2. Evitando pequeños accidentes caseros
• Amas a tu perro, ¿verdad? Porque es adorable
y cariñoso, te hace compañía, siempre está
contigo. Pero admítelo: a veces lo odias.
3. Evitando pequeños accidentes caseros
• Lo odias, por ejemplo, cuando muerde tus
muebles. Y lo odias particularmente cuando
orina y defeca en cualquier parte, y más
todavía cuando lo pisas sin querer y ¡plaf!,
resbalas sobre el charco de orín.
4. Evitando pequeños accidentes caseros
• No solo es asqueroso, sino que también puede
ser peligroso. La madre de una amiga se
rompió la cadera, ¡la cadera!, al resbalar en el
pis de su bichón maltés. Fue un mal trago, y
apuesto a que quieres ahorrártelo, ¿verdad?
5. Evitando pequeños accidentes caseros
• Mucha gente cree que esto se soluciona con
unos buenos golpes bien dados y frotando el
morro del perro contra sus desechos. ¡Nada
peor que todo eso! Solo logras asustarlo,
porque no entiende nada.
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6. Evitando pequeños accidentes caseros
• También hay personas que creen que, una vez
el perrito ya hace sus cosas dentro de casa, no
hay solución. Otro error común. Un perro
SIEMPRE aprende, y puede aprender
perfectamente a hacer sus cosas fuera de
casa… o donde tú elijas.
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7. Evitando pequeños accidentes caseros
• No es tan complicado enseñarle a tu mascota
a hacer sus necesidades. Y es incluso mejor
empezar cuando es un cachorro.
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8. Evitando pequeños accidentes caseros
• ¿Ya sabes dónde querrías que sea? Y no, no
vale que sea únicamente en la calle. Si tú eres
libre de ir al baño cuando quieras, ¿por qué no
va a poder hacerlo tu perro? Dispón un lugar.
Hay cajas de arena para perros. Hay espacios
preparados para que hagan sus necesidades.
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