3. La dinastía carolingia se mostró capaz de extender su influencia a la
mayor parte de Europa occidental.
El rey Pipino el Breve se dedicó a ampliar los límites de su reino y
desde entonces la Galia constituyó una unidad territorial en manos
de una sola corona. Sin embargo, fue su hijo Carlomagno, sucesor del
trono, quien llevó el reino de los francos a su mayor desarrollo. A lo
largo de sus campañas militares derrotó a los lombardos y anexó
Italia a la esfera política de los francos. Del mismo modo, sometió a
sajones, frisones, bárbaros y ávaros. Estableció un sistema de control
y tributación sobre los pueblos eslavos residentes en las fronteras de
su reino y detuvo la expansión del Islam al sur de los Pirineos.
Así, Carlomagno fue proclamado como defensor de la cristiandad
europea y de la Iglesia. Durante su reinado Europa experimentó un
notable desarrollo cultural, conocido con el nombre de Renacimiento
carolingio, en que se construyeron escuelas de enseñanza en
catedrales y monasterios e incluso en su propia corte.
4. Cuando falleció Carlomagno, lo reemplazó en el poder su hijo Luis I
(Ludovico Pío); pero la creciente influencia de la nobleza y el
aumento de las relaciones feudales fueron propiciando el
debilitamiento de la monarquía y la unidad política.
Posteriormente, las luchas por la igualdad de herencia y reparto
territorial entre los hijos de Luis I precipitaron la separación del
imperio fundado por Carlomagno.
En el año 843, el Tratado de Verdún definió las fronteras de los reinos
asignados a los hijos de Luis I, surgiendo tres entidades: el reino de
Lotario I, a quien también correspondió el título imperial, el de Luis el
Germánico y el de Carlos el Calvo. Esta división se mantuvo entre los
distintos sucesores de origen carolingio y se disgregó con la
abdicación de Carlos III el Gordo en 887, rey que había conseguido la
unificación de casi todos los territorios del imperio franco. Tras su
desaparición se crearon seis reinos independientes, que fueron
Francia, Italia, el reino franco oriental (Alemania), Provenza, Borgoña
y Lorena.
5. Se denomina por convención Alta Edad Media al periodo de
la historia de Europa que se extiende desde la caída del
Imperio romano de Occidente hasta aproximadamente el año
1000, época de resurgimiento económico y cultural. Tres
imperios conviven y luchan por la supremacía: el bizantino, el
árabe o islámico y el carolingio.
En el Siglo IV, el Imperio romano entró en crisis
económica, política y social. Varios pueblos germánicos
acosaban las fronteras del Imperio. El emperador Teodosio I
logró la paz, mediante un pacto de amistad con el jefe
visigodo.
Pero Teodosio I murió en 395 dejando el imperio a sus dos
hijos. Honorio en el Occidente y Arcadio en el Oriente. La
muerte de Teodosio I significó para los visigodos la ruptura de
los acuerdos realizados con el Imperio.