1. 149542566040<br />Lo que nos cuenta hoy el Evangelio de la misa me recuerda un sucedido, quizás muy poco original, de mi primera juventud.<br />Era un grupo de universitarios. Visitaban el Louvre. Habían recorrido varias salas y estaban saturados de belleza. La señorita guía, que explicaba con ardor cada pintura, se sentía superior a todos. Gozaba subrayando los detalles luminosos de los cuadros. Mas cuando terminó su exposición suprema, tuvo el atrevimiento de decir a los muchachos: “¿Alguien quiere preguntarme alguna cosa?”.<br />Pagó muy cara su audacia. Porque uno de los universitarios respondió como si nada: “¿A qué hora almorzaremos?”. Y la señorita guía, como usted ya puede suponer, cayó en profunda depresión. Perdió todas las ganas de vivir, y dio por terminado el recorrido.<br />Le decía que hoy el Evangelio me recuerda esta pregunta del hambriento. Porque según cuenta San Lucas, uno de la multitud, mientras Jesús hablaba de servir a los demás, le pidió que interviniera para que su hermano repartiera la herencia con él.<br />Fue una pregunta, igual que la del joven en el Louvre, muy poco pertinente. Pero Jesús, a diferencia de la señorita guía, contestó sin inmutarse: “Hombre, ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre ustedes?”. Y en seguida añadió: “Estén alerta y guárdense de toda avaricia, pues aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes”.<br />No prohíbe Jesús que procuremos el bienestar imprescindible para la felicidad. Lo que trata de evitar es que los bienes materiales nos impidan ser felices. Y por eso aprovechó la interrupción para poner el ejemplo –la parábola que no se olvida– de un hombre rico, y a la vez escaso de cerebro, cuyos campos dieron mucho fruto.<br />Al ver este señor la magnitud de la cosecha, tomo la decisión de construir su propia almacenera. Y al soñar con su megaproyecto, dialogó consigo mismo de este modo: “Alma: tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe, pásalo bien”.<br />Decía que este rico andaba corto de cerebro, porque calculaba que podía ser feliz –él dijo: “pasarlo bien”– rascándose la panza, comiendo y descomiendo, bebiendo y desbebiendo. No sabía lo que todo mundo sabe, los bienes materiales en exceso no producen más que hastío. Solo el amar a Dios y a los demás por Dios puede hacer que lo pasemos verdaderamente bien, puede hacernos felices.<br />Además está el instante –como Jesús recuerda al relatar la muerte inesperada del almacenero– en que los bienes materiales no sirven para nada. “Lo que has preparado –le pregunta Dios al alma ante ya su inminente muerte– ¿para quién será?”.<br />Ese momento no puede minusvalorarse. Porque, como advirtió el poeta: “La ciencia más consumada/ es que el hombre en gracia acabe/ porque al fin de la jornada/ aquel que se salva, sabe/ y el que no, no sabe nada”. <br />PROYECCION DE LA POBLACION ECONOMICAMENTE ACTIVADEL ECUADOR DE 12 AÑOS Y MAS según grupo de edad y sexoAMBOS SEXOSHOMBRESMUJERESEDADES20072008200720082007200812 – 14181.672185.739109.381110.94472.29174.79415 – 19601.035606.383364.758365.944236.277240.43920 – 24921.270941.351537.921545.317383.349396.03425 – 29934.090959.976542.257552.370391.834407.60630 – 34851.773873.961494.851503.544356.921370.41735 – 39766.095788.326440.134448.584325.961339.74340 – 44669.413692.260384.412394.100285.001298.16045 – 49569.119590.933329.487338.793239.633252.14050 – 54474.882493.000272.408278.666202.473214.33455 – 59347.936374.094207.168219.791140.768154.30360 – 64237.518249.315146.703151.92990.81597.38665 y más363.570382.657230.453239.785133.116142.872TOTAL6.918.37471379954.059.9334.149.7662.858.4402.988.230Fuente: Universidad Central del Ecuador. Instituto Nacional de Estadística y Censos. Análisis y Proyección de la Población Económicamente Activa (PEA) del Ecuador<br />ORGANIGRAMA DE UNA EMPRESA<br />FORMULA CREADA:<br />σ2=12(CFt-CFm)2K<br />FORMULA INSERTADA:<br />fx=a0+n=1∞ancosnπxL+bnsinnπxL<br /> <br />