SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 37
El canibalismo es el acto o la práctica de alimentarse con miembros de la propia especie. El
canibalismo puede producirse entre miembros de muchas especies, aunque vulgarmente se
asocia más con antropofagia, o con los seres humanos que consumen congéneres.
El término proviene de la deformación de la palabra caribe en caniba o cariba del idioma taíno,
parcialidad de la etnia arawak.1 Para los caribes, significaba «osado», «audaz»; para los arawak,
«enemigo»; y para los europeos, «comedores de carne humana». Nativos de América que
Cristóbal Colón encontró en la isla de La Española en su primer viaje y que practicaban la
antropofagia, los caribes atacaban a los arawak para conseguir botines y de paso capturaban a
los niños a los cuales castraban y criaban para comérselos.
Se trata de una práctica socialmente rechazada y legalmente sancionada, los casos particulares
en sociedades occidentales, actualmente se relacionan con situaciones extremas de hambre,
criminales o personas con profundos problemas psicológicos
Origen
No se sabe a ciencia cierta cuándo los humanos adquirieron el hábito de la antropofagia. En
Europa, en concreto en Francia y Alemania, entre otros, y en los yacimientos arqueológicos de
Atapuerca, en España, mediante el estudio de las marcas en los huesos encontrados en la cueva
de la Gran Dolina demuestran que se practicó un canibalismo que, con toda seguridad, no fue
producto de una hambruna y carecía de cualquier intención ritual, sino que se efectuó por lo
que se ha denominado como canibalismo gastronómico ancestral. Se ha demostrado que el
Homo antecessor lo practicaba hace ya unos 800 000 años de antigüedad, siendo esta la
referencia sobre canibalismo más antigua de Europa.2 Recientes estudios aportan pistas3 para
creer que los seres humanos actuales tienen genes neandertales y el cruce entre especies podría
haber ocurrido, además de aportar el rasgo cultural o hábito del antropofagia que es algo
probado en diferentes yacimientos neandertales.4
Canibalismo ritual y cultural
Varios arqueólogos afirman que restos arqueológicos en Mesoamérica y Sudamérica contienen
muestras de canibalismo. Asimismo, se discute la extensión del canibalismo ritual en algunas
culturas africanas o polinésicas
Una de las sociedades que más desarrollaron esta práctica fue la de los guaraníes, quienes lo
practicaban con fines religiosos, bajo la creencia de que era una forma de adquirir ciertas
capacidades y aptitudes de la víctima.5 En Norteamérica, el análisis de los restos descubiertos
en yacimientos arqueológicos habitados entre el 1150 y el 1200 d. C. por los anasazi, confirmó la
existencia de canibalismo en este pueblo. Divulgado por primera vez en 1967, el bioarqueólogo
Christy G. Turner probó más concretamente en la década de los 90 la existencia de canibalismo,
gracias a los hallazgos de Richard Marlar de la Escuela de Medicina de la Universidad de
Colorado. Junto con sus colaboradores afirman haber encontrado hemoglobina humana en los
vasos de cerámica de la cultura anasazi, lo que sugiere que fueron cocinados con sangre
humana. Más aún, en coprolitos humanos quemados (antiguas deposiciones), encontrados
cerca del fuego en uno de los refugios abandonados, también se comprobó la existencia de
hemoglobina humana.
Explicación
Según los relatos de los conquistadores, entre los pueblos nativos aliados y adversarios de
Hernán Cortés la práctica del canibalismo era habitual en actos religiosos y tras las escaramuzas,
para lo cual incluso se solía llevar sal a las batallas para salar a los enemigos muertos, de forma
que les durase más tiempo su carne y pudieran volver con ella a sus poblados y repartirla entre
sus familiares. Entre la aristocracia azteca se practicaba habitualmente el canibalismo en actos
religiosos.6 El canibalismo como forma habitual de sostén alimenticio no ha sido probado, y los
casos de los que se suele hablar se basan en fuentes que podríamos calificar de parciales
(conquistadores, enemigos, exploradores, etc.). En la psicología, el canibalismo se describe
como el resultado de impulsos agresivos-orales no controlados, un acto antisocial originado por
el deseo de dominación.
Parece probada la existencia del canibalismo ritual como ofrenda a los dioses o como manera de
obtener la fuerza y el valor del guerrero enemigo. El principio básico que sustentaba la
antropofagia guaraní era que la persona acumula energía a lo largo de su existencia, y que esa
energía puede ser utilizada por otra persona para expandir la conciencia. El objetivo vital de los
guaraníes era trascender los límites de la existencia cotidiana accediendo a lo que llamaban «la
tierra sin mal», un estado vital en donde una persona escapaba al daño e incluso a la muerte
(como supresión del nivel físico de la existencia). En este contexto, consumir la personalidad de
una persona primero y su cuerpo físico, después, daba al practicante un incremento de energía
imposible de conseguir por otros medios. De allí que los guaraníes no comieran a cualquiera,
sino solo a los mejores. El canibalismo era parte del camino de la perfección o aguyé.
Es atribuido a muchas tribus y etnias: los nativos amazónicos, los aztecas, los pigmeos y otros
nativos de la cuenca del río Congo, las tribus Korowai y Fore de Nueva Guinea.
El 14 de febrero de 1779, en Kealakekua Bay, en Hawái, el comandante de la expedición marina
inglesa James Cook y algunos de sus hombres fueron muertos y consumidos (aunque todavía
existe controversia sobre la certeza este hecho) por la población local, tras un intento fallido de
secuestrar a su rey, en represalia por los robos de los nativos. Los restos remanentes fueron
luego recuperados y se les hizo un funeral marino.
En 1809, los 66 pasajeros y la tripulación del barco The Boyd fueron muertos y comidos por
maoríes en la península de Whangaroa, en la isla Norte, como parte de un utu (‘venganza’) por
el azotamiento con látigo de un maorí que rehusó trabajar en el barco durante el viaje desde
Australia. El hecho permanece como la mayor matanza en la historia de Nueva Zelanda.
En casos aislados, se ha acusado de caníbales a las poblaciones enemigas como medio de
propaganda con que desproveerlas de toda civilización o humanidad. De esta forma, la
conquista, represión o cualquier tipo de trato inhumano y vejatorio podían ser fácilmente
justificados moral y legalmente. Otro ejemplo clásico de esta tendencia sería la acusación de
canibalismo hacia los cristianos en época romana, que facilitó su criminalización y posterior
represión.
Otras razones de canibalismo
El canibalismo por hambre en tiempos de amenaza extrema sería una práctica vinculada a
situaciones donde se pone en juego la propia existencia, por lo que tiene su causa inmediata en
la desesperación y la necesidad radical de sustento. Actualmente, ha decrecido su práctica y en
las civilizaciones actuales es socialmente rechazado y legalmente sancionado; la extensión y
aceptación social en el pasado es un tema debatido en la antropología y se enmarca en el
relativismo cultural. Los casos particulares se relacionan con situaciones extremas de hambre,
criminales o personas con profundos problemas psicológicos. Hubo un caso notable, el del
soldado polaco Charles Domery, cuyo apetito inusual lo llevó a intentar comerse la pierna
amputada de uno de sus compañeros para satisfacer su hambre extrema.7
En el Antiguo Egipto, a fines del 3.er milenio a.d.C., debido a una sequía muy larga (al parecer un
evento global llamado «Súper Niño»), el hambre llevó a la gente a la insurrección y al
canibalismo (única ocasión conocida de Egipto), época registrada en la historia egipcia como
«los años de los chacales». Este suceso llevó al fin del Imperio Antiguo y al inicio del Primer
periodo intermedio de Egipto.
En la Biblia está escrito que los antiguos israelitas en caso de desobediencia a Dios serían
castigados con grandes calamidades incluyendo el comer carne de sus propios hijos e hijas
(Levítico 26:27-29). Durante el sitio de Samaria por parte de los sirios, se relata el caso de una
mujer que junto a otra se comieron al hijo de la primera (Segundo Libro de los Reyes 6:24-33).
Durante el sitio de Jerusalén (70 d.C.) el historiador Flavio Josefo relata un caso de canibalismo
perpetrado por una mujer de nombre María contra su propio hijo ante la hambruna que asolaba
a la ciudad rodeada por el ejército romano.8
En estos casos suelen ingerirse los cuerpos de los muertos por otras causas y es poco frecuente
el homicidio con fines caníbales. Históricamente, están atestiguados, con mayor o menor grado
de verosimilitud, casos de canibalismo durante el Sitio de Maarat an-Numan en ocasión de la
Primera Cruzada, durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), el asedio de Leningrado
durante la Segunda Guerra Mundial y la época del colonialismo, sobre todo como consecuencia
de los frecuentes naufragios. Más allá de circunstancias históricas de este tipo, se conocen
también casos de canibalismo vinculados a hechos dramáticos concretos, como fue el caso de
los supervivientes del accidente aéreo producido en los Andes en 1972, que hubieron de
alimentarse de sus compañeros muertos para sobrevivir. Quienes han probado la carne humana
afirman que ésta tiene un sabor similar a la de cerdo.9 10
En las selvas de Nueva Guinea existen muchas comunidades nativas aisladas, muchas de ellas
aguerridas, algunas de las cuales han practicado el canibalismo, principalmente atacando a sus
vecinos, otras veces por ritual rendido a sus recién difuntos (es lo que les provocaba la
enfermedad conocida como kuru).
Casos de canibalismo en el Siglo XX
En guerras o épocas de hambre surgen a menudo relatos de este tipo de canibalismo. Algunos
ejemplos, más o menos debatidos, serían: en la Unión Soviética en los años 1930; durante el
Sitio de Leningrado en 1941 en la Segunda Guerra Mundial, durante 900 días de asedio
murieron alrededor de 1.500.000 personas y se dieron muchos casos de canibalismo entre sus
habitantes;11 en China, durante la guerra civil y durante la gran hambruna del «Gran salto
adelante».
Las tropas japonesas lo pudieron practicar ocasionalmente en la Segunda Guerra Mundial.
Muchos informes escritos y testimonios recolectados por la Sección australiana de crímenes de
guerra del Tribunal de Tokio e investigados por el fiscal William Webb (el futuro juez en jefe),
indicaban que el personal japonés en muchas partes de Asia y el Pacífico, cometió actos de
canibalismo contra los prisioneros de guerra aliados. En muchos casos, el hecho habría estado
inspirado por los ataques siempre crecientes de los aliados a las líneas de suministro japonesas,
así como a la muerte y a la enfermedad del personal japonés como resultado del hambre. Sin
embargo, según el historiador Yuki Tanaka: «el canibalismo era a menudo una actividad
sistemática conducida por escuadrones enteros y bajo la dirección de oficiales».12
Por ejemplo, un prisionero de guerra de India, Havildar Changdi Ram, testificó: «el 12 de
noviembre de 1944 el Kempeitai decapitó a un piloto aliado. Yo vi esta escena desde atrás de un
árbol y observé a algunos de los japoneses, cortando carne de sus brazos, piernas, caderas,
nalgas, y llevárselas hacia sus cuarteles... Las cortaron en pequeñas piezas y las frieron».13
Quizás el oficial de más alto rango condenado por canibalismo fue el lugarteniente general
Yoshio Tachibana, quien con otros once japoneses fue juzgado en relación con la ejecución de
pilotos estadounidenses y el canibalismo de, al menos, uno de ellos, en agosto de 1946, en
Chichi Jima, en las Islas Ogasawara.14
La práctica del canibalismo como último recurso en situaciones de hambre fue la extrema
situación de los jugadores de rugby uruguayos sobrevivientes del ya nombrado accidente aéreo
en los Andes en 1972, quienes lograron mantenerse con vida alimentándose de los cuerpos de
las víctimas mortales del accidente. El canibalismo como forma de supervivencia fue realizado
después de una oración solemne. Más tarde se justificó plenamente la acción de supervivencia.
El 11 de julio de 1981 Issei Sagawa asesinó de un disparo a Renée Hartevelt de 25 años de edad,
descuartizó el cuerpo y se lo comió. Narraría su experiencia caníbal en un posterior libro.
Actualmente, Sagawa vive en libertad en Tokio y es una pequeña celebridad en Japón, a
menudo es invitado a participar como conferenciante y comentarista en televisión.15
Entre 1978 y 1991, Jeffrey Lionel Dahmer, apodado «El Carnicero de Milwaukee», fue un asesino
en serie responsable por la muerte de 17 hombres y chicos. Es conocido no solo por la cantidad
de personas que asesinó, sino también por practicar la necrofilia y el canibalismo. En el año
2002 se estrenó una película llamada Dahmer basada en su historia real, con Jeremy Renner en
el papel de Jeffrey Dahmer.
En 1999 se dio en Venezuela un caso de canibalismo: Dorángel Vargas, un indigente oriundo del
Estado Táchira asesinaba a sus víctimas para luego consumir la carne. Se lo conoció como «El
comegente del Táchira». Sin embargo, en este caso se trataba de un cuadro de esquizofrenia
aguda que padecía.16
En marzo de 2001 Armin Meiwes grabó en vídeo como cortó el pene, asesinó, descuartizó y se
comió a Bernd Brandes con quien contactó por Internet y que supuestamente le pidió que lo
matara y luego lo devorara. Por ello Armin Meiwes es conocido como el caníbal de Rotenburgo.
El 8 de octubre de 2007, miembros de la Procuraduría General de Justicia de México DF fueron a
la casa de José Luis Calva Zepeda y lo arrestaron bajo la sospecha de ser responsable de la
desaparición de su novia Alejandra Galeana Garabito, quien había sido vista por última vez el día
6 del mes. Fue hallado el cuerpo de esta mujer destazado y algunas partes fritas en un sartén.
No se ha comprobado científicamente que ingiriera carne humana, y él mismo lo negó antes de
morir, pero algunos datos apuntan a que así fue. Trató de escapar a través de una ventana, pero
se lastimó en el intento y fue aprehendido. La policía encontró restos del cuerpo de su novia,
carne humana en el refrigerador, una sartén con carne humana frita y huesos humanos en una
caja de cereal, además de un libro sin terminar titulado Instintos caníbales o 12 días y una foto
de Anthony Hopkins en su papel de Hannibal Lecter.
Antropofagia en el Paleolítico Medio
Otra forma de tratar el cadáver, aparte de los enterramientos o su simple abandono durante el
Paleolítico Medio, consiste en su utilización como fuente alimenticia (antropofagia) o como
ritual de unas creencias simbólicas de las que en este periodo nada podemos decir.
Se considerarán como signos de canibalismo a las señales de cortes en los huesos humanos,
siendo semejantes a las que se aprecian en los huesos de animales, aunque existan algunas
dudas sobre su producción en algunos casos (Orschiedt, 2008). En estos casos, existe un
comportamiento homogéneo con los huesos de animales y humanos, pues se encuentran
mezclados entre sí y con las herramientas líticas utilizadas. Lo que no sabemos es si esta practica
se realizaba con individuos ya muertos o no. Parece plausible que en periodos de hambrunas
estacionales (abundantes en periodos fríos), los neandertales se comerían a los miembros de su
grupo social ya muertos, sería un canibalismo de supervivencia (Trinkaus et al. 2006). En estas
prácticas destaca el yacimiento de Krapina, tradicionalmente utilizado como ejemplo de tal
conducta, debido a la gran cantidad de huesos con estas características. Es característica de los
yacimientos en los que se practicó la antropofagia, encontrar un mayor número de huesos
pertenece a niños. Tal es el caso de Krapina, donde un 64% de los restos son infantiles (Montet-
White, 1996: 62-65). Sin embargo, y con los datos de la etnología comparada, en el canibalismo
ritual se suelen despedazar y descarnar cadáveres, pero que pocas veces son consumidos,
siendo preciso investigar el tratamiento o disposición especial que sugiera algún ritual.
En el paleolítico los yacimientos relacionados con esta conducta como opción de desaparición
del cadáver se limitan a 11. Como método de hacer desaparecer el cadáver presenta una
representación muy escasa, y está mucho pero documentada. Si añadimos las recientes críticas
que relacionan la producción de las señales óseas con alteraciones postdeposicionales e
inhumaciones secundarias (Russel, 1987; Orschiedt, 2008), su interpretación con los datos
actuales parecería más una simple especulación que una exposición mínimamente
documentada. Su posible relación con un ritual asociado a creencias espirituales y/o religiosasa,
con efectivos ejemplos etnológicos, lo asociaría con un desarrollo cognitivo similar al que debió
de existir en las poblaciones con enterramientos claramente simbólicos, lo que no concuerda
con el simbolismo primitivo que vemos en las comunidades del Paleolítico Medio en las que se
realizaron tales prácticas (Rivera, 2010).
El tema de la antropofagia presenta otros matices. Su existencia menos desarrollada, al menos
demográficamente si tenemos en cuenta el escaso número de yacimientos relacionados, y la
falta de un simbolismo moderno entre las poblaciones que la practicaban, indican que sólo pudo
tratarse, si es que son ciertas, de un asunto logístico, el cual podría estar relacionado con
periodos de gran escasez de alimentos o con costumbres relacionadas con esa forma de
agresividad humana.
Canibalismo
Canibalismo entre los mexicas
El sacrificio y el canibalismo inició en Mesoamérica hace 2,500 años o tal vez antes. El
Conquistador Anónimo nos dice que a los prisioneros de guerra a quienes los mexicas no
canibalizarían los esclavizaban.
Bernal Díaz del Castillo dice que el tlatoani mismo compartía el canibalismo de su época. "Oí
decir que le solían guisar carnes de muchachos de poca edad" para Moctezuma, y en esa misma
página se lee que "nuestro capitán le reprendía el sacrificio y comer carne humana, que desde
entonces mandó que no le guisasen tal manjar".20
En Historia de Tlaxcala Diego Muñoz escribió: "Ansí había carnicerías públicas de carne humana,
como si fueran de vaca y carnero como en día de hoy las hay".
Los rituales del calendario mexica
El siguiente calendario está confeccionado a partir de la información proporcionada por
Bernardino de Sahagún en su obra Historia general de las cosas de Nueva España.21
N° Nombre mexica del mes y equivalentes gregorianos Deidades y sacrificios humanos
I Atlacaualo (del 2 de febrero al 21 de febrero) Tláloc, Chalchitlicue, Ehécatl
Sacrificio de niños en diversos montes. Extracción de corazones y antropofagia ritual.
Sacrificio de prisioneros.
II Tlacaxipehualiztli (del 22 de febrero al 13 de marzo) Xipe Tótec, Huitzilopochtli,
Tequitzin-Mayáhuel Sacrificio de cautivos: hombres, mujeres y niños. Extracción de
corazones y desollamiento.
III Tozoztontli (del 14 de marzo al 2 de abril) Coatlicue, Tlaloc, Chalchiuhtlicue, Tona
Sacrificio de niños.
IV Hueytozoztli (del 3 de abril al 22 de abril) Centéotl, Chicomecacóatl, Tláloc,
Quetzalcóatl Continúa el sacrificio de niños (hasta la llegada de lluvias abundantes).
V Toxcatl (del 23 de abril al 12 de mayo) Tezcatlipoca, Huitzilopochtli, Tlacahuepan,
Cuexcotzin Sacrificio de un joven cautivo escogido y criado con lujos durante un año.
Extracción de corazón.
VI Etzalcualiztli (del 13 de mayo al 1 de junio) Tláloc, Quetzalcóatl Sacrificio de
prisioneros ataviados como tlaloques. Extracción de corazones.
VII Tecuilhuitontli (del 2 de junio al 21 de junio) Huixtocíhuatl, Xochipilli Sacrificio de
prisioneros y de una mujer ataviada como Huixtocíhuatl.
VIII Hueytecuihuitl (del 22 de junio al 11 de julio) Xilonen, Quilaztli-Cihacóatl, Ehécatl,
Chicomecóatl Sacrificio de una mujer ataviada como Xilonen. Decapitación y extracción del
corazón.
IX Tlaxochimaco (del 12 de julio al 31 de julio) Huitzilopochtli, Tezcatlipoca,
Mictlantecuhtli Sacrificio por inanición en cueva o templo[cita requerida]
X Xocotlhuetzi (del 1 de agosto al 20 de agosto) Xiuhtecuhtli, Ixcozauhqui, Otontecuhtli,
Chiconquiáhitl, Cuahtlaxayauh, Coyolintáhuatl, Chalmecacíhuatl Sacrificio de prisioneros.
Quemados vivos y extracción de los corazones antes de la muerte.
XI Ochpaniztli (del 21 de agosto al 9 de septiembre) Toci, Teteoinan, Chimelcóatl-
Chalchiuhcíhuatl, Atlatonin, Atlauhaco, Chiconquiáuitl, Centéotl El sacrificio a Toci culminaba
con el sacrificio de una mujer, decapitada por sorpresa: después era desollada y un joven vestía
su piel. Sacrificio de cautivos. Extracción de los corazones y desollamiento.
XII Teotleco (del 10 de septiembre al 29 de septiembre) Xochiquétzal Sacrificio de
prisioneros, quemados vivos.
XIII Tepeihuitl (del 30 de septiembre al 19 de octubre) Tláloc-Napatecuhtli,
Matlalcueye, Xochitécatl, Mayáhuel, Milnáhuatl, dioses del pulque, Napatecuhtli, Chicomecóatl,
Xochiquétzal Sacrificio de cuatro mujeres y un hombre. Extracción de los corazones y
decapitación. Canibalismo.
XIV Quecholli (del 20 de octubre al 8 de noviembre) Mixcóatl-Tlamatzíncatl, Coatlicue,
Izquitécatl, Yoztlamiyáhual, Huitznahuas Sacrificio de esclavos, y hombres y mujeres
ataviados como los dioses citados. Extracción de corazones y decapitación.
XV Panquetzaliztli (del 9 de noviembre al 28 de noviembre) Huitzilopochtli Sacrificio de
cuatro esclavos en el juego de la pelota. Otros sacrificios en procesión. Combates rituales a
muerte entre los esclavos. Sacrificio de prisioneros y esclavos. Extracción de corazones.
XVI Atemoztli (del 29 de noviembre al 18 de diciembre) Tlaloques Sacrificios de
niños, y esclavos por decapitación.[cita requerida]
XVII Tititl (del 19 de diciembre al 20 de enero) Tona-Cozcamiauh, Ilamatecuhtli,
Yacatecuhtli, dios del infierno, Huitzilncuátec Sacrificio de una esclava ataviada como
Ilamatecuhtli. Extracción de corazón y decapitación.
XVIII Izcalli (del 8 de enero al 27 de enero) Ixcozauhqui-Xiuhtecuhtli, Cihuatontli,
Nancotlaceuhqui Sacrificio de prisioneros y esclavos representando a Xiuhtecuhtli y sus
mujeres (solo cada cuatro años). Sacrificios de esclavos cebados a cuenta de devotos que
querían ganar prestigio.
Nemontemi (del 28 de enero al 1 de febrero) Cinco días baldíos, aciagos. No hay
rituales; ayuno general
Abolición
Los rituales de sacrificios humanos en Tenochtitlan fueron prohibidos por los españoles desde
que cayó la ciudad en 1521, pero continuaron en la clandestinidad en otras partes de
Mesoamérica, aunque de manera esporádica.
Antropofagia en Mesoamérica
Escena interpretada como canibalismo en el Códice Magliabechiano, folio 73r. El contenido de
este códice, proveniente del siglo XVI, es fundamentalmente religioso, como se confirma con la
deidad que acompaña a los participantes del ritual.
La existencia de antropofagia en Mesoamérica es objeto de acuerdo entre la mayoría de los
historiadores, aunque no los motivos ni las proporciones de la misma. La teoría hegemónica
supone que la antropofagia era ritual, inspirada por motivos fundamentalmente religiosos. Los
mexicas solían cocinar el cuerpo de la persona sacrificada para preparar el platillo llamado
tlacatlaolli y se repartía en un banquete. En otras, se mataba a esclavos o «tlaaltitin», ofrecidos
por comerciantes o artesanos con motivo de su propia fiesta religiosa. El cuerpo de la víctima
era entregado al sacrificador, quien ofrecía una parte a las autoridades. Los muslos podían ser
enviados al palacio real; las vísceras podían servir para alimentar a los animales del emperador:
pumas, jaguares, serpientes. Con el resto del cuerpo el sacrificador organizaba un banquete. La
porción de carne que consumía cada persona era reducida, aproximadamente media onza (unos
15 gramos). Según Sahagún, la carne era consumida por el anfitrión y por sus parientes.
Panorama de antropofagia en América
La antropofagia en América fue descrita por los primeros europeos en los siglos XV y XVI, de
hecho conforme al diccionario de la lengua española de la Real Academia Española la palabra
“caníbal” ( de ‘’caríbal’’) se define como un adjetivo referido a nativos de las Antillas que eran
considerados antropófagos.
Particularmente en Mesoamérica, las crónicas de Indias relatan estos hechos de forma
aterradora, como actos denigrantes e incomprensibles opuestos a la fe cristiana, y como una
clara justificación para imponer la religión de los conquistadores españoles, pues consideraron
que estos actos eran cosa del diablo. Las prácticas de guerra, el cautiverio de enemigos, las
prácticas de desollar a los prisioneros de guerra, el derramamiento de sangre, el autosacrificio
de sangre, los sacrificios humanos, y la antropofagia formaban parte de la vida cotidiana y de la
complicada religión politeísta de muchas culturas mesoamericanas.
Cultura maya
Los sacrificios humanos están documentados en la cultura maya, en cuanto a las prácticas de
antropofagia se tienen pocos registros. Uno de ellos es el relato de Jerónimo de Aguilar quién
junto a Gonzalo Guerrero, sobrevivió el naufragio del golfo de Darién. En agosto de 1511
sucedió un naufragio de expedicionarios que viajaban de la actual provincia de Darién hacia la
isla de La Española, fueron sorprendidos por una tormenta, solo una veintena de
expedicionarios sobrevivió en un batel, fueron arrastrados hacia el norte por la corriente del
canal de Yucatán , finalmente tocaron tierra en la zona norte de la península de Yucatán donde
fueron capturados por la tribu maya de los cocomes, de acuerdo con Aguilar cuatro de los
compañeros, entre ellos el capitán fueron comidos por los nativos.
..”Prosiguiendo Aguilar su plática, dixo: «E desta manera anduvimos catorce días, al cabo de
los cuales nos echó la corriente, que es allí muy grande y va siempre tras del sol, a esta tierra, a
una provincia que se dice Maya. En el camino murieron de hambre siete de los nuestros, y
viniendo los demás en poder de un cruel señor, sacrificó a Valdivia y a otros cuatro; y
ofresciéndolos a sus ídolos, después se los comió, haciendo fiesta, según el uso de la tierra, e yo
con otros seis quedamos en caponera, para que estando más gordos, para otra fiesta que venía,
solemnizásemos con nuestras carnes su banquete..”
Crónica de la Nueva España, Francisco Cervantes de Salazar1
Cultura tlaxcalteca
De acuerdo a las crónicas de la conquista, después de ganar batallas y someter a los pueblos
indígenas, Cortés solía convencerlos de abandonar las prácticas de sacrificios humanos y
antropofagia. Tuvo largas pláticas con los mayas de Cozumel, con los mayas chontales en Centla,
con los totonacas de Cempoala, e incluso con sus más numerosos y fuertes aliados, los
tlaxcaltecas. Las principales autoridades de la república tlaxcalteca, incluso fueron bautizados a
la fe cristiana.
La matanza de Cholula y la matanza del Templo Mayor muchas veces han sido justificadas como
castigos ejemplares para impedir los sacrificios humanos que practicaban cholultecas y mexicas.
Sin embargo este castigo nunca se ejerció en contra de los tlaxcaltecas, evidentemente por la
conveniencia de la alianza, durante el sitio de Tenochtitlan, se relataron los siguientes
acontecimientos:
..”Era cosa notable lo que nuestros indios hacían y decían aquel día a los de la ciudad: unas
veces los desafiaban, otras los convidaban a cenar, mostrándoles piernas y brazos, y otros
pedazos de hombres, y decían: "Esta carne es de la vuestra, y esta noche la cenaremos y
mañana la almorzaremos, y después vendremos por más; por eso no huyáis, que sois valientes,
y más os vale morir peleando que de hambre"; y luego, tras esto, nombraban cada uno a su
ciudad y prendían fuego a las casas..”
Historia de la conquista de México, Francisco López de Gómara.2
..’’y vamos por la plaza adelante alaceando y derrocando y atajando muchos, que por nuestros
amigos que nos seguían eran tomados, de manera que de esta celada se mataron más de
quinientos, todos los más principales, esforzados y valientes hombres; aquella noche tuvieron
bien que cenar nuestros amigos, porque todos los que se mataron y llevaron hechos pozas para
comer..’’
Tercera carta de relación, Hernán Cortés.3
..”e hizo gran estrago, matando a unos, derrocando a otros, y cortando el paso a muchos, que
en seguida prendían allí los indios amigos. En esta emboscada, sin contar los de los combates,
murieron quinientos mexicanos y quedaron presos otros muchos. Tuvieron bien de cenar
aquella noche los indios nuestros amigos. No se les podía quitar el comer carne de hombres...”
Historia de la conquista de México, Francisco López de Gómara.4
Cultura huasteca
Fueron tres los intentos por conquistar la región del río Pánuco por parte del gobernador de
Jamaica, Francisco de Garay, las dos primeras expediciones que estuvieron a cargo de Alonso
Álvarez de Pineda y Diego de Camargo fracasaron y no fueron muy documentadas, la tercera
expedición fue comandada personalmente por Garay, mientras el gobernador viajó a México
para entrevistarse con Hernán Cortés, los soldados se amotinaron y hostigaron a los nativos
huastecos robándoles gallinas, mantas y mujeres. La respuesta no se hizo esperar:
..”Y desde que aquello vieron los indios de aquella provincia se concretaron todos a uno de
matarlos, y en pocos días sacrificaron y comieron más de quinientos españoles, y todos eran de
los de Garay; y en un pueblo hubo que sacrificaran sobre cien españoles juntos, y por todos los
más pueblos no hacían sino a los que andaban desmandados matarlos y comer y sacrificar...
Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo.5
Después de este suceso, Cortés emprendió una fuerte campaña militar en la zona, en esta
ocasión más por el deseo de venganza, que por ambición o conquista, pues la zona no era rica
en minerales ni piedras preciosas, ni los nativos tenían grandes ciudades. El propio Díaz del
Castillo hace mención de los gastos de campaña a manera de cuantificación de las pérdidas
económicas.
Chichimecas
Los chichimecas que en realidad eran un conjunto de diversos pueblos a los cuales se les
atribuyó generalizadamente este nombre, también fueron registrados realizando prácticas de
antropofagia:
..”También sacrificaban más allá de Jalisco hombres a un ídolo como culebra enroscada, y
quemándolos vivos, que es lo más cruel de todo, y se los comían medio asados..”
Historia de la conquista de México, Francisco López de Gómara.6
Mexicas
La antropofagia en los mexicas ha sido la más estudiada después de la conquista de México. Al
parecer los españoles no fueron testigos directos de esta actividad debido a las circunstancias
del encuentro con este pueblo, sin embargo sí recibieron amenazas directas. Esto sucedió
después de la matanza del Templo Mayor, los mexicas también se habían percatado de la
prisión de Moctezuma Xocoyotzin, y se encontraban seriamente ofendidos por los hechos
ocurridos:
.. decían: "Si no tuviéramos miedo a una mujer y al del caballo blanco, ya estaría derribada
vuestra casa, y vosotros cocidos, aunque no comidos, pues no sois buenos de comer, que el otro
día lo probamos, y amargáis; mas os hemos de echar a las águilas, leones, tigres y culebras, que
os traguen por nosotros; pero con todo esto, si no soltáis a Moctezuma y os vais en seguida,
pronto seréis muertos santamente, cocidos con chilmolli y comidos por animales salvajes, pues
no sois buenos para estómagos de hombres; porque siendo Moctezuma nuestro señor y el dios
que nos da mantenimiento, os atrevisteis a prenderle y tocar con vuestras manos ladronas, y a
vosotros, que cogéis lo ajeno, ¿cómo os aguanta la tierra, que no os traga vivos? Pero andad,
que nuestros dioses, cuya religión profanasteis, os darán vuestro merecido...
Historia de la conquista de México, Francisco López de Gómara7
Díaz del Castillo relató el hecho de forma semejante, pero durante el sitio de Tenochtitlan, en un
momento posterior a la captura de los españoles que fueron sacrificados, y desollados en
Tlatelolco: Mirad cuán malos y bellacos sois, que aún vuestras carnes son tan malas para comer
que amargan como las hieles, que no las podemos tragar de amargor.8
Primeras observaciones
Los cronistas de la conquista de México, testificaron las estrategias de combate de los mexicas,
se percataron que el objetivo principal era la captura de guerreros enemigos y no
necesariamente darles muerte en las batallas:
..”..Y dejémoslo ya, y diré y declararé por qué he dicho en todas estas guerras mexicanas,
cuando nos mataron a nuestro compañeros, lleváronlos y no digo matáronlos, y la causa es ésta:
porque los guerreros que con nosotros peleaban aunque pudieran matar a los que llevaban
vivos de nuestros soldados, no los mataban luego, sino dábanles heridas peligrosas por que no
se defendiesen, y vivos los llevaban a sacrificar a su ídolo de la guerra, y esta es la causa por qué
he dicho lleváronlos...
Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo.9
..”invocando a sus dioses con más ánimo y fuerza los vencedores, y seguían los alcances, y
entonces prendían y cautivaban los que podían, y este era su principal despojo y victoria,
prender a muchos para sacrificar a sus ídolos, que era su principal intento, y por comerse unos a
otros como se comían, y tenían por mayor hazaña prender que matar; y esto era en las
continuas guerras, aunque sucedían escaramuzas de mucha ventura muchas veces, fingiendo
alguna huida de industria y ardid de guerra, se salían de través algunas celadas que hacían en él
mortal daño a sus enemigos..”
Historia de Tlaxcala, Diego Muñoz Camargo.10
..” No se usaba, como las leyes humanas permiten, que el vencedor, pudiendo matar al
vencido, usando de misericordia, le hiciese su esclavo o lo diese por rescate, sino que, no,
solamente vencedores mataban a los vencidos y los sacrificaban cuando los traían vivos, pero
después de muertos los desollaban y se vestían de sus cueros y comían, cocidas, sus carnes; los
señores, las manos y muslos, y los demás, lo restante del cuerpo..
Crónica de la Nueva España, Francisco Cervantes de Salazar.11
Como un segundo punto, los cronistas relataron que tras haber sido sitiada la ciudad de
Tenochtitlan por más de noventa días, y encontrarse en circunstancias de hambruna, pues no
tenían suministros de agua ni alimentos, los mexicas no recurrieron a la antropofagia como un
recurso para apaciguar el hambre, López de Gómara, y Díaz del Castillo coincidieron en la
observación:
..."Ellos bien la quisieran a la postre (la paz); mas Cuahutimoc no la quiso, porque al principio
la rehusaron contra su voluntad y consejo, y porque muriéndose todos, no dieron señal de
flaqueza; porque se tenían los muertos en casa porque sus enemigos no los viesen. De aquí
también se conoce cómo mexicanos, aunque comen carne de hombre, no comen a de los suyos
como algunos piensan; que si la comieran, no murieran ansí de hambre"..
Historia de la conquista de México, Francisco López de Gómara.12
..”y hallóse toda la ciudad como arada y sacadas las raíces de las hierbas buenas que habían
comido cocidas, hasta la corteza de algunos árboles; de manera que agua dulce no les hallamos
ninguna, sino salada. También quiero decir que no comían las carnes de sus mexicanos, si no
eran de las nuestras y tlaxcaltecas que apañaban, y no se ha hallado generación en muchos
tiempos que sufriese el hambre y sed y continuas guerras como éstas”..
Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo.13
Primeros estudios del siglo XVI
Fue fray Bernardino de Sahagún uno de los primeros estudiosos de la religión y costumbres de
los mexicas, escribió la Historia general de las cosas de la Nueva España basándose en
investigaciones de primera mano de los nativos mexicanos, su obra está dividida en doce libros.
En el siglo XX, Ángel María Garibay resalta la importancia de la obra de Sahagún para el
conocimiento de las ideas religiosas del grupo racial náhuatl, y de toda Mesoamérica, debido a
las grandes afinidades en los sistemas de creencias entre todos los pueblos, incluso la cultura
maya fue influenciada por las culturas del altiplano en el período posclásico mesoamericano.
El segundo de los doce libros de la Historia general de las cosas de la Nueva España, se llama
Que trata del calendario, fiestas y ceremonias, sacrificios y solemnidades que estos naturales de
esta Nueva España hacían a honra de sus dioses y se detallan los sacrificios humanos que se
realizaban cotidianamente y al menos en los meses de Tlacaxipehuliztili, Tepeihuitl, dedicados
respectivamente a los dioses Xipe Tótec y Tláloc, las ceremonias incluían la práctica de
antropofagia:
..” Después de haberles sacado el corazón, y después de haber echado la sangre en una jícara,
la cual recibía el señor del mismo muerto, echaban el cuerpo a rodar por las gradas abajo del cu.
Iba a parar a una placeta abajo; de allí la tomaban unos viejos que llamaban quaquauacuiltin y le
llevaban a su calpul, donde le despedazaban y le repartían para comer
Historia general de las cosas de la Nueva España, Bernardino de Sahagún.14
..”Después que las hubieron muerto y sacados los corazones, llevaban las pasito, rodando por
las gradas abajo; llegadas abajo, cortaban las cabezas y espetaban las un palo, y los cuerpos
llevaban los a las casas que llamaban calpul, donde los repartían para comer.”...
Historia general de las cosas de la Nueva España, Bernardino de Sahagún.15
Particularmente para la ceremonia de Xipe Tótec, Sahagún describió que las víctimas que
regularmente eran comidas eran cautivos de guerras, que se les mantenía prisioneros y con vida
para ser sacrificados en el mes de Tlacaxipehuliztili:
..”Después de desollados, los viejos, llamados quaquauacuiltin, llevaban los cuerpos al
calpulco, adonde el dueño del cautivo había hecho su voto o prometimiento; allí le dividían y
enviaban a Motecuçoma un muslo para que comiese, y lo demás lo repartían por los otros
principales o parientes; íbanlo a comer a la casa del que cautivó al muerto. Cocían aquella carne
con maíz, y daban a cada uno un pedazo de aquella carne en una escudilla o cajete, con su caldo
y su maíz cocida. Y llamaban aquella comida tlacatlaolli; después de haber comido andaba la
borrachería”...
Historia general de las cosas de la Nueva España, Bernardino de Sahagún.16
Teóricos del canibalismo alimentario
Edward Payne en su History of the New World Called America, de 1892, especuló que los
sacrificios humanos respondían a los deseos e intereses de las clases dominantes y afirmó que la
ideología que motivaba el rito de ingerir la carne humana era producto de las condiciones
materiales de existencia en la época.
En 1977, Michael Harner volvió a lanzar la vieja teoría de Edward Payne, afirmando que, frente a
las grandes deficiencias proteínicas en la dieta de los habitantes del Valle de México, dada la
ausencia de grandes mamíferos domésticos, las élites aztecas habían debido comenzar a
comerse a los plebeyos17
El antropólogo Marvin Harris, autor del libro Caníbales y reyes ha insistido en que la carne de las
víctimas era parte de la dieta aristocrática, como recompensa, dada la falta de proteínas en la
dieta común. De acuerdo con él, la economía azteca no habría sido lo suficientemente generosa
como para permitir alimentar a los prisioneros como esclavos, por lo cual éstos eran "carne en
movimiento".
El profesor en París del Museo del Hombre, Christian Duverger, autor de un estudio sobre el
sacrificio azteca, La flor letal, escribe: "Digámoslo para empezar: el canibalismo azteca no fue
inventado íntegramente por los españoles para justificar su sangrienta conquista. Tampoco se le
puede disimular tras una coartada mística, pues no es reducible a la antropofagia ritual [...]. ¡No!
La antropofagia forma parte de la realidad azteca y su práctica es mucho más corriente y mucho
más natural de lo que a veces se suele presentar." Y añade: "Abramos los códices: brazos y
piernas surgen de una jarra colocada sobre el fuego; unos indios acurrucados devoran, a mano,
la carne de los miembros de un sacrificado".18 Sin embargo, Duverger pasa por alto que la
imagen evocada del códice Magliabechiano (ver ilustración) representa al lado de los "indios
acurrucados" que devoran carne humana a una deidad mexica y que este documento es un
texto de mediados del siglo XVI cuyo contenido es de carácter fundamentalmente religioso.
No obstante, a principios de 2005 fue publicada una nota periodística, "Los aztecas sí eran
caníbales; hallan en Ecatepec utensilios de cocina al lado de huesos humanos". La nota del
periódico mexicano La Crónica, basada en Discovery Channel, dice que "los aztecas cocinaban,
despellejaban y comían seres humanos, de acuerdo con afirmaciones de arqueólogos
mexicanos, incluido el director del Museo del Templo Mayor".19
Evidencia contra la hipótesis de canibalismo alimentario
Ortiz de Montellano,20 entre otros, ha presentado evidencia de que los aztecas tenían una dieta
balanceada y que la aportación nutricional del canibalismo no era muy efectiva. Los aztecas
parecían poseer suficientes fuentes de proteínas, pues habían domesticado tres especies de
animales para consumir su carne: guajolote, pato criollo (Cairina moschata) y perro. Además,
aunque no domésticos, la gran cantidad de venado salvaje y otras fuentes de proteínas animales
en la región reduce la credibilidad de la hipótesis que privilegia el canibalismo por razones
alimenticias como explicación de los sacrificios aztecas. "La propia descripción de la forma de
cocinar esta carne", dice Sophie D. Coe, "de la cual estaba ausente el chile, sugiere que no se
trataba de una comida ordinaria sino de un rito religioso."21 De acuerdo con Coe, Harner fue
inducido al error porque el momento en el que escribió su artículo era el de la "gran locura
proteínica" en los Estados Unidos, cuando algunos antropólogos medían a cada civilización
dependiendo de la cantidad de proteínas animales que, en promedio, consumían los
ciudadanos.
Michel Graulich declaró que: El banquete antropófago era un evento religioso y social muy
importante. Se comía al muerto divinizado, se unía con él, pero también se trataba de una
ocasión para invitar y honrar a familiares, para hacer relaciones con personajes importantes,
para ganar prestigio, y en todo esto se podía gastar el producto de años de trabajo.22
Prehistoria Canibalismo
El paleontólogo estudia acontecimientos que no ha presenciado, por lo que basa sus
conclusiones en indicios, como los detectives. En su diversidad, los paleontólogos se ocupan de
muchos aspectos de la vida en el pasado, generalmente nada relacionados con las pesquisas de
los policías. Sin embargo, cuando el paleontólogo es especialista en fósiles humanos y se
interesa por los casos de muerte y canibalismo en la prehistoria, se convierte en detective por
partida doble.El canibalismo podría dividirse, a grandes rasgos, en: a) canibalismo ritual, cuando
se trata de una práctica o rito funerario, que consiste en consumir respetuosamente los cuerpos
de los miembros fallecidos del grupo (en una especie de comunión más o menos mística); b)
canibalismo gastronómico, que consiste en matar y comer a los miembros de otros grupos con
propósitos meramente alimenticios; es decir, como si se tratara de presas animales; c)
canibalismo de miembros del propio grupo en circunstancias excepcionales de extrema
necesidad. En cuanto a los indicios, éstos pueden encontrarse en los propios fósiles o en su
contexto (evidencia directa o circunstancial en el lenguaje de las películas policiacas).
En muchas ocasiones, la evidencia que se ha aducido para presentar un caso de canibalismo se
basa en la forma en que aparecen rotos los huesos humanos. Pero estas fracturas pueden
obedecer a múltiples causas, de origen humano o naturales. Por ejemplo, los cráneos de los
famosos Homo erectus de Zhoukoudian (cerca de Pekín, en China) o de Java presentan rota la
base del cráneo lo que se interpretó como prueba de la extracción del cerebro por otros
humanos. Sin embargo, hoy está claro que la pérdida de la base del cráneo se debe a que es una
región frágil, que muy raramente se conserva. Otras causas de rotura de huesos pueden ser las
actividades de los animales antes del enterramiento natural de los fósiles (pisoteo, dispersión o
consumo), el peso del sedimento sobre los fósiles o la caída de rocas (en cuevas), el transporte
por el agua y otros muchos agentes no biológicos.
Un tipo de indicio a primera vista concluyente sería encontrar sobre restos humanos marcas de
corte como las que se encuentran sobre los herbívoros comidos por los humanos. Para separar
la carne de los huesos, los hombres prehistóricos utilizaban el filo de sus utensilios de piedra,
que se aplicaban en lugares determinados, especialmente en los tendones, dejando marcas de
descamamiento sobre los huesos. Marcas muy similares a éstas pueden producirse también
naturalmente, por lo que sólo es convincente un conjunto de tales huellas que reflejen un
trabajo sistemático en las inserciones musculares oportunas. Y ni siquiera en este caso quedaría
probado el canibalismo, porque el descamamiento podría tener otro objetivo, por ejemplo,
algún tipo de rito de preparación o limpieza de esqueletos.
El autor que más rigurosamente ha estudiado cómo quedan los huesos después de un banquete
caníbal es Tim White, de la Universidad de California, en Berkeley, que ha investigado
esqueletos de grupos de indios americanos precolombinos que habían sido consumidos por
otros indios, y no precisamente de forma ritual. Pues bien, las características observadas por
White se encuentran en los fósiles humanos de la Gran Dolina, en la sierra de Atapuerca, en
Burgos, con una antigüedad entre 800.000 y un millón de años. En un artículo publicado este
año en Science, Femández-Jalvo, Díez, Bermúdez de Castro, Carbonell y Arsuaga mostraron
cómo los restos humanos de varios individuos presentaban marcas de corte y patrones de
desmembramiento y fracturación similares a los de los herbívoros consumidos allí mismo.
Sólo resta pedir al lector que no busque segundas intenciones cuando se afirma que el caso más
antiguo de canibalismo es español.
Sacrificio y antropofagia
Cartas cruzadas
Por Pablo Escalante Gonzalbo y Rodrigo Martínez Baracs
El debate sobre los sacrificios humanos en la cultura mesoamericana, particularmente entre los
mexicas, es impostergable. Aquí Escalante Gonzalbo, experto en el orbe prehispánico, y
Martínez Baracs, especialista en el mundo indígena tras la Conquista, intercambian cartas para
sentar las bases de esa discusión.
Querido Pablo:
Horst Kurnitzky ha mostrado que el Estado mexicano surgido de la Revolución de
Independencia, primero, y de la Revolución mexicana, después, fundamentó parte de su
legitimidad en una “mexicanidad” proveniente de un supuesto México prehispánico, lo cual ha
impedido estudiar de manera consecuente el mundo prehispánico e indígena. Los indios se
volvieron un sitio “impensable” de la realidad mexicana, de la memoria mexicana, inaccesible a
la racionalidad. Uno de los temas así oscurecidos ha sido el de los sacrificios humanos y la
antropofagia, que se niegan, olvidan o minimizan, se exaltan o normalizan acudiendo a las
buenas razones y a los sistemas religiosos que se dieron las sociedades que los practicaban, o se
relativizan remitiendo a otras sociedades que practicaban sacrificios.
Habría que reconocer, en primer lugar, que la práctica de los sacrificios humanos, muchas veces
asociada a la antropofagia, estuvo presente no sólo entre los mexicas, o en Mesoamérica,
incluyendo los mayas, sino que existió en casi todos los pueblos americanos, desde los
esquimales en el norte hasta los araucanos en el sur. Sabemos también que la práctica existió
desde la época de los cazadores recolectores, y puede suponerse que se intensificó con la
agricultura y la preocupación por la fertilidad de la tierra, y aún más con la aparición de las
formaciones estatales, con las ciudades, con la civilización, y aún más con su creciente
militarización, hasta llegar a la extrañamente fácil conquista española.
Si bien se registran los sacrificios humanos y la antropofagia en muchas sociedades del Viejo
Mundo (Europa, Asia y África), su práctica más sistemática parece haber sucedido durante la
época de las primeras civilizaciones, después de lo cual declinó y ha tendido a aislarse y a verse
como algo reprobable y castigable. Pero en América los sacrificios continuaron hasta que
llegaron los conquistadores españoles, que se horrorizaron.
Si la práctica sistemática de los sacrificios ha sido particularmente intensa y generalizada en el
tiempo y el espacio en América, la cuestión se puede formular, como lo hizo Octavio Paz en
1986 en sus muy informadas y lucidísimas “Reflexiones de un intruso” (reseña de The Blood of
Kings de Linda Schele y Mary Ellen Miller; Obras completas, t. VII, pp. 132-145), vinculando la
cuestión del “encuentro de dos mundos”, del tardío poblamiento de América, hace algunas
pocas decenas de miles años, y del subsiguiente aislamiento de la población del Nuevo Mundo
respecto a la del Viejo, hasta 1492. Durante este aislamiento se produjo un desfase tecnológico
y bacteriológico que resultó determinante en la conquista española. Tal vez esta peculiaridad del
desarrollo americano sea el ámbito en el que se pueda entender la práctica sistemática del
sacrificio humano.
Debe reconocerse que aún no tenemos respuestas probadas o aceptables y que debemos
ensayar varias posibles causas que pudieron coincidir de manera diferencial. En primer lugar,
debe recordarse que el tardío poblamiento humano de América por el estrecho de Bering
explica que la agricultura haya comenzado en el Nuevo Mundo miles de años después que en el
Viejo y que también las grandes civilizaciones (Mesoamérica y los Andes) comenzaran aquí miles
de años después. Esto permite entender por qué los sacrificios humanos seguían existiendo en
América en una época en la que ya habían sido abandonados en el Viejo Mundo, aunque
sustituidos por la ferocidad política y judicial de las formaciones estatales y por la presencia
omnipresente de las guerras.
Pero todavía falta explicar por qué fue tan sistemática la práctica de los sacrificios en toda la
historia americana. Una clave puede ser no tanto la inferioridad tecnológica del Nuevo Mundo
como la peculiaridad cualitativa de su desarrollo tecnológico, que privilegiaba el trabajo
colectivo, las grandes obras públicas, hidráulicas y arquitectónicas, y que exigía la subordinación
del individuo a la colectividad, la disposición de los individuos a sacrificarse por el grupo. Varios
autores han señalado el bajo sentido de individualidad de los indios, que vino a trastocar la
conquista con el cristianismo y las relaciones mercantiles. Para explicar esta subordinación del
individuo al grupo se ha apelado a una organización socioeconómica comunitaria, a un fuerte
sentimiento religioso, a una peculiar constitución mental o aun cerebral, pero ninguna
explicación parece suficiente. Tal vez más bien habría que destacar el papel de las formaciones
estatales teocráticas y militaristas en la creación de esta integración del individuo a la
colectividad, a través del control del calendario, de la escritura, de la educación, de la
propaganda y de las ceremonias. Los sacrificios humanos, ligados a la antropofagia y la tortura,
pueden ser considerados como una forma de terrorismo estatal. Y de manera más peculiar, las
grandes ceremonias en las grandes plazas frente a las pirámides, en las que se practicaba el
ayuno, el autosacrificio y el consumo de drogas (o de “enteógenos”, como decía Gordon
Wasson), en las que se bailaba y cantaba durante horas, y se presenciaban sacrificios
sangrientos y representaciones rituales-teatrales, con los sacerdotes ataviados como dioses (tal
como eran representados en múltiples imágenes), ciertamente estas ceremonias fueron
alterando las mentes de la gente. Un resultado fue que los dioses, sus historias y sus exigencias
fueron interiorizados por la mente. Pero esta interiorización de los mandatos de los dioses y de
los sacerdotes no parece suficiente para explicar el que una madre esté dispuesta a entregar a
un hijo o una hija para ser sacrificada en los cerros a los dioses de la lluvia, ¿o sí?
Otras posibles causas deben ser consideradas. Una de ellas es que la agricultura se desarrolló en
el Nuevo Mundo sin ganadería, lo cual habría generado una escasez de proteínas que favoreció
el sacrificio y la antropofagia. Michael Harner calculó un promedio de 250,000 seres humanos
sacrificados cada año en el México central. Si aceptamos, por comodidad, la cifra de la población
de 25 millones que dieron Sherburne F. Cook y Woodrow Borah para 1519, en términos muy
aproximados tendríamos que una de cada cien personas era sacrificada al año. La proporción
varía si se considera que la mayor parte de los sacrificados pertenecía al estrato superior, noble,
de la sociedad. Son muchos los sacrificados, pero no suficientes como para darle una
importancia muy grande a la explicación proteínica de la antropofagia ritual.
Otra causa puede ser la mencionada diferencia epidemiológica del Nuevo Mundo, que provocó
en el siglo que siguió a la conquista española una mortandad indígena de cerca del 95%, debido
a la ausencia de anticuerpos contra las enfermedades infecciosas traídas por los conquistadores.
La ausencia de grandes epidemias en la época prehispánica ciertamente debió aumentar la
importancia de los sacrificios y de las guerras como medio de control cuantitativo de la
población. Pero, otra vez, la cuestión está en cómo hacerse una idea de la importancia relativa
de esta posible explicación.
Me doy cuenta de que la mayoría de las posibles causas concomitantes que he mencionado
puede vincularse a los siglos anteriores a la conquista española. Puesto a buscar causas remotas,
hay una que me parece que debe ser considerada, y aquí me permito citar, Pablo, tu ensayo
sobre “El México antiguo” de la Nueva historia mínima de México, de 2004. Allí escribes que
durante el primer poblamiento de América todavía no concluía la coexistencia de nuestros
antepasados Homo sapiens sapiens con la desaparecida subespecie Neanderthalensis. Se han
discutido varias hipótesis sobre la desaparición de los neandertales y parece predominar la
razón de que no se pudieron adaptar a los cambios climáticos, pero no se han podido desechar
las posibilidades de un mestizaje y de un genocidio, con antropofagia masiva, practicados por
nuestros antepasados. No sabemos de qué manera el primer poblamiento de América incidió
sobre este proceso, y si desde entonces nació, de diferentes maneras en ambos mundos, la
afición humana por la antropofagia. Aclaro que no es que yo crea en esta posible causa de la
intensa práctica de la antropofagia en América, pero por el solo hecho de poder ser formulada,
los historiadores nos tenemos que hacer cargo de investigar esta posibilidad, para aceptarla,
rechazarla o completarla.
ANTROPOFAGIA: COMER CARNE HUMANA
Los indios brasileños prehispánicos preparaban así la carne de sus víctimas para un posterior
banquete antropofágico.
No sólo en Africa se practicó canibalismo. Nativos de América, como los indios caribes, mayas,
aztecas, guaraníes y hasta mapuches lo hicieron. Aunque muchos de estos episodios poco
entendibles en nuestra sociedad actual, han sido ocultados y silenciado en más de alguna
ocasión, en forma deliberada por historiadores con intereses propios y “patrioterismos mal
entendidos”.
En estas líneas haremos una aproximación a la antropofagia, y aportaremos una serie de datos
que nos servirán para entender algunos acontecimientos actuales, además de poder apreciar
que el ser humano es una parte más de la evolución de la humanidad, y que no hemos llegado
hasta estos días libres de sacrificios como seres adelantados a otras especies de nuestro planeta.
Somos simplemente otra forma de vida más en el Universo, condicionados por circunstancias
con cualidades y deterioros como muchas otras. Poseemos ciertas virtudes más desarrolladas,
pero a la vez vamos perdiendo otras en forma alarmante, que nos pueden llevar a una
autodestrucción en un futuro próximo.
El proceso mental descrito en forma clara y muy pedagógicamente por J.G.Frazer( * ) en su
monumental obra “ La Rama dorada” nos explica que los pobladores del neolítico vivían bajo un
sistema de clanes de subsistencia mínimas, y todos de alguna forma u otra practicaban el
sacrificio sangriento.
Comerse el corazón del enemigo admirado para adquirir su valor, o clavar las lanzas en las
huellas para que no escaparan es una de las pocas muestras de la mentalidad de aquellos
oscuros tiempos. Diferentes culturas han ido adaptando sus creencias y ritos a ciertas prácticas
de estos sacrificios humanos.
Los conquistadores españoles se encontraron con indígenas que practicaban la antropofagia,
aunque estos magnificaron mucho sus descripciones con el fin de instaurar sin trabas
burocráticas sus creencias y dominio sobre las diferentes tribus y pueblos, para quienes estas
inmolaciones constituían parte esencial en sus ritos religioso
Existen numerosos testimonios en América de observadores imparciales, pues lo que esta claro,
es que los testimonios que provenían de fuentes españolas no brillaban por su objetividad, sin
olvidar que en el continente “descubierto” sus historiadores nunca han querido reconocer este
hecho abiertamente. La muestra es que, son muy pocos los libros de historia en los colegios que
nos hablan de este tema. También existieron argumentos sobre las costumbres de antropofagia,
para justificar el tráfico de esclavos en Africa y el exterminio de los indígenas en las tierras
conquistadas en América.
Basándonos en el estudioso Alberto Medina, antropólogo de la Universidad de Chile, y también
otro estudioso de esa misma universidad, Michel Romier, el primero no duda en expresar que el
canibalismo existió y hay documentos y pruebas que demuestran su existencia.
Uno de los temas más delicados en Chile es si los mapuches practicaron la antropofagia
habitualmente o no. El doble estándar del chileno medio, de admiración a sus antepasados por
su bravura y actitud guerrera de resistencia al conquistador, muchas veces no le permiten tratar
ciertos puntos que son sólo históricos, y de un cariz netamente antropológico, y que en ningún
momento es traspasado a la época actual, donde la situación es totalmente diferente de este
admirable pueblo.
Para tal efecto, y demostrar la grandilocuencia de muchos comentarios al respecto de este
tema, podemos mencionar un documento del año 1554, escrito por Pedro Nariño de Lobera
quien describió una época de gran hambruna y desastres guerreros de los mapuches, y escribió
“se andaban matando unos a otros para comer, el matador, la carne del que mataba” También
describía que de nada servía el reparto de trigo, maíz, y otros alimentos, por que estaban tan
aficionados a comer carne humana “que tenían carnicería de ella y acudían a comprar un cuarto
de hombre”
Según Romier estas eran exageraciones propias de los relatos de los cronistas españoles de la
época, quienes de alguna forma trataban de demostrar a la Corona que estaban en una empresa
realmente difícil y de costoso mantenimiento. Más aún, las leyes de Indias indicaban claramente
que los tres motivos primordiales para una acusación de un indígena eran: rebelión,
homosexualidad y canibalismo, en ningún caso, la captura era para esclavizarlos.
En este punto hay que recordar que el fundador de Santiago, el extremeño Pedro de Valdivia,
una vez muerto en la batalla de Tucapel en el año 1553, fue su corazón devorado por los toquis
que lo habían vencido, todo esto en un acto ritual de reconocimiento de la valentía de su
contrincante y de adquirir los valores de su enemigo. Por lo tanto, no siempre se puedo clasificar
el comer carne de humanos como un hecho asociado a la hambruna o al acostumbramiento de
esta acción generalizada.
Según el antropólogo Alberto Medina, también los onas y los yaganes habrían sido aficionados a
prácticas ocasionales de canibalismos. Esto ha sido negado muchas veces por otros estudiosos,
pero la revisión de osamentas humanas con evidencias de desgarramientos de carnes por acción
de depredador humano, más algunos relatos de Darwin y el navegante inglés Fitz Roy
confirmaría esta acción.
Thor Heyerdhal, el investigador noruego que estuvo largo tiempo en Isla de Pascua también
comentó en uno de sus libros “Arqueología de Isla de Pascua” publicado en 1961 que “un viajero
norteamericano V.S.Frank ( ** ) obtuvo algunas memorias hasta entonces no registradas sobre
las últimas ceremonias caníbales que permanecían en la memoria de los más viejos vivos de la
isla, quienes habían participado en estos ceremoniales. Al parecer, estas actividades en los
últimos tiempos eran ocasionales y como medidas extremas a ciertas situaciones con foráneos o
rivalidades insalvables entre familias de la isla. El ritual seguía unos estrictos pasos y lo conocían
al último sólo los más ancianos de la isla.
Antecedentes similares de antropofagia en América existen en muchas culturas y pueblos
definidos. Por ejemplo, en los años 1556 y 1558 el pastor protestante francés Jean de Lery
comenta episodios de canibalismos en este continente. Menciona a los indios tupinambas del
Brasil. Quienes tenían constantes luchas tribales y los prisioneros de estos enfrentamientos
posteriormente eran comidos por los vencedores.
También el francés Alfred Metreaux, en su libro “La religión de los tupinambas” hace mención a
esta práctica entre los indígenas tupinambas.
Cristóbal Colom, también dejo mención de esta práctica en algunas tribus de indígenas
caribeñas, algunas que ocupaban las costas de Venezuela, Guayana y Colombia. Los guaraníes
de Brasil y del Norte del Paraná, que algunos denominan tupiguaraníes, se comían a los abuelos,
quienes consideraban un honor terminar sus días de esa forma, lo cual indica, una trascendencia
en el acto mismo mucho más allá de engullir por hambre, o costumbre a sus semejantes. Existe
todo un ritual religioso y social sobre esta actividad que nos puede parecer a primera vista tan
despreciable.
Los aztecas de parte del Golfo de México, que se encontraron los conquistadores hacían
sacrificios humanos, y esto esta científicamente demostrado por los estudios arqueológicos. Se
arrancaba el corazón a la víctima y luego su cuerpo era arrojado por las escalinatas del templo.
Los restos eran recogidos por sus familiares quienes compartían el ritual del ofrecimiento a los
dioses de esa forma, acompañando a los sacerdotes del templo. La leyenda incluso nos deja
algunos detalles que no se sabe su origen, pero si ha permanecido por los siglos, como es que
Moctezuma era un gran comedor de nalgas humanas, siendo esta la parte favorita del cuerpo
humano, reservada siempre a este caudillo de antaño.
En este punto mencionaremos que el antropólogo neoyorquino Dr. Michael Harner, defiende la
tesis de que los aztecas no sacrificaban vidas humanas solamente por motivos rituales, sino
también para devorar la carne, encasillándolos así entre los pueblos antropófagos. Harner que
pertenecía a la “New School for Social Research” defiende la tesis de que las necesidades
proteínicas de los habitantes primitivos de México sólo podían cubrirse con la ingestión de carne
humana, dado que los aztecas no tenían animales domésticos, como vacas o cerdos. Esta tesis
encontró de inmediato respuesta de sus colegas, entre ellos el antropólogo Meter T. Furts de la
“State University of New Cork” quien afirma que los aztecas tenían súper-habits de alimentos y
que, por tanto, no se veían obligados a comerse la carne de los sacrificados. Según documentos
de los sacerdotes que acompañaban a Cortés y sus soldados, se menciona la abundancia de
alimentos de los aztecas, por ejemplo, se menciona la caza de palomas, patos silvestres y
gansos. Por otra parte, Nancy Troike de la Universidad de Texas aseguró que “la alimentación de
los aztecas antes de la conquista, era mejor que la de los mexicanos de hoy”. La disputa de
opiniones estaba servida. El Dr Harner, termino el tema expresando que no le importaba la
reacción airada de sus colegas…”no quieren que los hombres a cuyo estudio se dedican fuesen
caníbales y se aferran a su contemplación romántica de los aztecas” Como se aprecia hay
opinión de todos los gustos y para según los intereses de cada uno.
Los mayas hacían sacrificios pero no se ha determinado con certeza si comían carne humana o
no en sus ceremoniales, o en algún rito de ofrendas. El film de Mel Gibson, “Apocalyto”,
precisamente mostró este tema en forma cruda en el año 2006, y de inmediato la comunidad
maya hizo publico su repudio a esta película, incluso Francisco Rosado May quien fue rector de
la Universidad de Quintana Roo y ahora es investigador visitante de la Universidad de California,
en Santa Cruz, además de doctor en biología y proviene de familia maya, además de ser un gran
estudioso de esta cultura, mostró su desacuerdo con lo que plantea a simple vista el film, y lo
que significa para la mente de un espectador poco preparado. Como se podrá apreciar la
controversia esta servida, y es un antecedente más que, hablar de este tema hoy en día inquieta
mentes, países, culturas, y remueve muchas posiciones ideológicas y planteamientos científicos
y morales de muchas personas.
Los incas de más al sur en cambio se ha determinado con bastante exactitud que no practicaron
el canibalismo en sus acciones ni vida cotidiana. Aunque en los últimos años, estudios
registrados en hallazgos de entierros en la zona de Maria Elena, en el desierto de Chile por el
visitador especial del Consejo de Monumentos Nacionales, Claudio Castellón, indican ciertos
rituales de decapitaciones de cuerpos de personas y también de fetos de algunos animales, y
que podrían tener que ver con ritos de sobreviviencia en una zona tan inhóspita. ¿Las razones
para la decapitación?
Aún no se sabe las causas concretas, y se barajan varias alternativas, una de ellas es un tipo de
antropofagia limitada sectorial en aquelllas tierras del norte de Chile y en ocasiones muy
puntuales. De todos modos, en este caso no esta dicha la última palabra por parte de los
especialistas.
Las personas piensan que generalmente en África es donde se ha dado más la antropofagia,
pero según estadísticas recientes se ha podido determinar que los aborígenes de América
fueron más aficionados a esta práctica. Los primeros misioneros que estuvieron en el África
Central en los años 1890 nunca mencionaron esta práctica. Otras connotaciones diferentes son
que algunas tribus africanas extraían el hígado del muerto y lo comían para evitar la venganza
del espíritu. Estas referencias sí existen sobre brujerías y hechiceras, que practicaban una
especie de canibalismo ritual-espiritual y con unas referencias más supersticiosas que de llevar a
cabo la acción misma de antropofagia por otro fin. En este punto, se ha podido determinar que
muchos aborígenes autóctonos usaban este pretexto contra otras tribus – de acusarlos de
caníbales – como justificación de cazarlos y entregarlos a los ingleses, franceses y portugueses
para la esclavitud.
Oceanía y sus habitantes sí tienen antecedentes variados de canibalismo. Polinesia, Micronesia,
Melanesia, Islas Hawai, Fidji, Tuamotu, Malasia, Samoa, Marquesas, Filipinas, Nueva Guinea, las
Carolinas, Thahití, etc. Cabe recordar al amigo lector en este punto la muerte de James Cook,
quien fue devorado en una playa de Hawai, junto a algunos marineros de su aventura. Los
detalles los dejaron sus compañeros de barco que logaron escapar, estos son muy claros de la
forma que termino uno de los más grandes navegantes ingleses.
Ritual azteca en el que se devoraba a las víctimas sacrificadas.
Antropofagia y simbolismos
La acción de comer carne humana ha estado llena de controversias, simbolismos,
interpretaciones acomodadas a circunstancias, etc. Muchas culturas, se comen un bocado de
carne humano de algún pariente muerto recientemente por un propósito superior. Esta acción
es con el fin de incorporar cualidades del difunto devorado al degustador, todo esto viene a
significar al final un acto de amor y admiración para igualarse al que entrega su cuerpo en este
acto. Aunque difícil de ver bajo este punto de vista, el ser humano actúa en condiciones
extremas con un mecanismo parecido, donde un ritual significativo de amor hace olvidar la
parte grotesca de este asunto.
Sin querer ser repetitivo, el conocido caso del equipo de rugby uruguayo que cayó en la
Cordillera de los Andes en el año 1972 y tuvo que recurrir a esta práctica, precisamente lo
hicieron bajo el concepto de una “comunión sagrada” Las condiciones extremas de la situación,
dio una salida a este acto de antropofagia entendible solo por quienes estaban en esos
momentos desesperados y casi al borde de la muerte. A pesar en las condiciones que se realizó
esta medida extrema, la acción misma, causo debates morales e ideológicos pues algunos
teólogos católicos, de inmediato quisieron apartar este acto de antropofagia de una relación con
el acto litúrgico de la comunión que todos conocemos. Hemos mencionado esta discordancia
como un modo de ver la reacción del interior místico que anida en los humanos ante actos de
este calibre, y esta relación de por sí es muy interesante.
Si comer carne humana en muchos casos no es por hambre, sino por motivos espirituales, es
claro añadir que este asunto es todo un conglomerado de signos que rodean una sociedad, una
situación especial en muchos casos, lo que sustentan, todo esto hace posible este acto de
devorar de un semejante.
Muchos antropólogos han querido ver el significado del alargamiento de la vida, y es así como
leyendas de Jonás y la ballena que lo devora, o el cuento infantil de la Caperucita Roja , etc., son
vistos como un motivo mítico que se refiere a la trascendencia de la vida. La víctima, o sea el
devorado sigue viviendo dentro del devorador Lógicamente, las consecuencias logran un cambio
de vida en ambas partes. El concepto de devoración se calibra bajo otros conceptos menos
hoscos y más de congéneres.
Nuestras sociedades actuales han despreocupado la parte interior del ser humano, sus
motivaciones y sus creencias. Muchas de estas creencias distorsionadas han sido conducidas por
otros caminos totalmente ajenos a los instintos innatos del hombre, y cuando aparecen ciertos
elementos disociadores, acciones primitivas extremas, no pensamos jamás que somos un
engranaje más de este enjambre humano, y cuando este se rompe ocurren experiencias que nos
resultan difíciles de explicar. Cómo la anterior que vamos a relatar.
Causas, incidencia y factores de riesgo
Uno de los lugares donde se practicó el canibalismo ritual hasta mediados del Siglo XX fue Nueva
Guinea. La antropóloga Dra. Linderbaum, fue uno de primeros científicos en describir y prestar
atención a una extraña dolencia que tenían muchos aborígenes de la población de Pootie. Los
científicos occidentales la descubrieron en la década del 50 en la tribu "Fore", asentada en las
elevaciones selváticas de Papúa Nueva Guinea. La enfermedad que aquejaba a muchas mujeres
de aquella etnia la denominaron Kuru. ( Escalofríos en la lengua aborigen) en forma coloquial
mucha gente le denominó “enfermedad de los tiritones” o “de la risa sin razón”
Esta enfermedad poco conocida a esa fecha atacaba el sistema nervioso central de estos
aborígenes y según la descripción técnica y profesional de la asociación Walgreen Co. (textual)
es definida como sigue:
El kuru es una rara enfermedad causada por un prion y se presenta casi exclusivamente entre
los habitantes de Nueva Guinea, quienes practicaban una forma de canibalismo en la cual se
comían los cerebros de los familiares muertos como parte de un ritual funerario. El kuru
produce cambios neuro degenerativos parecidos a los de otra enfermedad por prion, la de
Creutzdeldt-Jacob (vCJD) que se presenta esporádicamente en el mundo y de la cual se
desconocen los factores de riesgo.
Los síntomas principales de esta dolencia denominada Kuru, es ataxia cerebral, perdida de
coordinación, temblores, atrofia cortical, congestión del fluido sanguíneo. Todo esto
desencadenaba un proceso de demencia y producía un ruido bucal característico, debido a la
descoordinación de los músculos de las mandíbulas, que se asemejaba a un acceso de risa por
parte del aborigen afectado.
Los estudios respecto a esta enfermedad se centraron en los estudios de los prion protein, los
cuales algunos aparecían sanos y otros deformes. Fue un proceso largo que desencadeno en el
año 1985 cuando científicos ingleses establecieron una conexión entre la encefalopatía
espongiforme bovina (EBB) más conocida como “el mal de las vacas locas” y su forma humana,
la variante de Creutzdeldt-Jacob (vCJD)
Los científicos John Collinge y Simon Mead en los años 1987 comprobaron estos análisis y su
estudio fue publicado en el año 2003 en “Revista de Ciencia”. También el arqueólogo de la
Universidad de Bradford, Thimothy Taylor, confirmó y relaciono estos estudios sobre el
canibalismo. Todo esto indicaba que de alguna forma el canibalismo ritualista de estos
aborígenes dejaba su marca en sus genes, más aún, nuestra civilización actual puede llevar esta
marca en sus genes producto de épocas antiguas, y que al alimentarse de sus mismos
congéneres desataría estas nuevas enfermedades que nos parecen tan extrañas a primera vista.
A pesar de que estos estudios han tenido una gran aceptación entre la clase científica, también
existen retractores de estas conclusiones, y es así, como el profesor Jaume Bertranpetit,
científico de la Universidad Pompeu Fabra, la Dra. Marta Soldevila (quien realizó una parte
substancial del trabajo en DeCODE Genetics, Reykjavik, Islandia), y sus colegas, utilizaron un
sistema actualizado de datos genéticos para demostrar que la selección estabilizadora asociada
al canibalismo no ha sido una fuerza impulsora selectiva importante sobre el gen de la proteína
del prión, como se ha propuesto recientemente.
Mientras los científicos siguen estudiando estos procesos de genes de la protein del prión en los
humanos, una cosa es realidad. Los aborígenes de Nueva Guinea, una vez que suspendieron
estas prácticas de canibalismos ritualistas con familiares fallecidos, han disminuido a un índice
casi nulo esta enfermedad del Kuru.
Felipe González Ruiz
La antropofagia en los indios del Continente americano
Motivo de rudas controversias ha sido y sigue siendo el tema de si en América fue o no conocida
la antropofagia. El problema no parece estar resuelto; pero las dificultades que para ello se
encuentran no son de orden técnico, sólo estriban en que los polemistas de ambos bandos se
obstinan en no ver aquello que no quieren. Si de este tema se hubiera hecho un simple
problema etnológico hace tiempo que los etnólogos lo habrían resuelto. Mas como siempre que
ha salido a discusión ha sido por motivos políticos, la verdad científica ha dejado, con frecuencia,
bastante que desear.
Los autores que condenan en absoluto la conquista de España (actualmente muy pocos)
consideran al indio americano, sin excepción, como víctima inocente de la crueldad del invasor.
Por el contrario, los que sólo ven en la gran epopeya hispana la empresa más grandiosa de todos
los tiempos, inculpan a los salvajes americanos de poseer las más depravadas cualidades de
canibalismo y barbarie.
Quisiéramos nosotros, alejados de todo interés particular, poner un poco de luz en el asunto,
puesto que si por nuestros escasos conocimientos no podemos aportar nada nuevo, al menos
por nuestro desapasionamiento nos será dado apuntar algún dato positivo de orientación en la
materia.
Por canibalismo entendemos aquí el acto de que un ser devore a un semejante. En este sentido
estricto, de todos los vertebrados superiores puede decirse que el canibalismo es un extravío
casi exclusivamente humano. Limitándonos a los animales más perfecta y complejamente
constituidos es muy cierto el refrán que dice que «un lobo no come a otro lobo». En cambio, la
especie humana llega a veces a extravíos tan espantosos en este sentido que el célebre aforismo
latino homo hominis lupus (el hombre es un lobo para el hombre) resulta un pálido reflejo de la
realidad, por cuanto que el hombre hace con sus semejantes lo que un lobo no hace con otro.
Pasando a animales más inferiores, suelen citarse casos famosos de canibalismo, por ejemplo: el
alacrán o escorpión hembra, que devora al macho después del apareamiento. También son
célebres en este sentido los ortópteros, conocidos con el nombre de Mantis religiosa y
vulgarmente por los de beata, prega a Deu, cerbatana, &c. Se ha visto a hembras de esta
especie, no obstante el aspecto recogido a que aluden sus nombres, aceptar la cópula de varios
de sus famélicos, degradados e insignificantes machos y devorarlos después de las nupcias
tranquilamente. El gran entomólogo francés Fabre crió en cautividad una de estas hembras, y le
fue sirviendo machos a intervalos de varias horas. Ocho de éstos infelices fueron devorados por
la terrible comadre. En las larvas xilófagas, o sea devoradoras de madera, que excavan galerías
en el interior de los troncos, es frecuente que si dos galerías se encuentran, una de las larvas
devore a la otra y pase a través de su cuerpo. Pero harto [546] deshonor es para la especie
humana que tengamos que descender para encontrar un paralelo a sus costumbres
antropófagas a los seres más rudimentarios de la escala animal, donde no resplandece el más
leve destello de soñoliento intelecto. Volviendo a los hombres, y más particularmente a los
indios de América, hemos de distinguir la antropofagia propiamente dicha de la antropofagia
ritual, que tiene más disculpa. La primera es sencillamente la monstruosa costumbre de comer
habitualmente carne humana. La segunda se refiere a una creencia religiosa que se cumplía por
mandato de los dioses en los cuerpos sacrificados a la divinidad.
El hecho del canibalismo ritual es indudable en la mayoría de las razas indígenas de América,
desde los pieles rojas dolicocéfalos de Canadá hasta los fueguinos o patagones. Ni aun los
grandes pueblos o imperios, cuyo grado de cultura en el momento de la conquista tanto se ha
ponderado, pueden salvarse de tan terrible inculpación. Sacrificios humanos, seguidos de
banquetes rituales, se celebraban en Méjico ante las grotescas figuras de Huitzilopochtli, el dios
de la guerra, cuyo gran teocalí o templo de Tenochtitlan fue testigo de tan horrendas
carnicerías. Igualmente a los dioses mayores, Quetzalcohatl, dios del viento y al dios del día o
sol, llamado Tetzcatlipoca telpochtli (el joven), se les aplacaba con espantosas matanzas,
seguidas generalmente de repugnantes banquetes en que se devoraban los cuerpos de las
víctimas sacrificadas. No menos cruel era el culto al dios menor Chalchiuhtlicue, y, en general,
en toda la América Central, donde influenció la poderosa civilización azteca, se seguían estos
ritos sangrientos. Por ejemplo: en los Güetares de la península de Nicoya. Del reprochable vicio
de antropofagia ritual no se salvó tampoco la importante cultura Maya ni los pueblos Chibchas.
Quizá los que puedan librarse de esta imputación en el momento de la conquista sean los Incas,
pues aunque ante las figuras de sus dioses Pachacamac o Pachayachachi y Huiracocha se
sacrificaban víctimas humanas, no hay noticias ciertas de que fueran luego devoradas.
Pero aparte del canibalismo ritual, ¿existió en América el canibalismo propiamente dicho? Por
mucho que algunos autores quieran negarlo o disculparlo, la antropofagia tuvo allí terribles
cultivadores. Por habernos dedicado ahora casi exclusivamente al estudio de la etnografía de
Colombia y Venezuela hablaremos sólo de los caribes, espantosas hordas, verdadero azote de
aquellos territorios, antes de la conquista. Pero, desde luego, no es sólo a la nación caribe a la
que se le puede llamar antropófaga en América.
El Dr. Julio Salas, profesor de Sociología de la Universidad de Mérida en Venezuela, tiene un
meritorio libro titulado Los caribes. Estudio sobre el origen del mito de la antropofagia. [547] En
él pretende demostrar que los caribes no fueron antropófagos y anota falsas noticias
propagadas por los primeros cronistas sobre esta cuestión. Sin embargo, no puede negarse la
gran parcialidad con que trata las costumbres de estos salvajes. En cierto pasaje describe los
horrendos suplicios dados por los caribes a sus prisioneros y cómo les hacían tremendas
sajaduras para aplicar a ellas la boca y arrancar pedazos de carne palpitante. Y luego de relatar
con frase patética estos repulsivos detalles, añade: «Cuando llegaron los españoles supieron de
boca de los indios dóciles los horrores que aquéllos ejecutaban, lo cual dio lugar a la inculpación
de antropofagia dada a esta nación». Pues ¿qué? ¿No le parece al Dr. Salas suficiente motivo
para llamarles antropófagos el verles cometer tan espantosas hazañas?
No se puede negar tan terrible lacra a la nación caribe. Citaré otro ejemplo de un ilustrado autor
colombiano, el Sr. Cuervo Márquez, académico de Historia de Bogotá. Cito siempre autores
indígenas porque son los que pueden tratar con más cariño a estos salvajes, y es de presumir
que en caso de que sufra la verdad es por el lado que los beneficia, no por el que exagera sus
terribles costumbres. Dicho etnólogo, refiriéndose a ciertas tribus caribes, principalmente a los
paeces, panches y yalcones, dice:
«Casi todas ellas eran antropófagas, hasta el extremo de que su único alimento consistía en la
carne humana, y para procurársela vivían en constante guerra las unas con las otras, sin que las
alianzas ni la consaguinidad de tribu fueran bastante para retraerlos de esta costumbre, que ya
era vicio tan feroz como sanguinario. Basta un ejemplo: en el año 1540, los paeces confederados
con los yalcones, dieron, a órdenes del cacique Pioanza, varios asaltos a la naciente población de
Timaná; en el último de ellos, el combate se libró sólo con los escuadrones yalcones, que fueron
rechazados con notables pérdidas. Los paeces presenciaron la derrota desde una altura, y una
vez que estuvo consumada, no se preocuparon sino de hacer la cacería a sus aliados derrotados;
capturaron un gran número, y con ellos tuvieron abundante provisión de carne por mucho
tiempo. Al pueblo de Carnicerías, en vecindario de los paeces, le dieron los españoles este
nombre porque allí encontraron mataderos y mercado público de carne humana.»
En estas feroces tribus se hizo célebre la terrible indígena llamada la Gaetana, que tan espantosa
venganza tomó de la muerte que a su hijo dieron los españoles. El blanco de esta horrenda
represalia fue el desgraciado capitán Añasco. Fray Pedro Simón nos da cuenta de este suplicio
en sus Noticias Historiales, con las siguientes palabras:
«Dejando correr con la furia que quisieron los extremos de su encono y venganza, esta vieja, lo
primero en que los executó fue, como a otro Mario Romano, en sacarle los ojos, para con esto
acrecentarle los deseos de la muerte. Horadóle luego ella por su propia mano, por debajo de la
lengua y metiéndole por ella una soga y dándole un grueso nudo, lo llevaba tirando de ella de
pueblo en pueblo y de mercado en mercado, haciendo grandes fiestas con el miserable preso,
desde el muchacho hasta el más anciano, celebrando todos la victoria, hasta que habiéndosele
hinchado el rostro con monstruosidad y desencajadas las quijadas con la fuerza de los tirones,
viendo que se iba [548] acercando a la muerte, le comenzaron a cortar, con intervalos de
tiempo, las manos y brazos, pies y piernas, por sus coyunturas, hasta que le llegó la muerte.»
Mi objeto al contar estas terribles escenas no ha sido el de rebajar la catadura intelectual o
moral del indio americano en su totalidad. Sólo he pretendido que se reaccione un tanto contra
ciertos autores americanos que quieren presentarnos en todo momento al indígena como una
víctima inofensiva. A veces, el invasor sería cruel; pero había ocasiones en que el enemigo que
tenía delante estaba formado por los seres más feroces y sanguinarios que ha habido sobre la
Tierra, y en esos casos los duros castigos empleados con el vencido eran una casi natural ley de
guerra. Si no hubiera habido hombres con el temple suficiente para contender con tan feroces
tribus, gran parte del territorio americano estaría aún entregado a la más abyecta barbarie.
Antropofagia ritual. El mundo Tupí-Guaraní
La antropofagia es la costumbre mas difícil de comprender de los tupí-guaraníes. La que mas
escandalizó a los europeos, los jesuitas registraron detalles macabros, de esta costumbre.
Existía una enemistad entre tupíes y guaraníes, se mataban, se comían unos a otros, y de las
canillas hacían trompetas, y de las calaveras se servían de tazas para beber. A esta costumbre,
toman como una especie de bautismo ritual para tomar nuevo nombre.
La antropofagia ritual fundaba y consolidaba una series de las relaciones que mantenía la
cohesión interna del grupo. La ejecución de un prisionero era considerada una venganza por la
muerte de algún antepasados en manos de los parientes de los prisioneros y la muerte ritual a
que lo condenaba engendraba un nuevo ciclo de represalias para restablecer el equilibrio que se
había roto, ya que normalmente debía ser vengada mas adelante por el grupo de parentesco de
prisioneros sacrificados.
LA SUPUESTA ANTROPOFAGIA DE LOS GUARANIES
Por R. Rodriguez Gavilán*
Pasemos ahora a la acusación de que los guaraníes eran antropófagos, acusación tan a menudo
vulgarizada por los conquistadores españoles y sostenida por nuestros actuales conquistadores.
El tupá-mbé (cosa de Dios), y el abá-mbaé son los medios probatorios contra la antropofagia. El
abá-mbaé (cosa de hombre verdadero), es un amplio recinto o granero donde se depositaba el
producto de la cosecha, susceptible a ser conservado como los granos, los porotos, tabaco,
patata, mandioca, maíz, etc., productos que eran obra de labor común, como su cosecha y
acaparamiento; y de este depósito se surtían todos, durante el periódo del nuevo plantío. El
&#x201Ctupá-mbaé” era el depósito donde se guardaba el excedente de la cosecha. De donde
se surtían los lisiados e impedidos que no podían trabajar. Al mismo tiempo, el tupá-mbaé, en
épocas de calamidades o malas cosechas proveía también al sustento de toda la población. No
era, es cierto, una institución de seguro social o agrario, pero prácticamente cumplía sus fines
más completa y acabadamente que nuestras instituciones actuales de esa índole, porque tenían
los guaraníes un agudo sentido de responsabilidad y solidaridad social.
Estos depósitos o graneros públicos habían en todas las naciones americanas de régimen
agrícola semejante al de los guaraníes. Estos depósitos aún hoy subsisten en los poblados
indígenas que no tienen contacto con el resto de los habitantes del país.
No puede concebirse, pues, que siendo los guaraníes tan admirables agricultores en posesión de
tan excelentes medios de subsistencia, tuviesen que incurrir en la antropofagia para conseguir
alimentos. La antropofagia la practican aquellos pueblos que en el proceso evolutivo de su
existencia aún viven de la caza y de la pesca y cuando esto medios no les aseguran la
subsistencia. La antropofagia es una etapa obligatoria por la cual en un periodo determinado
pasaron todos los pueblos que existieron... Los guaraníes ya habían superado esa etapa. Si los
españoles y los conquistadores en general difamaron a los garaníes, era para aumentar el mérito
de sus “obras” y justificar el bárbaro exterminio de estos pueblos.
Salvajes y antropófagos de conciencia fueron los conquistadores; que, sordos a todas las
reclamaciones humanas, arrasaron a sangre y fuego con todos los pueblos pacíficos del
Continente Americano...
El hombre salvaje o civilizado, acosado por el hambre, puede perder el freno de la razón y
devorar a su semejante.
Un diario bonaerense, con fecha 29 de abril de 1936, publica al respecto lo siguiente: “Shanghai
29.- En la zona que está sufriendo los efectos del hambre y que comprende las tres cuartas
partes de la provincia de Sze Chuan, comunican que los habitantes de la misma que, pereciendo
de inanición, se comen los cadáveres, el pasto y la corteza de los árboles...”
América, antes hospitalaria, empieza a zozobrar frente a la llegada de los españoles, en plena
paz y dentro de un ambiente de prosperidad, la danza macabra del hambre y la miseria... como
en las grandes ciudades europeas, donde la caza del hombre deseamparado en el desierto del
egoísmo social es un hecho innegable. En Buenos Aires, “en un baldío de la calle Iguazú y Grito
de Ascencio murió de hambre y de frío un octogenario”. El hecho es común a la miseria y al
invierno... Los hombres en su abandono actual, hermanados con el harapo y la mugre, parecen
solo sombras errantes. “Viven en los baldíos, en sus sórdidas covachas de latón, familiarizados
con la miseria y el desprecio, en compañía de ratas y perros abandonados; en medio de la
pestilencia de los deshechos que los privilegiados, los cazadores de hombres y devoradores de
conciencias han abandonado entre los detritus de la ciudad. Comen lo que recogen de los
tachos de basuras y esperan la muerte con una paciencia indiferente, digna de un filósofo.
En el libro “Pre y Protohistoria”, dice el Dr. Bertoni, que algunos han creido encontrar en la
supuesta antropofagia de los guaranpíes un argumento para negarles una cultura que por tantos
hechos resulta evidente, agregando que en su obra descriptiva referente a la civilización
guaraní, podría ver el lector que tal acusación carece de fundamento, y cómo las apariencias, el
interés de los acusadores y la confusión de nombres y pueblos han podido engañar hasta a
algunos de los hombres más versados en el conocimiento de los indios de América.
Pero, como que tal acusación ha sido recordada posteriormente a mi conferencia por hombres
de buena fe, que se preguntaban si a resultar fundada, no vendría a poner en dudas mis
conclusiones al respecto de esa civilización, creo oportuno anticiparme, insistiendo de manera
más eficaz sobre esta verdad: que aun cuando la talantropología resultase comprobada, como
sucedida en ciertos casos, tiempos y lugares (que es lo único que podría resultar comprobado,
de no mediado los hechos y las circunstancias a que arriba aludo) eso no probaría nada en
contra de mi decir y de la civilización guaraní. Pues, igual acusación se puede hacer nada menos
que a la mayoría de los pueblos civilizados del mundo antiguo, con la diferencia de que la tal
acusación está en el caso de tales pueblos perfectamente fundada en hechos históricos.
“La mayor parte de los pueblos han inmolado víctimas humanas, dice César Cantú; fenicios,
egipcios, árabes, cannaneos, habitantes de Tiro y de Cártago, persas, atenienses, macedonios,
jónicos, todos los griegos del continente y de las Islas, romanos, antiguos bretones, hispanos,
galos; todos han estado sumergidos en esta horrible preocupación” (Tomo VIII, pág. 787).
“Que los españoles fueron antropófagos lo refiere César Cantú en su “Historia Universal”, y
estos actos de antropofagia tuvieron lugar, no en épocas antiguas, sino precisamente en
aquellas en que se llevó a cabo la conquista de Méjico, Durante la expedición de la Florida
llevada a cabo por Alvar Nuñez bajo las órdenes de Narváez, en el año 1528, una violenta
tempestad puso en serias dificultades a los españoles que formaban la expedición pero,
&#x201Cen medio de esto -dice César Cantú- tuvieron la fortuna de que los salvajes se
compadecieran de ellos... (Sin embargo, con el invierno sobrevino tal hambre, que se vieron
reducidos a comerse unos a otros, a cuyo espectáculo los indios cambiaron la compasión en
horror, atribuyendo a aquellos feroces extranjeros las desgracias axtraordinarias que sufrían”.
(Historia Universal T. IV, 700)
“Pero no fue este un caso aislado, agrega Alberto M. Carreño (Anales Cient. Ant. Alz” Tomo XXX,
pag. 43); aquí mismo en Méjico tuvieron lugar varios de estos actos reprobables como el que
cita Herrera en sus Décadas (tomo III, Lib. VIII, Cap. I) Medrano que formaba parte de la
expedición de Hibueras y que fue chirimío de la Iglesia de Toledo “afirmó haber comido de los
sesos de Medina Sacabuche, natural de Sevilla, y de la asadura de los sesos de Bernaldo Caldera,
y de un sobrino suyo, que murieron de hambre y eran menestreles (músicos). “Lo cual, y los
otros varios datos expuestos por él justifican plenamente la conclusión a que llega el último
autor citado...” Los sacrificios humanos los han realizado aquellos pueblos que han llegado a ser
porta-estandartes de la civilización, y entre esos pueblos se encuentran los que han formado a
España (podría agregar y a toda Europa), puesto que está comprobado que fueron sacrificadores
y antropófagos.
En la historia del Río de La Plata, tenemos un caso famoso de antropofagia entre los españoles:
“Los compañeros de don Pedro de Mendoza, acosados por el hambre en Buenos Aires, no
titubearon en comer carne humana. Los vivos se sustentaban de la carne de los que morían
-dice el veraz Ruis Díaz de Guzmán- y aun de los ahorcados por la justicia, sin dejarle más que los
huesos, y tal vez hubo hermano que sacó la asadura y entrañas a otro que estaba muerto para
sustentarse con ella.”
Mientras que los sabios de todos los pueblos tratan de encubrir la antropofagia de sus
antepasados, nuestros “intelectuales”, empeñados en calumniar y menospreciar el pasado
guaraní (pese a que aparentemente lo defienden) atribuyen a los guaraníes la antropofagia en la
época de la conquista aunque sólo sea por imposición de los ritos religiosos, (ver “Albun del
Paraguay”, pag. 15, por Natalicio González). Por esto nunca se ha echado de ver la antropofagia
de otros pueblos a pesar de los categóricos impedimentos de su santa religión.
En la falsificación incurre el doctor Manuel Dominguez, en su libro “El Alma de la Raza”, pag. 29,
al decir: “el cristianismo y la música dulcifican la crueldad nativa del indio antropófago”. Y este
es otro “defensor imparcial” de la Raza Guaraní, pintando un guaraní que no existe, influido por
las patrañas de los sabios europeos y no por investigadores originales y dignas de crédito”.
ANTROPOFAGIA RITUAL
La antropofagia es la costumbre mas difícil de comprender de los tupí-guaraníes. La que mas
escandalizó a los europeos, los jesuitas registraron detalles macabros, de esta costumbre.
Existía una enemistad entre tupíes y guaraníes, se mataban, se comían unos a otros, y de las
canillas hacían trompetas, y de las calaveras se servían de tazas para beber. A esta costumbre,
toman como una especie de bautismo ritual para tomar nuevo nombre.
La antropofagia ritual fundaba y consolidaba una serie de las relaciones que mantenía la unión
interna del grupo. La ejecución de un prisionero era considerada una venganza por la muerte de
algún antepasados en manos de los parientes de los prisioneros y la muerte ritual a que lo
condenaba engendraba un nuevo ciclo de represalias para restablecer el equilibrio que se había
roto, ya que normalmente debía ser vengada mas adelante por el grupo de parentesco de
prisioneros sacrificados.
Creían en un dios, Tubá, que maduraba los frutos y provocaba la lluvia, pero no le rendían culto.
Practicaban la antropofagia, esto es la costumbre de comer seres humanos, no como alimento,
sino con un sentido ritual, y sólo la llevaban a cabo con sus enemigos más valientes.
Este mapa del editor austriaco-alemán A. Hartleben se publico en la revista Deutsche Rundschau en 1893.
En rojo aparecen las regiones geográficas en las que por aquel entonces aun se practicaba el
canibalismo, y en verde las regiones en las que se tenia constancia de que se había practicado
en el pasado histórico reciente.
NOTAS IMPORTANTES
Existen diferencias entre ambos términos ya que antropofagia etimológicamente significa
comer carne humana y deriva del griego. La palabra caníbal surge de la mala interpretación de la
voz «cariba» (valeroso) por parte de los conquistadores que llegaron a las Antillas y entendieron
"caníbal". Los indios que habitaban la región acostumbraban comer carne humana por placer, o
como parte de un ritual religioso, de este modo se generalizó el término.
El canibalismo se diferencia de la antropofagia en el hecho en que caníbal es aquel que devora a
un ser vivo de su propia especie, y antropófago es aquel que devora humanos, ejemplos:
Canibalismo antropofagia
Canibalismo antropofagia
Canibalismo antropofagia
Canibalismo antropofagia
Canibalismo antropofagia

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

3.sujetos de la historia
3.sujetos de la historia3.sujetos de la historia
3.sujetos de la historiaBella Fiore
 
Teorias Del Poblamiento De America 1200507854475323 2
Teorias Del Poblamiento De America 1200507854475323 2Teorias Del Poblamiento De America 1200507854475323 2
Teorias Del Poblamiento De America 1200507854475323 2guest8154ca
 
Capitan abdon-senen-calderon-garaycoa-y-su-estirpe-gloriosa
Capitan abdon-senen-calderon-garaycoa-y-su-estirpe-gloriosaCapitan abdon-senen-calderon-garaycoa-y-su-estirpe-gloriosa
Capitan abdon-senen-calderon-garaycoa-y-su-estirpe-gloriosaLuis Pacheco
 
El hombre americano
El hombre americanoEl hombre americano
El hombre americanorojo56
 
Hernán Cortes y la Conquista de México Tenochtitlan
Hernán Cortes y la Conquista de México TenochtitlanHernán Cortes y la Conquista de México Tenochtitlan
Hernán Cortes y la Conquista de México Tenochtitlankikapu8
 

La actualidad más candente (7)

3.sujetos de la historia
3.sujetos de la historia3.sujetos de la historia
3.sujetos de la historia
 
Teorias Del Poblamiento De America 1200507854475323 2
Teorias Del Poblamiento De America 1200507854475323 2Teorias Del Poblamiento De America 1200507854475323 2
Teorias Del Poblamiento De America 1200507854475323 2
 
Capitan abdon-senen-calderon-garaycoa-y-su-estirpe-gloriosa
Capitan abdon-senen-calderon-garaycoa-y-su-estirpe-gloriosaCapitan abdon-senen-calderon-garaycoa-y-su-estirpe-gloriosa
Capitan abdon-senen-calderon-garaycoa-y-su-estirpe-gloriosa
 
El hombre americano
El hombre americanoEl hombre americano
El hombre americano
 
Hernán Cortes y la Conquista de México Tenochtitlan
Hernán Cortes y la Conquista de México TenochtitlanHernán Cortes y la Conquista de México Tenochtitlan
Hernán Cortes y la Conquista de México Tenochtitlan
 
Cultura chinchorro
Cultura chinchorroCultura chinchorro
Cultura chinchorro
 
Quipus
QuipusQuipus
Quipus
 

Similar a Canibalismo antropofagia

Expo. Leoye 2, Canibalismo
Expo. Leoye 2, CanibalismoExpo. Leoye 2, Canibalismo
Expo. Leoye 2, CanibalismoVianney Acopa
 
Culturas del ecuador
Culturas del ecuador Culturas del ecuador
Culturas del ecuador Aleja1393
 
Antropofogagía y gastronomia
Antropofogagía y gastronomiaAntropofogagía y gastronomia
Antropofogagía y gastronomiaWael Hikal
 
Historia del poblamiento del paraguay
Historia del poblamiento del paraguayHistoria del poblamiento del paraguay
Historia del poblamiento del paraguaynormapoisson
 
Sacrificios humanos en_la_america_prehispanica
Sacrificios humanos en_la_america_prehispanicaSacrificios humanos en_la_america_prehispanica
Sacrificios humanos en_la_america_prehispanicadeboracatriao
 
Teorias Del Poblamiento De America
Teorias Del Poblamiento De AmericaTeorias Del Poblamiento De America
Teorias Del Poblamiento De Americaticupt2008
 
Pueblos Chilenos
Pueblos ChilenosPueblos Chilenos
Pueblos Chilenoschala
 
Antigüedades del poblamiento indígena americano y venezolano
Antigüedades del  poblamiento indígena americano y venezolanoAntigüedades del  poblamiento indígena americano y venezolano
Antigüedades del poblamiento indígena americano y venezolanoInversionesfeendios
 
SIST. REL.AMERICA.pdf
SIST. REL.AMERICA.pdfSIST. REL.AMERICA.pdf
SIST. REL.AMERICA.pdfLuis Sangucho
 
1. TEMA N°1. AMERICA INDIGENA.pdf
1. TEMA N°1. AMERICA INDIGENA.pdf1. TEMA N°1. AMERICA INDIGENA.pdf
1. TEMA N°1. AMERICA INDIGENA.pdfMarioSanabria11
 
Historia de la gastronomia
Historia de la gastronomia Historia de la gastronomia
Historia de la gastronomia zombierosales
 
Conquista y colonización de la española
Conquista y colonización de la españolaConquista y colonización de la española
Conquista y colonización de la españolagavavargas
 
El popol vuh
El  popol vuhEl  popol vuh
El popol vuhPortizeli
 

Similar a Canibalismo antropofagia (20)

Expo. Leoye 2, Canibalismo
Expo. Leoye 2, CanibalismoExpo. Leoye 2, Canibalismo
Expo. Leoye 2, Canibalismo
 
Culturas del ecuador
Culturas del ecuador Culturas del ecuador
Culturas del ecuador
 
Antropofogagía y gastronomia
Antropofogagía y gastronomiaAntropofogagía y gastronomia
Antropofogagía y gastronomia
 
Canibalismo
CanibalismoCanibalismo
Canibalismo
 
Sabor a ti. Antropofagia y Gastronomía/Flavor of you. Cannibalism and gastronomy
Sabor a ti. Antropofagia y Gastronomía/Flavor of you. Cannibalism and gastronomySabor a ti. Antropofagia y Gastronomía/Flavor of you. Cannibalism and gastronomy
Sabor a ti. Antropofagia y Gastronomía/Flavor of you. Cannibalism and gastronomy
 
Historia del poblamiento del paraguay
Historia del poblamiento del paraguayHistoria del poblamiento del paraguay
Historia del poblamiento del paraguay
 
Sacrificios humanos en_la_america_prehispanica
Sacrificios humanos en_la_america_prehispanicaSacrificios humanos en_la_america_prehispanica
Sacrificios humanos en_la_america_prehispanica
 
Teorias Del Poblamiento De America
Teorias Del Poblamiento De AmericaTeorias Del Poblamiento De America
Teorias Del Poblamiento De America
 
Pueblos Chilenos
Pueblos ChilenosPueblos Chilenos
Pueblos Chilenos
 
Pueblos Chilenos
Pueblos ChilenosPueblos Chilenos
Pueblos Chilenos
 
Antigüedades del poblamiento indígena americano y venezolano
Antigüedades del  poblamiento indígena americano y venezolanoAntigüedades del  poblamiento indígena americano y venezolano
Antigüedades del poblamiento indígena americano y venezolano
 
SIST. REL.AMERICA.pdf
SIST. REL.AMERICA.pdfSIST. REL.AMERICA.pdf
SIST. REL.AMERICA.pdf
 
Origen de los Primeros Pobladores Americanos
Origen de los Primeros Pobladores AmericanosOrigen de los Primeros Pobladores Americanos
Origen de los Primeros Pobladores Americanos
 
Primeros Pobladores de America
Primeros Pobladores de AmericaPrimeros Pobladores de America
Primeros Pobladores de America
 
1. TEMA N°1. AMERICA INDIGENA.pdf
1. TEMA N°1. AMERICA INDIGENA.pdf1. TEMA N°1. AMERICA INDIGENA.pdf
1. TEMA N°1. AMERICA INDIGENA.pdf
 
Historia de la gastronomia
Historia de la gastronomia Historia de la gastronomia
Historia de la gastronomia
 
La cultura-aborigen
La cultura-aborigenLa cultura-aborigen
La cultura-aborigen
 
Conquista y colonización de la española
Conquista y colonización de la españolaConquista y colonización de la española
Conquista y colonización de la española
 
Colon los-indígenas-y-el-proceso-humano
Colon los-indígenas-y-el-proceso-humanoColon los-indígenas-y-el-proceso-humano
Colon los-indígenas-y-el-proceso-humano
 
El popol vuh
El  popol vuhEl  popol vuh
El popol vuh
 

Último

Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdadLecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdadAlejandrino Halire Ccahuana
 
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARONARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFAROJosé Luis Palma
 
PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptx
PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptxPRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptx
PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptxinformacionasapespu
 
texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticostexto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticosisabeltrejoros
 
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grandeMAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grandeMarjorie Burga
 
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdfPlanificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdf
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdfHerramientas de Inteligencia Artificial.pdf
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdfMARIAPAULAMAHECHAMOR
 
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parteUnidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parteJuan Hernandez
 
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscala unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscaeliseo91
 
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdf
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdfManual - ABAS II completo 263 hojas .pdf
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdfMaryRotonda1
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxlclcarmen
 
La Función tecnológica del tutor.pptx
La  Función  tecnológica  del tutor.pptxLa  Función  tecnológica  del tutor.pptx
La Función tecnológica del tutor.pptxJunkotantik
 
Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en VenezuelaMovimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuelacocuyelquemao
 
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahuacortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahuaDANNYISAACCARVAJALGA
 
Historia y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arteHistoria y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arteRaquel Martín Contreras
 
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
programa dia de las madres 10 de mayo  para eventoprograma dia de las madres 10 de mayo  para evento
programa dia de las madres 10 de mayo para eventoDiegoMtsS
 
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxPPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxOscarEduardoSanchezC
 

Último (20)

Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdadLecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
 
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARONARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
 
PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptx
PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptxPRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptx
PRIMER SEMESTRE 2024 ASAMBLEA DEPARTAMENTAL.pptx
 
texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticostexto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
 
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdfSesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
 
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grandeMAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
 
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdfPlanificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria   2024   Ccesa007.pdf
Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
 
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdf
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdfHerramientas de Inteligencia Artificial.pdf
Herramientas de Inteligencia Artificial.pdf
 
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parteUnidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
 
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscala unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
 
Power Point: "Defendamos la verdad".pptx
Power Point: "Defendamos la verdad".pptxPower Point: "Defendamos la verdad".pptx
Power Point: "Defendamos la verdad".pptx
 
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdf
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdfManual - ABAS II completo 263 hojas .pdf
Manual - ABAS II completo 263 hojas .pdf
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
 
La Función tecnológica del tutor.pptx
La  Función  tecnológica  del tutor.pptxLa  Función  tecnológica  del tutor.pptx
La Función tecnológica del tutor.pptx
 
Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en VenezuelaMovimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
 
La Trampa De La Felicidad. Russ-Harris.pdf
La Trampa De La Felicidad. Russ-Harris.pdfLa Trampa De La Felicidad. Russ-Harris.pdf
La Trampa De La Felicidad. Russ-Harris.pdf
 
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahuacortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
 
Historia y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arteHistoria y técnica del collage en el arte
Historia y técnica del collage en el arte
 
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
programa dia de las madres 10 de mayo  para eventoprograma dia de las madres 10 de mayo  para evento
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
 
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxPPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
 

Canibalismo antropofagia

  • 1. El canibalismo es el acto o la práctica de alimentarse con miembros de la propia especie. El canibalismo puede producirse entre miembros de muchas especies, aunque vulgarmente se asocia más con antropofagia, o con los seres humanos que consumen congéneres. El término proviene de la deformación de la palabra caribe en caniba o cariba del idioma taíno, parcialidad de la etnia arawak.1 Para los caribes, significaba «osado», «audaz»; para los arawak, «enemigo»; y para los europeos, «comedores de carne humana». Nativos de América que Cristóbal Colón encontró en la isla de La Española en su primer viaje y que practicaban la antropofagia, los caribes atacaban a los arawak para conseguir botines y de paso capturaban a los niños a los cuales castraban y criaban para comérselos. Se trata de una práctica socialmente rechazada y legalmente sancionada, los casos particulares en sociedades occidentales, actualmente se relacionan con situaciones extremas de hambre, criminales o personas con profundos problemas psicológicos Origen No se sabe a ciencia cierta cuándo los humanos adquirieron el hábito de la antropofagia. En Europa, en concreto en Francia y Alemania, entre otros, y en los yacimientos arqueológicos de Atapuerca, en España, mediante el estudio de las marcas en los huesos encontrados en la cueva de la Gran Dolina demuestran que se practicó un canibalismo que, con toda seguridad, no fue producto de una hambruna y carecía de cualquier intención ritual, sino que se efectuó por lo que se ha denominado como canibalismo gastronómico ancestral. Se ha demostrado que el Homo antecessor lo practicaba hace ya unos 800 000 años de antigüedad, siendo esta la referencia sobre canibalismo más antigua de Europa.2 Recientes estudios aportan pistas3 para creer que los seres humanos actuales tienen genes neandertales y el cruce entre especies podría haber ocurrido, además de aportar el rasgo cultural o hábito del antropofagia que es algo probado en diferentes yacimientos neandertales.4 Canibalismo ritual y cultural Varios arqueólogos afirman que restos arqueológicos en Mesoamérica y Sudamérica contienen muestras de canibalismo. Asimismo, se discute la extensión del canibalismo ritual en algunas culturas africanas o polinésicas Una de las sociedades que más desarrollaron esta práctica fue la de los guaraníes, quienes lo practicaban con fines religiosos, bajo la creencia de que era una forma de adquirir ciertas capacidades y aptitudes de la víctima.5 En Norteamérica, el análisis de los restos descubiertos en yacimientos arqueológicos habitados entre el 1150 y el 1200 d. C. por los anasazi, confirmó la existencia de canibalismo en este pueblo. Divulgado por primera vez en 1967, el bioarqueólogo Christy G. Turner probó más concretamente en la década de los 90 la existencia de canibalismo, gracias a los hallazgos de Richard Marlar de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado. Junto con sus colaboradores afirman haber encontrado hemoglobina humana en los vasos de cerámica de la cultura anasazi, lo que sugiere que fueron cocinados con sangre
  • 2. humana. Más aún, en coprolitos humanos quemados (antiguas deposiciones), encontrados cerca del fuego en uno de los refugios abandonados, también se comprobó la existencia de hemoglobina humana. Explicación Según los relatos de los conquistadores, entre los pueblos nativos aliados y adversarios de Hernán Cortés la práctica del canibalismo era habitual en actos religiosos y tras las escaramuzas, para lo cual incluso se solía llevar sal a las batallas para salar a los enemigos muertos, de forma que les durase más tiempo su carne y pudieran volver con ella a sus poblados y repartirla entre sus familiares. Entre la aristocracia azteca se practicaba habitualmente el canibalismo en actos religiosos.6 El canibalismo como forma habitual de sostén alimenticio no ha sido probado, y los casos de los que se suele hablar se basan en fuentes que podríamos calificar de parciales (conquistadores, enemigos, exploradores, etc.). En la psicología, el canibalismo se describe como el resultado de impulsos agresivos-orales no controlados, un acto antisocial originado por el deseo de dominación. Parece probada la existencia del canibalismo ritual como ofrenda a los dioses o como manera de obtener la fuerza y el valor del guerrero enemigo. El principio básico que sustentaba la antropofagia guaraní era que la persona acumula energía a lo largo de su existencia, y que esa energía puede ser utilizada por otra persona para expandir la conciencia. El objetivo vital de los guaraníes era trascender los límites de la existencia cotidiana accediendo a lo que llamaban «la tierra sin mal», un estado vital en donde una persona escapaba al daño e incluso a la muerte (como supresión del nivel físico de la existencia). En este contexto, consumir la personalidad de una persona primero y su cuerpo físico, después, daba al practicante un incremento de energía imposible de conseguir por otros medios. De allí que los guaraníes no comieran a cualquiera, sino solo a los mejores. El canibalismo era parte del camino de la perfección o aguyé. Es atribuido a muchas tribus y etnias: los nativos amazónicos, los aztecas, los pigmeos y otros nativos de la cuenca del río Congo, las tribus Korowai y Fore de Nueva Guinea. El 14 de febrero de 1779, en Kealakekua Bay, en Hawái, el comandante de la expedición marina inglesa James Cook y algunos de sus hombres fueron muertos y consumidos (aunque todavía existe controversia sobre la certeza este hecho) por la población local, tras un intento fallido de secuestrar a su rey, en represalia por los robos de los nativos. Los restos remanentes fueron luego recuperados y se les hizo un funeral marino. En 1809, los 66 pasajeros y la tripulación del barco The Boyd fueron muertos y comidos por maoríes en la península de Whangaroa, en la isla Norte, como parte de un utu (‘venganza’) por el azotamiento con látigo de un maorí que rehusó trabajar en el barco durante el viaje desde Australia. El hecho permanece como la mayor matanza en la historia de Nueva Zelanda. En casos aislados, se ha acusado de caníbales a las poblaciones enemigas como medio de propaganda con que desproveerlas de toda civilización o humanidad. De esta forma, la
  • 3. conquista, represión o cualquier tipo de trato inhumano y vejatorio podían ser fácilmente justificados moral y legalmente. Otro ejemplo clásico de esta tendencia sería la acusación de canibalismo hacia los cristianos en época romana, que facilitó su criminalización y posterior represión. Otras razones de canibalismo El canibalismo por hambre en tiempos de amenaza extrema sería una práctica vinculada a situaciones donde se pone en juego la propia existencia, por lo que tiene su causa inmediata en la desesperación y la necesidad radical de sustento. Actualmente, ha decrecido su práctica y en las civilizaciones actuales es socialmente rechazado y legalmente sancionado; la extensión y aceptación social en el pasado es un tema debatido en la antropología y se enmarca en el relativismo cultural. Los casos particulares se relacionan con situaciones extremas de hambre, criminales o personas con profundos problemas psicológicos. Hubo un caso notable, el del soldado polaco Charles Domery, cuyo apetito inusual lo llevó a intentar comerse la pierna amputada de uno de sus compañeros para satisfacer su hambre extrema.7 En el Antiguo Egipto, a fines del 3.er milenio a.d.C., debido a una sequía muy larga (al parecer un evento global llamado «Súper Niño»), el hambre llevó a la gente a la insurrección y al canibalismo (única ocasión conocida de Egipto), época registrada en la historia egipcia como «los años de los chacales». Este suceso llevó al fin del Imperio Antiguo y al inicio del Primer periodo intermedio de Egipto. En la Biblia está escrito que los antiguos israelitas en caso de desobediencia a Dios serían castigados con grandes calamidades incluyendo el comer carne de sus propios hijos e hijas (Levítico 26:27-29). Durante el sitio de Samaria por parte de los sirios, se relata el caso de una mujer que junto a otra se comieron al hijo de la primera (Segundo Libro de los Reyes 6:24-33). Durante el sitio de Jerusalén (70 d.C.) el historiador Flavio Josefo relata un caso de canibalismo perpetrado por una mujer de nombre María contra su propio hijo ante la hambruna que asolaba a la ciudad rodeada por el ejército romano.8 En estos casos suelen ingerirse los cuerpos de los muertos por otras causas y es poco frecuente el homicidio con fines caníbales. Históricamente, están atestiguados, con mayor o menor grado de verosimilitud, casos de canibalismo durante el Sitio de Maarat an-Numan en ocasión de la Primera Cruzada, durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), el asedio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial y la época del colonialismo, sobre todo como consecuencia de los frecuentes naufragios. Más allá de circunstancias históricas de este tipo, se conocen también casos de canibalismo vinculados a hechos dramáticos concretos, como fue el caso de los supervivientes del accidente aéreo producido en los Andes en 1972, que hubieron de alimentarse de sus compañeros muertos para sobrevivir. Quienes han probado la carne humana afirman que ésta tiene un sabor similar a la de cerdo.9 10 En las selvas de Nueva Guinea existen muchas comunidades nativas aisladas, muchas de ellas aguerridas, algunas de las cuales han practicado el canibalismo, principalmente atacando a sus
  • 4. vecinos, otras veces por ritual rendido a sus recién difuntos (es lo que les provocaba la enfermedad conocida como kuru). Casos de canibalismo en el Siglo XX En guerras o épocas de hambre surgen a menudo relatos de este tipo de canibalismo. Algunos ejemplos, más o menos debatidos, serían: en la Unión Soviética en los años 1930; durante el Sitio de Leningrado en 1941 en la Segunda Guerra Mundial, durante 900 días de asedio murieron alrededor de 1.500.000 personas y se dieron muchos casos de canibalismo entre sus habitantes;11 en China, durante la guerra civil y durante la gran hambruna del «Gran salto adelante». Las tropas japonesas lo pudieron practicar ocasionalmente en la Segunda Guerra Mundial. Muchos informes escritos y testimonios recolectados por la Sección australiana de crímenes de guerra del Tribunal de Tokio e investigados por el fiscal William Webb (el futuro juez en jefe), indicaban que el personal japonés en muchas partes de Asia y el Pacífico, cometió actos de canibalismo contra los prisioneros de guerra aliados. En muchos casos, el hecho habría estado inspirado por los ataques siempre crecientes de los aliados a las líneas de suministro japonesas, así como a la muerte y a la enfermedad del personal japonés como resultado del hambre. Sin embargo, según el historiador Yuki Tanaka: «el canibalismo era a menudo una actividad sistemática conducida por escuadrones enteros y bajo la dirección de oficiales».12 Por ejemplo, un prisionero de guerra de India, Havildar Changdi Ram, testificó: «el 12 de noviembre de 1944 el Kempeitai decapitó a un piloto aliado. Yo vi esta escena desde atrás de un árbol y observé a algunos de los japoneses, cortando carne de sus brazos, piernas, caderas, nalgas, y llevárselas hacia sus cuarteles... Las cortaron en pequeñas piezas y las frieron».13 Quizás el oficial de más alto rango condenado por canibalismo fue el lugarteniente general Yoshio Tachibana, quien con otros once japoneses fue juzgado en relación con la ejecución de pilotos estadounidenses y el canibalismo de, al menos, uno de ellos, en agosto de 1946, en Chichi Jima, en las Islas Ogasawara.14 La práctica del canibalismo como último recurso en situaciones de hambre fue la extrema situación de los jugadores de rugby uruguayos sobrevivientes del ya nombrado accidente aéreo en los Andes en 1972, quienes lograron mantenerse con vida alimentándose de los cuerpos de las víctimas mortales del accidente. El canibalismo como forma de supervivencia fue realizado después de una oración solemne. Más tarde se justificó plenamente la acción de supervivencia. El 11 de julio de 1981 Issei Sagawa asesinó de un disparo a Renée Hartevelt de 25 años de edad, descuartizó el cuerpo y se lo comió. Narraría su experiencia caníbal en un posterior libro. Actualmente, Sagawa vive en libertad en Tokio y es una pequeña celebridad en Japón, a menudo es invitado a participar como conferenciante y comentarista en televisión.15 Entre 1978 y 1991, Jeffrey Lionel Dahmer, apodado «El Carnicero de Milwaukee», fue un asesino en serie responsable por la muerte de 17 hombres y chicos. Es conocido no solo por la cantidad
  • 5. de personas que asesinó, sino también por practicar la necrofilia y el canibalismo. En el año 2002 se estrenó una película llamada Dahmer basada en su historia real, con Jeremy Renner en el papel de Jeffrey Dahmer. En 1999 se dio en Venezuela un caso de canibalismo: Dorángel Vargas, un indigente oriundo del Estado Táchira asesinaba a sus víctimas para luego consumir la carne. Se lo conoció como «El comegente del Táchira». Sin embargo, en este caso se trataba de un cuadro de esquizofrenia aguda que padecía.16 En marzo de 2001 Armin Meiwes grabó en vídeo como cortó el pene, asesinó, descuartizó y se comió a Bernd Brandes con quien contactó por Internet y que supuestamente le pidió que lo matara y luego lo devorara. Por ello Armin Meiwes es conocido como el caníbal de Rotenburgo. El 8 de octubre de 2007, miembros de la Procuraduría General de Justicia de México DF fueron a la casa de José Luis Calva Zepeda y lo arrestaron bajo la sospecha de ser responsable de la desaparición de su novia Alejandra Galeana Garabito, quien había sido vista por última vez el día 6 del mes. Fue hallado el cuerpo de esta mujer destazado y algunas partes fritas en un sartén. No se ha comprobado científicamente que ingiriera carne humana, y él mismo lo negó antes de morir, pero algunos datos apuntan a que así fue. Trató de escapar a través de una ventana, pero se lastimó en el intento y fue aprehendido. La policía encontró restos del cuerpo de su novia, carne humana en el refrigerador, una sartén con carne humana frita y huesos humanos en una caja de cereal, además de un libro sin terminar titulado Instintos caníbales o 12 días y una foto de Anthony Hopkins en su papel de Hannibal Lecter. Antropofagia en el Paleolítico Medio Otra forma de tratar el cadáver, aparte de los enterramientos o su simple abandono durante el Paleolítico Medio, consiste en su utilización como fuente alimenticia (antropofagia) o como ritual de unas creencias simbólicas de las que en este periodo nada podemos decir. Se considerarán como signos de canibalismo a las señales de cortes en los huesos humanos, siendo semejantes a las que se aprecian en los huesos de animales, aunque existan algunas dudas sobre su producción en algunos casos (Orschiedt, 2008). En estos casos, existe un comportamiento homogéneo con los huesos de animales y humanos, pues se encuentran mezclados entre sí y con las herramientas líticas utilizadas. Lo que no sabemos es si esta practica se realizaba con individuos ya muertos o no. Parece plausible que en periodos de hambrunas estacionales (abundantes en periodos fríos), los neandertales se comerían a los miembros de su grupo social ya muertos, sería un canibalismo de supervivencia (Trinkaus et al. 2006). En estas prácticas destaca el yacimiento de Krapina, tradicionalmente utilizado como ejemplo de tal conducta, debido a la gran cantidad de huesos con estas características. Es característica de los
  • 6. yacimientos en los que se practicó la antropofagia, encontrar un mayor número de huesos pertenece a niños. Tal es el caso de Krapina, donde un 64% de los restos son infantiles (Montet- White, 1996: 62-65). Sin embargo, y con los datos de la etnología comparada, en el canibalismo ritual se suelen despedazar y descarnar cadáveres, pero que pocas veces son consumidos, siendo preciso investigar el tratamiento o disposición especial que sugiera algún ritual. En el paleolítico los yacimientos relacionados con esta conducta como opción de desaparición del cadáver se limitan a 11. Como método de hacer desaparecer el cadáver presenta una representación muy escasa, y está mucho pero documentada. Si añadimos las recientes críticas que relacionan la producción de las señales óseas con alteraciones postdeposicionales e inhumaciones secundarias (Russel, 1987; Orschiedt, 2008), su interpretación con los datos actuales parecería más una simple especulación que una exposición mínimamente documentada. Su posible relación con un ritual asociado a creencias espirituales y/o religiosasa, con efectivos ejemplos etnológicos, lo asociaría con un desarrollo cognitivo similar al que debió de existir en las poblaciones con enterramientos claramente simbólicos, lo que no concuerda con el simbolismo primitivo que vemos en las comunidades del Paleolítico Medio en las que se realizaron tales prácticas (Rivera, 2010). El tema de la antropofagia presenta otros matices. Su existencia menos desarrollada, al menos demográficamente si tenemos en cuenta el escaso número de yacimientos relacionados, y la falta de un simbolismo moderno entre las poblaciones que la practicaban, indican que sólo pudo tratarse, si es que son ciertas, de un asunto logístico, el cual podría estar relacionado con periodos de gran escasez de alimentos o con costumbres relacionadas con esa forma de agresividad humana. Canibalismo Canibalismo entre los mexicas El sacrificio y el canibalismo inició en Mesoamérica hace 2,500 años o tal vez antes. El Conquistador Anónimo nos dice que a los prisioneros de guerra a quienes los mexicas no canibalizarían los esclavizaban. Bernal Díaz del Castillo dice que el tlatoani mismo compartía el canibalismo de su época. "Oí decir que le solían guisar carnes de muchachos de poca edad" para Moctezuma, y en esa misma página se lee que "nuestro capitán le reprendía el sacrificio y comer carne humana, que desde entonces mandó que no le guisasen tal manjar".20 En Historia de Tlaxcala Diego Muñoz escribió: "Ansí había carnicerías públicas de carne humana, como si fueran de vaca y carnero como en día de hoy las hay". Los rituales del calendario mexica
  • 7. El siguiente calendario está confeccionado a partir de la información proporcionada por Bernardino de Sahagún en su obra Historia general de las cosas de Nueva España.21 N° Nombre mexica del mes y equivalentes gregorianos Deidades y sacrificios humanos I Atlacaualo (del 2 de febrero al 21 de febrero) Tláloc, Chalchitlicue, Ehécatl Sacrificio de niños en diversos montes. Extracción de corazones y antropofagia ritual. Sacrificio de prisioneros. II Tlacaxipehualiztli (del 22 de febrero al 13 de marzo) Xipe Tótec, Huitzilopochtli, Tequitzin-Mayáhuel Sacrificio de cautivos: hombres, mujeres y niños. Extracción de corazones y desollamiento. III Tozoztontli (del 14 de marzo al 2 de abril) Coatlicue, Tlaloc, Chalchiuhtlicue, Tona Sacrificio de niños. IV Hueytozoztli (del 3 de abril al 22 de abril) Centéotl, Chicomecacóatl, Tláloc, Quetzalcóatl Continúa el sacrificio de niños (hasta la llegada de lluvias abundantes). V Toxcatl (del 23 de abril al 12 de mayo) Tezcatlipoca, Huitzilopochtli, Tlacahuepan, Cuexcotzin Sacrificio de un joven cautivo escogido y criado con lujos durante un año. Extracción de corazón. VI Etzalcualiztli (del 13 de mayo al 1 de junio) Tláloc, Quetzalcóatl Sacrificio de prisioneros ataviados como tlaloques. Extracción de corazones. VII Tecuilhuitontli (del 2 de junio al 21 de junio) Huixtocíhuatl, Xochipilli Sacrificio de prisioneros y de una mujer ataviada como Huixtocíhuatl. VIII Hueytecuihuitl (del 22 de junio al 11 de julio) Xilonen, Quilaztli-Cihacóatl, Ehécatl, Chicomecóatl Sacrificio de una mujer ataviada como Xilonen. Decapitación y extracción del corazón. IX Tlaxochimaco (del 12 de julio al 31 de julio) Huitzilopochtli, Tezcatlipoca, Mictlantecuhtli Sacrificio por inanición en cueva o templo[cita requerida] X Xocotlhuetzi (del 1 de agosto al 20 de agosto) Xiuhtecuhtli, Ixcozauhqui, Otontecuhtli, Chiconquiáhitl, Cuahtlaxayauh, Coyolintáhuatl, Chalmecacíhuatl Sacrificio de prisioneros. Quemados vivos y extracción de los corazones antes de la muerte. XI Ochpaniztli (del 21 de agosto al 9 de septiembre) Toci, Teteoinan, Chimelcóatl- Chalchiuhcíhuatl, Atlatonin, Atlauhaco, Chiconquiáuitl, Centéotl El sacrificio a Toci culminaba con el sacrificio de una mujer, decapitada por sorpresa: después era desollada y un joven vestía su piel. Sacrificio de cautivos. Extracción de los corazones y desollamiento. XII Teotleco (del 10 de septiembre al 29 de septiembre) Xochiquétzal Sacrificio de
  • 8. prisioneros, quemados vivos. XIII Tepeihuitl (del 30 de septiembre al 19 de octubre) Tláloc-Napatecuhtli, Matlalcueye, Xochitécatl, Mayáhuel, Milnáhuatl, dioses del pulque, Napatecuhtli, Chicomecóatl, Xochiquétzal Sacrificio de cuatro mujeres y un hombre. Extracción de los corazones y decapitación. Canibalismo. XIV Quecholli (del 20 de octubre al 8 de noviembre) Mixcóatl-Tlamatzíncatl, Coatlicue, Izquitécatl, Yoztlamiyáhual, Huitznahuas Sacrificio de esclavos, y hombres y mujeres ataviados como los dioses citados. Extracción de corazones y decapitación. XV Panquetzaliztli (del 9 de noviembre al 28 de noviembre) Huitzilopochtli Sacrificio de cuatro esclavos en el juego de la pelota. Otros sacrificios en procesión. Combates rituales a muerte entre los esclavos. Sacrificio de prisioneros y esclavos. Extracción de corazones. XVI Atemoztli (del 29 de noviembre al 18 de diciembre) Tlaloques Sacrificios de niños, y esclavos por decapitación.[cita requerida] XVII Tititl (del 19 de diciembre al 20 de enero) Tona-Cozcamiauh, Ilamatecuhtli, Yacatecuhtli, dios del infierno, Huitzilncuátec Sacrificio de una esclava ataviada como Ilamatecuhtli. Extracción de corazón y decapitación. XVIII Izcalli (del 8 de enero al 27 de enero) Ixcozauhqui-Xiuhtecuhtli, Cihuatontli, Nancotlaceuhqui Sacrificio de prisioneros y esclavos representando a Xiuhtecuhtli y sus mujeres (solo cada cuatro años). Sacrificios de esclavos cebados a cuenta de devotos que querían ganar prestigio. Nemontemi (del 28 de enero al 1 de febrero) Cinco días baldíos, aciagos. No hay rituales; ayuno general Abolición Los rituales de sacrificios humanos en Tenochtitlan fueron prohibidos por los españoles desde que cayó la ciudad en 1521, pero continuaron en la clandestinidad en otras partes de Mesoamérica, aunque de manera esporádica. Antropofagia en Mesoamérica Escena interpretada como canibalismo en el Códice Magliabechiano, folio 73r. El contenido de este códice, proveniente del siglo XVI, es fundamentalmente religioso, como se confirma con la deidad que acompaña a los participantes del ritual.
  • 9. La existencia de antropofagia en Mesoamérica es objeto de acuerdo entre la mayoría de los historiadores, aunque no los motivos ni las proporciones de la misma. La teoría hegemónica supone que la antropofagia era ritual, inspirada por motivos fundamentalmente religiosos. Los mexicas solían cocinar el cuerpo de la persona sacrificada para preparar el platillo llamado tlacatlaolli y se repartía en un banquete. En otras, se mataba a esclavos o «tlaaltitin», ofrecidos por comerciantes o artesanos con motivo de su propia fiesta religiosa. El cuerpo de la víctima era entregado al sacrificador, quien ofrecía una parte a las autoridades. Los muslos podían ser enviados al palacio real; las vísceras podían servir para alimentar a los animales del emperador: pumas, jaguares, serpientes. Con el resto del cuerpo el sacrificador organizaba un banquete. La porción de carne que consumía cada persona era reducida, aproximadamente media onza (unos 15 gramos). Según Sahagún, la carne era consumida por el anfitrión y por sus parientes. Panorama de antropofagia en América La antropofagia en América fue descrita por los primeros europeos en los siglos XV y XVI, de hecho conforme al diccionario de la lengua española de la Real Academia Española la palabra “caníbal” ( de ‘’caríbal’’) se define como un adjetivo referido a nativos de las Antillas que eran considerados antropófagos. Particularmente en Mesoamérica, las crónicas de Indias relatan estos hechos de forma aterradora, como actos denigrantes e incomprensibles opuestos a la fe cristiana, y como una clara justificación para imponer la religión de los conquistadores españoles, pues consideraron que estos actos eran cosa del diablo. Las prácticas de guerra, el cautiverio de enemigos, las prácticas de desollar a los prisioneros de guerra, el derramamiento de sangre, el autosacrificio de sangre, los sacrificios humanos, y la antropofagia formaban parte de la vida cotidiana y de la complicada religión politeísta de muchas culturas mesoamericanas. Cultura maya Los sacrificios humanos están documentados en la cultura maya, en cuanto a las prácticas de antropofagia se tienen pocos registros. Uno de ellos es el relato de Jerónimo de Aguilar quién junto a Gonzalo Guerrero, sobrevivió el naufragio del golfo de Darién. En agosto de 1511 sucedió un naufragio de expedicionarios que viajaban de la actual provincia de Darién hacia la isla de La Española, fueron sorprendidos por una tormenta, solo una veintena de expedicionarios sobrevivió en un batel, fueron arrastrados hacia el norte por la corriente del canal de Yucatán , finalmente tocaron tierra en la zona norte de la península de Yucatán donde fueron capturados por la tribu maya de los cocomes, de acuerdo con Aguilar cuatro de los compañeros, entre ellos el capitán fueron comidos por los nativos. ..”Prosiguiendo Aguilar su plática, dixo: «E desta manera anduvimos catorce días, al cabo de los cuales nos echó la corriente, que es allí muy grande y va siempre tras del sol, a esta tierra, a una provincia que se dice Maya. En el camino murieron de hambre siete de los nuestros, y viniendo los demás en poder de un cruel señor, sacrificó a Valdivia y a otros cuatro; y ofresciéndolos a sus ídolos, después se los comió, haciendo fiesta, según el uso de la tierra, e yo
  • 10. con otros seis quedamos en caponera, para que estando más gordos, para otra fiesta que venía, solemnizásemos con nuestras carnes su banquete..” Crónica de la Nueva España, Francisco Cervantes de Salazar1 Cultura tlaxcalteca De acuerdo a las crónicas de la conquista, después de ganar batallas y someter a los pueblos indígenas, Cortés solía convencerlos de abandonar las prácticas de sacrificios humanos y antropofagia. Tuvo largas pláticas con los mayas de Cozumel, con los mayas chontales en Centla, con los totonacas de Cempoala, e incluso con sus más numerosos y fuertes aliados, los tlaxcaltecas. Las principales autoridades de la república tlaxcalteca, incluso fueron bautizados a la fe cristiana. La matanza de Cholula y la matanza del Templo Mayor muchas veces han sido justificadas como castigos ejemplares para impedir los sacrificios humanos que practicaban cholultecas y mexicas. Sin embargo este castigo nunca se ejerció en contra de los tlaxcaltecas, evidentemente por la conveniencia de la alianza, durante el sitio de Tenochtitlan, se relataron los siguientes acontecimientos: ..”Era cosa notable lo que nuestros indios hacían y decían aquel día a los de la ciudad: unas veces los desafiaban, otras los convidaban a cenar, mostrándoles piernas y brazos, y otros pedazos de hombres, y decían: "Esta carne es de la vuestra, y esta noche la cenaremos y mañana la almorzaremos, y después vendremos por más; por eso no huyáis, que sois valientes, y más os vale morir peleando que de hambre"; y luego, tras esto, nombraban cada uno a su ciudad y prendían fuego a las casas..” Historia de la conquista de México, Francisco López de Gómara.2 ..’’y vamos por la plaza adelante alaceando y derrocando y atajando muchos, que por nuestros amigos que nos seguían eran tomados, de manera que de esta celada se mataron más de quinientos, todos los más principales, esforzados y valientes hombres; aquella noche tuvieron bien que cenar nuestros amigos, porque todos los que se mataron y llevaron hechos pozas para comer..’’ Tercera carta de relación, Hernán Cortés.3 ..”e hizo gran estrago, matando a unos, derrocando a otros, y cortando el paso a muchos, que en seguida prendían allí los indios amigos. En esta emboscada, sin contar los de los combates, murieron quinientos mexicanos y quedaron presos otros muchos. Tuvieron bien de cenar aquella noche los indios nuestros amigos. No se les podía quitar el comer carne de hombres...” Historia de la conquista de México, Francisco López de Gómara.4 Cultura huasteca
  • 11. Fueron tres los intentos por conquistar la región del río Pánuco por parte del gobernador de Jamaica, Francisco de Garay, las dos primeras expediciones que estuvieron a cargo de Alonso Álvarez de Pineda y Diego de Camargo fracasaron y no fueron muy documentadas, la tercera expedición fue comandada personalmente por Garay, mientras el gobernador viajó a México para entrevistarse con Hernán Cortés, los soldados se amotinaron y hostigaron a los nativos huastecos robándoles gallinas, mantas y mujeres. La respuesta no se hizo esperar: ..”Y desde que aquello vieron los indios de aquella provincia se concretaron todos a uno de matarlos, y en pocos días sacrificaron y comieron más de quinientos españoles, y todos eran de los de Garay; y en un pueblo hubo que sacrificaran sobre cien españoles juntos, y por todos los más pueblos no hacían sino a los que andaban desmandados matarlos y comer y sacrificar... Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo.5 Después de este suceso, Cortés emprendió una fuerte campaña militar en la zona, en esta ocasión más por el deseo de venganza, que por ambición o conquista, pues la zona no era rica en minerales ni piedras preciosas, ni los nativos tenían grandes ciudades. El propio Díaz del Castillo hace mención de los gastos de campaña a manera de cuantificación de las pérdidas económicas. Chichimecas Los chichimecas que en realidad eran un conjunto de diversos pueblos a los cuales se les atribuyó generalizadamente este nombre, también fueron registrados realizando prácticas de antropofagia: ..”También sacrificaban más allá de Jalisco hombres a un ídolo como culebra enroscada, y quemándolos vivos, que es lo más cruel de todo, y se los comían medio asados..” Historia de la conquista de México, Francisco López de Gómara.6 Mexicas La antropofagia en los mexicas ha sido la más estudiada después de la conquista de México. Al parecer los españoles no fueron testigos directos de esta actividad debido a las circunstancias del encuentro con este pueblo, sin embargo sí recibieron amenazas directas. Esto sucedió después de la matanza del Templo Mayor, los mexicas también se habían percatado de la prisión de Moctezuma Xocoyotzin, y se encontraban seriamente ofendidos por los hechos ocurridos: .. decían: "Si no tuviéramos miedo a una mujer y al del caballo blanco, ya estaría derribada vuestra casa, y vosotros cocidos, aunque no comidos, pues no sois buenos de comer, que el otro día lo probamos, y amargáis; mas os hemos de echar a las águilas, leones, tigres y culebras, que os traguen por nosotros; pero con todo esto, si no soltáis a Moctezuma y os vais en seguida, pronto seréis muertos santamente, cocidos con chilmolli y comidos por animales salvajes, pues
  • 12. no sois buenos para estómagos de hombres; porque siendo Moctezuma nuestro señor y el dios que nos da mantenimiento, os atrevisteis a prenderle y tocar con vuestras manos ladronas, y a vosotros, que cogéis lo ajeno, ¿cómo os aguanta la tierra, que no os traga vivos? Pero andad, que nuestros dioses, cuya religión profanasteis, os darán vuestro merecido... Historia de la conquista de México, Francisco López de Gómara7 Díaz del Castillo relató el hecho de forma semejante, pero durante el sitio de Tenochtitlan, en un momento posterior a la captura de los españoles que fueron sacrificados, y desollados en Tlatelolco: Mirad cuán malos y bellacos sois, que aún vuestras carnes son tan malas para comer que amargan como las hieles, que no las podemos tragar de amargor.8 Primeras observaciones Los cronistas de la conquista de México, testificaron las estrategias de combate de los mexicas, se percataron que el objetivo principal era la captura de guerreros enemigos y no necesariamente darles muerte en las batallas: ..”..Y dejémoslo ya, y diré y declararé por qué he dicho en todas estas guerras mexicanas, cuando nos mataron a nuestro compañeros, lleváronlos y no digo matáronlos, y la causa es ésta: porque los guerreros que con nosotros peleaban aunque pudieran matar a los que llevaban vivos de nuestros soldados, no los mataban luego, sino dábanles heridas peligrosas por que no se defendiesen, y vivos los llevaban a sacrificar a su ídolo de la guerra, y esta es la causa por qué he dicho lleváronlos... Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo.9 ..”invocando a sus dioses con más ánimo y fuerza los vencedores, y seguían los alcances, y entonces prendían y cautivaban los que podían, y este era su principal despojo y victoria, prender a muchos para sacrificar a sus ídolos, que era su principal intento, y por comerse unos a otros como se comían, y tenían por mayor hazaña prender que matar; y esto era en las continuas guerras, aunque sucedían escaramuzas de mucha ventura muchas veces, fingiendo alguna huida de industria y ardid de guerra, se salían de través algunas celadas que hacían en él mortal daño a sus enemigos..” Historia de Tlaxcala, Diego Muñoz Camargo.10 ..” No se usaba, como las leyes humanas permiten, que el vencedor, pudiendo matar al vencido, usando de misericordia, le hiciese su esclavo o lo diese por rescate, sino que, no, solamente vencedores mataban a los vencidos y los sacrificaban cuando los traían vivos, pero después de muertos los desollaban y se vestían de sus cueros y comían, cocidas, sus carnes; los señores, las manos y muslos, y los demás, lo restante del cuerpo.. Crónica de la Nueva España, Francisco Cervantes de Salazar.11
  • 13. Como un segundo punto, los cronistas relataron que tras haber sido sitiada la ciudad de Tenochtitlan por más de noventa días, y encontrarse en circunstancias de hambruna, pues no tenían suministros de agua ni alimentos, los mexicas no recurrieron a la antropofagia como un recurso para apaciguar el hambre, López de Gómara, y Díaz del Castillo coincidieron en la observación: ..."Ellos bien la quisieran a la postre (la paz); mas Cuahutimoc no la quiso, porque al principio la rehusaron contra su voluntad y consejo, y porque muriéndose todos, no dieron señal de flaqueza; porque se tenían los muertos en casa porque sus enemigos no los viesen. De aquí también se conoce cómo mexicanos, aunque comen carne de hombre, no comen a de los suyos como algunos piensan; que si la comieran, no murieran ansí de hambre".. Historia de la conquista de México, Francisco López de Gómara.12 ..”y hallóse toda la ciudad como arada y sacadas las raíces de las hierbas buenas que habían comido cocidas, hasta la corteza de algunos árboles; de manera que agua dulce no les hallamos ninguna, sino salada. También quiero decir que no comían las carnes de sus mexicanos, si no eran de las nuestras y tlaxcaltecas que apañaban, y no se ha hallado generación en muchos tiempos que sufriese el hambre y sed y continuas guerras como éstas”.. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo.13 Primeros estudios del siglo XVI Fue fray Bernardino de Sahagún uno de los primeros estudiosos de la religión y costumbres de los mexicas, escribió la Historia general de las cosas de la Nueva España basándose en investigaciones de primera mano de los nativos mexicanos, su obra está dividida en doce libros. En el siglo XX, Ángel María Garibay resalta la importancia de la obra de Sahagún para el conocimiento de las ideas religiosas del grupo racial náhuatl, y de toda Mesoamérica, debido a las grandes afinidades en los sistemas de creencias entre todos los pueblos, incluso la cultura maya fue influenciada por las culturas del altiplano en el período posclásico mesoamericano. El segundo de los doce libros de la Historia general de las cosas de la Nueva España, se llama Que trata del calendario, fiestas y ceremonias, sacrificios y solemnidades que estos naturales de esta Nueva España hacían a honra de sus dioses y se detallan los sacrificios humanos que se realizaban cotidianamente y al menos en los meses de Tlacaxipehuliztili, Tepeihuitl, dedicados respectivamente a los dioses Xipe Tótec y Tláloc, las ceremonias incluían la práctica de antropofagia: ..” Después de haberles sacado el corazón, y después de haber echado la sangre en una jícara, la cual recibía el señor del mismo muerto, echaban el cuerpo a rodar por las gradas abajo del cu. Iba a parar a una placeta abajo; de allí la tomaban unos viejos que llamaban quaquauacuiltin y le llevaban a su calpul, donde le despedazaban y le repartían para comer Historia general de las cosas de la Nueva España, Bernardino de Sahagún.14
  • 14. ..”Después que las hubieron muerto y sacados los corazones, llevaban las pasito, rodando por las gradas abajo; llegadas abajo, cortaban las cabezas y espetaban las un palo, y los cuerpos llevaban los a las casas que llamaban calpul, donde los repartían para comer.”... Historia general de las cosas de la Nueva España, Bernardino de Sahagún.15 Particularmente para la ceremonia de Xipe Tótec, Sahagún describió que las víctimas que regularmente eran comidas eran cautivos de guerras, que se les mantenía prisioneros y con vida para ser sacrificados en el mes de Tlacaxipehuliztili: ..”Después de desollados, los viejos, llamados quaquauacuiltin, llevaban los cuerpos al calpulco, adonde el dueño del cautivo había hecho su voto o prometimiento; allí le dividían y enviaban a Motecuçoma un muslo para que comiese, y lo demás lo repartían por los otros principales o parientes; íbanlo a comer a la casa del que cautivó al muerto. Cocían aquella carne con maíz, y daban a cada uno un pedazo de aquella carne en una escudilla o cajete, con su caldo y su maíz cocida. Y llamaban aquella comida tlacatlaolli; después de haber comido andaba la borrachería”... Historia general de las cosas de la Nueva España, Bernardino de Sahagún.16 Teóricos del canibalismo alimentario Edward Payne en su History of the New World Called America, de 1892, especuló que los sacrificios humanos respondían a los deseos e intereses de las clases dominantes y afirmó que la ideología que motivaba el rito de ingerir la carne humana era producto de las condiciones materiales de existencia en la época. En 1977, Michael Harner volvió a lanzar la vieja teoría de Edward Payne, afirmando que, frente a las grandes deficiencias proteínicas en la dieta de los habitantes del Valle de México, dada la ausencia de grandes mamíferos domésticos, las élites aztecas habían debido comenzar a comerse a los plebeyos17 El antropólogo Marvin Harris, autor del libro Caníbales y reyes ha insistido en que la carne de las víctimas era parte de la dieta aristocrática, como recompensa, dada la falta de proteínas en la dieta común. De acuerdo con él, la economía azteca no habría sido lo suficientemente generosa como para permitir alimentar a los prisioneros como esclavos, por lo cual éstos eran "carne en movimiento". El profesor en París del Museo del Hombre, Christian Duverger, autor de un estudio sobre el sacrificio azteca, La flor letal, escribe: "Digámoslo para empezar: el canibalismo azteca no fue inventado íntegramente por los españoles para justificar su sangrienta conquista. Tampoco se le puede disimular tras una coartada mística, pues no es reducible a la antropofagia ritual [...]. ¡No! La antropofagia forma parte de la realidad azteca y su práctica es mucho más corriente y mucho más natural de lo que a veces se suele presentar." Y añade: "Abramos los códices: brazos y piernas surgen de una jarra colocada sobre el fuego; unos indios acurrucados devoran, a mano,
  • 15. la carne de los miembros de un sacrificado".18 Sin embargo, Duverger pasa por alto que la imagen evocada del códice Magliabechiano (ver ilustración) representa al lado de los "indios acurrucados" que devoran carne humana a una deidad mexica y que este documento es un texto de mediados del siglo XVI cuyo contenido es de carácter fundamentalmente religioso. No obstante, a principios de 2005 fue publicada una nota periodística, "Los aztecas sí eran caníbales; hallan en Ecatepec utensilios de cocina al lado de huesos humanos". La nota del periódico mexicano La Crónica, basada en Discovery Channel, dice que "los aztecas cocinaban, despellejaban y comían seres humanos, de acuerdo con afirmaciones de arqueólogos mexicanos, incluido el director del Museo del Templo Mayor".19 Evidencia contra la hipótesis de canibalismo alimentario Ortiz de Montellano,20 entre otros, ha presentado evidencia de que los aztecas tenían una dieta balanceada y que la aportación nutricional del canibalismo no era muy efectiva. Los aztecas parecían poseer suficientes fuentes de proteínas, pues habían domesticado tres especies de animales para consumir su carne: guajolote, pato criollo (Cairina moschata) y perro. Además, aunque no domésticos, la gran cantidad de venado salvaje y otras fuentes de proteínas animales en la región reduce la credibilidad de la hipótesis que privilegia el canibalismo por razones alimenticias como explicación de los sacrificios aztecas. "La propia descripción de la forma de cocinar esta carne", dice Sophie D. Coe, "de la cual estaba ausente el chile, sugiere que no se trataba de una comida ordinaria sino de un rito religioso."21 De acuerdo con Coe, Harner fue inducido al error porque el momento en el que escribió su artículo era el de la "gran locura proteínica" en los Estados Unidos, cuando algunos antropólogos medían a cada civilización dependiendo de la cantidad de proteínas animales que, en promedio, consumían los ciudadanos. Michel Graulich declaró que: El banquete antropófago era un evento religioso y social muy importante. Se comía al muerto divinizado, se unía con él, pero también se trataba de una ocasión para invitar y honrar a familiares, para hacer relaciones con personajes importantes, para ganar prestigio, y en todo esto se podía gastar el producto de años de trabajo.22 Prehistoria Canibalismo El paleontólogo estudia acontecimientos que no ha presenciado, por lo que basa sus conclusiones en indicios, como los detectives. En su diversidad, los paleontólogos se ocupan de muchos aspectos de la vida en el pasado, generalmente nada relacionados con las pesquisas de los policías. Sin embargo, cuando el paleontólogo es especialista en fósiles humanos y se interesa por los casos de muerte y canibalismo en la prehistoria, se convierte en detective por partida doble.El canibalismo podría dividirse, a grandes rasgos, en: a) canibalismo ritual, cuando se trata de una práctica o rito funerario, que consiste en consumir respetuosamente los cuerpos de los miembros fallecidos del grupo (en una especie de comunión más o menos mística); b)
  • 16. canibalismo gastronómico, que consiste en matar y comer a los miembros de otros grupos con propósitos meramente alimenticios; es decir, como si se tratara de presas animales; c) canibalismo de miembros del propio grupo en circunstancias excepcionales de extrema necesidad. En cuanto a los indicios, éstos pueden encontrarse en los propios fósiles o en su contexto (evidencia directa o circunstancial en el lenguaje de las películas policiacas). En muchas ocasiones, la evidencia que se ha aducido para presentar un caso de canibalismo se basa en la forma en que aparecen rotos los huesos humanos. Pero estas fracturas pueden obedecer a múltiples causas, de origen humano o naturales. Por ejemplo, los cráneos de los famosos Homo erectus de Zhoukoudian (cerca de Pekín, en China) o de Java presentan rota la base del cráneo lo que se interpretó como prueba de la extracción del cerebro por otros humanos. Sin embargo, hoy está claro que la pérdida de la base del cráneo se debe a que es una región frágil, que muy raramente se conserva. Otras causas de rotura de huesos pueden ser las actividades de los animales antes del enterramiento natural de los fósiles (pisoteo, dispersión o consumo), el peso del sedimento sobre los fósiles o la caída de rocas (en cuevas), el transporte por el agua y otros muchos agentes no biológicos. Un tipo de indicio a primera vista concluyente sería encontrar sobre restos humanos marcas de corte como las que se encuentran sobre los herbívoros comidos por los humanos. Para separar la carne de los huesos, los hombres prehistóricos utilizaban el filo de sus utensilios de piedra, que se aplicaban en lugares determinados, especialmente en los tendones, dejando marcas de descamamiento sobre los huesos. Marcas muy similares a éstas pueden producirse también naturalmente, por lo que sólo es convincente un conjunto de tales huellas que reflejen un trabajo sistemático en las inserciones musculares oportunas. Y ni siquiera en este caso quedaría probado el canibalismo, porque el descamamiento podría tener otro objetivo, por ejemplo, algún tipo de rito de preparación o limpieza de esqueletos. El autor que más rigurosamente ha estudiado cómo quedan los huesos después de un banquete caníbal es Tim White, de la Universidad de California, en Berkeley, que ha investigado esqueletos de grupos de indios americanos precolombinos que habían sido consumidos por otros indios, y no precisamente de forma ritual. Pues bien, las características observadas por White se encuentran en los fósiles humanos de la Gran Dolina, en la sierra de Atapuerca, en Burgos, con una antigüedad entre 800.000 y un millón de años. En un artículo publicado este año en Science, Femández-Jalvo, Díez, Bermúdez de Castro, Carbonell y Arsuaga mostraron cómo los restos humanos de varios individuos presentaban marcas de corte y patrones de desmembramiento y fracturación similares a los de los herbívoros consumidos allí mismo. Sólo resta pedir al lector que no busque segundas intenciones cuando se afirma que el caso más antiguo de canibalismo es español. Sacrificio y antropofagia
  • 17. Cartas cruzadas Por Pablo Escalante Gonzalbo y Rodrigo Martínez Baracs El debate sobre los sacrificios humanos en la cultura mesoamericana, particularmente entre los mexicas, es impostergable. Aquí Escalante Gonzalbo, experto en el orbe prehispánico, y Martínez Baracs, especialista en el mundo indígena tras la Conquista, intercambian cartas para sentar las bases de esa discusión. Querido Pablo: Horst Kurnitzky ha mostrado que el Estado mexicano surgido de la Revolución de Independencia, primero, y de la Revolución mexicana, después, fundamentó parte de su legitimidad en una “mexicanidad” proveniente de un supuesto México prehispánico, lo cual ha impedido estudiar de manera consecuente el mundo prehispánico e indígena. Los indios se volvieron un sitio “impensable” de la realidad mexicana, de la memoria mexicana, inaccesible a la racionalidad. Uno de los temas así oscurecidos ha sido el de los sacrificios humanos y la antropofagia, que se niegan, olvidan o minimizan, se exaltan o normalizan acudiendo a las buenas razones y a los sistemas religiosos que se dieron las sociedades que los practicaban, o se relativizan remitiendo a otras sociedades que practicaban sacrificios. Habría que reconocer, en primer lugar, que la práctica de los sacrificios humanos, muchas veces asociada a la antropofagia, estuvo presente no sólo entre los mexicas, o en Mesoamérica, incluyendo los mayas, sino que existió en casi todos los pueblos americanos, desde los esquimales en el norte hasta los araucanos en el sur. Sabemos también que la práctica existió desde la época de los cazadores recolectores, y puede suponerse que se intensificó con la agricultura y la preocupación por la fertilidad de la tierra, y aún más con la aparición de las formaciones estatales, con las ciudades, con la civilización, y aún más con su creciente militarización, hasta llegar a la extrañamente fácil conquista española. Si bien se registran los sacrificios humanos y la antropofagia en muchas sociedades del Viejo Mundo (Europa, Asia y África), su práctica más sistemática parece haber sucedido durante la época de las primeras civilizaciones, después de lo cual declinó y ha tendido a aislarse y a verse como algo reprobable y castigable. Pero en América los sacrificios continuaron hasta que llegaron los conquistadores españoles, que se horrorizaron. Si la práctica sistemática de los sacrificios ha sido particularmente intensa y generalizada en el tiempo y el espacio en América, la cuestión se puede formular, como lo hizo Octavio Paz en 1986 en sus muy informadas y lucidísimas “Reflexiones de un intruso” (reseña de The Blood of Kings de Linda Schele y Mary Ellen Miller; Obras completas, t. VII, pp. 132-145), vinculando la cuestión del “encuentro de dos mundos”, del tardío poblamiento de América, hace algunas pocas decenas de miles años, y del subsiguiente aislamiento de la población del Nuevo Mundo respecto a la del Viejo, hasta 1492. Durante este aislamiento se produjo un desfase tecnológico y bacteriológico que resultó determinante en la conquista española. Tal vez esta peculiaridad del
  • 18. desarrollo americano sea el ámbito en el que se pueda entender la práctica sistemática del sacrificio humano. Debe reconocerse que aún no tenemos respuestas probadas o aceptables y que debemos ensayar varias posibles causas que pudieron coincidir de manera diferencial. En primer lugar, debe recordarse que el tardío poblamiento humano de América por el estrecho de Bering explica que la agricultura haya comenzado en el Nuevo Mundo miles de años después que en el Viejo y que también las grandes civilizaciones (Mesoamérica y los Andes) comenzaran aquí miles de años después. Esto permite entender por qué los sacrificios humanos seguían existiendo en América en una época en la que ya habían sido abandonados en el Viejo Mundo, aunque sustituidos por la ferocidad política y judicial de las formaciones estatales y por la presencia omnipresente de las guerras. Pero todavía falta explicar por qué fue tan sistemática la práctica de los sacrificios en toda la historia americana. Una clave puede ser no tanto la inferioridad tecnológica del Nuevo Mundo como la peculiaridad cualitativa de su desarrollo tecnológico, que privilegiaba el trabajo colectivo, las grandes obras públicas, hidráulicas y arquitectónicas, y que exigía la subordinación del individuo a la colectividad, la disposición de los individuos a sacrificarse por el grupo. Varios autores han señalado el bajo sentido de individualidad de los indios, que vino a trastocar la conquista con el cristianismo y las relaciones mercantiles. Para explicar esta subordinación del individuo al grupo se ha apelado a una organización socioeconómica comunitaria, a un fuerte sentimiento religioso, a una peculiar constitución mental o aun cerebral, pero ninguna explicación parece suficiente. Tal vez más bien habría que destacar el papel de las formaciones estatales teocráticas y militaristas en la creación de esta integración del individuo a la colectividad, a través del control del calendario, de la escritura, de la educación, de la propaganda y de las ceremonias. Los sacrificios humanos, ligados a la antropofagia y la tortura, pueden ser considerados como una forma de terrorismo estatal. Y de manera más peculiar, las grandes ceremonias en las grandes plazas frente a las pirámides, en las que se practicaba el ayuno, el autosacrificio y el consumo de drogas (o de “enteógenos”, como decía Gordon Wasson), en las que se bailaba y cantaba durante horas, y se presenciaban sacrificios sangrientos y representaciones rituales-teatrales, con los sacerdotes ataviados como dioses (tal como eran representados en múltiples imágenes), ciertamente estas ceremonias fueron alterando las mentes de la gente. Un resultado fue que los dioses, sus historias y sus exigencias fueron interiorizados por la mente. Pero esta interiorización de los mandatos de los dioses y de los sacerdotes no parece suficiente para explicar el que una madre esté dispuesta a entregar a un hijo o una hija para ser sacrificada en los cerros a los dioses de la lluvia, ¿o sí? Otras posibles causas deben ser consideradas. Una de ellas es que la agricultura se desarrolló en el Nuevo Mundo sin ganadería, lo cual habría generado una escasez de proteínas que favoreció el sacrificio y la antropofagia. Michael Harner calculó un promedio de 250,000 seres humanos sacrificados cada año en el México central. Si aceptamos, por comodidad, la cifra de la población de 25 millones que dieron Sherburne F. Cook y Woodrow Borah para 1519, en términos muy aproximados tendríamos que una de cada cien personas era sacrificada al año. La proporción
  • 19. varía si se considera que la mayor parte de los sacrificados pertenecía al estrato superior, noble, de la sociedad. Son muchos los sacrificados, pero no suficientes como para darle una importancia muy grande a la explicación proteínica de la antropofagia ritual. Otra causa puede ser la mencionada diferencia epidemiológica del Nuevo Mundo, que provocó en el siglo que siguió a la conquista española una mortandad indígena de cerca del 95%, debido a la ausencia de anticuerpos contra las enfermedades infecciosas traídas por los conquistadores. La ausencia de grandes epidemias en la época prehispánica ciertamente debió aumentar la importancia de los sacrificios y de las guerras como medio de control cuantitativo de la población. Pero, otra vez, la cuestión está en cómo hacerse una idea de la importancia relativa de esta posible explicación. Me doy cuenta de que la mayoría de las posibles causas concomitantes que he mencionado puede vincularse a los siglos anteriores a la conquista española. Puesto a buscar causas remotas, hay una que me parece que debe ser considerada, y aquí me permito citar, Pablo, tu ensayo sobre “El México antiguo” de la Nueva historia mínima de México, de 2004. Allí escribes que durante el primer poblamiento de América todavía no concluía la coexistencia de nuestros antepasados Homo sapiens sapiens con la desaparecida subespecie Neanderthalensis. Se han discutido varias hipótesis sobre la desaparición de los neandertales y parece predominar la razón de que no se pudieron adaptar a los cambios climáticos, pero no se han podido desechar las posibilidades de un mestizaje y de un genocidio, con antropofagia masiva, practicados por nuestros antepasados. No sabemos de qué manera el primer poblamiento de América incidió sobre este proceso, y si desde entonces nació, de diferentes maneras en ambos mundos, la afición humana por la antropofagia. Aclaro que no es que yo crea en esta posible causa de la intensa práctica de la antropofagia en América, pero por el solo hecho de poder ser formulada, los historiadores nos tenemos que hacer cargo de investigar esta posibilidad, para aceptarla, rechazarla o completarla. ANTROPOFAGIA: COMER CARNE HUMANA Los indios brasileños prehispánicos preparaban así la carne de sus víctimas para un posterior banquete antropofágico. No sólo en Africa se practicó canibalismo. Nativos de América, como los indios caribes, mayas, aztecas, guaraníes y hasta mapuches lo hicieron. Aunque muchos de estos episodios poco entendibles en nuestra sociedad actual, han sido ocultados y silenciado en más de alguna ocasión, en forma deliberada por historiadores con intereses propios y “patrioterismos mal entendidos”. En estas líneas haremos una aproximación a la antropofagia, y aportaremos una serie de datos
  • 20. que nos servirán para entender algunos acontecimientos actuales, además de poder apreciar que el ser humano es una parte más de la evolución de la humanidad, y que no hemos llegado hasta estos días libres de sacrificios como seres adelantados a otras especies de nuestro planeta. Somos simplemente otra forma de vida más en el Universo, condicionados por circunstancias con cualidades y deterioros como muchas otras. Poseemos ciertas virtudes más desarrolladas, pero a la vez vamos perdiendo otras en forma alarmante, que nos pueden llevar a una autodestrucción en un futuro próximo. El proceso mental descrito en forma clara y muy pedagógicamente por J.G.Frazer( * ) en su monumental obra “ La Rama dorada” nos explica que los pobladores del neolítico vivían bajo un sistema de clanes de subsistencia mínimas, y todos de alguna forma u otra practicaban el sacrificio sangriento. Comerse el corazón del enemigo admirado para adquirir su valor, o clavar las lanzas en las huellas para que no escaparan es una de las pocas muestras de la mentalidad de aquellos oscuros tiempos. Diferentes culturas han ido adaptando sus creencias y ritos a ciertas prácticas de estos sacrificios humanos. Los conquistadores españoles se encontraron con indígenas que practicaban la antropofagia, aunque estos magnificaron mucho sus descripciones con el fin de instaurar sin trabas burocráticas sus creencias y dominio sobre las diferentes tribus y pueblos, para quienes estas inmolaciones constituían parte esencial en sus ritos religioso Existen numerosos testimonios en América de observadores imparciales, pues lo que esta claro, es que los testimonios que provenían de fuentes españolas no brillaban por su objetividad, sin olvidar que en el continente “descubierto” sus historiadores nunca han querido reconocer este hecho abiertamente. La muestra es que, son muy pocos los libros de historia en los colegios que nos hablan de este tema. También existieron argumentos sobre las costumbres de antropofagia, para justificar el tráfico de esclavos en Africa y el exterminio de los indígenas en las tierras conquistadas en América. Basándonos en el estudioso Alberto Medina, antropólogo de la Universidad de Chile, y también otro estudioso de esa misma universidad, Michel Romier, el primero no duda en expresar que el canibalismo existió y hay documentos y pruebas que demuestran su existencia. Uno de los temas más delicados en Chile es si los mapuches practicaron la antropofagia habitualmente o no. El doble estándar del chileno medio, de admiración a sus antepasados por su bravura y actitud guerrera de resistencia al conquistador, muchas veces no le permiten tratar ciertos puntos que son sólo históricos, y de un cariz netamente antropológico, y que en ningún momento es traspasado a la época actual, donde la situación es totalmente diferente de este admirable pueblo. Para tal efecto, y demostrar la grandilocuencia de muchos comentarios al respecto de este tema, podemos mencionar un documento del año 1554, escrito por Pedro Nariño de Lobera
  • 21. quien describió una época de gran hambruna y desastres guerreros de los mapuches, y escribió “se andaban matando unos a otros para comer, el matador, la carne del que mataba” También describía que de nada servía el reparto de trigo, maíz, y otros alimentos, por que estaban tan aficionados a comer carne humana “que tenían carnicería de ella y acudían a comprar un cuarto de hombre” Según Romier estas eran exageraciones propias de los relatos de los cronistas españoles de la época, quienes de alguna forma trataban de demostrar a la Corona que estaban en una empresa realmente difícil y de costoso mantenimiento. Más aún, las leyes de Indias indicaban claramente que los tres motivos primordiales para una acusación de un indígena eran: rebelión, homosexualidad y canibalismo, en ningún caso, la captura era para esclavizarlos. En este punto hay que recordar que el fundador de Santiago, el extremeño Pedro de Valdivia, una vez muerto en la batalla de Tucapel en el año 1553, fue su corazón devorado por los toquis que lo habían vencido, todo esto en un acto ritual de reconocimiento de la valentía de su contrincante y de adquirir los valores de su enemigo. Por lo tanto, no siempre se puedo clasificar el comer carne de humanos como un hecho asociado a la hambruna o al acostumbramiento de esta acción generalizada. Según el antropólogo Alberto Medina, también los onas y los yaganes habrían sido aficionados a prácticas ocasionales de canibalismos. Esto ha sido negado muchas veces por otros estudiosos, pero la revisión de osamentas humanas con evidencias de desgarramientos de carnes por acción de depredador humano, más algunos relatos de Darwin y el navegante inglés Fitz Roy confirmaría esta acción. Thor Heyerdhal, el investigador noruego que estuvo largo tiempo en Isla de Pascua también comentó en uno de sus libros “Arqueología de Isla de Pascua” publicado en 1961 que “un viajero norteamericano V.S.Frank ( ** ) obtuvo algunas memorias hasta entonces no registradas sobre las últimas ceremonias caníbales que permanecían en la memoria de los más viejos vivos de la isla, quienes habían participado en estos ceremoniales. Al parecer, estas actividades en los últimos tiempos eran ocasionales y como medidas extremas a ciertas situaciones con foráneos o rivalidades insalvables entre familias de la isla. El ritual seguía unos estrictos pasos y lo conocían al último sólo los más ancianos de la isla. Antecedentes similares de antropofagia en América existen en muchas culturas y pueblos definidos. Por ejemplo, en los años 1556 y 1558 el pastor protestante francés Jean de Lery comenta episodios de canibalismos en este continente. Menciona a los indios tupinambas del Brasil. Quienes tenían constantes luchas tribales y los prisioneros de estos enfrentamientos posteriormente eran comidos por los vencedores. También el francés Alfred Metreaux, en su libro “La religión de los tupinambas” hace mención a esta práctica entre los indígenas tupinambas. Cristóbal Colom, también dejo mención de esta práctica en algunas tribus de indígenas
  • 22. caribeñas, algunas que ocupaban las costas de Venezuela, Guayana y Colombia. Los guaraníes de Brasil y del Norte del Paraná, que algunos denominan tupiguaraníes, se comían a los abuelos, quienes consideraban un honor terminar sus días de esa forma, lo cual indica, una trascendencia en el acto mismo mucho más allá de engullir por hambre, o costumbre a sus semejantes. Existe todo un ritual religioso y social sobre esta actividad que nos puede parecer a primera vista tan despreciable. Los aztecas de parte del Golfo de México, que se encontraron los conquistadores hacían sacrificios humanos, y esto esta científicamente demostrado por los estudios arqueológicos. Se arrancaba el corazón a la víctima y luego su cuerpo era arrojado por las escalinatas del templo. Los restos eran recogidos por sus familiares quienes compartían el ritual del ofrecimiento a los dioses de esa forma, acompañando a los sacerdotes del templo. La leyenda incluso nos deja algunos detalles que no se sabe su origen, pero si ha permanecido por los siglos, como es que Moctezuma era un gran comedor de nalgas humanas, siendo esta la parte favorita del cuerpo humano, reservada siempre a este caudillo de antaño. En este punto mencionaremos que el antropólogo neoyorquino Dr. Michael Harner, defiende la tesis de que los aztecas no sacrificaban vidas humanas solamente por motivos rituales, sino también para devorar la carne, encasillándolos así entre los pueblos antropófagos. Harner que pertenecía a la “New School for Social Research” defiende la tesis de que las necesidades proteínicas de los habitantes primitivos de México sólo podían cubrirse con la ingestión de carne humana, dado que los aztecas no tenían animales domésticos, como vacas o cerdos. Esta tesis encontró de inmediato respuesta de sus colegas, entre ellos el antropólogo Meter T. Furts de la “State University of New Cork” quien afirma que los aztecas tenían súper-habits de alimentos y que, por tanto, no se veían obligados a comerse la carne de los sacrificados. Según documentos de los sacerdotes que acompañaban a Cortés y sus soldados, se menciona la abundancia de alimentos de los aztecas, por ejemplo, se menciona la caza de palomas, patos silvestres y gansos. Por otra parte, Nancy Troike de la Universidad de Texas aseguró que “la alimentación de los aztecas antes de la conquista, era mejor que la de los mexicanos de hoy”. La disputa de opiniones estaba servida. El Dr Harner, termino el tema expresando que no le importaba la reacción airada de sus colegas…”no quieren que los hombres a cuyo estudio se dedican fuesen caníbales y se aferran a su contemplación romántica de los aztecas” Como se aprecia hay opinión de todos los gustos y para según los intereses de cada uno. Los mayas hacían sacrificios pero no se ha determinado con certeza si comían carne humana o no en sus ceremoniales, o en algún rito de ofrendas. El film de Mel Gibson, “Apocalyto”, precisamente mostró este tema en forma cruda en el año 2006, y de inmediato la comunidad maya hizo publico su repudio a esta película, incluso Francisco Rosado May quien fue rector de la Universidad de Quintana Roo y ahora es investigador visitante de la Universidad de California, en Santa Cruz, además de doctor en biología y proviene de familia maya, además de ser un gran estudioso de esta cultura, mostró su desacuerdo con lo que plantea a simple vista el film, y lo que significa para la mente de un espectador poco preparado. Como se podrá apreciar la controversia esta servida, y es un antecedente más que, hablar de este tema hoy en día inquieta
  • 23. mentes, países, culturas, y remueve muchas posiciones ideológicas y planteamientos científicos y morales de muchas personas. Los incas de más al sur en cambio se ha determinado con bastante exactitud que no practicaron el canibalismo en sus acciones ni vida cotidiana. Aunque en los últimos años, estudios registrados en hallazgos de entierros en la zona de Maria Elena, en el desierto de Chile por el visitador especial del Consejo de Monumentos Nacionales, Claudio Castellón, indican ciertos rituales de decapitaciones de cuerpos de personas y también de fetos de algunos animales, y que podrían tener que ver con ritos de sobreviviencia en una zona tan inhóspita. ¿Las razones para la decapitación? Aún no se sabe las causas concretas, y se barajan varias alternativas, una de ellas es un tipo de antropofagia limitada sectorial en aquelllas tierras del norte de Chile y en ocasiones muy puntuales. De todos modos, en este caso no esta dicha la última palabra por parte de los especialistas. Las personas piensan que generalmente en África es donde se ha dado más la antropofagia, pero según estadísticas recientes se ha podido determinar que los aborígenes de América fueron más aficionados a esta práctica. Los primeros misioneros que estuvieron en el África Central en los años 1890 nunca mencionaron esta práctica. Otras connotaciones diferentes son que algunas tribus africanas extraían el hígado del muerto y lo comían para evitar la venganza del espíritu. Estas referencias sí existen sobre brujerías y hechiceras, que practicaban una especie de canibalismo ritual-espiritual y con unas referencias más supersticiosas que de llevar a cabo la acción misma de antropofagia por otro fin. En este punto, se ha podido determinar que muchos aborígenes autóctonos usaban este pretexto contra otras tribus – de acusarlos de caníbales – como justificación de cazarlos y entregarlos a los ingleses, franceses y portugueses para la esclavitud. Oceanía y sus habitantes sí tienen antecedentes variados de canibalismo. Polinesia, Micronesia, Melanesia, Islas Hawai, Fidji, Tuamotu, Malasia, Samoa, Marquesas, Filipinas, Nueva Guinea, las Carolinas, Thahití, etc. Cabe recordar al amigo lector en este punto la muerte de James Cook, quien fue devorado en una playa de Hawai, junto a algunos marineros de su aventura. Los detalles los dejaron sus compañeros de barco que logaron escapar, estos son muy claros de la forma que termino uno de los más grandes navegantes ingleses. Ritual azteca en el que se devoraba a las víctimas sacrificadas. Antropofagia y simbolismos La acción de comer carne humana ha estado llena de controversias, simbolismos, interpretaciones acomodadas a circunstancias, etc. Muchas culturas, se comen un bocado de carne humano de algún pariente muerto recientemente por un propósito superior. Esta acción es con el fin de incorporar cualidades del difunto devorado al degustador, todo esto viene a significar al final un acto de amor y admiración para igualarse al que entrega su cuerpo en este
  • 24. acto. Aunque difícil de ver bajo este punto de vista, el ser humano actúa en condiciones extremas con un mecanismo parecido, donde un ritual significativo de amor hace olvidar la parte grotesca de este asunto. Sin querer ser repetitivo, el conocido caso del equipo de rugby uruguayo que cayó en la Cordillera de los Andes en el año 1972 y tuvo que recurrir a esta práctica, precisamente lo hicieron bajo el concepto de una “comunión sagrada” Las condiciones extremas de la situación, dio una salida a este acto de antropofagia entendible solo por quienes estaban en esos momentos desesperados y casi al borde de la muerte. A pesar en las condiciones que se realizó esta medida extrema, la acción misma, causo debates morales e ideológicos pues algunos teólogos católicos, de inmediato quisieron apartar este acto de antropofagia de una relación con el acto litúrgico de la comunión que todos conocemos. Hemos mencionado esta discordancia como un modo de ver la reacción del interior místico que anida en los humanos ante actos de este calibre, y esta relación de por sí es muy interesante. Si comer carne humana en muchos casos no es por hambre, sino por motivos espirituales, es claro añadir que este asunto es todo un conglomerado de signos que rodean una sociedad, una situación especial en muchos casos, lo que sustentan, todo esto hace posible este acto de devorar de un semejante. Muchos antropólogos han querido ver el significado del alargamiento de la vida, y es así como leyendas de Jonás y la ballena que lo devora, o el cuento infantil de la Caperucita Roja , etc., son vistos como un motivo mítico que se refiere a la trascendencia de la vida. La víctima, o sea el devorado sigue viviendo dentro del devorador Lógicamente, las consecuencias logran un cambio de vida en ambas partes. El concepto de devoración se calibra bajo otros conceptos menos hoscos y más de congéneres. Nuestras sociedades actuales han despreocupado la parte interior del ser humano, sus motivaciones y sus creencias. Muchas de estas creencias distorsionadas han sido conducidas por otros caminos totalmente ajenos a los instintos innatos del hombre, y cuando aparecen ciertos elementos disociadores, acciones primitivas extremas, no pensamos jamás que somos un engranaje más de este enjambre humano, y cuando este se rompe ocurren experiencias que nos resultan difíciles de explicar. Cómo la anterior que vamos a relatar. Causas, incidencia y factores de riesgo Uno de los lugares donde se practicó el canibalismo ritual hasta mediados del Siglo XX fue Nueva Guinea. La antropóloga Dra. Linderbaum, fue uno de primeros científicos en describir y prestar atención a una extraña dolencia que tenían muchos aborígenes de la población de Pootie. Los científicos occidentales la descubrieron en la década del 50 en la tribu "Fore", asentada en las elevaciones selváticas de Papúa Nueva Guinea. La enfermedad que aquejaba a muchas mujeres de aquella etnia la denominaron Kuru. ( Escalofríos en la lengua aborigen) en forma coloquial mucha gente le denominó “enfermedad de los tiritones” o “de la risa sin razón”
  • 25. Esta enfermedad poco conocida a esa fecha atacaba el sistema nervioso central de estos aborígenes y según la descripción técnica y profesional de la asociación Walgreen Co. (textual) es definida como sigue: El kuru es una rara enfermedad causada por un prion y se presenta casi exclusivamente entre los habitantes de Nueva Guinea, quienes practicaban una forma de canibalismo en la cual se comían los cerebros de los familiares muertos como parte de un ritual funerario. El kuru produce cambios neuro degenerativos parecidos a los de otra enfermedad por prion, la de Creutzdeldt-Jacob (vCJD) que se presenta esporádicamente en el mundo y de la cual se desconocen los factores de riesgo. Los síntomas principales de esta dolencia denominada Kuru, es ataxia cerebral, perdida de coordinación, temblores, atrofia cortical, congestión del fluido sanguíneo. Todo esto desencadenaba un proceso de demencia y producía un ruido bucal característico, debido a la descoordinación de los músculos de las mandíbulas, que se asemejaba a un acceso de risa por parte del aborigen afectado. Los estudios respecto a esta enfermedad se centraron en los estudios de los prion protein, los cuales algunos aparecían sanos y otros deformes. Fue un proceso largo que desencadeno en el año 1985 cuando científicos ingleses establecieron una conexión entre la encefalopatía espongiforme bovina (EBB) más conocida como “el mal de las vacas locas” y su forma humana, la variante de Creutzdeldt-Jacob (vCJD) Los científicos John Collinge y Simon Mead en los años 1987 comprobaron estos análisis y su estudio fue publicado en el año 2003 en “Revista de Ciencia”. También el arqueólogo de la Universidad de Bradford, Thimothy Taylor, confirmó y relaciono estos estudios sobre el canibalismo. Todo esto indicaba que de alguna forma el canibalismo ritualista de estos aborígenes dejaba su marca en sus genes, más aún, nuestra civilización actual puede llevar esta marca en sus genes producto de épocas antiguas, y que al alimentarse de sus mismos congéneres desataría estas nuevas enfermedades que nos parecen tan extrañas a primera vista. A pesar de que estos estudios han tenido una gran aceptación entre la clase científica, también existen retractores de estas conclusiones, y es así, como el profesor Jaume Bertranpetit, científico de la Universidad Pompeu Fabra, la Dra. Marta Soldevila (quien realizó una parte substancial del trabajo en DeCODE Genetics, Reykjavik, Islandia), y sus colegas, utilizaron un sistema actualizado de datos genéticos para demostrar que la selección estabilizadora asociada al canibalismo no ha sido una fuerza impulsora selectiva importante sobre el gen de la proteína del prión, como se ha propuesto recientemente. Mientras los científicos siguen estudiando estos procesos de genes de la protein del prión en los humanos, una cosa es realidad. Los aborígenes de Nueva Guinea, una vez que suspendieron estas prácticas de canibalismos ritualistas con familiares fallecidos, han disminuido a un índice casi nulo esta enfermedad del Kuru.
  • 26. Felipe González Ruiz La antropofagia en los indios del Continente americano Motivo de rudas controversias ha sido y sigue siendo el tema de si en América fue o no conocida la antropofagia. El problema no parece estar resuelto; pero las dificultades que para ello se encuentran no son de orden técnico, sólo estriban en que los polemistas de ambos bandos se obstinan en no ver aquello que no quieren. Si de este tema se hubiera hecho un simple problema etnológico hace tiempo que los etnólogos lo habrían resuelto. Mas como siempre que ha salido a discusión ha sido por motivos políticos, la verdad científica ha dejado, con frecuencia, bastante que desear. Los autores que condenan en absoluto la conquista de España (actualmente muy pocos) consideran al indio americano, sin excepción, como víctima inocente de la crueldad del invasor. Por el contrario, los que sólo ven en la gran epopeya hispana la empresa más grandiosa de todos los tiempos, inculpan a los salvajes americanos de poseer las más depravadas cualidades de canibalismo y barbarie. Quisiéramos nosotros, alejados de todo interés particular, poner un poco de luz en el asunto, puesto que si por nuestros escasos conocimientos no podemos aportar nada nuevo, al menos por nuestro desapasionamiento nos será dado apuntar algún dato positivo de orientación en la materia. Por canibalismo entendemos aquí el acto de que un ser devore a un semejante. En este sentido estricto, de todos los vertebrados superiores puede decirse que el canibalismo es un extravío casi exclusivamente humano. Limitándonos a los animales más perfecta y complejamente constituidos es muy cierto el refrán que dice que «un lobo no come a otro lobo». En cambio, la especie humana llega a veces a extravíos tan espantosos en este sentido que el célebre aforismo latino homo hominis lupus (el hombre es un lobo para el hombre) resulta un pálido reflejo de la realidad, por cuanto que el hombre hace con sus semejantes lo que un lobo no hace con otro. Pasando a animales más inferiores, suelen citarse casos famosos de canibalismo, por ejemplo: el alacrán o escorpión hembra, que devora al macho después del apareamiento. También son célebres en este sentido los ortópteros, conocidos con el nombre de Mantis religiosa y vulgarmente por los de beata, prega a Deu, cerbatana, &c. Se ha visto a hembras de esta especie, no obstante el aspecto recogido a que aluden sus nombres, aceptar la cópula de varios de sus famélicos, degradados e insignificantes machos y devorarlos después de las nupcias tranquilamente. El gran entomólogo francés Fabre crió en cautividad una de estas hembras, y le fue sirviendo machos a intervalos de varias horas. Ocho de éstos infelices fueron devorados por la terrible comadre. En las larvas xilófagas, o sea devoradoras de madera, que excavan galerías en el interior de los troncos, es frecuente que si dos galerías se encuentran, una de las larvas devore a la otra y pase a través de su cuerpo. Pero harto [546] deshonor es para la especie
  • 27. humana que tengamos que descender para encontrar un paralelo a sus costumbres antropófagas a los seres más rudimentarios de la escala animal, donde no resplandece el más leve destello de soñoliento intelecto. Volviendo a los hombres, y más particularmente a los indios de América, hemos de distinguir la antropofagia propiamente dicha de la antropofagia ritual, que tiene más disculpa. La primera es sencillamente la monstruosa costumbre de comer habitualmente carne humana. La segunda se refiere a una creencia religiosa que se cumplía por mandato de los dioses en los cuerpos sacrificados a la divinidad. El hecho del canibalismo ritual es indudable en la mayoría de las razas indígenas de América, desde los pieles rojas dolicocéfalos de Canadá hasta los fueguinos o patagones. Ni aun los grandes pueblos o imperios, cuyo grado de cultura en el momento de la conquista tanto se ha ponderado, pueden salvarse de tan terrible inculpación. Sacrificios humanos, seguidos de banquetes rituales, se celebraban en Méjico ante las grotescas figuras de Huitzilopochtli, el dios de la guerra, cuyo gran teocalí o templo de Tenochtitlan fue testigo de tan horrendas carnicerías. Igualmente a los dioses mayores, Quetzalcohatl, dios del viento y al dios del día o sol, llamado Tetzcatlipoca telpochtli (el joven), se les aplacaba con espantosas matanzas, seguidas generalmente de repugnantes banquetes en que se devoraban los cuerpos de las víctimas sacrificadas. No menos cruel era el culto al dios menor Chalchiuhtlicue, y, en general, en toda la América Central, donde influenció la poderosa civilización azteca, se seguían estos ritos sangrientos. Por ejemplo: en los Güetares de la península de Nicoya. Del reprochable vicio de antropofagia ritual no se salvó tampoco la importante cultura Maya ni los pueblos Chibchas. Quizá los que puedan librarse de esta imputación en el momento de la conquista sean los Incas, pues aunque ante las figuras de sus dioses Pachacamac o Pachayachachi y Huiracocha se sacrificaban víctimas humanas, no hay noticias ciertas de que fueran luego devoradas. Pero aparte del canibalismo ritual, ¿existió en América el canibalismo propiamente dicho? Por mucho que algunos autores quieran negarlo o disculparlo, la antropofagia tuvo allí terribles cultivadores. Por habernos dedicado ahora casi exclusivamente al estudio de la etnografía de Colombia y Venezuela hablaremos sólo de los caribes, espantosas hordas, verdadero azote de aquellos territorios, antes de la conquista. Pero, desde luego, no es sólo a la nación caribe a la que se le puede llamar antropófaga en América. El Dr. Julio Salas, profesor de Sociología de la Universidad de Mérida en Venezuela, tiene un meritorio libro titulado Los caribes. Estudio sobre el origen del mito de la antropofagia. [547] En él pretende demostrar que los caribes no fueron antropófagos y anota falsas noticias propagadas por los primeros cronistas sobre esta cuestión. Sin embargo, no puede negarse la gran parcialidad con que trata las costumbres de estos salvajes. En cierto pasaje describe los horrendos suplicios dados por los caribes a sus prisioneros y cómo les hacían tremendas sajaduras para aplicar a ellas la boca y arrancar pedazos de carne palpitante. Y luego de relatar con frase patética estos repulsivos detalles, añade: «Cuando llegaron los españoles supieron de boca de los indios dóciles los horrores que aquéllos ejecutaban, lo cual dio lugar a la inculpación de antropofagia dada a esta nación». Pues ¿qué? ¿No le parece al Dr. Salas suficiente motivo para llamarles antropófagos el verles cometer tan espantosas hazañas?
  • 28. No se puede negar tan terrible lacra a la nación caribe. Citaré otro ejemplo de un ilustrado autor colombiano, el Sr. Cuervo Márquez, académico de Historia de Bogotá. Cito siempre autores indígenas porque son los que pueden tratar con más cariño a estos salvajes, y es de presumir que en caso de que sufra la verdad es por el lado que los beneficia, no por el que exagera sus terribles costumbres. Dicho etnólogo, refiriéndose a ciertas tribus caribes, principalmente a los paeces, panches y yalcones, dice: «Casi todas ellas eran antropófagas, hasta el extremo de que su único alimento consistía en la carne humana, y para procurársela vivían en constante guerra las unas con las otras, sin que las alianzas ni la consaguinidad de tribu fueran bastante para retraerlos de esta costumbre, que ya era vicio tan feroz como sanguinario. Basta un ejemplo: en el año 1540, los paeces confederados con los yalcones, dieron, a órdenes del cacique Pioanza, varios asaltos a la naciente población de Timaná; en el último de ellos, el combate se libró sólo con los escuadrones yalcones, que fueron rechazados con notables pérdidas. Los paeces presenciaron la derrota desde una altura, y una vez que estuvo consumada, no se preocuparon sino de hacer la cacería a sus aliados derrotados; capturaron un gran número, y con ellos tuvieron abundante provisión de carne por mucho tiempo. Al pueblo de Carnicerías, en vecindario de los paeces, le dieron los españoles este nombre porque allí encontraron mataderos y mercado público de carne humana.» En estas feroces tribus se hizo célebre la terrible indígena llamada la Gaetana, que tan espantosa venganza tomó de la muerte que a su hijo dieron los españoles. El blanco de esta horrenda represalia fue el desgraciado capitán Añasco. Fray Pedro Simón nos da cuenta de este suplicio en sus Noticias Historiales, con las siguientes palabras: «Dejando correr con la furia que quisieron los extremos de su encono y venganza, esta vieja, lo primero en que los executó fue, como a otro Mario Romano, en sacarle los ojos, para con esto acrecentarle los deseos de la muerte. Horadóle luego ella por su propia mano, por debajo de la lengua y metiéndole por ella una soga y dándole un grueso nudo, lo llevaba tirando de ella de pueblo en pueblo y de mercado en mercado, haciendo grandes fiestas con el miserable preso, desde el muchacho hasta el más anciano, celebrando todos la victoria, hasta que habiéndosele hinchado el rostro con monstruosidad y desencajadas las quijadas con la fuerza de los tirones, viendo que se iba [548] acercando a la muerte, le comenzaron a cortar, con intervalos de tiempo, las manos y brazos, pies y piernas, por sus coyunturas, hasta que le llegó la muerte.» Mi objeto al contar estas terribles escenas no ha sido el de rebajar la catadura intelectual o moral del indio americano en su totalidad. Sólo he pretendido que se reaccione un tanto contra ciertos autores americanos que quieren presentarnos en todo momento al indígena como una víctima inofensiva. A veces, el invasor sería cruel; pero había ocasiones en que el enemigo que tenía delante estaba formado por los seres más feroces y sanguinarios que ha habido sobre la Tierra, y en esos casos los duros castigos empleados con el vencido eran una casi natural ley de guerra. Si no hubiera habido hombres con el temple suficiente para contender con tan feroces tribus, gran parte del territorio americano estaría aún entregado a la más abyecta barbarie.
  • 29. Antropofagia ritual. El mundo Tupí-Guaraní La antropofagia es la costumbre mas difícil de comprender de los tupí-guaraníes. La que mas escandalizó a los europeos, los jesuitas registraron detalles macabros, de esta costumbre. Existía una enemistad entre tupíes y guaraníes, se mataban, se comían unos a otros, y de las canillas hacían trompetas, y de las calaveras se servían de tazas para beber. A esta costumbre, toman como una especie de bautismo ritual para tomar nuevo nombre. La antropofagia ritual fundaba y consolidaba una series de las relaciones que mantenía la cohesión interna del grupo. La ejecución de un prisionero era considerada una venganza por la muerte de algún antepasados en manos de los parientes de los prisioneros y la muerte ritual a que lo condenaba engendraba un nuevo ciclo de represalias para restablecer el equilibrio que se había roto, ya que normalmente debía ser vengada mas adelante por el grupo de parentesco de prisioneros sacrificados. LA SUPUESTA ANTROPOFAGIA DE LOS GUARANIES Por R. Rodriguez Gavilán* Pasemos ahora a la acusación de que los guaraníes eran antropófagos, acusación tan a menudo vulgarizada por los conquistadores españoles y sostenida por nuestros actuales conquistadores. El tupá-mbé (cosa de Dios), y el abá-mbaé son los medios probatorios contra la antropofagia. El abá-mbaé (cosa de hombre verdadero), es un amplio recinto o granero donde se depositaba el producto de la cosecha, susceptible a ser conservado como los granos, los porotos, tabaco, patata, mandioca, maíz, etc., productos que eran obra de labor común, como su cosecha y acaparamiento; y de este depósito se surtían todos, durante el periódo del nuevo plantío. El &#x201Ctupá-mbaé” era el depósito donde se guardaba el excedente de la cosecha. De donde se surtían los lisiados e impedidos que no podían trabajar. Al mismo tiempo, el tupá-mbaé, en épocas de calamidades o malas cosechas proveía también al sustento de toda la población. No era, es cierto, una institución de seguro social o agrario, pero prácticamente cumplía sus fines más completa y acabadamente que nuestras instituciones actuales de esa índole, porque tenían los guaraníes un agudo sentido de responsabilidad y solidaridad social. Estos depósitos o graneros públicos habían en todas las naciones americanas de régimen agrícola semejante al de los guaraníes. Estos depósitos aún hoy subsisten en los poblados indígenas que no tienen contacto con el resto de los habitantes del país. No puede concebirse, pues, que siendo los guaraníes tan admirables agricultores en posesión de tan excelentes medios de subsistencia, tuviesen que incurrir en la antropofagia para conseguir alimentos. La antropofagia la practican aquellos pueblos que en el proceso evolutivo de su existencia aún viven de la caza y de la pesca y cuando esto medios no les aseguran la
  • 30. subsistencia. La antropofagia es una etapa obligatoria por la cual en un periodo determinado pasaron todos los pueblos que existieron... Los guaraníes ya habían superado esa etapa. Si los españoles y los conquistadores en general difamaron a los garaníes, era para aumentar el mérito de sus “obras” y justificar el bárbaro exterminio de estos pueblos. Salvajes y antropófagos de conciencia fueron los conquistadores; que, sordos a todas las reclamaciones humanas, arrasaron a sangre y fuego con todos los pueblos pacíficos del Continente Americano... El hombre salvaje o civilizado, acosado por el hambre, puede perder el freno de la razón y devorar a su semejante. Un diario bonaerense, con fecha 29 de abril de 1936, publica al respecto lo siguiente: “Shanghai 29.- En la zona que está sufriendo los efectos del hambre y que comprende las tres cuartas partes de la provincia de Sze Chuan, comunican que los habitantes de la misma que, pereciendo de inanición, se comen los cadáveres, el pasto y la corteza de los árboles...” América, antes hospitalaria, empieza a zozobrar frente a la llegada de los españoles, en plena paz y dentro de un ambiente de prosperidad, la danza macabra del hambre y la miseria... como en las grandes ciudades europeas, donde la caza del hombre deseamparado en el desierto del egoísmo social es un hecho innegable. En Buenos Aires, “en un baldío de la calle Iguazú y Grito de Ascencio murió de hambre y de frío un octogenario”. El hecho es común a la miseria y al invierno... Los hombres en su abandono actual, hermanados con el harapo y la mugre, parecen solo sombras errantes. “Viven en los baldíos, en sus sórdidas covachas de latón, familiarizados con la miseria y el desprecio, en compañía de ratas y perros abandonados; en medio de la pestilencia de los deshechos que los privilegiados, los cazadores de hombres y devoradores de conciencias han abandonado entre los detritus de la ciudad. Comen lo que recogen de los tachos de basuras y esperan la muerte con una paciencia indiferente, digna de un filósofo. En el libro “Pre y Protohistoria”, dice el Dr. Bertoni, que algunos han creido encontrar en la supuesta antropofagia de los guaranpíes un argumento para negarles una cultura que por tantos hechos resulta evidente, agregando que en su obra descriptiva referente a la civilización guaraní, podría ver el lector que tal acusación carece de fundamento, y cómo las apariencias, el interés de los acusadores y la confusión de nombres y pueblos han podido engañar hasta a algunos de los hombres más versados en el conocimiento de los indios de América. Pero, como que tal acusación ha sido recordada posteriormente a mi conferencia por hombres de buena fe, que se preguntaban si a resultar fundada, no vendría a poner en dudas mis conclusiones al respecto de esa civilización, creo oportuno anticiparme, insistiendo de manera más eficaz sobre esta verdad: que aun cuando la talantropología resultase comprobada, como sucedida en ciertos casos, tiempos y lugares (que es lo único que podría resultar comprobado, de no mediado los hechos y las circunstancias a que arriba aludo) eso no probaría nada en contra de mi decir y de la civilización guaraní. Pues, igual acusación se puede hacer nada menos que a la mayoría de los pueblos civilizados del mundo antiguo, con la diferencia de que la tal
  • 31. acusación está en el caso de tales pueblos perfectamente fundada en hechos históricos. “La mayor parte de los pueblos han inmolado víctimas humanas, dice César Cantú; fenicios, egipcios, árabes, cannaneos, habitantes de Tiro y de Cártago, persas, atenienses, macedonios, jónicos, todos los griegos del continente y de las Islas, romanos, antiguos bretones, hispanos, galos; todos han estado sumergidos en esta horrible preocupación” (Tomo VIII, pág. 787). “Que los españoles fueron antropófagos lo refiere César Cantú en su “Historia Universal”, y estos actos de antropofagia tuvieron lugar, no en épocas antiguas, sino precisamente en aquellas en que se llevó a cabo la conquista de Méjico, Durante la expedición de la Florida llevada a cabo por Alvar Nuñez bajo las órdenes de Narváez, en el año 1528, una violenta tempestad puso en serias dificultades a los españoles que formaban la expedición pero, &#x201Cen medio de esto -dice César Cantú- tuvieron la fortuna de que los salvajes se compadecieran de ellos... (Sin embargo, con el invierno sobrevino tal hambre, que se vieron reducidos a comerse unos a otros, a cuyo espectáculo los indios cambiaron la compasión en horror, atribuyendo a aquellos feroces extranjeros las desgracias axtraordinarias que sufrían”. (Historia Universal T. IV, 700) “Pero no fue este un caso aislado, agrega Alberto M. Carreño (Anales Cient. Ant. Alz” Tomo XXX, pag. 43); aquí mismo en Méjico tuvieron lugar varios de estos actos reprobables como el que cita Herrera en sus Décadas (tomo III, Lib. VIII, Cap. I) Medrano que formaba parte de la expedición de Hibueras y que fue chirimío de la Iglesia de Toledo “afirmó haber comido de los sesos de Medina Sacabuche, natural de Sevilla, y de la asadura de los sesos de Bernaldo Caldera, y de un sobrino suyo, que murieron de hambre y eran menestreles (músicos). “Lo cual, y los otros varios datos expuestos por él justifican plenamente la conclusión a que llega el último autor citado...” Los sacrificios humanos los han realizado aquellos pueblos que han llegado a ser porta-estandartes de la civilización, y entre esos pueblos se encuentran los que han formado a España (podría agregar y a toda Europa), puesto que está comprobado que fueron sacrificadores y antropófagos. En la historia del Río de La Plata, tenemos un caso famoso de antropofagia entre los españoles: “Los compañeros de don Pedro de Mendoza, acosados por el hambre en Buenos Aires, no titubearon en comer carne humana. Los vivos se sustentaban de la carne de los que morían -dice el veraz Ruis Díaz de Guzmán- y aun de los ahorcados por la justicia, sin dejarle más que los huesos, y tal vez hubo hermano que sacó la asadura y entrañas a otro que estaba muerto para sustentarse con ella.” Mientras que los sabios de todos los pueblos tratan de encubrir la antropofagia de sus antepasados, nuestros “intelectuales”, empeñados en calumniar y menospreciar el pasado guaraní (pese a que aparentemente lo defienden) atribuyen a los guaraníes la antropofagia en la época de la conquista aunque sólo sea por imposición de los ritos religiosos, (ver “Albun del Paraguay”, pag. 15, por Natalicio González). Por esto nunca se ha echado de ver la antropofagia de otros pueblos a pesar de los categóricos impedimentos de su santa religión.
  • 32. En la falsificación incurre el doctor Manuel Dominguez, en su libro “El Alma de la Raza”, pag. 29, al decir: “el cristianismo y la música dulcifican la crueldad nativa del indio antropófago”. Y este es otro “defensor imparcial” de la Raza Guaraní, pintando un guaraní que no existe, influido por las patrañas de los sabios europeos y no por investigadores originales y dignas de crédito”. ANTROPOFAGIA RITUAL La antropofagia es la costumbre mas difícil de comprender de los tupí-guaraníes. La que mas escandalizó a los europeos, los jesuitas registraron detalles macabros, de esta costumbre. Existía una enemistad entre tupíes y guaraníes, se mataban, se comían unos a otros, y de las canillas hacían trompetas, y de las calaveras se servían de tazas para beber. A esta costumbre, toman como una especie de bautismo ritual para tomar nuevo nombre. La antropofagia ritual fundaba y consolidaba una serie de las relaciones que mantenía la unión interna del grupo. La ejecución de un prisionero era considerada una venganza por la muerte de algún antepasados en manos de los parientes de los prisioneros y la muerte ritual a que lo condenaba engendraba un nuevo ciclo de represalias para restablecer el equilibrio que se había roto, ya que normalmente debía ser vengada mas adelante por el grupo de parentesco de prisioneros sacrificados. Creían en un dios, Tubá, que maduraba los frutos y provocaba la lluvia, pero no le rendían culto. Practicaban la antropofagia, esto es la costumbre de comer seres humanos, no como alimento, sino con un sentido ritual, y sólo la llevaban a cabo con sus enemigos más valientes. Este mapa del editor austriaco-alemán A. Hartleben se publico en la revista Deutsche Rundschau en 1893. En rojo aparecen las regiones geográficas en las que por aquel entonces aun se practicaba el canibalismo, y en verde las regiones en las que se tenia constancia de que se había practicado en el pasado histórico reciente. NOTAS IMPORTANTES Existen diferencias entre ambos términos ya que antropofagia etimológicamente significa comer carne humana y deriva del griego. La palabra caníbal surge de la mala interpretación de la voz «cariba» (valeroso) por parte de los conquistadores que llegaron a las Antillas y entendieron "caníbal". Los indios que habitaban la región acostumbraban comer carne humana por placer, o como parte de un ritual religioso, de este modo se generalizó el término. El canibalismo se diferencia de la antropofagia en el hecho en que caníbal es aquel que devora a un ser vivo de su propia especie, y antropófago es aquel que devora humanos, ejemplos: