El documento proporciona información sobre la historia y celebración del Día de la Canción Criolla en Perú. El Día de la Canción Criolla se estableció el 18 de octubre de 1944 por el presidente Manuel Prado Ugarteche para homenajear a la música criolla peruana y sus intérpretes. Originalmente se celebraba el 18 de octubre pero luego se trasladó al 31 de octubre para evitar la coincidencia con otra festividad religiosa. El documento también describe la importancia de la música criolla en la cult
2. • Fue establecido el 18 de Octubre de 1944 por el Presidente
Manuel Prado Ugarteche mediante resolución suprema.1 El día de
la canción criolla se celebra el 31 de octubre de cada año , para
conmemorar a todos los exponentes de la música criolla. La fecha
coincide con Halloween, y existe un dilema ya clásico en la
ciudadanía limeña acerca de cual fiesta celebrar.
• La celebración del Día de la Canción Criolla cada 31 de Octubre,
fue instaurada en el calendario de festividades durante el primer
gobierno de Manuel Prado Ugarteche. Es una jornada donde se
rinde homenaje a este género musical y a todos sus intérpretes,
quienes mantienen vigente la música peruana pese al transcurrir
de los años.
• Fue el 18 de octubre de 1944, cuando el presidente Prado
promulgó el Día Central del Criollismo en la Plazuela Buenos Aires
en la Plaza Francia. Pero, debido a la coincidencia con la festividad
del Señor de los Milagros, la fiesta del Criollismo se trasladó al
último día del mes, el 31.
3. • La Canción Criolla tiene una historia importante en la riqueza
cultural y popular de nuestro país, siendo los años veinte su
época de máximo apogeo con la aparición de La Guardia Vieja,
un grupo que comprende a compositores e intérpretes clásicos
del criollismo como José Sabas Libornio, Juan Peña Lobatón,
Julio Flores, Oscar Molina, entre otros.
• Pero, quien le dio mayor matiz a este género musical fue Felipe
Pinglo Alva, cuyas canciones como El Plebeyo, El Huerto de mi
amada y el Espejo de mi vida fueron el camino hacia la
expansión popular de la Canción Criolla, más aún si fueron
interpretadas por voces históricas del criollsimo como Jesús
Vásquez, Lucha Reyes, Chabuca Granda y la guitarra del gran
Oscar Avilés.
• El Día de la Canción Criolla se celebra con múltiples
presentaciones en las conocidas Peñas Criollas, donde se refleja
el espíritu festivo de nuestro pueblo a través de la música y
buscar un contacto más profundo con la peruanidad.
4. • Autores: Diego Pretto Ibarra y su mamá Gladys Ibarra
• En esta ocasión es obligatoria la mención de la famosa "Palizada",
grupo de divertidos niños capitaneados por Paz y Ezeta, quienes
hicieron tabla rasa de reglamentos para la diversión en lugares
prohibidos y que ellos mismos elaboraban de acuerdo a su particular
interés y a las circunstancias. Temidos por las jovencitas "bien" y
adorados por las del Rímac, Martinete y Caballo, los "muchachos" de
la Palizada fueron peleadores, divertidos, bebedores, mujeriegos y
amantes de la música identificada con la marinera.
• Cuando el vals empieza a ganar terreno, La Palizada ha perdido a sus
mejores exponentes, Carlos Alberto Saco y Pedro Augusto Bocanegra
impone un nuevo estilo y Braulio Sancho Dávila lanza su perdurable
vals "Ídolo"; del norte llegan los hermanos Carreño con nuevas
inquietudes musicales y los teatros de los barrios limeños dan
preferencia en sus programaciones a la variedad de pálidos cantantes
de tangos y gruesos intérpretes de la canción criolla.
• Hacia 1925 emerge de los Barrios Altos un compositor enjuto, de ojos
profundos, cargado de inspiración desbordante, de sentimiento
criollo. Es Felipe Pinglo Alva, exponente máximo de la canción
peruana, creador de "El Plebeyo" y "El Huerto de mi Amada", de
"Bouquet" y "El Canillita", de "Pobre Obrerita" y "Porfiria", y de varias
docenas de valses.
5. • A la muerte de Felipe Pinglo, ocurrida en 1936, nuevas
inquietudes orientan a los compositores. Pedro Espinel, con
su vals "Murió el Maestro", rinde homenaje póstumo a su
compadre.
• Laureano Martínez, Alcides Carreño, Manuel Cobarrubias,
Samuel Joya, Pablo Casas, Nicolás Wetzell, Amparo Baluarte,
Serafina Quinteras, Filomeno Ormeño, Jorge Huirse, Francisco
Reyes Pinglo, Eduardo Márquez Talledo, Alberto Condemarín,
Isabel "Chabuca" Granda, Mario Cavagnaro, Manuel "Chato
Raygada", Augusto Polo Campos, Lucha Reyes, El Cholo
Berrocal, Luis Abanto Morales, Los Morochucos, Los Troveros
Criollos, Los Embajadores Criollos, Arturo "Zambo" Cavero,
Óscar Avilés son algunos, entre otros, de una lista abundante
en calidad y cantidad, que se impusieron la noble tarea de
llevar la canción criolla a todos los niveles.
• La música adecuada es la polka,festejo,vals y la marinera.
6. • La cultura musical criolla y afroperuana se inicia con la llegada
de los españoles y los esclavos africanos que fueron traídos
por ellos. La cultura musical criolla en Lima construye de
manera constante una identidad propia, transformando los
géneros musicales y patrones estéticos importados. Desde la
presencia de valses de origen vienés, mazurcas, jotas
españolas, continuando con la influencia de la música
francesa e italiana, la cultura popular limeña se fue perfilando
a través de la transformación y decantación de géneros, de tal
manera que, aun asumiendo las modas correspondientes a
cada época, se gestaron y desarrollaron algunas formas
musicales que llegan hasta fines del siglo XX y que identifican
lo limeño. Cada momento histórico, desde la época colonial
hasta ahora, fue plasmándose de diferentes maneras la
cultura musical a través de los instrumentos musicales
utilizados, las formas y contenidos del canto, los bailes.
• Entre los géneros más importantes, cultivados en el siglo XX
se encuentran el vals peruano, la marinera limeña o canto de
jarana, el tondero y el festejo.
7. • El nacimiento del siglo XX encontró a Lima en medio de un arduo
trajín musical. Los cantantes de entonces buscaban voltear la
página del viejo waltz vienés, ya en agonía. Francisco Ferreyros,
bohemio y popular solista de entonces, cantaba a pulmón limpio
en la Alameda de los Descalzos temas decisivos: "Luis Pardo",
"Celaje", "China Hereje" o "Ídolo". No era raro que eso ocurriese.
Las retretas públicas y los musicales de los teatros habían creado
un público fervoroso que oía a sus intérpretes con no poca pasión.
Eso hizo posible que un dúo de cantantes del distrito del Rímac,
Eduardo Montes y César Manrique, fueran llevados a Nueva York
en 1911 por la Casa Holtig y Cía. El fin era grabar discos para la
Columbia Phonograph & Company. Aquel dúo produjo un total de
noventa y un discos de 78 rpm, con 182 temas, todos de la
llamada Guardia Vieja, generalmente autores anónimos que
nunca pensaron en ese lujo estrafalario de los derechos de autor.
Los discos grabados se vendieron en Lima inmediatamente. Fue el
primer dúo en abrazar la fama.
8. • En la segunda mitad de la década de 1930 brillaba Rosita Ascoy,
"La Limeñita". Años más tarde congregaría a su hermano
Alejandro, su eterna segunda voz y guitarra. Ambos eran
menudos, sin arrogancia y muchos decían que sus registros de voz
eran más bien modestos y que su guitarreo no salía del tundete.
Pero la emoción, el sentimiento con que cantaban, su cuidadosa
elección de temas de la Guardia Vieja, los hicieron inmortales.
Contemporáneos de Felipe Pinglo, el dúo Costa y Monteverde,
conformado por Jorge Costa y Ángel Monteverde, fue uno de los
más extraordinarios de su época. Los guapeos criollos de Jorge
Costa hicieron historia. Tímidas y hogareñas, estaban Las
Limeñitas, las hermanas Graciela y Noemí Polo. Ellas frecuentaban
también los tabladillos de Radio Nacional y Radio Lima, pero
nunca recalaron en la bohemia. Como otros cantantes de la época,
ellas habían sido descubiertas por el prolífico pianista Filomeno
Ormeño, que con Lucho de la Cuba, pianista también,
acompañaban y arreglaban a cuanto cantante con proyecciones se
paseaba por las radios.