La energía eólica utiliza molinos de viento para generar energía de forma natural a partir del viento, sin producir contaminación ni gases. Funciona de manera más limpia y rápida que otras fuentes de energía, pero tiene el inconveniente de ser más costosa. Aunque es una de las formas de energía más antiguas, su uso a gran escala data del siglo XIX y presenta la desventaja de no poder controlar la disponibilidad del viento.