La Alta Edad Media en Europa abarca desde la caída del Imperio Romano en el siglo V hasta el año 1000. Tres imperios lucharon por la supremacía: el bizantino, el árabe y el carolingio bajo Carlomagno. El Imperio carolingio se fragmentó tras su muerte y Europa se dividió en varios reinos. En España, los musulmanes establecieron reinos tolerantes, mientras los vikingos atacaron las costas de Europa Occidental.
Novena de Pentecostés con textos de san Juan Eudes
Alta edad media
1. Alta edad media
Se denomina por convención Alta Edad Media al periodo de la historia de Europa que se
extiende desde la caída del Imperio romano de Occidente hasta aproximadamente el año
1000, época de resurgimiento económico y cultural. Tres imperios conviven y luchan por la
supremacía: el bizantino, el árabe o islámico y el carolingio.
En el Siglo IV, el Imperio romano entró en crisis económica, política y social. Varios
pueblos germánicos acosaban las fronteras del Imperio. El emperador Teodosio I logró la
paz, mediante un pacto de amistad con el jefe visigodo.
Pero Teodosio I murió en 395 dejando el imperio a sus dos hijos. Honorio en el Occidente
y Arcadio en el Oriente. La muerte de Teodosio I significó para los visigodos la ruptura de
los acuerdos realizados con el Imperio. Su jefe, Alarico I, comenzó una campaña de
depredaciones en la península balcánica. Arcadio, con el pretexto de que existía una disputa
por Iliria, lanzó a los visigodos sobre el Imperio occidental, en el que se instalaron
definitivamente. Poco después, en el 406, el Imperio romano fue invadido por pueblos
germánicos que buscaban dónde instalarse.
En el 423, Valentiniano III sucedió en el trono a Honorio, asimilando a los invasores, a sus
tropas, y a sus mercenarias. Durante su reinado, el imperio sufrió un importante avance de
los hunos, al mando de su rey Atila; pero fueron detenidos en los Campos Cataláunicos en
una alianza romano-germánica. El Imperio estaba en franca disolución y en el 476Rómulo
Augústulo, último emperador de Occidente, fue depuesto por Odoacro. El Imperio romano
de Occidente llegaba, así, a su fin. A partir de entonces, el territorio se disgregó en
diferentes reinos, llamados Reinos Romano Germánicos.
La dinastía carolingia se mostró capaz de extender su influencia a la mayor parte de Europa
occidental.
El rey Pipino el Breve se dedicó a ampliar los límites de su reino y desde entonces la Galia
constituyó una unidad territorial en manos de una sola corona. Sin embargo, fue su hijo
Carlomagno, sucesor del trono, quien llevó el reino de los francos a su mayor desarrollo. A
lo largo de sus campañas militares derrotó a los lombardos y anexó Italia a la esfera política
de los francos. Del mismo modo, sometió a sajones, frisones, bávaros y ávaros. Estableció
un sistema de control y tributación sobre los pueblos eslavos residentes en las fronteras de
su reino y detuvo la expansión del Islam al sur de los Pirineos. Así, Carlomagno fue
proclamado como defensor de la cristiandad europea y de la Iglesia. Durante su reinado
Europa experimentó un notable desarrollo cultural, conocido con el nombre de
Renacimiento carolingio, en que se construyeron escuelas de enseñanza en catedrales y
monasterios e incluso en su propia corte.
2. Cuando falleció Carlomagno, lo reemplazó en el poder su hijo Luis I (Ludovico Pío); pero
la creciente influencia de la nobleza y el aumento de las relaciones feudales fueron
propiciando el debilitamiento de la monarquía y la unidad política. Posteriormente, las
luchas por la igualdad de herencia y reparto territorial entre los hijos de Luis I precipitaron
la separación del imperio fundado por Carlomagno.
En el año 843, el Tratado de Verdún definió las fronteras de los reinos asignados a los hijos
de Luis I, surgiendo tres entidades: el reino de Lotario I, a quien también correspondió el
título imperial, el de Luis el Germánico y el de Carlos el Calvo. Esta división se mantuvo
entre los distintos sucesores de origen carolingio y se disgregó con la abdicación de Carlos
III el Gordo en 887, rey que había conseguido la unificación de casi todos los territorios del
imperio franco. Tras su desaparición se crearon seis reinos independientes, que fueron
Francia, Italia, el reino franco oriental (Alemania), Provenza, Borgoña y Lorena.
Nueva oleada invasora
En España, los musulmanes constituyeron durante el siglo IX una fuerza política unitaria y
expansiva. Sin embargo, aunque se fundaron reinos cristianos, la tolerancia entre estos y los
musulmanes prevaleció por varios siglos. En este período de dominación árabe, la vida
económica, las artes y las ciencias alcanzaron un gran esplendor.
Asimismo, se produjo una segunda oleada invasora de los pueblos bárbaros procedentes del
norte, tales como noruegos, suecos y daneses, conocidos con el nombre de vikingos o
normandos. Ellos efectuaron una serie de ataques e invasiones especialmente dirigidos a las
costas de Europa occidental.
Los ataques de los daneses se sucedieron a lo largo de la costa, provocando graves daños en
el imperio carolingio y también en España, donde fueron detenidos tanto por los
musulmanes como por los reyes católicos del norte de la península.
3. El feudalismo es el régimen político, social y
económico que alcanzó su máximo apogeo en
Europa occidental entre los siglos lX y Xl. Se
organiza en torno a una sociedad estamental (
grupos sociales cerrados y jerarquizados –
privilegiados y no privilegiados- establecidos por
Dios) basados en los lazos de dependencia y de
vasallaje(compromiso personal. a través de un
juramento público en el que el más poderoso –señor- ofrece protección al más débil
–vasallo- a cambio de su fidelidad, traducida en una serie de servicios (trabajo en sus
tierras y castillo, en sus ejércitos, pago de impuestos). Observa las relaciones feudales
La economía feudal es rural, basada en la tierra, con una mínima división del trabajo y
escasos intercambios comerciales. El centro etc. Es el feudo o señorío, grandes propiedades
(castillo/monasterio y sus terrenos) de nobles o altos eclesiásticos, autosuficientes. En él se
distinguen 2 partes: la reserva (en la que vive el señor y explota directamente) y los
mansos, donde viven y trabajan los campesinos agrupados en aldeas, quienes entregan parte
de la cosecha al señor y trabajan en la reserva. Hay además tierras comunales e
instalaciones de uso común, previo pago de una tasa (molino, horno, fragua...).
Cada feudo estaba orientado al autoabastecimiento: producía todo lo necesario para la
subsistencia de sus habitantes (alimento, vestido, herramientas...).Los instrumentos de
trabajo son rudimentarios (manufacturas caseras) y la producción, escasa.
Se trata, pues, de una economía agrícola-ganadera de subsistencia y autárquica, no se traen
apenas productos de fuera del feudo y se sacan muy pocos productos de él: lospocos
excedentes se venden en el mercado semanal del burgo.La dinastía carolingia se mostró
capaz de extender su influencia a la mayor parte de Europa occidental.
4. El rey Pipino el Breve se dedicó a ampliar los límites de su reino y desde entonces la Galia
constituyó una unidad territorial en manos de una sola corona. Sin embargo, fue su hijo
Carlomagno, sucesor del trono, quien llevó el reino de los francos a su mayor desarrollo. A
lo largo de sus campañas militares derrotó a los lombardos y anexó Italia a la esfera política
de los francos. Del mismo modo, sometió a sajones, frisones, bávaros y ávaros. Estableció
un sistema de control y tributación sobre los pueblos eslavos residentes en las fronteras de
su reino y detuvo la expansión del Islam al sur de los Pirineos. Así, Carlomagno fue
proclamado como defensor de la cristiandad europea y de la Iglesia. Durante su reinado
Europa experimentó un notable desarrollo cultural, conocido con el nombre de
Renacimiento carolingio, en que se construyeron escuelas de enseñanza en catedrales y
monasterios e incluso en su propia corte.
Cuando falleció Carlomagno, lo reemplazó en el poder su hijo Luis I (Ludovico Pío); pero
la creciente influencia de la nobleza y el aumento de las relaciones feudales fueron
propiciando el debilitamiento de la monarquía y la unidad política. Posteriormente, las
luchas por la igualdad de herencia y reparto territorial entre los hijos de Luis I precipitaron
la separación del imperio fundado por Carlomagno.
En el año 843, el Tratado de Verdún definió las fronteras de los reinos asignados a los hijos
de Luis I, surgiendo tres entidades: el reino de Lotario I, a quien también correspondió el
título imperial, el de Luis el Germánico y el de Carlos el Calvo. Esta división se mantuvo
entre los distintos sucesores de origen carolingio y se disgregó con la abdicación de Carlos
III el Gordo en 887, rey que había conseguido la unificación de casi todos los territorios del
imperio franco. Tras su desaparición se crearon seis reinos independientes, que fueron
Francia, Italia, el reino franco oriental (Alemania), Provenza, Borgoña y Lorena.
Nueva oleada invasora
En España, los musulmanes constituyeron durante el siglo IX una fuerza política unitaria y
expansiva. Sin embargo, aunque se fundaron reinos cristianos, la tolerancia entre estos y los
musulmanes prevaleció por varios siglos. En este período de dominación árabe, la vida
económica, las artes y las ciencias alcanzaron un gran esplendor.
Asimismo, se produjo una segunda oleada invasora de los pueblos bárbaros procedentes del
norte, tales como noruegos, suecos y daneses, conocidos con el nombre de vikingos o
normandos. Ellos efectuaron una serie de ataques e invasiones especialmente dirigidos a las
costas de Europa occidental.
Los ataques de los daneses se sucedieron a lo largo de la costa, provocando graves daños en
el imperio carolingio y también en España, donde fueron detenidos tanto por los
musulmanes como por los reyes católicos del norte de la península.