SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 123
Descargar para leer sin conexión
ll
Ir
I
Biblioteca de Bolsillo No 9
DLLA COLNCION DD
MINI LIBI(OS
LOS PROVERBIOS DEL
rÑEY SALOMÓN
1rr.o:isimo
librito que llerra
1años transformando
persorií;r s.
MIL JOYAS DE
sABipuRIA
Vfí frasesI
corrl,puestas
por los más
grand,"" sabios
I',t
PENSAMIENTOS
;LUMINOSOS
i BellÍsirnos.
,Tres para cada
:' ,dí^
del año.
libreria religiosa o enja
BIRLICO CATOLICO
ELIÉCER SÁLESMAI{
PEPITAS
DE
DIAMANTE
3a. Edición
30.000 Eiemplares
P
Tel.: 3725555 Fa>r: 3676054
APosToLADo B Ísl-rco CATóLrco
O Copyr¡ght
AposToLADo BísLtco Cnróuco
Cro. óo. No. 27-63 Sur PP Solesionos
Borrio 20 de Julio - Tel,: 3725555 Ext.: 2028
Fox: 3ól ó054 Bogotó D,C.
tsBN g5g-ó5 4-042-1
lmpreso en
EDITORIAL LECAT Ltdo.
Prlnted ln Colomblo
lmpreso en Colomblo
PARA ENVIOS AL EXTERIOR, HACER SUS PEDIDOS A:
HERNANDO NEIRA:
Correro 50 No. 52-126 Of. 405 - Tel .:251 8692
Fox: 5718552 - Medellín, Colornbio
PRÓIOGO,
En este l¡bro Pretendemos dar
nas motivaciones gue muevan
Personas a obrar mejor y a Ser
felices.
En Ia voluntad todo depende de las
motivaciones o móviles gue la
rnuevan a obrar. Cuando una perso-
na posee intensos motivos se vuelve
algu-
a las
más
Ca paz de realizar acciones importarl-
tes, mej ora Su modo de Ser Y Su vo-
luntad se vuelve enérgica. Pero si le
faltan motivos para obrar Ya no se
decide y su voluntad se va volviendo
mas déb¡|. En estas Páginas vamos a
dar fuertes motivos pues mientras
alguien tenga ideas emotivas Y
entusiasmantes en su mente, Posee-
ráenerg íaen su voluntad, serácapaz
de dominar sus impulsos indebidos y
logrará efectos admirables. Pero si
carece de eSaS ideas entusiasman-
tes, le llegará Ia abulia, que consiste
en un desgano para obrar, el Cual
debilita mucho la personal¡dad,
Ouien lea este librito va a encontrar
varias ideas muy entusiasmantes
que le Van ahacer mucho bien.
Todo depende de los motivos. Cuan-
do alguien desea obtener un fi n y tie-
ne motivos sufi cientes y seri os para
desearlo ya no le cuesta creer que sí
podrá conseguirlo.En esto todo de-
pende de los rnotivos que mueven a
obrar. Así sucede por ej emplo que
alguien es muy fuerte de voluntad en
un campo (por ej emplo el econórnico)
y muy déb¡l de voluntad en otro (por
ej emplo el moral) porque en el uno sí
tiene y siente fuertes motivos o móvi-
les para obrar y en el otro no. El fi n de
estas páginas es proporcionar fuer-
tes motivos para quienes desean vol-
verse mej ores.
Ouien obra con voluntad déb¡l y con
falta de energía, probablemente lo
que le sucede es que no tiene motiva-
ciones sufi cientemente fuertes y
entusiasmantes para obrar rnejor. El
aprender a valorar deb¡darnente lo
que mas nos conviene para nuestro
bien espiritual se convierte en un
resorte efi caz; que empuj a aobrar,en
una palanca poderosa que remueve
obstáculos, en una luzque ilumina el
camino y hace ver los peligros que
nos acech an y las buenas
posibil¡dades que nos esperan. Y eso
es lo que pretenden estas páginas.
D¡cen que,para no empobrecer el
espíritu hray que tener a mano
siempre un buen !¡bro y leer de vez
en cuando alguna de sus páginas, Es
la dosis de vitaminas espirituales que
necesita continuarnente nuestra al-
m a. La experi encia enseña que si no
existe un ideal de buen comporta-
rniento para tratar de obtenerlo, se
llega a baj ezas y miserias morales
rnuy degradantes, pero que si ese
ideal se reaviva con buenas lecturas,
la persona alcanza progresos admi-
rables. En este l¡brito se nos recuerda
lo que debemos llegar a ser y lo que
debemos evitar. Leámoslo con inte-
rés y bendeciremos a Dios por haber-
lo leído.
6
Gapitulo 1
UN DESTINO DEL CUAL
NADIE SE PUEDE LIBRAR
Profecía lnal entend¡da. La Barone-
sa Jokctam presentó un día a San
Juan Bosco su h¡j ito muy enfermizo.
El santo le dio Ia bendición y le anun-
ció. "El día tal, del mes X, el niño
estará mejor". La señora se fue feliz
pensando que en esa fecha quedaría
curado, pero exactamente en ese día
se murió el niño. Ella desconsolada
no quería ayud ar mas a don Bosco,
hasta que el canónigo Anfossi le d¡j o:
"El anuncio del sacerdote fue que en
ese día su hijo estaría mej or, lo cual
signifi ca que se fue a una vida mucho
mas feliz y hermosa que ésta". Ella
como si le hubieran quitado una ven-
da de los oj os, comprend¡ó la verdad
y dio gracias a Dios.
S¡ vemos la muerte como un paso a
una vida mas feliz y mas plena que
esta vida terrenal, ella perd erá mu-
cho de su terror y adquirirá u aspec-
to de esperanza porque no vamos a
desaparecer defi nitivamente, sino a
pasar a una existencia mucho mej or
que la actual.
Buena esperanza. San Ambrosio
mori bundo exclamaba. No temo la
muerte, porque tenemos un buen
D¡os, uh Padre que amoroso que nos
ama y nos comprende". San Agustín
al record ar esta expresión la alababa
porque le parecíaque lla era una de-
mostración de que lo que animaba a
San Ambrosio no era el creerse san-
to, sino el record ar lo bueno y amable
que es el Señor que nos va ajuzgar.
Es que el record ar aquella promesa
de Jesús uAquien ve ga a Mí, yo no
lo echaréfuera" anima mucho en los
momentos fi nales de Ia vid a.
Preguntas importantes: pregunte-
rnos a los rnuertos: "Si les qued ara un
día de vida en esta tierra: Lqué ha-
rían?" -lmaginemos la respuesta que
nos darían y tratemos de hacer eso
mismo ya que todavía estarnos vivos
en esta tierra.
Preguntémonos a nosotros mismos:
A la luz de mi muerte, Lqué amista-
des desearía haber tenido, y cuales
desearía no habertenido jamás? y no
olvidemos la copla antigua:
Mira que te mira D¡os.
Mira que te está mirando.
Mira que te has de morir.
Mira que no sabes cuando.
Un inventari o muy oportuno. AI
morir dej aremos muchos elementos,
cosas, personas, v?nidades, obj etos
inútiles, fal sas riquezas... Es suma-
mente provechoso ir haciendo desde
ahora un inventario de qué es im-
portante llevarnos entonces pa ra la
eternidad, y de qué nos debemos ir
desprendiendo desde ahora. Aquello
que a la hora de la muerte sintamos
alegría y consuelo por podernos ile-
var, conseruémoslo y aumentémoslo:
oraciones, lirnosnas, buenas obras,
lecturas p¡adosas, amistades santas,
actos de cari dad con los demás, p a-
ciencia en el sufri r, palabras prove-
chosas, silencios de lo que se debe
callar, buenos pensamientos, etc.
Pero de todo aquello que Ia hora de
partir para la eternidad, no sentire-
mos consuelo de haberl o tenido o
practicado, v? yamos despoj ándonos
desde ahora, por ej emplo de las
amistades pecaminosas, de las
malas costumbres, del vocabulario
indebido, de la tacañeríaen ayud ar al
necesitado, de los modos bruscos de
tratar a los demás, de la pésima
costumbre de murmurar o de rnentir,
de los gastos no necesarios y
ded¡cados a la vanidad, del deseo de
sobresalir etc. etc. De todo ello
tendríamos gran tristeza a la hora
fi nal si todavía nos acompañara, y
nos traería verguenza al presen-
tarnos ante el Juicio de D¡os; por eso
lo mejor será irlo dej ando a un lado
como algo inútil y dañoso, ahora que
tcdavía tenemos tiempo de despren-
dernos de esto que tanto rnal nos
puede traer.
Aviso alegre y no triste. Jesucristo
no es ningún aguafi estas. A su doctri-
na le puso un nombre muy bonito:
"Evangelio", que signifi ca: "alegre no-
ticia, buena noticia". Pero El habla de
la muerte como algo muy real y muy
cierto para cada person a, y en lo cual
hay que pensar seriamente, como
una realidad segurísima y cercan a, y
11
10
no como algo que es solarnente para
otros. Cristo quiere que nos prepare-
mos para la venida del Hijo del hom-
bre, la cual será como Ia llegada del
Iadrón nocturno, a la hora menos
pensada y del modo que menos
habíamos imaginado. Y nos pone
sobre aviso para que ella no nos
sorprenda sin estar preparados. Para
que a Ia hora de la muerte D¡os nos
encuentre en activo, para pagarnos
muy bien en la eternidad, y no en
pasivo, lo cual nos traería fuertes
sanciones de la Justicia D¡vin a.
Jesús repetía: nDichosos los quese
encuentren bien preparados, Oren
y estén alerta. A quien mas se le dió
mas se le pedirá".
Modos de morir. Muere el niño de
ocho años y el joven de 20, el hombre
adulto y la ancianita de ochenta. Po-
demos mori r en gracia y amistad de
Dios, o en pecado y llenos de deudas
con el D¡vino Ju ez. A la salida de Ia
iglesia o a la salida de un baile. Aquel
vecino murió del corazórl . El otro de
un derrame cerebral. Antier los que
viaj aban en un bus y ayer los que ¡ban
en un avión. Todos rnori remos de
repente, porque aun los que mueren
en la cama después de una larga en-
fermedad están convencidos de que
todavía no se van a mori r. Lo impor-
tante es estar preparados. No ha-
cer tonterías. S¡ pud¡érarnos mori r
dos veces nos podríamos dar el luj o
de mori r mal la pri mera, pero este pa-
pel no se repite. No se puede ensa-
yar.El Papa Pio Nono le regaló a al-
guien un anillo con este letrero: "Re-
cuerde que va a rnori r" y le aconse-
jó que lo leyera cada día. Oj alá nos
regalaran un anillo semej ante y lo le-
yéramos mañana tarde y noche.
12 13
Lo gue es perecer, Dos muchachas
vienen de un baile en una d¡scoteca
(donde todo está preparado técnica-
mente para hacer pecar a la gente
con toda facilidad) Cometen el error
de sacar la cabeza por la ventana del
bus para charl ar la una con la otra
(van en dos bancas seguidas) pasa
una volqueta a toda velocidad y les
arranca la cabeza. Aparte de lo trá-
gico del asunto, eso es Io que se !la-
ma "perec€f", osea terminar de una
manera desastrosa. Es lo que la B¡-
blia llama una muerte "pésimÍt". Es
que no es bonita una muerte repen-
tina después de pasar una noche en
un sitio en donde hay todas las facili-
dades para pecar. Como tampoco es
"bonita" sino mas bien trágica y "pési-
ma" la muerte del joven borracho que
se estrella y muere en su carro des-
pués de una noche de juerga.
Eso es lo que el evangelio llama "pe-
recer". Y Jesús anuncia: "Si ustedes,
No se co nvie rte n, todos pe receráfr',
o sea terminarán muy mal. Menos mal
que todavía tenemos tiempo de con-
vertirnos y de lograr terminar bien es-
ta vid a. Hoy si escuchamos el Ilamado
cie D¡os, ño hagamos oídos sordos.
Preparemos una muerte santa con
una vida llena de buenas obras.
Los cuatro del ataúd. Un santo muy
famoso de los últimos tiempos con-
templó en una visión que al sitio don-
de había un enorme grupo de gente
llegaban cuatro hombres llevando un
ataúd , y acercándose a alguien le d¡-
jeron. "acuéstese en este ataúd,pues
nos mandaron llevarlo". El se opon ía
y decía que no quería mori r todavía,
pero ellos lo obligaron a entrar en el
ataúd y se lo llevaror"l . El santo obser-
vó bien para fijarse quien era. Hizo
14 15
que un sacerdote Ie recomendara en
esos días que se confesara,y así lo
hizo. D¡ez días después, subiendo
por una escalera con otros tres lle-
vando un enorme bulto de catres me-
tál icos, Ios de adelante soltaron sin
querer los catres, éstos se vinieron
escal era abajo y mataron al hombre
del sueño. Menos mal que se había
prepa rado con buena confesión. lma-
ginemos: cuatro hombres misterio-
sos vienen al sitio donde estamos
ahora. Se colocan frente a mí. Me pi-
den que me acueste en el ataúd . ¿Es-
toy preparado para partir hacia la
eternidad? Si no estoy preparado,
pues¡¡. . a prepararme! Porque tarde o
temprano ésto me va a suceder. Y
quizás mas pronto que tarde.
"Al bri llar un relámpago nacimos-
y aun durasu fulgor cuando mori mos-
tan corto es el vivir (Bécquer)
PoCaS palabras que hayan conver-
tido a tantos pecadores, enfervori-
zado a tantos t¡bios, y despertado a
tantos pere ZoSoS Como esta:
"Muerte" (Millot)
Un lente muy especial. Con el lente
de la muerte, Cómo Se ven de
distintas las vanidades del mundo
que tanto atraen a la gente: Rique-
zas, honores, placeres, fama, como-
didades! Desde los ciri os que rodean
un ataúd, se puede ver que solo nos
llevamos al sepulcro un vestido para
que Se pudra allá con nuestro cuerpo
yamarchito.
De qué le podrán servir a un muerto
todos los mas elegantes m ármoles
de su tumba2 Nuevas generaciones
van llegando. A los que vivieron hace
cien años en nuestro barrio Lquien
los recuerd a? Dentro de cien años
Lquien se acord aráde nosotros? Nos
habremos ido tarnbién y nadie sabrá
16 17
por aquíque existimos. Pero e! alma
seguirá viviendo y estará recibiendo
su salari o. nPara fos que hicieron el
bien habrá gloria honory paz. Para
los que hicieron el mal, tristeza y
castigo vendrán'(S. B¡blia Roma-
nos 2) Por eso san Francisco Javier
repetía a ia gente: "en el mundo no
hay sino un solo bien: salvarse. Y un
solo mal: condenarse. Los males fí-
sicos sufridos con paciencia traen
salvaciól'l , y los bienes materi ales de-
d¡cados solo al egoísmo traen con-
denación".
Pri ncipios para recordar. La muerte
es un encuentro con e! amorosísimo
Padre Celestial. Para una persona
buena el día mas feltz de su vida no
es el de su grado o de su éxito comer-
cial o profesional, sino el día de su
muerte, porque es la fecha de su en-
cuentro con el Dios que tanto le ama y
tan grandes premios le va a conceder
(Brocardo)
* La muerte repenti na está ahora de
moda (Saravia)
Al hablar de la muerte hay que insistir
en que ella eS Sumamente Segura pa-
ra cada uno de nosotros. Porque eso
eS lo que tanta gente no Cree, y la ven
tan lej an a. S¡endo algo tan seguro y
tan decisivo no nos podemos dar el
luj o de no preparar ese momento.
DeSgraciadamente muchos y mu-
chas sabiendo que sí hay muerte y
eternidad, viven como si ellas no
existieran. Es que saben que existe,
pero no piensan en ello. Y eso eS
grave y dañoso (Salviano)
Por qué,a los cristianos les impre-
siona Ia muerte? Por la eternidad.
Porque después de ella solo hay dos
clases. Ios que se salvan y los que se
1B 19
condenan. Es necesario preguntarse
frecuentemente: ¿Me salvaré? ¿Me
condenaré?. S¡ me salvo, todo está
ganado. Si me Gondeno, todo está
perdido para siempre. Así que tengo
que comportarme cada día, como si
en este día me hubiera de mori r.
(Kempis)
Jesús, José y Mari a, que estos nom-
bres sean los que yo pronuncie al
mori r, para que llevando ese ramo de
olivo en mis labios sea recibido en el
Arca de salvación del Paraíso Eterno
(San Germán)
Santa Catalina al pens ar en la
muerte decía. "Seño[, no más
pecados, no más pecados!"
El Patriarca Job pensaba: "Polvo
soy, y en polvo rne habré de conver-
tir", y esto lo llevaba adarl e mas im-
portancia a Io del espíritu que a Io del
cuerpo.
San Carnilo se asomaba a las sepul-
turas y decía: "S¡ los muertos volvie-
ran a vivir Lqué no harían para
ganarse un buen puesto en la vida
etern a? Y yo que aun vivo en esta tie-
rra ¿qué haré para conseguir rni eter-
na salvación?
Hechos para reflexionar. Un mu-
chacho contaba: "Desde que un ca-
mión estranguló a mi compañero de
curso, yo pienso de Yez en cuando:
LYa le echarían gasolina al camión
que me va a matar a mi? -Y vivo en
gracia de D¡os, por si acaso.
* La muerte iguala a los cetros y a los
azadones (Horacio)
El hermano de Tomas de Kempis
20 21
construyó una casa muy hermosa y
se gloriaba de que allíiba a vivir para
siempre. Pero su hermano Ie d¡j o: "Su
casa es bella pero tiene un defecto"
-LCu ál? "Que tiene una puerta y por
ella tendrá que salir algún día, ya
muerto, para el cementerio. -Y ese
día no se llevará sino sus obras, las
buenas para recibir premio y las m a-
las para castigo. Todo lo demás ten-
drá que dej arlo para otros en la
tie rra" .
Considerémonos ya muertos. Y si Io
estuviéramos Lqué desearíamos ha-
ber hecho en Ia vid a? Pues a haCerlo
desde ya(San Lorenzo Justiniano)
Hay un l¡bro que impresions,
transfor a a quien lo !ee.
Su título es:
,,
P8fiP,tr.RÁC[ONi P,A ftLE tA
MUüRTf, Y IJh" ETtrRIVIDAD'U
22
De San Alfonso.
23
Capitulo 2
FINAL QUE GONVIENE
PREPARAR BIEN
Una puerta hacia la etern¡dad.
A una actriz de cine muy exitosa le
preg u ntaron los period ¡stas.
¿Ud. no siente vanid ad? y ella res-
pond¡ó. "Mi remedio para no enor-
gullecerme es pensar en la muerte
que me espera y en el Juicio que lle-
gará enseguida".
San Juan Bosco que llevó tantos jó-
venes a la santidad les decía: "P¡en-
sen cada noche: ¿Cuál será m¡ des-
tino eterno si me muero en esta no-
ch e? -No olviden nunca que en la
hora de Ia muerte se cosecha todo lo
que se ha sembrado y cultivado en Ia
vid a,lo bueno y lo malo. Dichosos los
que en el momento de Ia muerte se
encuentran con que han hecho mu-
chas obras buenas en la vida. Oué
alegría tan intensa tendrán entonces.
A la hora de la muerte se juzgan las
cosas de manera muy distinta a como
se juzgaban en medio de las pasio-
nes de esta tierra. Lo importante no es
saber cuando nos vamos a morir o co-
mo, sino prepararnos con muchas
buenas obras para que a la hora fi nal
no tengamos susto por la probable
condenac¡ón, sino gozo por el premio
eterno que vamos a recibir. Al mori r
sentiremos tristeza por haber perdido
el tiempo que habríamos podido em-
plear en ganar premios para Ia eter-
nidad. Y pensaremos: "r¡quezas, ho-
nores, placeres ¿de qué me servi-
rán? De nada me servirá lo que no
haya sino hecho para gloria de D¡os y
bien del prój imo". Estas palabras tan
sabias de un gran santo merecen que
las recordemos de vezen cuando.
24 25
Los tres amigos. Cuenta la fábula
que un hombre tenia tres amigos: las
r¡ quezas,los compañeros y sus bue-
nas obras. Les pid¡ó que al morir le
acornpañaran. Las r¡quezas Ie d¡j e-
ron "!o acompañaremos hasta su últ¡-
mo rnomento de vida". Los familiares
y amigos le añadieron: "nosotros lo
acornpañaremos hasta dej arlo en su
sepulcro en el cementeri o". Y las
obras buenas le prometieron:
"Nosotras le acompañaremos hasta
el trono de la Justicia D¡vina para
obtener que se le conceda premio
para siempre en la eternidad". ¿Qué
rne enseña ráesta na rració n? .
Verdades esenciales. La muerte no
suele cambiar el rumbo de nuestra vi-
da sino que lo dej a en su estado para
siempre: o una vida de buenas obras,
y premio para siempre, o una vida lle-
na de rnaldades y castigo eterno.
Hay que vivir en una perpetua prepa-
ración para tener una santa muerte.
Nuestra vida es una peregr¡ nacióJ1 .
Lo importante es llegar a un buen
destino al fi nal del viaj e. Está en jue-
go nuestro porvenir eterno. Afortuna-
damente Cristo pagó por nuestros
pecados y reza cada día por no-
sotros. l
i
Pecador: mire el desfi le que se le
presenta. Colóquese en la ori lla del
camino de la vida por donde pasan
los muertos. Cada tic tac del reioj pa-
san dos cadáveres. Unos son niños,
otros ióvenes, algunos adultos y mu-
chos viej os.
Y piense por un momento: Cuando
uno de esos ataúdes lleve mi cad á-
ver, ¿mi alma se sentirá bien prepa ra-
da para rendirle cuentas al D¡vino
Juez? ¿Sí tendrá encendida su lám-
para con el aceite de las buenas
26 27
ob ras? ¿Aprovech aré el tiernpo que
todavía me queda en esta vida Para
prep ararme deb¡damente a dar
cuentas de mi comportamiento ante
el Tri bunal Divino? Más me Preparo Y
mayor s erámi recompensa!
MODOS DE MORIR
Voltaire el terri ble enemigo de la reli-
gión, estando mori bundo exclamÓ:
"Siento una mano que me lleva hasta
el tri bunal de D¡os. Veo el infierno
abierto. C¡érrenlo" Y expiró.
PaulUS, tremendo incrédulo, antes
de mori r, después de estar tres días
sin sentido, levantó la cabeza y dij o:
"Si h ay otro mundo" Y murió.
Un famoso fi lÓsofo pagano de la ant¡-
guedad escri bió: "la muerte es lo mas
terri ble entre todas las cosas
terri bles" (Omnium terribl¡um, terri bi-
lisima mors)
En cambio para Santa Teresa la
muerte era algo delicioso: "Ven muer-
te tan escondida- que no te sienta
ve¡i¡- porque el placer de mori ¡-
no vuelva adarme la vid a.
Domingo Savio, el santo adolescel'l-
te muerto a los 15 años, eXclamaba
poco ante de mori r: "Papá, papá, que
cosas tan hermosas veo". Y después
de muerto se apareció a su santo
confesor y le d¡j o. "Lo que más me
consoló a la hora de la muerte fue Ia
presencia de la santísima Virgen.
Recom¡éndeles a todos que la invo-
quen con mucha fe".
Se muere como se ha vivido. La
muerte es Ia cosecha de la vida, es
recoger Io gue se ha cultivado día por
dia. Si se cultivó trigo de buenas
28 29
obras y vida de santos pensamien-
tos, se cosechará alegría, premio y
paz. S¡ se cultivaron espinas de m a-
las obras y ctzañas de malas pala-
bras, Ia cosecha será eso: espinas y
cizaña.
La rnuerte es el eco de Ia vida. S¡ no
se cultivaron buenas acciones habrá
que presentarse ante Dios con las
rnanos vacías, lo cual será muy Ia-
mentable.
La rnuerte de quien no quiso conver-
tirse es desastrosa porque es una
muerte etern a. Aunque lograra mori r
con una sonrisa en los labios, quien
muere sin hacer las paces con Dios,
ya no volverá a sonreír iarnás" En
cambio la muerte de quienes viven en
paz con nuestro Señor, amándolo y
ofreciéndole todo por El , aunque
mueran en medio de terri bles dolores
desde el rnomento de su paso a la
eternidad ya nadie logra rá bo rrar su
tra muerte? Se rnuere como se ha
vivido! 'señor: que nuestra vida sea
Santa Y nuestra rnuerte Sea el paso
defi nitivo hacia la felicidad gue no
tend ráfi n.
Las tres somrssas. Un viejo moriburl-
do sonri ó tres veces, antes de mori r.
Le preguntaron el por gué de sus son-
risas y respondió: la primera sonrisa
fue al record ar que muchas veces re-
nunc¡é a los placeres y deseos egoís-
tas de esta tierra con tal de perrnane-
Cer en buena amistad con D¡oS. La
Segunda me vino al pens ar cuantos
dolores y sufrimientos pude ofrecer
con Paciencia a Nuestro Señor por
mis Pecados Y por los pecados del
3130
mundo. Y la tercera al record ar aque-
lla promesa de Jesús: "A quien se
declare mi amigo ante la gente de
esta tierra, yo me declararésu ami-
go ante el Padre Celestial y los án-
geles del cielo". Nunca sentí ver-
güenza al declararme amigo y se-
guidor de Jesucristo. Ahora me podré
presentar tranquilo ante su santo
Tri bunal". D¡cho esto expiró.. ¡ ! r r ¡. r.
Oue también cada uno de nosotros
pueda tener esas tres sonrisas antes
de pasar a la eternidad.
Ouien se anota? San Teodosio, fa-
moso abad, de la antigüedad, reun¡ó
atodos sus monj es aliededor de una
tumba abierta y les d¡jo: "quién se
siente prepa rado pa raocu parl a? Ante
el silencio general les añad¡ó: "Viva-
mos de tal manera santamente, que
cualquiera de nosotros que sea el
destinado para ocupar esta
sePultu ra, Pueda decir tranquil a-
mente: "traté de prepararme to mejor
posible , y ya no tengo ternor de dar el
paso hacia Ia eternidad". Y añadió:
"algunos d¡cen que la idea de Ia
muerte es una ¡dea triste. No. Es
que no es Io mismo una idea sería
que una idea triste. La idea que
hemos de mori r es una idea seria , y
merece tomarla seria mente",
Amarse a tiempo. Dice el arnable
San Francisco de Sales: siernpre
están mejor y prepa rados los que se
armaron y prepararon antes det ata-
que. No hay que hacerse ilusiones de
que a la hora fi n al se va a arregl ar
todo. "Hacia el lado hacia el qu; el
árbol esté ladeado, hacia ese lado
caerá", diCe Ia Sagrada Escritura. Lo
mej or Y mas prudente es irse
ladeando desde ah o(acada díahacia
el lado de la eterna salvación. ¿y
32
33
cómo lograrlo? Pues indepen dizár'l-
dose de los deseos exagerados de
oraciones, de favores hechos a los
demás, de silencios de palabras
inútiles que se iban a decir. De
de amabilidad con todos los que te-
nemos que tratar; de lecturas p¡ado-
sas que ayuden a volverse mejor Y a
am ar a Nuestro Señor; de Pequeños
actos de amor a Dios, a la virgen
Santísim a, a los ángeles y santos
(Cuya amistad nos conviene grande-
mente irnos ganando desde ahora).
Muchos, al llegar al fi nal de su vida te-
rrenal se convencen que esta vida
tenía por fi n pr¡ ncipal ganar la vida
eterna. Lásti ma que esta convicción
solamente Ia hayan tenido al fi nal de
sus días. Teng ámosla nosotros
desde ahora y tratemos de que cada
jornada de nuestr?. existencia sea un
ganar premios para la eternidad
feliz".
Las dos almohadas. Añadía el san-
to de Sales: "Hay que mori r entre dos
almohadas. la convicción fi rme de
que por nuestros muchos pecados
merecemos seri os y fuertes castigos
de Dios , y la fi rme confi anza de que
D¡os en su infi nita misericordia tend rá
compasión de nosotros y nos dará la
eterna salvación, por los méritos e
intercesión de su queridísimo Hijo
Jesucristo. Er^r la hora de la muerte
lo que daráalegriaserá el b¡en que
hernos hecho. En cambio nuestros
pecados solamente nos acarrearán
angustias. A un mori bundo le oímos
decir: "Lo que mas me entristece es
34 35
recordar todo el tiempo gue he per-
d¡do ded¡cándome a lo que de nada
me iba a servir para la eternidad."...,
Preparémonos parar la muerte, pero
parauna santa muerte, enviando G€l-
da día a la eternidad correos de
buenas obras, Ias cuales nos esta-
rán esperando en la puerta del cielo
para nuestro premio eterno".
Separación momentánea para los
cristianos Ia muerte no es una sepa-
ración absoluta, sino una separación
por un poco de tiempo. No es como
d¡ce una canción ranchera que can-
tan los m ariachis en los funeral es:
"Adiós, ad¡ós, ad¡ós para siempre,
ad¡ós". No es un "ad¡ós para siem-
pre". Es un "hasta luego", hasta vol-
vernos a ver pronto en el Reino Eter-
no. Por eso ante Ia rnuerte de los
seres queridos no nos desespere-
mos corno los que no tienen fe, sino
para siempre con todos nuestros se-
res queridos en el cielo, p ara no vol-
vernos a separar nunca jamás. Los
cursill¡stas de cristiandad, cuando
Procesión de esperanzados que ca-
36
37
minan hacia la Patria Eterna donde la
dicha no tend rá nunca fi n y donde
estaremos con todos los seres que
mas amamos en Ia tierra, si ellos y
nosotros fuimos fi eles a los compro-
rnisos de nuestra fe.
La isla del tesoro y del destierro,
Cuentan las leyendas que en una
ciudad había la costumbre de que el
que quisiera ser alcalde lo conse-
guía con la condición de que al ter-
minar el año de gobernar la ciudad
aceptara ser desterrado a una isla
solitaria donde tendría que mori r de
hambre y de soledad. Pero en un año
eligieron a un hombre muy astuto, el
cual en las noches fue enviando mon-
tones de provisiones y de familiares y
amigos hacia la isla desierta, y así
cuando a él le tocó el turno de ser
deste rrado allá encontró abundante
alimento y buena compañía. Esto es
como un símbolo de lo que nos
espe ra a nosotros: terminado n uestro
tiempo de vida en esta tie rra
tendremos que ir a otra vida donde
nos estará esperando todo Io que pa-
ra allá hayamos enviado. LQué ha-
bremos despachado hacia la eterni-
dad cuando nos llegue el momento
de partir para allá? Muchas ayudas a
los pobres? Miles de oraciones?
Montones de lecturas piadosas? Un
trato muy amable a todos los que nos
rodeaban. Miles y miles de pequeños
favores? Centenares de sufri mientos
ofrecidos con paciencia por amor a
D¡os? El deber de cada día cumpl¡do
a la perfecc¡ón? de todo esto va ade-
pender en gran rnanera toda la fel¡-
cidad que nos espera en el otro mun-
do. Seamos inteligentes. Seamos
prudentes. No dej emos un solo día
sin mandar una remesa de oraciones
y buenas obras a Ia patria donde ten-
dremos que pasar la eternidad.
3B 39
Temerla o no temerla. Los f¡ lósofos
estoicos decían que no había por qué
temer a Ia muerte; que temerla era
una falta de personalidad. Pero uno
de ellos, el que mas pred¡caba acerca
no tenerle ningún temor, un día cuan-
do estaba en gravísimo peligro de
naufragar en una barca, era el que
mas miedo a mori r demostraba entre
todos los viaj eros. San Agustín excla-
maba: "Que buen pred¡cador, pero
que mal cumpl¡dor. Antes clamaba a
gr¡tos que era falta de personalidad
sentir temor a la muerte, pero cuando
vio que ella se le acercaba, ahísi que
clamó a gr¡tos p¡diendo que todavía
no llegara" Los santos en cambio te-
nían temor a la muerte porque ¿quien
es el que puede estar seguro y bien
preparado para rendir cuentas a D¡os
cuando llegue el momento del Divino
Juicio? A la muerte hay que evitar mi-
rarla con lentes de aumento, pero
tampoco hay que mirarla con lentes
de d¡sminución. Por natural eza todos
la tememos y Lcómo no temerla si los
santos y aún el santo de los santos,
Jesucristo, tuvieron temor de ella?
¿Cómo no temerla nosotros los peca-
dores si el destino que nos espera a
su llegada es eterno, para siempre?
Este fi nal que nos espera para cuan-
do llegue la muerte es lo que atemori-
zaba a los santos. Algunos de ellos Ia
deseaban, pero con el santo temor de
quien desea las cortadas del bisturí
del cirujano, pero teme también sus
consecuencias. El temor de la rnuerte
no debe ser tri ste sino un temor dul-
ce, sant¡ficante, que nos lleve a vivir
una vida santa para conseguir tener
una santa muerte y una eternidad
feltz(S.F de Sales )
Remedios de santos. Los mejores
especialistas en preparar gente a
40 41
tener una santa muerte son los san-
tos. En el hermoso l¡bro F¡lotea, se
encuentran estos remedios dados
por ellos:
l.Suplicar a menudo a D¡os que por
los méritos de Jesucristo nos conce-
da una buena y santa muerte en
amistad con EI.
Z.Hacer actos de contri ción cada día,
y de amor a D¡os. Esto prepara exce-
Ientemente a pasar en paz con
Nuestro Señor de esta vida a la otra.
3.Curnplir Io mejor posible los debe-
res de cada día, porque según ellos
se rán uestro prem io eterno.
4.Evitar el pecado ya que este es el
mas peligroso enemigo para la sal-
vación
5.Pensar frecuentemente que vamos
a mori r pues ese pensamiento nos
lleva a evitar lo malo y a llenarnos de
buenas obras.
Un librito muy provechoso que me
puede preporor muy bien paro
obtener uno eternidod feliz,
se litulo:
f,hPEQUf,NÍO SE^CR-f,TO
Gozoré leyendolo,
42 43
Gapitulo 3
ALGO DE LO 6UAL ÜEPENDE
lnterrogantes benefi cioso ¡. A un
joven que no se decidía a abandonar
un modo pecaminoso de vivir y a de-
d¡ca!:se a una vida virtuosa, su direc-
tor espiritual el aconsejó: "Medite an-
te un crucifijo, ¿como desearía a la
hora de la muerte haberme coJr-
portado?". El joven ed¡tó en esto y
camb¡ó devida.
A otro le fue aconseja o: "imagínese
que está apunto de mori r y de dar
cuentas al juez D¡vino. ¿É,stará coJt-
tento entonces de haber dejado a
D¡os por ded¡carse a nonadas, a
placerespecaminoso y aamistades
peligrosas que de nada aprovech an?
Por el contrario ¿qué ensará enton-
ces de las buenas obras hechas y de
las oraciones recitadas y de las li-
mosnas repart¡das y las buenas lec-
turas?. Estas preguntas camb¡aron
su modo de sery de pensar.
Los consejos de un gran doctor.
Uno de los l¡bros mas impresionantes
que existen es el que escri b¡ó aquel
gran doctor de la lglesia, llamado San
Alfonso de Ligorio, y que se t¡tula
"Preparación para la muerte y la
etern¡dad". Conmueve hasta a los
mas insensibles. D¡cen que son mas
los pecadores que se han convertido
con esa lectura, que las palabras que
tiene ese l¡bro de 400 páginas. Sus
333 ediciones en 200 años, el haber
sido traducido a todos los ¡d¡omas
mas importantes del mundo y el
seguir siendo en la actual¡dad una
lectura pred¡lecta de quienes desean
transform ar su modo de vivir, son
señales seguras del gran valor de
44 45
esa joya de la literatura religiosa. Allí
el gran doctor da los s¡guientes
consejos.
a), P¡ense cada uno: " ¿Gu áles son
Ias obras que tengo almacenadas
para la hora en que tendré que darle
cuenta a D¡os de toda mivida?
b). Recuerde que entonces no le se-
rán de gozo y alegría los bienes que
haya dejado en la tierra sino las li-
mosnas que haya dado, los favores
que hizo, las oraciones d¡chas,y los
sufrimientos padec¡dos con
paciencia y amora D¡os.
c). Solo dos cosas hay que temer:
cometer pecado mortal y mori r en
enemistad con Dios.
d). EI recuerdo de que hemos de mo-
ri r y dar cuentas de nuestro compor-
tamiento es un 'ndespertador" que
mantiene al alma alerta para hacer el
bien y evitarel mal.
e). El aspecto triste que pud¡era tener
la muerte se puede cambiar en alegre
y animador si en vez de ser como el
empleado perezoso que enterró el
talento, nos dedicamos como los
otros dos empleados a hacer
producir lo mej or que podamos
nuestros talentos para bien de los
demás y salvación del alr¡r a.
f). Hay que trabaj ar y comportarse
como si mañana tuviérarnos que
mori r.
g). Cada cual debe considerar como
d¡chas para si mismo las palabras de
Jesús: "Hay que estar preparados,
porque a la hora menos pensa da lle-
gará el Hijo del hombre a tomar cuen-
tas". Pensar que este aviso de estar
preparados puede ser el último aviso
que D¡os nos está dando, pues ya
puede EI estar llegando.
Pensarnientos luminosos. Al mori r
llegarán temores por los extravíos'y
46 47
pecados, por el tiempo perdido, por
las inspiraciones que no se quisieron
Seguir etc.. pero Se Senttrá el
consuelo de pensar que se hizo
penitencia por todo ello, se P¡dió
perdón al Señor muchas veces Y se
ofrecieron limosnas y obras buenas
portales faltas,
Mirémoslo todo corno si nuestro
cuerpo estuviera ya en el sepulcro
y el alma empezando su eternidad.
¿Cómo desearemos que haYa sido
entonces nuestraj ornada d¡ari a? .
Pensar: ¿"no Seré yo esa h¡guera
infructuosa a la cual durante varios
años le ha pedido frutos de buenas
obras el Señor y no los ha encon-
trado?.
Seri a un loco proceder el de un via-
jero que se d¡rige a su Patri a donde
habrá de pasar todo el resto de su
existencia ,y por el camino se gastara
todos sus tesoros en placeres y
compras inútiles. Y ¿no es eso lo que
hace quien se ded¡ca a lo material y
no a lo espiritu al?.
Con la muerte todo lo material y
sensual se acabará para ffií, y sola-
mente me quedará como un precioso
tesoro Io que haya hecho por rn¡ Dios
y por mi alm a. Los santos dominaron
su sensual¡dad, su orgullo y avarici a,
y ahora mucho tiempo después de
muertos, son recordados con venera-
ción en la tierra y su alma goza en el
cielo. En cambio los que se ded¡caron
a darle gusto al egoísmo, a buscar
placeres sensuales, amontonar
ri quezas y tratar de conseguir hono-
res, ahora casi nadie los recuerd a, y
su alm?.... ¿donde estará?
Oh muerte, oh muertc, nunca mas te
vayas de mi mente y de mi imagina-
ción por que tu recuerdo me ayuda a
evitar muchos males y a volverme
mej or(SanAIfonso)
4B 49
Dos muertes rnuy d¡sti ntas. En lba-
gué llegaron adonde los salesianos a
buscar un sacerdote para que fuera a
auxiliar a un ri co mori bundo. Por el
camino le inform.aron que el hombre
nunca se confesaba y que había d¡-
cho que si el sacerdote llegaba , él fi n-
giríaque estaba muerto. Llegó el con-
fesor. El hombre se hizo el muerto. Y
por mas que e[ padrecito el ofreció
perdonarl e los pecados y darl e la sa-
grada comunión el otro no dio seña-
Ies de vida. Sal¡ó el sacerdote y mien-
tras baj aba las escaleras llegó co-
rriendo la esposa del enfermo. "Pa-
dre, vuelva que ya empezó a hablar".
Vuelve rápidamente y el otro se hace
otra vez el muerto. Cuando el sacer-
dote va saliendo a la calle, llega algu¡-
en llorando y le dice. "acaba de morir"
-Pudo rnorir confesado. No
quiso, )/ rnurió sin ser perdo-
nado.,.¡,r..Mientras el Párroco iba a
volver asu casa llegan de un ranchito
pobre a decirl e, "Que si puede ir a
confesar una ancianita". Va
enseguida. Al verlo la viej ita exclama:
"que bueno el Corazón de Jesús. En
este primer viernes vino a
visitarmg't-Se confiesa. El sacer-
dote le da la hostia que llevaba pa ra
el otro enfermo que no quiso
comulg ar y la ancianita muere llena
de felicidad, perdonada y recién
comulgada. Dos muertes muy
d¡stintas porque la vida de los dos
había sido muy distinta. Como se vive
se muere. El uno )amás se confesó ni
comulgó y tampoco Io hizo a la hora
de la muerte aunque le insistieron. La
otra siempre se confesó y comulgó y
a la hora fi nal recib¡ó el perdón y el
Cuerpo Santísimo de Cristo. LCómo
mori remos nosotros?.
Por qué tanto tern or? San Juan de
Dios estaba mori bundo y tenía mu-
50 51
cho miedo a! Juicio de Dios.
Entonces se Ie apareció Nuestro
Señor y le d¡jo; Por qué tiene temor
Ju?h, si siempre hemos sido
amigos?. Es que lo importante Para
la hora fi nal de lo muerte es haber
amado a Dios y al prój imo Y haber
tenido por amigo a Nuestro D¡vino
Ju ez. Señor: que a la hora de dej ar
este mundo, el saldo que Yo deje sea
que no haya ni una sola persona que
pueda estar amargada Por mi modo
de proceder, y en cambio sean
muchas las personas que estén muy
agradecidas conmigo.
Sernejanzas. El p¡anista Alix al salir
de un rnuseo donde había estado ob-
Servando unas feas momias ant¡-
guas, vio que por la calle estaban
desfi lando las hermosas candidatas
al desfi le de Mis Universo, Y Pen-
só;"Así como Son las del museo, así
serán estas después"-¿Qué
quedará de la belleza corporal? Solo
el recuerdo. Pero la belleza del alma
puede durar parasiempre ¡
E¡ mas viejo. S¡ alguien pregunta:
"Quien es aquí el mas viejo?. No
nos apresuremos a responder,
porque nos podremos equivocar. El
mas viejo es aquel al que menos
tiempo le falta para la muerte. ¿A
cu ál de nuestro grupo será al que le
falta menos tiempo para que le
llegue la muerte?. N¡nguno de
nosotros puede asegurar que no es el
mas viej o. Lo im portante es
prepararse bien para que ese paso
decisivo de la vida terrenal a Ia
eternidad, no nos sorprenda mal
preparados.
Los tres sab¡os. Un proverbio árabe
d¡ce :"H ay tres clases de sabios:
52 53
10 EI que dej a el mundo rnaterial istico
y sensual, antes de que el mundo lo
dej e aé!.
20 Ouien dej a un buen recuerdo des-
pués de su muerte.
30 Ouien se pone en amistad con
Dios, antes de presentarse a darle
cuenta. Tratemos de permanecer a
estos tres bellos grupos.
¿Qr¡é está haciendo el carpintero
de Nazaret?
Cuenta la tradición que una vez
Juliano el terri ble perseguidor de los
cri stianos le preguntó a un campe-
sino: Oiga ¿qué está haciendo el tal
carpintero de Nazaret? Y que el
humilde creyente le respond¡ó valien-
temente: "El D¡vino Carpintero de
Nazaret está fabricando un ataúd
para el cuerpo de los que lo aman y
otro para el cuerpo de los que lo
odian. Para llevarse luego al cielo el
alma de los que creen en EL ,y echar
a Ia condenación el alma de los que lo
desprecian y atacarl "...
-Qué
gran
verdad dijo este buen católico. El
ataúd está siendo preparado para
cada uno de nosotros. Pero cuando
nuestro ataúd venga a llevarnos La
dónde irá nuestra alrn a? Dios nos
ayude!
Alguien pasó antes que nosotros.
En plena batalla el soldado bisoño te
dij o al capitán:"siento miedo". y su
jefe le responde."Colóquese aquí,
después de mí que yo lo resguar-
daré". Así lo hizo. Y el cuerpo del
capitán fue gravemente herido pero
la vida del soldado se salvó. También
nuestro Cap¡tán Jesucristo pasó
adelante, sufriendo el dolor de la
muerte antes que nosotros, pero con
su presencia animadora nos infunde
valor y nos recuerda que, como le
54 55
sucedió a El, después de la muerte
vend rá también para nosotros la
resurrecciór'l .
DOS CLASES DEMUERTE
La Sagrada Escrituray la liturgia de la
iglesia Católica han d¡vidido siempre
las muertes en dos clases: muerte
"preciosa" y muerte "pésima". De la
pri mera dice el salmo 11 . "Mucho
vale a los o/os del Señor la muerte
delos que lo aman"
De la otra d¡ce el Apocalipsis:'7os que
se dedican a hacer el mal , tendrán la
muerte segundd, para caer en el
lago que arde con fuego y azufre
(Apoc.21 ,8)
Muerte preciosa fue la de JesÚs la
cual aunque suced¡ó en medio de los
mas atroces dolores y de impre-
sionantes angustias, estaba acom-
pañada de la satisfacción de haber
pagado los pecados del mundo y
haber cumpl¡do lo que el Padre
Celestial Ie había encargado que
h¡ciera, dijeray sufriera r
Muerte pésima la de Judas que de-
jándose vencer por la desesperación
por haber vendido a su mej or amigo,
terminó suici dándose, al colgarse de
un árbol.
Muerte preciosa la de San José, que
después de una vida llena de amor a
D¡os y al prój imo, murió rodeado con
la dulcisima compañía de Jesús y
María.
Muerte pésima la de HerodesAgri pa
que murió devorado por gusanos
después de una vida ded¡cada a la
vanidad y al orgullo (Hech.12).
Muerte preciosa la de Santa
Teresita del Niño Jesús que exclama
al mori r: "No me arrep¡ento de
56 57
haberme ded¡cado a amar a D¡os", y
expira con una amable sonrisa, y
llena de esperanza de ir al Paraíso
Entreno.
Muerte pésirna la de los suicidas, la
de los que mueren en las casas de
prost¡tuc¡óJ'r, y los que mueren
m atando o robando, o en pecado
mortal y sin arrepentirse. Oué destino
tan tenebroso el que les espera en la
eternidad!
La Sag rada escritu radice . "Dichosos
/os que mueren en paz con el Señ or,
Sus obras buenas se seg uirán",
(Apoc.14)
No importa Io que digan |as notas
mortuorias, ni los artículos de los pe-
riódicos, ni el boato del entierro
(Cuanta mentira y vanidad puede ha-
ber cn todo esto!) Lo importante es si
la m uerte f ue "preciosa" o
"pésim?", si fue una entrada a la
salvación eterna o un inicio de su
eterna condenac¡ón. Preciosa si
mur¡ó en amistad con Dios, aunque
junto a su lecho no hayasino rniseria
y soledad. Pésirna si murió en
pecado mortal, aunque lo hayan
atendido los mas famosos médicos ,y
todas las radiodifusoras y todos los
periód¡cos le ded¡quen grandes
alabanzas. Lo importante es lo de por
dentro, lo que hay en el alm a,
La espada colgante. Un santo con-
templó en un visión que sobre la ca-
bezade una persona colgaba una es-
pada afi ladísim a, llamada "muerte',
pendiente ya de un solo h¡lito, próxi-
mo a reventarse, y los demonios gri-
taban: "rómpase h¡lo, que ésta alñra
es nuestra". El santo rezó por esta
person a. Logró que se confesa ra. Y
la muerte demoró unos días rnas y
cuando ella llegó ya el alma estaba
en gracia de D¡os, l¡sta pa ra obtener
la eterna salvaciór'r. ¿Desea rá D¡os
58
t-
59
darme alguna lección con este
ej emplo? Oue yo la reciba bien.
Gaminos variados. Hubo un santo
que veía en la frente de cada persona
un camino. Para unos el carnino era
muy largo. Les quedaba todavía mu-
cho tiempo de vida en la tierra. Frente
a otros el camino era muy corto. El
tiempo de vida que les quedaba en
este mundo era ya muy breve. ¿Oué
extensión tendrá el camino que me
queda por recorrer? Lo aprovech aré
bien? Dios mio, que si!
YO NO SE DONDE.
YO NO SE CUANDO
YO NO SE COMO.
de cierto esque sí sé
EI libro que influyó en lo conversión
de Sonto Tereso de Jesús y de
muchos rnós se titulo:
hAS g,ONIrf"f,S[O[YJf,S
Autobiogrofío de Son Agustín,
Es uno lecturo que emociono y
tronsformo,
60 61
EL JUICIO OUE NOS
ESPERA AL FINAL
Avisos importantes. La S. B¡blia
d¡ce: "Los seres humanos tienen que
mori r una so/a vez, tt luego les
vendrá el Juicio de Dios" (Hebr.
9,27). Y "Habrá un Juicio sin
misericordia para quienes no
tuvieron mísericordia con los
demás" (Sant. 2,13). Y recuerda
varias veces que cada cual tend rá
que presentarse ante el Juicio de
D¡os paradarle cuenta de lo que htzo,
de lo bueno y de lo malo, y recibir de
EI, premio o castigo según su buena
o malaconducta.
EI ejemplo del yanqui. Un papá
gr¡ ngo se dio cuenta que su hijo le
CAPITULO 4. estaba sacando dinero de su caj a
fuerte pues había logrado
encontrarse por ahíun papelito con la
clave o fórmula que permitía abri rla.
EI muchacho se imaginaba que su
papá no se estaba dando cuenta de
sus robos, y segu ía sa cándole d¡nero
semana por semana (Los jóvenes
imaginan a veces a los mayores más
ingenuos de lo que en realidad son,
por que no saben que la experiencia
de la vida los ha vuelto mas
avispados de Io que aparecen). pero
una tarde cuando el muchacho llegó
a la habitación donde estaba la caja
fuerte y empezó aabri rla (tres vueltas
de Ia cerradurahacia la derech a,dos
hacia la izquierd a, una más a ta
derech a. etc según la clave o fórmula
que tenía escrita en el papelito)
empezó a sentir un rumorcito como
de algo que sonaba en el techo. Miró
con susto para todos los lados pero
62 63
nada vio. Sigu¡ó abriendo Ia caj a y el
ru¡dito continuaba. Volvió a mirar
para todos lados pero nada veía por
allí. Al fi n abrió la puerta de la caj a y
fue sacando. veinte dólares,
cincuenta, doscientos... y con gran
nerviosismo volvía a mirar a todos
lados pero nadie aparecía por al líque
lo estuviera mirando. Cerró la puerta
y sal¡ó nervioso, con el d¡nero. Esa
noche cuando su padre llegó del
trabaj o le d¡j o: "Pap¡, me da permiso
para ir unos días con unos amigos a
la costa a d¡vert¡rnos? -Claro que sí,
h¡jo. ¿Necesita d¡nero? -No, no, los
amigos costean todo -Cuando
después de unos días el muchacho
regresó del paseo, su papá le d¡jo:
"He conseguido una película muy
emocionante". LOuiere que la
veamos?...si, si. Y le parece que
invitemos también a mi mamáy a mis
hermanas? -Por ahora veámosla los
dgs solos le dijo el papá -Y después si
le parece las invitamos aellas.
La sorPresa. EmpezÓ la proyección
de la película y apareció allí el joven
abri endo la caia fuerte... mirando a
todos lados con susto y nervio-
sismo...volviendo a mirar pa ra
averiguar que era ese ru¡dito qué
sentía..¡ al fi n contando los b¡lletes
que sacaba robándole al papá...y
cerrando y Saliendo.., El muchacho
estaba pál ido. -Papáque vergüe nza!
Nunca imaginé que me hubieran
puesto una máquina f¡ lmador a.
Ahora rne expl¡co a gué se debía ese
ruidito que yo sentía por ahí y me
ponía tan nervioso.
EI papá le d¡jo: -Quiere que llamemos
a su mamá y sus hermanas a que
vean la película?
-No, jamás, de ningún modo.
64
L*-
65
Y el buen papá le añadiÓ: -H¡jo, esta
eS una lección que quise darle. Yo me
había dado cuenta que me estaba
robando y puse allí una máquina a
fi lmarle la película. Pero no olvide
que la fi lmadora de D¡os fi Ima cada
día y a cada hora Ia Película de
nuestra vida y que esa Película
aparecerá el día del Juicio Y ante
muchos espectadores.
¿Qué estará f¡ lmando? ¿Qué me
enseñaráeste ej emplo? La fi lmadora
de Dios está fabri cando la película de
mi vida para que sea expuesta el día
del Juicio. ¿Oué sentiré entonces?
Alegría o verguenza? Si todo se va a
saber, si nada hay oculto que no
llegue a saberse, LPor qué no
mejorar ya desde hoY mis
com portam ientos? Afortu nadamente
todavía tengo t¡emPo Para
enmendarme.
Noticias serias. Debe ríamos
record ar frecuentemente dos noticias
que nos da San Pablo. La primera es
esta'. "Todos hemos de
comparecer ante el tri bunal de
Dios, Cada uno de nosotras dará
cuenta de sí mismo a Dios" (Rom.
14,10) Y la segunda noticia la da el
apóstol en su carta a los Cori ntios:
"Es necesario que todos seamos
puesúos al descubierto anúe el
tribunal de Crsto, para que cada
cual reciba conforme a lo que hizo
durante su vida mortal, el bien y el
rnal". (Cor. 5,10).
S¡ recordamos con más frecuencia
estas verdades tan importantes,
seguramente que nuestro comporta-
miento se volverá mucho mejor y Ia
sentencia que recibiremos al fi nal de
nuestra vida terrenal se rá de
salvación y premio y no de conde-
nación o castigo.
66
L
67
I
Buena técnica. A la Contraloría
Gene ral de la Nación llegó la queja de
que los empleados de la alcaldía de
un munici pio se estaban robando el
dinero del erario público, y el día
menos pensado llegó un investigador
del alto gobierno y se dedicó a revisar
minucioéamente todos los libros de
entradas y gastos y se pudo
comprobar que sí era yerdad que los
empi eados estaban estafando al
gobierno. Todos se fueron a la cárcel.
El alcalde, el tesorero, el personero
etc, menos el secretario de la
alcald ía, porque aeste no le pud¡eron
comprobar ni el más rninimo robo.
En premio fue encargado de la
alcal día municipal. Y cuando el
reportero de un periódico le preguntó
por qué no había robado y si nunca
había sentido deseo de robar,
respondió: -"Tentación de robar sí me
llegó, pero siempre pensaba en esto:
¿Y si un día llega un investigador a
tomarnos cuentas?. Y este sano
temor me impidió aprop¡arme de lo
que no me pertenecía."...A cuantos
de nosotros nos convendría pensar
de vez en cuando: " ¿Y si en el
momento menos pensado tengo
que presentarme ante el D¡vino
Juez a darle cuentas?" -Este
pensamiento nos producirá un santo
temor que nos l¡brará de muchas
fal tas que a veces deseamos
cometer, y que no nos conviene de
ning u na manera cometer.
El método de un policía. En
Alemania un agente de policía ha
¡deado un método que le ha
producido muy buen efecto para
lograr correg¡r a algunos borrachos.
Cuando en una familia tienen un
hombre que cada vez que se
emborracha se vuelve furi oso y ataca
6B
t-
69
contratodos, le avisan aeste policíay
el llega con su máquin fi lmadora y
empieza afi Imarle al pobre borrachín
todo lo que hace y d¡ce en plena
borrachera. Sus gr¡tos y gestos, sus
amen azas y los destrozos que va
haciendo. Después cuando el ebrio
se queda dormido se lo lleva para la
estación de policía y al día siguiente
para que lo dej en salir l¡bre tiene que
ver tres o cuatro veces Ia horri ble
película de todas las burradas que él
htzo y dij o mientras estaba borracho.
Esto les causa tanto asco y repulsión
que ya son bastantes los que
después de contemplar el estado de
locu ra al cu ál lleva la embriaguez, y
del cual nunca antes se habían dado
cuenta, han dej ado de tomar. Y
cuando yo vea al fi nal de mi vida la
película de toda mi existencia, eh la
presencia de m¡ Dios que me va a
juzgar LOUé sensación me
p rod u ci rá? Aleg ría, g ozo y
satisfacc¡ ó n? O, triste za, verg üe nza,
asco y remordirniento? Ahora que
todavía puedo hacer que el resto de
la fi lmación me produzca alegríay no
desilusión, pues.,.a tener una
actuación y conducta tal que no tenga
q ue avergo nzarme cuando se
presente la película de mi vida para
recibir la cal¡f¡cación fi nall Dios me
conceda tomar esto muy en seri o!
Las lagri mas de un monje santo.
Narran las crónicas de la Edad Media
que una vez durante una ceremonia
religiosa en una gran fiesta los coros
cantaban muy hermosamente, la
orquesta entonaba las mas bellas
armonías, los oradores impresio-
naban con sus elocuentes sermones
y todos los que actuaban se lucían en
tan imponentes ceremonias. El
pueblo sonreía de alegría ante tanta
7A
L
71
pompa y bri llantezy todos en general
estaban muy contentos. Menos un
monj e santo que tenía visiones. É1,
allá en un apartado ri ncón lloraba
desconsolado.
Cuando Ie preguntaron la
causa de su llanto respondió. "es que
yo ví que mientras los cantores
cantaban por lucirse, los diablos
echaban sus cantos en un costal para
llevárselos, pues esos cantos no
habían sido entonados para alabar a
D¡os sino para adquiri r fama ante la
gente. Y mientras las orquestas
entonaban sus himnos y los oradores
impresionaban con su elocuencia y
todos los que actuaban bri llaban
entre tanto esplendor, yo veía a los
demonios empacando todo eso que
hacían y llevándoselo, por que lo que
buscaban rlos que allí actuaban no
era dar gloria a D¡os sino aumentar su
prop¡a vanidad"
-Qué lastima! Oué gran perdida! Y
esto mismo nos puede suceder a
nosotros si en lo que hacemos y
decimos buscamos aparecer bien
ante los demás y ganarnos su
aprecio y popularidad y se nos olvida
que todo lo que hacemos y decimos
debe buscar tener Gontento a D¡os ,y
solamente de Él espe rar la
recompensa. Y en el día del Juicio
veremos que nada de lo que hicimos
por Nuestro Señor se qued ará sin
recibir un gran prernio, pero que lo
que hicimos por lucirnos,y aparecer
se quedará como humo que se lleva
el viento, sin provecho ni premio
algul'lo. '
CADA CUAL RECIBIRÁ
SEGÚN LO OUE HAYA HECHO,
LO BUENQ'Y LO MALO
(Son Poblo)
72
h*
73
Capitulo 5
LA SENTENCIA DE LA GUAL
NADIE SE VA A LIBRAR
Los santos ante esta noticia. San
C¡priano cuando ya Io iban a
martirizdr, y a cortarl e la cabeza por
pertenecer a nuestra santa religión,
exclamó: "Ay de ffii, porque ya voy
a ser juzgadol'. San Jerónimo
miraba el valle de Josafat donde
según un profeta serán reunidas las
multitudes para el Juicio F¡nal, y
temblaba de susto al pensar en lo
manchada que había estado su alma.
San Agustín se estremecía de pies a
cabeza al pensar en el Juicio. San
V¡ cente Ferrer que por veinte años
reco rr¡ ó a Europa convirtiendo
pecadores con sus im resionantes
sermones, eh su lecho de muerte
sentía un gran temor por el Juicio que
se avecinaba.
San Clemente, mori bundo exclama-
ba: "Fui niño, después fuí joven.
Luego fui adulto y más tarde viej o.
Pero bueno, no fuí nunca iQué las-
tima!"....Los santos se impresiona-
ban ante las cuentas que tendrían
qué darle al D¡vino Ju ez en el día del
Juicio. Y nosotros tan pecadores
LSeguiremos tan tranqu¡los
ofendiendo a D¡os como si un día no
nos fuera atomar estrictas cuentas?
Lo que impid¡ó un suicidio, Decía
un conductor de tren: "A veces me
siento tan cansado, tan aburrido, tan
desesperado que me dan ganas de
lanzar el tren por un precipicio y que
muramos todos" -Un sacerdote le
preguntó: - ¿Y por qué no Io ha
hecho? -Pormiedo ala cárcel?
-No, pues ya muerto no me podrían
L
74 75
encarcelar. Lo que me detiene es el
pensamiento del Juicio que me
esperaen el Tri bunal de D¡os. De ese
Juicio nunca me podré librar y lo
importante es estar en ese momento
lleno de buenas obras y no de
actuaciones que me puedan atraer el
Castigo y la Condenaciórl ... -Oj alá el
pensamiento del Juicio que nos va a
hacer el D¡vino Ju ezal fi nal de Ia vida
nos lleve allenarnos de buenas obras
y a evitar todo lo que pueda d¡sgustar
a Nuestro Señor.
Buen ju ez. San Francisco de Sales
de cía "Mi madre es extraordinaria-
mente buena y bondadosa, pero si
me pusieran a escoger entre Ser
juzgado por D¡os, y ser juzgado
rni mam á, preferi ría ser juzgado
Dios porque su bondad Y
comprensión son infi nitas",
por
por
SU
Bella noticia. Jesús nos dijo: S¡ se
ded¡can a ayud ar a los necesitados,
Yo les diré en el día del juicio fi nal.
''VElVGA/V BEIVD,ITOS DE A/I I
PADRE, POR QUE TODO EL BIEIV
O UE LES HICIEROIV A LOS
DEMAS, LO RECIBO YO COMO S/
ME LO HUBIERA¡Ú HECHO A A/I I
MISMO EAü PERSONA. VEIVGAAü A
GOZAR PARA S/EMPRE DEL
REIIVO PREPARADO POR MI
PADRE CELESTIAL" (Mt. 25,40)
Ouiera D¡os que a cada uno de
nosotros nos d¡ga Cristo en la hora
fi nal, tan bellas palabras.
Hermosura. Cuando la Marná de
San Juan Bosco, Marg arita, gue era
una viej ita pobre, igno rante y
arrugada, se le apareció a su hij o en
una vis¡ón, después de muerta, para
contarle que se había salvado, se
presentó llena de una belleza
76
L
77
extraordinaria tal como el santo no
había visto nada semej ante en la
tierra,y cantando a D¡os con una voz
tan hermosa y melodiosa como nadie
en el mundo logra tenerla, y le d¡jo:
"Aquí te espero. Diles a todos que
bien vale la pena sufri r un poco en la
tierra con tal de gozar para siempre
en el cielo". Es un mensaj e para cada
uno de nosotros.
EN ESTA TIERRA,
CONSEGUIRETVI OS
UN ETERNO GOZAR Existe un l¡bro que despierta
muy provechosamente Ia
conciencia. Se titula:
,,f,LPf,CADQ,O
sus peligros y consecuencias
78
79
Capitulo 6
UN DEFECTO AUE HACE
MUCHO MAL:
LA MURMURACIÓN
El L¡bro de los Proverbios d¡ce que la
lengua rnurmuradoraes como un pu-
ñal de tres f¡ los. Con el uno hiere la
fama de la persona de la cual se mur-
mura. Con el otro hiere el oído que Ia
escuch a. Y con el tercero hiere el al-
ma que d¡ce la murmuración. Tri ple
mal, y muy d¡fícil de remediar des-
pués.
De una se ora muy murmurador?,
decía la gente por exagerar, que una
serpiente venenosa la mord¡ó en la
lengua y urió envenenada¡¡¡. la
serpiente.
Los santos insisten en esto: "del pró-
jimo o se habla b¡en o no se habla".
Donde no se puede hablar bien hay
que callar.
Buen rernedio. El f¡ loso Saaved ra
decía. "Nadie murrnura delante de
quien no le oye con agrado". Lo
cual es como la repetición de aquello
que recomendaba el antiquísimo pro-
verbio: "cuando oigamos hablar mal,
pongamos un rostro tan tri ste que pa-
rece que vamos a llorar. El otro enten-
derá la lección y cambiará de tema".
(Prov.25,23)
Un asunto muy oportuno. Un farno-
so pred¡cador de retiros estaba oran-
do acerca de qué temas debería tra-
tar en su pred¡caciórí y fue aconsultar
a un veterano director de almas, el
cual le d¡jo: "hábleles de esa gran
plaga que acaba y arruina tantos a y
BO B1
cultivos espirituales ,y se llama mur-
muración. Ella mata la caridad en
quien murmura y la buena fama de
quien sufre la murmuración. Reco-
m¡éndeles que repitan de vez en
cuando aquellas palabras del Salmo
141 que d¡ce: "Se ñor Diosi
colocales un freno en mis labíos
para que mi lengua nose dedique a
decir lo que hace daño a los
dernás', -Recuérdeles Io que dijo
Jesús: ode toda palabra dañosa
que diga una persona, tendrá que
darcuenta en el Juicio de Dios".
-El pred¡cador se propuso insistir
mucho en este tema en sus
serrnones y el b¡en que logró
conseguir fue inmenso. Es que
siempre se cumpl¡rá lo que d¡ce el
Libro Santo: "Todos pecamos con la
lengua Y ¿quién es el que no d¡ce lo
que no debería decir?", Por eso
nunca sobra insistir en aquello que
82 B3
tanto recomendaba el Apóstol
Santiago: "No rnurmuren unos de
otros, hermanos, ¿Quién eres tu
para juzgar atu prój imo? (Sant4).
S, murmuramos de los demás ten-
dremos qué dar cuenta de ello el
día del Juicio. El Divino Juez ya esta
en las p uertas, está llegando a juzgar
(Sant.5).
El terror de los santos hacia la mur-
muración. Murmurar es decir lo malo
que sabemos o imaginamos, de los
demás. Aunque ello sea cierto. Los
santos tenían gran temor a Ia
murmuración porque sabían que si
no se le pone remedio a tiempo, ella
acaba con la caridad.
Uno de ellos decía "De lo malo que
hay en casa no hablar y lo poco que
se d¡ga sea al revés.
El santo Cura de Ars comentó un s
día con un sacerdote amigo suyo,
que un fulano le hacíamuchos males.
Pero después sint¡ó tan gran remordi-
miento por haber d¡cho esto que le
escri b¡ó una carta a su amigo,
p¡d¡éndole perdón por el mal ejemplo
que le había dado y rogándole que a
nadie fuera a decir eso que había
oído de é1. Nosotros si quisi éramos
imitar ese ej emplo, tendríamos
quizás que d¡rigir una circular a mu-
chas personas p¡d¡éndoles perdón
por los juicios negativos que han es-
cuchado de nuesttios labios. Pero lo
que no debemosi ;amás dej ar de
hacer será record ar lo que decía
Jesús. "Por úus palabras te salvarás
o por úus palabras te condenarás
(Mat.12,37)y repetir una y cien veces
aquella bellísima petición del Salmo
19: "Señor: quetesean agradables
las palabras de mís labíos y /os
pensa mientos de mi corazón".
B4
B5
San Juan Bosco, una noche en un
corri llo de religiosos se quejó de algu-
nas personas que lo hacían sufrir rnu-
cho. Y al fi nal exclamó. "Oh, tengo
que ir a confesarme, porque he ha-
blado demasiado en esta'noche, y de
nadie se débe hablar mal". Y buscó
un sacerdote y se confesó con é1. Es
que él había contemplado en una vi-
sión que a los campos de Ia lglesia
llegaban gran cantidad de gallinas
hambrientas y se comían las sernillas
y no dejaban producir buena cose-
ch a. Y una voz del cielo le d¡j o: "Esas
gallinas que destruyen la buena co-
secha son las personas murmura-
doras, de las cuales Ia Sagrada Es-
critura d¡jo. "Sus lenguas tienen ve-
neno como veneno de se rpientes"
(Salmo 58,4) "Debajo de sus labios
hay veneno de víboras" (Salmo 140)
"Hay lenguas que tienen un veneno
mortífero" (Sant, 3,8) Oué terri ble
cuenta tendr n que darle a D¡os
quienes se ded¡can a hablar mal de
Ios demás!
PIan satánico. Un gran santo vió en
sueños que el demonio p¡ntaba frente
del nombre de cada person a, en un
cuaderno, el plan que tenía para ha-
cerle ofender a Dios. Y que delante
de muchos y de muc ísimas p¡ntaba
un puñal afi !ado, y una lengu a, y en
frente escri bía aquella frase de San
Pablo: "I-os murmuradores, los
que viven hablando en contra de
los otros, son dignos de castigo, y
no solo ellos sino los que les ca-
laboran (Rom. 1,32) Y uno de los
castigos que recibirán será el que se
qued ar, n muy atrás, a mitad en el ca-
mino de la santidad, sin progresar
verdaderamente. Hay que pedirle
muchas veces a D¡os: "Líbrame de
juzgar y condenar a los otros, así me
B6 87
veré l¡bre yo también de serjuzgado y
condenado porTi ". (Van Galen).
Buenas recomendaciones. El sim-
pático apóstol juvenil Renato Pozza
escri b¡ó al fi nal de un mes en su d¡ario
espiritual: "En este mes ni una sola
rnurmuración. Bendito sea D¡os".
Oj alá podamos afi rmar algo parecido
nosotros: en este mes y, en este
año.... ni una sola murmuración. Oué
bendición.¡.¡ oh D¡os!
La niña Jacinta, la que vió a la
V¡ rgen en Fátima, en su última
enfermed?d, a una tía que se Ie
acercó a ped¡rl e un consej o le dij o:
"No hable mal de nadie y huya de
los que lo hacen".
Santo Tomás Moro decía. "Quien
murmura escri be los defectos de los
demás en placas de mármol paraque
t
no Se borren ni Se olviden. Y las
cualidades en letras en Ia arena, para
que se borren y se olviden
enseguida. Deberían Ser como un
colibrí que va de fl or en fl or buscando
perfumado néctar y llevando
prosperidad, y en cambio son como
cucarrones que van de barro en barro
y de est¡ércol en est¡ércol, buscando
Solamente lo que eS repugnante.
Corno las moSCaS, no buscan las
partes Sanas, sino las úlceras para
posarse y fij ar su atención. Qué
lastim al En cambio qué bueno que de
cada uno de nosotros puedan decir:
"no habla nunca mal de nadie" Oue
fortuna!
Capitulo 7
LA PRIMERA GONDIGION
PA:RA §EG'UIR A GRISTO.
Cuando las gentes le decían a Jesús
que querían seguirlo, El les respon-
día. "Quien desea seguirme quese
niegue a si mismo, y que acepte su
cruz de cada día (Mat.16,24).
Negarse a si mismo es llevarse la
contraria en deseos y gustos que
deseaba satisfacer, y saber dominar
sus palabras, sus pensarnientos y
sus instintos de manera que no se
ofenda a Nuestro Señor. Es lo que se
llama mortifi cación.
Ejemplos de mort¡f¡ caciones,
Santa María Mazzarello decía: "No
es necesario hacer grandes mort¡f¡-
caciones. Nuestro mej or sacrifi cio es
cornbatir y tratar de evitar esas faltas
que mas cometemos".
BB
t
B9
Lucia Ia que vio la V¡ rgen en Fátima
afi rmaba: "La mejor mortif¡cación
es esf orzarse por no pecar"
San Josemaría Escrivá aconsejaba:
"Como mortifi cación. sonreír a quien
nos importuna; dedicar tiempo a es-
cuch ar a los demás... callar la pala-
bra ofensiva que se queríadecir".
Santa Teresita contaba: "Mis peque-
ñas mortifi caciones eran: callar cuall-
do sentía deseos de responder a una
palabra ofensiva... no recostarme
sobre el espaldar de la silla al estar
sentada... hacer favores sin hacerlo
notar. r ¡ mostrarme siempre alegre y
sonreír aunque por dentro estuviera
sufriendo... no defenderme cuando
me regañaban sin causa".
Gausa de no curación. A uno de los
santos que han recibido de D¡os un
mayor poder de sanación le preguntó
una enferm a: ¿Por qué no logro
sanar?
-y él Ie respondió:
--porqueDios no estácontento con el modo
con el gue usted mort¡fica sus
pasiones y malas inclinaciones. Si
no se mortifi ca un poco mas, no
Sanarárr-Ella Ie hizocaso. Comen zó
a dominar mas SuS inclinaciones pe-
caminosas y SuS instintos y a tas po-
cas semanas obtuvo la sanación
corporal.
, Consejo de un libro farnoso. Entre
los libros de los últimos tiempos uno
de los que mas ediciones y lectores
ha tenido en todo el mundo es el que
se titula "CAMINO". Su lectura
transforma a los lectores. AIIídice su
santo autor: "Me Preguntan qué con-
Sejos o recuerdos les dejo a mis ami-
gos y yo les digo: "oración, oración;
trabajo, tt-1bajo y mort¡f¡ cación,
mort¡ficación. EI mundo está lleno
t
90
91
de gentes que por no mortifi car sus
oj os han tenido experi encias muy
malas y dañosas como Ia que tuvo el
rey David. Tenemos que record ar
siempre que el corazón es un traidor
que al pr¡ mer descuido nos hace
alguna traición. Por eso hay que
tenerle bien dominado y no dejarse
llevar por sus antoj os".
La primera mortifi cación cada ma-
ñana es levantarse en seguida sin
concederle ni un minuto a la pereza.
Superar ese minuto heroico que es
el de la levantada. Muchos por que-
darse pereceando en la cama des-
pués de la hora de Ia levantada tu-
vieron entonces sus peores tenta-
ciones y malos deseos. Si a cada
mortifi cación le ponemos por fi n sal-
var uF alma nos mortifi caremos con
i
mayor generosidad.
Los.dos Perros. A dos hombres les
regalaron a cada uno dos perros de ta
misma raza, uno negro y otro blanco.
EI pri mero de tos individúos se dedicó
a alimentar bien al perro blanco y en
cambio al negro te proporcionaba
menos alimento.Al cabo de un tiem-
Po el Perro blanco dominaba por
completo al negro. En cambio et otro
hombre se dedicó aalimentar rnucho
al Perro negro Y al blanco no te pro-
porcionaba el atimento suficiente ,yelfornido perro negro escla vizó y tira-
nizÓ por compteto at débil y il acu-
chento perro blanco. Esto mismo su-
cede en las Personas humanas. Tb-
dos tenemos dos fuerzas que piden
alimento: et cuerpo con sus pasiones
e instintos Y el alma con sus cuatida-
des y virtudes. Ouien alimenta bien a
su alma con buenas lecturas, sacra-
mentos, oraciones y obras buenas y
trata de no darle al cuerpo más de to
L
92 93
conveniente, Iogra que su espíritu
domine al cuerpo y a sus pasiones, y
viaj a tri unfante hacia Ia santidad y
salvación. En cambio quienes se de-
dican a no negarl e nada al cuerpo: ni
alimentos, ni demasiado sueño, ni
mirar y oír cuanto se les antoj a, ni l¡-
cores, ni excesivo descanso etc,y a
la pobre alma sí le niegan buenas
lecturas, sacramentos, oración
buenas obras etc. Lqué es !o que les
sucede? Oue el cuerpo y el egoísmo
de sus pasiones y malas inclin a-
ciones esclavizan a la voluntad y la
empuj an hacia el abismo del vicio y
de la perdición. Por eso es muy
importante repetirse de vez en
cuando Ia pregunta que una gran
santa se hacía cada día: Lmi vida es
de mort¡f¡cación o es solo de
satisfacc¡ón?.
El caballito de San Francisco. Este
simpático santo narraba a sus fieles
oYentes un ejernplo que aunque ya
es muY conocido por nuestros
Iectores quizás no sobra repetirlo
aquí. Les de cía que un campesino
compró un caballito pa ra llevar a su
mujer del campo al pueblo en los días
de mercado. Y la pri mera semana se
ded¡có a darle al tat caballo todo el
alimento que éste pedía y a no
hacerlo trabaj ar nada. Y ¿qué suce-
d¡Ó? Oue al síguiente doÑngo cuan-
do la señoraquiso viajar en éihacia el
Pueblo, el animalejo se dedicó a
corcovedr,la lanzó por et suelo y casi
la mata. Entonces ta semana siguierl-
te el campesino yano le dió al caballo
sino el alimento estrictamente nece-
sario y Io hizo trabaj ar bastante. y en
el próximo domingo et corcel muy jui-
cioso llevó a Ia seño ra hasta et pue-
blo, sin corcove ar ni hacerle ningún
L
94
95
daño... Y de ahí sacaba el santo esta
enseñanza; el caballo es nuestro
cuerpo. La señora que él debe llevar
es el alma. S¡ damos al cuerpo dema-
siada comida y poco trabajo, se ded¡-
ca a hacer d¡abluras y a causarle da-
ños al alma. Pero si lo mortifi camos
en el alimento y Io hacemos trabaj ar
fuerte, entonces sí llevará muy juicio-
so nuestra alma hasta la patri a eter-
na. Bella enseñanzay muy practica!.
Señal segura. San lgnacio de Loyola
para saber si alguien daba esperan-
zas seguras de crecer en santidad
preguntaba. LEs persona de gran
mort¡f¡ caci on? S¡ sí lo era, confi aba
en su perfeccionamiento. Si no era
persona que le gustara mortifi carse,
no daba el santo muy fi rmes esperan-
zas de que iba a progresar seria-
mente en perfecc¡ón.
Af¡ rmaciones de grandes perso-
nai€s, Santd Teresa decía: "Yo no
creo que llegue allperfección, quien
no practica la mortificación".
San Juan de la Cruzenseñaba: ,,S¡
alguien d¡ce que se puede ser santo
sin mortificarse, no hry que creerle
aunque haga milagros". 'I
"Muchas Personas se quedaron
estancadas sin progresar en
perfecciÓ¡ porque no fueron capaces
de mortificar su amor propio'-t-su
sensualidad (San Maxim¡liano t(ojbe).
En la Sagrada Escritu rase insiste en
que Ia verdadera Sab¡duría o santi-
dad se consigue dominándose a sí
mismo en palabras y en obras.
"Muchas santidades se quedaron
frustradas por falta de mortiFicación.
El no frenarel amordesordenaOá a s¡
96
97
mismo y a sus pasiones, dej a en mi-
tad de camino (Santo Tomás de
Aquino) .
Aunque yo tuviera puesto ya un ple
en la puerta del cielo, s¡ dej o de
m o rt¡fi ca rm e, tod av ía pod ré
condenarme (San vicente de Paul).
pensemos: "En el día del Juicio, de-
lante de Dios , LPodremos repetir esa
frase o conversación que hoy deci-
mos tan tranquilamente? (S. J- M.
Escrivá).
La mortifi cación parece al pri ncipio
algo doloroso, pero después notare-
mos que le trae al alma una tranquili-
dad y unos progresos tan admirables,
que no nos arrepentiremos nunca de
habernos mortifi cado en el hablar,
comer, mirar, y en no darl es gusto a
los sentidos e inclinaciones (San
Juan Bosco)
E,VSEÑANZAS DE ITN GRAN
DOCTOR, Entre los santos mas
apreciados por sus enseñanzas tan
útiles para llegar a la santidad,
sobresale San Juan de la Cruz,
declarado Doctor de la lglesia por el
Sumo Pontífi ce, Este famoso doctor
insistía muchísimo en la importancia
de las mortificaciones para lograr
llegar a la perfección. Estas son
algunas de sus enseñanzas:
"Oh si supieran las personas
cuanto pierden y cuantas ayudas
celestiales desperdician, cuando no
se mortifican y permiten a su cuerpo
que se dej e llevar por niñerías, y se
ded¡can a permitirl e a la sensual¡dad
gozar de cuantos gustos materiales
se le ocurren!".
Los goces sensuales son migaias
gue caen de la mesa de D¡os.,LPara
L_
9B 99
qué andar buscando como perritos
hambri entos que caigan al suelo esas
migaj as, las cuales no sacian nunca,
sabiendo que si somos capaces de
hacer el sacrifi cio de renunciar a
ellas, podremos sentarnos a la mesa
con los h¡jos de Dios a gozar de los
manja res espi ritu ales? .
Los apetitos sensuales son como
niños inquietos que nuncá se con-
tentan y siempre están p¡diendo. Si
se les da lo que p¡den, la pobre alma
estará siempre agotada buscando
cómo darles nuevas satisfacciones,
sin que ellos se declaren saciados ja-
más. Son vas¡j as rotas que con nada
se llenarl . Son como los que tienen
fi ebre: que en ninguna posición se
sienten bien y siempre p¡den que los
cambien de posic¡ón. Son como el
sed¡ento que abre la boca para que le
entre el aire y en vez de calmar Ia sed
lo que consigue es que la garganta se
les reseque mas.Quien deja aD¡os y
busca la criatura, nunca se sacia ni
e ncuentra ve rdadera satisfacc¡ón .
t
MIREN:
SE VAN AL INFIERNO
PORQUE NO HAY AUIEN
RECE NI HAGA SACRIFICIOS
POR ELLOS,
(Lo v¡ rgen srno. En Fótimo
el I3 de iulio de I gtTl
100 101
'::
,l'' . ' t.
Pa ra quien desea dom ar sus
instintos sensuales aprovecha
mucho la lectura del bello l¡brito
t¡tulado:
CAPITULO 8
UNA BATALL.A SIN LA CUAL
NO HAYVICTORIAS
Buena respuesta. Un hombre fue
desde muy lejos a consultar a San
José Cafasso, que era un sacerdote
famoso porque sus consej os trans-
formaban a los que los que los reci-
bían, La pregunta que le hizo fue la
s¡guiente: " LQué debo hacer para
Iograr dominar mis pasiones ?" -La
respuesta del santo fue: "Dornínelas
por medio de la mort¡ficación."Y le
añad¡ó: "la mortifi cación lo que busca
es fast¡d¡ar un poco el cuerpo para
que este no se dedique a fast¡d¡ar al
alm a. La rnortifi cación es ara bien
de si mismo, para mantener el equili-
bri o de los afectos, para dominar las
malas inclinaciones. Yo no le reco-
miendo mortifi caciones e ipeciales
sino que soporte los defectos de las
"f,L ANÁOB sentimental, sus
cualidades y peligros".
Por Sálesman.
102 103
personas sin quejarse ni d¡scutir; que
aguante con paciencia el frío y el ca-
lor. Y la alimentación tal cual Ia pre-
senten. Buenísima mortifi cación es
callar las palabras indebidas que se
querían decir, dorninar los oj os para
que la vista no se ded¡que a mirar Io
gue hace daño al alma levantarse de
la mesa con un poquito de hambre. Y
hacer en cada momento Io que hay
que hacer, y hacerlo bien hecho y por
amor a D¡os". r. Yo, he estud¡ado de-
tenidamente esta respuesta del san-
to sacerdote y me parece perfecta
(Don Bosco ).
RAZON MUY ESPECIAL, Un novicio
le preguntaba al santo fundador de
su comunidad: "Padre, Lpor qué cier-
tas personitas después de tantos
años de rezar y de proponerse ser
mej ores no logran llegar a la
santidad?" -y el fundador le respond¡ó
104 105
dando un profundo suspi-ro:
"Porque no saben mort¡f¡ carse, Es
que si el grano de trigo no cae
tierra y no muere, se queda
producir fruto. La gente Ie tiene
miedo a la mortifi cación. Pero a la
mortifi cación por Cristo y por la
santidad, porque cuando es por
conseguir d¡nero o fama o salud, ahí
si están d¡spuestos a trabaj ar 18
horas d¡arias, a ayunar y a despo-
jarse de muchas satisfacciones
materiales. Lastima que por Cri sto y
ppr Ia santidad no seamos capaces
de hacer las mortifi caciones que los
mundanos hacen por conseguir
éxitos materiales que no se podrán
llevar para la eternidad"! -Al oir esta
santa respuesta, también el noviciota
suspiró de emoción.
UNA PODA PROVECHOSA. Cuan-
do la mata de uva ha dado una gran
en
sin
t
cosech a, el agricultor toma unas tij e-
ras y la poda sin compasión, quitárl-
dole hoj as y ramas hasta dej arla
convert¡da en un feo esqueleto. ¿Por
qué este rnodo tan duro de tratar a
una planta que le d¡ó tan sabrosos
frutos? Paraque ella no malgaste sus
energías en hojas y ramas inútiles
sino que las concentre en las raíces y
en el tallo, y así cuando llegue el
tiempo de la próxirna cosecha pueda
producir abundantes y agradables
frutos. Así hay que hacer con nuestro
cuerpo y nuestro espíritu: si
queremos que produzcan buena
cosecha de frutos para la eternidad
emplear las tijeras de la mort¡f¡ -
cación y cortar sin compasión toda
palabra inút¡l o dañosa, todo
pensamiento que no conviene, todo
exceso en el comer, beber, dormir o
descansar. Todo luj o y vanidad en el
vestir, todo gasto inútil (siendo que
hay tanto pobre sufriendo hambre y
escasez y necesitando de nuestra
ayuda), toda pérdida de tiempo o
dernostración de orgullo. S¡ así lo
hacernos, nuest ra cosecha de
premios para la vida eterna se rá muy
abundante.
Un secreto infernal. Na rra ta
historia que un santo contempló en
visión una reunión de demonios
gue d¡scutían cual seríael modo mas
práctico de llevar rnuchas alrnas al
infi erno. Unos proponían una cosa y
otros una diferente y no se ponían
de acuerdo. Al fi n un diablito mas
marrullero que todos los demás
propuso: "convenzamos a la gente
para que no se mort¡fi quen en
nada, ni en el comer, ni en el mirar, ni
en el dormir, ni en el descans ar, ni en
los gastos inÚtiles, ni en las vanida-
des, ni en lo sensual, ni en el orgu-
i
L
106 107
llo"....Y d¡ce el santo que al oír esta
proposic¡ón, todos los d¡ablos dieron
un gran aplauso y estuvieron de
acuerdo en que si logran convencer a
la gente para que no se mortifique,
lograrán llenar mas fácilmente de
pecadores el infi erno (MB. de DB).
'
"nsaje
desde el cielo. La Vi r-
I
Un mensaj
gen Mana en una apari ción en
Fátima en julio de 1917 aparecia muy
triste al ver el gran numero de almas
de creyentes que caían al infierno y
exclamaba "Miren cuantos pecado-
res se condenan porque no hay quien
oré y haga sacrifi cios por ellos" Y
añadía este bello consejo: "Cuando
hagan algún sacrifi cio digan: "Oh
Jesús, es por tu amo[, y, por la
conversión de los pecadores".
HASTA LAS FIERAS. En los circos
dejan un día por semana a las fi eras
108 109
sin ningún alimento sólido, para que
se les regule la d¡gestión, y ese dia
de ayuno les resulta muy provechoso
para la salud . ¿Por qué no hacer algo
parecido con nuestro cuerpó?
Déjarl e de vez en cuando con un
poco de hambre, gue esto puede ser
Út¡l Para la salud corporal y sobre
todo parala salud del alm a.
Felicitación celestial. Santa Ber-
nardita al oír que la Santísima V¡ rgen
en sus aP ari ciones de Lourdes
repetía siernpre que eS necesari o
hacer penitencia por los pecadores,
se dedicó un día a refregarse la ca ra
con unas matas de espinas. La
V¡ rgen M aría sonrió de satisfacción
como d¡ciendo que eS ne6esario
mortifi car al cuerpo si no queremos
que éste esclavice al alma. Esta
santica decía a la gente: "la mortifica-
ción y los sacrificios ag radan rnucho
a Nuestro Señor. Péro et mejor
sacrifi cio es el que recomendaba
ciones, fatigas y afl icciones que nos
sucedan di ariarnente'r.
U NOS ZAPATOS MUY ESPECIALES.
En una visión le fue mostrado a San
Juan Bosco el camino para lograr lle-
gar ala santidad y al cielo. Era un ca-
mino acolchonado de rosas, las
cuales tenían muchas espinas. El
santo trató de caminar por allípero no
le fue posible. Las muchas esp¡nas
Se lo impedíarl . Entonces una VoZ
celestial le d¡j o: "use estos zapatos",
y le presentó unas botas que tenían
este letrero ''IVIORTIFIGAG!Ó N" : Se
colocó esas botas y ahora sí pudo
transitar l¡bremente por el carnino
que lleva a la perfección. La voz del
110 _#
cielo le añad¡ó: las espinas son las
antipatías y simpatías, los afectos
sensuales, la gula, el orgullo, la
pereza. Las botas son el mortifi carse
en los afectos sens¡bles, eo el comer,
beber, dormir, en el mirar y pens ar.
Cuanto rnas se mortifi que una
persona, tanto mas subirá hacia la
perfección".
EI ejemplo de los musulmanes. Al-
go que impresiona a los católicos
que van a Egipto es el verlaexactitud
con la que los niños musulmanes ob-
servan el ayuno los días en que se Io
prescri be su relig¡ón. Un día en un
ensayo para un desfi le de gimnasia
en el colegio Salesiano de EI Cairo,
después de trotary marcharvaria ho-
ras con el sol abrasador de 35 gra-
dos, el profesor d¡ó la orden a los
alumnos para que los que quisieran
fueran a tom ar algún refresco. Todos
111
I
L
Ios católicos corri eron a tomar jugos
o gaseosas o agua cristal, pero de los
niños rnusulmanes (que eran la ma-
yoría) ni uno solo fue a tomar nada,
aunque la sed era abrasadora, pues
aquel era un día de ayuno de su re-
ligión y en esas fecha desde que sale
el sol hasta que se oculta no se pue-
de ni comer ni beber nada. Qué ejem-
plo nos dan los de otras religiones!
Nos dej aremos ganar de ellos en
generosidad pa racon D¡os?
La franja de honor. En la aparición
gloriosa que el joven SANTO
DOMINGO SAVIO hizo después de
muerto a su d¡rector espiritual se
presentó vestido de una blanquí-
sirna túnica y con una franj a roj a en
su cintura, El sacerdote le preguntó
qué signifi caba ese rnodo de vestir y
el angelical joven le respond¡ó: "La
túnica blanca s¡gnifi ca la inocencia
112 113
que logré conservar. Y la franja roja
representa las mort¡ficaciones que
tuve que hacer pa ra no pecar y ias
cuales me l¡braron de cometer tantas
faltas". Y el buen d¡rector decía: "S¡
Domingo Savio no se hubiera
mortificado en el mirar, en et comer,
en el Pensar y en el hablar y ob rar,
nunca habría podido llegar a [a santi-
dad- La mortifi cación produce
perfecc¡ón". Y hace evitar muchos
pecados".
¿PARA O UÉ MORTIHCARS E?
a) Para imitar a Jesucristo cu ya vida
fue un continuo mortificarse en el co-
mer, en el beber, en el Sufri r humilla-
ciones, trabaios pesados, dolores y
tortu ras.
c) Para pagarle a D¡os las deudas
que le tenemos por tantos Pecados
que hemos cometido
d) Para sanarnos y fortifi carnos,
espiritualmente, pues tenemos una
inclinación muy grande hacia el
pecado y una propensión terri ble
hacia las recaídas. La mortifi cación
nos consigue aumento de fu erza de
voluntad y d¡sminuciÓn del ataque de
las pasiones.
E) Para conseguir la conversión de
los pecadores, pues Ia mortifi cación
ofrecida por amor de D¡os logra que
muchos que andaban extraviados lo-
gren volver al camino de la salvaciÓl'l .
F) Para prevenirnos de futuras caí-
das. Auien no se abstiene de Io
que es licito tarnpoco será caqaz
de obtenerse de lo que es ilícito.
114 115
Pero quien se sabe mortifi cár, tendrá
mucha mayor fuerza de voluntad pa-
ra resistir a las tentaciones y malas
inclinaciones. Las grandes victorias
contra el pecado vienen preced¡das
de peq ueñas victorias cont ra
n uestras i ncl i naciones.
g) Para poder evitar los siete peca-
dos capitales: orgullo, avaricia, ¡rd,
impureza, gula, pereza, envidia. To-
dos estos pecados están d¡r¡gidos
por un jefe el "egoísmo" pero este es
vencido por la mortificación¡
(Tanquerey).
L
¿Al guien desea dominar sus
pasiones y malas inclinaciones?
Gonsiga y lea el form¡dable l¡bro
*
ML goNrutsAT'f, f,SPIBITUAW
P rog resa rá ad m i rablemente,
Capitulo I
MI PERSONAJE
INOLVIDABLE.
Cuando en el año 2.000 se celebró el
Año Santo Universal , el Jub¡leo, o
alegre celebración, muchas perso-
nas no sabían a quien se le estaba
festej ando este aniversario. Era nada
menos que al mismo JESUCRISTO
en su cumpleaños No 2.000 Ahora
mismo el error mas dañoso para mu-
chísima gente consiste en no saber
nada o casi nada acerca del perso-
naje mas famoso y amable que
haya existido sobre Ia tierra, el
D¡vino Redentor, Por eso conviene
recordar algunos datos acerca de tan
simpático amigo y bienhechor.
Bella defi nic¡óI1 . La Sagrada B¡blia
dice: "Dios es amor", Esta resulta
116 117
ser la mas precios defi nición que se
haya hecho acerca de Nuestro
Señor. YJesús es ese D¡osrr.rrarnor,
hecho hombre.
Dos maneras de manifestarse, El
amor de Jesús hacia no otros se
manifi esta de dos maneras:
la. Declarándose nuestro amigo:
"Ya na /os llamo servidores slno ami-
gos. No me eligieron Uds. a Mi, slno
que yo /os elegí a Uds" -Y en verdad
que Cristo ha sido y serásiernpre y en
todas partes y con todos, "el amigo
que nunca falla." Millones de cre-
yentes en todos los siglos y lugares
han hecho el ensayo de buscar y coJl-
servar Ia amistad con Jesucristo y los
resultados que han obtenido y obtie-
nen son sencillamente prod¡giosos.
Segunda manera de dernostrar su
amor:
Sacrif¡cándose por nosotros. El
mismo lo decía: 'No hay amor r??as
grande que el de quien sabe dar la
vida por sus amigo,s', S¡ El fue
capaz de derrarnar hasta la última
gota de su sangre y mori r por salvar-
nos ¿no es justo entonces que
nosotros vivamos llenos de amor y de
grat¡tud hacia El y que nos ded¡que-
mos a pagarl e amorcon amor?
UNA CONDICIÓN. Cristo decía:
nUds. serán mís arnigossihacen lo
que yo /es mando," Esa es la
condición. Por eso conviene record ar
de vez en cuando los mandatos de
Jesús que están en el evangelio y
averi gu ar qué tanto los estamos
cumpl¡endo, parasaber así, cual es el
grado de amistad que tenemos con
El. Por ej . "Todo el bien que desean
L
118 119
que los demás les hagan a Uds.
háganlo UdS. a ellos". "No juzguen y
no Serán juzgados. No condenen Y no
Serán condenadosrr-r'Dén y Se les
dará". Ouien desea Ser ,el pri ncipal,
nágase servidor de todos los demás"
etc.
GRAVE FALLA. Decía el Padre Vec-
chi superior de una gran comunidad
religiosa, que una gravísima falla de
la actualidad consiste en que a la
gente no se Ie habla sufl ciente'
rnente acerca de Jesucristo, o no
se les presenta debidamente su
personalidad, y entonces JesÚs no
suscita la admiración que debería
Suscitar. Nosotros debe ríamos imitar
en esto alos 12Apóstoles, Ios cuales
después de recibir al Espíritu Santo
en Pentecostés, el tema pri ncipal del
que hablaban siempre y con gran
emoción y entusiaSmo, era la
120 121
excelencia de la persona de Jesús,
de su doctri na y de sus obras.
S¡guiendo las expl¡caciones del mo-
derno escritor Masariegos, recorde-
mos algunos hechos de la vida de
Nuestro Redentor, que pueden au-
mentar nuestro cari ño hacia El.
EL RETORNO A NAZARET. Poco
después de haber empezado su ma-
gisteri o públ¡co d¡spuso Jesús retor-
nar por unos días al pueblecito donde
se había criado, Nazaret. Allí había
dej ado gratos recuerdos entre toda
esa gente. Y su Santa Madre M aria
gozaba de una piadosa veneración
en el vecindario. Allí en Ia soledad y el
silencio, Jesús había dej ado un
montón de años, vividos sobretodo
en presencia de su Padre Celestial.
Muchos corrieron a salud arlo y a
record arl e histori as vividas. Ahora
los que llegaban de la capital decían
que hacía ver a los ciegos y hablar a
los mudos, y que predicaba
maravillosamente. Y en realidad Io
veían tan d¡stinto. Parecía que el
Padre de D¡os le había conced¡do
una sab¡du ría y unos poderes
celestial es.
Aquel sábado, día de fiesta para los
israelitas, no faltó nadie a Ia sinagoga
al rezo de los salmos. Jesús se colo-
có allí en el sitio en que siempre se
colocaba para rezar. Y se ded¡có a
hacer !o que hacía siempre: hacerlo
todo biell .
Ante los nazarenos no estaba un pro-
feta mas. Estaba el Profeta por exce-
lencia, el confidente de D¡os, al que el
Poderoso le confió sus secretos para
que nos los transmitieraa nosotros y le
concedió sus poderes sobrenatu ral es.
122
123
Al pri ncipio todos admiraban las pa-
labras de gracia que salían de su
boca' Pero JesÚs se atrevió adecir-
Ies que EI era et enviado por el cielo
para cumplir lo que habían anunciado
los profetas Y ahí si estalló Ia
reacción.
Nazaret contra Jesús. Cristo era elgran profeta ,Y como todos los profe-
tas iba a qued ar incomprendido. Sus
Paisanos no veían en El sino al ,,hUo
de José". No tenían ojor iá ra ver al
HUo de D¡os, to sent ían tán sencillo,
tan descoryPlicado, que tes costaba
creer que fuera el HUo del A¡tísirno.
Sus os vendados por Ia igno rancia
no sabían pedirle qüe les concediera
la luzP.ara poder entender aquel mis-
terio. Verdad gue tenían loi=ojos del
cuerPo clavados en Jesús, pero su
cora ón Y lgt ojos de su aima esta-
ban en mil ruindades de la vida.
tido de Payaso.
La reacción. Lo echaron del pueblo'
Fueron sus paisanos los Pri meros
que quisieron matarlo. Era como un
ensayo en aquel monte de Nazaret
de la muerte que le darían en otro
monte, el Calvári o. Pero ¿era de ver-
dad el pri mer intento de rn atarlo? No.
ya lo había intentado antes Herodes.
pero ni él ni ellos pudieron hacerlo
por entonces. La vida se la iban a
hritar no cuando a sus enemigo.§ se
les antoj ara, sino que El la daría
volunta ri'amente en "la Hora" en que
el paár" Dios había decretado qug
esto ir.edie ra. Por eso se abrió
124
125
camino milagrosamente entre ellos, y
se alejó. Pelear contra Cristo es salir
perdiendo siempre. Ser sus amigos
es señal segura de victori a .
JESÚS Y LA PECADORA. LO hAN
invitado almorzar a casa de un orgll-
lloso fariseo. Jesús acepta paratener
oportunidad de hablar allí a los co-
mensales acerca del Reino de los
cielos. Pero aparece una intrusa que
no habíasido invitada. Una pecadora
que tiene muy malafama entre todos
aguellos pecadores clientes suyos
entre los cuales hay Iobos d¡sfraza-
dos con p¡el de oveja. Aquella pobre
muj er quería cambiar de vida y no le
importaba lo que iban a decir esos fa-
riseos, sepulcros blanqueados, de
buena apariencia externa pero podri-
dos por dentro. Ella tenía el corazón
cansado de pecado. EI peso de sus
culpas Ja esclavizaba y sofocaba.
Oue ríal evantar el vuelo y Jesús le iba
aayud ar ahacerlo'
Dios ante el pecado tiene dos acti-
tudes: perdón y castigo. La pecadora
prefi ¡ó recibir ia pri rnera actitud. Es-
taba rodeada de iariseos alos cuales
Jesús no les ca ía nada bierl . En la
mesa no había puesto sino para los
hombres, pero en el suelo si podía
arrodillarse ella. Aquel ambiente se
mejoró, se llenó de perfume y el alrna
de la mujer también. Ivuchos de
aquellos comensales tenían el alma
tan manchada como la de ella, la
pe cado ra, pero no todos tenían como
ella el deseo sincero de converti rse y
obtener el Perdón'
Aquella mujer con cada beso que les
daba a los pies de Jesús, quería pa-
gar ros besos de pe cado que había
repartido. eue ríacarnbi ar de rumbo.
Y afortunadamente para salvar peca-
dores fue que Jesús vino al rnundo;
para sanar a los que tenemos el alma
enferm a.
Pero S¡món el invitador se puso a
juzgar y a conden ar dentro de su
pensamiento. Hasta había imag¡-
nado que Jesús era un profeta y
ahora resultaba que ese tal profeta
probablemente no sabia qué
clasecita de muj er era esa que Ie
estaba besando los pies. Pero para
esa gentecita es que El vino al
mu ndo, p ara los extraviados,
manchados, derrotados por el
pecado. Estas gentes serán los que
amarán más, porque se les ha per-
donado mas.
La respuesta inesperada. Jesús d¡-
jo a la mujer lo que nadie esperaba:
"Tus pecados quedan perdona-
126
127
dos" y añade una expl¡cación: "se le
órrdona mucho porque demuestra
i"ucho amor". Esa muj er ya no nece-
sita ríabusc ar amores sensuales que
l, dej rrrían llo rando de hastío llena de
am argu ra y desilusiÓn, Ya no
necesitaba d'edicarse aabrazar y be-
,r, (ydüáoarse luego suspirando de
derrota en la soletad) Hqbía sido
muy p"cado ra, pero la salvó el tener
fe en Jesús.
Vete en pa*, Fue la ulti ma frase de
Jesús antes de despedirse de ella.
oj átaque nos d¡ga tambien siemPre
eso mismo a nósotros. D¡gamosle
muchas veces: "Te amo mucho, Je'
sús, porque me has perdonado
mucho". Érobablemente mientras el
Señor decía estas palabras repetía
en su interior su ag radecida exclama'
ción:
,'Te alabo Padre, porque has re-
velado estas cosas alos hurnildes". Y
recordaba que los peores problemas
no son los que están enfrente de no-
sotros sino los que llevamos dentro
de nuestro corazón y el mej or ilu-
minador es EI; pero que si no le corl-
fi amos nuestros problemas, estos se
quedan bloqueados, sin soluc¡ól'l .
JESÚS Y EL PARALITICO. LE
llevaron un paral ítico, el cual al no
poderl o hacer entrar por la puerta de
la casa, porque estaba llena de
gente, lo hicieron descender por un
hueco que abrieron en el techo de
aquella habitación donde El estaba
predicando. Los que llevaban al
paral ítico creían que Jesús podía
cu rarlo , y por eso obtuvieron el
milagro. El repetía siempre: "Segun
sea tu fe., así serán las cosas que te
sucederán". (Creo yo que Jesús
tiene la solución para mis
problemas? Oj alá que sí crea en eso.
Mife puede obtener maravillas).
128
129
Lo pr¡ mero que miró Jesús fue la fe de
los que llevaban al enfermo. Luego
miró los pecados del enfermo, y Ie
dij o una frase que oj alá nos la d¡ga mil
veces a cada uno de nosotros: "Tu§
pecados quedan pe¡'donadc)s".
Ese es el ofi cio de EL Para eso ha ve-
nido al mundo.
EI milagro" Los escri bas y fariseos
no sabían ni creían que el que tenían
delante era el Hij o de Dios enviado
para perdonar nuestros pecados. Y
EI para probar que sítiene poder para
perdon ?r, curó instantáneamente al
paral ítico, sin medicina, sin masajes,
sin operaciones quirúrgicas. Con una
sola frase. Así de sencillo! Así de
grande y prodigioso! Y el paral ítico
empezó a andar ligero y alegre.
Había recibido la curación del cuerpo
y le habían sido perdonados los
pecados del alma! Oue mejor le
podríasuceder?
Y JesÚs segu íacallado, humilde, dul-
ce, sereno, obrador de milagros rna-
ravillosos en favor de todoJ los que
confiaban en su poder y en su bon-
dad,
Era lo que faltaba ala humanidad pa-
ra sercompletal
Iarnas un hornbre
ha habfado corno
Ia este hornbre.
7,46)
130 131
San Alfonso escri b¡ó un libro que
emo6iona a quienes lo leen.
Su título es:
,,PRÁCTT'[gA Df,t AÑruO& A
Jf,S[JERISTO"
Capitulo 10
EL HOMBRE MAS
EXTRAORDINARIO OUE HA
EXISTIDO EN ESTE MUNDO.
La experiencia de un escritor,
El famoso Juan Papini, aguerrido pe-
riod¡sta y popular escritor italiano, de-
silusionado de todo lo mundano y
material, únicamente encontró paz y
consuelo en amar a Jesucristo y tra-
tar de hacerl o am ar y apreciar por
otras personas. El andaba rep¡tieJl-
do: "Solo Jesús tiene la solución
para nuestros problemas rnorales
y espirituales. El es el hombre mas
extraordinario que ha existido en este
mundo, y al mismo tiempo es el Hij o
de D¡os y D¡os verdadero". Y se hizo
este propósito: tengo que trabaj ar
por hacerlo am ar y conocer por mu-
chos, Para ello escri b¡ó su muy popu-
lar "V¡da de Cristo". Y repetía: "Tengo
132 133
mas obedecido". Desde Su conver-
sión a los 35 años, hasta su muerte
en 1956 a los 75 años, Papini se
dedicó a estudiar y tratar de hacer
conocer a Jesús, A sus amigos les
decía: "Nada temamos tanto Como el
necesidad de Ti oh Cristo. Si Tú nos
ayudas, todo lo demás vendrá Por
añadidura".
Recordemos pues algunos hechos
de la Vida del Redentor, que Pueden
contri buir aque lo amemos y estime-
mOS Un pOCO mas. SigamOS Ia narra-
ción del escritor Masariego.
134
135
LATEMPESTAD EN EL MAR
Jesús dio a los apóstoles una orden
que los hizo estremecer: había que
atravesar el M ar de Galilea de no-
che. Ellos tenían experiencias tene-
brosas acerca de un viaj e como ese.
Amigos y pari entes se habían arri es-
gando a hacerlo y no habían regresa-
do, o sus cuerpos habían vuelto a Ia
ori lla en forma de cadáveres arro-
lados allípor las furiosas olas. Es que
ese pequeño mar tiene tempestades
violentísimas a causa de los furiosos
vientos que descienden veloces de
los montes cercanos y elevan olas
terri bles que hunden sin compasión
las barcas que encuentren por su
camino. Pero a pesar de todos estos
peligros los buenos discípulos obe-
decieron y entraron con sus embar-
cación m ar adentro. Y suced¡ó lo que
tenía que suceder: estalló la pavo-
rosa tempestad. Y para colmo de
males, el Divino Maestro estaba tan
problem a. Es que también estando
cerca de Cristo se pueden sentir te-
mibles peligros. Porque como dice
pertaron al Maestro d'iciéndole: "So-
córrenoS,Señor, que Perecemos".
Erael grito de los que no consiguen el
control de la situación. ¿No te importa
que nos hundamos?".
También junto a JESÚS existen peli-
gros de hundirse entre las olas Y a
ratos tiene uno que enfrentarse a lo
imposible. Y no queda mas remedio
que despertar al Maestro. El es el pro-
tector del déb¡1, el salvador de lo que
estaba perdido, el que llena de vida
cuando hay amenazas de muerte.
El prodigio. Cuando los miedos del
corazón se levantan como una ola
ernbravecida y con la oración sacu-
d¡mos al Señor, El despierta y viene
en nuestra ayuda. Esto fue precisa-
mente lo que sucedió en aquellos
momentos, Jesús se levantó y majes-
tuoso mandó al mar: "Ouédate quie-
t0", y' este quedó tan quieto como el
pavimento de una autopista. Luego
dij o al viento; "Cállate" y este se calló
y se aquietó como un ni o regañado.
Es !o que Jesús s¡gue haciendo
siempre. Sigue rep¡tiendo cada día:
cál late "Quédate quieto", al huracáni
dellas d¡fi cultades y a las olas de las
l.
pasiones. Calma la natural eza para
defender al ser humano !
136 137
Y se hiuü una Sran calma Aquellos
veteranos mari neros sabían muy bien
que una tempestad en el mar dura al
menos seis horas para calmarse, y
ahora en menos de un minuto la veían
totalmente cal mada. Es que Jesús
nunca falla a quienes creen en El.
Siempre trae calma y paza los que re-
curren con fe y confi anza a su poder y
bondad. El concede mayor paz que la
que traen los calmantes y las distrac-
ciones. Oh Jesús: danos una fe que
sea mucho más fuerte que nuestras
mas embravecidas olas y tempesta-
des!.
¿Qr¡ien es este? Aquellos rudos gali-
leos se quedaron boguiabiertos y se
preguntaban: ¿Pero quien será este
al cual hasta el viento y el mar le
obedecen? Señor: que yo me admire
también de tus poderes inmensos y
del gran deseo que tienes de
ayudarme a solucion ar mis situa-
ciones d¡fíciles.
138
139
"l'riste real¡dad. He leído muchos Ii-
bros acerca de cómo solucionar pro-
blemas,y lo más grave que he encon-
trado en varios de ellos es que a sus
autores no se les ocurre que Io rnejor
63s siempre recurri r a Dios. Y enton-
ces las soluciones que ellos propo-
nen se quedan sin producir verd a-
deros efectos, porque Io que D¡os no
soluciona se queda sin soluc¡ón. S¡
no se cuenta con Jesús no se conse-
guirán las verdaderas soluciones que
necesitamos.
* * * * ** * ** ** *** ** * * * *** * ** *** rt * * * * * :t ** * ** ?k
***LA HEMORROíSA. Pobre muj er.
Doce años derramando sangre de su
úlcera gástri ca. Cada día mas pobre,
más enferma y más desilusionada.
Gastó todo su tiempo y su d¡nero en
médicos y recetas y cada día iba de
mal en peor.
La ¡dea salvadora. AI fi n se le ocurrió
una corazonada: ir donde Jesús y
tocar con toda la fe Ia orla de su man-
to. Sentía en su corazón la idea de
que para D¡os los déb¡les son sus
preferidos y los mas impotentes, son
los más amados. Y se fue en busca
del Divino Maestro,
Le habían hablado muy bien de Je-
sús. Le habían d¡cho que era compa-
sivo, paciente, amable, muy genero-
so y con poderes inmensos. Y creyó
que no hacía falta que le d¡j era nada.
Oue bastaría tocar con fe su manto
santo.
El resultado que los médicos no
habían podido conseguir en una
docena de años, ahora lo lograría
Jesús en medio minuto. EIIa fue
donde Jesús y consiguló instan-
láneamente su curación. El Maestro
140
141
siente que un poder de curación sal¡ó
de El ,y pregunta quien lo ha tocado.
Los ojos del Maestro se encuentran
con los oj os de la que le tocó la orla
del manto. Temblorosa y llena de
temor Ie cuenta todo lo que ha
suced¡do, dando testirnonio en pu-
bl¡co del gran poder del profeta de
Nazaret. Jesús, lleno de bondad la
despide con estas solas palabras:
"Tu fe te ha salvado". Y seguramen-
te que ella se propuso desde ese mo-
mento: "Ahora iré a los médicos y
enfermeros que no pud¡eron cu rarme
y les diré que hay alguien mas pode-
roso que todos los médicos y medici-
nas del mundo y que su nombre es
JESÚS.
* * * ** ** * * * * * *** * ** * * * ** ** * Js* ** * * * * rk* * * * **
***MARTA Y MARIA. Hubo una casa
donde Jesús se sentía bien atendido
y muy amado y estimado. Era Ia casa
de Lázaro, Marta y M aría en Betania.
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTELIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTEsifexol
 
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN LIBRO COMO CONFESARSE BIEN
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN sifexol
 
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 3 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 3 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 3 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 3 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 6 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 6 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 6 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 6 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO. PADRE MANUEL RODRIGUEZ
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO. PADRE MANUEL RODRIGUEZLIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO. PADRE MANUEL RODRIGUEZ
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO. PADRE MANUEL RODRIGUEZelifix
 
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A TIMOTEO, PARTE 17 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A TIMOTEO, PARTE 17 DE 27BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A TIMOTEO, PARTE 17 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A TIMOTEO, PARTE 17 DE 27sifexol
 
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, JEREMIAS, PARTE 20 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, JEREMIAS, PARTE 20 DE 47BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, JEREMIAS, PARTE 20 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, JEREMIAS, PARTE 20 DE 47sifexol
 
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADA
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADALIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADA
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADAsifexol
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, DANIEL, PARTE 33 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, DANIEL, PARTE 33 DE 47BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, DANIEL, PARTE 33 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, DANIEL, PARTE 33 DE 47sifexol
 
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...sifexol
 
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZLIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZsifexol
 
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A LOS EFESIOS, PARTE 11 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A LOS EFESIOS, PARTE 11 DE 27BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A LOS EFESIOS, PARTE 11 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A LOS EFESIOS, PARTE 11 DE 27sifexol
 
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...sifexol
 
LIBRO PEPITAS DE ORO - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE ORO - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO PEPITAS DE ORO - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE ORO - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, PROVERBIOS, PARTE 35 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, PROVERBIOS, PARTE 35 DE 47BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, PROVERBIOS, PARTE 35 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, PROVERBIOS, PARTE 35 DE 47sifexol
 
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAU
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAULIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAU
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAUsifexol
 
Orientalismos de la Biblia vol 1
Orientalismos de la Biblia vol 1Orientalismos de la Biblia vol 1
Orientalismos de la Biblia vol 1Jorge Romero Díaz
 

La actualidad más candente (20)

LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTELIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PARA ADULTOS - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
 
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN LIBRO COMO CONFESARSE BIEN
LIBRO COMO CONFESARSE BIEN
 
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 3 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 3 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 3 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 3 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 6 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 6 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 6 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 6 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO. PADRE MANUEL RODRIGUEZ
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO. PADRE MANUEL RODRIGUEZLIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO. PADRE MANUEL RODRIGUEZ
LIBRO JESUS SIGUE SANANDO HOY. YO LO HE VISTO. PADRE MANUEL RODRIGUEZ
 
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A TIMOTEO, PARTE 17 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A TIMOTEO, PARTE 17 DE 27BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A TIMOTEO, PARTE 17 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A TIMOTEO, PARTE 17 DE 27
 
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, JEREMIAS, PARTE 20 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, JEREMIAS, PARTE 20 DE 47BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, JEREMIAS, PARTE 20 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, JEREMIAS, PARTE 20 DE 47
 
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADA
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADALIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADA
LIBRO EL PODER DE LA PALABRA - FUNDACION CASA DE ORACION DE MARIA INMACULADA
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 4 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, DANIEL, PARTE 33 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, DANIEL, PARTE 33 DE 47BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, DANIEL, PARTE 33 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, DANIEL, PARTE 33 DE 47
 
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...
LIBRO ¡SANAME, SEÑOR!. DOCE PASOS PARA PEDIR SANACION - PADRE MANUEL RODRIGUE...
 
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZLIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
LIBRO SANACION INTERGENERACIONAL - PADRE MANUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ
 
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A LOS EFESIOS, PARTE 11 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A LOS EFESIOS, PARTE 11 DE 27BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A LOS EFESIOS, PARTE 11 DE 27
BIBLIA CATOLICA, NUEVO TESTAMENTO, CARTA A LOS EFESIOS, PARTE 11 DE 27
 
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...
LIBRO DIOS PERDONA Y YO TAMBIEN. SANACION POR EL PERDON - PADRE MANUEL RODRIG...
 
LIBRO PEPITAS DE ORO - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE ORO - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO PEPITAS DE ORO - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO PEPITAS DE ORO - PADRE ELIECER SALESMAN
 
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, PROVERBIOS, PARTE 35 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, PROVERBIOS, PARTE 35 DE 47BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, PROVERBIOS, PARTE 35 DE 47
BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, PROVERBIOS, PARTE 35 DE 47
 
El ladron que fue perdonado
El ladron que fue perdonadoEl ladron que fue perdonado
El ladron que fue perdonado
 
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 7 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAU
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAULIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAU
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE - PADRE JOSE IGNACIO ALEMANY GRAU
 
Orientalismos de la Biblia vol 1
Orientalismos de la Biblia vol 1Orientalismos de la Biblia vol 1
Orientalismos de la Biblia vol 1
 

Destacado

LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTELIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTEsifexol
 
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 2 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 2 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 2 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 2 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.sifexol
 
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDING
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDINGLIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDING
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDINGsifexol
 
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...sifexol
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANsifexol
 
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...sifexol
 
La Biblia y solo la Biblia
La Biblia y solo la BibliaLa Biblia y solo la Biblia
La Biblia y solo la BibliaMaestro Apolos
 

Destacado (10)

LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 2 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 1 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTELIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
LIBRO CATECISMO BIBLICO PRIMERA COMUNION - PADRE FLAVIANO AMATULLI VALENTE
 
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 2 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 2 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 2 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO EL EVANGELIO EXPLICADO TOMO 2 DE 7 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.
LIBRO CHISPAZOS ESPIRITUALES - PADRE GUILLERMO COLOMBI A.
 
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDING
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDINGLIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDING
LIBRO ESCUCHA PALABRAS DEL CIELO. AVERIGUA COMO SE HACE - RAFAEL HOLDING
 
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...
LIBRO SOY UN APOSTOL EN LA ENFERMEDAD. ORACIONAL DEL ENFERMO - PARROQUIA JUAN...
 
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMANLIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
LIBRO VIDA DE SANTOS. TOMO 3 DE 4 - PADRE ELIECER SALESMAN
 
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...
LIBRO REALIZARSE A LOS 18. VIDA Y HUELLA DE CHIARA "LUCE" BADANO - MICHELE ZA...
 
La Biblia y solo la Biblia
La Biblia y solo la BibliaLa Biblia y solo la Biblia
La Biblia y solo la Biblia
 

Similar a LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN

Similar a LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN (20)

pepitas de plata Eliécer salesman
pepitas de plata Eliécer salesmanpepitas de plata Eliécer salesman
pepitas de plata Eliécer salesman
 
Por qué orar
Por qué orarPor qué orar
Por qué orar
 
Por qué orar
Por qué orarPor qué orar
Por qué orar
 
31-01-2016
31-01-201631-01-2016
31-01-2016
 
Protege tu planeta 2.docx
Protege tu planeta 2.docxProtege tu planeta 2.docx
Protege tu planeta 2.docx
 
Hojita para los niños
Hojita para los niñosHojita para los niños
Hojita para los niños
 
Hojita parroquial Marzo
Hojita parroquial MarzoHojita parroquial Marzo
Hojita parroquial Marzo
 
Escribe hermano leon nº 111
Escribe hermano leon nº 111Escribe hermano leon nº 111
Escribe hermano leon nº 111
 
Obras de misericordia
Obras de misericordiaObras de misericordia
Obras de misericordia
 
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE. PADRE JOSE IGNACIO ALEMANI GRAU
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE. PADRE JOSE IGNACIO ALEMANI GRAULIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE. PADRE JOSE IGNACIO ALEMANI GRAU
LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE. PADRE JOSE IGNACIO ALEMANI GRAU
 
25-10-15
25-10-1525-10-15
25-10-15
 
30-10-16
30-10-1630-10-16
30-10-16
 
02 Circular
02 Circular02 Circular
02 Circular
 
Enseñanzas del papa francisco no.96
Enseñanzas del papa francisco no.96Enseñanzas del papa francisco no.96
Enseñanzas del papa francisco no.96
 
HOJA PARROQUIAL DEL DOMINGO 30 DEL TO. CICLOB. DIA 25 DE OCTUBRE DEL 2015
HOJA PARROQUIAL DEL DOMINGO 30 DEL TO. CICLOB. DIA 25 DE OCTUBRE DEL 2015HOJA PARROQUIAL DEL DOMINGO 30 DEL TO. CICLOB. DIA 25 DE OCTUBRE DEL 2015
HOJA PARROQUIAL DEL DOMINGO 30 DEL TO. CICLOB. DIA 25 DE OCTUBRE DEL 2015
 
Enseñanzas del papa francisco no 40
Enseñanzas del papa francisco no 40Enseñanzas del papa francisco no 40
Enseñanzas del papa francisco no 40
 
31/08/2014
31/08/201431/08/2014
31/08/2014
 
01 06 libro taoista de los muertos
01 06 libro taoista de los muertos01 06 libro taoista de los muertos
01 06 libro taoista de los muertos
 
Enseñanzas del papa francisco no.92
Enseñanzas del papa francisco no.92Enseñanzas del papa francisco no.92
Enseñanzas del papa francisco no.92
 
El evang. dia especial
El evang. dia especialEl evang. dia especial
El evang. dia especial
 

Último

HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptxHIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptxPalitoBlanco1
 
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxEl Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxjenune
 
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niñosla Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niñosGemmaMRabiFrigerio
 
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...JaimeRuilovaTorres1
 
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptxLA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptxAntonio Miguel Salas Sierra
 
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.yhostend
 
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA VLA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA Vczspz8nwfx
 
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdfPARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdfAntonio Miguel Salas Sierra
 
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases."Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.Opus Dei
 

Último (11)

HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptxHIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
HIMNO CRISTIANO TIERRA DE LA PALESTINA.pptx
 
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxEl Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
 
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niñosla Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
 
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CMLa oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
 
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...
2024 - PPT - 10 Días de Oración - Orientaciones para uniones y campos - ESP...
 
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptxLA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
 
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
 
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitarSanta Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
 
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA VLA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
 
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdfPARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
 
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases."Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
 

LIBRO PEPITAS DE DIAMANTE - PADRE ELIECER SALESMAN

  • 1.
  • 2. ll Ir I Biblioteca de Bolsillo No 9 DLLA COLNCION DD MINI LIBI(OS LOS PROVERBIOS DEL rÑEY SALOMÓN 1rr.o:isimo librito que llerra 1años transformando persorií;r s. MIL JOYAS DE sABipuRIA Vfí frasesI corrl,puestas por los más grand,"" sabios I',t PENSAMIENTOS ;LUMINOSOS i BellÍsirnos. ,Tres para cada :' ,dí^ del año. libreria religiosa o enja BIRLICO CATOLICO ELIÉCER SÁLESMAI{ PEPITAS DE DIAMANTE 3a. Edición 30.000 Eiemplares P Tel.: 3725555 Fa>r: 3676054 APosToLADo B Ísl-rco CATóLrco
  • 3. O Copyr¡ght AposToLADo BísLtco Cnróuco Cro. óo. No. 27-63 Sur PP Solesionos Borrio 20 de Julio - Tel,: 3725555 Ext.: 2028 Fox: 3ól ó054 Bogotó D,C. tsBN g5g-ó5 4-042-1 lmpreso en EDITORIAL LECAT Ltdo. Prlnted ln Colomblo lmpreso en Colomblo PARA ENVIOS AL EXTERIOR, HACER SUS PEDIDOS A: HERNANDO NEIRA: Correro 50 No. 52-126 Of. 405 - Tel .:251 8692 Fox: 5718552 - Medellín, Colornbio PRÓIOGO, En este l¡bro Pretendemos dar nas motivaciones gue muevan Personas a obrar mejor y a Ser felices. En Ia voluntad todo depende de las motivaciones o móviles gue la rnuevan a obrar. Cuando una perso- na posee intensos motivos se vuelve algu- a las más
  • 4. Ca paz de realizar acciones importarl- tes, mej ora Su modo de Ser Y Su vo- luntad se vuelve enérgica. Pero si le faltan motivos para obrar Ya no se decide y su voluntad se va volviendo mas déb¡|. En estas Páginas vamos a dar fuertes motivos pues mientras alguien tenga ideas emotivas Y entusiasmantes en su mente, Posee- ráenerg íaen su voluntad, serácapaz de dominar sus impulsos indebidos y logrará efectos admirables. Pero si carece de eSaS ideas entusiasman- tes, le llegará Ia abulia, que consiste en un desgano para obrar, el Cual debilita mucho la personal¡dad, Ouien lea este librito va a encontrar varias ideas muy entusiasmantes que le Van ahacer mucho bien. Todo depende de los motivos. Cuan- do alguien desea obtener un fi n y tie- ne motivos sufi cientes y seri os para desearlo ya no le cuesta creer que sí podrá conseguirlo.En esto todo de- pende de los rnotivos que mueven a obrar. Así sucede por ej emplo que alguien es muy fuerte de voluntad en un campo (por ej emplo el econórnico) y muy déb¡l de voluntad en otro (por ej emplo el moral) porque en el uno sí tiene y siente fuertes motivos o móvi- les para obrar y en el otro no. El fi n de estas páginas es proporcionar fuer- tes motivos para quienes desean vol- verse mej ores. Ouien obra con voluntad déb¡l y con falta de energía, probablemente lo que le sucede es que no tiene motiva- ciones sufi cientemente fuertes y entusiasmantes para obrar rnejor. El aprender a valorar deb¡darnente lo que mas nos conviene para nuestro bien espiritual se convierte en un resorte efi caz; que empuj a aobrar,en una palanca poderosa que remueve obstáculos, en una luzque ilumina el
  • 5. camino y hace ver los peligros que nos acech an y las buenas posibil¡dades que nos esperan. Y eso es lo que pretenden estas páginas. D¡cen que,para no empobrecer el espíritu hray que tener a mano siempre un buen !¡bro y leer de vez en cuando alguna de sus páginas, Es la dosis de vitaminas espirituales que necesita continuarnente nuestra al- m a. La experi encia enseña que si no existe un ideal de buen comporta- rniento para tratar de obtenerlo, se llega a baj ezas y miserias morales rnuy degradantes, pero que si ese ideal se reaviva con buenas lecturas, la persona alcanza progresos admi- rables. En este l¡brito se nos recuerda lo que debemos llegar a ser y lo que debemos evitar. Leámoslo con inte- rés y bendeciremos a Dios por haber- lo leído. 6 Gapitulo 1 UN DESTINO DEL CUAL NADIE SE PUEDE LIBRAR Profecía lnal entend¡da. La Barone- sa Jokctam presentó un día a San Juan Bosco su h¡j ito muy enfermizo. El santo le dio Ia bendición y le anun- ció. "El día tal, del mes X, el niño estará mejor". La señora se fue feliz pensando que en esa fecha quedaría curado, pero exactamente en ese día se murió el niño. Ella desconsolada no quería ayud ar mas a don Bosco, hasta que el canónigo Anfossi le d¡j o: "El anuncio del sacerdote fue que en ese día su hijo estaría mej or, lo cual signifi ca que se fue a una vida mucho mas feliz y hermosa que ésta". Ella como si le hubieran quitado una ven- da de los oj os, comprend¡ó la verdad y dio gracias a Dios.
  • 6. S¡ vemos la muerte como un paso a una vida mas feliz y mas plena que esta vida terrenal, ella perd erá mu- cho de su terror y adquirirá u aspec- to de esperanza porque no vamos a desaparecer defi nitivamente, sino a pasar a una existencia mucho mej or que la actual. Buena esperanza. San Ambrosio mori bundo exclamaba. No temo la muerte, porque tenemos un buen D¡os, uh Padre que amoroso que nos ama y nos comprende". San Agustín al record ar esta expresión la alababa porque le parecíaque lla era una de- mostración de que lo que animaba a San Ambrosio no era el creerse san- to, sino el record ar lo bueno y amable que es el Señor que nos va ajuzgar. Es que el record ar aquella promesa de Jesús uAquien ve ga a Mí, yo no lo echaréfuera" anima mucho en los momentos fi nales de Ia vid a. Preguntas importantes: pregunte- rnos a los rnuertos: "Si les qued ara un día de vida en esta tierra: Lqué ha- rían?" -lmaginemos la respuesta que nos darían y tratemos de hacer eso mismo ya que todavía estarnos vivos en esta tierra. Preguntémonos a nosotros mismos: A la luz de mi muerte, Lqué amista- des desearía haber tenido, y cuales desearía no habertenido jamás? y no olvidemos la copla antigua: Mira que te mira D¡os. Mira que te está mirando. Mira que te has de morir. Mira que no sabes cuando. Un inventari o muy oportuno. AI morir dej aremos muchos elementos, cosas, personas, v?nidades, obj etos inútiles, fal sas riquezas... Es suma- mente provechoso ir haciendo desde
  • 7. ahora un inventario de qué es im- portante llevarnos entonces pa ra la eternidad, y de qué nos debemos ir desprendiendo desde ahora. Aquello que a la hora de la muerte sintamos alegría y consuelo por podernos ile- var, conseruémoslo y aumentémoslo: oraciones, lirnosnas, buenas obras, lecturas p¡adosas, amistades santas, actos de cari dad con los demás, p a- ciencia en el sufri r, palabras prove- chosas, silencios de lo que se debe callar, buenos pensamientos, etc. Pero de todo aquello que Ia hora de partir para la eternidad, no sentire- mos consuelo de haberl o tenido o practicado, v? yamos despoj ándonos desde ahora, por ej emplo de las amistades pecaminosas, de las malas costumbres, del vocabulario indebido, de la tacañeríaen ayud ar al necesitado, de los modos bruscos de tratar a los demás, de la pésima costumbre de murmurar o de rnentir, de los gastos no necesarios y ded¡cados a la vanidad, del deseo de sobresalir etc. etc. De todo ello tendríamos gran tristeza a la hora fi nal si todavía nos acompañara, y nos traería verguenza al presen- tarnos ante el Juicio de D¡os; por eso lo mejor será irlo dej ando a un lado como algo inútil y dañoso, ahora que tcdavía tenemos tiempo de despren- dernos de esto que tanto rnal nos puede traer. Aviso alegre y no triste. Jesucristo no es ningún aguafi estas. A su doctri- na le puso un nombre muy bonito: "Evangelio", que signifi ca: "alegre no- ticia, buena noticia". Pero El habla de la muerte como algo muy real y muy cierto para cada person a, y en lo cual hay que pensar seriamente, como una realidad segurísima y cercan a, y 11 10
  • 8. no como algo que es solarnente para otros. Cristo quiere que nos prepare- mos para la venida del Hijo del hom- bre, la cual será como Ia llegada del Iadrón nocturno, a la hora menos pensada y del modo que menos habíamos imaginado. Y nos pone sobre aviso para que ella no nos sorprenda sin estar preparados. Para que a Ia hora de la muerte D¡os nos encuentre en activo, para pagarnos muy bien en la eternidad, y no en pasivo, lo cual nos traería fuertes sanciones de la Justicia D¡vin a. Jesús repetía: nDichosos los quese encuentren bien preparados, Oren y estén alerta. A quien mas se le dió mas se le pedirá". Modos de morir. Muere el niño de ocho años y el joven de 20, el hombre adulto y la ancianita de ochenta. Po- demos mori r en gracia y amistad de Dios, o en pecado y llenos de deudas con el D¡vino Ju ez. A la salida de Ia iglesia o a la salida de un baile. Aquel vecino murió del corazórl . El otro de un derrame cerebral. Antier los que viaj aban en un bus y ayer los que ¡ban en un avión. Todos rnori remos de repente, porque aun los que mueren en la cama después de una larga en- fermedad están convencidos de que todavía no se van a mori r. Lo impor- tante es estar preparados. No ha- cer tonterías. S¡ pud¡érarnos mori r dos veces nos podríamos dar el luj o de mori r mal la pri mera, pero este pa- pel no se repite. No se puede ensa- yar.El Papa Pio Nono le regaló a al- guien un anillo con este letrero: "Re- cuerde que va a rnori r" y le aconse- jó que lo leyera cada día. Oj alá nos regalaran un anillo semej ante y lo le- yéramos mañana tarde y noche. 12 13
  • 9. Lo gue es perecer, Dos muchachas vienen de un baile en una d¡scoteca (donde todo está preparado técnica- mente para hacer pecar a la gente con toda facilidad) Cometen el error de sacar la cabeza por la ventana del bus para charl ar la una con la otra (van en dos bancas seguidas) pasa una volqueta a toda velocidad y les arranca la cabeza. Aparte de lo trá- gico del asunto, eso es Io que se !la- ma "perec€f", osea terminar de una manera desastrosa. Es lo que la B¡- blia llama una muerte "pésimÍt". Es que no es bonita una muerte repen- tina después de pasar una noche en un sitio en donde hay todas las facili- dades para pecar. Como tampoco es "bonita" sino mas bien trágica y "pési- ma" la muerte del joven borracho que se estrella y muere en su carro des- pués de una noche de juerga. Eso es lo que el evangelio llama "pe- recer". Y Jesús anuncia: "Si ustedes, No se co nvie rte n, todos pe receráfr', o sea terminarán muy mal. Menos mal que todavía tenemos tiempo de con- vertirnos y de lograr terminar bien es- ta vid a. Hoy si escuchamos el Ilamado cie D¡os, ño hagamos oídos sordos. Preparemos una muerte santa con una vida llena de buenas obras. Los cuatro del ataúd. Un santo muy famoso de los últimos tiempos con- templó en una visión que al sitio don- de había un enorme grupo de gente llegaban cuatro hombres llevando un ataúd , y acercándose a alguien le d¡- jeron. "acuéstese en este ataúd,pues nos mandaron llevarlo". El se opon ía y decía que no quería mori r todavía, pero ellos lo obligaron a entrar en el ataúd y se lo llevaror"l . El santo obser- vó bien para fijarse quien era. Hizo 14 15
  • 10. que un sacerdote Ie recomendara en esos días que se confesara,y así lo hizo. D¡ez días después, subiendo por una escalera con otros tres lle- vando un enorme bulto de catres me- tál icos, Ios de adelante soltaron sin querer los catres, éstos se vinieron escal era abajo y mataron al hombre del sueño. Menos mal que se había prepa rado con buena confesión. lma- ginemos: cuatro hombres misterio- sos vienen al sitio donde estamos ahora. Se colocan frente a mí. Me pi- den que me acueste en el ataúd . ¿Es- toy preparado para partir hacia la eternidad? Si no estoy preparado, pues¡¡. . a prepararme! Porque tarde o temprano ésto me va a suceder. Y quizás mas pronto que tarde. "Al bri llar un relámpago nacimos- y aun durasu fulgor cuando mori mos- tan corto es el vivir (Bécquer) PoCaS palabras que hayan conver- tido a tantos pecadores, enfervori- zado a tantos t¡bios, y despertado a tantos pere ZoSoS Como esta: "Muerte" (Millot) Un lente muy especial. Con el lente de la muerte, Cómo Se ven de distintas las vanidades del mundo que tanto atraen a la gente: Rique- zas, honores, placeres, fama, como- didades! Desde los ciri os que rodean un ataúd, se puede ver que solo nos llevamos al sepulcro un vestido para que Se pudra allá con nuestro cuerpo yamarchito. De qué le podrán servir a un muerto todos los mas elegantes m ármoles de su tumba2 Nuevas generaciones van llegando. A los que vivieron hace cien años en nuestro barrio Lquien los recuerd a? Dentro de cien años Lquien se acord aráde nosotros? Nos habremos ido tarnbién y nadie sabrá 16 17
  • 11. por aquíque existimos. Pero e! alma seguirá viviendo y estará recibiendo su salari o. nPara fos que hicieron el bien habrá gloria honory paz. Para los que hicieron el mal, tristeza y castigo vendrán'(S. B¡blia Roma- nos 2) Por eso san Francisco Javier repetía a ia gente: "en el mundo no hay sino un solo bien: salvarse. Y un solo mal: condenarse. Los males fí- sicos sufridos con paciencia traen salvaciól'l , y los bienes materi ales de- d¡cados solo al egoísmo traen con- denación". Pri ncipios para recordar. La muerte es un encuentro con e! amorosísimo Padre Celestial. Para una persona buena el día mas feltz de su vida no es el de su grado o de su éxito comer- cial o profesional, sino el día de su muerte, porque es la fecha de su en- cuentro con el Dios que tanto le ama y tan grandes premios le va a conceder (Brocardo) * La muerte repenti na está ahora de moda (Saravia) Al hablar de la muerte hay que insistir en que ella eS Sumamente Segura pa- ra cada uno de nosotros. Porque eso eS lo que tanta gente no Cree, y la ven tan lej an a. S¡endo algo tan seguro y tan decisivo no nos podemos dar el luj o de no preparar ese momento. DeSgraciadamente muchos y mu- chas sabiendo que sí hay muerte y eternidad, viven como si ellas no existieran. Es que saben que existe, pero no piensan en ello. Y eso eS grave y dañoso (Salviano) Por qué,a los cristianos les impre- siona Ia muerte? Por la eternidad. Porque después de ella solo hay dos clases. Ios que se salvan y los que se 1B 19
  • 12. condenan. Es necesario preguntarse frecuentemente: ¿Me salvaré? ¿Me condenaré?. S¡ me salvo, todo está ganado. Si me Gondeno, todo está perdido para siempre. Así que tengo que comportarme cada día, como si en este día me hubiera de mori r. (Kempis) Jesús, José y Mari a, que estos nom- bres sean los que yo pronuncie al mori r, para que llevando ese ramo de olivo en mis labios sea recibido en el Arca de salvación del Paraíso Eterno (San Germán) Santa Catalina al pens ar en la muerte decía. "Seño[, no más pecados, no más pecados!" El Patriarca Job pensaba: "Polvo soy, y en polvo rne habré de conver- tir", y esto lo llevaba adarl e mas im- portancia a Io del espíritu que a Io del cuerpo. San Carnilo se asomaba a las sepul- turas y decía: "S¡ los muertos volvie- ran a vivir Lqué no harían para ganarse un buen puesto en la vida etern a? Y yo que aun vivo en esta tie- rra ¿qué haré para conseguir rni eter- na salvación? Hechos para reflexionar. Un mu- chacho contaba: "Desde que un ca- mión estranguló a mi compañero de curso, yo pienso de Yez en cuando: LYa le echarían gasolina al camión que me va a matar a mi? -Y vivo en gracia de D¡os, por si acaso. * La muerte iguala a los cetros y a los azadones (Horacio) El hermano de Tomas de Kempis 20 21
  • 13. construyó una casa muy hermosa y se gloriaba de que allíiba a vivir para siempre. Pero su hermano Ie d¡j o: "Su casa es bella pero tiene un defecto" -LCu ál? "Que tiene una puerta y por ella tendrá que salir algún día, ya muerto, para el cementerio. -Y ese día no se llevará sino sus obras, las buenas para recibir premio y las m a- las para castigo. Todo lo demás ten- drá que dej arlo para otros en la tie rra" . Considerémonos ya muertos. Y si Io estuviéramos Lqué desearíamos ha- ber hecho en Ia vid a? Pues a haCerlo desde ya(San Lorenzo Justiniano) Hay un l¡bro que impresions, transfor a a quien lo !ee. Su título es: ,, P8fiP,tr.RÁC[ONi P,A ftLE tA MUüRTf, Y IJh" ETtrRIVIDAD'U 22 De San Alfonso. 23
  • 14. Capitulo 2 FINAL QUE GONVIENE PREPARAR BIEN Una puerta hacia la etern¡dad. A una actriz de cine muy exitosa le preg u ntaron los period ¡stas. ¿Ud. no siente vanid ad? y ella res- pond¡ó. "Mi remedio para no enor- gullecerme es pensar en la muerte que me espera y en el Juicio que lle- gará enseguida". San Juan Bosco que llevó tantos jó- venes a la santidad les decía: "P¡en- sen cada noche: ¿Cuál será m¡ des- tino eterno si me muero en esta no- ch e? -No olviden nunca que en la hora de Ia muerte se cosecha todo lo que se ha sembrado y cultivado en Ia vid a,lo bueno y lo malo. Dichosos los que en el momento de Ia muerte se encuentran con que han hecho mu- chas obras buenas en la vida. Oué alegría tan intensa tendrán entonces. A la hora de la muerte se juzgan las cosas de manera muy distinta a como se juzgaban en medio de las pasio- nes de esta tierra. Lo importante no es saber cuando nos vamos a morir o co- mo, sino prepararnos con muchas buenas obras para que a la hora fi nal no tengamos susto por la probable condenac¡ón, sino gozo por el premio eterno que vamos a recibir. Al mori r sentiremos tristeza por haber perdido el tiempo que habríamos podido em- plear en ganar premios para Ia eter- nidad. Y pensaremos: "r¡quezas, ho- nores, placeres ¿de qué me servi- rán? De nada me servirá lo que no haya sino hecho para gloria de D¡os y bien del prój imo". Estas palabras tan sabias de un gran santo merecen que las recordemos de vezen cuando. 24 25
  • 15. Los tres amigos. Cuenta la fábula que un hombre tenia tres amigos: las r¡ quezas,los compañeros y sus bue- nas obras. Les pid¡ó que al morir le acornpañaran. Las r¡quezas Ie d¡j e- ron "!o acompañaremos hasta su últ¡- mo rnomento de vida". Los familiares y amigos le añadieron: "nosotros lo acornpañaremos hasta dej arlo en su sepulcro en el cementeri o". Y las obras buenas le prometieron: "Nosotras le acompañaremos hasta el trono de la Justicia D¡vina para obtener que se le conceda premio para siempre en la eternidad". ¿Qué rne enseña ráesta na rració n? . Verdades esenciales. La muerte no suele cambiar el rumbo de nuestra vi- da sino que lo dej a en su estado para siempre: o una vida de buenas obras, y premio para siempre, o una vida lle- na de rnaldades y castigo eterno. Hay que vivir en una perpetua prepa- ración para tener una santa muerte. Nuestra vida es una peregr¡ nacióJ1 . Lo importante es llegar a un buen destino al fi nal del viaj e. Está en jue- go nuestro porvenir eterno. Afortuna- damente Cristo pagó por nuestros pecados y reza cada día por no- sotros. l i Pecador: mire el desfi le que se le presenta. Colóquese en la ori lla del camino de la vida por donde pasan los muertos. Cada tic tac del reioj pa- san dos cadáveres. Unos son niños, otros ióvenes, algunos adultos y mu- chos viej os. Y piense por un momento: Cuando uno de esos ataúdes lleve mi cad á- ver, ¿mi alma se sentirá bien prepa ra- da para rendirle cuentas al D¡vino Juez? ¿Sí tendrá encendida su lám- para con el aceite de las buenas 26 27
  • 16. ob ras? ¿Aprovech aré el tiernpo que todavía me queda en esta vida Para prep ararme deb¡damente a dar cuentas de mi comportamiento ante el Tri bunal Divino? Más me Preparo Y mayor s erámi recompensa! MODOS DE MORIR Voltaire el terri ble enemigo de la reli- gión, estando mori bundo exclamÓ: "Siento una mano que me lleva hasta el tri bunal de D¡os. Veo el infierno abierto. C¡érrenlo" Y expiró. PaulUS, tremendo incrédulo, antes de mori r, después de estar tres días sin sentido, levantó la cabeza y dij o: "Si h ay otro mundo" Y murió. Un famoso fi lÓsofo pagano de la ant¡- guedad escri bió: "la muerte es lo mas terri ble entre todas las cosas terri bles" (Omnium terribl¡um, terri bi- lisima mors) En cambio para Santa Teresa la muerte era algo delicioso: "Ven muer- te tan escondida- que no te sienta ve¡i¡- porque el placer de mori ¡- no vuelva adarme la vid a. Domingo Savio, el santo adolescel'l- te muerto a los 15 años, eXclamaba poco ante de mori r: "Papá, papá, que cosas tan hermosas veo". Y después de muerto se apareció a su santo confesor y le d¡j o. "Lo que más me consoló a la hora de la muerte fue Ia presencia de la santísima Virgen. Recom¡éndeles a todos que la invo- quen con mucha fe". Se muere como se ha vivido. La muerte es Ia cosecha de la vida, es recoger Io gue se ha cultivado día por dia. Si se cultivó trigo de buenas 28 29
  • 17. obras y vida de santos pensamien- tos, se cosechará alegría, premio y paz. S¡ se cultivaron espinas de m a- las obras y ctzañas de malas pala- bras, Ia cosecha será eso: espinas y cizaña. La rnuerte es el eco de Ia vida. S¡ no se cultivaron buenas acciones habrá que presentarse ante Dios con las rnanos vacías, lo cual será muy Ia- mentable. La rnuerte de quien no quiso conver- tirse es desastrosa porque es una muerte etern a. Aunque lograra mori r con una sonrisa en los labios, quien muere sin hacer las paces con Dios, ya no volverá a sonreír iarnás" En cambio la muerte de quienes viven en paz con nuestro Señor, amándolo y ofreciéndole todo por El , aunque mueran en medio de terri bles dolores desde el rnomento de su paso a la eternidad ya nadie logra rá bo rrar su tra muerte? Se rnuere como se ha vivido! 'señor: que nuestra vida sea Santa Y nuestra rnuerte Sea el paso defi nitivo hacia la felicidad gue no tend ráfi n. Las tres somrssas. Un viejo moriburl- do sonri ó tres veces, antes de mori r. Le preguntaron el por gué de sus son- risas y respondió: la primera sonrisa fue al record ar que muchas veces re- nunc¡é a los placeres y deseos egoís- tas de esta tierra con tal de perrnane- Cer en buena amistad con D¡oS. La Segunda me vino al pens ar cuantos dolores y sufrimientos pude ofrecer con Paciencia a Nuestro Señor por mis Pecados Y por los pecados del 3130
  • 18. mundo. Y la tercera al record ar aque- lla promesa de Jesús: "A quien se declare mi amigo ante la gente de esta tierra, yo me declararésu ami- go ante el Padre Celestial y los án- geles del cielo". Nunca sentí ver- güenza al declararme amigo y se- guidor de Jesucristo. Ahora me podré presentar tranquilo ante su santo Tri bunal". D¡cho esto expiró.. ¡ ! r r ¡. r. Oue también cada uno de nosotros pueda tener esas tres sonrisas antes de pasar a la eternidad. Ouien se anota? San Teodosio, fa- moso abad, de la antigüedad, reun¡ó atodos sus monj es aliededor de una tumba abierta y les d¡jo: "quién se siente prepa rado pa raocu parl a? Ante el silencio general les añad¡ó: "Viva- mos de tal manera santamente, que cualquiera de nosotros que sea el destinado para ocupar esta sePultu ra, Pueda decir tranquil a- mente: "traté de prepararme to mejor posible , y ya no tengo ternor de dar el paso hacia Ia eternidad". Y añadió: "algunos d¡cen que la idea de Ia muerte es una ¡dea triste. No. Es que no es Io mismo una idea sería que una idea triste. La idea que hemos de mori r es una idea seria , y merece tomarla seria mente", Amarse a tiempo. Dice el arnable San Francisco de Sales: siernpre están mejor y prepa rados los que se armaron y prepararon antes det ata- que. No hay que hacerse ilusiones de que a la hora fi n al se va a arregl ar todo. "Hacia el lado hacia el qu; el árbol esté ladeado, hacia ese lado caerá", diCe Ia Sagrada Escritura. Lo mej or Y mas prudente es irse ladeando desde ah o(acada díahacia el lado de la eterna salvación. ¿y 32 33
  • 19. cómo lograrlo? Pues indepen dizár'l- dose de los deseos exagerados de oraciones, de favores hechos a los demás, de silencios de palabras inútiles que se iban a decir. De de amabilidad con todos los que te- nemos que tratar; de lecturas p¡ado- sas que ayuden a volverse mejor Y a am ar a Nuestro Señor; de Pequeños actos de amor a Dios, a la virgen Santísim a, a los ángeles y santos (Cuya amistad nos conviene grande- mente irnos ganando desde ahora). Muchos, al llegar al fi nal de su vida te- rrenal se convencen que esta vida tenía por fi n pr¡ ncipal ganar la vida eterna. Lásti ma que esta convicción solamente Ia hayan tenido al fi nal de sus días. Teng ámosla nosotros desde ahora y tratemos de que cada jornada de nuestr?. existencia sea un ganar premios para la eternidad feliz". Las dos almohadas. Añadía el san- to de Sales: "Hay que mori r entre dos almohadas. la convicción fi rme de que por nuestros muchos pecados merecemos seri os y fuertes castigos de Dios , y la fi rme confi anza de que D¡os en su infi nita misericordia tend rá compasión de nosotros y nos dará la eterna salvación, por los méritos e intercesión de su queridísimo Hijo Jesucristo. Er^r la hora de la muerte lo que daráalegriaserá el b¡en que hernos hecho. En cambio nuestros pecados solamente nos acarrearán angustias. A un mori bundo le oímos decir: "Lo que mas me entristece es 34 35
  • 20. recordar todo el tiempo gue he per- d¡do ded¡cándome a lo que de nada me iba a servir para la eternidad."..., Preparémonos parar la muerte, pero parauna santa muerte, enviando G€l- da día a la eternidad correos de buenas obras, Ias cuales nos esta- rán esperando en la puerta del cielo para nuestro premio eterno". Separación momentánea para los cristianos Ia muerte no es una sepa- ración absoluta, sino una separación por un poco de tiempo. No es como d¡ce una canción ranchera que can- tan los m ariachis en los funeral es: "Adiós, ad¡ós, ad¡ós para siempre, ad¡ós". No es un "ad¡ós para siem- pre". Es un "hasta luego", hasta vol- vernos a ver pronto en el Reino Eter- no. Por eso ante Ia rnuerte de los seres queridos no nos desespere- mos corno los que no tienen fe, sino para siempre con todos nuestros se- res queridos en el cielo, p ara no vol- vernos a separar nunca jamás. Los cursill¡stas de cristiandad, cuando Procesión de esperanzados que ca- 36 37
  • 21. minan hacia la Patria Eterna donde la dicha no tend rá nunca fi n y donde estaremos con todos los seres que mas amamos en Ia tierra, si ellos y nosotros fuimos fi eles a los compro- rnisos de nuestra fe. La isla del tesoro y del destierro, Cuentan las leyendas que en una ciudad había la costumbre de que el que quisiera ser alcalde lo conse- guía con la condición de que al ter- minar el año de gobernar la ciudad aceptara ser desterrado a una isla solitaria donde tendría que mori r de hambre y de soledad. Pero en un año eligieron a un hombre muy astuto, el cual en las noches fue enviando mon- tones de provisiones y de familiares y amigos hacia la isla desierta, y así cuando a él le tocó el turno de ser deste rrado allá encontró abundante alimento y buena compañía. Esto es como un símbolo de lo que nos espe ra a nosotros: terminado n uestro tiempo de vida en esta tie rra tendremos que ir a otra vida donde nos estará esperando todo Io que pa- ra allá hayamos enviado. LQué ha- bremos despachado hacia la eterni- dad cuando nos llegue el momento de partir para allá? Muchas ayudas a los pobres? Miles de oraciones? Montones de lecturas piadosas? Un trato muy amable a todos los que nos rodeaban. Miles y miles de pequeños favores? Centenares de sufri mientos ofrecidos con paciencia por amor a D¡os? El deber de cada día cumpl¡do a la perfecc¡ón? de todo esto va ade- pender en gran rnanera toda la fel¡- cidad que nos espera en el otro mun- do. Seamos inteligentes. Seamos prudentes. No dej emos un solo día sin mandar una remesa de oraciones y buenas obras a Ia patria donde ten- dremos que pasar la eternidad. 3B 39
  • 22. Temerla o no temerla. Los f¡ lósofos estoicos decían que no había por qué temer a Ia muerte; que temerla era una falta de personalidad. Pero uno de ellos, el que mas pred¡caba acerca no tenerle ningún temor, un día cuan- do estaba en gravísimo peligro de naufragar en una barca, era el que mas miedo a mori r demostraba entre todos los viaj eros. San Agustín excla- maba: "Que buen pred¡cador, pero que mal cumpl¡dor. Antes clamaba a gr¡tos que era falta de personalidad sentir temor a la muerte, pero cuando vio que ella se le acercaba, ahísi que clamó a gr¡tos p¡diendo que todavía no llegara" Los santos en cambio te- nían temor a la muerte porque ¿quien es el que puede estar seguro y bien preparado para rendir cuentas a D¡os cuando llegue el momento del Divino Juicio? A la muerte hay que evitar mi- rarla con lentes de aumento, pero tampoco hay que mirarla con lentes de d¡sminución. Por natural eza todos la tememos y Lcómo no temerla si los santos y aún el santo de los santos, Jesucristo, tuvieron temor de ella? ¿Cómo no temerla nosotros los peca- dores si el destino que nos espera a su llegada es eterno, para siempre? Este fi nal que nos espera para cuan- do llegue la muerte es lo que atemori- zaba a los santos. Algunos de ellos Ia deseaban, pero con el santo temor de quien desea las cortadas del bisturí del cirujano, pero teme también sus consecuencias. El temor de la rnuerte no debe ser tri ste sino un temor dul- ce, sant¡ficante, que nos lleve a vivir una vida santa para conseguir tener una santa muerte y una eternidad feltz(S.F de Sales ) Remedios de santos. Los mejores especialistas en preparar gente a 40 41
  • 23. tener una santa muerte son los san- tos. En el hermoso l¡bro F¡lotea, se encuentran estos remedios dados por ellos: l.Suplicar a menudo a D¡os que por los méritos de Jesucristo nos conce- da una buena y santa muerte en amistad con EI. Z.Hacer actos de contri ción cada día, y de amor a D¡os. Esto prepara exce- Ientemente a pasar en paz con Nuestro Señor de esta vida a la otra. 3.Curnplir Io mejor posible los debe- res de cada día, porque según ellos se rán uestro prem io eterno. 4.Evitar el pecado ya que este es el mas peligroso enemigo para la sal- vación 5.Pensar frecuentemente que vamos a mori r pues ese pensamiento nos lleva a evitar lo malo y a llenarnos de buenas obras. Un librito muy provechoso que me puede preporor muy bien paro obtener uno eternidod feliz, se litulo: f,hPEQUf,NÍO SE^CR-f,TO Gozoré leyendolo, 42 43
  • 24. Gapitulo 3 ALGO DE LO 6UAL ÜEPENDE lnterrogantes benefi cioso ¡. A un joven que no se decidía a abandonar un modo pecaminoso de vivir y a de- d¡ca!:se a una vida virtuosa, su direc- tor espiritual el aconsejó: "Medite an- te un crucifijo, ¿como desearía a la hora de la muerte haberme coJr- portado?". El joven ed¡tó en esto y camb¡ó devida. A otro le fue aconseja o: "imagínese que está apunto de mori r y de dar cuentas al juez D¡vino. ¿É,stará coJt- tento entonces de haber dejado a D¡os por ded¡carse a nonadas, a placerespecaminoso y aamistades peligrosas que de nada aprovech an? Por el contrario ¿qué ensará enton- ces de las buenas obras hechas y de las oraciones recitadas y de las li- mosnas repart¡das y las buenas lec- turas?. Estas preguntas camb¡aron su modo de sery de pensar. Los consejos de un gran doctor. Uno de los l¡bros mas impresionantes que existen es el que escri b¡ó aquel gran doctor de la lglesia, llamado San Alfonso de Ligorio, y que se t¡tula "Preparación para la muerte y la etern¡dad". Conmueve hasta a los mas insensibles. D¡cen que son mas los pecadores que se han convertido con esa lectura, que las palabras que tiene ese l¡bro de 400 páginas. Sus 333 ediciones en 200 años, el haber sido traducido a todos los ¡d¡omas mas importantes del mundo y el seguir siendo en la actual¡dad una lectura pred¡lecta de quienes desean transform ar su modo de vivir, son señales seguras del gran valor de 44 45
  • 25. esa joya de la literatura religiosa. Allí el gran doctor da los s¡guientes consejos. a), P¡ense cada uno: " ¿Gu áles son Ias obras que tengo almacenadas para la hora en que tendré que darle cuenta a D¡os de toda mivida? b). Recuerde que entonces no le se- rán de gozo y alegría los bienes que haya dejado en la tierra sino las li- mosnas que haya dado, los favores que hizo, las oraciones d¡chas,y los sufrimientos padec¡dos con paciencia y amora D¡os. c). Solo dos cosas hay que temer: cometer pecado mortal y mori r en enemistad con Dios. d). EI recuerdo de que hemos de mo- ri r y dar cuentas de nuestro compor- tamiento es un 'ndespertador" que mantiene al alma alerta para hacer el bien y evitarel mal. e). El aspecto triste que pud¡era tener la muerte se puede cambiar en alegre y animador si en vez de ser como el empleado perezoso que enterró el talento, nos dedicamos como los otros dos empleados a hacer producir lo mej or que podamos nuestros talentos para bien de los demás y salvación del alr¡r a. f). Hay que trabaj ar y comportarse como si mañana tuviérarnos que mori r. g). Cada cual debe considerar como d¡chas para si mismo las palabras de Jesús: "Hay que estar preparados, porque a la hora menos pensa da lle- gará el Hijo del hombre a tomar cuen- tas". Pensar que este aviso de estar preparados puede ser el último aviso que D¡os nos está dando, pues ya puede EI estar llegando. Pensarnientos luminosos. Al mori r llegarán temores por los extravíos'y 46 47
  • 26. pecados, por el tiempo perdido, por las inspiraciones que no se quisieron Seguir etc.. pero Se Senttrá el consuelo de pensar que se hizo penitencia por todo ello, se P¡dió perdón al Señor muchas veces Y se ofrecieron limosnas y obras buenas portales faltas, Mirémoslo todo corno si nuestro cuerpo estuviera ya en el sepulcro y el alma empezando su eternidad. ¿Cómo desearemos que haYa sido entonces nuestraj ornada d¡ari a? . Pensar: ¿"no Seré yo esa h¡guera infructuosa a la cual durante varios años le ha pedido frutos de buenas obras el Señor y no los ha encon- trado?. Seri a un loco proceder el de un via- jero que se d¡rige a su Patri a donde habrá de pasar todo el resto de su existencia ,y por el camino se gastara todos sus tesoros en placeres y compras inútiles. Y ¿no es eso lo que hace quien se ded¡ca a lo material y no a lo espiritu al?. Con la muerte todo lo material y sensual se acabará para ffií, y sola- mente me quedará como un precioso tesoro Io que haya hecho por rn¡ Dios y por mi alm a. Los santos dominaron su sensual¡dad, su orgullo y avarici a, y ahora mucho tiempo después de muertos, son recordados con venera- ción en la tierra y su alma goza en el cielo. En cambio los que se ded¡caron a darle gusto al egoísmo, a buscar placeres sensuales, amontonar ri quezas y tratar de conseguir hono- res, ahora casi nadie los recuerd a, y su alm?.... ¿donde estará? Oh muerte, oh muertc, nunca mas te vayas de mi mente y de mi imagina- ción por que tu recuerdo me ayuda a evitar muchos males y a volverme mej or(SanAIfonso) 4B 49
  • 27. Dos muertes rnuy d¡sti ntas. En lba- gué llegaron adonde los salesianos a buscar un sacerdote para que fuera a auxiliar a un ri co mori bundo. Por el camino le inform.aron que el hombre nunca se confesaba y que había d¡- cho que si el sacerdote llegaba , él fi n- giríaque estaba muerto. Llegó el con- fesor. El hombre se hizo el muerto. Y por mas que e[ padrecito el ofreció perdonarl e los pecados y darl e la sa- grada comunión el otro no dio seña- Ies de vida. Sal¡ó el sacerdote y mien- tras baj aba las escaleras llegó co- rriendo la esposa del enfermo. "Pa- dre, vuelva que ya empezó a hablar". Vuelve rápidamente y el otro se hace otra vez el muerto. Cuando el sacer- dote va saliendo a la calle, llega algu¡- en llorando y le dice. "acaba de morir" -Pudo rnorir confesado. No quiso, )/ rnurió sin ser perdo- nado.,.¡,r..Mientras el Párroco iba a volver asu casa llegan de un ranchito pobre a decirl e, "Que si puede ir a confesar una ancianita". Va enseguida. Al verlo la viej ita exclama: "que bueno el Corazón de Jesús. En este primer viernes vino a visitarmg't-Se confiesa. El sacer- dote le da la hostia que llevaba pa ra el otro enfermo que no quiso comulg ar y la ancianita muere llena de felicidad, perdonada y recién comulgada. Dos muertes muy d¡stintas porque la vida de los dos había sido muy distinta. Como se vive se muere. El uno )amás se confesó ni comulgó y tampoco Io hizo a la hora de la muerte aunque le insistieron. La otra siempre se confesó y comulgó y a la hora fi nal recib¡ó el perdón y el Cuerpo Santísimo de Cristo. LCómo mori remos nosotros?. Por qué tanto tern or? San Juan de Dios estaba mori bundo y tenía mu- 50 51
  • 28. cho miedo a! Juicio de Dios. Entonces se Ie apareció Nuestro Señor y le d¡jo; Por qué tiene temor Ju?h, si siempre hemos sido amigos?. Es que lo importante Para la hora fi nal de lo muerte es haber amado a Dios y al prój imo Y haber tenido por amigo a Nuestro D¡vino Ju ez. Señor: que a la hora de dej ar este mundo, el saldo que Yo deje sea que no haya ni una sola persona que pueda estar amargada Por mi modo de proceder, y en cambio sean muchas las personas que estén muy agradecidas conmigo. Sernejanzas. El p¡anista Alix al salir de un rnuseo donde había estado ob- Servando unas feas momias ant¡- guas, vio que por la calle estaban desfi lando las hermosas candidatas al desfi le de Mis Universo, Y Pen- só;"Así como Son las del museo, así serán estas después"-¿Qué quedará de la belleza corporal? Solo el recuerdo. Pero la belleza del alma puede durar parasiempre ¡ E¡ mas viejo. S¡ alguien pregunta: "Quien es aquí el mas viejo?. No nos apresuremos a responder, porque nos podremos equivocar. El mas viejo es aquel al que menos tiempo le falta para la muerte. ¿A cu ál de nuestro grupo será al que le falta menos tiempo para que le llegue la muerte?. N¡nguno de nosotros puede asegurar que no es el mas viej o. Lo im portante es prepararse bien para que ese paso decisivo de la vida terrenal a Ia eternidad, no nos sorprenda mal preparados. Los tres sab¡os. Un proverbio árabe d¡ce :"H ay tres clases de sabios: 52 53
  • 29. 10 EI que dej a el mundo rnaterial istico y sensual, antes de que el mundo lo dej e aé!. 20 Ouien dej a un buen recuerdo des- pués de su muerte. 30 Ouien se pone en amistad con Dios, antes de presentarse a darle cuenta. Tratemos de permanecer a estos tres bellos grupos. ¿Qr¡é está haciendo el carpintero de Nazaret? Cuenta la tradición que una vez Juliano el terri ble perseguidor de los cri stianos le preguntó a un campe- sino: Oiga ¿qué está haciendo el tal carpintero de Nazaret? Y que el humilde creyente le respond¡ó valien- temente: "El D¡vino Carpintero de Nazaret está fabricando un ataúd para el cuerpo de los que lo aman y otro para el cuerpo de los que lo odian. Para llevarse luego al cielo el alma de los que creen en EL ,y echar a Ia condenación el alma de los que lo desprecian y atacarl "... -Qué gran verdad dijo este buen católico. El ataúd está siendo preparado para cada uno de nosotros. Pero cuando nuestro ataúd venga a llevarnos La dónde irá nuestra alrn a? Dios nos ayude! Alguien pasó antes que nosotros. En plena batalla el soldado bisoño te dij o al capitán:"siento miedo". y su jefe le responde."Colóquese aquí, después de mí que yo lo resguar- daré". Así lo hizo. Y el cuerpo del capitán fue gravemente herido pero la vida del soldado se salvó. También nuestro Cap¡tán Jesucristo pasó adelante, sufriendo el dolor de la muerte antes que nosotros, pero con su presencia animadora nos infunde valor y nos recuerda que, como le 54 55
  • 30. sucedió a El, después de la muerte vend rá también para nosotros la resurrecciór'l . DOS CLASES DEMUERTE La Sagrada Escrituray la liturgia de la iglesia Católica han d¡vidido siempre las muertes en dos clases: muerte "preciosa" y muerte "pésima". De la pri mera dice el salmo 11 . "Mucho vale a los o/os del Señor la muerte delos que lo aman" De la otra d¡ce el Apocalipsis:'7os que se dedican a hacer el mal , tendrán la muerte segundd, para caer en el lago que arde con fuego y azufre (Apoc.21 ,8) Muerte preciosa fue la de JesÚs la cual aunque suced¡ó en medio de los mas atroces dolores y de impre- sionantes angustias, estaba acom- pañada de la satisfacción de haber pagado los pecados del mundo y haber cumpl¡do lo que el Padre Celestial Ie había encargado que h¡ciera, dijeray sufriera r Muerte pésima la de Judas que de- jándose vencer por la desesperación por haber vendido a su mej or amigo, terminó suici dándose, al colgarse de un árbol. Muerte preciosa la de San José, que después de una vida llena de amor a D¡os y al prój imo, murió rodeado con la dulcisima compañía de Jesús y María. Muerte pésima la de HerodesAgri pa que murió devorado por gusanos después de una vida ded¡cada a la vanidad y al orgullo (Hech.12). Muerte preciosa la de Santa Teresita del Niño Jesús que exclama al mori r: "No me arrep¡ento de 56 57
  • 31. haberme ded¡cado a amar a D¡os", y expira con una amable sonrisa, y llena de esperanza de ir al Paraíso Entreno. Muerte pésirna la de los suicidas, la de los que mueren en las casas de prost¡tuc¡óJ'r, y los que mueren m atando o robando, o en pecado mortal y sin arrepentirse. Oué destino tan tenebroso el que les espera en la eternidad! La Sag rada escritu radice . "Dichosos /os que mueren en paz con el Señ or, Sus obras buenas se seg uirán", (Apoc.14) No importa Io que digan |as notas mortuorias, ni los artículos de los pe- riódicos, ni el boato del entierro (Cuanta mentira y vanidad puede ha- ber cn todo esto!) Lo importante es si la m uerte f ue "preciosa" o "pésim?", si fue una entrada a la salvación eterna o un inicio de su eterna condenac¡ón. Preciosa si mur¡ó en amistad con Dios, aunque junto a su lecho no hayasino rniseria y soledad. Pésirna si murió en pecado mortal, aunque lo hayan atendido los mas famosos médicos ,y todas las radiodifusoras y todos los periód¡cos le ded¡quen grandes alabanzas. Lo importante es lo de por dentro, lo que hay en el alm a, La espada colgante. Un santo con- templó en un visión que sobre la ca- bezade una persona colgaba una es- pada afi ladísim a, llamada "muerte', pendiente ya de un solo h¡lito, próxi- mo a reventarse, y los demonios gri- taban: "rómpase h¡lo, que ésta alñra es nuestra". El santo rezó por esta person a. Logró que se confesa ra. Y la muerte demoró unos días rnas y cuando ella llegó ya el alma estaba en gracia de D¡os, l¡sta pa ra obtener la eterna salvaciór'r. ¿Desea rá D¡os 58 t- 59
  • 32. darme alguna lección con este ej emplo? Oue yo la reciba bien. Gaminos variados. Hubo un santo que veía en la frente de cada persona un camino. Para unos el carnino era muy largo. Les quedaba todavía mu- cho tiempo de vida en la tierra. Frente a otros el camino era muy corto. El tiempo de vida que les quedaba en este mundo era ya muy breve. ¿Oué extensión tendrá el camino que me queda por recorrer? Lo aprovech aré bien? Dios mio, que si! YO NO SE DONDE. YO NO SE CUANDO YO NO SE COMO. de cierto esque sí sé EI libro que influyó en lo conversión de Sonto Tereso de Jesús y de muchos rnós se titulo: hAS g,ONIrf"f,S[O[YJf,S Autobiogrofío de Son Agustín, Es uno lecturo que emociono y tronsformo, 60 61
  • 33. EL JUICIO OUE NOS ESPERA AL FINAL Avisos importantes. La S. B¡blia d¡ce: "Los seres humanos tienen que mori r una so/a vez, tt luego les vendrá el Juicio de Dios" (Hebr. 9,27). Y "Habrá un Juicio sin misericordia para quienes no tuvieron mísericordia con los demás" (Sant. 2,13). Y recuerda varias veces que cada cual tend rá que presentarse ante el Juicio de D¡os paradarle cuenta de lo que htzo, de lo bueno y de lo malo, y recibir de EI, premio o castigo según su buena o malaconducta. EI ejemplo del yanqui. Un papá gr¡ ngo se dio cuenta que su hijo le CAPITULO 4. estaba sacando dinero de su caj a fuerte pues había logrado encontrarse por ahíun papelito con la clave o fórmula que permitía abri rla. EI muchacho se imaginaba que su papá no se estaba dando cuenta de sus robos, y segu ía sa cándole d¡nero semana por semana (Los jóvenes imaginan a veces a los mayores más ingenuos de lo que en realidad son, por que no saben que la experiencia de la vida los ha vuelto mas avispados de Io que aparecen). pero una tarde cuando el muchacho llegó a la habitación donde estaba la caja fuerte y empezó aabri rla (tres vueltas de Ia cerradurahacia la derech a,dos hacia la izquierd a, una más a ta derech a. etc según la clave o fórmula que tenía escrita en el papelito) empezó a sentir un rumorcito como de algo que sonaba en el techo. Miró con susto para todos los lados pero 62 63
  • 34. nada vio. Sigu¡ó abriendo Ia caj a y el ru¡dito continuaba. Volvió a mirar para todos lados pero nada veía por allí. Al fi n abrió la puerta de la caj a y fue sacando. veinte dólares, cincuenta, doscientos... y con gran nerviosismo volvía a mirar a todos lados pero nadie aparecía por al líque lo estuviera mirando. Cerró la puerta y sal¡ó nervioso, con el d¡nero. Esa noche cuando su padre llegó del trabaj o le d¡j o: "Pap¡, me da permiso para ir unos días con unos amigos a la costa a d¡vert¡rnos? -Claro que sí, h¡jo. ¿Necesita d¡nero? -No, no, los amigos costean todo -Cuando después de unos días el muchacho regresó del paseo, su papá le d¡jo: "He conseguido una película muy emocionante". LOuiere que la veamos?...si, si. Y le parece que invitemos también a mi mamáy a mis hermanas? -Por ahora veámosla los dgs solos le dijo el papá -Y después si le parece las invitamos aellas. La sorPresa. EmpezÓ la proyección de la película y apareció allí el joven abri endo la caia fuerte... mirando a todos lados con susto y nervio- sismo...volviendo a mirar pa ra averiguar que era ese ru¡dito qué sentía..¡ al fi n contando los b¡lletes que sacaba robándole al papá...y cerrando y Saliendo.., El muchacho estaba pál ido. -Papáque vergüe nza! Nunca imaginé que me hubieran puesto una máquina f¡ lmador a. Ahora rne expl¡co a gué se debía ese ruidito que yo sentía por ahí y me ponía tan nervioso. EI papá le d¡jo: -Quiere que llamemos a su mamá y sus hermanas a que vean la película? -No, jamás, de ningún modo. 64 L*- 65
  • 35. Y el buen papá le añadiÓ: -H¡jo, esta eS una lección que quise darle. Yo me había dado cuenta que me estaba robando y puse allí una máquina a fi lmarle la película. Pero no olvide que la fi lmadora de D¡os fi Ima cada día y a cada hora Ia Película de nuestra vida y que esa Película aparecerá el día del Juicio Y ante muchos espectadores. ¿Qué estará f¡ lmando? ¿Qué me enseñaráeste ej emplo? La fi lmadora de Dios está fabri cando la película de mi vida para que sea expuesta el día del Juicio. ¿Oué sentiré entonces? Alegría o verguenza? Si todo se va a saber, si nada hay oculto que no llegue a saberse, LPor qué no mejorar ya desde hoY mis com portam ientos? Afortu nadamente todavía tengo t¡emPo Para enmendarme. Noticias serias. Debe ríamos record ar frecuentemente dos noticias que nos da San Pablo. La primera es esta'. "Todos hemos de comparecer ante el tri bunal de Dios, Cada uno de nosotras dará cuenta de sí mismo a Dios" (Rom. 14,10) Y la segunda noticia la da el apóstol en su carta a los Cori ntios: "Es necesario que todos seamos puesúos al descubierto anúe el tribunal de Crsto, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien y el rnal". (Cor. 5,10). S¡ recordamos con más frecuencia estas verdades tan importantes, seguramente que nuestro comporta- miento se volverá mucho mejor y Ia sentencia que recibiremos al fi nal de nuestra vida terrenal se rá de salvación y premio y no de conde- nación o castigo. 66 L 67
  • 36. I Buena técnica. A la Contraloría Gene ral de la Nación llegó la queja de que los empleados de la alcaldía de un munici pio se estaban robando el dinero del erario público, y el día menos pensado llegó un investigador del alto gobierno y se dedicó a revisar minucioéamente todos los libros de entradas y gastos y se pudo comprobar que sí era yerdad que los empi eados estaban estafando al gobierno. Todos se fueron a la cárcel. El alcalde, el tesorero, el personero etc, menos el secretario de la alcald ía, porque aeste no le pud¡eron comprobar ni el más rninimo robo. En premio fue encargado de la alcal día municipal. Y cuando el reportero de un periódico le preguntó por qué no había robado y si nunca había sentido deseo de robar, respondió: -"Tentación de robar sí me llegó, pero siempre pensaba en esto: ¿Y si un día llega un investigador a tomarnos cuentas?. Y este sano temor me impidió aprop¡arme de lo que no me pertenecía."...A cuantos de nosotros nos convendría pensar de vez en cuando: " ¿Y si en el momento menos pensado tengo que presentarme ante el D¡vino Juez a darle cuentas?" -Este pensamiento nos producirá un santo temor que nos l¡brará de muchas fal tas que a veces deseamos cometer, y que no nos conviene de ning u na manera cometer. El método de un policía. En Alemania un agente de policía ha ¡deado un método que le ha producido muy buen efecto para lograr correg¡r a algunos borrachos. Cuando en una familia tienen un hombre que cada vez que se emborracha se vuelve furi oso y ataca 6B t- 69
  • 37. contratodos, le avisan aeste policíay el llega con su máquin fi lmadora y empieza afi Imarle al pobre borrachín todo lo que hace y d¡ce en plena borrachera. Sus gr¡tos y gestos, sus amen azas y los destrozos que va haciendo. Después cuando el ebrio se queda dormido se lo lleva para la estación de policía y al día siguiente para que lo dej en salir l¡bre tiene que ver tres o cuatro veces Ia horri ble película de todas las burradas que él htzo y dij o mientras estaba borracho. Esto les causa tanto asco y repulsión que ya son bastantes los que después de contemplar el estado de locu ra al cu ál lleva la embriaguez, y del cual nunca antes se habían dado cuenta, han dej ado de tomar. Y cuando yo vea al fi nal de mi vida la película de toda mi existencia, eh la presencia de m¡ Dios que me va a juzgar LOUé sensación me p rod u ci rá? Aleg ría, g ozo y satisfacc¡ ó n? O, triste za, verg üe nza, asco y remordirniento? Ahora que todavía puedo hacer que el resto de la fi lmación me produzca alegríay no desilusión, pues.,.a tener una actuación y conducta tal que no tenga q ue avergo nzarme cuando se presente la película de mi vida para recibir la cal¡f¡cación fi nall Dios me conceda tomar esto muy en seri o! Las lagri mas de un monje santo. Narran las crónicas de la Edad Media que una vez durante una ceremonia religiosa en una gran fiesta los coros cantaban muy hermosamente, la orquesta entonaba las mas bellas armonías, los oradores impresio- naban con sus elocuentes sermones y todos los que actuaban se lucían en tan imponentes ceremonias. El pueblo sonreía de alegría ante tanta 7A L 71
  • 38. pompa y bri llantezy todos en general estaban muy contentos. Menos un monj e santo que tenía visiones. É1, allá en un apartado ri ncón lloraba desconsolado. Cuando Ie preguntaron la causa de su llanto respondió. "es que yo ví que mientras los cantores cantaban por lucirse, los diablos echaban sus cantos en un costal para llevárselos, pues esos cantos no habían sido entonados para alabar a D¡os sino para adquiri r fama ante la gente. Y mientras las orquestas entonaban sus himnos y los oradores impresionaban con su elocuencia y todos los que actuaban bri llaban entre tanto esplendor, yo veía a los demonios empacando todo eso que hacían y llevándoselo, por que lo que buscaban rlos que allí actuaban no era dar gloria a D¡os sino aumentar su prop¡a vanidad" -Qué lastima! Oué gran perdida! Y esto mismo nos puede suceder a nosotros si en lo que hacemos y decimos buscamos aparecer bien ante los demás y ganarnos su aprecio y popularidad y se nos olvida que todo lo que hacemos y decimos debe buscar tener Gontento a D¡os ,y solamente de Él espe rar la recompensa. Y en el día del Juicio veremos que nada de lo que hicimos por Nuestro Señor se qued ará sin recibir un gran prernio, pero que lo que hicimos por lucirnos,y aparecer se quedará como humo que se lleva el viento, sin provecho ni premio algul'lo. ' CADA CUAL RECIBIRÁ SEGÚN LO OUE HAYA HECHO, LO BUENQ'Y LO MALO (Son Poblo) 72 h* 73
  • 39. Capitulo 5 LA SENTENCIA DE LA GUAL NADIE SE VA A LIBRAR Los santos ante esta noticia. San C¡priano cuando ya Io iban a martirizdr, y a cortarl e la cabeza por pertenecer a nuestra santa religión, exclamó: "Ay de ffii, porque ya voy a ser juzgadol'. San Jerónimo miraba el valle de Josafat donde según un profeta serán reunidas las multitudes para el Juicio F¡nal, y temblaba de susto al pensar en lo manchada que había estado su alma. San Agustín se estremecía de pies a cabeza al pensar en el Juicio. San V¡ cente Ferrer que por veinte años reco rr¡ ó a Europa convirtiendo pecadores con sus im resionantes sermones, eh su lecho de muerte sentía un gran temor por el Juicio que se avecinaba. San Clemente, mori bundo exclama- ba: "Fui niño, después fuí joven. Luego fui adulto y más tarde viej o. Pero bueno, no fuí nunca iQué las- tima!"....Los santos se impresiona- ban ante las cuentas que tendrían qué darle al D¡vino Ju ez en el día del Juicio. Y nosotros tan pecadores LSeguiremos tan tranqu¡los ofendiendo a D¡os como si un día no nos fuera atomar estrictas cuentas? Lo que impid¡ó un suicidio, Decía un conductor de tren: "A veces me siento tan cansado, tan aburrido, tan desesperado que me dan ganas de lanzar el tren por un precipicio y que muramos todos" -Un sacerdote le preguntó: - ¿Y por qué no Io ha hecho? -Pormiedo ala cárcel? -No, pues ya muerto no me podrían L 74 75
  • 40. encarcelar. Lo que me detiene es el pensamiento del Juicio que me esperaen el Tri bunal de D¡os. De ese Juicio nunca me podré librar y lo importante es estar en ese momento lleno de buenas obras y no de actuaciones que me puedan atraer el Castigo y la Condenaciórl ... -Oj alá el pensamiento del Juicio que nos va a hacer el D¡vino Ju ezal fi nal de Ia vida nos lleve allenarnos de buenas obras y a evitar todo lo que pueda d¡sgustar a Nuestro Señor. Buen ju ez. San Francisco de Sales de cía "Mi madre es extraordinaria- mente buena y bondadosa, pero si me pusieran a escoger entre Ser juzgado por D¡os, y ser juzgado rni mam á, preferi ría ser juzgado Dios porque su bondad Y comprensión son infi nitas", por por SU Bella noticia. Jesús nos dijo: S¡ se ded¡can a ayud ar a los necesitados, Yo les diré en el día del juicio fi nal. ''VElVGA/V BEIVD,ITOS DE A/I I PADRE, POR QUE TODO EL BIEIV O UE LES HICIEROIV A LOS DEMAS, LO RECIBO YO COMO S/ ME LO HUBIERA¡Ú HECHO A A/I I MISMO EAü PERSONA. VEIVGAAü A GOZAR PARA S/EMPRE DEL REIIVO PREPARADO POR MI PADRE CELESTIAL" (Mt. 25,40) Ouiera D¡os que a cada uno de nosotros nos d¡ga Cristo en la hora fi nal, tan bellas palabras. Hermosura. Cuando la Marná de San Juan Bosco, Marg arita, gue era una viej ita pobre, igno rante y arrugada, se le apareció a su hij o en una vis¡ón, después de muerta, para contarle que se había salvado, se presentó llena de una belleza 76 L 77
  • 41. extraordinaria tal como el santo no había visto nada semej ante en la tierra,y cantando a D¡os con una voz tan hermosa y melodiosa como nadie en el mundo logra tenerla, y le d¡jo: "Aquí te espero. Diles a todos que bien vale la pena sufri r un poco en la tierra con tal de gozar para siempre en el cielo". Es un mensaj e para cada uno de nosotros. EN ESTA TIERRA, CONSEGUIRETVI OS UN ETERNO GOZAR Existe un l¡bro que despierta muy provechosamente Ia conciencia. Se titula: ,,f,LPf,CADQ,O sus peligros y consecuencias 78 79
  • 42. Capitulo 6 UN DEFECTO AUE HACE MUCHO MAL: LA MURMURACIÓN El L¡bro de los Proverbios d¡ce que la lengua rnurmuradoraes como un pu- ñal de tres f¡ los. Con el uno hiere la fama de la persona de la cual se mur- mura. Con el otro hiere el oído que Ia escuch a. Y con el tercero hiere el al- ma que d¡ce la murmuración. Tri ple mal, y muy d¡fícil de remediar des- pués. De una se ora muy murmurador?, decía la gente por exagerar, que una serpiente venenosa la mord¡ó en la lengua y urió envenenada¡¡¡. la serpiente. Los santos insisten en esto: "del pró- jimo o se habla b¡en o no se habla". Donde no se puede hablar bien hay que callar. Buen rernedio. El f¡ loso Saaved ra decía. "Nadie murrnura delante de quien no le oye con agrado". Lo cual es como la repetición de aquello que recomendaba el antiquísimo pro- verbio: "cuando oigamos hablar mal, pongamos un rostro tan tri ste que pa- rece que vamos a llorar. El otro enten- derá la lección y cambiará de tema". (Prov.25,23) Un asunto muy oportuno. Un farno- so pred¡cador de retiros estaba oran- do acerca de qué temas debería tra- tar en su pred¡caciórí y fue aconsultar a un veterano director de almas, el cual le d¡jo: "hábleles de esa gran plaga que acaba y arruina tantos a y BO B1
  • 43. cultivos espirituales ,y se llama mur- muración. Ella mata la caridad en quien murmura y la buena fama de quien sufre la murmuración. Reco- m¡éndeles que repitan de vez en cuando aquellas palabras del Salmo 141 que d¡ce: "Se ñor Diosi colocales un freno en mis labíos para que mi lengua nose dedique a decir lo que hace daño a los dernás', -Recuérdeles Io que dijo Jesús: ode toda palabra dañosa que diga una persona, tendrá que darcuenta en el Juicio de Dios". -El pred¡cador se propuso insistir mucho en este tema en sus serrnones y el b¡en que logró conseguir fue inmenso. Es que siempre se cumpl¡rá lo que d¡ce el Libro Santo: "Todos pecamos con la lengua Y ¿quién es el que no d¡ce lo que no debería decir?", Por eso nunca sobra insistir en aquello que 82 B3 tanto recomendaba el Apóstol Santiago: "No rnurmuren unos de otros, hermanos, ¿Quién eres tu para juzgar atu prój imo? (Sant4). S, murmuramos de los demás ten- dremos qué dar cuenta de ello el día del Juicio. El Divino Juez ya esta en las p uertas, está llegando a juzgar (Sant.5). El terror de los santos hacia la mur- muración. Murmurar es decir lo malo que sabemos o imaginamos, de los demás. Aunque ello sea cierto. Los santos tenían gran temor a Ia murmuración porque sabían que si no se le pone remedio a tiempo, ella acaba con la caridad. Uno de ellos decía "De lo malo que hay en casa no hablar y lo poco que se d¡ga sea al revés. El santo Cura de Ars comentó un s
  • 44. día con un sacerdote amigo suyo, que un fulano le hacíamuchos males. Pero después sint¡ó tan gran remordi- miento por haber d¡cho esto que le escri b¡ó una carta a su amigo, p¡d¡éndole perdón por el mal ejemplo que le había dado y rogándole que a nadie fuera a decir eso que había oído de é1. Nosotros si quisi éramos imitar ese ej emplo, tendríamos quizás que d¡rigir una circular a mu- chas personas p¡d¡éndoles perdón por los juicios negativos que han es- cuchado de nuesttios labios. Pero lo que no debemosi ;amás dej ar de hacer será record ar lo que decía Jesús. "Por úus palabras te salvarás o por úus palabras te condenarás (Mat.12,37)y repetir una y cien veces aquella bellísima petición del Salmo 19: "Señor: quetesean agradables las palabras de mís labíos y /os pensa mientos de mi corazón". B4 B5 San Juan Bosco, una noche en un corri llo de religiosos se quejó de algu- nas personas que lo hacían sufrir rnu- cho. Y al fi nal exclamó. "Oh, tengo que ir a confesarme, porque he ha- blado demasiado en esta'noche, y de nadie se débe hablar mal". Y buscó un sacerdote y se confesó con é1. Es que él había contemplado en una vi- sión que a los campos de Ia lglesia llegaban gran cantidad de gallinas hambrientas y se comían las sernillas y no dejaban producir buena cose- ch a. Y una voz del cielo le d¡j o: "Esas gallinas que destruyen la buena co- secha son las personas murmura- doras, de las cuales Ia Sagrada Es- critura d¡jo. "Sus lenguas tienen ve- neno como veneno de se rpientes" (Salmo 58,4) "Debajo de sus labios hay veneno de víboras" (Salmo 140) "Hay lenguas que tienen un veneno mortífero" (Sant, 3,8) Oué terri ble
  • 45. cuenta tendr n que darle a D¡os quienes se ded¡can a hablar mal de Ios demás! PIan satánico. Un gran santo vió en sueños que el demonio p¡ntaba frente del nombre de cada person a, en un cuaderno, el plan que tenía para ha- cerle ofender a Dios. Y que delante de muchos y de muc ísimas p¡ntaba un puñal afi !ado, y una lengu a, y en frente escri bía aquella frase de San Pablo: "I-os murmuradores, los que viven hablando en contra de los otros, son dignos de castigo, y no solo ellos sino los que les ca- laboran (Rom. 1,32) Y uno de los castigos que recibirán será el que se qued ar, n muy atrás, a mitad en el ca- mino de la santidad, sin progresar verdaderamente. Hay que pedirle muchas veces a D¡os: "Líbrame de juzgar y condenar a los otros, así me B6 87 veré l¡bre yo también de serjuzgado y condenado porTi ". (Van Galen). Buenas recomendaciones. El sim- pático apóstol juvenil Renato Pozza escri b¡ó al fi nal de un mes en su d¡ario espiritual: "En este mes ni una sola rnurmuración. Bendito sea D¡os". Oj alá podamos afi rmar algo parecido nosotros: en este mes y, en este año.... ni una sola murmuración. Oué bendición.¡.¡ oh D¡os! La niña Jacinta, la que vió a la V¡ rgen en Fátima, en su última enfermed?d, a una tía que se Ie acercó a ped¡rl e un consej o le dij o: "No hable mal de nadie y huya de los que lo hacen". Santo Tomás Moro decía. "Quien murmura escri be los defectos de los demás en placas de mármol paraque t
  • 46. no Se borren ni Se olviden. Y las cualidades en letras en Ia arena, para que se borren y se olviden enseguida. Deberían Ser como un colibrí que va de fl or en fl or buscando perfumado néctar y llevando prosperidad, y en cambio son como cucarrones que van de barro en barro y de est¡ércol en est¡ércol, buscando Solamente lo que eS repugnante. Corno las moSCaS, no buscan las partes Sanas, sino las úlceras para posarse y fij ar su atención. Qué lastim al En cambio qué bueno que de cada uno de nosotros puedan decir: "no habla nunca mal de nadie" Oue fortuna! Capitulo 7 LA PRIMERA GONDIGION PA:RA §EG'UIR A GRISTO. Cuando las gentes le decían a Jesús que querían seguirlo, El les respon- día. "Quien desea seguirme quese niegue a si mismo, y que acepte su cruz de cada día (Mat.16,24). Negarse a si mismo es llevarse la contraria en deseos y gustos que deseaba satisfacer, y saber dominar sus palabras, sus pensarnientos y sus instintos de manera que no se ofenda a Nuestro Señor. Es lo que se llama mortifi cación. Ejemplos de mort¡f¡ caciones, Santa María Mazzarello decía: "No es necesario hacer grandes mort¡f¡- caciones. Nuestro mej or sacrifi cio es cornbatir y tratar de evitar esas faltas que mas cometemos". BB t B9
  • 47. Lucia Ia que vio la V¡ rgen en Fátima afi rmaba: "La mejor mortif¡cación es esf orzarse por no pecar" San Josemaría Escrivá aconsejaba: "Como mortifi cación. sonreír a quien nos importuna; dedicar tiempo a es- cuch ar a los demás... callar la pala- bra ofensiva que se queríadecir". Santa Teresita contaba: "Mis peque- ñas mortifi caciones eran: callar cuall- do sentía deseos de responder a una palabra ofensiva... no recostarme sobre el espaldar de la silla al estar sentada... hacer favores sin hacerlo notar. r ¡ mostrarme siempre alegre y sonreír aunque por dentro estuviera sufriendo... no defenderme cuando me regañaban sin causa". Gausa de no curación. A uno de los santos que han recibido de D¡os un mayor poder de sanación le preguntó una enferm a: ¿Por qué no logro sanar? -y él Ie respondió: --porqueDios no estácontento con el modo con el gue usted mort¡fica sus pasiones y malas inclinaciones. Si no se mortifi ca un poco mas, no Sanarárr-Ella Ie hizocaso. Comen zó a dominar mas SuS inclinaciones pe- caminosas y SuS instintos y a tas po- cas semanas obtuvo la sanación corporal. , Consejo de un libro farnoso. Entre los libros de los últimos tiempos uno de los que mas ediciones y lectores ha tenido en todo el mundo es el que se titula "CAMINO". Su lectura transforma a los lectores. AIIídice su santo autor: "Me Preguntan qué con- Sejos o recuerdos les dejo a mis ami- gos y yo les digo: "oración, oración; trabajo, tt-1bajo y mort¡f¡ cación, mort¡ficación. EI mundo está lleno t 90 91
  • 48. de gentes que por no mortifi car sus oj os han tenido experi encias muy malas y dañosas como Ia que tuvo el rey David. Tenemos que record ar siempre que el corazón es un traidor que al pr¡ mer descuido nos hace alguna traición. Por eso hay que tenerle bien dominado y no dejarse llevar por sus antoj os". La primera mortifi cación cada ma- ñana es levantarse en seguida sin concederle ni un minuto a la pereza. Superar ese minuto heroico que es el de la levantada. Muchos por que- darse pereceando en la cama des- pués de la hora de Ia levantada tu- vieron entonces sus peores tenta- ciones y malos deseos. Si a cada mortifi cación le ponemos por fi n sal- var uF alma nos mortifi caremos con i mayor generosidad. Los.dos Perros. A dos hombres les regalaron a cada uno dos perros de ta misma raza, uno negro y otro blanco. EI pri mero de tos individúos se dedicó a alimentar bien al perro blanco y en cambio al negro te proporcionaba menos alimento.Al cabo de un tiem- Po el Perro blanco dominaba por completo al negro. En cambio et otro hombre se dedicó aalimentar rnucho al Perro negro Y al blanco no te pro- porcionaba el atimento suficiente ,yelfornido perro negro escla vizó y tira- nizÓ por compteto at débil y il acu- chento perro blanco. Esto mismo su- cede en las Personas humanas. Tb- dos tenemos dos fuerzas que piden alimento: et cuerpo con sus pasiones e instintos Y el alma con sus cuatida- des y virtudes. Ouien alimenta bien a su alma con buenas lecturas, sacra- mentos, oraciones y obras buenas y trata de no darle al cuerpo más de to L 92 93
  • 49. conveniente, Iogra que su espíritu domine al cuerpo y a sus pasiones, y viaj a tri unfante hacia Ia santidad y salvación. En cambio quienes se de- dican a no negarl e nada al cuerpo: ni alimentos, ni demasiado sueño, ni mirar y oír cuanto se les antoj a, ni l¡- cores, ni excesivo descanso etc,y a la pobre alma sí le niegan buenas lecturas, sacramentos, oración buenas obras etc. Lqué es !o que les sucede? Oue el cuerpo y el egoísmo de sus pasiones y malas inclin a- ciones esclavizan a la voluntad y la empuj an hacia el abismo del vicio y de la perdición. Por eso es muy importante repetirse de vez en cuando Ia pregunta que una gran santa se hacía cada día: Lmi vida es de mort¡f¡cación o es solo de satisfacc¡ón?. El caballito de San Francisco. Este simpático santo narraba a sus fieles oYentes un ejernplo que aunque ya es muY conocido por nuestros Iectores quizás no sobra repetirlo aquí. Les de cía que un campesino compró un caballito pa ra llevar a su mujer del campo al pueblo en los días de mercado. Y la pri mera semana se ded¡có a darle al tat caballo todo el alimento que éste pedía y a no hacerlo trabaj ar nada. Y ¿qué suce- d¡Ó? Oue al síguiente doÑngo cuan- do la señoraquiso viajar en éihacia el Pueblo, el animalejo se dedicó a corcovedr,la lanzó por et suelo y casi la mata. Entonces ta semana siguierl- te el campesino yano le dió al caballo sino el alimento estrictamente nece- sario y Io hizo trabaj ar bastante. y en el próximo domingo et corcel muy jui- cioso llevó a Ia seño ra hasta et pue- blo, sin corcove ar ni hacerle ningún L 94 95
  • 50. daño... Y de ahí sacaba el santo esta enseñanza; el caballo es nuestro cuerpo. La señora que él debe llevar es el alma. S¡ damos al cuerpo dema- siada comida y poco trabajo, se ded¡- ca a hacer d¡abluras y a causarle da- ños al alma. Pero si lo mortifi camos en el alimento y Io hacemos trabaj ar fuerte, entonces sí llevará muy juicio- so nuestra alma hasta la patri a eter- na. Bella enseñanzay muy practica!. Señal segura. San lgnacio de Loyola para saber si alguien daba esperan- zas seguras de crecer en santidad preguntaba. LEs persona de gran mort¡f¡ caci on? S¡ sí lo era, confi aba en su perfeccionamiento. Si no era persona que le gustara mortifi carse, no daba el santo muy fi rmes esperan- zas de que iba a progresar seria- mente en perfecc¡ón. Af¡ rmaciones de grandes perso- nai€s, Santd Teresa decía: "Yo no creo que llegue allperfección, quien no practica la mortificación". San Juan de la Cruzenseñaba: ,,S¡ alguien d¡ce que se puede ser santo sin mortificarse, no hry que creerle aunque haga milagros". 'I "Muchas Personas se quedaron estancadas sin progresar en perfecciÓ¡ porque no fueron capaces de mortificar su amor propio'-t-su sensualidad (San Maxim¡liano t(ojbe). En la Sagrada Escritu rase insiste en que Ia verdadera Sab¡duría o santi- dad se consigue dominándose a sí mismo en palabras y en obras. "Muchas santidades se quedaron frustradas por falta de mortiFicación. El no frenarel amordesordenaOá a s¡ 96 97
  • 51. mismo y a sus pasiones, dej a en mi- tad de camino (Santo Tomás de Aquino) . Aunque yo tuviera puesto ya un ple en la puerta del cielo, s¡ dej o de m o rt¡fi ca rm e, tod av ía pod ré condenarme (San vicente de Paul). pensemos: "En el día del Juicio, de- lante de Dios , LPodremos repetir esa frase o conversación que hoy deci- mos tan tranquilamente? (S. J- M. Escrivá). La mortifi cación parece al pri ncipio algo doloroso, pero después notare- mos que le trae al alma una tranquili- dad y unos progresos tan admirables, que no nos arrepentiremos nunca de habernos mortifi cado en el hablar, comer, mirar, y en no darl es gusto a los sentidos e inclinaciones (San Juan Bosco) E,VSEÑANZAS DE ITN GRAN DOCTOR, Entre los santos mas apreciados por sus enseñanzas tan útiles para llegar a la santidad, sobresale San Juan de la Cruz, declarado Doctor de la lglesia por el Sumo Pontífi ce, Este famoso doctor insistía muchísimo en la importancia de las mortificaciones para lograr llegar a la perfección. Estas son algunas de sus enseñanzas: "Oh si supieran las personas cuanto pierden y cuantas ayudas celestiales desperdician, cuando no se mortifican y permiten a su cuerpo que se dej e llevar por niñerías, y se ded¡can a permitirl e a la sensual¡dad gozar de cuantos gustos materiales se le ocurren!". Los goces sensuales son migaias gue caen de la mesa de D¡os.,LPara L_ 9B 99
  • 52. qué andar buscando como perritos hambri entos que caigan al suelo esas migaj as, las cuales no sacian nunca, sabiendo que si somos capaces de hacer el sacrifi cio de renunciar a ellas, podremos sentarnos a la mesa con los h¡jos de Dios a gozar de los manja res espi ritu ales? . Los apetitos sensuales son como niños inquietos que nuncá se con- tentan y siempre están p¡diendo. Si se les da lo que p¡den, la pobre alma estará siempre agotada buscando cómo darles nuevas satisfacciones, sin que ellos se declaren saciados ja- más. Son vas¡j as rotas que con nada se llenarl . Son como los que tienen fi ebre: que en ninguna posición se sienten bien y siempre p¡den que los cambien de posic¡ón. Son como el sed¡ento que abre la boca para que le entre el aire y en vez de calmar Ia sed lo que consigue es que la garganta se les reseque mas.Quien deja aD¡os y busca la criatura, nunca se sacia ni e ncuentra ve rdadera satisfacc¡ón . t MIREN: SE VAN AL INFIERNO PORQUE NO HAY AUIEN RECE NI HAGA SACRIFICIOS POR ELLOS, (Lo v¡ rgen srno. En Fótimo el I3 de iulio de I gtTl 100 101
  • 53. ':: ,l'' . ' t. Pa ra quien desea dom ar sus instintos sensuales aprovecha mucho la lectura del bello l¡brito t¡tulado: CAPITULO 8 UNA BATALL.A SIN LA CUAL NO HAYVICTORIAS Buena respuesta. Un hombre fue desde muy lejos a consultar a San José Cafasso, que era un sacerdote famoso porque sus consej os trans- formaban a los que los que los reci- bían, La pregunta que le hizo fue la s¡guiente: " LQué debo hacer para Iograr dominar mis pasiones ?" -La respuesta del santo fue: "Dornínelas por medio de la mort¡ficación."Y le añad¡ó: "la mortifi cación lo que busca es fast¡d¡ar un poco el cuerpo para que este no se dedique a fast¡d¡ar al alm a. La rnortifi cación es ara bien de si mismo, para mantener el equili- bri o de los afectos, para dominar las malas inclinaciones. Yo no le reco- miendo mortifi caciones e ipeciales sino que soporte los defectos de las "f,L ANÁOB sentimental, sus cualidades y peligros". Por Sálesman. 102 103
  • 54. personas sin quejarse ni d¡scutir; que aguante con paciencia el frío y el ca- lor. Y la alimentación tal cual Ia pre- senten. Buenísima mortifi cación es callar las palabras indebidas que se querían decir, dorninar los oj os para que la vista no se ded¡que a mirar Io gue hace daño al alma levantarse de la mesa con un poquito de hambre. Y hacer en cada momento Io que hay que hacer, y hacerlo bien hecho y por amor a D¡os". r. Yo, he estud¡ado de- tenidamente esta respuesta del san- to sacerdote y me parece perfecta (Don Bosco ). RAZON MUY ESPECIAL, Un novicio le preguntaba al santo fundador de su comunidad: "Padre, Lpor qué cier- tas personitas después de tantos años de rezar y de proponerse ser mej ores no logran llegar a la santidad?" -y el fundador le respond¡ó 104 105 dando un profundo suspi-ro: "Porque no saben mort¡f¡ carse, Es que si el grano de trigo no cae tierra y no muere, se queda producir fruto. La gente Ie tiene miedo a la mortifi cación. Pero a la mortifi cación por Cristo y por la santidad, porque cuando es por conseguir d¡nero o fama o salud, ahí si están d¡spuestos a trabaj ar 18 horas d¡arias, a ayunar y a despo- jarse de muchas satisfacciones materiales. Lastima que por Cri sto y ppr Ia santidad no seamos capaces de hacer las mortifi caciones que los mundanos hacen por conseguir éxitos materiales que no se podrán llevar para la eternidad"! -Al oir esta santa respuesta, también el noviciota suspiró de emoción. UNA PODA PROVECHOSA. Cuan- do la mata de uva ha dado una gran en sin t
  • 55. cosech a, el agricultor toma unas tij e- ras y la poda sin compasión, quitárl- dole hoj as y ramas hasta dej arla convert¡da en un feo esqueleto. ¿Por qué este rnodo tan duro de tratar a una planta que le d¡ó tan sabrosos frutos? Paraque ella no malgaste sus energías en hojas y ramas inútiles sino que las concentre en las raíces y en el tallo, y así cuando llegue el tiempo de la próxirna cosecha pueda producir abundantes y agradables frutos. Así hay que hacer con nuestro cuerpo y nuestro espíritu: si queremos que produzcan buena cosecha de frutos para la eternidad emplear las tijeras de la mort¡f¡ - cación y cortar sin compasión toda palabra inút¡l o dañosa, todo pensamiento que no conviene, todo exceso en el comer, beber, dormir o descansar. Todo luj o y vanidad en el vestir, todo gasto inútil (siendo que hay tanto pobre sufriendo hambre y escasez y necesitando de nuestra ayuda), toda pérdida de tiempo o dernostración de orgullo. S¡ así lo hacernos, nuest ra cosecha de premios para la vida eterna se rá muy abundante. Un secreto infernal. Na rra ta historia que un santo contempló en visión una reunión de demonios gue d¡scutían cual seríael modo mas práctico de llevar rnuchas alrnas al infi erno. Unos proponían una cosa y otros una diferente y no se ponían de acuerdo. Al fi n un diablito mas marrullero que todos los demás propuso: "convenzamos a la gente para que no se mort¡fi quen en nada, ni en el comer, ni en el mirar, ni en el dormir, ni en el descans ar, ni en los gastos inÚtiles, ni en las vanida- des, ni en lo sensual, ni en el orgu- i L 106 107
  • 56. llo"....Y d¡ce el santo que al oír esta proposic¡ón, todos los d¡ablos dieron un gran aplauso y estuvieron de acuerdo en que si logran convencer a la gente para que no se mortifique, lograrán llenar mas fácilmente de pecadores el infi erno (MB. de DB). ' "nsaje desde el cielo. La Vi r- I Un mensaj gen Mana en una apari ción en Fátima en julio de 1917 aparecia muy triste al ver el gran numero de almas de creyentes que caían al infierno y exclamaba "Miren cuantos pecado- res se condenan porque no hay quien oré y haga sacrifi cios por ellos" Y añadía este bello consejo: "Cuando hagan algún sacrifi cio digan: "Oh Jesús, es por tu amo[, y, por la conversión de los pecadores". HASTA LAS FIERAS. En los circos dejan un día por semana a las fi eras 108 109 sin ningún alimento sólido, para que se les regule la d¡gestión, y ese dia de ayuno les resulta muy provechoso para la salud . ¿Por qué no hacer algo parecido con nuestro cuerpó? Déjarl e de vez en cuando con un poco de hambre, gue esto puede ser Út¡l Para la salud corporal y sobre todo parala salud del alm a. Felicitación celestial. Santa Ber- nardita al oír que la Santísima V¡ rgen en sus aP ari ciones de Lourdes repetía siernpre que eS necesari o hacer penitencia por los pecadores, se dedicó un día a refregarse la ca ra con unas matas de espinas. La V¡ rgen M aría sonrió de satisfacción como d¡ciendo que eS ne6esario mortifi car al cuerpo si no queremos que éste esclavice al alma. Esta santica decía a la gente: "la mortifica- ción y los sacrificios ag radan rnucho a Nuestro Señor. Péro et mejor
  • 57. sacrifi cio es el que recomendaba ciones, fatigas y afl icciones que nos sucedan di ariarnente'r. U NOS ZAPATOS MUY ESPECIALES. En una visión le fue mostrado a San Juan Bosco el camino para lograr lle- gar ala santidad y al cielo. Era un ca- mino acolchonado de rosas, las cuales tenían muchas espinas. El santo trató de caminar por allípero no le fue posible. Las muchas esp¡nas Se lo impedíarl . Entonces una VoZ celestial le d¡j o: "use estos zapatos", y le presentó unas botas que tenían este letrero ''IVIORTIFIGAG!Ó N" : Se colocó esas botas y ahora sí pudo transitar l¡bremente por el carnino que lleva a la perfección. La voz del 110 _# cielo le añad¡ó: las espinas son las antipatías y simpatías, los afectos sensuales, la gula, el orgullo, la pereza. Las botas son el mortifi carse en los afectos sens¡bles, eo el comer, beber, dormir, en el mirar y pens ar. Cuanto rnas se mortifi que una persona, tanto mas subirá hacia la perfección". EI ejemplo de los musulmanes. Al- go que impresiona a los católicos que van a Egipto es el verlaexactitud con la que los niños musulmanes ob- servan el ayuno los días en que se Io prescri be su relig¡ón. Un día en un ensayo para un desfi le de gimnasia en el colegio Salesiano de EI Cairo, después de trotary marcharvaria ho- ras con el sol abrasador de 35 gra- dos, el profesor d¡ó la orden a los alumnos para que los que quisieran fueran a tom ar algún refresco. Todos 111 I L
  • 58. Ios católicos corri eron a tomar jugos o gaseosas o agua cristal, pero de los niños rnusulmanes (que eran la ma- yoría) ni uno solo fue a tomar nada, aunque la sed era abrasadora, pues aquel era un día de ayuno de su re- ligión y en esas fecha desde que sale el sol hasta que se oculta no se pue- de ni comer ni beber nada. Qué ejem- plo nos dan los de otras religiones! Nos dej aremos ganar de ellos en generosidad pa racon D¡os? La franja de honor. En la aparición gloriosa que el joven SANTO DOMINGO SAVIO hizo después de muerto a su d¡rector espiritual se presentó vestido de una blanquí- sirna túnica y con una franj a roj a en su cintura, El sacerdote le preguntó qué signifi caba ese rnodo de vestir y el angelical joven le respond¡ó: "La túnica blanca s¡gnifi ca la inocencia 112 113 que logré conservar. Y la franja roja representa las mort¡ficaciones que tuve que hacer pa ra no pecar y ias cuales me l¡braron de cometer tantas faltas". Y el buen d¡rector decía: "S¡ Domingo Savio no se hubiera mortificado en el mirar, en et comer, en el Pensar y en el hablar y ob rar, nunca habría podido llegar a [a santi- dad- La mortifi cación produce perfecc¡ón". Y hace evitar muchos pecados". ¿PARA O UÉ MORTIHCARS E? a) Para imitar a Jesucristo cu ya vida fue un continuo mortificarse en el co- mer, en el beber, en el Sufri r humilla- ciones, trabaios pesados, dolores y tortu ras.
  • 59. c) Para pagarle a D¡os las deudas que le tenemos por tantos Pecados que hemos cometido d) Para sanarnos y fortifi carnos, espiritualmente, pues tenemos una inclinación muy grande hacia el pecado y una propensión terri ble hacia las recaídas. La mortifi cación nos consigue aumento de fu erza de voluntad y d¡sminuciÓn del ataque de las pasiones. E) Para conseguir la conversión de los pecadores, pues Ia mortifi cación ofrecida por amor de D¡os logra que muchos que andaban extraviados lo- gren volver al camino de la salvaciÓl'l . F) Para prevenirnos de futuras caí- das. Auien no se abstiene de Io que es licito tarnpoco será caqaz de obtenerse de lo que es ilícito. 114 115 Pero quien se sabe mortifi cár, tendrá mucha mayor fuerza de voluntad pa- ra resistir a las tentaciones y malas inclinaciones. Las grandes victorias contra el pecado vienen preced¡das de peq ueñas victorias cont ra n uestras i ncl i naciones. g) Para poder evitar los siete peca- dos capitales: orgullo, avaricia, ¡rd, impureza, gula, pereza, envidia. To- dos estos pecados están d¡r¡gidos por un jefe el "egoísmo" pero este es vencido por la mortificación¡ (Tanquerey). L
  • 60. ¿Al guien desea dominar sus pasiones y malas inclinaciones? Gonsiga y lea el form¡dable l¡bro * ML goNrutsAT'f, f,SPIBITUAW P rog resa rá ad m i rablemente, Capitulo I MI PERSONAJE INOLVIDABLE. Cuando en el año 2.000 se celebró el Año Santo Universal , el Jub¡leo, o alegre celebración, muchas perso- nas no sabían a quien se le estaba festej ando este aniversario. Era nada menos que al mismo JESUCRISTO en su cumpleaños No 2.000 Ahora mismo el error mas dañoso para mu- chísima gente consiste en no saber nada o casi nada acerca del perso- naje mas famoso y amable que haya existido sobre Ia tierra, el D¡vino Redentor, Por eso conviene recordar algunos datos acerca de tan simpático amigo y bienhechor. Bella defi nic¡óI1 . La Sagrada B¡blia dice: "Dios es amor", Esta resulta 116 117
  • 61. ser la mas precios defi nición que se haya hecho acerca de Nuestro Señor. YJesús es ese D¡osrr.rrarnor, hecho hombre. Dos maneras de manifestarse, El amor de Jesús hacia no otros se manifi esta de dos maneras: la. Declarándose nuestro amigo: "Ya na /os llamo servidores slno ami- gos. No me eligieron Uds. a Mi, slno que yo /os elegí a Uds" -Y en verdad que Cristo ha sido y serásiernpre y en todas partes y con todos, "el amigo que nunca falla." Millones de cre- yentes en todos los siglos y lugares han hecho el ensayo de buscar y coJl- servar Ia amistad con Jesucristo y los resultados que han obtenido y obtie- nen son sencillamente prod¡giosos. Segunda manera de dernostrar su amor: Sacrif¡cándose por nosotros. El mismo lo decía: 'No hay amor r??as grande que el de quien sabe dar la vida por sus amigo,s', S¡ El fue capaz de derrarnar hasta la última gota de su sangre y mori r por salvar- nos ¿no es justo entonces que nosotros vivamos llenos de amor y de grat¡tud hacia El y que nos ded¡que- mos a pagarl e amorcon amor? UNA CONDICIÓN. Cristo decía: nUds. serán mís arnigossihacen lo que yo /es mando," Esa es la condición. Por eso conviene record ar de vez en cuando los mandatos de Jesús que están en el evangelio y averi gu ar qué tanto los estamos cumpl¡endo, parasaber así, cual es el grado de amistad que tenemos con El. Por ej . "Todo el bien que desean L 118 119
  • 62. que los demás les hagan a Uds. háganlo UdS. a ellos". "No juzguen y no Serán juzgados. No condenen Y no Serán condenadosrr-r'Dén y Se les dará". Ouien desea Ser ,el pri ncipal, nágase servidor de todos los demás" etc. GRAVE FALLA. Decía el Padre Vec- chi superior de una gran comunidad religiosa, que una gravísima falla de la actualidad consiste en que a la gente no se Ie habla sufl ciente' rnente acerca de Jesucristo, o no se les presenta debidamente su personalidad, y entonces JesÚs no suscita la admiración que debería Suscitar. Nosotros debe ríamos imitar en esto alos 12Apóstoles, Ios cuales después de recibir al Espíritu Santo en Pentecostés, el tema pri ncipal del que hablaban siempre y con gran emoción y entusiaSmo, era la 120 121 excelencia de la persona de Jesús, de su doctri na y de sus obras. S¡guiendo las expl¡caciones del mo- derno escritor Masariegos, recorde- mos algunos hechos de la vida de Nuestro Redentor, que pueden au- mentar nuestro cari ño hacia El. EL RETORNO A NAZARET. Poco después de haber empezado su ma- gisteri o públ¡co d¡spuso Jesús retor- nar por unos días al pueblecito donde se había criado, Nazaret. Allí había dej ado gratos recuerdos entre toda esa gente. Y su Santa Madre M aria gozaba de una piadosa veneración en el vecindario. Allí en Ia soledad y el silencio, Jesús había dej ado un montón de años, vividos sobretodo en presencia de su Padre Celestial. Muchos corrieron a salud arlo y a record arl e histori as vividas. Ahora
  • 63. los que llegaban de la capital decían que hacía ver a los ciegos y hablar a los mudos, y que predicaba maravillosamente. Y en realidad Io veían tan d¡stinto. Parecía que el Padre de D¡os le había conced¡do una sab¡du ría y unos poderes celestial es. Aquel sábado, día de fiesta para los israelitas, no faltó nadie a Ia sinagoga al rezo de los salmos. Jesús se colo- có allí en el sitio en que siempre se colocaba para rezar. Y se ded¡có a hacer !o que hacía siempre: hacerlo todo biell . Ante los nazarenos no estaba un pro- feta mas. Estaba el Profeta por exce- lencia, el confidente de D¡os, al que el Poderoso le confió sus secretos para que nos los transmitieraa nosotros y le concedió sus poderes sobrenatu ral es. 122 123 Al pri ncipio todos admiraban las pa- labras de gracia que salían de su boca' Pero JesÚs se atrevió adecir- Ies que EI era et enviado por el cielo para cumplir lo que habían anunciado los profetas Y ahí si estalló Ia reacción. Nazaret contra Jesús. Cristo era elgran profeta ,Y como todos los profe- tas iba a qued ar incomprendido. Sus Paisanos no veían en El sino al ,,hUo de José". No tenían ojor iá ra ver al HUo de D¡os, to sent ían tán sencillo, tan descoryPlicado, que tes costaba creer que fuera el HUo del A¡tísirno. Sus os vendados por Ia igno rancia no sabían pedirle qüe les concediera la luzP.ara poder entender aquel mis- terio. Verdad gue tenían loi=ojos del cuerPo clavados en Jesús, pero su cora ón Y lgt ojos de su aima esta- ban en mil ruindades de la vida.
  • 64. tido de Payaso. La reacción. Lo echaron del pueblo' Fueron sus paisanos los Pri meros que quisieron matarlo. Era como un ensayo en aquel monte de Nazaret de la muerte que le darían en otro monte, el Calvári o. Pero ¿era de ver- dad el pri mer intento de rn atarlo? No. ya lo había intentado antes Herodes. pero ni él ni ellos pudieron hacerlo por entonces. La vida se la iban a hritar no cuando a sus enemigo.§ se les antoj ara, sino que El la daría volunta ri'amente en "la Hora" en que el paár" Dios había decretado qug esto ir.edie ra. Por eso se abrió 124 125 camino milagrosamente entre ellos, y se alejó. Pelear contra Cristo es salir perdiendo siempre. Ser sus amigos es señal segura de victori a . JESÚS Y LA PECADORA. LO hAN invitado almorzar a casa de un orgll- lloso fariseo. Jesús acepta paratener oportunidad de hablar allí a los co- mensales acerca del Reino de los cielos. Pero aparece una intrusa que no habíasido invitada. Una pecadora que tiene muy malafama entre todos aguellos pecadores clientes suyos entre los cuales hay Iobos d¡sfraza- dos con p¡el de oveja. Aquella pobre muj er quería cambiar de vida y no le importaba lo que iban a decir esos fa- riseos, sepulcros blanqueados, de buena apariencia externa pero podri- dos por dentro. Ella tenía el corazón cansado de pecado. EI peso de sus culpas Ja esclavizaba y sofocaba.
  • 65. Oue ríal evantar el vuelo y Jesús le iba aayud ar ahacerlo' Dios ante el pecado tiene dos acti- tudes: perdón y castigo. La pecadora prefi ¡ó recibir ia pri rnera actitud. Es- taba rodeada de iariseos alos cuales Jesús no les ca ía nada bierl . En la mesa no había puesto sino para los hombres, pero en el suelo si podía arrodillarse ella. Aquel ambiente se mejoró, se llenó de perfume y el alrna de la mujer también. Ivuchos de aquellos comensales tenían el alma tan manchada como la de ella, la pe cado ra, pero no todos tenían como ella el deseo sincero de converti rse y obtener el Perdón' Aquella mujer con cada beso que les daba a los pies de Jesús, quería pa- gar ros besos de pe cado que había repartido. eue ríacarnbi ar de rumbo. Y afortunadamente para salvar peca- dores fue que Jesús vino al rnundo; para sanar a los que tenemos el alma enferm a. Pero S¡món el invitador se puso a juzgar y a conden ar dentro de su pensamiento. Hasta había imag¡- nado que Jesús era un profeta y ahora resultaba que ese tal profeta probablemente no sabia qué clasecita de muj er era esa que Ie estaba besando los pies. Pero para esa gentecita es que El vino al mu ndo, p ara los extraviados, manchados, derrotados por el pecado. Estas gentes serán los que amarán más, porque se les ha per- donado mas. La respuesta inesperada. Jesús d¡- jo a la mujer lo que nadie esperaba: "Tus pecados quedan perdona- 126 127
  • 66. dos" y añade una expl¡cación: "se le órrdona mucho porque demuestra i"ucho amor". Esa muj er ya no nece- sita ríabusc ar amores sensuales que l, dej rrrían llo rando de hastío llena de am argu ra y desilusiÓn, Ya no necesitaba d'edicarse aabrazar y be- ,r, (ydüáoarse luego suspirando de derrota en la soletad) Hqbía sido muy p"cado ra, pero la salvó el tener fe en Jesús. Vete en pa*, Fue la ulti ma frase de Jesús antes de despedirse de ella. oj átaque nos d¡ga tambien siemPre eso mismo a nósotros. D¡gamosle muchas veces: "Te amo mucho, Je' sús, porque me has perdonado mucho". Érobablemente mientras el Señor decía estas palabras repetía en su interior su ag radecida exclama' ción: ,'Te alabo Padre, porque has re- velado estas cosas alos hurnildes". Y recordaba que los peores problemas no son los que están enfrente de no- sotros sino los que llevamos dentro de nuestro corazón y el mej or ilu- minador es EI; pero que si no le corl- fi amos nuestros problemas, estos se quedan bloqueados, sin soluc¡ól'l . JESÚS Y EL PARALITICO. LE llevaron un paral ítico, el cual al no poderl o hacer entrar por la puerta de la casa, porque estaba llena de gente, lo hicieron descender por un hueco que abrieron en el techo de aquella habitación donde El estaba predicando. Los que llevaban al paral ítico creían que Jesús podía cu rarlo , y por eso obtuvieron el milagro. El repetía siempre: "Segun sea tu fe., así serán las cosas que te sucederán". (Creo yo que Jesús tiene la solución para mis problemas? Oj alá que sí crea en eso. Mife puede obtener maravillas). 128 129
  • 67. Lo pr¡ mero que miró Jesús fue la fe de los que llevaban al enfermo. Luego miró los pecados del enfermo, y Ie dij o una frase que oj alá nos la d¡ga mil veces a cada uno de nosotros: "Tu§ pecados quedan pe¡'donadc)s". Ese es el ofi cio de EL Para eso ha ve- nido al mundo. EI milagro" Los escri bas y fariseos no sabían ni creían que el que tenían delante era el Hij o de Dios enviado para perdonar nuestros pecados. Y EI para probar que sítiene poder para perdon ?r, curó instantáneamente al paral ítico, sin medicina, sin masajes, sin operaciones quirúrgicas. Con una sola frase. Así de sencillo! Así de grande y prodigioso! Y el paral ítico empezó a andar ligero y alegre. Había recibido la curación del cuerpo y le habían sido perdonados los pecados del alma! Oue mejor le podríasuceder? Y JesÚs segu íacallado, humilde, dul- ce, sereno, obrador de milagros rna- ravillosos en favor de todoJ los que confiaban en su poder y en su bon- dad, Era lo que faltaba ala humanidad pa- ra sercompletal Iarnas un hornbre ha habfado corno Ia este hornbre. 7,46) 130 131
  • 68. San Alfonso escri b¡ó un libro que emo6iona a quienes lo leen. Su título es: ,,PRÁCTT'[gA Df,t AÑruO& A Jf,S[JERISTO" Capitulo 10 EL HOMBRE MAS EXTRAORDINARIO OUE HA EXISTIDO EN ESTE MUNDO. La experiencia de un escritor, El famoso Juan Papini, aguerrido pe- riod¡sta y popular escritor italiano, de- silusionado de todo lo mundano y material, únicamente encontró paz y consuelo en amar a Jesucristo y tra- tar de hacerl o am ar y apreciar por otras personas. El andaba rep¡tieJl- do: "Solo Jesús tiene la solución para nuestros problemas rnorales y espirituales. El es el hombre mas extraordinario que ha existido en este mundo, y al mismo tiempo es el Hij o de D¡os y D¡os verdadero". Y se hizo este propósito: tengo que trabaj ar por hacerlo am ar y conocer por mu- chos, Para ello escri b¡ó su muy popu- lar "V¡da de Cristo". Y repetía: "Tengo 132 133
  • 69. mas obedecido". Desde Su conver- sión a los 35 años, hasta su muerte en 1956 a los 75 años, Papini se dedicó a estudiar y tratar de hacer conocer a Jesús, A sus amigos les decía: "Nada temamos tanto Como el necesidad de Ti oh Cristo. Si Tú nos ayudas, todo lo demás vendrá Por añadidura". Recordemos pues algunos hechos de la Vida del Redentor, que Pueden contri buir aque lo amemos y estime- mOS Un pOCO mas. SigamOS Ia narra- ción del escritor Masariego. 134 135 LATEMPESTAD EN EL MAR Jesús dio a los apóstoles una orden que los hizo estremecer: había que atravesar el M ar de Galilea de no- che. Ellos tenían experiencias tene- brosas acerca de un viaj e como ese. Amigos y pari entes se habían arri es- gando a hacerlo y no habían regresa- do, o sus cuerpos habían vuelto a Ia ori lla en forma de cadáveres arro- lados allípor las furiosas olas. Es que ese pequeño mar tiene tempestades violentísimas a causa de los furiosos vientos que descienden veloces de los montes cercanos y elevan olas terri bles que hunden sin compasión las barcas que encuentren por su camino. Pero a pesar de todos estos peligros los buenos discípulos obe- decieron y entraron con sus embar- cación m ar adentro. Y suced¡ó lo que tenía que suceder: estalló la pavo- rosa tempestad. Y para colmo de males, el Divino Maestro estaba tan
  • 70. problem a. Es que también estando cerca de Cristo se pueden sentir te- mibles peligros. Porque como dice pertaron al Maestro d'iciéndole: "So- córrenoS,Señor, que Perecemos". Erael grito de los que no consiguen el control de la situación. ¿No te importa que nos hundamos?". También junto a JESÚS existen peli- gros de hundirse entre las olas Y a ratos tiene uno que enfrentarse a lo imposible. Y no queda mas remedio que despertar al Maestro. El es el pro- tector del déb¡1, el salvador de lo que estaba perdido, el que llena de vida cuando hay amenazas de muerte. El prodigio. Cuando los miedos del corazón se levantan como una ola ernbravecida y con la oración sacu- d¡mos al Señor, El despierta y viene en nuestra ayuda. Esto fue precisa- mente lo que sucedió en aquellos momentos, Jesús se levantó y majes- tuoso mandó al mar: "Ouédate quie- t0", y' este quedó tan quieto como el pavimento de una autopista. Luego dij o al viento; "Cállate" y este se calló y se aquietó como un ni o regañado. Es !o que Jesús s¡gue haciendo siempre. Sigue rep¡tiendo cada día: cál late "Quédate quieto", al huracáni dellas d¡fi cultades y a las olas de las l. pasiones. Calma la natural eza para defender al ser humano ! 136 137
  • 71. Y se hiuü una Sran calma Aquellos veteranos mari neros sabían muy bien que una tempestad en el mar dura al menos seis horas para calmarse, y ahora en menos de un minuto la veían totalmente cal mada. Es que Jesús nunca falla a quienes creen en El. Siempre trae calma y paza los que re- curren con fe y confi anza a su poder y bondad. El concede mayor paz que la que traen los calmantes y las distrac- ciones. Oh Jesús: danos una fe que sea mucho más fuerte que nuestras mas embravecidas olas y tempesta- des!. ¿Qr¡ien es este? Aquellos rudos gali- leos se quedaron boguiabiertos y se preguntaban: ¿Pero quien será este al cual hasta el viento y el mar le obedecen? Señor: que yo me admire también de tus poderes inmensos y del gran deseo que tienes de ayudarme a solucion ar mis situa- ciones d¡fíciles. 138 139 "l'riste real¡dad. He leído muchos Ii- bros acerca de cómo solucionar pro- blemas,y lo más grave que he encon- trado en varios de ellos es que a sus autores no se les ocurre que Io rnejor 63s siempre recurri r a Dios. Y enton- ces las soluciones que ellos propo- nen se quedan sin producir verd a- deros efectos, porque Io que D¡os no soluciona se queda sin soluc¡ón. S¡ no se cuenta con Jesús no se conse- guirán las verdaderas soluciones que necesitamos. * * * * ** * ** ** *** ** * * * *** * ** *** rt * * * * * :t ** * ** ?k ***LA HEMORROíSA. Pobre muj er. Doce años derramando sangre de su úlcera gástri ca. Cada día mas pobre, más enferma y más desilusionada. Gastó todo su tiempo y su d¡nero en médicos y recetas y cada día iba de mal en peor.
  • 72. La ¡dea salvadora. AI fi n se le ocurrió una corazonada: ir donde Jesús y tocar con toda la fe Ia orla de su man- to. Sentía en su corazón la idea de que para D¡os los déb¡les son sus preferidos y los mas impotentes, son los más amados. Y se fue en busca del Divino Maestro, Le habían hablado muy bien de Je- sús. Le habían d¡cho que era compa- sivo, paciente, amable, muy genero- so y con poderes inmensos. Y creyó que no hacía falta que le d¡j era nada. Oue bastaría tocar con fe su manto santo. El resultado que los médicos no habían podido conseguir en una docena de años, ahora lo lograría Jesús en medio minuto. EIIa fue donde Jesús y consiguló instan- láneamente su curación. El Maestro 140 141 siente que un poder de curación sal¡ó de El ,y pregunta quien lo ha tocado. Los ojos del Maestro se encuentran con los oj os de la que le tocó la orla del manto. Temblorosa y llena de temor Ie cuenta todo lo que ha suced¡do, dando testirnonio en pu- bl¡co del gran poder del profeta de Nazaret. Jesús, lleno de bondad la despide con estas solas palabras: "Tu fe te ha salvado". Y seguramen- te que ella se propuso desde ese mo- mento: "Ahora iré a los médicos y enfermeros que no pud¡eron cu rarme y les diré que hay alguien mas pode- roso que todos los médicos y medici- nas del mundo y que su nombre es JESÚS. * * * ** ** * * * * * *** * ** * * * ** ** * Js* ** * * * * rk* * * * ** ***MARTA Y MARIA. Hubo una casa donde Jesús se sentía bien atendido y muy amado y estimado. Era Ia casa de Lázaro, Marta y M aría en Betania.