La historia trata de una butaca que se sentía triste y excluida porque su tapizado estaba desgastado y sucio. Un día, un tapicero de Valladolid vio la butaca y decidió cambiar su tapizado por uno nuevo, lo que hizo que la butaca se sintiera feliz e integrada con los demás muebles.

1. La butaca que soñaba
con un tapizado nuevo;
Un tapicero de Valladolid
hizo realidad su sueño
Un sencillo cuento con final feliz.

2. Había una vez una butaca que se encontraba triste;
Desde su rincón veía como sus compañeras reían alegres,
sintiendo en sus asientos la charla amena compartida por unos y otros.
No entendía porqué ella quedaba al margen de sus risas,
de sus tertulias, de sus confidencias.
Pensó que quizás si salía de su rincón sería mas visible
y compartiría con las demás todo eso que ahora no disfrutaba.
Se acercó un poco más hacia el centro, pero seguía igual,
nadie se fijaba en ella.
Al ver a sus compañeras se dio cuenta que NO era como las demás;
Ella era una butaca con el tejido desgastado y sucio.
Volvió a su rincón, pero pensó que no quería seguir allí,
sacó fuerza y se forjó un plan;
Tendría que atraer a alguien para que la sacara de ese rincón olvidado.
Así estuvo un tiempo;
.

3. Hasta que pasó por allí un tapicero de Valladolid y la observó
Ella comprendió que la podía ayudar
El, como si hubiera escuchado su llamada,
decidió cambiar su tejido gastado y sucio por otro.
Decidió tapizar esa butaca que soñaba con un tapizado nuevo.
Buscó en su taller y se decidió por combinar dos colores.
Un tejido Chenille tostado para todo el cuerpo.
Y otro más claro con unos motivos de hojas en color tostado para el cojín.
Comenzó a retirar el tejido de esta butaca con cuidado
Confeccionó en su sala de costura lo que era necesario coser
Y de esta manera, un tapicero de Valladolid tapizó de nuevo esta butaca
Que estaba triste.

4. Ni que decir que ella, estaba feliz,
se encontraba ya incorporada a aquel grupo
que tiempo atrás veía con pena desde su rincón.
No dudéis amig@s en mantener siempre un buen aspecto;
Si en algún momento no podéis por vosotros mismos, mirad a vuestro lado,
seguro hay alguien dispuesto a ayudaros;
Como este tapicero de Valladolid que decidió
cambiar el aspecto de este butaca que soñaba con un tapizado nuevo.
Un saludo