Novena de Pentecostés con textos de san Juan Eudes
TERREMOTO DE 1950
1.
2. Quienes en ese entonces no pudieron mantenerse en pie
luego de los fuertes temblores originados en La Grita
(Venezuela), fueron testigos de la historia telúrica
nortesantandereana.
Más adelante, tres fuertes temblores destruyeron gran
parte de Arboledas, Cucutilla y Salazar de las Palmas.
Un hecho que difícilmente fue olvidado por los
pobladores de aquellos días.
3. La tierra comenzó a sacudirse el 8 de julio de 1950, dejando a
su paso destrucción, desolación, más de medio millón de
kilómetros cuadrados arruinados y aproximadamente a ocho
millones de personas conmocionadas.
El primero se registró a las 9:35 de la noche y fue
considerado el más fuerte. El segundo a las 10:28 de la noche
y el tercero, segundo en intensidad, se sintió a las 7:34 de la
mañana del otro día. Cada sacudida fue acompañada por
una serie de réplicas que empeoraron la situación.
4. Esa noche y la mañana del 9 de julio, hace 61 años,
fueron las más tenebrosas de los arboledanos,
porque mientras dormían la inclemencia de la
naturaleza los sorprendió y no obstante repitió
dichas sacudidas con toda la furia, en dos ocasiones
más.
Estos sismos hacen parte de los 13 movimientos
telúricos registrados en el mundo en aquella fecha,
y catalogados por la Oficina Central Internacional
de Sismología de Estrasburgo, como los más
poderosos de la época.
5. Aquí, los nortesantandereanos comenzaron a vivir el pánico
y la desconfianza que genera un fenómeno como ese,
aunque no fue tan devastador como el de Cúcuta en 1875.
Estos sismos con características de terremoto permanecerán
en la historia del departamento.
Arboledanos, salazareños y cucutillenses que presenciaron el
lamentable acontecimiento narraron a las nuevas
generaciones que el ruido de este movimiento ondulatorio
fue un ‘ronco bramido de la tierra, cavernoso y
ensordecedor’. Se trató de un aterrador momento en el que
solo tuvieron tiempo de huir, y ver como lo construido con
esmero caía a sus espaldas.
6. Sobre la duración de las vibraciones se
generaron varias hipótesis: que oscilaban entre
los 5 segundos y el minuto de tiempo, según
contaron sobrevivientes. Pero la versión del
párroco de la época, de 27 segundos, fue la
más respetada.
Muchas de las edificaciones de tapia pisada y
teja colapsaron ante la inclemencia de la
naturaleza. Parte del templo principal de
Arboledas, terminado de construir en 1940,
quedó destruido.
7. Las pérdidas se estimaron en 5 millones de pesos, que para la
época era una fortuna. En 500 se cifraron las viviendas parcial o
totalmente averiadas. La relación indicó que el número de
agricultores y cafeteros cuyas viviendas fueron destruidas se
aproximó a 159 en Arboledas, 109 en distintas veredas de
Cucutilla y 36 en Salazar de las Palmas, según reporte de la
Federación Nacional de Cafeteros.
Más de 100 muertos, 200 heridos, un total de 304 damnificados y
un monto que pudo ascender a los $12 millones en reparaciones
de iglesias, carreteras, edificios públicos, líneas telegráficas y
telefónicas y de los daños fuera de la zona epicentral, fueron las
consecuencias del sismo.
8. Hoy, después de múltiples análisis y varias
reuniones, se determinó que el terremoto de
Arboledas tuvo como epicentro el siguiente
punto: Longuitud 72º 47’W y Latitud 7º 38’ N.
Además, un estudio del instituto Geofísico de
los Andes mostró que el terremoto se dio
porque “uno o varios bloques gigantescos de la
cordillera se desplazaron para ajustarse a una
nueva posición de equilibrio, y ese ajuste
produjo las fuertes vibraciones”, así que la
causa fue tectónica.