1. 1. La Edad Media. Etapas y civilizaciones
1.1 El inicio de la Edad Media y sus etapas
Desde el siglo III d.C., el imperio romano sufrió la entrada de los pueblos
germánicos. Para defenderlo mejor, el emperador Teodosio lo dividió, en el año
395, en dos partes:
el imperio romano de Occidente, con capital en Roma,
el imperio romano de Oriente, con capital en Constantinopla.
A partir de entonces, cada parte siguió una trayectoria histórica diferente.
El imperio romano de Occidente sufrió las invasiones de una serie de
pueblos germánicos. Finalmente, desapareció en el 476 y su territorio
se fragmentó en distintos reinos germánicos.
El imperio romano de Oriente logró sobrevivir a la caída de Roma y a las
invasiones germánicas. Adoptó el nombre de imperio bizantino y se
mantuvo hasta 1453, año en el que los turcos conquistaron su capital,
Constantinopla.
Las fechas de 476 y 1453 han sido adoptadas por muchos historiadores para
delimitar la Edad Media, un período histórico que suele subdividirse en tres
grandes etapas:
la Alta Edad Media (siglos V a X)
la Plena Edad Media (siglos XI al XIII)
la Baja Edad Media (siglos XIV y XV)
1.2. Las civilizaciones medievales
Durante la Edad Media convivieron y se enfrentaron en el territorio del antiguo
imperio romano tres civilizaciones:
El imperio bizantino, en Oriente, que con el tiempo acabó adoptando la
lengua y la cultura griegas. También ha recibido la denominación de
cristiandad ortodoxa.
La cristiandad latina, en Occidente, aglutinó a los reinos establecidos
en el antiguo imperio romano de Occidente. Estos pueblos adoptaron la
religión cristiana católica y el sistema feudal.
El islam fue una nueva religión surgida en el siglo VI. A partir del siglo
VII conquistó parte del imperio bizantino y del antiguo imperio romano
de Occidente
2. El imperio bizantino (I)
2.1 La evolución histórica
En sus inicios, el territorio bizantino comprendía los Balcanes, Grecia, Asia
Menor, Siria y Egipto.
Desde el siglo V, su historia atravesó por períodos de auge y de decadencia:
Siglo VI: el imperio alcanzó su mayor esplendor con el emperador
Justiniano I.
Siglo VII: los musulmanes conquistaron las provincias más ricas,
reduciendo considerablemente su territorio.
Mediados del siglo XI: atravesó una profunda crisis.
Siglo XV: los turcos conquistaron Constantinopla (1453) y pusieron fin
al imperio.
2.2. El gobierno y la administración
El gobierno del imperio bizantino recaía en el emperador, que desde el siglo VII
adoptó el título griego de basileus.
El emperador:
2. Concentraba todo el poder.
Para gobernar, se ayudaba de numerosos funcionarios y de una
legislación basada en el derecho romano, que fue recopilada y
actualizada por Justiniano en un código: el Corpus luris Civilis.
La administración: Se organizó en provincias dirigidas por un jefe político y
militar. En ellas desempeñaron un papel fundamental la caballería y la armada.
2.3. La economía
La agricultura era la base de la economía bizantina. La mayoría de las
tierras eran latifundios, grandes propiedades que pertenecían a la
nobleza y a los monasterios y eran trabajadas por siervos.
La artesanía elaboró artículos de lujo, como tejidos de seda, tapices,
orfebrería, marfiles y esmaltes.
El comercio se benefició de la estratégica situación de Constantinopla
entre Europa y Asia y entre los mares Mediterráneo y Negro.
3. El imperio bizantino (II)
3.1. La sociedad bizantina
La sociedad bizantina se organizaba en tres niveles:
Superior:
o Aristocracia y altos cargos de la Iglesia
o Poseían grandes latifundios y ocupaban puestos destacados en
el gobierno y la administración.
Intermedio: resto del clero, funcionarios del Estado, ricos
comerciantes y los campesinos libres.
Inferior: siervos y esclavos.
3.2 La Iglesia y sus problemas
La Iglesia ejerció una gran influencia sobre la sociedad bizantina. Sin embargo,
tuvo que hacer frente a dos graves problemas:
Las luchas iconoclastas. Se originaron cuando algunos emperadores
prohibieron el culto a las imágenes sagradas o iconos. La prohibición
desató graves conflictos sociales entre los siglos VIII y IX.
El Cisma de Oriente. Se debió a la rivalidad entre el patriarca de
Constantinopla y el papa de Roma por su primacía sobre la cristiandad.
Terminó en 1054 con la separación o cisma entre la Iglesia occidental o
romana y la oriental. Esta última, que pasó a llamarse Iglesia ortodoxa,
extendió su área de influencia por Europa oriental con la evangelización
de los pueblos eslavos.
3.3 El arte bizantino
El arte bizantino tuvo una gran riqueza y expresó el poder de los emperadores y
de la Iglesia. Sus manifestaciones principales fueron
la arquitectura
los mosaicos, que decoraron el interior de las iglesias
los iconos o imágenes sagradas, realizadas sobre tabla o metal.
La arquitectura utilizó materiales pobres, como el ladrillo, recubierto a veces en
el exterior con mármol y en el interior con ricos mosaicos.
El edificio principal fue la iglesia, de planta rectangular y cubierta adintelada o
de planta cuadrada, octogonal o de cruz griega y con cúpula. Los ejemplos más
destacados son la basílica de Santa Sofía de Constantinopla, encargada por
Justiniano, y la iglesia de San Vital, en Rávena; ambas son del siglo VI.
3. 4. El asentamiento de los germanos en Occidente
4.1. Los reinos germánicos
Entre los siglos V y VIII, tras la desaparición del imperio romano de Occidente,
los pueblos germánicos formaron en su territorio diversos reinos independientes.
Los más importantes y estables fueron los reinos visigodo y franco, Otros fueron
reinos débiles que, con el tiempo, fueron absorbidos por los más poderosos o
desaparecieron. Entre ellos destacaron:
Ostrogodos:
Se asentaron en Italia a finales del siglo V (493), bajo el mando de
Teodorico.
El reino desapareció a mediados del siglo VI (535), al ser derrotados
por Justiniano y ocupados por el imperio bizantino.
Lombardos:
En el siglo VI crearon un reino a lo largo del valle del río Po, en la actual
Lombardía italiana.
Desde aquí amenazaron las tierras del centro de Italia y los territorios
de los papas.
El reino duró únicamente dos siglos.
Anglos y sajones:
Procedían de Dinamarca y los Países Bajos.
Tras cruzar el canal de la Mancha se asentaron en la actual Inglaterra.
4.2. Las consecuencias del asentamiento
El asentamiento de los pueblos germánicos en Occidente tuvo consecuencias
políticas, económicas, sociales y culturales.
Políticas: Las más importantes fueron
o la desaparición del imperio romano de Occidente
o la fragmentación de su territorio en pequeños reinos
independientes.
Económicas:
o La crisis que vivía el mundo romano se agravó.
o La agricultura se convirtió en la actividad más importante; se
acentuó el proceso de ruralización, y cada región tendió a la
autarquía (producir todo aquello que necesitaba).
o Las ciudades y las actividades ciudadanas perdieron
importancia. Así, los talleres artesanales y el comercio casi
desaparecieron, pues se limitaron a satisfacer las necesidades
de la clase dirigente.
Sociales:
o La sociedad se transformó.
o Los germanos se convirtieron en una nueva élite, militar y
guerrera, que se impuso sobre el resto de la población.
o Las clases medias (comerciantes, artesanos, funcionarios y
pequeños propietarios urbanos y agrícolas) perdieron
importancia. Y los siervos y esclavos se multiplicaron.
Culturales:
o La cultura entró en un período de crisis.
o Las escuelas desaparecieron, y el saber quedó reducido a
algunos lugares aislados, como los monasterios.
o Dejaron de realizarse grandes construcciones, que fueron
sustituidas por pequeñas iglesias, y gran escultura desapareció.
o Los pueblos germánicos cultivaron en cambio otras artes
menores, como la orfebrería.
4. 5. Los reinos germánicos (I) Suevos y visigodos
5.1. El reino suevo de Galicia (411-585)
Los suevos se aliaron con el emperador romano Honorio para guardar la
seguridad de la provincia romana de Gallaecia. Se establecieron principalmente
en Braga (que esa su capital), Porto, Lugo y Astorga.
Su expansión por la Penínsulo empezó en el año 438 con el rey Requila con
campañas contra las provincias de Bética y Lusitania.
A partir del 448 Requiario conquistó el territorio de los vascones pero fue
derrotado en otras zonas.
En el 585 el rey visigodo Leovigildo invadió el territorio suevo y pasó a formar
parte del dominio visigodo.
5.2. El reino visigodo de Tolosa (418-507).
Los visigodos se instalaron en el año 418 en el sur de la provincia romana de la
Galia mediante un pacto con Roma.
El acuerdo les autorizaba a gobernar la región a cambio de defenderla de los
ataques de otros pueblos. Establecieron un reino que se extendía a ambos lados
de los Pirineos y fijaron su capital en Tolosa.
Este alcanzó su mayor auge con Eurico (466-484), que lo extendió por casi toda
la península ibérica.
Su sucesor, Alarico ll, fue derrotado y muerto por los francos en la batalla de
Vouillé (507), por lo que decidieron trasladarse al sur de los Pirineos.
5.3. El reino visigodo de Toledo (507-711).
Tras instalarse en Hispania, fijaron la capital en Toledo.
Primero, el rey Leovigildo (569-586) sometió a los suevos, cántabros y astures;
y sus sucesores expulsaron a los bizantinos y vencieron a los vascones.
Después, se integraron con la población hispanorromana tras:
la conversión de Recaredo (586-601) al catolicismo en el III Concilio de
Toledo (589)
la implantación por Recesvinto de una legislación común: el Fuero Juzgo
(654).
En el año 711 fueron derrotados por los musulmanes en Guadalete
6. Los reinos germánicos (II) Los francos y el imperio
carolingio
6.1. La evolución histórica. Del reino al imperio
En el año 751, Pipino el Breve implantó una nueva dinastía franca, que alcanzó su
máximo esplendor con su hijo Carlomagno, de quien proviene el nombre del
imperio. Carlomagno (742-814) se propuso restablecer la unidad del antiguo
imperio romano de Occidente.
Con este fin conquistó el norte de Italia, el centro de Europa y el norte de
Alemania.
Tras estas conquistas, Carlomagno fue proclamado emperador por el papa León
III, en el año 800. El imperio solo duró hasta el año 843, cuando el hijo y sucesor
de Carlomagno, Luis el Piadoso, lo dividió entre sus hijos.
5. 6.2 El modo de vida carolingio
Gobierno:
o Recaía en el emperador que asumió también el papel de
defensor de la cristiandad y llegó a intervenir en los asuntos
de la Iglesia.
o El imperio estaba dividido en:
Condados dirigidos por un conde
Marcas dirigidas por un marqués
Economía: Las actividades agrarias fueron predominantes. Se
practicaban en extensos latifundios, donde se cultivaban, sobre todo,
cereales, que eran la base de la alimentación.
Actividades urbanas: Decayeron
o la artesanía se realizaba en los latifundios, donde se fabricaban
los artículos necesarios para la vida: tejidos, herramientas, etc.
o El comercio se limitaba a los artículos de lujo demandados por
los más ricos.
La sociedad carolingia La sociedad carolingia se organizaba en tres
grupos sociales:
o Los nobles y los altos cargos eclesiásticos poseían la mayor
parte de las tierras y desempeñaban los puestos principales del
gobierno y la administración.
o El resto de las personas libres: campesinos, artesanos y
comerciantes.
o Los siervos, descendientes de antiguos esclavos, que estaban
sujetos a la tierra; es decir, no podían abandonarla sin permiso.
6.3. Cultura y arte
Durante el reinado de Carlomagno, se produjo un cierto renacimiento cultural,
que tuvo su centro en Aquisgrán, la residencia imperial
En esta ciudad, Carlomagno fundó la Escuela Palatina, dirigida por Alcuino de
York e inspirada en modelos romanos