La causa fundamental del cáncer no se conoce, pero se cree que involucra factores hereditarios y ambientales como el humo del tabaco. Mientras que un familiar con cáncer no significa que uno esté condenado, ciertas sustancias como compuestos industriales, gases de autos, y radiaciones pueden causar cáncer bajo circunstancias específicas. Los tratamientos comunes incluyen cirugía, radiación y quimioterapia, aunque las metástasis a menudo evaden la detección. La prevención a través de
1. ¿A qué se debe el cáncer?
La causa fundamental de los tumores malignos no se conoce; sin
embargo, se acepta en el medio científico que el cáncer
generalmente se desarrolla porque hay una susceptibilidad o
predisposición hereditaria a esa enfermedad, pero también puede
desencadenarlo algún factor precipitante como un virus o la
exposición prolongada al humo del tabaco.
Excepto en el caso de un raro tumor maligno del ojo llamado
retinoblastoma, el cáncer en sí mismo no es hereditario; es decir,
el que un familiar cercano lo haya padecido no significa que uno
esté condenado inexorablemente a esa enfermedad. Tampoco la
exposición a un agente cancerígeno conduce necesariamente al
cáncer ?véase si no cuántos fumadores empedernidos nunca han
desarrollado un tumor maligno? y si lo precipita, no puede decirse
que sea la causa directa. Probablemente los carcinógenos
favorezcan el proceso maligno sólo si son capaces de originar
ciertos cambios químicos en el interior de la célula, y a veces ni
aun así.
Hasta ahora los científicos han identificado unas dos docenas de
sustancias químicas que pueden causar cáncer en los seres
humanos bajo determinadas circunstancias. Esta lista, que
aumenta a medida que avanzan las investigaciones, incluye
compuestos que forman parte de los desechos industriales, de los
gases que emiten los coches, de los plaguicidas, de los materiales
de construcción y de los alimentos procesados. También se asocian
con el cáncer las radiaciones ?solares, de los rayos X y de armas
y plantas atómicas? y ciertos virus, aunque la mayoría de los
investigadores no creen que estos últimos sean un factor
importante para los seres humanos. En algunos procesos
malignos, sobre todo de los pechos y de la próstata, las hormonas
pueden ser uno de los agentes causales. Hay tumores, como los de
la boca y los labios, que a veces se desarrollan tras un largo
periodo de irritación crónica producida por una dentadura
postiza mal ajustada o por la boquilla caliente de una pipa.
2. ¿Cómo se trata el cáncer?
Los tratamientos habituales son la cirugía, la radiación y la
quimioterapia. Entre las nuevas técnicas quirúrgicas se
encuentran el rayo láser, que se puede enfocar con precisión sin
dañar las células sanas, y la criocirugía, que emplea el frío
como bisturí sin producir hemorragias, lo que reduce el riesgo de
que el cáncer se extienda a través del torrente sanguíneo.
Sería más fácil tratar y curar el cáncer si las células malignas
no tendieran a desprenderse del tumor y propagarse a puntos
distantes, donde forman metástasis que suelen quedar fuera del
alcance del bisturí del cirujano.
Una de las paradojas de esta enfermedad es que las mismas
radiaciones que pueden inducirla suelen servir también para
curarla. Los técnicos administran las radiaciones con un aparato
o implantando en el tumor agujas y cápsulas radiactivas.
La quimioterapia utiliza una combinación de medicamentos para
destruir las células cancerosas. Una de las novedades en este
campo es el empleo de antimetabolitos, sustancias similares a los
nutrientes celulares pero que en realidad obstaculizan el
metabolismo. También se han hallado antibióticos que interfieren
la síntesis de ADN; no se usan para curar infecciones, sino para
impedir la reproducción de las células tumorales. Antes los
investigadores tenían que estar probando medicamentos en busca
de anticancerígenos, ahora emplean computadoras para predecir
la eficacia de muchos fármacos en poco tiempo. El último
hallazgo son los anticuerpos monoclonales, defensas químicas
humanas creadas para un tumor específico y que se inyectan al
paciente. Estos métodos parecen promisorios, pero falta
comprobar su eficacia.
3. Prevención del cáncer
Es muy importante el hecho de que muchos de los agentes que se
consideran cancerígenos son manejables por el hombre. En este
sentido, al conocerse la relación entre un tipo de cáncer y un
factor determinado, podemos dirigir nuestra acción hacia la
eliminación del agente.
Con este fin se deben tomar medidas como las siguientes:
No fumar.
Evitar exponerse al sol por tiempo prolongado
(especialmente personas de piel blanca o sensible).
Mantener una adecuada higiene genital.
Controlar el consumo de bebidas alcohólicas. Evitar los
excesos de bebidas.
Una dieta adecuada, rica en fibras vegetales, frutas y
baja en grasas.
En los grupos de lato riesgo como lo son los trabajadores
de ciertas industrias, se deben tomar las precauciones
adecuadas para protegerlos y mantener un control
médico periódico.
Evitar la exposición a radiaciones (Rayos X, etc.) pues a la
larga pueden causar trastornos.
En sus primeros estudios se puede decir que el 50% de los tumores
malignos son curable, de aquí la importancia
dl diagnóstico precoz.
Las invasiones metastásica generalmente ocurren cuando el
tumor primario ya ha adquirido un tamaño considerable, ese lapso
de tiempo depende del tipo de tumor, algunos son de evolución muy
rápida como el cáncer del testículo, otros de diez o más años
(algunos tipos de cáncer de la tiroides); pero lo más frecuente es
que el tumor alcance su pleno desarrollo en un lapso de cinco
años.