2. La llegada
A la vuelta del hospital
con el niño apenas
nacido, todas las
mamás experimentan
una sensación de
inseguridad, sobre
todo, a la hora de
asear al niño.
3. El baño
Aunque el bebé se puede
bañar desde el primer día, si
se decide no meterle en la
bañera hasta la caída del
muñón umbilical (de media, a
los 7-10 días después de
nacer), la higiene del bebé
debe debe realizarse con
esponjas empapadas en agua
templada, con las que se limpia
todo el cuerpo, a excepción de
la zona del cordón umbilical.
4. Relación familiar
La higiene del bebé es
muy importante y
necesaria, no sólo porque
hace que el pequeño se
sienta más fresco y limpio,
sino también porque es
uno de los pilares para
mantenerlo sano y evitar
muchos trastornos. El baño
puede ser, además, la
oportunidad ideal para los
papás para estrechar su
intimidad con el bebé, del
mismo modo que la mamá
lo hace con la lactancia.
5. Pequeños detalles
Mantener la higiene correcta
en sus ojitos, nariz y boca
es esencial para que el
niño se sienta agusto. El
culito, la piel y el cabello
también se beneficiarán de
una correcta higiene, ya
que utilizar los productos
adecuados para el baño y
llevar una buena rutina de
su higiene, favorece la
salud de su piel y su
cabello.