Aunque cueste creer, hay situaciones en las que el servicio al cliente se torna perjudicial para la organización (y para el cliente), por no haberse implementado correctamente. Tener un departamento de servicio al cliente, o personal que cumpla esta función no es garantía de estar brindando un buen servicio a tus clientes. No sólo esto, sino que, a veces, convendría más que estas funciones no existieran.