El documento habla sobre la necesidad de evaluar y mejorar los procesos de desarrollo de software para garantizar una entrega a tiempo, satisfacer las necesidades de los clientes y mantener la calidad a largo plazo. Aunque los procesos definen buenas prácticas, no garantizan por sí solos estos resultados, por lo que se deben aplicar técnicas adicionales para tener una práctica sólida de ingeniería de software.