influir en la formación del repertorio, pero si nuestro estilo no implica jugar abierto contra la siciliana, entonces debemos planteamos si l .e4 es nuestra jugada. Aunque se eligen variantes principales, desde el punto de vista de la actualidad teórica, el repertorio presentado en el libro también intenta cumplir con el princi­ pio de economía y de coherencia al elegir líneas que pueden trasponer entre sí, cuando eso es posible, o que tienen ideas estratégicas comunes, también cuando eso es posible. De este modo, hay un esquema, que se presenta como dominante en este reper­ torio y que puede aplicarse (con importantes variaciones, claro está) contra un grupo amplio de defensas (Najdorf, Sheveningen, Clásica, Taimanov, Dragón, Kupreichik y algunas secundarias). Dicho esquema se basa en las jugadas f3, �e3, l!1/d2 y o-o-o. El enroque largo siempre me ha parecido enormemente natural en la Siciliana abierta, puesto que la torre se sitúa de inmediato en la única columna abierta (para las blancas). Más discutible, es la posición del peón f. Durante muchos años la tendencia general y casi una regla sagrada, era considerar que las blancas no pueden jugar activo en la siciliana sin incluir la jugada f4. Este pensamiento está bien fundado en una amplia experiencia, pero a mi parecer, su aplicación de modo indiscrimi­ nado ha llevado a las blancas a dificultades en muchas variantes, porque facilita el contrajuego natural de las negras a través de la diagonal a8-h 1 , presionando en e4 y, a través de ese punto vulnerable, más allá, en el interior de la posición blanca. En el esquema con f3, el punto e4 está sólidamente defendido y no es una pre­ ocupación para las blancas y su plan es muy claro y fácil de ejecutar. Esta puede ser una causa, si no analítica, sí práctica, de que los resultados de las blancas con este esquema hayan sido brillantes, en general. El comentario de Fischer, de que la Dragón era una defensa débil porque en ella, con el Ataque Rauzer, un aficionado con blancas puede derrotar fácilmente a un Gran Maestro, se puede extender aun­ que sea con menos intensidad a las otras defensas. Sobre la estructura del libro He decidido presentar el libro en forma de partidas comentadas, porque pienso que de este modo el material resulta menos árido y además de como obra de con­ sulta, el libro puede leerse también de principio a fin, como un modo de familia-
  • 10. Introducción 7 rizarse con las ideas tácticas, las trasposiciones, y los planes estratégicos que se producen de forma más frecuente. Cada defensa tiene su capítulo, aunque algunas de ellas tienen mucho menos material. En mi opinión, los sistemas de preparación y de competición actuales (estoy pensando ahora sobre todo en los torneos abiertos y de ajedrez activo) obli­ gan a un conocimiento preciso de determinadas refutaciones y favorecen el uso de variantes sorpresa, habiendo muchas de estas, que a pesar de su debilidad teórica, crean complicaciones casi insuperables en la partida viva. Además mi intención ha sido, que el lector tenga un repertorio completo y por lo tanto responder con claridad a la pregunta de quejugada hacer en todas las posi­ ciones posibles. Al principio y al final de cada capítulo, presentamos unas breves secciones, que pueden facilitar el estudio del material. aunque no son en rigor necesarias para el jugador experimentado. Comienzan con el título del capítulo y con el diagrama que refleja la posición inicial a estudiar. Las estrellas son una valoración algo subjetiva, que puede orien­ tar a los menos expertos, sobre la importancia de la variante en cuestión, y a los más, sobre el respeto que el autor siente por cada variante. Tratan de evaluar. la fuerza teórica, la importancia histórica, la frecuencia de uso y las virtudes prácti­ cas de una variante determinada y por supuesto cada jugador podría tener su pro­ pia valoración. En mi opinión hay muchas variantes infravaloradas en la Siciliana (y unas pocas sobrevaloradas) y mi impresión al llevar adelante este trabajo ha sido que casi cualquiera de ellas se puede jugar y crean problemas a las blancas, si estas se proponen sacar ventaja. La introducción intenta orientar sobre los motivos de la variante elegida y su relación con otras variantes. La historia es un pequeño homenaje a aquellos que han hecho más por el desarrollo de la variante, pero por cuestiones obvias de espacio, no puede conver­ tirse en una investigación profunda sobre el tema. Creo obligado hacer referencia aquí al auténtico padre de la Defensa Siciliana, Louis Paulsen ( 1 833-9 1 ) nacido en Alemania y formado como jugador de ajedrez en los Estados Unidos. Paulsen investigó la mayoría de las variantes importantes y comprendió el sentido de contraataque que anida en esta Defensa. Es un resultado del flujo azaroso de los acontecimientos que la Siciliana no lleve su nombre.
  • 11. 8 Introducción Sería interesante haber profundizado más en las ideas de cada variante, pero el libro resulta ya demasiado voluminoso y me ha parecido más importante profun­ dizar bien en algunas líneas. Las estadísticas son actualmente un dato interesante, para formarse una prime­ ra idea sobre la viabilidad de la variante, pero no se deben tomar al pie de la letra porque existen muchos factores que influyen sobre ellas y que no pueden ser refle­ jados en el frio número final. En conjunto esta estructura debe permitir también al jugador de negras orien­ tarse para elegir algunas variantes para su repertorio, aunque si lo hace, debe completar su estudio con las líneas de ataque de las blancas que no presentamos en el libro. En algunos casos las trasposiciones son frecuentes y, por una cuestión de cla­ ridad, las primerasjugadas no siempre se presentan por el orden real en que se pro­ dujeron en la partida, sino por el orden teórico más frecuente. Creo que es más adecuado advertir de ello aquí. que hacer referencia en cada caso al orden exacto. Hemos tratado de presentar el material de forma muy clara, con arboles con poco ramaje y explicaciones de cada jugada (excepto aquellas que se repiten a menudo), puesto que pensamos que la comprensión de la posición y de los moti­ vos de cada jugada es muy importante, para fijar la memoria y evitar que el estu­ dio de las líneas sea inútil, al olvidarse estas a los pocas días o semanas. Ahora el libro queda en las manos del lector. Sólo me resta añadir que he puesto en él toda mi ilusión, que es el primero de una nueva colección y de la aceptación que reciba, dependerá nuestro esfuerzo por seguir en esa línea y mejo­ rarla en el futuro. Jesús de la Villa García Pamplona, septiembre del 2003
  • 12. , CAPITULO 1 1.e4 c5 2.li)f3 li)f6 Variante Nimzovitch y otras jugadas Valoración *** X�..t�•..t X i i i i i i i � Este capítulo será el cajón de sastre donde estudiaremos todas las opciones en la jugada 2 de las negras que no tienen capítulo propio. De las cuatro jugadas que consideramos 2. ..�f6, 2. ..g6, 2...h6 y 2...®c7, una de ellas 2. ..g6 no tiene un capítulo propio, porque el sistema que proponemos para las blancas, será estudiado en los capítulos dedicados a sus hennanos mayores en la simpática familia del dragón. Otras dos (2...h6 y 2...®c7) tal vez no lo merecen, pero el caso de la variante Nimzovitch puede resultar un poco injusto. La jugada 2...�f6 es perfectamente sana, aunque no disfruta de una popularidad muy amplia. El motivo se1:,TUramente es que las blancas pueden elegir entre intentar refutarla (tarea que nonnalmente se reserva a la jugada 3.e5) o simplemente dejar a las negras trasponer a otras líneas con 3.�3. Otra circunstancia que la hace poco atracti­ va para entrar en el repertorio de las negras, es que las blancas tienen trata­ mientos muy diferentes dentro de la variante 3.e5 y varios de ellos tienen el prestigio, tal vez poco merecido, de ofrecer una ventaja cómoda y amplia. Sin embargo mi opinión sobre el estado actual de la teoría de 2...�f6 se aparta bastante de estas conclusiones tan asentadas. A la vez que justifico la elección de la variante propuesta contra 2...�f6, quiero en este caso ir desgra­ nando mi opinión sobre cada una de las otras variantes que se han considerado más o menos como refutaciones. - La refutación número 1 , reco­ mendada en todos los libros 3.e5 �5 4.�3 e6 5.�5 ed5 6.d4 �6 7.dc5 �c5 8.®c5 en mi opinión es muy poco clara debido a la linea moderna 8...d6 que ha sido mucho menos investigada que la casi refutada 8...®b6. - La otra variante directa, la que comienza con 5.�4 lleva a complica-
  • 13. 10 2. . . �6 Variante Nimzovitch y otrasjugadas ciones enormes pero en mi opinión las negras tienen una partida jugable des­ pués de 5...&6 6.c4 flb6 7.b4 flb4 8.�b2 d5!. Las refutaciones posicionales, dentro de 3 .e5 que son las que recomiendo aquí, ofrecen una ventaja pequeña, como las blancas obtienen en muchas otras variantes, y por tanto no deberían ser motivo de seria preocupa­ ción para los partidarios de 2...flf6. Fallando 3.e5 la idea de dejar a las negras trasponer con 3.�3 se impone por eliminación pero aquí las cosas tampoco son tan claras. Si las negras estuvieran obligadas a trasponer a la corriente normal de la siciliana, los jugadores de blancas podríamos senci­ llamente olvidamos de la variante Nimzovitch y tendríamos una preocu­ pación menos, pero resulta que no es así, las negras tienen dos continuacio­ nes independientes que merecen nues­ tra consideración: La variante 3...d5, totalmente con­ denada por la teoría, es en mi opinión completamente satisfactoria para las negras, y es el motivo de que no reco­ miende trasponer con 3.�3. La otra variante, 3...&6 4.d4 d5, más jugada y respetada, es también bastante sólida, si bien en este caso las blancas pueden lograr una mínima ventaja, en una posición con pocas perspectivas para las negras. En consecuencia, recomiendo para las blancas un tratamiento posicional que, además de la pequeña ventaja teó­ rica obtenida, ofrece algunas ventajas prácticas, en particular evita entrar en batallas teóricas que ocupan bastante tiempo de preparación y en las cuales el jugador de negras tiene que estar nece­ sariamente en terreno más conocido. Historia La jugada 2...flf6 es una más de las aportaciones de la escuela hipermoder­ na a la teoría de aperturas, y una que cuadra muy bien dentro de sus ideas; las negras atacan el centro de peones blancos y provocan su avance para demostrar más adelante su debilidad. Nimzovitch la empleó en múltiples ocasiones con bastante éxito. Otros jugadores de la época como Rubinstein y Tartakover también la incorporaron a su repertorio. La aparición de la jugada 4.&3 y de las supuestas refutaciones disminuyó mucho su popularidad que ya nunca llegó a los jugadores de primera fila. Recientemente algunos investiga­ dores han reforzado diferentes líneas con las negras yjugadores más o menos bien informados la utilizan esporádica­ mente, pero parece que su destino es el de arma sorpresa. Ideas La principal idea original es provocar el avance del peón central blanco para luego atacarlo. Los dife­ rentes esquemas que se producen tienen una naturaleza muy diferente, pero los temas del juego abierto, rápido desarrollo y búsqueda de objetivos inmediatos, tienen preferencia.
  • 14. 2...�/6 Variante Nimzovitch y otrasjugadas 11 Partida 1.01 Santos-Jones Correspondencia 1981 l.e4 eS 2.�0 �f6 Tras 2...g6 3.d4 (O) y a)lora: A) 3...�g7 4.�c3 Esta es la jugada más sencilla para trasponer a las variantes recomendadas contra el Dragón o el Dragón Acelerado. Las negras están casi obligadas a capturar en d4. Como ya he señalado la trasposición es el método más econó­ mico, pero para aquellos jugadores que desean profundizar más y dar un trata­ miento especial a esta línea recomen­ damos la siguiente variante: 4.dxc5 ®a5+ 5.c3 ®xc5 6.�3 ! aunque nuestro planteamiento global nos impide profundizar en ella. B) 3 ...cxd4 Las negras pueden optar por este otro orden de jugadas, pero eso no altera nuestros planes, puesto que después de 4.�xd4 no tienen jugadas razonables excepto las que permiten la trasposición al Dragón o al Dragón Acelerado. 4...�c6 (4...�g7 5.�c3) 5.�3 ver capítulo 6. 2...h6 Una variante de aspecto estrafalario, que tiene algunas virtudes. Si las blancas la toman en serio, no deben tener problemas para sacar ventaja. 3.c3 Las virtudes del tratamiento Alapin parecen reforzadas aquí. Las blancas se disponen a formar el centro clásico de peones mientras la jugada h6, no se ve muy útil contra este esquema (3.d4 cxd4 4.fud4 �f6 5.�3 e5 6.�b5 d6 y la casilla g5 está defendida, ilustra muy bien la principal idea de las negras). Después de 3.c3 las negras pueden elegir: A) 3...g5 4.d4 cxd4 5.cxd4 d5 es la reacción lógica. en otro caso las blancas reforzarían su posición central con un desarrollo activo y rápido. (5 ...�g7 6.�3 �6 7.d5 �5 8.d6 ±) 6.exd5 �f6 7.�3 {j¡_g7 (7...fud5 8.h4 g4 9.�5±) 8.h4 g4 9.�5 a6 (9...fud5?! 1 O.(j¿b5+ y se pierde también el enro­ que, aunque la verdad ya no servía para mucho) I O.(j)_e2 ( I O.®a4+!?) I O...h5 1 1 .0-o �bd7 1 2.(j)_g5 �b6 1 3.®b3 o-o No era posible todavía recuperar el peón (si 1 3...�bxd5? 1 4.�xf6+-; 1 3 ...�fxd5? 14.fud5 fud5 1 5.(j)_c4+-) 1 4.l::tfe l ± ( 14.B:ae l que potencia el plan f3 o la directa 14.f3 parecen todavía más fuertes) 1 4...�h7? 1 5.(j)_xe7'?! ( 1 5.�g6!+-) 1 5...®xe7 1 6.®xb6 ®xh4, con algunas complicaciones; Palac­ Sulava, Montecatini 1 995. Sulava acabó ganando esta partida, lo cual debió ser un alivio para el "amigo" que le había recomendado 2...h6.
  • 15. 12 2. . . '0{6 Variante Nimzovitc:h y otrasjugadas B) 3...e6 El hecho de que el principal abogado de la variante h6 pase a este esquema, donde la segunda jugada de las negras es muy poco útil, dice mucho. 4.d4 d5 5.exd5 (5.e5!? trasponiendo a una especie de variante de avance de la Defensa Francesa con un tiempo de más, y en la cual las negras han estropeado un poco su posi­ ble contrajuego con f6) 5...exd5 6.�f4 (de nuevo 6.�e3 traspone a una varian­ te favorable de la Alapin y 6.�b5+ seguido de Wle2 no es ninguna tontería) 6...�f6 7.�d3?! (7.�b5+!?; 7.�xb8?! lhb8 8.Wia4+ �d7 9.Wixa7 !l:a8 I O.Wixb7 !l:b8 con contrajuego) 7...c4 8.�c2 �d6 9.�xd6 Wlxd6 1 0.0-0 0-0 l l .�bd2 �c6= Y finalmente las negras han logrado demostrar lo que querían, que un tiempo no es decisivo para la suerte de la partida. Dory-Bucker, Budapest 1984. 2. . .Wic7 Una jugada que también debe tomarse en serio. Puede usarse con la intención de trasponer a las líne­ as Paulsen o Taimanov, pero también tienen una idea propia, basada una vez más en un oportuno avance e5. Consideramos dos contnuaciones de las blancas para ilustrar la idea negra: A) 3.d4 cxd4 4.fud4 �f6 (4...e6 acabaría trasponiendo) 5.�3 a6 con la intención de e5, es uno de los puntos principales de la idea negra, lo cual no quiere decir que esta posición no encierre dificultades para ellas, por ejemplo la línea que comienza con 6.g4, pero en este caso disponen del interesante contrajuego 6...d5!? sin el cual tal vez esta hubiera sido la variante seleccionada para este libro. 7.�xd5 fud5 8.exd5 Wle5+ 9.i;tle3 !Jxd5 1 O.llgl . Es un buen punto de partida para las investigaciones de los más ambiciosos, pero no hay ejemplos prácticos, y lo que es peor, no habrán muchas ocasiones de ponerlo en prác­ tica. B) 3.�3 Una recomendación, que se acerca más a la trasposición, aunque las negras pueden resistirse a ella con 3...a6 (3...e6 4.d4 cxd4 5.fud4 y las negras no tienen mejores jugadas que las que trasponen) 4.�5 Wla5 (4...W/d8 5.d4 e6 6.�3 traspone) y ahora es muy desagradable 5.�5!. C) 3.c3 ! La alternativa principal. De nuevo el tratamiento Alapin debe ser lo más eficaz contra la poco flexible salida de la dama negra. 3 ...�f6!? (las demás jugadas permiten a las blancas establecer su querido centro de peones clásico. 3...d6 4.d4±; 3...e6 4.d4±) 4.e5 �d5 5.d4 (5.� puede ser un intento de mejora, pero seguramente acabará en trasposición) 5 ...cxd4 6.cxd4 d6 (con la dama en c7, que puede acabar siendo hostigada, un juego más lento sería irresponsable) 7.�3 ! el caballo blanco se dirige a la casilla e5 o bien a apoyar el peón que se situará allí, pero su posi­ ble excursión a b5 crea molestias: C l ) 7...dxe5 8.�b5 !Jb6 (8...Wid8 9.dxe5 e6; no eran posibles ni �g4 ni a6 por la amenaza Wld5. I O.i;tlc4 ) 9.dxe5 e6 I O.i;tld3;!;;. C2) 7...a6 8.�d3 e6 (8...dxe5 9.dxe5 �g4 I O.W/a4+ Wld7 I I .�b5 �6 1 2.�c6 ;!;;) 9.�4 dxe5 I O.�xe5 ( I O.dxe5;!;;) I O...f6 ( I O...�d6 l l .�d2, seguido de !!:e 1 ) 1 1.�4 b5 1 2.�3 �b7 13.0-0 �d6 14.a4;!;;; Hazai-Csom, Budapest 1 979.
  • 16. 2...�{6 Variante Nimzovitch y otrasjugadas 13 3.e5 �5 (D) .i. 4¡) ..t 'iV •...t .i. i i i i i i i ltJ ���� ��� �ltJ�'iV�..t � 4.d4!? Ya hemos dicho que renunciamos a extendemos en la refutación oficial que comienza con: 4.�3 e6 5.fud5 exd5 6.d4 �6 7.dxc5 �xc5. Sin embargo ofrecemos una línea alternativa, para los amantes de las posiciones con peón aislado o sencillamente para los que se conforman con una sana y mínima ventaja posicional. 8.�d3 !? (8.®xd5 d6! 9.exd6 ®b6 oo como he señalado antes, no veo claro como se refuta) 8...d6 (casi necesaria; 8...0-0? 9.�xh7+!) 9.exd6 0-0 1 0.0-0 ®xd6 1 1 .c3 !. Aumentar el control sobre d4 no sólo es lo más natural sino también lo que ha dado mejores resultados hasta ahora: A) 1 l ...�g4? 1 2.�xh7+! . 8) 1 1 ...h6 y ahora s i 1 2.t;ic2 ( 1 2.He 1 �g4; 1 2.®a4 d4!) 1 2...�g4 1 3.®d3t. C) l l ...!l:e8 1 2.®a4!? Una jugada que prepara el paso de la dama al flan­ co de rey, impide t;lg4 y d4, y apoya �f4. Si las negras no presentan una res- puesta eficaz la posición blanca es más atractiva de lo que suele ser en estas estructuras. 1 2...d4?! ( 1 2...�d7 1 3.®h4 t) 1 3 .�g5 ! h6 ( 1 3...dxc3 1 4.t;lxh7+ 1Yf8 1 5.®c4 ®e7 1 6.�f4 con fuerte ataque) 14.�h7+ 1Yf8 1 5.�4 con clara ventaja Socko-K.rogulski, Zakopane 2000. 4...cxd4 Las otras alternativas son bastante flojas por ejemplo: 4...e6 5.c4! �b6 (5...�b4 6.a3 �a6 7.dxc5 t;lxc5 8.b4±; 5...�7 6.t;ig5 {j;_e7 7/ilxe7 ®xe7 8.dxc5 ®xc5 9.®d6!±) 6.�g5 �e7 7.�xe7 ®xe7 8.a4 la mala posición del caballo en b6 permite esta continuación tan directa que deja a las blancas con una ventaja enorme. 8...d5 9.exd6 ®xd6 I O.b4!+­ Geus-Wonnacott, IECC 1 999. 4...d6 5.dxc5 dxc5 6.�c4±. s.®xd4 e6 6.t;lc4 �6 6...�b4 7.®c3 Dificultando el desarrollo del alfil de f8. 7...�e7 8.a3 �c6 9.0-0±. 7.®e4 d6 7...f5 Deja a las negras en una posición muy apretada. 8.®e2! �e7 9.�c3 a6 I O.h4 ( I O.�g5 !?) I O...b5 1 1 .�b3t; Tai-Zaitsev, Chigorin mem 1 977. 8.exd6 Un intento interesante es 8.0-0 dxe5 9.�xe5 �f6 (9...�d6 I O.fuc6t) 1 O.�xc6 ®c7 (Timoschenko-García
  • 17. 14 2.. .fi"6 Varia nte Nimzovitch y otrasjugadas Palenno, Cuba 1 98 1 ) y ahora l l .�f4 ®xc6 1 2.®xc6+ bxc6;l;. La estructura de las blancas es mejor, pero deberán trabajar mucho para expulsar al caballo negro de la casilla d5. 8...�f6 9.®e2 �xd6 IO.o-o o-o l l.�gS (D) Las blancas tienen un desarrollo más libre, pero las negras no tienen debilidades. Muchas jugadas son posibles y los ejemplos son muy pocos, por eso pasará tiempo hasta que se establezcan verdaderos senderos teóri­ cos. Hasta entonces podemos conside­ rar que las negras tienen que jugar con más cuidado para no caer bajo un peligroso ataque, pero la posición está cercana a la igualdad. 1 1 .�3 !? a6 1 2.�g5 traspone a la partida, pero evita algunas opciones para las negras. 1 l•••{j¿e7 1 l...®a5?! Me parece peligroso: 1 2.�xf6 gxf6 1 3.�3 �5 1 4.Had l ilic4 1 5.®xc4 ®b4 1 6.®e2 �e7?! ( 1 6...®xb2!?) 1 7:tJd4 eS?! 1 8.�5+­ Jansa-Regan, Budapest 1 978. l l...h6 Es una jugada muy natural que no tiene antecedentes y que puede ser un buen argumento a favor del orden 1 0.�3 a6 I J .(j¿gS. 12.�3 a6 13J"!:fdl! El detalle de colocar esta torre se verá en el comentario a la jugada 1 5. 13...®c7 14.�4!? Un intento muy concreto de crear problemas, tanto más serio cuanto que ha tenido éxito en una partida moderna por correo. 14...b5 Cambiar los caballos sería la otra jugada natural: 1 4...�xe4 1 5.®xe4 h6 ( 1 5...�d8 1 6.(j¿xe7 ®xe7 1 7.�xd8+ ®xd8 1 8.íeel ;l;) 16.�e7 �e7 l 7.(j¿d3 f5 1 8.1/NeS con clara ventaja. 15...�4?! 16.(j¿xe7± y ahora falla 1 6...�4? que con la otra torre en d i sería ganadora: 1 7.1/Ne l ! �f3+ 1 8.gxf3 ®xh2+ 1 9.wfl y las negras no tienen compensación por la pieza; 15...�xe4 l 6.{j¿xe7! y las negras pierden material. 16.c4! Debilitando la solidez de la estruc­ tura de peones negra y del punto fuerte
  • 18. 2. . . 'ZJf6 Variante Nimzovitch y otrasjugadas 15 en d5. 16•••'ZJf4?! [Algo mejor es 1 6...bxc4 1 7.�xc4 'ZJf4 1 81®e3t] 17.�xf4 ®xf4 18J;1:acl Luis Santos premia a esta jugada con dos admiraciones y la continuación de la partida le da la razón, pero si no logramos entender el motivo del todo nos podemos conformar con 1 8.cxb5 axb5 1 9.�xb5, ganando un peón por una compensación bastante escasa. 18..•b4?! La clave estaría en 1 8...'ZJb4. Me imagino que Luis Santos tiene alguna jugada aquí pero no la he encontrado. 19.cS± !!d8 20.fld6 !!b8 21.!!c4! Estadística: Las blancas renuncian de nuevo a una sana captura de peón en a6, pero esta vez por motivos tácticos bien fun­ dados. 2 l .'ZJxc8 !!bxc8 22.�xa6±. 21 ...®h6 La dama no tenía muchas casillas, pero aquí quedará como una mera espectadora del juego. 2 1 ...®f6 22.®e4 con ventaja decisiva. 22.�e4 �aS 23J:rcd4 [Con las amenazas �f5 y �f7] 23••.®hS 23...�xd6 24.!!xd6 ftf8 (24...!!xd6 25.cxd6 �d7 26.®xa6+-) 25.ftd8+-. 24.c6! [24.�f5!? frxd4 25.ruxd4 ®xe2 26.�xe7+ i>f8 27.'ZJxe2 i>xe7 28.�d4±] 24•••lllcs 2S.®d2!+- eS 26.ftdS ®b6 27.�xti 1-0 Las variantes 2...h6 y 2...®c7 cuentan con muy pocas partidas. Por su parte 2...�f6 con mas de 4000 partidas da un "normal" 56% a las blancas. La variante pro­ puesta a partir de 4.d4 supera ligeramente estos resultados con un 59%. Esquema Resumen: l.e4 eS 2.�f3 - 2...g6 Traspone a los capítulos 6 o 1 8 - 2...h6 Con el tratamiento Alapin 3.c3, resulta inofensiva t - 2...®c7 Las blancas pueden elegir entre el tratamiento Alapin o trasponer a la Taimanov con 3.�3 - 2...�f6 3.e5 'ZJd5 4.d4!? Asegura una ligera ventaja posicional ;t
  • 19. CAPÍTULO 2 1.e4 eS 2.�f3 b& Valoración ** Historia Se trata de una variante relativa­ mente "moderna". No existen precur­ sores ni verdaderos especialistas. Tal vez fue introducida por varios jugado­ res georgianos (Aiexandria) y relativa­ mente popularizada por Psakhis en los años 80. Ideas La principal idea es casi siempre sacar al rival de la teoría y llegar a una posición siciliana más o menos típica. Por ese motivo puede ser un arma ocasional muy adecuada para jugadores que tienen en su repertorio varias sicilianas, preferentemente la Paulsen. Un síntoma es que algunos grandes maestros la han usado de vez en cuando con buenos resultados, entre ellos Topalov, Illescas, Vallejo o Korneev. La flexibilidad de la estruc­ tura de peones negra permite obtener posiciones muy diferentes, que tienen puntos de contacto con el Dragón y sobre todo con la Paulsen. Las líneas que dejan el peón dama en d7 durante la apertura son las más apreciadas. Partida 2.01 Panchenko - Psakhis,L Vilnius 1978 l.e4 c5 2.�f3 b6 3.d4 cxd4 4.flxd4 �b7 5.�3 (D) En el primer nudo de la variante las negras tienen al menos seis alternativas, algunas de ellas similares y otras bastante diferentes. 5...d6 Tomamos 5. . .d6 como variante principal, aunque 5. .. a6 es la que han
  • 20. 2. . .b6 jugado Jos últimos "experimentadores". El motivo es que el plan que propone­ mos contra S...d6 es el que más se repite en las otras variantes. Ahora pasamos a considerar: 5...�f6 El mérito de esta jugada es obligar a las blancas a definirse antes de mover uno de los dos peones centrales. 6.�gS!?, se trata de nuestra recomendación, avalada por haber sido empleada con blancas por Psakhis, uno de los especialistas con negras. A) 6...�e4?! La captura de peón parece peligrosa pero es de análisis obligado. 7.�xe4 �xe4 8.®e2! (otra línea prometedora es 8.®g4 �b7 9.�bS f6 1 O.�d3 g6 1 J .�e3 �g7 1 2.0-0-0�) A l ) 8...�b7? 9.�bS d6 (9...dS I O.�f4+- ) I O.ü-0-0+-. A2) 8...dS! 9.f3 �g6 I O.®bS+ �7 ( I O...®d7 l l .®b3 a6 1 2.®xb6±) 1 l .®xd5±. 8) 6...flc6 7.flfS Las negras tienen serios problemas para terminar el desarrollo sin hacer concesiones posicionales. 7...h6 8.�xf6 gxf6 9.�e2 a6 (9...e6 I O.�d6±) I O.�hS ! �eS 17 ( 1 O...e6'!? l l .�xt7+ y mate) l l .f4 e6 1 2.fxeS exfS 1 3.0-0 ®c7 14J!xfS. La posición negra está destrozada. Psakhis -Dizdarevic, Palma de Mallorca 1 989. 5. • •flc6 Buscando también la flexibilidad, pero hay problemas tácticos derivados de la dificultad de jugar posterionnente tanto e6 como d6. 6.�f4! !ic8 (6...a6 7.�c6 �c6 8.�S d6 9.�e3±) 7.�c6 dxc6 8.®f3 ®d4 9.!id l ®eS I O.eS !id8?! ( I O...e6) 1 1 Jlxd8+ wxd8 1 2.�e2 we8 1 3.0-0 fS 14.e6 �f6 I S.lld l �S 1 6.�eS 1 -0 Beliavsky-Quinteros, Viena 1 986. 5. . . a6!? La jugada que ha dado algunos éxitos ultimamente, la elección del especialista más reciente, Cicak, y también la de Topalov e Illescas. Sin embargo no sabemos que pueden tener preparado contra la continuación recomendada aquí, puesto que se ha jugado en muy pocas partidas. 6.�gS! ®c7 ¿Qué hacer si no? 7.�S (empleada hasta el momento en una sola partida) 7...®eS (7 ...�xdS gana un peón y hay que analizarla. 8.exdS ®eS+ 9.�e3 ®xdS 1 O.�e2! la compensación parece tremenda) 8.�e3 e6 (8...1/Yxe4 parece peor por 9.flc7+; 8...�xdS traspone y otras jugadas pierden el peón de b6) 9.�f3 ! ®xe4 1 O.flc7+ We7 1 l .�xa8 �xa8 y las negras de ningún modo tienen bastante compensación. Grozspeter -Bereziuk, Pardubice 2000. 5... e6?! Por la debilidad de las casillas d6 y luego dS una de las continuaciones más flojas. 6.�bS! d6 7.�f4 eS 8.�S fla6 (8...exf4 9.flbc7+ wd7 1 O.®g4+ wc6 l l .�bS+ con mate rápido) 9.�e3 �e7 (9...�f6 I O.�gS �e7 1 l .�f6+ gxf6 1 2.�xf6) IO.�c4 �f6
  • 21. 18 l l .fuf6+ gxf6 1 2.Wh5+- 0-0 1 3.�3 �5 14.�h6 �6 1 5.D-0-0 Wc8 1 6.�xe6 fxe6 1 7.I:td3 1 -0 Hecht-Velimirovic. Budapest 1 973. S...g6 Esta fonna de desarrollar que tiene mucho sentido contra detennina­ dos esquemas blancos resulta prematu­ ra, puesto que las blancas pueden elegir el esquema más agresivo y el alfil en b7 no juega ahora un papel muy destaca­ do. 6.�e3 ! �g7 7.�c4 (7.Wd2 �f6 8.f3 o-o 9.0-0-0 es otra fonna de prepa­ rarse) 7...Wc7 8.�b3 �f6 9.f3. La típica fonnación de Rauzer que prepara un ataque violento en el flanco de rey. 9...0-0 1 0.Wd2 d6 1 1 .0-0-0 �bd7 1 2.h4 ( 1 2.�h6 puede ser más exacto) 1 2...h5 1 3.I:th g l ?! �5 14.�d5 ( 14.�h6) 1 4...®d7 1 5.�h6 I:tac8 1 6.�xg7 Qil xg7 lHY g5 I:th8? 1 8.g4? ( 1 8.�f5+-) 1 8...Qlf8oo; Hohmeyer-Nagel, Berlín 1 997. U na jugada muy molesta que dificulta el desarrollo libre de las negras. 6...�7 (D) [6...�f6 7§ixf6] 7.�c4 7.�b5! Es una recomendación de Moiseev y parece asegurar una ventaja de modo forzado. 7...�gf6 8.�5 <:i xd5 (8...fud5? 9.fud6+- ) 9.exd5;!;. 7..• a6 Contra 7...�gf6 8.�xf6 (es un intento de refutar directo 8.We2!? e6 9.0-0-Q con una agradable posición de 2. . . b6 ataque) 8...fuf6 9.e5 dxe5 1 0.�b5+ �7 1 1 .�6! ®c8! ( l l ...fxe6 1 2.Wh5+ g6 1 3.Wxe5 It g8 1 4.It d l �c8 1 5.®xe6 I:th 8 1 6.�4+-) 1 2.Wh5 �c6! 1 3.�g5 g6 1 4.1/NhJ e6 con defensa. 8.1/Ne2 bS 9.�d5 ®c8 9...�xd5 1 0.exd5± Con un feo hueco en c6 y presión en la columna e; 9...®c7!? 10.0-0 [ 1 0.0-0-0!?] IO.••�gf6 [ I O...b4 l l .�a4 e6 1 2.a3 !?�] l l.:iladl?! [Ahora habrá problemas con el peón de e4. l l .<:i xb7 ®xb7 1 2.It ae 1 ;!;] 1 1.••e6?! (0) Las negras pierden aquí la ocasión de complicar la partida con. l l ...b4! 1 2.�4 fud5 1 3.exd5 �xd5oo . 12.fue6! Un sacrificio de consecuencias imposibles de calcular en una partida,
  • 22. pero muy prometedor. � .t. i 12...fxe6 13.�xe6 ®eS 2.. . b6 Contra 1 3...�e7 Moiseev ofrece la variante 1 4.e5 ! ®c6 1 5.�d5 ! �xd5 Estadística: 19 1 6.fud5 �xg5 1 7.®h5+ wf8 1 8.e6 �5 1 9.f4+- pero quedan algunas dudas como 1 6...�b6. En todo caso las blan­ cas tienen un fuerte ataque y alternati­ vas adecuadas como 14.�f6. 14.�S �xdS [ 1 4...0-0-o 1 5.b4+-; 1 4...�xd5 !? 1 5.exd5 �e5 1 6.wh J ¡;¡¡] lS.exdS o-o-o t6Ji:d3! wb7 t7J:te3 ®d4 18.a4! ®eS [ 1 8...bxa4 1 9.�xd7 fud7 20Jk6+-; 1 8...®xa4 1 9.�xd7 �xd7 20.®e6!+-] 1 9.�e3 �eS [ 1 9...�xd5 20.�xd5+ ®xd5 2 1 .axb5 axb5 22.il:d 1 +-] 20.axbS+- aS 21.b6 [2 1 .f4!] 2 1 ...�e7 [2 1 ...®h5 22.®c4! (22.®b5? ®e8 23 .®xa5 il:a8 24.®b4 il:a4-+) 22...®e8 23.�a l il:a8 24.il:ca3 fue6 25.fua5 !+-] 22.�al il:a8 23.®bS il:a6 24.®c6+ wb8 2S.®e7+ wa8 26.b7+! �xb7 27.®e8+ 1-0 Sobre una base de 600 partidas las negras obtienen en la variante 2...b6 un mediocre 4 1 % de Jos puntos. La estadística sobre nuestra recomendación es difi­ cil de hacer globalmente puesto que proponemos una jugada diferente contra cada alternativa de las negras, pero una estadística conjunta de un archivo con solo las variantes recomendadas da un resultado del 67%. Esquema Resumen: l.e4 eS 2.�0 b6 3.d4 cd4 4:f)d4 �b7 s.�3 5...e6 6.�b5 Las negras están al borde del desastre 5...�6 6.�f4 Las negras tienen muchos problemas 5...a6 6.�g5 Las negras tienen problemas para completar el desarrollo. 5...d6 6.�g5 Lo mismo que en la linea anterior. 5...g6 6.�e3 Las blancas montan un esquema Rauzer en buenas condiciones.
  • 23. CAPÍTULO 3 1.e4 c5 2.lLlf3 a6 Variante O'Kelly Valoración ** Historia Como muchas otras ideas en las aperturas el precursor de esta fue el Gran Maestro polaco Saviely Tartakover que la estrenó en su match con Reti en 1 920, pero probablemente Tartakover no había descubierto las ideas básicas. Fue el jugador Belga Alberic O'Kelly el que la analizó y la comenzó a practicar en los años 50. Gracias al efecto sorpresa y a la efica­ cia de su idea básica (que comentamos más adelante) la variante logró buenos resultados durante algún tiempo e incluso gozó de cierta popularidad. Pero poco a poco las jugadas 3.c3 y 3.c4 se fueron extendiendo en la práctica de torneos y los atractivos de la variante O'Kelly fueron desaparecien­ do, hasta acabar en el semi-olvido en que se encuentra actualmente. Ideas Casi todo el entramado de la variante se basa en una ingeniosa idea. Las negras defienden en avance la importante casilla b5, y convierten la jugada 3.d4, característica de la variante abierta, en un error, debido a la secuencia 3.d4 cd4 4.f)d4 �f6 5.�3 e5 !, el caballo blanco no puede ir a la casilla ideal b5, y tampoco a la casilla reserva f5 (debido al contragolpe típico 6...d5), además el alfil de casillas negras puede salir a b4 y como resulta­ do de todo esto las negras asumen la iniciativa y tienen una partida muy agradable. Todas estas virtudes desaparecen si las blancas retrasan la jugada d4 y ahí está el origen de las dificultades negras. Tanto 3 .c3 (una Alapin mejorada) como 3.c4 (un Maroczy ideal) ponen serios problemas. Nosotros hemos ele­ gido 3.c4 que nos parece más ambicio-
  • 24. 2. . . a6 Variante O'Kel�v 21 sa y más coherente con las jugadas elegidas en otras variantes. Tras 3.c4 las negras a menudo se dirigen a continuaciones similares a la defensa Paulsen donde el prematuro a6 es un inconveniente pequeño. En otros casos las negras siguen un camino característico de la O'Kelly, buscando un rápido desarrollo y la ruptura del centro. En este caso (ver partida 3.02) la pérdida de la pareja de alfiles es el inconveniente principal de su posición. Hay un tercer grupo de variantes como 3...d6, que permiten a las blancas un juego muy cómodo con una impor­ tante ventaja de espacio. Partida 3.01 Borkowski, F - Nazarov,A Katowice op 1990 I.e4 eS 2.�0 a6 3.c4 (D) 3.c4 Es nuestra recomendación para combatir la variante O'Kelly. La idea es conseguir una formación Maroczy en condiciones favorables gracias a la pérdida de tiempo 2...a6. Las blancas tienen otra continuación que goza de los favores de la teoría 3.c3. Lo que deben evitar claramente es la jugada natural: 3.d4?! cxd4 4.ilid4 �f6 5.�3 eS ! y las negras logran una versión favorable de la Pelikan gracias a tener controlada la casilla b5. Ahora las negras disponen de una elección bas­ tante amplia en apariencia, pero muy reducida en cuanto a eficacia. 3...d6 3• . .�6 Se analiza en la partida 3.02. 3. ..g6?! 4.d4 Lleva a una versión muy favorable del Maroczy contra el Dragón puesto que la jugada a6 no sólo ha perdido un tiempo sino que ha debi­ litado la casilla b6. 3.•• b6 Lleva a posiciones similares a la Paulsen o al Erizo contra la Inglesa. 4.�3 �b7 S.d4 cxd4 (sino viene d5) 6.fud4 e6 7.�d3 !? (sobredefiende e4 y deja paso a la dama) 7...�c5 8.�b3 �e7 9.0-0 d6 (9...�f6?! l O.eS) I O.®g4! �f6?! ( 1 O...íUf6 l l .íUf4;!;;) l l .®xg7 l';Ig8 1 2.!llh6 �bd7 1 3.íUf4±; Rublevsky­ Giffard, París 1 993. La compensación por el peón es insuficiente. 3...e6 4.�3 ! Las blancas lo hacen mejor no trasponiendo a la Paulsen. Y ahora existen varias opciones: A) Después de 4...�6 las blancas ya pueden (y deben ante la "amenaza" eS) jugar S.d4 cxd4 6.fud4, traspo­ niendo a una línea que se analiza en la partida 3.02. 8) 4...�f6'?! S.eS!±. C) 4...®c7 S.�e2 (S.d4 ya es más jugable con la dama en c7) 5...d6 (una
  • 25. 22 2. .. a6 Variante O'Kel�v idea diferente puede ser S...�f6 con idea de 6.0-0 eS, pero hasta ahora nadie ha jugado así) 6.0-o �f6 7.d4 cxd4 8.fud4 b6 9.�e3 �b7 I O.f3 {jJ_e7 y se ha alcanzado una posición frecuente en la Apertura Inglesa y posible en diferentes variantes de la Siciliana, con el detalle favorable de haberse ahorra­ do a3. Nos ocuparemos de ella en el capítulo I S. 4.d4 �g4 (D) l ��� .t t2J t!Jt!J t!Jt!Jt!J J:.tD..t'iV�..t : Lo más interesante. Mucho más pasivo es 4.•.�7 S.�3 e6 6.�e2 �7 7.0-0 �g6 8.�e3 fiie7 9.®d2 0-0 1 O.Had 1 Las blancas tienen más espacio y desarrollo pero la posición negra es sólida y no es fácil concretar. I O...b6 l l .b3 ®c7 1 2.wh l fiib7 1 3.d5 eS 14.�g 1 ;!;; Timmermans-Franklin, Londres 1 997. 4•••cxd4 5.�xd4 �f6 6.�3 e6 normalmente acabaría traspo­ niendo a la variante de la Inglesa cita­ da en el comentario anterior. S.dxcS �xf3 Cambiando ahora las negras obli­ gan a la captura con el peón. S ...®a5 6.�3 ®xcS 7.®b3±. 6.gxf3! dxcS Intentando hacerse fuerte sobre las casillas negras, especialmente d4. La alternativa no es mejor. 6...®aS 7.�3 ! dxcS (7...®xc5 8.�e3 ®a5 9.®b3±) 8.®b3 ! �7 9.®xb7 Hb8 I O.®c6 e6 l l .®a4± Antonio-Tu Hoang Thai, Vung Tau 2000. La compensación por el peón es casi inexistente. 7.®xd8 Wxd8 8.fiie3 eS Esta jugada es un poco chocante porque deja abiertas todas las diagonales blancas, pero las negras ya están necesitadas de un buen consejo. 8...e6 9.�3 �f6 1 0.0-0-0! �fd7 ( I O...�bd7 l l .eS �g8 1 2.f4±) l l .f4! wc7 1 2.f5±; 8...�7 9.�3 Wc7 1 0.0-ü- 0 J;'td8 I J .(j¿h3 e6 1 2.�f4±. 9.f4 [9.�3 puede ser un orden más exacto] 9...f6 [9...(j¿d6] 10.�3 �c6 I J.O-o-o �4 El caballo intenta taponar todos los agujeros, pero la superioridad en efectivos blancos es demasiado grande. 1 1 ...4;le8 1 2.fxe5 fxeS 1 3.�h3 lad8 14.J;'txd8 wxd8 l SJ!d l con ventaja. 12.fxe5 fxeS 13.f4 exf4 14.(j¿xf4 we8 15.�5 J;'td8 16.(j¿c7 J;'td7 17,(j¿hJ J;'tfi 18.J;'thfl [ 1 8.�eS !?] 1 8...�h6 [ 1 8...i}f6 1 9.eS; Si 1 8...J;'txfl 1 9.J;'txfl seguido de fiic8] 19.�c8
  • 26. 2. . . a6 Variante O'Kel�v 23 Finalmente las blancas fuerzan la ganancia material manteniendo todos sus triunfos. La partida está decidida. 19. • .b5 20.ctixa6 bxe4 21.l'lxfi wxfi 22.ctixe4 {j;_e7 23.a4 ctid8 24.a5 ctixe7 25.flxe7 We7 26.a6 Wd7 27.fle6 wd6 28.flxd4 exd4 29.ctid5 flf5 30.a7 HeS 31.Wbl fle3 32.l'lel d3 33.Ilxe8 d2 34.ctib3 1-0 Partida 3.02 Kondali - Letic corr Dr. Didmar-Mem 1989 l.e4 eS 2.flt3 a6 3.e4 flc6 La continuación principal y la que más limita las opciones de las blancas al plantear la inmediata amenaza posicional eS que "secaría" la partida. 4.d4 [4.flc3 eS !=] 4...exd4 5.flxd4 (D) Siguiendo los cauces más frecuen­ tes, pero las negras tienen otras dos alternativas muy razonables en este momento: 5...e6 Entrando en el terreno de la variante Paulsen. pero creo que debemos analizarla aquí porque dentro de nuestro repertorio es más normal que lleguemos por este orden. Las negras han adquirido un compromiso muy grande al desarrollar de forma prematura su caballo a c6 y esta circunstancia es la que aprovechan las blancas para lograr la ventaja. 6.flc3 con las siguientes posibilidades: A) 6...flf6 7.flxc6 bxc6 8.eS±. B) 6...d6 Lleva a una posición casi normal del erizo donde el caballo está mal desarrollado en c6. 7.ctie2;!;. C) 6...®c7 7.ctie2 flf6 8.0-0 {j;_b4 9.ctigS Una idea más ambiciosa de uno de las especialistas en esta y otras posi­ ciones marginales de la Siciliana. (9.flxc6 dxc6 I O.®c2 eS l l .fla4 Radulov-Ostojic, Kikinda 1 976 es una manera bastante simple de asegurarse una pequeña ventaja). Ahora las negras pueden elegir entre: C l ) 9...®d6?! J O.flxc6 ®xd l I I .flxd 1 ( ll .l'lfxd 1 ctixc3 1 2.bxc3 ilie4!+) l l ...dxc6 1 2.eS Las blancas obtienen una ventaja de espacio, pero hay muchas preguntas que responder respecto a la viabilidad táctica de esta decisión. 1 2...fld7 ( 1 2...fle4!? 1 3.a3 {j;_xa3 14.l'lxa3 flxgS I S.l'lg3 ;!; ) 1 3 .<:if4 {j;_cS ( 1 3...ctiaS !? 14.ctig3 hS I S.h4 ctib6 1 6.l'le 1 ctid4 1 7_{j;_f3;!;, de modo similar a la partida) 1 4.He 1 ctid4 J S.ctif3 eS 1 6.flc3 We7 1 7.l'lad l ±; Rublevsky­ Fominyh, Elista 1 996.
  • 27. 24 2... a6 Variante O'Kel�v C2) 9...�xc3 Es la jugada crítica 1 O.�xf6 �xb2 ( 1 O...gxf6 l l .bxc3 es una compleja posición pero la dificultad de encontrar lugar seguro para el rey negro debe pesar más que los otros factores) l l .�xg7 ( l l .�e6 dxe6 1 2.�xb2 0-0= las negras tienen puntos fuertes para sus piezas y no pueden estar peor) l l ...�d4 1 2.�xd4 �xa l 1 3 .�xa ll::tg8;¡¡¡ La posición es muy interesante, el alfil de casillas negras es muy fuerte, pero la entrega es bastante audaz. Se necesitan ejemplos para saber quien esta mejor aquí. O) 6... �b4 (0) .i j_¡g. �.� i i i i i i � i 7.ilxc6! (una alternativa razonable es 7.ilc2) 7...bxc6 (después de 7...�xc3 las casillas negras deben sufrir mucho, pero no existen buenos ejemplos prác­ ticos) 8.®d4 La clave, planteando de hecho una doble amenaza, la primera sobre g7... DI ) 8...®f6 9.e5 ®e7 (evita c5 pero ocupa la casilla ideal del caballo) IO.�d2 ( I O.�e3 !?±) IO...f6 l l .f4 d5 (ll ...�c5 !'?) 1 2.exd6 ®xd6 1 3.®xd6 �xd6. Las blancas tienen una ventaja estructural importante a cambio de nada, partida Shirjaeva-Karaseva, San Petersburgo 2000. 02) 8...f6 9.c5 ! Esta es la otra ame­ naza. Hay un hueco enorme en d6 y el alfil de casillas negras está condenado a cambiarse o a quedar descolocado. 9...®a5 I O.�e3 I O...�xc3 ( I O...l:Th8!?) l l .bxc3 m,g 1 2.�c4 ile7 1 3.0-ü ®c7 14J:!ab 1 y ante la amenaza posicional :¡;{b6 las negras comienzan con las "locuras". 1 4...:¡;{b5 !? 1 5.Shb5 cxb5 1 6.a4 �b7 1 7.axb5 axb5 1 8.c4! bxc4 1 9.®d6+-; Tsarouhas-Gogolis, Atenas 1 996, y no hay compensación por la calidad. S•••eS Con una idea similar a la de la variante principal pero reservándose la opción de desarrollar el caballo por e7, lo que parece útil en algunas variantes. 6.ilf5: A) 6...d6 Ahora también merece consideración, con la idea de cambiar en f5 y presionar sobre el peón en las próximas jugadas. A l ) Me gusta menos la jugada más frecuente 7.ilc3 porque tras 7...�f5 8.exf5 ilge7! no hay una manera cómoda de defender el peón de f5. Por ejemplo: 9.g4 (9.�d3 d5 ! ) 9...h5 ! 1 o.�e3 hxg4 l l .®xg4 ®d7 1 2.0-0-ü ®xf5 1 3.®e2'"'; Chepumoi-Barsch, cr ICCF 1 990, y aunque las blancas disfrutan de ciertas compensaciones posicionales por el peón, la posición no me parece clara. A2) 7.ile3! ilf6 (7...�e7 8.�e2;!; y el caballo de e3 impide el cambio cómo­ do del altil de casillas negras) 8.�3 Se alcanza una posición muy favorabe
  • 28. 2. . . a6 Varia nte O'Kel�v 25 comparada con la similar de la varían­ te Kalasnikov. El caballo está perfecta­ mente centralizado en e3 en lugar de estar en a3. 8) 6...d5 7.cxd5 �xfS 8.exf5 �4 9.�3 &7 (D) Naturalmente 9...�f6 traspone a la línea principal, mientras que 9...�b4 1 O.�d3 ®xdS 1 1 .0-0 ®d7 1 2J';ie 1 Sherzer-Polovodin, World op 1 99 1 acelera el desarrollo de las blancas. Ahora hemos llegado a un momento crítico. Las blancas tienen muchas jugadas atractivas y entre ellas reco­ mendamos dos. 8 1 ) 1 O.�f4! Es la más directa y perfectamente segura para obtener ventaja. I O...�exfS ( I O...f6 l l .®hS wd?t) l l .�eS ®e7 1 2.f4 f6 1 3.®a4±. 82) I O.f6?! Es prometedora pero la vemos innecesaria en esta situación de ventaja. I O...�xdS l l .fxg7 �xg7:r:>. 83) I O.�d3 �xfS I I .Q-0 �d6 1 2.f4 (Recomendada por Nunn en su libro "8eating the Sicilian"; menos clara es 1 2.®g4 g6! t 3.®h3 o-o 14.&4 �e7 1 5.g4?! �6 1 6.�h6 fue4! 1 7.�xe4 !!e8 1 8.�e3 �gS! 1 9.�xd4 exd4+; Vaskan­ Kirilov USSR 1 966) 1 2...exf4 1 3.�xf4 ®b6 1 4.�xd6 �bS I S.wh 1 �fxd6±; Santo Roman-Franco, Las Palmas 1 99 1 . 6.M e5 Internándose definitivamente en las líneas principales de la Variante O'Kelly que tienen un cierto grado de complicaciones pero que no resultan satisfactorias, y son la causa del descenso de su popularidad. Pero hay una alternativa aceptable y tal vez la única vía de respetabilidad de la O'Kelly. 6...®c7!? Jugando con un cierto espíritu Paulsen, aunque con menos flexibilidad (otra vez el caballo en c6) 7.�e3 (7.�e2 e6 8.0-0 �d6!? da un juego interesante a las negras) 7...e6 8.l;tc 1 ! apostándose frente a la dama rival 8...�b4 9.�d3 (Seguramente es mejor 9.f3) 9...�e5 I O.a3 (JJe7 ( I O...fud3 !? l l .®xd3 �e7t; I O...�d6 l l .�e2 h5 1 2.h3;!;) l l .�e2 h5?! (compromete demasiado la posición. Seguir dentro de los cauces del esquema erizo era lo adecuado: l l ...d6 l 2.f4 &d7, para seguir con b6-�b7; l l ...b6?! de inmediato es peorpor l 2.f4 fr6 1 3.e5±) 1 2.h3 �g6 1 3.®d2 d6 t 4.o-o �d7 t 5.b4 h4 I 6.!!fd t o-o l 7.�g5 !!fd8 1 8.�f3±; Sokolsky- 8astrikov, Kiev 1 957. 6• . .e6?! Ahora es muy dudosa por 7.�xc6 seguida de eS. 7.�f5 dS
  • 29. 26 2.. . a6 Variante O'Kel�v Tras 7...d6 8.fle3 ! (Solozhenkin­ Mantsinov, Elista 1 994) se llegaría a la posición citada en la variante 5...e5. 8.cxd5 �xfS 9.exf5 �4 (D) Momento crítico de la variante. Las blancas tienen un peón de más y la pareja de alfiles en una posición muy abierta. A pesar del caballo en d4 y de las posibilidades de recuperar el peón, no parece que las negras estén en condiciones de igualar por completo el juego. Lo más frecuente. Para los amantes de la tranquilidad ofrecemos una variante más posicional cuyo único defecto es la existencia de alfiles de diferente color. I O.�g5 !? �e7 l l .�xf6 �xf6 1 2.�d3 ®d7 1 3.®h5;!;. tO...�xdS 1 t.o-o <;Ub4 Sin esta presión sobre c3 sería dificil justificar para que han perdido las negras su alfil de casillas blancas y que piensan oponer a la presión del rival en la gran diagonal. l l ...�e7 1 2.<;Ue4! �xc3 1 3.bxc3 fr6 1 4.l:!b l ®c8 1 5.®g4 ( 1 5.®f3 ! o-o 1 6.l':rxb7! es un limpio peón de más) 1 5...0-0 1 6.�h6 �f6 1 7.l':rxb7 i>h8 1 8.l':rb6 gxh6 1 9.l':rxc6 ®d8 20.l':rd l ®e7 2 I .l':rdd6 l':rg8 22.®f3 �g5 23.f6 ®e8 24.®f5 l':rg6 25.h4 �xh4 26.l':rc7 y las blancas ganaron en Matanovic-Pérez, Belgrado 1 96 1 . t2.<;Ue4 �xc3 [ 1 2...�xc3 1 3.�xd5 ! �xb2 14.�xf7 wxf7 1 5.�xb2±] l3.bxc3 <;Uxc3 14J!b1 o-o Devuelve el peón y ofrece una posición dominante a la torre blanca. Merece la pena investigar otras opciones. 14...l':rb8 1 5.®g4 g6 ( 1 5...0-0 1 6.�h6 ®f6 1 7.�g5 ®d6 1 8.f6 con un ataque prometedor) 1 6.�g5 gxf5 ( 1 6...®c8 1 7.�f6! gxf5 1 8.�xf5±) 1 7.<;Uxf5 f6 1 8.®h5 Altschuler-Fink, cr URSS 1 96 1 . Parece demasiado a cam­ bio de un peón. 1SJ!xb7 ®h4 Una jugada que había tenido cierto éxito en torneos por correspondencia hasta esta partida. Otras alternativas ofrecen menos resistencia exceptuando una: 1S..J'!b8! (puede ser el último hueso para roer en esta variante) 1 6.l':rxb8 ®xb8 1 7.f6 g6! Y no es tan fácil llegar hasta el rey negro debido a la posición centralizada de las piezas negras. Así y todo el peón de f6 hace la posición blanca preferible. 1 5...®d6
  • 30. 2.. . a6 Variante O'Kel(v 27 1 6.1/Yg4 ( 1 6.�g5 ! l:l:fe8?! 1 7.1/Yh5+-; 1 6.l:l:b3 !? �b4 1 7.l:l:h3�) 1 6...l:l:ac8 1 7.�g5 a5 1 8.�e7+- Mastrangelo­ Lupi. cr. 1 983. IS•••l:l:c8 1 6.�a3 l:l:e8 1 7.1/Yh5 Wf6 ( l 7...l:l:c7 1 8.f6±) 1 8.�d5 g6 1 9.fxg6 hxg6 20.l:l:xn 1 -0 Schreiber-Kunkel. cr. 1 976. 16.Wd3 l:i:ad8 17.�a3 La presión de las piezas blancas llega a su cenit. 17•..�bS?! [ 1 7..JUe8 1 8.®c4 ®f6 1 9.�d5 Obliga a las negras a dar cali­ dad] 18.g3!? [ 1 8.�f8! l:i:xd3 1 9.�e7 f6 20.�xd3 parece dar a las blancas un ataque demoledor] Estadística: 18.••1/Yg4 De acuerdo con los análisis de Kondali en lnforrnator las otrasjugadas pierden: 1 8...1/Yf6 1 9.�xf8 l:l:xd3 20.�e7+-; 1 8...®h5 1 9.�xf8 l:l:xd3 20.l:l:b8+-. 19.l:l:xf7!+- [Y así se deja la partida sentenciada] 19...�xa3 [ 1 9...<i>xn 20.®c4 ci>f6 2 1 .�e7+-; 19...l:l:fe8 20.l:l:e7 fua3 2 1 .�d5+-] 20.l:l:xf8 l:i:xf8 2l.�dS <i>h8 22.1/Yxc3 �bS 23.1/YxeS ®xfS 24.f4 ®f6 2S.l:l:cl ®b6 26.ci>g2 ®aS 27.l:l:c2 ®d8 28.�b7 h6 29.�e4 ®d6 30.®xd6 fud6 3l.�d3 �bS 32.a4 fld4 33.l:l:cS l:l:b8 34.h4 g6 3S.l:l:dS l:l:b2 36.c;9h3 �e2 37.�xg6 l:l:b4 38.aS l:i:d4 39.l';;[eS l';;[d2 40.l:l:e7 1-o Sobre una base de 5400 partidas las negras obtienen en la variante O' Kelly el 47% de los puntos. En la variante 3.c4 elegida como repertorio en nuestro libro el porcentaje de las negras es bastante peor, el 39%. Esquema Resumen: t.e4 eS 2.�13 a6 3.c4 - 3...g6?! Dudosa. Maroczy agobiante ± - 3...b6 Lógica. Erizo resistente ;t - 3...e6 4.�3 ! Una Paulsen algo peor ;t - 3...d6 4.d4 fld7 Mucho espacio para las blancas ;t - 3...d6 4.d4 �g4 5.dc5 Incisiva. pero floja ± 3... �6 4.d4 cd4 S.fld4 - 5...e5 Insuficiente para liberarse ;t - 5...e6 Una Paulsen algo peor ;t - 5...�f6 6.�3 YNc7 Tal vez lo menos malo ;t - 5...�f6 6.�3 e5 Obliga a cierta precisión a las blancas ;t
  • 31. , CAPITULO 4 1.e4 eS 2.ltlf3 ltlc6 3.d4 cd4 4.ltld4 dS y otras jugadas Valoración * J: .t � • .t � J: & i i i" i i i � � La única variante de este capitulo que reviste cierta importancia es 4...d5. En este caso las blancas pueden asegu­ rarse una pequeña ventaja con la condición de que la tomen en serio. Si no lo hacen así pueden encontrarse en una posición igualada antes de que se den cuenta de cómo ha sucedido. Eso sí, esta variante no resulta peligrosa. Partida 4.01 Korchnoi,V - Reshko,A Leningrado 1951 l.e4 eS 2.�f3 �6 3.d4 cxd4 4.�xd4 d5 Aunque su reputación es pésima, algunos jugadores, ultimamente el francés Brochet, la han jugado con cierto éxito. Los rivales no están preparados y las recomendaciones teóricas no están muy trabajadas. Con un juego correcto las blancas pueden asegurarse una pequeña ventaja pero no más. La idea parece corresponder a Nimzovitch, pero luego nunca ha sido empleada por un jugador de primera fila. Veamos las otras alternativas: 4...®b6 Ver el capítulo 5. 4...e5 Ver el capítulo 7. 4...®c7!? Es un orden muy intere- sante, pero tras 5.�3 las negras deben trasponer a la variante Taimanov, con la alegría de haber evitado la formación Maroczy, que para muchos jugadores es una verdadera tortura. Si no lo hacen, las alternativas no son realmen­ te serias, por ejemplo: A) 5...g6? 6.�db5 ! ®a5 (6...®b8 7.�5+-) 7.�d2+-, seguido de �5. B) 5...�f6 6.�b5 ®b8 7.�5±. C) 5...a6? 6.�d5 ®e5 (6.. .®d8 7.�e3+-) 7.�d3 ! ®xd4 (7...�xd4 8.�f4+-) 8.�e3 ®e5 9.�b6+-. 4...�xd4 5.®xd4 e6. Tal vez la única forma de justificar la jugada anterior. El caballo se dirije a c6 para ganar un tiempo y desplazar a la dama blanca de
  • 32. 2.. .�6 3.d4 cd4 4.0!14 d5 y otrasjugadas 29 su excelente postcJOn central, pero a pesar de los esfuerzos de Khrenov en sus partidas por correspondencia esta continuación no será nunca muy popular. (5 ...d6 6.�3 �f6 7.�g5 ni siquiera tiene un sentido pues lleva a un Richter con tiempo de más para las blancas) 6.�3 �7 7.�e3 �6 8.®d2 �b4 (8...�e7 9.0-0-o es el tipo de esquema que jugaremos en otras variantes con algunas ventajas) 9.a3 ®a5 (9...�a5 I O.b4 �b6 l l .�b5±) J OJld l �c3 l l .®xc3 ®xc3+ 1 2.bxc3 b6 1 3.c4. La fuerza del alfil de negras garantiza una pequeña ventaja a las blancas y las negras tienen pocas pers­ pectivas. 1 3...�a6 14.c5 �xfl 1 5.l:lxfl ;!; Tscharuschin-Hrenov, World 1 99 1 . S.exdS! Los finales resultantes de: S.�xc6 bxc6 6.exd5 ®xd5 7.�3 o bien; S.�bS dxe4 6.fuc6 ®xd l + 7.wxd l a6 8.�a4 (8.fJd4+ axb5 9.fu.b5 �g4+ I O.we l O­ o-o es incluso más prometedor para las negras) 8...�d7 9.�3 �xc6 1 0.�xc6+ bxc6 l l .fue4 son prácticamente nada, como se han encargado de descubrir muchos seguidores de recetas teóricas, para su frustración. s...®xdS 6.�e3 (D) La jugada que parece más prudente, aunque significa una capitulación teórica. El final es desagradable de conducir para las negras. Tal vez podríamos valorarlo en la forma práctica como 65% de victoria para blancas, 35% de tablas, pero otras alternativas son más peligrosas: 6...e6 Es seguramente la mejor opción práctica. A) 7.�b5 Es una recomendación de Ghinda que pone en aprietos a las negras. Por ejemplo: 7...®xd l + (7...®e5 8.00!±) 8.Wxd l lild8 9.�c4;!;. 8) 7.�3 �b4 8.fJdb5 ! En busca de la debilidad del punto c7 que se deja notar. 8...®e5 9.a3 �e7 no es cuestión de ceder el alfil ni de permitir el jaque en la casilla d6. 1 O.�e2 ( 1 0.�4?! es un intento de resolver las cosas por la tremenda que no resulta del todo claro. I O...®xe4 1 1 .�7+ lilf8 1 2.�xa8 ®e5! 1 3.b4!?oo con un gran campo para investigar, lo que no se justifica en una variante tan secundaria) 1 o...a6 (hay que expulsar el molesto caballo pero aquí la casilla b6 sufrirá) l l .fJd4 y ahora: 8 1 ) l l ...�d7 12.�f3 ®c7 ( 1 2...®a5 1 3 .fJd2;!;) 1 3.�a4;!; . En ambas variantes con un ojo puesto en la casilla b6.
  • 33. 30 2. . . fx:6 3.d4 cd4 4.fti4 d5y otrasjugadas 82) l l ...flf6 1 2.�f3 La continua­ ción de la partida ejerce presión pero finalmente no concreta en nada. (Aquí sugerimos como mejora: 1 2.fuc6!bxc6 1 3.0-0 o-o 1 4.®d4 ®xd4 1 5.�xd4 con una mejor estructura de peones a cam­ bio de nada) 1 2...�d7 1 3.0-0 íld8 1 4.fuc6 �xc6 1 5.�c6+ bxc6 1 6.®f3 f!d5 1 7.ílad 1 ®f6 1 8.®e4= Parma­ Knezevic, Titograd 1 965. 7.flc3 [Esta ganancia de tiempo es la sutileza esencial] 7...Wie5?! Los programas, que Jo calculan todo, prefieren estropear la estructura de peones blanca con 7...flf3+ 8.gxf3 (8.®xf3 !? Wlxf3 9.gxf3± puede ser aún mejor dado Jo interesante que resulta mantener el derecho a jugar o-o-o de un golpe) 8...Wixd l + 9.ílxd l �d7 1 O.f!b5 ( 1 O.Hd2 a6 l l .fld5;t) 1 O...Hc8 l l .�xa7 ílxc2 1 2.�d4;t; Manik­ Zambor, Cassovia op 1 997. 8.Wixd4 ®xd4 9.�xd4 Estadística: No se trata de un simple final con desventaja de desarrollo. Es incluso dificil no perder un peón de inmediato. Los saltos del flc3 son dificiles de controlar. 9...�d7 [9...a6? I O.fld5+-; 9...�f5?! I O.f!b5 Hd8 l l .�xa7+-] IO.f!b5 j;ic8 l l.flxa7 j;ixc2 12.�d3!+- [La torre no tiene dónde esconderse] 12...e5 [ 1 2...Hc7 1 3.�b6+-] 13.�xc2 exd4 14.�d3 �b4+ IS.we2 f!e7 t6.�b5! Eliminando la pareja de alfiles y habilitando casillas convenientes para el rey blanco. El resto es un juego de niños para el joven Korchnoi. 16...�c5 17.�xd7+ Wxd7 18.flb5 1Yc6 l9.a4 wd5 20,j;ihdl flc6 21.l:Iacl b6 22.a5 j;ie8+ 23.wfl j;ie7 24.a6 f!a7 25.flc3+ wc6 26.fle2 wb5 27.f!xd4+ wxa6 28,j;ial+ wb7 29,j;ixa7+ 1Yxa7 30.flc6+ wa6 31.f!xe7 �xe7 32,j;id7 t-o La estadística de la variante 4...d5, sobre unas 300 partidas, ofrece un "acepta­ ble" 42% de Jos puntos para las negras. En este caso, curiosamente. la variante que recomendamos, comenzando con 6.�e3 sólo consigue el 5 1 %. Las otras jugadas normalmente acaban en trasposiciones. Esquema Resumen: t.e4 c5 2.f!f3 flc6 3.d4 cxd4 4.flxd4 4...fld4 Pasiva y cómoda para las blancas, pero la ventaja obtenida es ligera ;j;: 4...d5 5.cd5 ®d5 6.�e3 fld4 Lleva a un final muy triste para las negras ;j;: 4...d5 5.cd5 ®d5 6.�e3 e6 Las blancas tienen una cómoda ventaja ;j;:
  • 34. , CAPITULO 5 1.e4 c5 2.�f3 �c6 3.d4 cd4 4.�d4 Wfb6 Varios órdenes de jugadas Valoración *** � j_ * -*- � � ' ' ' ' ' ' ' � � Historia Una vez más el precursor de esta idea fue el padre de la Defensa Siciliana, Luis Paulsen, pero luego quedó olvidada hasta la década de 1 960 cuando varios jugadores soviéticos, como Stein, Suetin, Gufeld empezaron a fijarse en ella y la usaron de manera ocasional. Después vino la etapa Armenia cuando Akopian. Anastasian y otros jugadores de esa nacionalidad hicieron de 4...'Wb6 su principal caballo de batalla. Actualmente su popularidad ha disminuido sin que se pueda argu- mentar ningúna razón contundente, pero jugadores como Golod o Grivas la emplean asiduamente. Ideas La idea de la maniobra iniciada con ®b6 consiste en desplazar al caballo blanco de la casilla d4 y a continuación jugar una siciliana normal retirando la dama a la casilla c7. A partir de aquí todos los planes frecuentes en la siciliana pueden producirse. Puesto que el caballo está peor en b3 que en d4, es dificil explicar porque esta variante no consigue sus objetivos. El motivo puede ser que adolece de cierta falta de flexibilidad. Las blancas han probado muchos esquemas de desarrollo, la mayoría de ellos incluyendo el enroque largo, o un asalto de peones en el flanco de rey, a pesar de haber enrocado corto. Sin embargo en este capítulo recomenda­ mos una idea muy específica y poco experimentada. Se trata de aprovechar la posición de la dama en b6, para tomar el control de la casilla d6, por medio de la jugada �f4. Para esto es necesario prevenir la clavada mediante el avance a3. Además recomendaremos algunas líneas alternativas, sobre todo
  • 35. 32 2.�3 �6 3.d4 cd4 4.004 ®b6 varios órdenes dejugadas en el caso de que las negras opten por el orden 4...flf6 5.flc3 ®b6 que es bastan­ te más arriesgado. En ese caso propon­ go una refutación táctica. Partida 5.01 Topalov,V - Morozevich,A Dortmund 2001 t.e4 eS 2.flo flc6 3.d4 cxd4 4.flxd4 ®b6 (D) Este es el orden correcto de jugadas si se pretende jugar esta variante. Consideramos por separado el orden 4...flf6 5.flc3 ®b6 en la próxima partida, y recomendamos otra alterna­ tiva, aunque las blancas siempre pueden trasponer. La mayoría de los jugadores que prefieren el orden citado en el comen­ tario anterior suelen estar preocupados por 5.flb5 pero en mi opinión esta jugada no ofrece ninguna perspectiva de ventaja después de 5...flf6 6.�e3 ®d8 H1 I c3 a6 8.fld4 e5 9.flf5 d5. Una mejora en esta línea podría poner la variante con ®b6 en crisis. s...flf6 Otras jugadas son muy poco frecuentes pero al menos una de ellas tiene cierto veneno. S. . .e6 y ahora: A) 6.�d3, intentando una formación con c4 tiene una respuesta adecuada en 6...flf6 7.0-0 (7.c4 fle5) 7...d5!=. 8) 6.flc3 �b4!? 7.�d2 flf6 8.�d3 !? (esta es una posición tan poco explorada que esta natural jugada es novedad. Recomiendo también como alternativa 8.®e2, estudiada en la parti­ da 5.03) 8...fle5 (si 8...0-0 9.a3 �e7 1 0.0-0 el blanco ha ganado un tiempo muy útil, a3, en una variante muy agre­ siva que se ha experimentado de vez en cuando. I O...d6 I I .<i>h l a6 1 2.f4 ®c7 1 3.®f3 Seguido de !;1ae 1 y un eventual ®h3 con una interesante posición de ataque) con dos opciones: 8 1 ) 9.0-0 flxd3 1 O.cxd3 0-0 l l .�e3. Las blancas tienen más espacio y desarrollo y la pareja de alfiles puede durar poco. 82) También se puede conservar el alfil con 9.�e2!? �c3 (9...d6 1 0.0-0 con idea <i>h 1 y f4) 1 O.�xc3 flxe4 l l .�d4 ®c7 1 2.0-0 con una buena compensación, pero esta posición requiere cierto espíritu emprendedor. 6.flc3 e6 7.a3!? (D) En esta ocasión recomiendo una variante muy marginal, pero sólo porque estoy convencido de que no es inferior a las otras alternativas y
  • 36. 2.�{3 �·6 3.d4 cd4 4.�4 Yllb6 varios órdenes dejugadas 33 .i. J. • .t. .i. i i i i i i 'ii � · � requiere un esfuerzo de actualización mucho menor. 7• ./iJ.e7 Cuando se conoce la idea blanca (lo que suele ocurrir la segunda vez que te juegan la variante) la tentación de impedirla con la inmediata retirada de la dama a c7 es casi irresistible, pero también existen otras alternativas: 7•••YJJc7 (impide �4) 8.�gS. Que esta jugada no se haya empleado aún da una idea del terreno virgen que pisa­ mos. Se puede también intentar 8.�e3 y jugar un desarrollo similar al del ataque inglés que tampoco se ha ensayado. A) 8...a6 da más opciones a las blancas pero debe trasponer 9.f4! (9.�xf6 gxf6 I O.YlJhS la dama blanca esta muy bien situada aquí en estas estructuras pero... 1 o...�d6! 1 1 .0-0-0 �eSoo) 9...�e7 trasponiendo (tras 9...d6 I O.!;tixf6! y ahora si 1 O...gxf6 I I .®hS;t con idea de fS-fxe6). 8) 8...d6 9.f4 También debería trasponer. C) 8...�e7 9.f4, con la aparente amenaza eS. C l ) 9...d6 Es muy cómodo para las blancas I O.�bS! Ylld8 ( I O...Yllb6 I I .!;tixf6 gxf6 1 2.!;tie2 l:!g8 1 3.g3 Y1/d8 1 4.Y1/d2 a6 I S.�Sd4 ±. Las piezas blancas tienen una disposición muy favorable para esta estructura) 1 l .�xf6 gxf6 1 2.WhS a6 1 3.�d4;t. C2) 9...a6!? I O.e5 �xe5 l l .�xf6 �xf6 1 2.fxe5 �xe5 se llega a una inte­ resante posición donde la pieza blanca debe valer más que los tres peones. 7... a6 8.�f4! (tomando bajo control la casílla d6 y amenazando eS) 8...e5 Casi única pero debilita seriamente d5, y la dama queda mal colocada en b6. A) 9.�e3 Y1/d8 1 O.g4 hay muchas otrasjugadas 1 O...h6 ( 1 O...d6 l l .g5 �g4 1 2.�c l y el caballo tiene problemas) 1 1 .f3 ( I I .l:!g 1 d6 1 2.h4 sería una alternativa a considerar) l l ...d6 1 2.Y1/d2 ( 1 2.�c4!?; 1 2.fla4!? �e6 1 3.�b6 !íb8 1 4.c4) 1 2...bS 1 3.0-0-0 �e6 1 4.f;lb l b4 I S.�S bxa3? 1 6.�b6+- Heymann­ Byhan, Leutersdorf op 200 l . 8) 9.�g5 natural y muy prometedor 9...�e7 1 o.�xf6 �xf6 I I .�S Y1/d8 1 2.Y1/f3 !? ( 1 2.�2 b5 1 3 .a4 !íb8 1 4.axb5 axbSoo Sión-8ellón, Cala Galdana 1 995 y las negras consiguieron obtener contrajuego) 1 2...d6 1 3.l:!d l ( 1 3.�f6 ;!;) 1 3...�gS 1 4.h4 �e7?! l S.�e7 f;lxe7 ( I S...Y1/xe7 l 6.Ylld3±) 1 6.�c4 �e6 1 7.�xe6 fxe6 1 8.!íh3 y las blancas tienen una fuerte iniciativa Filipek- 8ezsilko, Gent Masters 200 l . Tratar de impedir eS puede ser peor:
  • 37. 34 2.f'lj3 f'lc6 3.d4 cd4 4.f'ld4 ®b6 varios órdenes dejugadas 8...e5 y ahora: A) 9.'ltie3 ®d8 1 O.g4 ( 1 O.'ltie2;t) I O...d6 l l .l:i:gl h6 no es del todo claro. B) 9.�g5 ! d6 I O.'ltixf6 'ltixf6 ( I O...gxf6 es demasiado fea) l l .®xd6 'ltie6 1 2.®c5 ! y la compensación no parece suficiente. Una interesante idea, aunque la directa 9.e5!?, también promete una pequeña ventaja. Veamos: 9...fJe8 1 o.�d3 a6 1 1 .0-0 ®c7 1 2.l:i:e 1 g6 1 3.®d2 d6 14.exd6 'ltixd6 1 5.�xd6 ®xd6 1 6.l:i:ad l ®c7 1 7.f'le4±; Ljubojevic­ Panno, Viña del Mar 1 988. Muy evidente y sin embargo puede ser mejor la humilde 9...'ltixd6 I O.®xd6 fJe8, seguido de f5. Este alfil es sin duda el principal protagonista de la partida y de la variante. Ahora defiende t2 y el caballo de g4 queda "al aire". I O.®xg4?! 'ltixd6 l l .'ltid3 fJe5=. 10. . •fjge5 1 O...f'Jf6 l l .e5 y la posición del alfil en g3 es algo mejor. l l.f4 ®e3+ [ l l ...f'!g6 1 2.®d2 d6 1 3.0-o-O;t) 12.'ltie2 fJg6 1 2...fJg4 1 3.fJd2 ( 1 3.®d2!? seguida de o-0-0) 1 3...f5 14.f'lc4 ®d4 1 5.�xg4 ®xc4 1 6.'ltie2;l;; 1 2...fJc4? 1 3.'ltit2+-. 13.®d3! Forzando el paso al final que no sólo no es del gusto de Morozevich, sino que es muy precario para las negras con menos espacio y un caballo mal colocado en g6. 13. . •®xd3 14.�xd3 ;t a6 [ 1 4...d6!? 1 5.0-0-0 'ltid7] 1 5.0-0-0 f6?! [de nuevo es mejor 1 5...d6!?) 16.fJe2! Liberando al alfil de negras de la defensa de f4. De nuevo el alfil tendrá un papel muy activo en la diagonal g l­ a7. 16• • • b5 17.'ltif2 l:i:b8 18.g3! f'lh8! [ 1 8...d6 1 9.fJed4±] 19.l:i:d2 f'Jf7 20.l:i:hdl l:i:e8 [20...d6 2 I .fJed4±] 21.c3 Las blancas aumentan la presión poco a poco. Ahora ceden una casilla al alfil para abrir la línea de sus torres y trasladarlo a b3 después de que el caballo salte a c5. 21..• e5 22.c4± Aprovechando de inmediato la debilidad creada en la diagonal a2-g8. Otra forma de hacerlo era 22.'ltibl !?. 22...b4 [22...bxc4 23.'ltixc4 d6 (23 ...l:i:b7 24.fJc3±) 24.l:i:c2±] 23.a4 'ltif8?! [mejor 23...d6! 24.f5;t) 24.c5! [cede la casilla c4 al alfil] 24••• exf4 25.gxf4 d6 [ahora la liberación es
  • 38. 2.�j3 �6 3.d4 cd4 4.�4 Y!Jb6 varios órdenes dejugadas 35 imprescindible] 26.!lbl hS?! [Demasiado activo. 26...�g4 27.�a6 Hxe4 28.�d3 Hee8 29.:11g l �e6 30.�b5 ;t; 26...dxc5 27.�xc5;t] 27.:11cl± �b7 28.�c4 [28.�g3 ! h4 29.�f5±] 28•••:11xe4 29.�dS �7! [29 .. Jíee8 30.cxd6 �d8 3 I .d7 ±] 30.�xfi+ [30.�xe4 �xe4+ 3 t .wa2 ±] 30••• !lxti 31.cxd6 �dS 32.�cS �3+? [32...:11xe2 33.:11xe2 �xd6 34.:11d l ±] 33.bxc3 bxc3 34.:11xc3 :l!b4+ 3S.wa2 �e4 36.wa3 aS 37.�7! :118b7 38.�xf8 1-o Partida 5.02 Votava,J - Voloshin,L Chequia Equipos 1 999 t.e4 eS 2.�13 �6 3.d4 cxd4 4.�xd4 �f6 S.�3 Y!Jb6 (D) Algunos jugadores prefieren este orden para esquivar 6.�b5 que aquí es fuertemente contestada por 6...a6 y si 7.�e3 Y!Ja5. Ahora las blancas pueden tomarse las cosas con calma y traspo­ ner a lo que ya hemos analizado en la partida anterior, pero también pueden tomar el toro por los cuernos y tratar de refutar "del todo" este orden de jugadas con la continuación de la partida. 6.�e3! Y!Jxb2 La continuación por principio, pero también casi la única en vista de las siguientes variantes: 6..• �g4 7.�d5 fue3 8.fxe3 ! (se ha jugado mucho 8.�xb6 llevando a posiciones de doble filo, aunque sin necesidad porque 8.fxe3 da una gran ventaja) 8...Y!Ja5+ (8...Y!Jd8 9.�b5+-) 9.b4! �xb4 I O.�b3 ! fuc2+ l l .wf2+-. Las blancas ganan como mínimo una pieza. 6...�xd4 7.�xd4 Wa5 8.e5 �d5 9.�c4 �b6 I O.�b3±. 7.�bS Parece mucho más fuerte el otro salto: 7.�bS! Y!Jb4 8.�d2! l:Ib8 (8...fue4 9.a3 !+-; 8...Y!Ja5 9.�5+-) 9.l:Ib l Y!Ja5 I O.e5 ! ! (D) Esta jugada rompe la coordinación
  • 39. 36 2.f:Jj3 fJc-6 3.d4 cd4 4.f:Jd4 1/!Jb6 varios órdenes dejugadas defensiva entre las piezas negras y parece dar una ventaja casi decisiva. A) I O...f:Jg8 l l .�c4! fue5 ( l l ...g6 1 2.f:Jd5 Wa4 1 3.f:Jdc7+ wd8 1 4.�xf7+­ a6? 1 5.f:Je6+ dxe6 1 6.�a5#) 1 2.f:Jd5 1/!Ja4 I H�b4 1/!Ja5 14.f:Jdc7+ wd8 1 5.�xf7+-. B) I O...fue5 l i .I/!Je2! d6 ( l l ...f:Jfg4 1 2.h3+-) 1 2.f4 �g4 1 3.1/!Je3+-. 7• • • ®b4+ [7...wd8!?] s.�d2 ®a4! 9.f:Jc7+ Wd8 10.f:Jxc6+ Es algo mejor 1 O.f:Jxa8 f:Jxd4 ( I O...Wxd4? l l .�a5+! b6 1 2.1/!Jxd4 fud4 1 3.fub6 fuc2+ 1 4.Wd2 fual 1 5.fuc8+ wxc8 1 6.t;ia6+-) J I .t;id3 I/!Jc6 1 2.t;ie3 e5 1 3.0-0, que aún promete alguna inicia­ tiva a las blancas. tO...wxc7! 1 1.f:Jd4 wd8 l l ...e5! 1 2.f:Jb5+ wb8 favorece a las negras. 1 2.�bS I/!Ja3 13.eS f:Je4 14.e6 ®d6 1S.exd7 �d7 16.t;ixd7 Wxd7 17.6-0 eS 18.f:Jf3 f:Jxd2 19.f:Jxd2 t;ib4 20.1/!Je2 �xd2 21.�adl wc7 22.®xeS+ wc8 23.ftfel �xel Yz-Yz Partida 5.03 Anand,V - Kramnik,V Mainz play-off 2001 l.e4 eS 2.f:Jf3 f:Jc6 3.d4 cxd4 4.f:Jxd4 ®b6 S.f:Jb3 e6 6.M �b4 7.t;id2 f:Jf6 8.1/!Je2 (D) Realmente el orden de la partida fué el clásico: 5...f:Jf6 6.f:Jc3 e6 7.®e2 �b4 8.�d2. En principio nosotros sólo lle- garemos a esta posición por el orden alternativo, pero puesto que 7...�b4 es la respuesta más popular al plan de Adams, 7.1/!Je2 para cualquier lector curioso puede resultar bastante fácil, completar su repertorio echando una ojeada a las otras alternativas. De este modo tendría dos alternativas contra la variante ®b6 con poco esfuerzo. 8••. 0-0 9.a3 �e7 Las negras no desean ceder su importante alfil de casillas negras, pero la ventaja de desarrollo que obtienen si lo hacen es merecedora de una investigación: 9. ..�xc3 1 O.�xc3 c5 (única ante t;if6) I I .D-0-0 ftd8 (mere­ cedora de una admiración en su debut, pero luego se ha empleado en muy pocas partidas. La alternativa es: l l ...d6 1 2.fud6 f:Jd4 1 3.t;ixd4! I/!Jxd6 1 4.�c5 I/!Jc7 1 5.�f8 wxf8;!;; Ivanov­ Yermolinsky, USA 2000. Las negras han obtenido cierta compensación por el peón) 1 2.f3 (Nijboer-Piket, Amsterdam 200 l . Es interesante
  • 40. 2.�3 fr6 3.d4 cd4 4.�4 ®b6 varios órdenes dejugadas 37 1 2.!!d6 ®c7 1 3.!!xf6 gxf6 14.®g4+ wh8 1 5.®h4 d6 1 6.®xf6+ wg8 1 7.®g5+ wh8 1 8.f4 ®e7 1 9.®xe7 i)xe7 20.fxe5 dxe5 2 1 .�xe5+ Wg8, con una posición dificil de valorar) 1 2...d5 1 3.exd5 i)xd5 J4.t;!ixe5! y aunque las negras tienen alguna compensación, sospecho que las blancas se mantienen. Por ejemplo: 14...�f5 1 5.i)d4 !!e8 1 6.i)xf5 !!xe5 1 7.®c4 !!xf5 1 8.!!xd5 fud5 ( 1 8...i)a5 1 9.®b5 !!xd5 20.®xd5 es similar) 1 9.®xd5 !!d8 20.®e4 ®f2 2 J .t;!id3±. IO.o-o-o d6 Seguramente es mejor 1 O.. .d5 ! . Ahora las blancas pueden elegir entre dejar a su rival con un peón aislado, en cuyo caso está muy activo, y tomar espacio con l l .e5, pero en ambos casos las negras lo han hecho bien: A) l l .exd5 i)xd5 1 2.fud5 exd5 1 3.�c3 �e6 1 4.®f3 :!Iac8= Motylev­ Polgar, Ohrid 2002. B) l l .e5 �7 1 2.f4 a6 1 3.®h5 f5 14.t;!id3 i)d4oo Mulgyar-Yennolinsky USA 2002. l l.g4 [La idea básica del plan con ®e2] l l...a6 12.g5 i)d7 13.h4 ®c7 14.f4 {D) Los peones blancos corren al encuentro de la fortaleza enemiga y aunque las negras aprovechan bien el punto de contacto en b4, el daño causa­ do por los atacantes blancos es más peligroso. E .t. E é � ' � "' j_ ' ' ' ' "' ' ' 14••• b5 IS.IiYbl b4 16.axb4 i)xb4 17.f5! [ 1 7.®c4!?] 17...!!b8 18.�4 exf5 19.exf5 �S 20.t;!ih3 [20.f6!?] 20...He8 21.g6 hxg6 2 l ...�f6!? 22.gxh7 Wh8 23.�4 �4 24.c3 �b7oo. 22.�xe5 dxeS 23.fxg6 Las negras caen debido a la clásica debilidad en las casillas blancas. 23...fxg6 24.hS! �f5? 24...g5! 25.h6 g6 26.�xc8 !!exc8 27.h7+ wh8 28.®e4�; 24...�xh3 25.!!xh3 g5 26.h6 g6 27.�5 fud5 28.:!:lxd5± 25.hxg6!! �xh3 [25 ...�xc2+ 26.®xc2! fuc2 27.�e6+ wf8 28.lTh8#] 26.:!:lxh3 [26.®h5 !] 26...t;!ig5 27.�4 t;!if4 28.i)bc5 1-0
  • 41. 38 2.f'lj3 �6 3.d4 cd4 4.�4 ®b6 varios órdenes dejugadas Estadística: Sobre una base de 3200 partidas las negras obtienen en la variante ll1lb6 un exce­ lente 50% de los puntos. En la variante 6.a3 recomendada la estadística no es relevante al basarse sobre 1 20 partidas con un resultado del 57%. La variante 6.®e2 sobre 1 00 partidas obtiene un 6 1 %. Esquema Resumen: l .e4 eS 2.f'Jf3 f'Jc6 3.d4 cxd4 4.f'Jxd4 Wb6 5.f'Jb3 - 5...e6 6.fr3 �b4 7.�d2 f'Jf6 8.We2 Queda mucho para la investigación ;!; - 5...e6 6.fr3 �b4 7.�d2 f'Jf6 8.�d3 Una idea nueva interesante ;!; 5•.•f'Jf6 6.f'Jc3 e6 7.a3 y ahora: - 7...a6 7.�f4 Las negras tienen muchos problemas ± - 7. ..�e7 7.�f4 Las blancas tienen una posición más libre ;!; - 7...Wc7 7.�g5 Queda terreno para investigar ;!; 4•.•f'Jf6 5.f'Jc3 ®b6 6.�e3! La posición negra es muy delicada ±
  • 42. , CAPITULO 6 1.e4 eS 2.�f3 �c6 3.d4 cd4 4.�d4 g6 Variante del Dragón Acelerado Valoración **** � .t 'iV é .t � � i i i i i i � La variante del Dragón Acelerado, que algunas fuentes denominan varian­ te Simagin, está firmemente asentada entre las líneas principales de la Siciliana. Se admite generalmente que resulta más sana que el Dragón Clásico y que ofrece excelentes perspectivas para jugar a ganar con las piezas negras. Además su sencillez estratégi­ ca, la hace más "simpática" que otras variantes principales como la Pelikan o la Najdorf. Por estos motivos forma parte del repertorio de jugadores nove­ les y también de grandes maestros y seguramente el lector se enfrentará a ella en multitud de ocasiones. La variante que recomiendo para comba­ tirla es la más coherente con el resto del repertorio propuesto en el libro. Aunque la formación Maroczy es considerado el "coco" del dragón acelerado. las expectativas de conse­ guir ventaja con la variante propuesta son similares y además presenta la ventaja de trasponer a la variante propuesta contra el Dragón clásico, o simplemente de jugar posiciones simi­ lares, con el consiguiente ahorro de esfuerzos en la preparación. Historia El Dragón Acelerado apareció con fuerza en la década de los 40 como res­ puesta al éxito del ataque Rauzer con­ tra el Dragón clásico y su principal valedor fue el maestro soviético Simagin. Se pueden encontrar muchas partidas de jugadores destacados, sobre todo Lasker, desde aproximadamente el año 1 900. Entre los grandes campeones sólo Botvinnik y de vez en cuando Petrosian, lo incluyeron en su reperto­ rio. A partir de la década de los 60 ó 70, el Dragón Acelerado se convirtió en una variante muy popular, pero no fonnó parte del repertorio de los gran-
  • 43. 40 2.fy3 �:6 3.d4 cd4 4.0d4 g6 Variante del Dragón Acelerado des campeones ni apareció en las batallas definitivas por el título mun­ dial, de modo realmente curioso. La explicación debe ser que la fonnación Maroczy reduce a las negras a unjuego pasivo sí el jugador de blancas es un gran estratega. Actualmente Tiviakov es el defen­ sor acérrimo del campo negro. aunque jugadores de primera fila como Shirov o lvanchuk la emplean de vez en cuan­ do. Ideas Es bien conocido que la principal idea del Dragón Acelerado es evitar el peligroso Ataque Rauzer, lo cual se logra sólo a medias si las blancas insis­ ten en seguir los senderos de la varian­ te principal. En muchas otras trasposi­ ciones al Dragón, las negras hacen uso del movimiento d7-d5 ahorrándose un tiempo sobre las variantes clásicas. En el resto de cuestiones las ideas de las negras son las mismas que en el Dragón, el alfil de casillas negras es protagonista del juego tanto para bien como para mal, defiende a su rey y puede dejar las casillas negras muy debilitadas si es cambiado; apunta al flanco de dama que se convierte en el territorio del ataque negro. Muy a menudo el alfil se complementa con el juego por la columna e, el uso de la casilla c4 para el caballo y el clásico ataque de minorías siciliano, es decir el avance del peón b. Los trucos tácticos en la diagonal a7-g l deben tenerse en cuenta a menudo. Partida 6.01 De la Villa - Ponomariov Guardamar 1997 I.e4 eS 2.M �6 3.d4 cxd4 4.�xd4 g6 La posición básica que vamos a analizar en este capítulo. La variante principal y la que vamos a estudiar. No sostengo que sea mejor que la popular fonnación Maroczy. que se alcanza con 5.c4, y que también da a las blancas perspecti­ vas de luchar por la ventaja, pero la he elegido por estar más en annonia con el resto de variantes estudiadas en el libro. 5. • •flf6?! (D) l. .t if • .t l. i i i i i i A)¡) AJl) i Una variante dudosa que da a las blancas la elección entre trasponer a lo nonnal o "castigarla" con e5. Jugada que aquí no tiene ningún sentido, pero
  • 44. 2.�3 �6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado 41 si tiene en el orden 4...�f6 S.�c3 g6, ya que evita la formación Maroczy, y ese fue el orden real de esta partida. Más exacta aún es 6.0c4! evitando así la variante �S que no es del todo estúpida. Las negras no tienen mejor jugada que trasponer porque si 6...d6?! 7.�xc6 bxc6 8.eS !± dxeS?? 9.0xf7+-, es una celada que todos conocemos desde niños. 6• . . bxc6 Las negras tienen una alternativa modesta y poco conocida en 6...dxc6, pero lo cierto es que las blancas tienen un duro trabajo si quieren obtener algo más que una ventaja testimonial. Veamos: 7.®d8 Yd8 8.0c4 {j;_g7 (8 ...Ye8 puede ser esquivada jugando el orden 6.0c4! y es un argumento más a su favor) 9.f4 bS I 0.0d3 eS I I .ü-0 �7 1 2.fS con una ligera ventaja, lvanov­ Shabanov, URSS 1 986. 7.e5 �8 Como ya hemos señalado existe la variante 7...�S!? pero no vamos a profundizar en ella porque puede evi­ tarsejugando 6.0c4. Esta es la continuación más común. En el caso de 8...1WaS las blancas pue­ den entregar el peón con 9.0-0 pero no vamos a profundizar mucho en esta interesante entrega puesto que también pueden trasponer a la variante que recomendamos contra 8...0g7 jugando 9.0f4. La variante 9.®f3 es también muy prometedora, pero he elegido esta por su sencillez. 9...®a5 IO.'Wf3 Aquí también es posible jugar la continuación 1 0.0-0 (j;_xeS 1 1 .r;;.xeS ®xeS 1 2Jl:e 1 ®g7 pero las negras pueden ofrecer una tenaz resistencia con su peón de ventaja. La jugada de la partida les deja muy pocas opciones. 10...0xe5 La especialidad de Ponomariov durante algunos años pero la abandonó, naturalmente, al empezar a encontrarse con rivales más peligrosos. Las otras jugadas son incluso peores: IO...f6?! I l .e6! dS 1 2.�bS! cxbS 1 3.®xdS ®b6 1 4.®xa8 ®xe6+ I S.0e3+­ Macieja-Ponomariov, Zagan 1 997. IO. . .e6?! 1 1 .0-0 ( 1 1 .0-0-0!? es igualmente eficaz) 1 l ...�xeS 1 2.b4! ®c7 1 3.�bS ®b8 ( 1 3...cxbS 14.0xeS 0b7 1 5.0xc7 0xf3 1 6.�xbS+-) 14.0xeS ®xeS 1 S.f!:fe 1 ®b8 1 6.i:rad1 dS 1 7.0xdS! ! cxdS 1 8.®xdS 1Yf8 1 9.®cS+ Yg7 20.i:rd8 �f6 2 1 Jhh8 �7 22.®c3+ eS 23.i:re8 ®xbS 24.l:r8xeS y las negras abandonaron. Palac-Rausis, Kastel 1 988.
  • 45. 42 2.�3 ilc6 3.d4 cd4 4.f::xl4 g6 Variante del Dragón Acelerado J J.�xt7+! Naturalmente las blancas no querían entregar un peón. Con esta sencilla maniobra consiguen una con­ siderable iniciativa y el juego de las negras carece de perspectivas. 1 J...wxti 12.(;t¿xe5+ ilf6 13.®f4! Esta fue la novedad en esta partida. Anteriormente Ponomariov habia logrado entablar la seca posición que se produce tras 1 3.�xf6 exf6 14.o-O±. 13...d5 Una jugada con virtudes prácticas. Las negras admiten su mala posición pero tratan de poner una barrera por las casillas blancas y reducen todo su contrajuego a la columna "b". La ven­ taja blanca no está en duda. 13...g5!? es un intento de cambiar el signo de los acontecimientos y lleva a posiciones menos definidas pero las blancas no pueden quejarse. 1 4.®xg5 ( 1 4.®c4+ Wg7 1 5.f4!? con ataque) 14 .. .l1g8 1 5.®e3 !i:xg2 1 6.0-0-0±; 13...d6? 1 4.�xf6 exf6 1 5.0-0-0+-; 13...!1:18 14.o-O-O c;!;lg8 1 5.Hhe l ±. 14.6-0-0 �5 15.t3! Mejor que ganar calidad por medio de 1 5.g4 ilxg4 1 6.�xh8 !i:xh8 con algún contrajuego. 15...b5 16.!i:be1 Ahora la opción de ganar calidad es mucho más prometedora 1 6.g4!? hxg4 1 7.fxg4 fug4 1 8.�xh8 !i:xh8 1 9.h3 ilf6 20.h4±. 16...®b6 17.g4! Era razonable mantener la presión con 1 7.h4!? con una clara ventaja. 17...bxg4 18.(;t¿xf6 exf6 19.fxg4 �e6 20.g5 (D) .i. .i. i • iV i .t i i i � 'iV � � � � � � 1:. 1:. Muy aparente, las casillas negras quedan hechas un colador y aún así, la posición se sostiene. 20...� 2J.gxf6 !i:ae8 22.!i:e7+?! [22.®d6!±] 22...!i:xe7 23.fxe7 HeS 24.!i:e1 !i:xe7 25.!i:xe7+ 1!7xe7 26.b3;;!; Mejor estructura y el equipo ®+il. La posición blanca resulta más prome­ tedora, pero la presión en c2 limita sus posibilidades. 26...®gl+ 27.c;!;lb2 1!7d7 28.®e5?!
  • 46. 2.f13 flc6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado 43 28.�4! Buscando el ataque combi­ nado de ®ffi, a través de la casilla c5, y abandonando el peón de c2 si es necesario, era el último intento peli­ groso. Ahora las negras pueden mante­ nerse. 28...®g2 29.�5+ <;9c8 30.<;9a3 ! 1Wxc2 3 1 .®d6 ®e 1 + 32.<;9a4. 28..• ®f2!= 29.®g7+ <;9e6 30.®g8+ <;9f6 3l.®d8+ <;9g7 32.®e7+ c;!;>h6 33.fle2 �g4 34.�3 ®xh2 35.®e3+ gS 36.1We5 1Wf2 37.®b8 Pg6 38.1Wg8+ c;!;>h6 39.®h8+ <;9g6 40.®g8+ <;9h6 4l.®h8+ Yz-Yz Partida 6.02 Tukmakov,V - Kaplan,J Madrid 1973 l.e4 eS 2.flf3 flc6 3.d4 cxd4 4.flxd4 g6 S.flc3 �g7 6.�e3 (D) Unajugada más adelante en nuestra expedición al interior del Dragón Acelerado. Las negras responden casi invariablemente con la jugada de la partida, pero consideraremos algunas alternativas menores. 6• . . d6!? Es una forma interesante de trasponer al Dragón normal, habiendo evitado variantes "molestas" como 3.�b5 jaque, o 4.®d4, etc. No se me ocurre nada mejor que trasponer a las variantes recomendadas por medio de 7.�c4, 7.f3 o 7.®d2. 6...flh6?! El caballo está muy mal colocado aquí 7.f3 d6 (7...ü-O? 8.fuc6 dxc6 9.®c l +-) 8.fuc6 bxc6 9.®d2 flg8 I O.�c4±. 6• . . ®a5?! Se ha jugado a menudo pero tiene escaso sentido 7.flb3 ! ®d8 (7...�xc3+ 8.bxc3 1Wxc3+ 9.�d2 es demasiado arriesgado) 8.�e2 y las blancas tienen un tiempo más sobre las variantes clásicas. 6• . . a6? Tiene un aspecto horrible, pero es la alternativa más empleada entre las no oficiales (más de 1 00 partidas en mi base de datos) y sin embargo después de 7.fld5! la posición negra se viene abajo. 6. • • e6?! Otra variante alternativa antiposicional extrañamente popular HJdb5±. 7...8-0 Es la línea principal y se analiza en la partida 6.04 y siguientes. 7...®a5 Es relativamente popular, para evitar 0-0-0 y se analiza en la partida 6.03. 7...a6?! 8.flxc6 bxc6 9.e5 flg8 1 0.®f3 ! f6 1 1 .0-0-0 con una aplastan­ te ventaja en desarrollo y actividad. 7...fla5 Una jugada que tendría mucha lógica si no existiese un motivo
  • 47. 44 2.�3 �6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado concreto: 8.�xn+! . Las retiradas del alfil justifican la idea de �5. mientras que esta jugada desorganiza la posición negra, aunque no es una refutación total. 8...<i>xn 9.e5 �4 (la única juga­ da que ha conseguido cierto éxito, aunque d5 nos puede llevar a las mis­ mas posiciones 9...d5 I O.exf6 �xf6 l l .®f3 e6?! 1 2.0-0-0 Wg7 1 3.h4 ±) 1 0.exf6 �xf6 l l .®f3 ( l l .®e2!?) 1 J ...d5 ( 1 l ...Wg7 1 2.�d5 �xb2 1 3.fuf6 exf6 1 4.0-0�) 1 2.�g5 ( 1 2.�xd5? �e5 ! 1 3.®e4 �f5!-+) 1 2...e6 1 3.ü-O-O;l;. 7. . • ®b6?! Esta j ugada plantea ciertos problemas tácticos y no ha sido refutada. 8.0-0! Mi propuesta, basada en que las dos capturas de peón son falsas: 8...®xb2?! (8...�xe4?? 9.�f5 ®xb2 I O.�xg7+ wf8 l l .�xe4+-) 9.�b5 ®b4 1 0.�7+ wd8 J l .fua8 ®xc4 1 2.�xc6+ bxc6 13.�xa7±. 7. . .®c7 8.�b3 a6 9.f3 b5 I O.®d2 �b7 J I .Q-0-0 0-0 1 2.h4±; Pilnik­ Rubinetti, Buenos Aires 1 964. 7. . .�5 Otrajugada poco conocida y llena de veneno. 8.�e2! (es mucho más frecuente 8.�b3 �g4 9.�g5 ®a5 que obliga a las blancas a decisiones heroi­ cas) 8...d6 (8...d5 9.exd5 �xd5 J O.�b5±) 9.h3! 0-0 I O.®d2 a6 l l .f4± Koskinen-Louhivaara, FIN-chT 1 998. 8.f3 ®b6?! Una continuación ambiciosa. ctual­ mente en desuso, que prácticamente obliga a las blancas a entregar un peón. Es la única que da cierta independencia a la línea 7...d6. 8. . • o-o Traspone al Dragón normal. 8. • .�d7 Otra jugada que también acaba trasponiendo al Dragón. 8. • .�d7?! Es una idea recurrente en el Dragón y en toda la Siciliana, que intenta coordinar la acción de los dos caballos sobre la casilla c4, pero parece poco inspirado iniciar la maniobra antes de que la dama blanca se situe en d2. 9.�b3 ! �b6 IO.h4 �5?! ( 1 o...h5 1 l .�d5 �xd5 1 2.exd5;!;) l l .®d3 ! �xb3 1 2.axb3 (demasiados movimientos de caballo para acabar sin perspectivas en b6) 1 2...0-0 1 3.h5 d5 1 4.�e2 �e6 1 5.o-o-o fec8 16.hxg6 fxg6 1 7.�d4 dxe4 1 8.®e3 �xd4 1 9.fud4 ®d7 20.®h6 Ern 2 l .fue4 1 -0 Gheorghiu-Garcia, Tel Aviv 1 964. 8...®a5 Es poco elástica; las blancas pueden buscar la trasposición mediante 9.®d2 o intentar aprovechar el orden negro con otra jugada. 8•.•a6 Es una jugada muy frecuente en estas posiciones, pero imposible de encontrar a nivel magistral. Las blancas no deben preocuparse y seguir con sus planes habituales, con la convicción de que la jugada de las negras será muy poco útil en la carrera de ataques. 9.®d2 ;!;. 9.�f5! Las blancas están obligadas a entrar en las complicaciones. Se ha intentado simplificar la tarea con 9.�b5 pero no se obtiene nada después de 9...®c7=. 9.. .®xb2 10.fug7+ 1Yf8 1 1 .�5 Se ha recomendado y jugado l l .IYd2!? pero la jugada de la partida es mucho más natural y mejor.
  • 48. 2.fj3 �6 3.d4 cd4 4/i:xi4 g6 Variante del Dragón Acelerado 45 l l. . .�xdS 12.ífixd5 También aquí se ha especulado con las complicaciones salvajes que se producen después de 1 2.®xd5?!, pero una vez más no resulta necesario ni económico profundizar en esta varian­ te. 1 2...®xa l + 13.wt2 ®f6oc. 12•.. i>xg7 13.0-o ®c3 14.®cl (D) .i .t ' ' � · (# Ji. � 'iV � � � � � � Í1 � .:1 � Es mi recomendación, aunque sos­ pecho que la alternativa 14.l:Ie l es de valor similar 1 4...®a5 ( 1 4...f6!?) 1 5.®c l h5 1 6.®b2+ f6 1 7.l:Iad l ±. La posición del diagrama se puede considerar básica para la valoración de este sistema. La debilidad de las casi­ llas negras es crónica y las piezas blancas son muy activas. Por lo demás la posición negra es sólida y una tenta­ ción para jugadores con un estilo detem1inado. Actualmente con los análisis deta­ llados realizados por ordenador, me parece cuestión de tiempo y moda que esta variante se discuta más a menudo y a un nivel más alto. De todos modos, en una partida práctica, yo me sentiría más cómodo con las blancas. 14. • . h5 14• • . h6 Parece la única alternativa lógica, porque permitir la instalación del alfil blanco en h6 resultaría muy molesto. 1 5.l:Ib1 f6 1 6.l:Ib3 ®a5 1 7.®b2 (l:Ib7 es una amenaza) 1 7...®c7 1 8.f4 l:Ib8 1 9.e5 dxe5 20.�xc6 ®xc6 2 l .fxe5 la compensación blanca vale más que un peón. 2 1 ...l:If8 (2 l ...f.5 22.e6+ wg8 23.®e5 l:Ia8 24.ífid4 l:Ih7 25.®xf5!+-) 22.exf6+ exf6 23.l:Ic3 ®e8 24.l:Ic7+ ífid7 25.ífixa7 l:Ic8 26.®xb7 (26.l:Ixb7!±) 26...l:Ixc7 27.®xc7 'fl.f7 (Gulko­ Steinberg, USSR 1 967) y ahora con 28.®c3 ! las blancas mantendrían una cierta ventaja. IS.l:Ib1 ®as 15• . •e6?! Parece claramente mala 1 6J::tb3 ®a5 1 7.®b2+ wh7 1 8.®f6! ®c7 1 9.ífixc6 bxc6 20.f4+-. En cambio podria ser la alternativa crítica 15. • . f6!? 1 6.l:Ib3 ®a5 1 7.®b2 ®c7 1 8.f4 l:If8 1 9.f5!? Aprovechando la debilidad creada por h5. Algunas parti­ das han seguido el modelo de la Gulko-Steinberg de la variante 1 4...h6 y en ese caso el juego y la valoración son las mismas que con el peón en h6. ( 1 9.e5!?) 1 9...�5 20.fxg6 ®d8 2 1 .c4 (2 l .�xb7 ya es suficiente para alguna ventaja) 2 l ...�d7 22.®c 1 !+- Mecking­ Deze, Vrsac 1 97 1 . 16.c4
  • 49. 46 2.�/3 fr6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado El peón aislado también participa en la destrucción de la fortaleza negra. Es una buena continuación, pero no la única prometedora: 1 6.f4 f6 1 7.ffi>3 ®c7 1 8.®b2�. traspone a líneas ya comentadas anteriormente. 16. . •e6? Esto desmantela la defensa a través de las casillas negras y a partir de aquí no se puede discutir que la ventaja blanca es enorme. Busquemos otras alternativas: 16...®c7 1 7.c5 dxc5 1 8.®xc5 �d7 1 9.f4�; 16...f6 1 7.c5 ( 1 7Jld l !?; 1 7.f4 son más ambiciosas) 1 7...dxc5 1 8.®xc5 ®xc5 1 9.t;ixc5;!;. 17.t;ixc6 bxc6 18.cS!± dS?! 1 8...t;ia6 1 9.�d 1 d5 20.t;id4+ f6 2 1 .e5 f5 22.®g5 es muy dificil de defender. 19.�d4+ f6 20.f4! �f8 20...dxe4? 2 J .t;ixf6+!+-; 20...�a6 2 1 .�f3 ®xa2 22.�fb3 dxe4 23.®c3+- 21.exdS 2 1 .e5 f5 22.l:U2 seguido de �fb2 es una alternativa que deja a las negras sin contrajuego. 21...cxdS 22.®c2 ®c7 23.�0 �a6 24.�g3 ®17 2SJla3 �c8 26.c6+- [Si las negras se están quietas seguirá ftab3 y !Th7] 26...eS 27.fxeS t;ifS 28.exf6+ 'iilg8 29.®c1 t;ixbl 30.®xbl ftfe8 [30...Hfc8 3 t .Hg3 'iilh7 32.Hg5! Hxc6 33.Hxh5+ Q;lg8 34.Hh6+-] 31.�b3! [3 1 .Hg3 fte4] 31...He4 32.Hb7 ®f8 33.ftg7+ ®xg7 34.fxg7 Hxd4 3S.c7 HeS 36.h3 [36.®b8+-] 36...ftc4 37.®b8 'iilf7 38.®xe8+ 1-o Partida 6.03 Anand,V - Van Wely,L Wijk aan Zee 1 999 l.e4 eS 2.M �6 3.00 g6 4.d4 cxd4 S.�xd4 �g7 6.�e3 �f6 7.�c4 ®aS (D) 1: .t • 1: .t. .t. .t. .t. .t. .t .t. � � · Una alternativa bastante popular que corta de raíz las intenciones blan­ cas de enrocar largo. El defecto es que permite al caballo blanco retirarse ganando tiempo y las blancas consi­ guen una versión algo mejorada de la variante clásica contra el Dragón. s.o-o! Necesaria para esquivar los múlti­ ples "trucos". Por ejemplo: 8.�b3? ®b4 y las blancas pierden un peón. 8.®d2? fue4 9.�xe4 ®xd2+ y de nuevo las
  • 50. 2.�3 fr6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado 41 blancas pierden un peón. 8.f3?! ®b4 9§2b3'?! (9.flxc6 bxc6oo) 9...flxe4! y otra vez las blancas pierden un peón. Una vez evitado el temido triple cero, las negras siguen su desarrollo normal, existiendo una alternativa "truquera", poco recomendable: 8. . .®b4?! 9.�b3 flxe4? coherente pero débil 1 0.fuc6! bxc6 l l .a3 ! flxc3 1 2.®f3 !+-. Intermedia terrorífica que mandaría a la lona al mismísimo George Foreman. Tampoco es el momento idóneo para 8. . •flg4 que tiene varias respuestas satisfactorias: 9.®xg4 (9.fld5 y 9.flb3 también son prometedoras) 9...flxd4 IO.®d l fle6 l l .®d3 o-o ( l l ...ctixc3 !?) 1 2.fld5± con terrible iniciativa. 8... d6 no tiene significado propio; 9.flb3 !. La retirada de la dama a esta casilla permite un tema, entre táctico y estratégico, que dificulta notablemente el desarrollo de las negras. Claro que la retirada a d8 habría regalado un tiempo a las blancas y a otros lugares no es posible ir. 9. . .®b4 da un buen resultado según mi base de datos, pero yo no me fiaría. I O.�d3 ®d6 l l .f4±; 9. ..®d8 I O.ctig5 a6 ( 1 O...d6 l l .�e 1;t) l l .a4 flb4 1 2.ctie2 d6 1 3.®d2 b6 14.a5±; Lupo­ Ceterski, cr. 1 998. 9. . .®h5 I O.ctie2+-. IO.�gS! (D) Esta jugada es la clave del tema blanco. Se impide la natural d6 debido a la amenaza ctif6 seguido de fld5, pero además dicha amenaza se planteará de forma directa después de f4. Las negras tienen que elegir entre jugadas poco adecuadas, y el resultado es una posi­ ción apretada, aunque todavía jugable. 10. . . a6 Es la opción más natural; se prepa­ ra b5 que además habilita un jaque en a7, lo que retrasa la amenaza blanca. La otra alternativa es: I O...a5 Obliga a las blancas a elegir entre ceder la casilla b4 al caballo negro o permitir la expulsión de su caballo pero ninguna de las dos cosas es preocupante. 1 1 .a3 ! ( l l .a4 flb4 1 2.ctie2 d6 1 3.fld4 seguido de flcb5 y c3 también garantiza una cómoda ventaja) l l ...a4 1 2.fld2 ®a5 1 3 .fld5 ( 1 3.�b5 !?, con las ideas ctia4 o flc4) 1 3...d6 1 4.c3 ( 1 4.fuf6+ exf6 1 5.�f4;t) 1 4...�e8 ( 1 4...ctie6!?) 1 5.flxf6+ exf6 1 6.ctie3 fle5 1 7.�d5;t; Kupreichik­ Veremeichik, Minsk 1 976 y las negras
  • 51. 48 2.�j3 fr6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado no tienen compensación por el deterio­ ro de su estructura de peones. l l.�e2 e6!? Elimina radicalmente el salto del caballo blanco, pero hace otras conce­ siones, sobre todo la debilidad de la casilla d6, que las blancas van a explo­ tar. En caso de l l...b5 la retirada pre­ via del alfil ha habilitado a las blancas para jugar 1 2.a4! con gran efecto 1 2...b4 1 3.�5 We5 es casi obligado entrar en las complicaciones ( 1 3...�xd5 1 4.exd5 We5 1 5.Wd2±; 1 3 ...Wd8 1 4.�xf6±) 1 4.�f4! Wxe4 1 5.�f3 Wc4 1 6.�g3 a5 1 7.�b6 ( 1 7.�e7+! es una alternativa segura si se percibe como poco clara la ganancia de calidad; 1 7...<iflh8 1 8.frel ±) 1 7...Wa6 1 8.�xa8 Wxa8 1 9.l:i:e 1 d5 20.�h4;:!;; Arizmendi­ Braga, Mislata op 2000. l l• • • h6?! Tampoco es una solución ya que el enroque negro queda dema­ siado expuesto. 1 2.�e3 b5 1 3.Wd2 Q;lh7 ( 1 3...b4 1 4.�5 We5 1 5.�xf6±) 1 4.a4 b4 1 5.�5 �d5 1 6.exd5 �5 1 7.�c5 d6 1 8.�xb4±. 12.Wd2! Previniendo el rápido avance d5 que podría liberar las piezas negras "de golpe". 1 2.a4?! d5 ! 1 3.�xf6 �xf6 1 4.exd5 �c3 ! 1 5.bxc3 exd5=. 12.•• b5 Ahora por el contrario 1 2...d5 se encuentra con 1 3.�f6 �f6 14.exd5 �xc3 1 5.Wxc3 con ventaja debido a la mejor estructura y a la posición con­ creta de las piezas para poder aprove­ charla. 13.a3 El desarrollo posterior de la partida es satisfactorio para las blancas, pero en este momento otra jugada muy prometedora es 1 3.�f4!? 13• . .l:i:b8 14.frfd1 Las negras intentan obtener algún contrajuego, aún a riesgo de debilitar su posición. Es una decisión lógica, en vista de lo problemático que resulta hacer cualquier cosa. 14••.b4?! [Si 14...�b7 1 5.�c5 !±; 14...l:i:d8 1 5.We3 d6 1 6.l::i:d2±] 15.axb4 fub4 16.�f4!± Finalmente las blancas han podido realizar la atractiva jugada cuando las negras no pueden interponer su caballo en e5 y están obligadas a concesiones posicionales más serias. 16.••e5 17.�g5! d6 Preparando el desarrollo del alfil a e6, la alternativa es sacarlo por b7: 1 7...�b7 1 8.�xf6 �xf6 1 9.�a5 �a8 20.�4±. 18.�a5 �e6 19.b3 Preparando el uso de la casilla c4. 19..•h6 20.�xf6 �xf6 21.�c4 �g5
  • 52. 2.$13 �6 3. d4 cd4 4.004 g6 Variante del Dragón Acelerado 49 22.®e2 �c8?! [Extraña retirada puesto que el peón de a6 no estaba amenaza­ do] 23.�S �xdS 24.�xdS :ilbS 2S.�c4 [Ahora el dominio posicional es aplas­ tante] 2S...wg7 26.�b2! Las blancas preparan el cambio de posiciones de sus piezas menores, mejor el caballo en d5 y el alfil en c4. 26• . . f5 27.�c4 HeS 28.�a4 :9:c6 29.M ®a7! 30.wht �h4 31.0 ®12 32.®d3 �gS 33.exf5 gxfS Para el resto de la partida, que se sale de nuestro tema, usamos los comentarios de Anand publicados en el lnformator. 33...�xf5 34.�4±. 34.�S [óa:fl ' f4�1 34•••f4 3S.:ild2? 35. �b4! :9:b6 36.®c3 ! (� �d5±} 36.. .®c5 37.�5 :9:c6 38.:9:35!±. 3S•••®cS 36.®e2 �e6! 37J�ddl aS;!; 38.:9:d2 [38Jb4!? �f5 39.:9:da l 1 38...�f7 39.®dt :ild8?! [39...e4? 40.fxe4 f3 4 1 .®xf3 ! (4 l .gxf3? �h5 42.:9:d3 ®f2! ) 4 1 . ..�xd2 (4 1 ...�xd5 42J;txd5+-) 42.®f6+ Wh7 43.�d3 !+-; 39...�g6 40.�3;1;; 39...�d8í1 40.:9:a4 Hcc8 41.�3! �g6 42.:9:dS ®e3 43.�2± �ti 44.:9:d3 ®b6 4S.�ti wxti 46.�3! �e7 47.�4 :9:g8? 48.c4? [48.�d6+ �xd6 49.:9:xd6 ®xd6 50.®xd6 :9:gd8 5 1 .:9:xf4!+-1 48. • • :9:g6 49.:9:a2 ®b4 SO.:ila4 'Wb6 St.:ildS :9:cg8 S2.:9:a2 a4 S3.bxa4 ®c6 S4.cS [54.®b3 :9:b8 55J1b5 !+-] S4•.• dxcS SS.:ilxeS :ild8 S6.®cl c4 57.h3 we8 S8.:9:e2 :9:d7 59.�S X'íc7 60.®xc4 1-0 Partida 6.04 Jaracz,P - Agdestein,S Cappelle la Grande 2001 l.e4 eS 2.�3 �6 3.�0 g6 4.d4 cxd4 5.�xd4 �g7 6.�e3 �f6 7.�c4 0-0 8.�b3 aS (D) � .t 'it' � · i i i i .t i � � · Aparte de d6, 8...a5 es la variante más popular, basada en una atractiva entrega de peón, después de 9.0 y en el salto mejorado a g4 en caso de 9.a4. Aunque ambas variantes son inte­ resantes para las blancas, la práctica de los últimos años se inclina por ignorar el avance lateral para aprovechar Juego Jos efectos creados en la posición negra. 9.0-0! Esta es mi recomendación. Es cier­ to que ahora las blancas renuncian a su plan más frecuente, basado en el 0-0- 0, pero Jo radical de la jugada 9...a5 Jo justifica con creces.
  • 53. SO 2.�}3 �6 3.d4 cd4 4.�4 g6 Variante del Dragón Acelerado 9...d6 Al principio la jugada preferida era 9...a4 pero luego las negras fueron comprobando lo desagradable de la posición resultante por culpa de los huecos creados en la columna b. Actualmente la jugada de la partida es la más popular, pero en mi opinión las debilidades en b6 y b5 no están sufi­ cientemente justificadas. Veamos: 9...a4 1 O.fua4 fue4 l l .�b5! (la debilidad de las casillas b5 y b6 queda al descubierto) con varias opciones: A) l l ...d6 1 2.�b6 ®d7 1 3 .Ite l ! ®f5 1 4.�7 l::rxa4 1 5.�xa4 �xb2 1 6.g4! (previamente recomendada por Nataf) 1 6...®e5 1 7.fl:b l �c3 (Kosmo-Hume, Espoo 2000) y ahora 1 8.f4! ®xf4 1 9.�5 ®e5 20.fl:xe4 ®xe4 2 l .fuc3±. 8) Se ha recomendado el sacrificio de calidad tras I I ...Itxa4, pero en mi opinión no es suficiente. 1 2.�xa4 �xb2 1 3J::!:b l �g7 1 4.f3 ®a5 1 5J,�b3 �3 1 6.fuc3 ®xc3 1 7.®e 1±; Bologan-Katz, Bastia op 1 998. C) l l ...Ita6 1 2.c4! (impidiendo d5) 1 2...d6 1 3.®e2 �f6 1 4.h3 ! y ahora impidiendo �g4. Las piezas blancas van tomando posiciones centrales y las negras están obligadas a una posición más pasiva. 1 4...�e6 1 5.l::rad l ®b8 1 6.�b6! fl:d8 ( 1 6...�7 1 7.fud7 �xd7 1 8.c5±) 1 7.�5!± Nataf-Balduan, Biel 1 999. 10.�b5! Las blancas evitan los cambios de piezas que aliviarían la posición negra y ocupan de inmediato uno de los puntos débiles. 1 O.h3 es jugable pero permite una reagrupación muy sólida. 1 O...fud4 l l .�xd4 �d7 1 2.a4 �c6 seguido de �7-c5. Lo normal es consultar al alfil. Tras 1o...a4 l l .fua4 fue4 se traspone al comentario de la jugada anterior. 10...�e6 elegida por Tiviakov, deja a las negras una posición muy pasiva. I I .h3 �7 1 2.l::re l �xb3 1 3.axb3 �5 14.®d2 b6 1 5.�h6±; Anand-Tiviakov, Bastia 200 1 . 1 1.c;¿gs l l .�d2, o incluso l l .�c 1 son alter­ nativas de valor similar, poco explora­ das por lo moderno de la variante. l l... h6 12.�d2 1 2.�h4 g5 1 3 .�g3 También es prometedor, aunque las negras tienen tantos huecos que es dificil ocuparlos todos. 12.. .wh7 13.h3 De acuerdo a los comentarios de Jaracz en lnformator esto sería más exacto que 1 3.a4 f5. 13...�ge5 14.a4 1 4.f4 immediatamente envía el caballo donde quiere ir, es decir a c5. 14 ...�7 1 5.�e3 �5.